Monday, March 18, 2019

A NOVA DEMOCRACIA BRASIL: Pataxós: La guerrilla de los estrechos

Rosana Bond
    18 Marzo 2019
Foto: Indígenas protestan contra reintegraciones de posesión en el sur de Bahía, 2016

El escandaloso rompimiento de la represa de Vale en Brumadinho, el 25 de enero, alcanzó también una aldea indígena pataxó en Minas Gerais, contaminando el agua del río Paraopeba, considerado la fuente de supervivencia de aquellas personas. Y de la vecindad común, también víctima. Los medios burgueses ignoraron el drama de la tribu, la silenció y excluyó. Pero la edición 220 de AND denunció lo ocurrido y publicó: Crimen de la Vale: Lama envenena territorio Pataxó.

Vamos a intentar ahora complementar el asunto, respondiendo a la siguiente duda: después de todo, ¿quién es esa nación nativa despreciada por la prensa de los ricos?

Pues bien. Estos indígenas, aunque se encuentran en MG, son antiguos habitantes de las cercanías de Porto Seguro, en el litoral de Bahía. Los pataxós incluso ya fueron llamados "los indios del Descubrimiento de Brasil". En abril de 1500, que eran - junto con tupiniquins-tupinambás y dos o tres personas - el primero en encontrar el grupo de ataque portugués dirigido por Pedro Alvares Cabral.




Amables y tranquilos, no trataron mal a aquellos hombres heridos, maltrachados, desdentados, de aliento insoportable y comportamiento medio raro.

El cuadro era más o menos este, diferente de la versión romantizada de la historia oficial:

1) Los marucos lusitanos llegaron aquí en Pindorama un tanto borracho por haber sido necesario mezclar vino al agua que se apodere en los toneles durante el viaje. Estaban posiblemente afectados por las náuseas, la resaca, la sed, el cansancio, etc.

2) Los indios se bañaban varias veces al día. Los hombres extraños, por el contrario, estaban muy mal olorosos. Por la ausencia de baño, recomendada por el moralismo católico de la Inquisición en la época y por la exigencia de espacio en las embarcaciones, que no ofrecían lugar para higiene, para las necesidades fisiológicas y obligaban a "amontonamientos" de los viajeros, situación que impedía el descanso de los marineros y que propiciaba fricciones frecuentes.

3) estaban maltratados por el uso permanente de las mismas prendas, expuestas al agua de mar, al sol, a la lluvia, al sereno (dormían al aire libre, en el suelo), al desgaste del trabajo duro a bordo. Algunos empezaban a perder sus dientes negros y suavizada por la falta de higiene bucal (de Portugal) y vitamina C en la dieta baja en ruta sin alimentos frescos (escorbuto era común).
 común).

Los pataxos trataron bien, igualmente, al jefe de los hombres extraños, Cabral. Sin saber que, como enviado de patronos financiadores - principalmente banqueros y comerciantes - él sería el primer funcionario de las clases dominantes europeas a pisar oficialmente en la tierra del palo-brasil. Clases que liderar más tarde, en colusión con poderosos locales / regionales brasileños, una serie de invasiones y robos de sus territorios. Deshones que exigirían de los pataxós la práctica de la Resistencia activa y firme durante esos 500 años, hasta hoy.

Barados en el Parque ... del Descubrimiento

En 2017, una protesta, los Pataxó ocupaba un espacio tradicional de la que fueron desplazados: la reserva natural del Parque Discovery en el sur de Bahía, cerca del lugar donde sus antepasados ​​recibieron las carabelas de los portugueses.

En la movilización ellos exigían la demarcación de varios puntos de aquellos alrededores, que estaban amenazados por procesos de reintegración de posesión de pretendidos propietarios blancos (no indígenas), que podrían expulsar a cientos de familias pobladas.

Hoy existen 36 aldeas que albergan 11 mil pataxós en BA.

La historia de este pueblo, de la familia lingüística maxakalí, comenzó bien antes del siglo 16, aquel en que se dio la invasión europea. Los pataxó tenían la costumbre de migrar dentro de sus amplias áreas (que iban hasta otros estados), pero los registros demuestran que la gran mayoría de sus antepasados ​​se mantuvo en la Costa del Descubrimiento, incluso después de la llegada de los extranjeros quinientos. Estos indios anteceden a la creación de la nación brasileña, pero hasta hoy están obligados a comprobar, ante la "Justicia", su morada y su cultura de siglos.

El Parque del Descubrimiento es una Unidad de Conservación, del gobierno federal, creada en 1943. Algunas de las aldeas amenazadas de desalojo están justamente en el entorno y en parte de los bosques de la reserva. En relación al PD, son dos las principales batallas: 1) Funcionamiento de una gestión compartida del Parque entre la Unión y los pataxó. Ellos exigen de vuelta su presencia en el Consejo Gestor; 2) Transformación en Unidad Extractivista, pues la tribu necesita recursos como semillas, hojas, cipos y fibras para sus actividades. Indigenistas dicen que vigila allí un conservacionismo miope, con el mito de la "naturaleza intocable."

El liderazgo Buri Pataxó critica los intereses que mueven los ataques a los derechos tribales: "El indio quiere la tierra para sobrevivir en ella y con ella. La gente cuida de la tierra y ella nos da el alimento, nos calma como madre. Ellos quieren la tierra para tener altos beneficios.

Entre los interesados ​​en la región, el más devastador tal vez sea la empresa del sector inmobiliario Góes Cohabita. Ella reivindica la posesión de diversas áreas que pertenecen a los indios. Pero hay otros empresarios, hacendados, etc, que están oponiendo 152 contestaciones a los pataxós, sólo en Comexatibá.

El fuego contra Galdino y contra los comunistas

Los pataxós poseen en su historia un episodio que se conoce como "El Fuego de 51". Todo comenzó en 1949, cuando el líder Honorio Borges se desplazó al RJ con el propósito de pedir providencias al SPI (Servicio de Protección a los Indios) contra la invasión de la tierra indígena.

De regreso a Bahía, el jefe Honorio trajo dos hombres que había conocido en Río y con quien simpatizó (designados como "Teniente" e "Ingeniero" por los indios). Ambos habrían liderado una acción contra un comerciante del pueblo de Corumbau, probablemente enemigo de la tribu.

La acción (toma / asalto) fue acompañada de revueltas de los pataxós del gran pueblo de Barra Velha, en 1951, las cuales fueron violentamente reprimidas por policías de Porto Seguro y Prado. El resultado fue la muerte de un indio, de los dos amigos del RJ, y la prisión de 38 pataxós, entre ellos el jefe Honorio. El peor fue el cobarde incendio de Barra Velha, que provocó la dispersión de sus habitantes, en desesperación.

El 11 de junio de 1951, el comandante de las tropas, Major PM Arseno Alves, declaró al diario A Tarde que el levantamiento fué político, comunista, y que en Barra Velha había encontrado listas de direcciones de militantes izquierdistas de Bahía y otros estados.

Décadas después, el pueblo pataxó volvería a tener otra trágica notoriedad relacionada al fuego. Fue con el asesinato, en 1997, del indio Galdino Jesús dos Santos, uno de sus líderes. Él dormía en una parada de autobús en Brasilia cuando jóvenes delincuentes de la clase dominante (rica / media alta) incendiaron su cuerpo con alcohol, alegando que lo confundieron con un mendigo.

En abril de ese año miembros de la tribu habían ido a Brasilia para una reunión en busca de apoyo y solución para la reanudación de sus tierras, que habían sido ocupadas por granjeros. El crimen ocurrió el día 20, pero Galdino murió en un hospital brasiliense el 22 de abril, por coincidencia el día del Descubrimiento de Brasil.

La "pereza" castigada

Los pataxó viven en decenas de aldeas en el extremo sur de Bahía y norte-centro norte de Minas Gerais, totalizando cerca de 13.500 personas. En contacto con los no indios desde el siglo 16, a menudo se vieron obligados a ocultar sus costumbres y su lengua.

Las comunidades de Minas Gerais modernas se formaron indirectamente a partir de la dispersión generada por el "Fuego de 51" y por la creación del Parque Nacional del Monte Pascual (PNMP). Pero la presencia de la tribu en suelo minero es muy anterior. El noble y militar portuguesa Salvador Correa de Sá, al realizar una entrada en 1577, se encontró Pataxós en las proximidades del Rio Doce - dijo Simon de Vasconcellos (1864) y Emmerich y Monserrat y (1975).

Este registro es muy relevante en la medida en que constituye la primera referencia clara a la presencia de los pataxó en el ámbito geográfico de su distribución tradicional, es decir, entre la margen norte del S. Mateus y el río de Porto Seguro. Estos serían los pataxó meridionales, tal como convenido por la Antropología, mientras que los pataxó septentrionales, actualmente denominados pataxó mañana, habitarían área cubierta por los ríos Pardo y de las Cuentas.

En el caso de los indios conocidos bajo el etnónimo englobante de mañana, abarcan hoy las etnias baenán, pataxó, kamakán, tupinambá, kariri-sapuyá y gueren, habitantes de la región sur de la BA, el histórico del contacto de esos grupos con los no indígenas que se ha caracterizado por expropiaciones, desplazamientos forzados, transmisión de enfermedades y asesinatos. La tierra que les fue reservada por el Estado, en 1926, fue invadida y en gran parte convertida en haciendas particulares. Sólo a partir de la década de 1980 comenzó un lento proceso de y en el caso de las mujeres,

La comarca baiana de Porto Seguro estuvo, entre 1767 y 1777, bajo la dirección del desembargador y oidor general José Xavier Machado Monteiro, que no disfrazaba su desaprobación por las naciones nativas. Él combatió el uso de las lenguas indígenas y la supuesta "ociosidad" de los jefes de familia, al mismo tiempo que les secuestrar a los hijos varones, para emplearlos en oficios, y las niñas, para distribuirlas "por las casas de mujeres blancas y honestas. Las familias indígenas eran, pues, deshechas, sin ninguna preocupación con sus intereses y sentimientos (Revista del Instituto Histórico Geográfico de Bahía, 1968).

En la segunda mitad del siglo 18, hay noticias de la existencia de 12 aldeas de "indios bravos", ubicadas en el entorno del Monte Pascoal y de "bárbaros pataxó que infestan toda la gran comarca de Porto Seguro".

En la década de 1820 llegó a Brasil el príncipe Maximiliano de Wied-Neuwied que, por producir registros detallados y nuevos sobre los Pataxó de la región costera, se convirtió en una de las mejores fuentes sobre el tema.

Lengua de Guerrero

En sentido estricto, la lengua indígena ya no se habla, la comunicación se efectuará mediante mezclado portugués con las palabras de la lengua nativa. Sin embargo, un gran esfuerzo está siendo desarrollado para la reconstrucción del Patxohã - "Lengua de Guerrero" - a partir del vocabulario registrado por cronistas y viajeros. El Grupo de Investigadores Pataxó, que desde 1998 se dedica a ese estudio, refiere al "proceso de reanudación de la lengua pataxó", del que han participado todas las generaciones.

Se trata de un proceso complejo de reconstrucción, en el que los jóvenes, sobre todo, han gastado mucho tiempo y empeño. El pataso se está enseñando en la escuela indígena de Barra Velha desde la década de 1990. En el caso de la aldea de Corona Roja, que posee la mayor de todas las escuelas pataxó, el patateo se convirtió en disciplina de la enseñanza fundamental en 2003 y de la enseñanza media en 2007. La enseñanza no se restringe al léxico de la lengua, pero comprende un amplio conjunto de informaciones, tales como danzas y canciones.

La recuperación de los pataxós sobrepasa las aulas, e involucra también territorio. Tanto que el número significativo de aldeas en la actualidad se debe al proceso de reanudación de parcelas de áreas tradicionales de las cuales los indios fueron esparcidos en distintos momentos históricos.

Guerrilleros obstinados e invisibles

Uno de estos momentos históricos, en el que la tribu tuvo que confrontar a los desposeedores fue relatado por Darcy Ribeiro en el libro Los indios y la civilización:

"Contra el último reducto de los Kamacán y Pataxó se lanzaría la ola de los plantadores de cacao (...) En 1910 estos conflictos llegaron a tener repercusión en la prensa de las grandes ciudades; en aquel año los indios consiguen desalojar diversos núcleos de plantadores de cacao de las márgenes del río Cachoeira, afluente del río Jequitinhonha.

"Grupos de bandoleros organizados por los grandes plantadores de cacao devastaron las matas para dar cabo a esos indios obstinados que enfrentaban sus fusiles, contando sólo con flechas y una técnica admirable de 'minar' grandes áreas con parches hechos de astillas de madera. Sin embargo el conocimiento que aquellos indios tenían de sus bosques la garantía y difícilmente los carabineros conseguían alcanzarlos. Todos se sorprendían con el número reducido de esos grupúsculos indígenas, frente a la notable habilidad que les permitía atacar y minar extensas áreas en poco tiempo.

"Un siglo de (más fuertes) persecuciones llevaba remanentes de los Pataxó y Kamakán a una simplificación radical de su equipamiento ya una capacidad extraordinaria de disimularse en la mata, escogiéndose de una región a otra, sin ser jamás notados.

"Pero los chacinadores acabaron encontrando armas eficaces contra esos enemigos invisibles, recurriendo a viejas técnicas coloniales, como el envenenamiento de las aguadas (OBS: Irónicamente en el rompimiento de la represa de Brumadinho, con la contaminación de la aldea por el agua del Paraopeba, la moderna Vale repite antiguo crimen) y el abandono de ropas y utensilios de variantes donde pudieran ser tomados por los indios ".

Actualmente, en lo que se refiere a la relación entre los pataxó de Bahía y Minas Gerais, son comunes viajes emprendidos por representantes del movimiento de movilización cultural provenientes de Corona Roja y Barra Velha, para Minas Gerais, con el fin de compartir tradiciones tribales. Los investigadores de la lengua patata de las dos aldeas arriba mencionadas se desplazan a las demás, incluidas las de Minas Gerais, para realizar cursos de reciclaje a los profesores, buscando no sólo el intercambio de los conocimientos producidos, sino la garantía, de acuerdo con sus propios los argumentos, la "unidad" de su identidad.