SOLIDARIDAD CON LOS CAMPESINOS POBRES DEL CAMPAMENTO MANOEL RIBEIRO
La Organización Sindical Única Nacional de Trabajadores del Ministerio de Salud (Osuntramsa) está conformada por más de 17 mil trabajadores cobijados por el contrato colectivo y, en los últimos años, se ha convertido en el sector sindical más dinámico y coherente ideológicamente en la lucha en contra del régimen títere y hambreador de Moreno.
En esta oportunidad, los compañeros se suman a esa gran minguería de apoyo a la lucha que vienen desplegando los campesinos pobres de Brasil en el campamento Manoel Riobeiro, hoy sitiado por la policía militar aliada a paramilitares del latifundismo.
LOS TRABAJADORES DE LA SALUD EXPRESAN SOLIDARIDAD CON LOS CAMPESINOS POBRES DE BRASIL
NO A LA REPRESIÓN A LOS CAMPESINOS POBRES DEL CAMPAMENTO MANOEL RIBEIRO
¡COMBATIR Y RESISTIR!
¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!
Quito, 12 de abril del 2021
Dr. Carlos Alfredo Lazary Teixeira EMBAJADOR DE BRASIL
Presente.
Reciba nuestros saludos, al mismo tiempo nos dirigimos para expresar y exigir lo siguiente:
EXPOSICIÓN
La Liga de Campesinos Pobres de Brasil es una organización democrática, que organiza a los campesinos pobres, sin tierra; promueve la necesidad de democratizar la tenencia de la tierra, hoy concentrada en pocas manos de latifundistas y que está siendo objeto de una violenta campaña de persecución, asesinatos, difamación y criminalización, tanto de sus luchas como de su organización.
Desde semanas atrás, la Policía Militar, en contubernio con el coronel Marcos Rocha, gobernador de Rondonia y, al frente del aparato militar el coronel José Helio Cysneros Pachá, han desatado un estado de sitio y represión a los campesinos asentados en el campamento Manoel Ribeiro, finca Nossa Senhora Aparecida, antigua hacienda Santa Elina, en municipio de Chupinguaia, cercano al municipio de Corumbiara, Rondonia.
No hartos de esa cruenta campaña militar, se suma otra, de desprestigio, catalogando a los campesinos pobres como miembros de una organización terrorista, para que con ese pretexto, tener los “argumentos jurídicos” necesarios para perseguir, detener y enjuiciar a los dirigentes campesinos, aplicando, desde la administración de justicia brasileña, el derecho penal del enemigo.
La campaña de difamación y desprestigio también está dirigida desde los medios de comunicación en claro esfuerzo por acallar el derecho a la protesta, a la tierra, al trabajo y a la vida del campesinado.
Es oportuno recordar que en este mismo lugar, Hacienda Santa Elina, en 1995, la Policía Militar aliada a mercenarios al servicio de los latifundistas y bajo el liderazgo militar de quién para entonces tenía el grado de capitán, José Cysneiros Pacha -quién pasaría a la historia como el “carnicero de Corumbiará-, cometieron una execrable matanza de decenas de niños, jóvenes y adultos.
Hoy, advertimos que se encuentra fraguando una nueva masacre contra los campesinos pobres, puesto que la policía y demás organizaciones del aparato represivo de Brasil están reprimiendo indiscriminadamente a los históricos y legítimos dueños de esas tierras.
De nuestra parte, como el sindicato que aúpa en su seno a más de 17.000 trabajadores de la salud del Ecuador, conjuntamente con otras organizaciones sindicales, populares y campesinas, mantendremos firme apoyo a la lucha campesina en Rondonia; además, defenderemos en las calles y en los medios de comunicación populares y democráticos las justas luchas de la Liga de Campesinos Pobres en Brasil.
Enérgicamente expresamos que vamos a estar pendientes y vigilantes del respeto de los derechos humanos de los campesinos que permanentemente son vulnerados por el Estado Brasileño.
PETICIÓN
Por lo antes expuesto exigimos:
Ø Desmontar el estado de sitio y cese de hostilidades al campamento Manoel Ribeiro, asentado en la finca Nossa Senhora Aparecida, antigua hacienda Santa Elina, en municipio de Chupinguaia.
Ø Que se respete la libertad de organización, reunión, el derecho a la resistencia y protesta.
Ø Que cese la persecución a los dirigentes campesinos y a medios de comunicación populares.
Ø Que el Estado brasileño cese la campaña de desprestigio y persecución a las organizaciones del pueblo.
Exigencia que la hacemos amparados en la declaración de los Derechos Humanos en sus Arts. 3, 5, 10, 14, 19, 20, 21.
Atentamente,
Oswaldo Peralvo
SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DE OSUNTRAMSA