A continuación presentamos un comentario aparecido en Asian Century Institute al libro: CHINA Y LAS CADENAS DE VALOR GLOBAL (CGV, siglöas en inglés), cuyo título original en inglés es China and Global Value Chains Globalization and the Information and Communications Technology Sector, 1st Edition, por Yutao Sun, Seamus Grimes. Lo hacemos pues el comentario presenta en forma resumida los resultados de la investigaciones de estos autores sobre el secreto del "éxito" de los socialimperialistas chinos y no es otro que su asociación con el capital imperialista principalmente de los EE.UU., Japón, etc. lo que determina su posición subordinada en la economía mundial, que los autorers - según la reseña- la definen así:
"China se encuentra en una posición subordinada en estas CGV de TIC (siglas en inglés para tecnología de la información y las comunicaciones) que son lideradas por empresas de inversión extranjera. Y China está extrayendo un valor muy bajo de las CGV. A pesar de ubicar gran parte de su actividad de producción en China, las empresas de inversión extranjera han logrado evitar cualquier pérdida importante de propiedad intelectual a los competidores locales".
Así mismo, señalan la diferencia con el desarrollo de Japón en los 80 del siglo anterior, lo cual es muy importante para establecer que la inversión extranjera directa (FDI, siglas en inglés), es decir imperialista, no pueden traer verdadero desarrrollo a los países como China y, menos a nuestros países, como se lee en la reseña:
"El rápido desarrollo de China ha sido muy diferente al de Japón en la década de 1980, según los autores. Más del 80 por ciento de los principales exportadores de China a los Estados Unidos son compañías de inversión extranjera. En contraste, la mayoría de los grandes exportadores de Japón en la década de 1980 eran japoneses, y Japón agregó la mayor parte del valor a los productos exportados. El desarrollo de China está impulsado por la entrada de IED y es una plataforma de exportación para empresas extranjeras, mientras que Japón se debe a la exportación de productos basados en tecnología con licencia".
El revisionismo sueña con hacer de la China socialimperialista una gran potencia, pero su camino ya está trasado marchan directo a su bancarrota. El revisionismo no es el camino del desarrollo sino de la bancarrota y el futuro despedazamiento de China como se vió en el I Congreso del PCP, Tercera Sesión. La situación actual es que la "China socialimperialista que tiene que pagar la factura de haberse asociado al imperialismo yanqui (...) El proletariado en China reacciona con furia de clase contra la redoblada explotación y opresión fascista de los revisionistas chinos, que cada vez exprimen más las extenuadas fuerzas de trabajo de los asalariados en beneficio no sólo de los explotadores del país sino también del capital financiero imperialista yanqui, japonés, alemán, etc.,lo que engañosamente se muestra como un superávit comercial chino (¡UNIRSE BAJO EL MAOÍSMO!DECLARACIÓN CON OCASIÓN DEL 26 DE DICIEMBRE ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE TUNG, Comite de Redacción de la Revista El Maoísta, 26 de diciembre de 2018).
Lea la Reseña:
En su nuevo libro, "China y las cadenas de valor globales", Yutao Sun y Seamus Grimes proporcionan un análisis forense de la participación de China en las cadenas de valor global, escribe John West.
En su nuevo libro, "China y las cadenas de valor globales", Yutao Sun y Seamus Grimes ofrecen un análisis forense de la participación de China en las cadenas de valor globales (GVC), que ha sido una fuerza impulsora crucial para el espectacular desarrollo de China. Las CGV permitieron a China promediar las tasas de crecimiento económico anual del 10 por ciento durante tres décadas, y el muy respetable 6-7 por ciento de los últimos años. Como sostienen Sun y Grimes, China ahora enfrenta nuevos desafíos, ya que busca obtener mayores beneficios de las CGV, y también debe lidiar con la amenaza del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de volver a casa la producción manufacturera deslocalizada de Estados Unidos.
Un elemento clave del proceso de desarrollo de China fue la apertura gradual a la inversión extranjera directa (IED) y al comercio a partir de 1978, algo que se aceleró luego de la membresía del país en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, según documentan los autores. China recibió vastas entradas de IED, en particular de compañías de tecnología: los GVC para los productos de Apple son el tema central del estudio. Estas compañías estaban motivadas por las estructuras de bajo costo de China, así como por los muchos incentivos ofrecidos.
La línea de producción de Apple finalmente se fragmentó, con la mayoría de las operaciones de ensamblaje de bajo valor agregado llevadas a cabo en China, llevadas a cabo por Foxconn, una empresa taiwanesa, que ahora es el mayor fabricante de contratos de electrónica del mundo. Los componentes de alto valor agregado provienen principalmente de Samsung de Corea, y de compañías japonesas y occidentales. El centro de gravedad de los GVC tanto de Apple como de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) en general se ha trasladado a China en los últimos años, según el documento de Sun y Grimes.
Esta participación en TIC GVC ha sido enormemente beneficiosa para China en términos de impulsar la economía y reducir la pobreza. También puede haber transferencia pasiva de conocimiento y tecnología, especialmente a través de trabajadores chinos con sede en las fábricas de Foxconn. Pero como Sun y Grimes destacan, China se encuentra en una posición subordinada en estas CGV de TIC que son lideradas por empresas de inversión extranjera. Y China está extrayendo un valor muy bajo de las CGV. A pesar de ubicar gran parte de su actividad de producción en China, las empresas de inversión extranjera han logrado evitar cualquier pérdida importante de propiedad intelectual a los competidores locales.
El rápido desarrollo de China ha sido muy diferente al de Japón en la década de 1980, según los autores. Más del 80 por ciento de los principales exportadores de China a los Estados Unidos son compañías de inversión extranjera. En contraste, la mayoría de los grandes exportadores de Japón en la década de 1980 eran japoneses, y Japón agregó la mayor parte del valor a los productos exportados. El desarrollo de China está impulsado por la entrada de IED y es una plataforma de exportación para empresas extranjeras, mientras que Japón se debe a la exportación de productos basados en tecnología con licencia.
Desde hace mucho tiempo, el objetivo de China es mejorar sus capacidades tecnológicas y su propiedad intelectual, ya que busca escalar la escala del desarrollo. El gobierno chino también está preocupado por los peligros de seguridad nacional asociados con los altos niveles de dependencia de fuentes tecnológicas extranjeras. Pero como señalan Sun y Grimes, “China no logró una transferencia tecnológica significativa de compañías extranjeras al insistir en el establecimiento de empresas conjuntas con compañías chinas”.
Sin embargo, "a pesar de su continua dependencia de la tecnología extranjera, China está decidida a hacer la transición a un modelo de desarrollo orientado a la innovación", argumentan los autores. Así que para evitar caer en una "trampa de bajo valor agregado", las autoridades chinas están promoviendo la "innovación indígena". Este es un nuevo tipo de proteccionismo que busca ayudar a la industria local a escalar la cadena de valor y mejorar las capacidades tecnológicas. También involucra a empresas de inversión extranjera con un fuerte arraigo para compartir tecnología y establecer centros de investigación y desarrollo con sede en China. La atracción del gran mercado emergente de clase media de China le otorga una gran olla de miel que puede utilizarse para intentar subyugar a las empresas multinacionales.
Sun y Grimes no parecen totalmente convencidos de los méritos de este enfoque. "Hay indicios", dicen, "de que el progreso de China podría verse frenado al optar por un modelo más interno de autonomía tecnológica dentro de un gran mercado interno relativamente protegido". Sin embargo, sí reconocen que una pequeña cantidad de empresas chinas, como Huawei y Tencent, se han convertido en marcas globales de gran éxito.
Los autores también vierten agua fría en la visión de Donald Trump para llevar la fabricación subcontratada a Estados Unidos. En su búsqueda de pagos de dividendos más altos, los accionistas de compañías como Apple presionan a la gerencia para que encuentre las mejores ubicaciones para cada fase de producción de GVC, aunque eso puede hacer que sus conciudadanos pierdan su empleo. Y con los costos crecientes, China ya no está compitiendo solo por su ubicación de bajo costo, sino también por su fuerza laboral de alta calidad y su gran mercado interno. Pero el proteccionismo creciente en los mercados occidentales podría representar un gran desafío para China, como un país que llega tarde.
El análisis de Sun y Grimes es excelente, ya que se basa en el sólido marco teórico de las CGV, datos extensos y muchas entrevistas con ejecutivos corporativos. Puede ser un poco pesado ir a leer en partes. Pero ciertamente vale la pena el esfuerzo.
Este artículo de John West fue publicado por primera vez por China Economic Review el 20 de marzo de 2018.
China and Global Value Chains: Globalization and the Information and Communications Technology Sector (Routledge Frontiers of Business Management) 1st Edition by Yutao Sun and Seamus Grimes.