Thursday, June 22, 2017

Sobre la situación de Venezuela: a propósito de una lectura crítica del artículo: Venezuela la crisis económica de 2016 de Manuel Sutherland (continuación, tercera entrega)



Profundización del capitalismo burocrático y mayor ruina de la economía del país ( caída continuada de la producción y la productividad)

Hoy, continuamos abordando la situación de Venezuela, a propósito de una lectura crítica del artículo: Venezuela la crisis económica de 2016 de Manuel Sutherland, publicada en www.sin permiso de 31/08/2016, investigador del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) y profesor represaliado de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
 
Profundización del capitalismo burocrático y mayor ruina de la economía del país ( caída continuada de la producción y la productividad)

Hoy, continuamos abordando el tema con informes de diferentes fuentes centrando en el actual proceso de profundización del capitalismo burocrático y reestructuración corporativa que ha llevado a la  mayor ruina de la economía del país ( caída continuada de la producción y la productividad) y a la actual crisis política y al mayor despertar de las masas populares y sus luchas. Es decir en el fracaso del plan del gobierno que ha determinado que este adopte su reajuste general corporativo. Pero antes vamos a introducir esta parte con algunos estractos del artículo que estamos criticando, donde el autor Sutherland expone una posición contraria a la nuestra, leamos:

“El ciclo económico en Venezuela se puede observar en su manifestación más sencilla y evidente: en
las variaciones interanuales de su Producto Interno Bruto (PIB). En el gráfico uno podemos observar
una fuerte desemejanza en el ritmo de crecimiento de la economía. Enérgicos ciclos de auge y caída
determinan la movilidad extrema de la producción, que refleja una feroz volatilidad en los precios del
petróleo. El preciado hidrocarburo constituye el 95 % de las exportaciones en los años de auge en
los precios (2012) y cerca del 65 % en los años donde el precio del petróleo es considerado bajo
(1998), es decir, donde la renta es exigua y el negocio petrolero ofrece una ganancia similar a la de
una producción industrial normal.
Gráfico 1, evolución del PIB en Venezuela (1950-2015)

 
En el gráfico 1 también se denota que los ciclos recesivos de la economía empiezan a sucederse a
partir de la década de 1980, donde parece que la “edad” de oro económica de Venezuela ha llegado
a su fin. Los primeros años de ésa década mostraron la vigorosa influencia de la llamada “crisis de la
deuda” que ahogó a muchos países y que se manifestó con una profunda caída en los índices de
precios de los commoditties, ello redujo los ingresos por exportaciones y los hizo entrar en defaults a
muchos de ellos.

En el período bolivariano (1999-2016) vemos que en su primer año mostró una fuerte caída atribuida
al bajo precio que reflejaba el petróleo (alrededor de 9 dólares el barril). Posteriormente (2002) se
refleja una súbita caída del PIB en el cual los bajos precios del petróleo se entretejen con un golpe
de estado que derroca por casi 2 días al entonces Presidente Hugo Chávez (11 de abril de 2002). El
coup d’etat fue acompañado por un macizo paro patronal que siguió una buena parte del
empresariado local. El 2003 empezó con el mismo lockout patronal que se extendió hasta marzo. Lo
excepcionalmente bajo del PIB del año 2003, se contrasta con el enorme salto en el crecimiento del
año 2004 (18 %).

Siguiendo en el gráfico uno, se revela que la economía en esa época (2005-2008) creció a tasas
elevadísimas (alrededor de 8 % interanual), impulsadas por un fabuloso auge en la renta petrolera
que multiplicó el ingreso por exportaciones es más de tres veces. La “edad de oro” del chavismo es
donde el movimiento político bolivariano se muestra más agresivo, empieza a hablar del “socialismo
del siglo XXI” (año 2005), comienza con planes de integración comercial (ALBA en vez del ALCA) y emprende un proceso de estatizaciones de algunas grandes empresas: cemento, acero,
telecomunicaciones, banca y minería. La abrupta caída de los precios del petróleo a finales de 2008
y a lo largo del 2009, que reflejaron los embates de la crisis mundial de 2007-2008, frenaron en seco
enormes proyectos inversión y ambiciones políticas más elevadas. En 2011 se observa una
formidable recuperación de la senda de crecimiento económico derivada de un nuevo incremento en
los precios del petróleo, que pasan de estar en 35 $ por barril (2009) a elevarse hasta los 120 $ en la
época que comprende los años 2011-2013.

En los años de 2014 y 2015 el precio del petróleo empieza a caer. Aunque triplica y en algunos
períodos quintuplica los precios que se tenían en el año 2001-2002, el ritmo de gastos del gobierno,
la hipertrofia en las importaciones (y su elevado componente fraudulento) hace que precios del
petróleo 5 ó 6 veces más altos que los observados a inicios del década del 2000, luzcan ahora como
“pequeños”. En esos años empieza la contracción de las importaciones, la dramática caída en la
oferta de bienes y servicios (que en agosto de 2016 llega a su más alto nivel en la historia) y
empiezan a reflejarse los resultados de un proceso de desindustrialización que en favor de un fervor
importador llegó a traer: leche líquida, cemento, gasolina, plástico y obreros (chinos) para construir
viviendas.

La caída voraz en la producción y en la productividad hizo más patente la escasez de bienes, con lo
cual se agudizó el incremento en el precio de los mismos. La impresión de dinero inorgánico,
componente útil para la expansión del gasto y la cobertura de déficit fiscales se llevó a extremos
inimaginables. Todo ello incrementó las tasas de inflación (2015) a casi el doble de la inflación más
alta de nuestra historia (1996). En ese panorama se circunscribe la vertiginosa caída en el PIB del
año 2015, como reflejo de un agotamiento en el proceso nacional de acumulación de capital, que
tiene como eje la apropiación de una renta petrolera. La utilización clientelar y populista de la renta,
parece inhibir la producción agrícola e industrial y diluir el salario”.

Nosotros hacemos por el momento la siguiente observación: En todas estas rereferencias a alzas de los precios del petróleo y ciclo económico en Venezuela,  notamos una inconsistencia maniefiesta en el razonamiento de Manuel Sutherland, y consiste en la relación que él establece entre alza de los precios y aumento de la producción y la caída de los precios del petróleo y baja de la producción y productividad, cuando el mismo sostiene que gran parte de la renta petrolera se exporta, para el caso no interesa si es mediante las excesivas y fraudulentas importaciones o por el pago de deuda, o inversion en activos seguros en el extranjero o “fuga de capitals”, etc. Leamos lo que el mismo autor dice al respecto:
 
El boom importador o como se exportó la renta
Los elevadísimos precios del petróleo en varios años del proceso bolivariano fueron inéditos. Nunca
se sostuvo por tanto tiempo un auge cíclico en los precios del oro negro. En el gráfico dos, vemos los
efectos de la decuplicación del precio del petróleo (puntualmente, de 1999 a 2008) y como se
acompañó con un voraz auge importador. Las importaciones CIF (más servicios) que en 2003
apenas rozaban los 14 mil millones de dólares, en 2012 alcanzaron los 78 mil millones de dólares[iii],
importación que siendo “supuestamente” orientada en 60 % a la inversión[iv], no se vio reflejada en
un aumento de la producción, sino más bien en su decremento. El aumento de las importaciones CIF
(más servicios) de 457 % para el período (2003-2012) refleja que el ritmo en la importación fue a
todas luces exagerado y sin ninguna vocación de ahorro ante una posible declinación del ciclo
económico, impulsada por una esperada caída en los precios del petróleo. De hecho el aumento
neto de las exportaciones, para ese mismo período fue de 257 %, mucho menor al aumento neto de
las importaciones (457 %) que drenaron la renta de manera exprés. No es casualidad que Venezuela
tenga la fuga de capitales más elevada del planeta, de acuerdo al tamaño de su economía[v].”

 Gráfico 2, exportaciones (FOB) e importaciones (CIF) anuales



Sobre las "importaciones" y "desindustrialización y luego cuando dice:  "importación que siendo “supuestamente” orientada en 60 % a la inversión[iv], no se vio reflejada en un aumento de la producción, sino más bien en su decremento", esto no le sucita ningún comentario sobre el carácter de la acumulación capitalista capitalista en Venezuela, no establece una relación entre la importación de partes e insumos para la industria y el caracter de esta "producción industrial", es decir de ensamblaje o sustitución de importación de bienews terminados pero de un alto contenido iportado que va hasta más del 84% como se verá en un informe. El ve un aspecto pero no los otros aspectos, que determinan que el capitalismo que se desenvuelve allí sea un capitalismo burocrático.
Luego sobre la relación del ciclo económico del país y su relación con el ciclo económico mundial dice:

“La negación del ciclo económico o la creencia de que el petróleo siempre nos salvará
Los voceros gubernamentales insisten en negar la ciclicidad de la crisis, esto es, que el proceso
nacional de acumulación de capital, reflejo integrado del proceso mundial de acumulación de capital,
entra en crisis periódicas, más no isócronas. No quieren entender que cada cierta cantidad de años,
por ejemplo: 1983, 1989, 1994, 2000, 2008 y 2015, la formación económica capitalista venezolana
entra en recesión. Por ende, la crisis es inevitable, es intrínseca al modo de producción capitalista,
es su inexorable devenir”.

“…En los últimos años esta tendencia derrochadora se elevó exponencialmente. Como nunca la renta
petrolera había dado tantos recursos al país, como nunca el gobierno de turno se dedicó a gastarla
lo más rápido posible. Aunque existían fondos como el: Fondo de Estabilización Macroeconómica
(FEM), creados para generar un ahorro del excedente petrolero para poder sostener la economía
cuando los precios del petróleo bajasen; y había larga experiencia en los auges de la renta y sus
ulteriores caídas, el gobierno que administró la renta se dedicó a dilapidarla con olímpica rapidez. Ya
quisiera Usain Bolt ser tan veloz.
Lejos de comprender la ciclicidad de la economía, se creyó que el precio del petróleo sería creciente
y que jamás bajaría de 100 dólares, a pesar de que cualquier regresión lineal (por más rústica que
sea) estimaría que probablemente los precios seguirían un comportamiento sinuoso de alzas y bajas”.
En resumén las crisis en Venezuela son “reflejo integrado del proceso mundial de acumulación de capital”, esto es de las “crisis mundiales”.

  Nosotros hacemos una segunda observación: Para Manuel Sutherland la actual crisis en Venezuela sería una crisis importada a través de la baja de los precios del petróleo, su casi único producto de exportación, y agravada por la política económica del gobierno que en la época de bonanza a gastado más en lugar de ahorrar para aplicar política anticíclicas y no como lo hace ahora que tiene que aplicar políticas procíclica. Es decir pese a decir que sostiene una posición diferente a la del gobierno sobre la causa de la crisis se queda dentro de la explicación de “crisis importada” muy cercana a la “político-conspirativa”, en la que se ubica la explicación del gobierno, difieren en que sostiene el carácter “estructural” importado de la misma.

Hasta aca una parte del artículo de Manuel Sutherland con nuestras dos observaciones, una sobre alzas y bajas de los precios de petróleo y baja o alza de la producción y productividad o movilidad extrema de la producción en el país y la otra nuestro resumén sobre su concepción de la crisis en Venezuela como reflejo del proceso mundial, luego queremospresentar algunos informes de diferentes fuentes para ir deslindando con la posición contraria y exponer la nuestra.


Vamos a las fuentes oficiales, es decir del propio gobierno “bolivariano” sobre la “Evolución del Producto Interno Bruto”, teniendo cuidado de separar las explicaciones subrealistas que hacen de la actual crisis con depresión económica e inflación, leamos dos informes:

El Producto Interno Bruto(PIB) de la actividad petrolera y no petrolera ha registrado avances y retrocesos. Por un lado, la actividad petrolera ha presentado un proceso de desaceleración en su crecimiento, mientras que la actividad no petrolera en los últimos años ha registrado importantes avances. Para el periodo 1994-1999 la actividad petrolera creció en un 1,59% mientras que el sector no petrolero cayó a una tasa de 1,25% en promedio. Respecto al período 2004-2012, las tasas promedio de crecimiento de los sectores petroleros y no petroleros fueron de 0,50% y 6,82% respectivamente. Sin embargo, es necesario entender que si bien es cierto el sector económico no petrolero ha avanzado de manera significativa en los últimos años, esto no se debe necesariamente a un crecimiento del sector manufactura, por el contrario este sector ha disminuido su participación dentro del total de la actividad no petrolera en un 27,5%, desde el año 1993 hasta el 2012 . Por otro lado, se observa que los sectores de comunicaciones e instituciones financieras y seguros se han incrementado en 377,3% y 29,5% respectivamente

Gráfico 1.
Producto Interno Bruto Petrolero y No Petrolero (%). 1994-2012.










(ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA INDUSTRIAL VENEZOLANA1: Mayo 2013, Elaborado por Julie Vera y Rodolfo Rangel, República Bolivariana de Venezuela mpv.cenditel.gob.ve/.../analisis_de_la_estructura_industrial_red_ ,)”


En la cita se comparan dos períodos, de 1994-1999 y de 2004-2012, se saltan todo el período de Chávez que va de 1999 a 2004, posiblemente, para dar la impresión de un mejor rendimiento y por que trata de presentar “éxitos” del Primer Plan Socialista de 2004 a 2013. Comparando los períodos dados se tiene que el crecimiento del sector petrolero disminuyó su crecimiento de 1.59% a 0.5%. Y el sector no petrolero creció 6.82%, cercano a un aceptable 7%, pero esto deja de ser positivo si se ve que el sector manufacturero orientado principalmente al mercado venezolano desde 1993 hasta el 2012 disminuyó su participación en el conjunto de la actividad económica no petrolera en un 27.5%. Mientras ha crecido su participación en el mismo de los sectores comunicaciones, finanzas y seguros, actividades totalmente dependientes de lo monopolios imperialistas que en dura competencia se disputan este nuevo mercado. No le hace que algunas empresas se hayan “nacionalizado” pues toda la tecnología, conocimiento , management, procesos, R&D y servicios está en manos de los grandes monopolistas imperialistas. Así esas empresas "nacionalizadas" pese a todo actuan como filiales de las ETN. Es decir se desarrolla únicamente lo que interesa y sirve al imperialismo, principalmente yanqui. Es importante que tomen un período desde casi los comienzos de los 90 hasta el 2012 porque muestra la tendencia del desarrollo del capitalismo burocrático a crisis general, pese a su línea de manipular estadísticas para no dar porcentajes de disminución del período propiamente de este gobierno y del “Primer Plan Socialista”, pese a todo muestra como la profundización del capitalismo burocrático trae más ruina de la economía del país. No pueden esconder el fracaso del “Plan...”.

Prosigamos con este informe o confesión de parte con la Tabla 1 de la evolución porcentual por sectores de la actividad económica no petrolera, donde observemos en ella, que el sector manufacturero y mayor parte de los sectores comienzan a debilitarse desde 1999, es decir con la profundización del capitalismo burocrático aplicada por este gobierno, salvo contrucción, comunicaciones, comercio, finanzas y seguros, ver Tabla:

Tabla 1.
Proporción del PIB por sectores, respecto al PIB no petrolero.

















Evolución de la Industria manufacturera. Al revisar la información presentada en las cuentas nacionales, notamos que dentro de la industria manufacturera se realizan en promedio 57 tipos de actividades en Venezuela. De acuerdo a los datos presentados por el BCV, la actividad que tiene una mayor participación en la generación de valor agregado, es la elaboración de productos de molinería, almidones, productos derivados del almidón, con una participación de 6,1% en promedio desde el 2001 hasta el 2007. Seguidas por la actividades de edición e impresión y de reproducción de grabaciones y la producción, procesamiento y conservación de carne y productos derivados con un 5,8% y 5,5% respectivamente” (Análisis de la Estructura....)
 
Y si vemos la ocupación industrial en el mismo informe, pese a esta pobreza de desarrollo:

Continuará próximamente