Tuesday, November 19, 2019

FRP mlm – Bolivia: SOBRE EL REFERENDUM DE MAS DE FEBRERO DE 2016 ( EN DOCUMENTOS SOBRE LA SITUACIÓN POLITICA EN BOLIVIA)

FRP mlm – Bolivia                                        ¡¡Proletarios y naciones oprimidas del mundo, uníos!! 


 El referéndum de MAS no resolverá la situación que vive el pueblo

Publicado el 15 de febrero de 2016 por frpbolivia

El próximo 21 de febrero, nuevamente el pueblo boliviano está obligado a asistir a un referéndum organizado desde la facción burocrática de la gran burguesía, que se encuentra administrando el gobierno, por la modificación de la Constitución del 2009 que fue concertada entre ambas facciones de la gran burguesía y terratenientes, para dar continuidad y estabilidad al viejo Estado.

¿Qué se juega en el referéndum? La posibilidad de que la facción burocrática  por cuarta vez pueda postular a Evo Morales a la presidencia, para seguir manteniendo la administración estatal y continuar su plan de reestructuración del viejo Estado haciendo “buena letra” al servicio del imperialismo como lo ha hecho en los últimos diez años. No olvidemos que precisamente los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial BM, el Fondo Monetario Internacional FMI, la Comisión Económica para América Latina CEPAL, la Corporación Andina de Fomento CAF, entre otros instrumentos del imperialismo encargados de promover el capitalismo como sistema, pugnan en elogios al llamado “presidente indígena” porque les garantiza “control de movimientos sociales” o sea estabilidad política, y el desarrollo del capitalismo burocrático.

Mientras que la otra facción, la compradora, pretende sacar del camino electoral a Evo Morales y recuperar posiciones en un viejo Estado que les permite aún seguir lucrando y obteniendo beneficios a costa de la explotación del pueblo, sirviendo al capital extranjero y transnacional. Así, la pugna entre facciones se da por quien administra el gobierno y sirve mejor al imperialismo.

¿Y los terratenientes? Se dividen y se coluden con ambas fracciones como por ejemplo la CAO con la compradora y negocia con la burocrática, y los ganaderos del Beni se adhieren  a la burocrática y colocan a sus representantes en listas electorales del MAS. Al fin y al cabo como clase les vale estar con una u otra fracción, en tanto y en cuanto éstas le garanticen “seguridad” y espacios de poder departamental, regional y nacional. Lo que señala su Constitución, la antigua como la actual, de que nadie podrá tener más de cinco mil hectáreas de tierra y que se prohíbe el latifundio quedó en el papel y se constituyó en pura demagogia del gobierno, dando carta libre a terratenientes para que continúen usufructuando tierras confiscadas a comunidades y regaladas por el viejo Estado.

Ambas facciones buscan contraponer posiciones, cada uno fungiendo de representante de los intereses populares; una, la burocrática, agitando “el proceso de cambio”;  y la otra, la compradora, “por la recuperación de la democracia”. Consignas ambas engañosas y falsas, pues ni hubo cambio ni el pueblo ejerció democracia ni antes ni ahora.

Así la llamada “década de oro” proclamada por el gobierno masista sólo fue para la gran burguesía. Basta ver las ingentes utilidades que obtuvo el sistema financiero en Bolivia, en manos de grandes burgueses y de capitales transnacionales, ganancias que superan los 1500 millones de dólares americanos en lo que va del gobierno “indígena” de Evo Morales y que jamás en su vida soñaron obtener en un gobierno “neoliberal”, además de la corrupción inherente a nuestra sociedad semifeudal y semicolonial, que les está reventando en su cara y ahogándolos como el caso del Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino FONDIOC y del narcotráfico que ha llegado a involucrar a los más altos mandos policiales vinculados al MAS y que gozaron de su confianza para cumplir con la represión al pueblo boliviano. Ese es el nuevo “modelo económico social productivo” del MAS.

De otro lado, la burguesía compradora y los terratenientes han venido sacando tajada de los acuerdos con el gobierno masista para ampliar la frontera agrícola, postergación indefinida de la “función económica social”, ingreso y ampliación del uso de transgénicos, ampliación de garantías al capital extranjero, acuerdos con la CAO, entre otras gollerías.


Así, ambas facciones contienden por espacios de poder en la administración estatal a nivel regional, departamental y local, pero a la vez se coluden para golpear al pueblo a través del engaño y la represión, la persecución a dirigentes populares, la ampliación de la llamada “base tributaria” con impuestos indirectos, y exaccionando a los miles de cuentapropistas, pequeñas y medianas empresas con cierre de locales, multas, etcétera.

Para el pueblo no hay educación gratuita, en salud subsiste la mortalidad infantil por enfermedades totalmente prevenibles, falta de empleo –el 80% de los trabajos en el país son creados por el propio pueblo–, el salario mínimo no llega a cubrir la canasta básica familiar, mientras el gobierno manipula el Índice de Precios al Consumidor, los precios de los alimentos superan la inflación con lo que se mantiene la pérdida diaria del salario real de los trabajadores.

Además el pueblo no gana ni ganará absolutamente nada con que se modifique o no la Constitución, por cuanto su situación continuará igual mientras no logré constituir una vanguardia capaz de dirigir la lucha proletaria contra la opresión política y explotación económica que le asesta el viejo Estado. Mientras ello no sea posible, el pueblo seguirá aherrojado a un proyecto de mayor corporativación de la sociedad o a una economía de libre mercado dependiendo de la facción que controle el aparato estatal.



¡Ni elección, ni reelección: Revolución!

¡Desarrollar la organización política del pueblo!

¡Construir dirección proletaria con la ideología del proletariado!

¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo!



 Bolivia, enero 2016