A Javier Milei la mayoría de los argentinos lo conoció por la tele. No como una figura de la política que fuera allí
a exponer sus ideas, sino como parte del mayor engranaje televisivo: el
espectáculo. Lo que fue señalado por su adversario como un rasgo negativo
-"entiendo que hiciste tu carrera más que como economista, como estandapero de TV", lo describió Sergio Massa en el debate- es sin
embargo el gran capital de este hombre que en un par de años se
transformó en presidenciable y que este domingo resultó electo presidente y
gobernará la Argentina durante los próximos cuatro años.
Una figura que, aun tras
sellar una súbita alianza con lo más rancio de "la casta" (es decir,
con los grupos y partidos de la facción comPradora de la gran burguesía
argentina; NOTA NUESTRA), logra seguir presentándose como un "outsider" que viene a
reparar la política, justamente por esta condición 8Página 12 de
hoy)
A continuación
la principales medidas anunciadas del llamado cuarto ciclo de la compradora en
el gobierno del viejo Estado argentino, estado terrateniente burocrático al
servicio del imperialismo, principalmente yanqui:
„ El presidente electo Javier Milei se reunirá con el
saliente Alberto
Fernández “para que la transición sea lo más
ordenada posible y
de esa manera minimizar los daños sobre la población por lo que puede estar
pasando en los mercados", advirtió. En su primera entrevista, ratificó
los ejes de lo que será su gobierno: “El ajuste inexorablemente hay que hacerlo”.
Banco Central y dolarización
Milei dijo que el cierre del Banco Central “es una obligación moral” que
tomó y puntualizó que para ello hay que “dolarizar”. Tal como lo dijo durante
la campaña, “nosotros proponemos
que la moneda sea la que elijan los individuos" pero aclaró que para
ello "antes de abrir el cepo, hay que arreglar el problema de las Leliqs”.
Puntualizó que lo hará “lo más rápido posible, porque si no la sombra de la hiperinflación
va a estar en todo momento".
Inflación
“La evidencia empírica para el caso argentino dice que si vos
cortás hoy con la emisión monetaria, ese proceso tarda entre 18 y 24 meses para
destruirla y llevarla a los niveles más bajos internacionales”.
"Estamos
dispuestos a aplicar el manual a rajatabla para
arreglar los problemas que dejó este Gobierno. Tenemos diseñados todos los
mecanismos para manejar la situación minimizando el daño sobre la
población."
FMI
Milei reveló que en las últimas horas "se comunicaron desde el FMI conmigo”, pero no
dio precisiones. Reconoció que “venimos manteniendo diálogo desde antes de las
elecciones".
Retenciones
Sostuvo que también avanzará “hacia una eliminación de las retenciones”, pero reiteró que antes habrá que
“abrir el mercado de cambios” y que para abrirlo “hay que arreglar antes el
balance del BCRA".
“Nosotros tenemos un claro plan de cómo resolverlo, así que en ese
sentido estamos confiados y a partir de ahí liberar el cepo también implica liberar la actividad,
el empleo y que se empiece a recomponer el equilibrio de la economía.”
Alianzas políticas
En términos políticos se expresó “dispuesto a trabajar con los que quieran abrazar las ideas
de la libertad. Y creo que dentro del PJ hay partes que están dispuestas a
hacerlo. Nosotros vamos a recibir a todos”.
Indicó que su “primer
viaje será a EEUU, y después estaría viajando a Israel”. “Todo antes de
asumir. Tiene una connotación más espiritual que de otras características.”
(del mismo períodico citado)
Así es la trayectoria de
vida del ex-candidato del peronismo (facción burocrática de la gran burguesía
argentina; NOTA NUESTRA).
Militante de la
Ucedé, titular de la Anses, intendente de Tigre, jefe de Gabinete de
Cristina Fernández de Kirchner, líder del Frente Renovador, candidato
presidencial fallido, aliado de Macri, enemigo de Macri, tercer socio fundador
del Frente de Todos, equilibrista en la Cámara de Diputados,
"superministro" de Economía, garante de unidad de un FdT: Sergio
Massa, a sus 51 años, acumula uno de los recorridos políticos más intensos y
zigzagueantes de la democracia argentina. Y este domingo, el candidato de unidad
del panperonismo, se enfrentará a Javier Milei en la batalla final por el cargo
que siempre deseó. De "traidor" a "salvador", Massa --fiel
a su estilo-- encara la última contradicción de su carrera política: ser el
ministro de Economía del 140 por ciento de inflación y, al mismo tiempo, el
único candidato que puede ganarle a la ola libertaria. Quienes lo conocen hace
ya tiempo coinciden: "Se preparo toda su vida para este momento".
La prehistoria política de Sergio Massa comenzó cuando apenas era un
adolescente egresado del Instituto Agustiniano, a finales de los 80. No le
gusta recordarlo, pero empezó militando en la Ucedé: el partido ultraliberal y
conservador que fundó Álvaro Alsogaray y que venía a redimir la derecha
nacional después de la dictadura. Luego de unos años, en los que intentó crecer
dentro de la estructura juvenil del liberalismo, Massa se pasó al PJ de la mano
de Luis Barrionuevo y Graciela Camaño (la conversión se produjo, como relata
Diego Genoud en "El arribista del poder", luego de ir a visitarlos un
día a su casa de verano en Mar del Plata). De la mano de Barrionuevo, Massa se
mete en la campaña presidencial de "Palito" Ortega, junto a otras
figuras como Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta. En esa época conoce a
Malena Galmarini a través de su madre, la dirigenta bonaerense Marcela Durrieu.
En 2008 sería designado por Cristina
Fernández de Kirchner para reemplazar a Alberto Fernández en la Jefatura de
Gabinete, luego de la crisis del campo por la 125. Solo tenía 36 años.
Poco después de asumir como jefe de Gabinete, durante las elecciones de
medio término, empiezan las primeras señales de desconfianza con el
kirchnerismo. Néstor Kirchner pierde ese año en provincia de Buenos Aires
contra Francisco De Narváez por dos puntos y en Casa Rosada comienza a
sobrevolar la paranoia de que la derrota se debió, fundamentalmente, al corte Intendente
de Tigre 2007: En esa época empiezan también los coqueteos con la embajada de
Estados Unidos, que se conocerán recién cuatro años después con la filtración
de Wikileaks. En una de esas reuniones --puntualmente una cena en la casa de su
asesor Jorge O’Reilly con diplomáticos norteamericanos, tal como cuenta
Santiago O'Donnell-- Massa se despacha duramente contra Kirchner y lo llama
"psicópata" y "monstruo". .
En 2013 rompe con el kirchnerismo.
En 2015 se las juega a competir por la presidencia, pero queda en tercer
lugar y no le queda más que observar como Mauricio Macri --con quien había
tejido un pacto territorial en 2013-- es coronado como presidente.
Durante los primeros meses de gobierno de Macri (Cambiemos-la compradora),
Massa se convierte, desde su lugar como diputado nacional, en el garante de
gobernabilidad de Macri. El expresidente, incluso, lo lleva a Davos en 2016 y
lo presenta como "el líder de la oposición". Esta alianza, sin
embargo, no durará mucho. Consciente del desastre al que se encaminaba la
gestión macrista, Massa comienza a distanciarse y, finalmente, termina
enemistándose públicamente con Macri cuando, durante el debate por la Ley de
Blanqueo, le bloquea la posibilidad de que se incluya a los familiares de
funcionarios. Según cuenta Graciela Camaño, aquel es el momento en que Macri,
furioso, comienza a apodarlo "ventajita".
En 2019, mientras tanto, llega el reencuentro con Alberto Fernández y CFKirchner,
y la creación del Frente de Todos para hacerle frente a Macri. Massa se
convierte en el presidente de la Cámara de Diputados y, desde allí, comienza su
trabajo de equilibrista: con la oposición --con quien aprende a mantener un
vínculo aceitado--, pero también con un convulsionado frente interno. Genera un
vínculo muy estrecho con Máximo Kirchner y, luego, se termina convirtiendo en
uno de los principales garantes de unidad luego de su renuncia a la jefatura de
bloque tras el acuerdo con el FMI. Tras la derrota de las legislativas de 2021
y el inicio de la guerra fría entre el presidente y la vice, Massa cumplirá un
rol clave como intermediador (aunque cada vez más alineado con CFK).
La historia, después, es conocida. Massa se ganará la confianza de CFK y se
convertirá, primero, en "superministro" de Economía y preferido del
FMI, tras la renuncia de Martín Guzmán --y el breve interinato de Silvina
Batakis-- y, finalmente, en el candidato de unidad de Unión por la Patria.
Contra todo pronóstico, el ministro de Economía resulta ser el candidato más
votado en las elecciones generales y, este domingo, se enfrentará al desafío más grande de su
(extensa y sinuosa) carrera política. (elaborado según artículo de Página 12, La
historia del candidato presidencial que ofrece Unión por la Patria, Massa y
su larga carrera con destino a la Rosada Por María Cafferata
Posdata: como verán la contienda de balotaje fue entre la peste y el cólera para el proletariado y el pueblo de la Argentina.