VOZ POPULAR
Año III Diciembre 1976 Nº6
¡ENARBOLEMOS LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL
PROLETARIA!
I DOCUMENTOS FUNDAMENTALES
¡ENARBOLEMOS LA GRAN
REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA!
“Del destino de una nación que ocupa un puesto tan
principal en el tiempo y en el espacio no es posible desinteresarse. La China
pesa demasiado en la historia humana
para que no nos atraigan sus hechos y sus hombres”
Mariátegui.
“Hoy ser marxista-leninista es adherir al Pensamiento
Mao Tsetung”
C.C. DEL P.C.P.
En la década del 60 el mundo contempló con
asombro el estallido de la Gran Revolución Cultural Proletaria de China. La
República Popular China, empeñada en la construcción de la nueva sociedad
socialista, volvía a estremecerse bajo la tempestad de la lucha de clases.
Gigantescas masas se desplazaban como ríos humanos por toda China incitando a
la rebelión. La prensa mundial se apresuró entonces a denigrar a China y a sus
líderes, especialmente al Presidente Mao Tsetung; loca de contenta la reacción
mundial vaticinaba la destrucción y el
hundimiento de la revolución china. El imperialismo yanqui pregonaba que
China se desangraba en medio de una guerra civil; el socialimperialismo
soviético vociferaba, entre tanto, que la Gran Revolución Proletaria era una
“trágica cruzada contra la cultura mundial”.
Pero,
¿qué ocurrió realmente en esa gran nación asiática?
Contradiciendo
las frenéticas esperanzas de la reacción de ver a China sumida en el caos y
herida de muerte a la revolución socialista, sucedía que era la propia
Revolución quien, pletórica de energía y bajo la sabia conducción del Partido
Comunista de China y su líder el Presidente Mao Tsetung, emprendía una épica
ofensiva contra la burguesía para desbaratar sus afanes de restaurar el
capitalismo en China.
El
mundo se agitaba convulso. La vigorosa lucha revolucionaria de los pueblos se
desarrollaba infatigable, los movimientos de liberación reverdecían
magníficamente asestando duros golpes al imperialismo y al colonialismo, a la
vez que nuevos reagrupamientos se observaban en las fuerzas contendientes en el
mundo. El marxismo-leninismo había deslindado campos en resuelta lucha contra
el revisionismo contemporáneo. La República Popular China se erigía más y más
como pujante base de la revolución mundial, mientras crecía infinitamente
contra ella el odio de sus enemigos.
En
el interior de China, la burguesía despojada del Poder, había logrado infiltrar
a sus agentes en el seno mismo del Partido Comunista; llegando a usurpar
importantes cargos estatales y, utilizando la superestructura -especialmente
los diversos terrenos de la cultura- como centro de sus malignas acciones
contrarrevolucionarias, se preparaba al asalto de la totalidad del Poder
político. José Carlos Mariátegui, gran
maestro del proletariado peruano y de todo nuestro pueblo, ha advertido al
respecto: “El capital es expropiable violentamente; la cultura, no. Y, en manos
de la burguesía, la cultura es un arma eminentemente política, un arma
reaccionaria, un arma contrarrevolucionaria”.
Liu
Shao-chi, representante máximo de la burguesía y siniestro vendeobreros
encaramado en el Partido Comunista, trataba de imponer su línea política revisionista
en íntima maquinación con el tristemente célebre archirrevisionista Jruschov.
Su plan consistía en llevar adelante una restauración contrarrevolucionaria,
transformar el Partido Comunista en un partido revisionista y fascista y
cambiar de color a China sometiéndola al socialimperialismo soviético. Ante tal
situación, la línea roja del Presidente Mao Tsetung inició un contraataque a la
burguesía desarrollando la Gran Revolución Cultural Proletaria. La burguesía
tembló aterrorizada. La furia incontenible de las masas revolucionarias
movilizadas por millones a lo largo y ancho de toda China hizo saltar por los
aires los bastiones burgueses. El proletariado en lucha arrancó la mascareta
“revolucionaria” con que se cubría la burguesía y expuso sus repugnantes
facciones ante las indignadas masas populares. Uno a uno fueron descubiertos y
sancionados ejemplarmente por el pueblo los viles elementos enquistados en el
Partido Comunista de China y en el Estado que cocinaban la restauración
capitalista. Liu Shao-chi el “Jruschov chino”, Peng Cheng, Teng Siao-ping, al
igual que sus demás compinches, fueron
ignominiosamente condenados por las masas y arrojados al estercolero de la
historia, destino común de todos los reaccionarios del mundo.
Mas
la burguesía no depuso sus armas. Tuvo la suficiente astucia para escabullirse,
agazaparse un cierto tiempo y aguardar el momento propicio para levantar cabeza
y lanzar un nuevo zarpazo alevoso a la Revolución. La línea roja de PCCh,
encarnada en el Presidente Mao Tsetung, apoyándose en las masas populares, tuvo
que realizar luego nuevas jornadas de lucha contra los monstruos burgueses que
osaban salirle al frente al proletariado. Lin Piao y, últimamente, Teng
Siao-ping, fueron los malvados personajes revisionistas que tramaron y llevaron
adelante nuevamente fechorías y crímenes numerosos con el fin de destruir la
revolución socialista y allanar el camino para el resurgimiento del capital en
China. Teng Siao-ping, quien fingió estar “arrepentido“ de sus crímenes y
prometió falsamente colocarse al servicio de la revolución, no bien creyó estar
fuera de los ojos vigilantes de la línea roja del Presidente Mao y de la masas
desató un viento derechista encaminado a revocar las justas conclusiones de la
GRCP. Blandiendo sus mercancías revisionistas de la “extinción de la lucha de
clases” y la “teoría de las fuerzas productivas”, se opuso rabiosamente a que el proletariado ejerciera una dictadura
omnímoda en todos los aspectos de la superestructura y buscó desesperadamente
la restauración capitalista bajo el rótulo de “desarrollo industrial”. La línea
de Teng Siao-ping no es sino la continuación de la línea revisionista de Liu
Shao-chi y Lin Piao. El pueblo chino, bajo la dirección de la línea roja del
Presidente Mao, desarrolló una lucha a muerte contra estas alimañas
impenitentes cultoras del camino capitalista, derrotándolas y sometiendo a una
crítica implacable su negra línea revisionista contrarrevolucionaria. Con estos
grandiosos triunfos creció la combatividad revolucionaria de las masas, la
línea roja se fortaleció y brilló más aún la Gran Revolución Cultural
Proletaria elevando a mayores alturas la revolución mundial.
Pero una gran desgracia vino a enlutar a China
y a todos los pueblos del mundo: el 9 de
Septiembre de 1976 el Presidente Mao Tsetung fallecía en Pekín a los 82 años de
edad. Esta irreparable pérdida habría de traer consigo graves dificultades a la
revolución china y a la revolución mundial. Aprovechando el insondable vacío
dejado por la inevitable partida del Presidente Mao, la burguesía china se ha
lanzado nuevamente y con mayor encono a su codicioso intento de arrebatarle el
Poder a la clase obrera. Hoy la derecha ha dado un golpe de Estado reaccionario
en China. La burguesía ha empezado a desatar una nueva ofensiva contra la línea
roja del Presidente Mao Tsetung y una fiera persecución contra los mejores
jefes del proletariado que se han destacado en el impulso de la GRCP bajo la
dirección del Presidente Mao. La reacción pretende febrilmente transformar el rojo
Partido Comunista de China en un partido revisionista y fascista al estilo de
la Unión Soviética para ahogar la revolución. En China el puñado de
reaccionarios burgueses que han usurpado el Poder está alzando la bandera roja
para oponerse a ella; hablan de la revolución y del marxismo pero lo que
practican es la contrarrevolución y el revisionismo; citan al Presidente Mao
tergiversándolo y convirtiéndolo en un “adocenado burgués”; busca en vano
adular a las masas cuando en el fondo de su corazón abriga hacia ellas un odio
largamente acumulado, La punta de lanza de la burguesía está enfilada
directamente contra los logros brillantes de la GRCP, contra la línea roja del
Presidente Mao, contra las masas revolucionarias y contra el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung.
Sin
embargo, la línea roja del Presidente Mao no ha sido derrotada ni mucho menos.
La lucha es larga y recién empieza. La izquierda, templada en las ardientes
batallas de la GRCP y educada personalmente por el Presidente Mao, libra una heroica
lucha de resistencia contra la derecha. Ante el embate momentáneo de la
burguesía, el valeroso pueblo chino está demostrando que no olvida la
orientación del Presidente Mao: “A fin de cuentas, todas las verdades del
marxismo pueden resumirse en una frase: ‘la rebelión se justifica’ ”. Debemos
tener infinita confianza en que la línea roja del Presidente Mao sorteará este
revés, aplastará los reaccionarios intentos de la burguesía de someter a China
y seguirá obteniendo más y mayores victorias. El Presidente Mao ha dicho:
“Estoy seguro que si la derecha Ileva a cabo un golpe de Estado anticomunista
en China, no conocerá tampoco la paz, y muy probablemente su dominación será de
corta vida, y que esto no podrá ser tolerado por ninguno de los revolucionarios
que representan los intereses del pueblo, constituido por más del 90 por ciento
de la población”. Estamos absolutamente convencidos que esta previsión
científica del Presidente Mao habrá de cumplirse indefectiblemente.
China
es la base de la revolución mundial. Por esto al proletariado y a los pueblos
del mundo les urge comprender la situación actual de China; les interesa como
cuestión vital distinguir la línea roja de la línea negra. La preocupación de
la clase obrera y de los pueblos revolucionarios brota de su intuición de que
en China se está jugando el destino de la revolución proletaria, de la simple
comprensión de que un golpe dado a China por la burguesía es un golpe que
recibe la revolución mundial y de que un paso adelante que dé China en favor de
la revolución es un paso adelante en la revolución mundial.
Pero
la actual situación china no es posible entenderla solamente deteniéndose en
los circunstanciales acontecimientos del momento. Es necesario profundizar en
el análisis de las dos líneas que se han enfrentado en el curso de la
revolución china, particularmente durante la GRCP. Debemos conocer los
planteamientos y las acciones de la línea roja y de la línea negra, las luchas
desarrolladas entre ellas y quiénes han sido y cómo han actuado sus principales
representantes. Solo con estos análisis de conjunto tendremos una visión
general de la lucha entre el proletariado y la burguesía por tomar y
contratomar el Poder. Es fundamental estudiar las enseñanzas de la GRCP,
analizar su proceso y contenido; debemos llegar a comprender que la línea
política que guía a los que hoy usurpan la dirección del Estado en China es la
mismo que sustentó a Liu Shao-chi, Lin Piao y Teng Siao-ping. En síntesis, hay
que tomar la lucha de clases como clave para lograr entender la actual
situación china.
De
esta manera queda claro por qué nos ocupamos de la GRCP. Voz Popular, órgano
informativo al servicio de la clase obrera y del pueblo peruanos, busca aportar
a la comprensión de las dos líneas y a precisar el entendimiento de la línea
roja del PCCh que enarbola la bandera del Presidente Mao y que alumbra con luz
inagotable al pueblo chino y a todos los pueblos de la Tierra. En tres
sucesivos números expondremos las cuestiones centrales de la GRCP. La presente
edición contiene las orientaciones fundamentales establecidas por el Presidente
Mao Tsetung que señalaron la dirección de la GRCP y los documentos básicos del
PCCh que abrieron fuego contra la burguesía. El número 7 de Voz Popular
incluirá el proceso de la GRCP resaltando los hitos más importantes de la lucha
entre las dos líneas. Finalmente, el número 8 de Voz Popular estará dedicado a
la dilucidación del contenido y significado de la GRCP. Con la difusión de
estas publicaciones Voz Popular busca contribuir en el análisis de la candente
y crucial situación china, del movimiento comunista internacional y de la
revolución mundial.
La
clase obrera no tiene patria ni fronteras: los obreros de todos los países se
hallan unidos por el férreo vínculo del internacionalismo proletario y por el
objeto final de la materialización del comunismo sobre la Tierra. La clase
obrera mundial, las naciones y los pueblos oprimidos del mundo sienten a China
como la sólida base de apoyo de sus luchas por la emancipación y la revolución.
Por estas consideraciones, los revolucionarios de todos los continentes tenemos
el sagrado deber de apoyar a la línea roja del Partido Comunista de China, más
aún en esta hora decisiva en que la burguesía pretende nuevamente abatir a la
clase obrera y al pueblo chinos, mellar la elevada moral del proletariado,
enseñorearse sobre China y hacer retroceder la revolución mundial.
¡ENARBOLEMOS LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA!
EL
PRESIDENTE MAO INICIÓ Y DIRIGIÓ LA G.R.C.P.
CINCO DOCUMENTOS DEL
PRESIDENTE MAO SOBRE LITERATURA Y ARTE
Carta al Teatro de Ópera de
Pekín de Yenan después de ver "Obligados a unirse a los
rebeldes de la montaña Liangshan"
(9 de enero de 1944)
Después de
ver su representación, deseo agradecerles el magnífico
trabajo que han hecho. ¡Transmitan, por favor, mis agradecimientos a los
camaradas actores! La historia es hecha por el pueblo; sin embargo, la vieja
ópera (y toda la vieja literatura y arte divorciados del pueblo) presenta al
pueblo como escoria, y en el escenario dominan señorones y damas, señoritos y
damiselas. Ahora ustedes han revertido esta inversión de la historia y han
restaurado la verdad histórica, abriendo de este modo una nueva vida para la
vieja ópera. De ahí que esto merezca felicitaciones. La iniciativa tomada por
ustedes marca el comienzo de la revolución de la vieja ópera, comienzo que hace
época. Siento gran alegría al pensar en ello. Espero que ustedes creen más
obras y monten un mayor número de representaciones, para hacer de esto una
práctica común que se generalice en todo el país.
Hay que prestar seria atención
a la discusión sobre el film "La vida de Wu
Sün"[1]
(20 de mayo de 1951)
Las
cuestiones planteadas por La vida de Wu Sün son de carácter fundamental. La gente como Wu Sün,
viviendo en la era de la gran lucha del pueblo chino contra los agresores
extranjeros y los gobernantes feudales reaccionarios del país a fines de la dinastía
Ching, ni siquiera intentó tocar un pelo a la base económica feudal ni a su superestructura. Por el
contrario, se empecinó con fanatismo en la difusión de la cultura feudal y,
además, abyectamente se entregó de lleno a la búsqueda de favores de los
gobernantes feudales reaccionarios con el objeto de conseguir la posición para
propagar la cultura feudal, posición que le faltaba. ¿Acaso debemos encomiar
ese comportamiento repugnante? ¿Podemos tolerar que se canten loas a ese
comportamiento repugnante frente a las masas populares, que se le alabe incluso
agitando la bandera revolucionaria de "servir al pueblo" y utilizando
la derrota de la lucha campesina revolucionaria para realzar el contraste?
Aprobar o tolerar tal elogio significa aprobar o tolerar la propaganda
reaccionaria que denigra la lucha revolucionaria campesina, la historia de
China y la nación china, y considerar justificada esa propaganda.
¡La aparición de la película La vida de Wu Sün y, en particular, los
numerosos elogios a Wu Sün y al film denotan hasta qué grado ha llegado la
confusión ideológica en los círculos culturales de nuestro país!
En opinión de muchos escritores, la historia se
desarrolla no reemplazando lo viejo por lo nuevo, sino mediante diversos
esfuerzos por preservar lo viejo a fin de evitar su extinción, no empleando la
lucha de clases para derrocar a los gobernantes feudales reaccionarios que
deben ser derrocados, sino, a la manera de Wu Sün, negando la lucha de clases
librada por el pueblo oprimido y sometiéndose a dichos gobernantes. Nuestros
escritores no han estudiado la historia para averiguar quiénes eran los
enemigos que oprimían al pueblo chino y si hay algo digno de elogio en aquellos
que capitulaban ante esos enemigos y les servían. Tampoco han tratado de
descubrir qué nuevas formas de economía social, nuevas fuerzas de clase, nuevas
personalidades y nuevas ideas han surgido en China y han luchado contra las
viejas formas de economía social y su superestructura (la política, la cultura,
etc.) durante más de un siglo desde la Guerra del Opio de 1840, para determinar
qué debe ser ensalzado y loado, qué no debe serlo y qué debe ser combatido.
Merecen especial atención ciertos comunistas
que proclaman haber asimilado el marxismo. Han aprendido la historia del
desarrollo social -materialismo histórico-, pero, cuando se encuentran con
sucesos históricos concretos, personajes históricos concretos (tales como Wu
Sün) e ideas concretas contrarias a la historia (como en la película La vida de Wu Sün y en otras obras sobre
Wu Sün), pierden su facultad de crítica y algunos hasta llegan a capitular ante
esas ideas reaccionarias. ¿Acaso no es un hecho que se han introducido en el
combativo Partido Comunista ideas reaccionarias burguesas? ¿Dónde está el
marxismo que ciertos comunistas se jactan de haber asimilado?
Por las razones arriba mencionadas, hay que
desplegar una discusión sobre la película La
vida de Wu Sün y sobre otros escritos y disertaciones relativos a Wu Sün, a
fin de aclarar plenamente los pensamientos confusos en torno a esta cuestión.
Carta sobre el problema del
estudio del "Sueño del Pabellón Rojo"[2]
(16 de octubre de 1954)
Les envío
adjuntos dos artículos de refutación a
Yu Ping-bo. Léanlos, por favor.
Este es el primer ataque serio en más de
treinta años a los puntos de vista erróneos de un escritor con pretendida
autoridad en lo relativo al estudio del Sueño
del Pabellón Rojo. Los autores son dos miembros de la Liga de la Juventud.
Primero escribieron a Wenyi Bao (Gaceta
Literaria) para preguntar si se podía criticar a Yu Ping-bo, pero no se les
hizo caso. Sin otra alternativa, se dirigieron a profesores de su alma mater -la Universidad de Shandong -
y obtuvieron apoyo. Su artículo de refutación a "Breve estudio sobre Sueño del Pabellón Rojo" se publicó
en la revista Wenshizhe (Literatura,
Historia y Filosofía) de dicha Universidad. Luego, el problema retornó a Pekín.
Algunos solicitaron que este artículo se reprodujera en Renmin Ribao, a fin de despertar discusión y crítica. Esto no se
realizó porque cierta gente se opuso arguyendo diversas razones (la principal
era que se trataba de un "artículo escrito por personas sin
importancia" y que "el diario del Partido no era lugar para debates
libres"). Como resultado de una transacción, se permitió reproducir el
artículo en Wenyi Bao. Más tarde, la
sección "Legado literario" de Guangming
Ribao insertó otro artículo de los dos jóvenes, el cual refuta al libro de
Yu Ping-bo Estudios sobre "Sueño del
Pabellón Rojo". Parece que ya existe la posibilidad de desplegar la
lucha contra el idealismo burgués de la escuela de Ju Shi, que, desde hace más
de treinta años, ha estado envenenando a la juventud en el campo de la
literatura clásica. Este asunto ha sido iniciado por dos "personas sin
importancia", en tanto que los "personajes importantes"
generalmente no lo toman en cuenta o hasta lo obstaculizan, forman un frente
único con escritores burgueses sobre la base del idealismo y son gustosos
cautivos de la burguesía. Ocurrió casi lo mismo cuando se proyectaron las
películas Historia íntima de la corte
Ching y La vida de Wu Sün. Desde
que fue exhibida en todo el país, aún no se ha criticado ni repudiado la
película Historia íntima de la corte
Ching, calificada de patriótica aunque de hecho es un film de traición a la
patria. La vida de Wu Sün ha sido
criticada, pero hasta ahora no se han extraído lecciones y, lo que es más, se
presenta la extraña situación en que se tolera el idealismo de Yu Ping-bo y se
impiden los vigorosos artículos de crítica escritos por "personas sin
importancia". Esto merece nuestra atención.
Hacia los intelectuales burgueses tales como Yu
Ping-bo debemos, naturalmente, adoptar la actitud de unirnos con ellos, pero
debemos criticar y repudiar sus ideas erróneas, las cuales emponzoñan a la
juventud, y no debemos rendirnos ante ellos.
Dos instrucciones sobre literatura y arte
I. Instrucción del 12 de diciembre de 1963
En todas las formas del arte – drama,
narraciones artísticas, música, artes plásticas, danza, cine, poesía,
literatura, etc.-, abundan los problemas, hay una gran cantidad de personas
ocupadas en ellas y hasta el momento la transformación socialista ha logrado en
muchas ramas poco éxito. La "gente muerta" domina todavía en muchas
de éstas. No se deben subestimar los logros en el cine, la nueva poesía, las
canciones folclóricas, las artes plásticas y la novela, pero también existen
allí no pocos problemas. En cuanto a las ramas tales como el drama, los
problemas son aún más graves. La base económica social ha cambiado, pero el
arte, como parte de la superestructura que sirve a dicha base, sigue siendo un
problema serio. Debemos proceder a la investigación y estudio y ocuparnos
seriamente de esto.
¿No resulta absurdo que muchos comunistas se
apasionen por promover el arte feudal y el capitalista y que, en cambio, no
muestren entusiasmo en fomentar el arte socialista?
II. Instrucción del 27 de junio de 1964
Durante los quince años transcurridos, estas
asociaciones y la mayoría de sus publicaciones (se dice que unas pocas son
buenas) no han llevado a la práctica, en lo fundamental (no todas las personas), la política del Partido, han actuado como
altos y prepotentes burócratas, no han ido a los obreros, campesinos y soldados
ni han reflejado la revolución y la construcción socialistas. En los últimos
años incluso han resbalado hasta el borde del revisionismo.
Si no dan serios pasos para transformarse,
algún día, en el futuro, se convertirán inevitablemente en organizaciones del tipo
del Club Petofi de Hungría.
DIRECTIVA DEL 7 DE MAYO DEL
PRESIDENTE MAO
El 7 de mayo de 1966, el Presidente Mao
impartió una importante directiva la cual dice:
El Ejército Popular de Liberación debe ser una
gran escuela. En esta gran escuela, los miembros del ejército deben estudiar
política y asuntos militares y adquirir cultura general; pueden dedicarse
también a la producción agrícola y a las ocupaciones secundarias, administrar
algunas fábricas medianas o pequeñas y producir ciertos artículos para
satisfacer sus propias necesidades o hacer trueque con el Estado según el
principio de intercambio de valores iguales. Los miembros del ejército deben,
además estar en condiciones de dedicarse al trabajo de masas y participar en el
movimiento de educación socialista en las fábricas y en el campo. Cuando haya
terminado este movimiento, siempre tendrán trabajo que hacer entre las masas,
de modo que el ejército se funda definitivamente con el pueblo. Asimismo, deben
participar en toda oportunidad en las luchas de la revolución cultural para
criticar a la burguesía...
Los obreros, aunque tienen como actividad
principal la industria, deben estudiar asuntos militares y política y adquirir
cultura general. Además, deben participar en el movimiento de educación
socialista y criticar a la burguesía. Donde las condiciones lo permitan, deben
dedicarse a la producción agrícola y las ocupaciones secundarias, tal como lo
han venido haciendo en el Campo Petrolífero de Taching.
Los campesinos de las comunas tienen como
actividad principal la agricultura (que incluye silvicultura, ganadería,
ocupaciones secundarias y piscicultura), pero también deben estudiar asuntos
militares y política y adquirir cultura general. Cuando las condiciones lo
permitan, deben administrar colectivamente pequeñas fábricas. Igualmente deben
criticar a la burguesía.
Esto también es válido para los estudiantes:
Siendo el estudio su actividad principal, deben aprender otras cosas, es decir,
no solo cultura general, sino también industria, agricultura y asuntos
militares. Asimismo, deben criticar a la burguesía. Hay que acortar el período
de estudio y hacer una revolución en la educación; y no permitir el fenómeno de
que los intelectuales burgueses dominen nuestras escuelas.
Los trabajadores del comercio, de las ramas de
servicios y de los organismos del Partido y del Gobierno, deben actuar de la
misma manera siempre que las condiciones lo permitan.
PUBLICADO EN PEKIN INFORMA N°
20 DEL 19/MAYO/1976.
CAÑONEAR EL CUARTEL GENERAL
– Mi primer dazibao –
(5 de agosto de 1966)
¡Qué buenos son el primer “dazibao”
marxista-leninista del país y el artículo del comentarista de Renmin
Ribao! Recomiendo a los camaradas que vuelvan a leerlos. En los últimos
cincuenta y tantos días, sin embargo, algunos camaradas dirigentes, tanto de
los organismos centrales como de los locales, han actuado en un sentido
diametralmente opuesto. Adoptando la reaccionaria posición de la burguesía, han
ejercido una dictadura burguesa y reprimido el impetuoso movimiento de la gran
revolución cultural proletaria. Han trastocado lo justo y lo erróneo y llamado
negro a lo blanco, han cercado y atacado a los revolucionarios, han sofocado
las opiniones diferentes a las suyas e impuesto un terror blanco, y se sienten
muy satisfechos de ello. Han inflado la arrogancia de la burguesía y mellado la
moral del proletariado. ¡Qué infamia! Visto en su conexión con la desviación de
derecha de 1962 y la tendencia errónea de 1964, "izquierdista" en la
forma y derechista en la esencia, ¿no nos mueve esto a reflexionar seriamente?
PUBLICADO EN PEKIN INFORMA Nº 33 DEL
16/AGOSTO/1976.
CITAS DEL PRESIDENTE MAO
SOBRE LA G.R.C.P.
1. Bases de la G.R.C.P.
Los próximos 50 a 100 años más o menos, a partir de hoy, serán una gran época de cambio radical
en el sistema social en el mundo, una época que estremecerá la tierra,
incomparable con cualquier otra época histórica anterior. Viviendo en tal era,
debemos estar listos para librar una gran lucha cuyas formas tendrán muchas
características diferentes que las de las épocas pasadas.
1962. (P.I. N° 11 de
1968)
Durante
todo el período de transición existen contradicciones de clase, existen la lucha de clases entre el
proletariado y la burguesía y la lucha entre el camino socialista y el
capitalista. Nos desviaremos si olvidamos esta teoría básica y esta práctica
fundamental que ha observado nuestro Partido desde hace más de diez años.
1965. (P.I. N° 1 de 1976)
La sociedad socialista
cubre una etapa histórica bastante larga. Durante la etapa histórica del
socialismo, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases;
existe la lucha entre el camino socialista y el capitalista, y existe el
peligro de restauración capitalista. Es preciso comprender lo larga y
complicada que es esta lucha. Es imperativo elevar nuestra vigilancia. Es
necesario realizar la educación socialista. Es necesario comprender y tratar de
manera correcta el problema de las contradicciones de clase y de la lucha de
clases y distinguir acertadamente las contradicciones entre nosotros y el
enemigo de las existentes en el seno del pueblo, y tratarlas de manera
correcta. De otro modo, un país socialista como el nuestro se convertirá en su
contrario, degenerará, y se producirá la restauración. De ahora en adelante,
debemos hablar de esto cada año, cada mes y cada día, de modo que tengamos una
comprensión relativamente clara de este problema y sigamos una línea
marxista-leninista.
1962. (P.I. N° 14 de 1976)
Para derrocar el Poder
político, es siempre necesario ante todo crear opinión pública y trabajar en el
terreno ideológico. Así proceden las clases revolucionarias, y así también lo
hacen las clases contrarrevolucionarias.
Intervención en la X Sesión Plenaria del CC del
PCCh. Septiembre de 1962.
Se requiere un período muy
dilatado para resolver la lucha de “quién vencerá a quién”: el socialismo o el
capitalismo, en los frentes político e ideológico. Para conseguir el éxito no
bastan unos decenios, se necesitarán de cien a centenares de años. En cuanto al
tiempo, más vale prepararse para un período largo y no para uno corto; en
cuanto al trabajo más vale considerar la tarea como difícil que como fácil.
Pensar y actuar de esta manera resulta más provechoso y menos perjudicial.
Julio de 1964 (P.I. N° 26 de 1967)
La lucha de clases, la lucha por la
producción, y la experimentación científica son los tres grandes movimientos
revolucionarios para construir un poderoso país socialista. Estos movimientos
constituyen una sólida garantía de que los comunistas se verán libres del
burocratismo e inmunes contra el revisionismo y el dogmatismo y permanecerán
siempre invencibles. Son una garantía segura de que el proletariado será capaz
de unirse con las amplias masas trabajadoras y practicar una dictadura
democrática. Si, en ausencia de estos movimientos, se dejase surgir a los
terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y
otros monstruos, y frente a esto nuestros cuadros cerrasen los ojos e incluso,
en muchos casos, no distinguieran entre los enemigos y nosotros, sino que
colaboraran con ellos y quedaran corrompidos y desmoralizados; si con ello
nuestros cuadros fueran arrastrados al campo enemigo o el enemigo lograra
colarse en nuestras filas, y si muchos de nuestros obreros, campesinos e
intelectuales fueran dejados indefensos ante las tácticas blandas y las duras
del enemigo, entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez solo algunos años o
una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera inevitablemente
una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido
marxista-leninista se transformara en partido revisionista o partido fascista,
y toda China cambiara de color. Que lo piensen los camaradas: ¡cuán peligrosa sería esa situación!
9 de mayo de 1963. (P.I. N° 20 de 1966)
(… ) El blanco principal
del movimiento actual son aquellos elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido. (…) Entre los elementos con poder seguidores
del camino capitalista, algunos actúan sobre el escenario mientras otros operan
entre bastidores.
[Apoyando a estos
elementos] hay algunas gentes a nivel superior -en las comunas, territorios,
distritos, prefecturas e incluso a nivel provincial y en departamentos
centrales- que se oponen a la construcción del socialismo.
“Documento de 23 puntos”. Enero de 1965.
Hay que estar vigilantes contra el surgimiento del revisionismo, especialmente contra el
surgimiento del revisionismo en el Comité Central de nuestro Partido.
(P.I. N° 22 de 1967)
¿Qué harán ustedes si surge el
revisionismo en el Comité Central? Esto es muy probable. Este es el mayor
peligro.
Septiembre de 1965 (P.I. N° 33 de 1967)
Deben estar especialmente
vigilantes contra los arribistas y conspiradores como Jruschov, y evitar que
tales malvados usurpen, sea al nivel que fuere, la dirección del Partido y del
Estado.
Citado en “Acerca del falso comunismo de
Jruschov y sus lecciones históricas para el mundo” Julio de 1964.
La clase de los
burócratas, de una parte, y la clase obrera y los campesinos pobres y
campesinos medios inferiores, de la otra, constituyen dos clases en aguda
oposición (…) La administración en sí misma es educación socialista. Si los
cuadros administrativos no van a los talleres y equipos para trabajar, estudiar
y vivir junto con los obreros, ni los toman como maestros para aprender uno o
varios oficios, entonces se encontrarán durante toda la vida en un estado de
aguda lucha clasista con la clase obrera, e irremediablemente terminarán siendo
derrocados como burguesía por la clase obrera. Sin asimilar los conocimientos
técnicos y permaneciendo legos por largo tiempo, tampoco podrán llevar bien la
administración. El que tiene la mente confusa es incapaz de dar claridad a los
demás (…) Estos dirigentes seguidores del camino capitalista se han convertido
o están convirtiéndose en elementos burgueses, que chupan la sangre a los
obreros; ¿cómo es posible que tengan suficiente conciencia de la necesidad de
la revolución socialista? Son blanco de la lucha, blanco de la revolución, y de
ningún modo debemos apoyarnos en ellos en el movimiento de educación
socialista. En los únicos que podemos apoyarnos es en aquellos cuadros que no
abrigan odio hacia los obreros y que poseen un espíritu revolucionario.
1964. (P.I. N° 27 de 1976)
Problema serio es la
educación del campesinado. (…) La tarea básica del trabajo político [del
Partido en el campo] es inculcar constantemente en las masas campesinas la
ideología socialista y criticar la tendencia hacia el capitalismo.
1964. (P.I. N° 49 de 1967)
Casi en todas partes se
encuentran los oportunistas que quieren detener la corriente, pero ésta jamás
puede ser detenida. El socialismo avanza triunfalmente en todas partes, dejando
detrás de sí todos los obstáculos.
1965. (P.I. N° 17 de 1976)
Para asegurar que nuestro
Partido y nuestro país no cambien de color, debemos no solo tener una línea y
una política compactas, sino también preparar y forjar decenas de millones de
continuadores de la causa revolucionaria del proletariado.
Citado en “Acerca del falso comunismo de
Jruschov y sus lecciones históricas para el mundo” Julio de 1964.
2. Desarrollo de la G.R.C.P.
La presente Gran
Revolución Cultural Proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para
consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del
capitalismo y construir el socialismo.
Citado en la XII Sesión Plenaria del CC del
PCCh, octubre de 1968.
La gran revolución
cultural proletaria es, en esencia, una gran revolución política emprendida, en
las condiciones del socialismo, por el proletariado contra la burguesía y todas
las demás clases explotadoras; es la continuación de la prolongada lucha entre
el Partido Comunista de China y las amplias masas populares revolucionarias
bajo su dirección, por una parte, y los reaccionarios del Kuomintang, por la
otra; es la continuación de la lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía.
Mayo de 1968. (P.I. N° 19 de 1968)
Esta gran revolución
cultural proletaria moviliza con audacia a las masas de abajo hacia arriba por
medio de la democracia amplia bajo la dictadura del proletariado y, al mismo
tiempo, forja la gran alianza de los revolucionarios proletarios y la
integración triple revolucionaria de masas revolucionarias, el Ejército Popular
de Liberación y los cuadros revolucionarios.
(P.I. N° 46 de 1967)
El programa básico de la
gran revolución cultural proletaria en el terreno ideológico consiste en
"combatir el concepto de lo privado, y criticar y repudiar el
revisionismo”. (…) Por eso, la gran revolución cultural proletaria es una gran
revolución que llega al alma misma de la gente y está destinada a resolver el
problema de su concepción del mundo.
Noviembre de 1967. (P.I. N° 46 de 1967)
El proletariado debe
ejercer una dictadura completa sobre la burguesía en la superestructura,
incluidos los diversos terrenos de la cultura.
(P.I. 46 de 1967)
En el pasado libramos
luchas en las zonas rurales, en las fábricas, en los círculos culturales, y
realizamos el movimiento de educación socialista. Sin embargo todo esto no pudo
resolver el problema, porque no habíamos encontrado una forma, un medio de
movilizar a las amplias masas de manera abierta, en todos los terrenos y de
abajo arriba para exponer nuestro lado oscuro.
Conversación en febrero de 1967. (P.I. N° 7 de
1976)
La actual gran revolución
cultural es solo la primera, y en el futuro habrá sin duda muchas otras. En la
revolución, el problema de quién vencerá a quién solo será resuelto en un largo
período histórico. Si no se resuelven adecuadamente las cosas, en cualquier
momento habrá posibilidad para una restauración capitalista. Los miembros del
Partido Comunista y el pueblo de todo el país no deben pensar que todo estará
resuelto después de una o dos grandes revoluciones culturales, o inclusive tres
o cuatro. Debemos estar siempre muy alerta y jamás bajar la vigilancia.
1967. (P.I. N° 22 de 1967)
Parece imprescindible
realizar la Gran Revolución Cultural Proletaria, pues nuestra base no es
sólida. A juzgar por mi observación, temo que en una mayoría bastante grande de
fábricas -no digo todas ni la abrumadora mayoría de ellas- la dirección no
estaba en manos de los genuinos marxistas y las masas obreras. No es que no
hubiera buenas gentes entre aquellos encargados de la dirección de las
fábricas. Los había. Había buenas gentes entre los secretarios, subsecretarios
y miembros de los comités del Partido y entre los secretarios de las células del
Partido. Pero seguían la línea de Liu Shao-chi, simplemente recurrían al
incentivo material, ponían las ganancias al mando y, en vez de promover la
política proletaria, daban premios, y cosas por el estilo. (…) Pero había de
hecho gentes malas en las fabricas. (…) Esto demuestra que no se ha finalizado
la revolución.
I Sesión Plenaria del IX Comité Central. Abril
de 1969.
En China, desde que el
emperador fue derribado en 1911, ningún reaccionario ha sido capaz de
mantenerse por mucho tiempo en el Poder. La dominación más larga de la reacción
(Chiang Kai-shek) solo duró 20 años, pero él también se vino abajo cuando el
pueblo se levantó en rebelión. Chiang Kai-shek subió al Poder valiéndose de la
confianza depositada en él por Sun Yat-sen y de la Academia de Juangpu que
tenía a su cargo y reuniendo en torno suyo a una gran pandilla de
reaccionarios. Una vez que él se volvió contra el Partido Comunista,
prácticamente toda la clase terrateniente y toda la burguesía lo apoyaron.
Además, el Partido Comunista carecía de experiencia en aquel entonces. De este
modo, Chiang Kai-shek logró imponerse temporalmente, con gran regocijo. Durante
esos 20 años, no obstante, nunca logró unificar el país. Tuvo lugar en ese
tiempo la guerra entre el Kuomintang y el Partido Comunista, las guerras entre
el Kuomintang y los diferentes caudillos militares, la guerra entre China y el
Japón y, finalmente, la guerra civil a gran escala, de 4 años, que arrojó a
Chiang Kai-shek hacia un grupo de islas. Estoy seguro de que si la derecha lleva
a cabo un golpe de Estado anticomunista en China, no conocerá tampoco la paz, y
muy probablemente su dominación será de corta vida, ya que esto no podrá ser
tolerado por ninguno de los revolucionarios, que representan los intereses del
pueblo, constituido por más del 90 por ciento de la población. (…) Conclusión:
las perspectivas son brillantes, pero el camino tiene vueltas y revueltas,
frases estas ya consabidas.
1966. (P.I. N° 11 de 1975)
El marxismo consta de
millares de verdades, pero a fin de cuentas, todas ellas se resumen en una sola
frase: “La rebelión se justifica”. Durante milenios se había dicho que la
opresión y la explotación tenían razón y que la rebelión no se justificaba. Con
el surgimiento del marxismo se invirtió este viejo veredicto. Ello constituye
una gran contribución. Esta verdad fue alcanzada por el proletariado mediante
la lucha y Marx extrajo la conclusión. Conforme a esta verdad, se opone
resistencia, se lucha y se brega por el socialismo.
Citado en “Desafiar el viejo mundo”, 22 de
agosto de 1966.
Las acciones
revolucionarias de los guardias rojos expresan la ira y condenación contra la
clase terrateniente, la burguesía, el imperialismo, el revisionismo y sus
lacayos, todos ellos explotadores y opresores de los obreros, campesinos,
intelectuales revolucionarios y partidos y grupos revolucionarios, y demuestran
que se justifica la rebelión contra los reaccionarios. Les brindo a ustedes mi
caluroso apoyo.
Carta a los guardias rojos, agosto de 1966.
(P.I. N° 36 de 1976).
La dirección errónea, que
provoca perjuicio a la revolución, no debe ser aceptada incondicionalmente sino
que debe ser resueltamente boicoteada.
Abril de 1967 (P.I. N° 16 de 1967)
Fuera de un partido
existen otros partidos y dentro de él hay fracciones: esto ha sido siempre así.
(…) Toda facción es un ala de una clase. (…) Excepto los desiertos, allí donde
hay grupos de gente, éstos se componen invariablemente de izquierda, centro y
derecha. Esto seguirá siendo así incluso dentro de diez mil años.
P.I. N° 19 de 1968
Nosotros, los comunistas,
no pretendemos ser funcionarios, sino que queremos hacer la revolución. Todos
nosotros debemos tener un consecuente espíritu revolucionario y no debemos
divorciarnos, ni por un momento, de las masas. (…)
[Un comunista] debe estar pleno
de vigor, debe poseer una firme voluntad revolucionaria (…) en cualquier
momento y dondequiera que esté, ha de adherirse a los principios justos y
luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones erróneas.
P.I. N° 51 de 1968
Marx dijo: El proletariado
no solo debe emanciparse a sí mismo sino que también debe emancipar a toda la
humanidad. Sin emancipar a toda la humanidad, el proletariado no podrá
emanciparse definitivamente. Camaradas, les ruego que presten atención a esta
verdad.
Carta a los guardias rojos, agosto de 1966. (
P.I. N° 36 de 1966)
El proletariado es la más
grande clase en la historia de la humanidad. Es la clase revolucionaria más
poderosa en lo ideológico, en lo político y por su fuerza; puede y debe unir en
torno suyo a la aplastante mayoría para aislar al máximo al puñado de enemigos
y atacarlo.
P.I. N° 45 de 1974
En la época en que existen
todavía clases y lucha de clases dentro y fuera del país, la clase obrera y las
masas populares que han tomado el poder estatal deben reprimir a todas las
clases, grupos o individuos contrarrevolucionarios que resistan a la
revolución, impedir sus actividades restauracionistas y prohibir a todos los
contrarrevolucionarios que exploten la libertad de palabra para alcanzar sus
objetivos contrarrevolucionarios.
P.I. N° 19 de 1976
Las antiguas clases
explotadoras se encuentran totalmente sumergidas en el inmenso océano de las
masas trabajadoras, y quiéranlo o no, sus individuos se ven obligados a
transformarse. Hay sin duda gente que, siendo reacia hasta la muerte a cambiar,
está dispuesta a presentarse ante Dios con su cabeza de granito; pero esto no
afecta a la situación general. Todas las ideologías decadentes y demás factores
inadecuados que subsisten en la superestructura se están derrumbando día a día.
Aún se requiere tiempo para barrer con todas estas basuras, pero ciertamente su
eliminación es inevitable.
P.I. N° 30 de 1974
La mayoría de nuestros
intelectuales de hoy provienen de la vieja sociedad y de familias no
trabajadoras. Aun aquellos que descienden de familias obreras y campesinas, son
todavía intelectuales burgueses porque la educación que recibieron antes de la
liberación fue una educación burguesa y su criterio respecto del mundo era
esencialmente burgués. Si no dejan de lado lo viejo y lo reemplazan por la
concepción proletaria del mundo, permanecerán difiriendo de los obreros y
campesinos en su punto de vista, en su posición y sentimientos y serán con
respecto a estos como tarugos cuadrados dentro de agujeros redondos y los obreros
y los campesinos no les abrirán su corazón.
3. Continuación de la G.R.C.P.
Un gran desorden bajo los
cielos conduce a un gran orden bajo los cielos. Y otro tanto vuelve a suceder
cada siete u ocho años. Los monstruos y demonios saldrán por sí solos a la
palestra. Como lo determina su propia naturaleza de clase, no pueden actuar de
otra manera.
P.I. N° 36 de 1976
Llevamos 50 años cantando La Internacional, sin embargo, en 10
ocasiones aparecieron en nuestro Partido quienes intentaron crear la división.
A mi modo de ver, eso va a ocurrir aún 10, 20, 30 veces más. ¿No lo creen
ustedes? Aunque no lo crean, yo lo creo de todas maneras. ¿Dejarán de existir
las luchas cuando hayamos llegado al comunismo? No lo creo. Aun en el
comunismo, habrá igualmente luchas, solo que serán luchas entre lo nuevo y lo
caduco, entre lo correcto y lo erróneo. Incluso de aquí a decenas de miles de
años, lo erróneo tampoco valdrá ni podrá sostenerse.
Durante una gira de inspección en agosto y
septiembre de 1971 (P.I. N° 34 de 1976)
¿Por qué Lenin hablaba de
la necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Es preciso tener una
clara comprensión de esta cuestión. La falta de claridad al respecto conducirá
al revisionismo. Hay que hacerlo saber a toda la nación. (…)
En una palabra, China es
un país socialista. Antes de la liberación no difería mucho del capitalismo.
Ahora todavía practica un sistema salarial de ocho grados, la distribución a
cada uno según su trabajo y el intercambio por medio del dinero, los cuales,
apenas son distintos de aquellos existentes en la vieja sociedad. Lo diferente
es que el sistema de propiedad ha cambiado. (…) Nuestro país practica ahora un
sistema de mercancías, y el sistema salarial es desigual, como el de ocho
grados, etc. Esto solo puede ser restringido bajo la dictadura del
proletariado. Como consecuencia, sería muy fácil para tipos como Lin Piao
impulsar el sistema capitalista si subieran al Poder. Por eso, debemos estudiar
más obras marxistas-leninistas. (…)
Lenin dijo: "La
pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día,
cada hora, de modo espontáneo y en masa". Esto también ocurre en una parte
de los obreros y una parte de los miembros del Partido. Tanto en las filas del
proletariado como entre los trabajadores de los organismos oficiales hay
personas que incurren en el estilo de vida burgués.
1975 (P.I. N° 10 de 1975)
Sucede que la revolución
socialista le cae a uno mismo sobre la cabeza. Ya durante la cooperativización
agrícola, hubo en el seno del Partido quienes se pronunciaron en contra, y ante
la crítica al derecho burgués se muestran resentidos. La revolución socialista
está en marcha; con todo, hay incomprensión acerca de dónde está ubicada la
burguesía. Justamente está en el seno del Partido Comunista; se trata de los
dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Los seguidores
del camino capitalista siguen todavía su camino.
1976 (P.I. N° 11 de 1976)
En 1949 se señaló que la
contradicción principal en el país es la contradicción entre el proletariado y
la burguesía. Trece años más tarde, se replanteó la cuestión de la lucha de
clases, haciéndose también referencia al hecho de que la situación empezaba a
mejorar. ¿Qué es la Gran Revolución Cultural? Es lucha de clases. Liu Shao-chi
abogó por la teoría de la extinción de la lucha de clases, pero lo que él mismo
hizo no fue extinguirla. Quiso proteger a su banda de renegados y cómplices
jurados. Lin Piao intentó derrocar al proletariado y montar un golpe de Estado.
¿Se extinguió la lucha de clases?
1976 (P.I. N° 15 de 1976)
Lenin habló de un Estado
burgués sin capitalistas construido para proteger el derecho burgués. Nosotros
mismos hemos construido un Estado como ése, en que las cosas no difieren mucho
de las de la vieja sociedad, pues hay jerarquización y rigen un sistema
salarial de ocho categorías, la distribución según el trabajo y el intercambio
de valores iguales.
1976 (P.I. N° 25 de 1976)
Luego de la revolución
democrática, los obreros, los campesinos pobres y campesinos medios de la capa
inferior no se han detenido y quieren hacer la revolución. En cambio, una parte
de los militantes del Par-
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tido se muestran renuentes
a seguir adelante, y algunos han retrocedido y se han puesto contra la
revolución. ¿Por qué? Porque ellos, como altos funcionarios que han llegado a
ser, buscan proteger los intereses de los altos funcionarios.
1976. (P.I. N° 25 de 1976)
¿Será todavía necesario
hacer la revolución al cabo de cien años? ¿Y al cabo de mil años? Siempre
existirá esa necesidad. Siempre habrá una parte de gente que se sienta
oprimida. Los pequeños funcionarios, los estudiantes, los obreros, los
campesinos y los soldados no se conforman con la opresión que les imponen los
grandes personajes, y por consiguiente quieren hacer la revolución.
1976. (P.I. N° 34 de 1976)
Las masas son los
verdaderos héroes, en tanto que nosotros somos pueriles y ridículos (…) ocurre
con frecuencia que los que están en nivel inferior sobrepasan a los que están
en nivel superior, las masas sobrepasan a los dirigentes, y éstos se quedan a
la zaga de los trabajadores comunes, porque están aislados de las masas y
carecen de experiencia práctica.
1976. (P.I. N° 23 de 1976)
DOCUMENTOS
BÁSICOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA SOBRE LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL
PROLETARIA
CIRCULAR DEL
COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA
(16 de Mayo de
1966)
A todos los burós
regionales del Comité Central, a todos los comités provinciales, municipales y
de región autónoma del Partido, a todos los departamentos y comisiones del
Comité Central, a todos los grupos dirigentes y comités del Partido en las
instituciones del Estado y en las organizaciones populares, y al Departamento
Político General del Ejército Popular de Liberación:
El Comité Central ha decidido revocar el
"Informe esquemático del grupo de los cinco a cargo de la revolución
cultural sobre las actuales discusiones académicas", que fue aprobado y
distribuido el 12 de febrero de 1966, suprimir el "grupo de los cinco a
cargo de la revolución cultural" y sus oficinas e instituir un nuevo grupo
encargado de la revolución cultural, subordinado directamente al Comité
Permanente del Buró Político. El
informe esquemático del llamado "grupo de los cinco" es totalmente
erróneo, está en contra de la línea trazada por el Comité Central y el camarada
Mao Tse-tung para la revolución cultural socialista y en contra de los
principios guía formulados en 1962 por la X Sesión Plenaria del Comité Central
elegido en el VIII Congreso del Partido sobre la cuestión de las clases y la
lucha de clases en la sociedad socialista. El informe esquemático, aunque finge
conformidad, en realidad opone terca resistencia a la gran revolución cultural
iniciada y dirigida personalmente por el camarada Mao Tse-tung y a sus
instrucciones acerca de la crítica a Wu Jan impartidas en la conferencia de
trabajo del Comité Central realizada en septiembre y octubre de 1965 (esto es,
en la sesión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central en la
cual participaron también los camaradas responsables de todos los burós
regionales del Comité Central).
El informe esquemático del llamado "grupo
de los cinco" es en realidad obra exclusiva de Peng Chen, quien lo tejió
de acuerdo con sus propios puntos de vista y a espaldas del camarada Kang
Sheng, miembro del mismo grupo, y de otros camaradas. Al tratar un documento de
este tipo sobre problemas importantes relativos a la situación en su conjunto
de la revolución socialista, Peng Chen no discutió ni
intercambió en absoluto opiniones dentro del
"grupo de los cinco". No consultó a ningún comité local del Partido,
ni dejó en claro que se sometiera al Comité Central para su examen como un
documento oficial de éste, y menos aún obtuvo aprobación del camarada Mao
Tse-tung, Presidente del Comité Central. Empleando métodos extremadamente
deshonrosos, actuó en forma arbitraria, abusó de sus atribuciones e hizo llegar
precipitadamente el informe esquemático a todo el Partido usurpando el nombre
del Comité Central.
Los errores principales del informe esquemático
son los siguientes:
1. Basado en la posición burguesa, se atiene a
la concepción burguesa del mundo para valorar la situación y el carácter de la
actual crítica académica, invierte por completo la relación entre el enemigo y
nosotros. Nuestro país vive en la actualidad una alta marea de la gran
revolución cultural proletaria. Esta marea arremete con fuerza contra todas las
decadentes posiciones ideológicas y culturales que aún conservan la burguesía y
los remanentes feudales. En vez de estimular a todo el Partido a movilizar con
audacia a las grandes masas de obreros, campesinos y soldados y a los
combatientes culturales del proletariado para que continúen su avance en el
ataque, el informe esquemático trató por todos los medios de desviar el
movimiento hacia la derecha. Con lenguaje confuso, contradictorio e hipócrita,
oscurece la aguda lucha de clases que actualmente se desarrolla en los frentes
cultural e ideológico y, en particular, oscurece el objetivo de esta gran lucha,
el cual es criticar y repudiar a
Wu Jan y a otros numerosos representantes anti-Partido y antisocialistas de
la burguesía (existe un número de tales representantes en el Comité Central del
Partido y en los organismos partidarios, gubernamentales y otros a los niveles
central, provincial, municipal y de región autónoma). No se refiere al
problema de la destitución que, como lo ha señalado el Presidente Mao una y
otra vez, es la clave de la pieza dramática de Wu Jan, La destitución de Jai Rui, encubriendo así la seria naturaleza
política de esta lucha.
2. El informe esquemático viola la tesis
marxista fundamental de que toda lucha de clases es una lucha política. Tan
pronto como se comenzó a tratar en la prensa el problema político de La destitución de Jai Rui de Wu Jan, los
autores del informe esquemático no tuvieron reparos en afirmar que "la
discusión en la prensa no debe limitarse a problemas políticos, sino
desarrollarse plenamente sobre los diversos problemas académicos y
teóricos". Declararon en muchas ocasiones que en la crítica a Wu Jan no
era permisible referirse al problema clave, ni a la destitución de los
oportunistas de derecha en la Reunión de Lushan de 1959, ni a las actividades
anti-Partido y antisocialistas de Wu Jan y otros. El camarada Mao Tse-tung nos
dice a menudo que la lucha ideológica contra la burguesía es una prolongada
lucha de clases y que no puede darse por solucionada sacando apresuradamente
conclusiones políticas. Sin embargo, Peng Chen hizo correr deliberadamente
falsos rumores, diciendo a mucha gente que el Presidente Mao creía que las
conclusiones políticas sobre la crítica a Wu Jan podrían sacarse dentro de dos
meses. Dijo además que no se hablara de los problemas políticos sino dos meses
más tarde. Su propósito era arrastrar la lucha política en la esfera de la
cultura a la llamada discusión "puramente académica", preconizada con
frecuencia por la burguesía. Obviamente, esto es oponerse a que se dé prioridad
a la política proletaria y tratar de dársela a la política burguesa.
3. El informe esquemático recalca en especial
lo que se llama "apertura amplia", pero, recurriendo a medios
fraudulentos, desnaturaliza radicalmente la política de "apertura
amplia" formulada por el camarada Mao Tse-tung en la Conferencia Nacional
del Partido sobre el Trabajo de Propaganda que se efectuó en marzo de 1957, y
la despoja de su contenido de clase. Precisamente cuando se refirió a este
problema, el camarada Mao Tse-tung señaló: "Aún debemos sostener una
batalla prolongada contra la ideología burguesa y pequeñoburguesa. Es erróneo
ignorar esto y abandonar la lucha ideológica. Todas las ideas erróneas, todas
las hierbas venenosas y todos los monstruos y demonios deben ser sometidos a
crítica; en ninguna circunstancia debemos permitir que cundan libremente."
Dijo además: "La 'apertura amplia' significa dejar que todo el
mundo exprese libremente su opinión, de manera que la gente se atreva a hablar,
a criticar y a debatir." El
informe esquemático, no obstante, contrapone la "apertura amplia" a la
denuncia de la posición reaccionaria burguesa por parte del proletariado. Para
el informe esquemático, la "apertura amplia" es liberalización
burguesa, significa permitir tan solo que se abra la burguesía y prohibir que
el proletariado haga lo mismo y contraataque a la burguesía, significa escudar
a los representantes burgueses reaccionarios como Wu Jan. La llamada
"apertura amplia" planteada por el informe esquemático va en contra
del pensamiento de Mao Tse-tung y responde a las necesidades de la burguesía.
4. En el momento en que iniciamos la
contraofensiva al ataque frenético de la burguesía, los autores del informe
esquemático proclamaron que "ante la verdad todos son iguales". Esta
es una consigna burguesa, de la cual se valen para proteger a la burguesía,
oponerse al proletariado, al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mao
Tse-tung y negar por completo la naturaleza de clase de la verdad. En la lucha
entre el proletariado y la burguesía, en la lucha entre la verdad marxista y
las teorías absurdas de la burguesía y las demás clases explotadoras, o el
viento del este prevalece sobre el viento del oeste, o viceversa, y no hay la
menor cabida para la igualdad. ¿Acaso se puede permitir igualdad alguna en
los problemas fundamentales como la lucha del proletariado contra la burguesía,
la dictadura del proletariado sobre la burguesía, la dictadura del proletariado
en la superestructura -incluidos los diversos terrenos de la cultura- y los
incesantes esfuerzos del proletariado por depurar al Partido Comunista de los
representantes de la burguesía infiltrados en sus filas, los cuales, agitando
"banderas rojas", combaten la bandera roja? Los viejos
socialdemócratas durante las últimas décadas, y los revisionistas
contemporáneos desde hace más de diez años, jamás han permitido que exista
igualdad alguna entre el proletariado y la burguesía. Niegan por completo que
la historia de la humanidad de los varios milenios es la historia de la lucha
de clases, niegan por completo la lucha de clases del proletariado contra la
burguesía, y niegan por completo la revolución del proletariado contra la
burguesía y su dictadura sobre ella. Por el contrario, ellos son lacayos fieles
de la burguesía y el imperialismo y, asociados con éstos, insisten en la
ideología burguesa de la opresión y explotación al proletariado y en el sistema
social capitalista, y combaten la ideología marxista-leninista y el sistema
social socialista. Forman una gavilla de contrarrevolucionarios anticomunistas
y antipopulares. La lucha que libran contra nosotros es una lucha a muerte, y
en ella no cabe ninguna igualdad. Por lo tanto, nuestra lucha contra ellos
tiene que ser también una lucha a muerte. Entre nosotros y ellos no existen en
absoluto relaciones de igualdad, sino relaciones de opresión de una clase por
otra, es decir, de la dictadura del proletariado sobre la burguesía; no pueden
existir relaciones de ninguna otra índole, como las de una supuesta igualdad,
de coexistencia pacífica entre las clases explotadas y las explotadoras, de
humanidad, justicia y virtud, etc.
5. El informe esquemático dice: "No solo
es necesario prevalecer sobre la otra parte políticamente, sino también
superarla y prevalecer sobre ella efectiva y considerablemente en el nivel
académico y profesional." Es también muy errónea semejante concepción, que
no hace distinción de clases en los problemas académicos. La verdad que el
proletariado ha dominado en los problemas académicos, la verdad del
marxismo-leninismo y la verdad del pensamiento de Mao Tse-tung, hace tiempo que
han sobrepasado en mucho a la burguesía y prevalecen sobre ella notablemente.
El planteamiento del informe esquemático muestra que sus autores loan y
enaltecen a las llamadas "autoridades académicas” burguesas, y odian y
reprimen a las nuevas y combativas fuerzas que representan al proletariado en
los círculos académicos.
6. El Presidente Mao señala con frecuencia
que no hay construcción sin destrucción. La destrucción significa crítica y
repudio, significa revolución. La destrucción quiere decir razonamiento, y
razonamiento es construcción. La destrucción va primero, y su curso ya implica
la construcción. El
marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung, se ha creado y desarrollado
sin cesar justamente en el curso de la lucha por destruir la ideología burguesa.
Pero el informe esquemático subraya que "sin construcción no puede haber
destrucción verdadera y cabal". Esto significa en realidad prohibir la
destrucción de la ideología burguesa y la construcción de la ideología
proletaria, se opone diametralmente al pensamiento del Presidente Mao, marcha
en contra de la lucha revolucionaria que sostenemos en el frente cultural para
la destrucción total de la ideología burguesa, y significa prohibir que el
proletariado haga la revolución.
7. El informe esquemático declara que "no
debemos proceder a la manera de los tiranuelos de academia, quienes actúan en
forma arbitraria y tratan de reprimir a la gente con su autoridad", y que
"hace falta estar alerta ante la posibilidad de que los trabajadores académicos
de izquierda emprendan el camino de los especialistas burgueses y los
tiranuelos de academia". ¿Qué quiere decir realmente "tiranuelo de
academia"? ¿Quiénes son los "tiranuelos de academia"? ¿Acaso no
debe el proletariado ejercer su dictadura y reprimir a la burguesía? ¿Acaso el
trabajo académico del proletariado no debe reprimir al de la burguesía y
eliminarlo? ¿Es acto de "tiranuelos de academia" el que el trabajo
académico del proletariado reprima y elimine el de la burguesía? El informe
esquemático dirige la punta de su lanza contra la izquierda proletaria, con la
obvia intención de poner la etiqueta de "tiranuelos de academia" a
los marxistas-leninistas y, de este modo, apoyar a los verdaderos tiranuelos de
academia burgueses y mantener su monopolio tambaleante en los círculos
académicos. De hecho, aquellos elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido que apoyan a los tiranuelos de academia
burgueses, y aquellos representantes de la burguesía infiltrados en el Partido
que protegen a esos tiranuelos, son en verdad grandes tiranuelos del Partido
que no leen libros ni periódicos, que no mantienen contacto con las masas, ni
poseen ningún conocimiento, que se apoyan únicamente en "actuar en forma
arbitraria y reprimir a la gente con su autoridad" y usurpan el nombre del
Partido.
8. Con segundas
intenciones, los autores del informe esquemático tratan deliberadamente de
enturbiar las aguas, hacer confusas las fronteras de clase y desviar la lucha
de su objetivo, proponiendo "rectificar el estilo de trabajo" de
"la izquierda firme". La finalidad principal que persiguen al lanzar
con tanta precipitación el informe esquemático es atacar a la izquierda
proletaria. Han hecho esfuerzos especiales en recoger material sobre la izquierda,
han buscado toda suerte de pretextos para atacarla y se han propuesto asestarle
nuevos golpes por medio de la "rectificación del estilo de trabajo",
en el vano intento de desintegrar sus filas. Se oponen en forma abierta a la
política, formulada explícitamente por el Presidente Mao, de proteger y apoyar
a la izquierda y de hacer hincapié en el establecimiento y ampliación de sus
filas. Por otra parte, han conferido el título de "izquierda firme" a
los representantes burgueses, los revisionistas y los traidores infiltrados en
el Partido, y los amparan. Con este
método tratan de dar alas a la arrogancia de la derecha burguesa y aplastar la
moral de la izquierda proletaria. Rebosan de odio hacia el proletariado y de
amor hacia la burguesía. Esta es la concepción burguesa que tienen de la
fraternidad los autores del informe esquemático.
9. En el momento en que
apenas comienza la nueva y enconada lucha del proletariado contra los
representantes de la burguesía en el frente ideológico, y no ha empezado la
lucha aún en muchos campos y lugares, o aunque haya empezado ya, la mayoría
de los comités del Partido tienen una comprensión muy pobre de sus tareas de
dirección en esta gran lucha y están muy lejos de ejercer una dirección
concienzuda y eficaz, sucede que el informe esquemático subraya
reiteradamente la necesidad de conducir la lucha "bajo dirección",
con "prudencia", "cautela" y "previa ratificación de
los organismos directivos pertinentes". Todo esto tiene como objetivo
sujetar con múltiples restricciones a la izquierda proletaria, maniatarla con
un montón de prohibiciones y tabúes, y poner todo género de obstáculos a la
revolución cultural proletaria. En pocas palabras, los autores del informe
esquemático tenían prisa por frenar el movimiento y lanzar una contraofensiva en
venganza. Sienten un odio acerbo a los artículos publicados de la izquierda
proletaria para rechazar el ataque de las "autoridades" reaccionarias
burguesas, y han retenido los que aún no se han publicado. Han dejado salir
de sus guaridas a todos los monstruos y demonios, que han saturado, durante
muchos años, nuestros periódicos, la radiodifusión, revistas y libros,
manuales, discursos, obras literarias y artísticas, películas, la ópera y el
drama, los “quyi” (narraciones
artísticas), artes plásticas, música, danzas, etc. Al hacer todo esto, no han
abogado nunca por la necesidad de aceptar la dirección del proletariado ni de
solicitar la ratificación de nadie. Esta comparación hace ver en qué posición
se han ubicado los autores del informe esquemático.
10. La presente lucha implica el problema de
aplicar la línea del camarada Mao Tse-tung sobre la revolución cultural o
combatirla. Pero el informe esquemático dice: "A través de esta lucha,
abriremos, guiados por el pensamiento de Mao Tse-tung, el camino para la
solución a este problema (se refiere a la 'eliminación total de ideas burguesas
en el terreno académico')." Las obras del camarada Mao Tse-tung Sobre la nueva democracia, Charlas en el
Foro de Yenán sobre Literatura y Arte, Carta al Teatro de Ópera de Pingju de
Yenán después de ver "Obligados a unirse a los rebeldes de la montaña
Liangshan", Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el
seno del pueblo y Discurso ante
la Conferencia Nacional
del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda, han abierto hace mucho el camino para el
proletariado en los frentes cultural e ideológico. Sin embargo, el informe
esquemático sostiene que el pensamiento de Mao Tse-tung aún no nos ha despejado
el camino e intenta trazar de nuevo una vía. Al tomar la bandera "guiados
por el pensamiento de Mao Tse-tung" como subterfugio, el informe
esquemático trata de abrir un camino contrario al pensamiento de Mao Tse-tung,
es decir, el camino del revisionismo contemporáneo, el de la restauración de la
burguesía.
En resumen, el informe esquemático se opone a
que se lleve hasta el fin la revolución socialista, se opone a la línea de la
revolución cultural que sigue el Comité Central del Partido encabezado por el
camarada Mao Tse-tung, ataca a la izquierda proletaria y escuda a la derecha
burguesa y, con ello, prepara opinión pública para la restauración de la
burguesía. Dicho informe es un reflejo de la ideología
burguesa en el Partido, es totalmente
revisionista. La lucha contra esta línea revisionista no es, bajo ningún
aspecto, cosa de minucias, sino un asunto de primordial importancia que atañe
al destino, el porvenir y la fisonomía futura de nuestro Partido y nuestro
país, y que concierne también a la revolución mundial.
Los comités del Partido a todo nivel deben
dejar de aplicar inmediatamente el "informe esquemático del grupo de los
cinco a cargo de la revolución cultural sobre las actuales discusiones
académicas". Todo el Partido debe seguir las instrucciones del camarada
Mao Tse-tung, mantener en alto la gran bandera de la revolución cultural
proletaria, denunciar por completo la posición reaccionaria burguesa de las
llamadas "autoridades académicas" anti-Partido y antisocialistas,
criticar y repudiar a fondo las ideas reaccionarias burguesas en los círculos
académicos, educacionales, periodísticos, literarios, artísticos y editoriales,
y apoderarse de la dirección en estos dominios de la cultura. Para realizarlo,
hay que, al mismo tiempo, criticar y repudiar a los representantes burgueses
que se han infiltrado en el Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos
sectores culturales, y depurar a todos éstos de dichos representantes burgueses
o despojar a algunos de ellos de sus cargos. Sobre todo, no debemos confiar a
esos elementos la dirección del trabajo de la revolución cultural. Pero, en
realidad, muchos de ellos han estado o están asumiendo este trabajo, lo cual
resulta extremadamente peligroso.
Los representantes burgueses que se han
infiltrado en el Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores
culturales, son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que se
apoderarán del Poder y convertirán la dictadura del proletariado en dictadura
de la burguesía si se les presenta la oportunidad. A algunas de estas personas,
ya las hemos calado; a otras todavía no. Y en algunas todavía confiamos y las
preparamos para ser nuestros continuadores. Por ejemplo, gente del tipo de
Jruschov todavía anida a nuestro lado; los comités del Partido a todo nivel
deben prestar plena atención a esto.
Esta circular puede despacharse, junto con el
documento erróneo emitido por el Comité Central el 12 de febrero de 1966, hasta
los comités del Partido a nivel distrital, hasta los comités del Partido de los
organismos culturales y hasta los comités del Partido a nivel de regimiento en
el ejército, para que ellos discutan cuál es el documento erróneo y cuál el
correcto, cómo entienden estos documentos y cuáles han sido sus éxitos y sus
fallas.
DECISIÓN DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CHINA
SOBRE LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA (Aprobada el 8 de Agosto de 1966)
1.
Nueva etapa de la revolución socialista
La gran Revolución Cultural
proletaria que se desenvuelve actualmente, una gran revolución que llega al
alma misma de la gente, representa una nueva etapa, aún más profunda y más
amplia, en el desarrollo de la revolución socialista de nuestro país.
En la X Sesión Plenaria del Comité
Central elegido en el VIII Congreso del Partido, el camarada Mao Tse-tung dijo:
"Para derrocar el Poder político, es siempre necesario ante todo crear la
opinión pública y trabajar en el terreno ideológico. Así proceden las clases
revolucionarias, y así también lo hacen las clases
contrarrevolucionarias". La práctica ha demostrado como totalmente correcta
esta tesis del camarada Mao Tse-tung.
Aunque derrocada, la burguesía
todavía trata de valerse de las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de
las clases explotadoras para corromper a las masas y conquistar la mente del
pueblo en su esfuerzo por restaurar su poder. El proletariado debe hacer
exactamente lo contrario: debe propinar golpes despiadados y frontales a todos
los desafíos de la burguesía en el dominio ideológico y cambiar la fisonomía
espiritual de toda la sociedad utilizando sus propias nuevas ideas, cultura,
hábitos y costumbres. Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a
los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y
repudiar a las “autoridades” reaccionarias burguesas en el campo académico,
criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras, y
transformar la educación, la literatura y el arte y los demás dominios de la
superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo, a fin
de facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema socialista.
2.
Corriente principal y zigzags
Las amplias masas de obreros,
campesinos, soldados, intelectuales revolucionarios y cuadros revolucionarios
constituyen la fuerza principal en esta gran Revolución Cultural. Un gran número
de jóvenes revolucionarios, antes desconocidos, se han convertido en valientes
desbrozadores de caminos. Actúan con firmeza, vigor e inteligencia. Por medio
de dazibao y de grandes debates, exponen franca y plenamente sus
opiniones, denuncian y critican en profundidad, y lanzan resueltos ataques
contra los representantes abiertos u ocultos de la burguesía. En el curso de
semejante gran movimiento revolucionario, es inevitable que ellos muestren
tales o cuales defectos, pero su orientación revolucionaria fundamental ha sido
siempre correcta. Esta es la corriente principal de la gran Revolución Cultural
proletaria y prosigue su avance.
La Revolución Cultural, por ser una
revolución, encuentra inevitablemente resistencia. Esta resistencia proviene
principalmente, de aquellas personas infiltradas en el Partido que ocupan
puestos dirigentes y siguen el camino capitalista. También proviene de la vieja
fuerza de la costumbre de la sociedad. En la actualidad, esta resistencia es
todavía bastante fuerte y tenaz. Sin embargo, la gran Revolución Cultural
proletaria es, después de todo, la tendencia general e irresistible. Muchos
hechos demuestran que tal resistencia se desmoronará rápidamente una vez que
las masas populares sean plenamente movilizadas.
Debido a esta resistencia
relativamente fuerte, la lucha experimentará altibajos e incluso repetidos
altibajos. Esto no tiene nada de perjudicial. Templará al proletariado, a las
demás masas trabajadoras y especialmente a la joven generación, les
proporcionará experiencias y lecciones, y les hará comprender que el camino
revolucionario es zigzagueante y no llano.
3.
Poner en primer lugar el “atreverse” y movilizar audazmente a las masas
El desenlace de esta gran Revolución
Cultural depende de si la dirección del Partido se atreve o no a movilizar
audazmente a las masas. Actualmente, las organizaciones del Partido a los
diversos niveles pueden dividirse en cuatro categorías según como dirijan la
Revolución Cultural.
1. Hay organizaciones del Partido
cuyos responsables se colocan a la vanguardia del movimiento y se atreven a
movilizar con audacia a las masas. Ellos ponen en primer lugar el “atreverse”,
son intrépidos combatientes comunistas y buenos discípulos del Presidente Mao.
Estimulan el uso de los dazibao y los grandes debates. Animan a las masas a
desenmascarar a los monstruos de toda clase y también a criticar los defectos y
errores en su propio trabajo. Semejante dirección correcta es el resultado de
dar prominencia a la política proletaria y poner al frente el pensamiento de
Mao Tse-tung.
2. Los responsables de numerosas
organizaciones tienen una comprensión muy pobre de la tarea de dirección en
esta gran lucha, su dirección está lejos de ser concienzuda y eficaz, y en
consecuencia, se encuentran en una situación débil y de incompetencia. En
ellos, el “temor” prima sobre todo; se aferran a los reglamentos y fórmulas
anticuados y no están dispuestos a romper con las prácticas convencionales ni a
avanzar. Han sido sorprendidos por el nuevo orden revolucionario de las masas
y, como resultado de ello, su dirección ha quedado a la zaga de la situación, a
la zaga de las masas.
3. En algunas organizaciones, los
responsables que han cometido errores de uno u otro tipo, dan prominencia en
aún mayor grado a su “temor” y tienen miedo a que las masas les pillen sus
faltas. En realidad, si ellos hacen una autocrítica seria y aceptan las
críticas de las masas, el partido y las masas los sabrán comprender. Pero si
ellos no lo hacen así, cometerán nuevos errores y se convertirán en obstáculos
para el movimiento de masas.
4. Algunas organizaciones se hallan
controladas por aquellas personas infiltradas en el Partido que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista. Estos individuos tienen un miedo
cerval a que las masas los desenmascaren y, por tanto, recurren a todos los
pretextos posibles para reprimir el movimiento de masas. Acuden a tácticas
tales como desviar la dirección del ataque y llamar negro a lo blanco con el
intento de descarrilar el movimiento. Cuando se ven muy aislados y ya no pueden
seguir manteniéndose, traman nuevas intrigas, lanzan ataques solapados,
difunden falsos rumores y hacen lo imposible para borrar la distinción entre la
revolución y la contrarrevolución a fin de atacar a los revolucionarios.
Lo que el Comité Central del Partido
exige de los comités del partido a todos los niveles es que persistan en
ejercer una dirección acertada; pongan en primer lugar el “atreverse”;
movilicen audazmente a las masas; cambien la situación de debilidad e incompetencia
allí donde exista; estimulen a aquellos camaradas que han cometido errores pero
que están dispuestos a corregirlos, para que desechen sus rémoras mentales y se
incorporen a la lucha; y destituyan de sus cargos a aquellas personas que
ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, reconquistando la
dirección para colocarla de nuevo en manos de los revolucionarios proletarios.
4.
Dejar que las masas se eduquen a sí mismas en el movimiento
En la gran Revolución Cultural
proletaria, solo se puede adoptar el método de dejar que las masas se liberen a
sí mismas, y no el de manejar todos los asuntos en su nombre.
Hay que confiar en las masas,
apoyarse en ellas y respetar su iniciativa. Hay que desechar el “temor”. No se
debe temer que se den casos de desorden. El presidente Mao nos ha dicho
frecuentemente que la revolución no puede ser tan fina, tan moderada, amable,
cortés, restringida y magnánima. Hay que dejar que las masas se eduquen a sí
mismas en este gran movimiento revolucionario y aprender a distinguir entre lo
justo y lo erróneo, entre la forma correcta de proceder y la incorrecta.
Es necesario lograr una plena y
franca exposición de opiniones haciendo pleno uso de los dazibao y de los
grandes debates, de modo que las masas clarifiquen los puntos de vista
correctos, critiquen los erróneos y desenmascaren a todos los monstruos. De
esta manera, las amplias masas podrán, en el curso de la lucha, elevar su nivel
de conciencia política, incrementar su capacidad, distinguir entre lo justo y
lo erróneo y trazar una clara línea de demarcación entre los enemigos y los
propios.
5.
Aplicar firmemente la línea de clase del Partido
¿Quiénes son nuestros enemigos?
¿Quiénes son nuestros amigos? Esta es una cuestión primordial para la
revolución y es también una cuestión primordial para la gran Revolución
Cultural. La dirección del Partido debe saber descubrir a la izquierda,
desarrollar y engrosar las filas de ésta y apoyarse resueltamente en la
izquierda revolucionaria. Solo de este modo será posible, en el curso del
movimiento, aislar totalmente a los derechistas más reaccionarios, ganarse a
los elementos intermedios, unirse con la gran mayoría y lograr, hacia el final
del movimiento, unir a más del noventa y cinco por ciento de las masas.
Hay que concentrar todas las fuerzas
para asestar golpes al puñado de derechistas burgueses ultrarreaccionarios y de
revisionistas contrarrevolucionarios, y desenmascarar y criticar plenamente sus
crímenes contra el Partido, el socialismo y el pensamiento de Mao Tse-tung, a
fin de aislarlos al máximo.
El blanco principal del movimiento
actual son aquellos elementos en el seno del Partido que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista. Hay que poner cuidado en distinguir
estrictamente a los derechistas anti-Partido y antisocialistas de aquellos que
apoyan y defienden al Partido y el socialismo, pero que han dicho o hecho algo
erróneo, o han escrito malos artículos u obras.
Hay que poner cuidado en distinguir
estrictamente a los tiranuelos de academia y “autoridades” reaccionarios
burgueses de aquellas personas que tienen ideas académicas burguesas
ordinarias.
6.
Acertada solución de las contradicciones en el seno del pueblo
Hay que hacer una estricta
distinción entre los dos diferentes tipos de contradicciones: las
contradicciones en el seno del pueblo y las contradicciones entre nosotros y el
enemigo. No hay que tratar las contradicciones en el seno del pueblo como las
existentes entre nosotros y el enemigo, ni tratar las contradicciones entre
nosotros y el enemigo como aquellas en el seno del pueblo.
Es normal que existan opiniones
distintas entre las masas populares. La contienda entre opiniones diferentes es
inevitable, necesaria y provechosa. En el curso del debate normal y exhaustivo,
las masas populares afirmarán lo justo, corregirán lo erróneo y llegarán paso a
paso a la unanimidad de criterio.
En el curso de los debates, se debe
adoptar el método de presentar los hechos, argumentar y persuadir a otros por
medio del razonamiento. Es inadmisible forzar a someterse a la minoría que
sostiene puntos de vista diferentes. La minoría debe ser protegida porque a
veces la verdad está con ella. Incluso si la minoría tiene puntos de vista
equivocados, se le debe permitir defenderse y reservarse sus opiniones.
Durante el debate, se debe de
recurrir al razonamiento y no a la coacción o a la fuerza.
En el curso de los debates, todos
los revolucionarios deben saber reflexionar por su propia cuenta y desarrollar
el espíritu comunista de pensar con audacia, hablar con audacia y actuar con
audacia. A condición de que marchen en la misma orientación general, los
camaradas revolucionarios deben evitar todo debate interminable sobre problemas
secundarios, con miras a fortalecer la unidad.
7.
Alerta contra aquellos que combaten a las masas revolucionarias tildándolas de
“contrarrevolucionarias”
Los dirigentes de algunas escuelas,
entidades y equipos de trabajo han organizado contraataques a las masas que les
criticaron en sus dazibao. Han formulado incluso consignas como “oponerse a los
dirigentes de una entidad o de un equipo de trabajo es oponerse al Comité
Central del Partido y al socialismo, es contrarrevolucionario”. De este modo,
sus golpes recaerán inevitablemente sobre algunos auténticos activistas
revolucionarios. Esto constituye un error de orientación y de línea, y es
absolutamente inadmisible.
Cierto número de personas con graves
errores ideológicos y, en particular, algunos derechistas anti-Partido y
antisocialistas, aprovechándose de ciertos defectos y errores surgidos en el
movimiento de masas, difunden falsos rumores y chismes y se entregan a la
demagogia, tildando deliberadamente de “contrarrevolucionarios” a componentes
de las masas. Es preciso precaverse de los rateros de este tipo y denunciar a
tiempo sus tretas.
Excepto los casos de
contrarrevolucionarios activos sobre los que exista clara evidencia de
asesinato, incendio, envenenamiento, sabotaje, robo de secretos de Estado,
quienes deben de ser tratados de acuerdo a la ley, no se tomarán medidas contra
los estudiantes de las universidades, institutos y escuelas secundarias y
primarias por problemas surgidos en el curso del movimiento. Para evitar que la
lucha se desvíe de su objetivo principal, queda prohibido, cualquiera que sea
el pretexto, incitar a las masas o a los estudiantes a luchar entre sí; incluso
en lo que se refiere a los verdaderos derechistas, sus casos deben ser tratados
en una etapa posterior del movimiento según la situación de cada uno.
8.
Sobre los cuadros
Los cuadros pueden clasificarse, en
líneas generales, en las siguientes cuatro categorías:
1. Buenos.
2. Relativamente buenos.
3. Aquellos que han cometido graves
errores pero que aún no son derechistas anti-Partido y antisocialistas.
4. El reducido número de derechistas
anti-Partido y antisocialistas.
En circunstancias ordinarias, las
primeras dos categorías (buenos y relativamente buenos) constituyen la gran
mayoría. A los derechistas anti-Partido y antisocialistas hay que
desenmascararlos a fondo, derribarlos, aplastarlos, desacreditarlos completamente
y eliminar su influencia. Al mismo tiempo, se les debe dar una salida de modo
que puedan iniciar una nueva vida.
9.
Grupos, comités y congresos de la Revolución Cultural
En la gran Revolución Cultural
proletaria han comenzado a surgir muchas cosas nuevas. Los grupos y comités de
la Revolución Cultural y otras formas de organización creadas por las masas en
numerosas escuelas y entidades son cosas nuevas de gran importancia histórica.
Los grupos, comités y congresos de
la Revolución Cultural son las mejores formas nuevas de organización mediante
las cuales las masas se educan a sí mismas bajo la dirección del Partido
Comunista. Constituyen el mejor puente por medio del cual nuestro Partido se
mantiene en estrecho contacto con las masas. Son órganos del poder de la
Revolución Cultural Proletaria.
La lucha que sostiene el
proletariado contra la vieja ideología, cultura, hábitos y costumbres legados a
lo largo de miles de años por todas las clases explotadoras, se prolongará por
un periodo muy, muy largo. Por lo tanto, los grupos, comités y congresos de la
Revolución Cultural no deben ser organizaciones provisionales, sino
organizaciones de masas permanentes y duraderas. Son adecuadas no solo para las
escuelas y las instituciones, sino en lo fundamental también para las fábricas,
minas y otras empresas, para los barrios y aldeas.
Es necesario practicar un sistema de
elecciones generales, semejante al de la Comuna de París, para elegir a los
miembros de los grupos y comités de la Revolución Cultural y a los delegados a
los congresos de la Revolución Cultural. Las listas de candidatos deben de ser
presentadas por las masas revolucionarias después de ruegos y discusiones, y
las elecciones celebradas después de que las masas hayan discutido las listas
una y otra vez.
Las masas pueden criticar en
cualquier momento a los miembros de los grupos y comités de la Revolución
Cultural y a los delegados electos a los congresos de la Revolución Cultural.
Si estos miembros o delegados muestran ser incompetentes, pueden ser sustituidos
mediante elecciones o destituidos por las masas después de discutirlo.
Los grupos, comités y congresos de
la Revolución Cultural en los centros docentes deben de estar compuestos
principalmente por estudiantes revolucionarios. Al mismo tiempo, deben incluir
a un cierto número de representantes de los profesores y empleados
revolucionarios.
10.
Reforma educacional
Es una tarea de suma importancia en
la gran Revolución Cultural proletaria transformar el antiguo sistema
educacional y los antiguos principios y métodos de enseñanza.
En esta gran Revolución Cultural hay
que acabar totalmente con la dominación de los intelectuales burgueses sobre
nuestros centros docentes.
La política formulada por el
camarada Mao Tse-tung de que la enseñanza debe servir a la política proletaria
y combinarse con el trabajo productivo tienen que aplicarse en todo tipo de
escuelas, para que todos los que reciben educación se desarrollen, moral,
intelectual y físicamente y lleguen a ser trabajadores cultos y con conciencia socialista.
El periodo de estudios debe
acortarse. Las asignaturas deben ser menos y mejores. El material de enseñanza
debe ser cabalmente transformado. En algunos casos comenzando por simplificar
el material complicado. La tarea principal de los estudiantes es estudiar, pero
deben de aprender también otras cosas. Es decir, no solo deben de estudiar los
libros, sino que aprender el trabajo industrial, la agricultura y los asuntos
militares y, cuando se presente el caso, tomar parte en la lucha de la Revolución
Cultural para criticar a la burguesía.
11.
La cuestión de criticar por el nombre en la prensa
En el curso del movimiento
revolucionario cultural de las masas, la crítica de las ideologías burguesa y
feudal debe ser muy bien combinada con la difusión de la concepción proletaria
del mundo y del marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Tse-tung.
Se debe organizar la crítica de los
representantes típicos de la burguesía que se han infiltrado en el Partido, y a
las típicas “autoridades” reaccionarias burguesas en los campos académicos,
incluyendo a todo tipo de puntos de
vista reaccionarios en la filosofía, la historia, la economía política y la
pedagogía, en las obras y teorías literarias y artísticas, las teorías de las
ciencias naturales, así como en otros campos.
La crítica a una persona por su
nombre en la prensa debe ser decidida, después de una discusión, por el comité
del Partido al nivel correspondiente, o en algunos casos, sometida a la
aprobación del comité del Partido al nivel superior.
12.
La política hacia los científicos, técnicos y personal en general
En el movimiento actual debe seguir
aplicándose la política de “unidad, crítica, unidad” hacia los científicos,
técnicos y personal en general, siempre que sean patriotas, trabajen con
energía, no se opongan al Partido ni al socialismo, y no mantengan relaciones
ilícitas con ningún país extranjero. Hay que proteger a los hombres de ciencia
y al personal científico y técnico que han hecho contribuciones. Se les debe
ayudar a transformar gradualmente su concepción del mundo y su estilo de
trabajo.
13.
La cuestión de tomar medidas para la combinación con el movimiento de educación
socialista en la ciudad y el campo
Las instituciones culturales y
educacionales y los organismos dirigentes del Partido y del Gobierno en las
ciudades grandes y medianas son los puntos focales de la actual Revolución
Cultural proletaria.
La gran Revolución Cultural ha
enriquecido el movimiento de educación socialista en la ciudad y el campo y lo
ha llevado a un nivel más alto. Hay que realizar aquella en combinación con
este último. Las diversas regiones y departamentos pueden tomar medidas a este
respecto a la luz de las condiciones específicas.
En aquellas zonas rurales y empresas
urbanas donde se está desarrollando el movimiento de educación socialista, éste
no debe ser perturbado y debe proseguir de acuerdo con los planes originales si
estos son adecuados y el movimiento marcha bien.
Sin embargo, las cuestiones
planteadas en la actual gran Revolución Cultural proletaria deben ser
sometidas, en el momento apropiado, a la discusión de las masas, a fin de
promover aún más vigorosamente la ideología proletaria y a erradicar la
ideología burguesa.
En algunos lugares se toma la gran
Revolución Cultural proletaria como centro para impulsar el movimiento de
educación socialista y realizar una limpieza en los terrenos político,
ideológico, organizativo y económico. Se puede proceder de esta manera donde el
comité del Partido lo considere adecuado.
14.
Empeñarse en la revolución y promover la producción
La gran Revolución Cultural
proletaria tiene por objeto hacer más revolucionaria la conciencia del hombre,
lo que permitirá conseguir más rápidos, mejores y más económicos resultados en
todos los campos de nuestro trabajo. Si las masas populares son plenamente
movilizadas y se hacen arreglos adecuados, es posible llevar a cabo tanto la
Revolución Cultural como la producción sin que sea afectada ni la una ni la
otra, y garantizar una elevada calidad en todo nuestro trabajo.
La gran Revolución Cultural
proletaria es una poderosa fuerza motriz para el desarrollo de las fuerzas
productivas sociales en nuestro país. Es incorrecto todo punto de vista que
contraponga la gran Revolución Cultural al desarrollo de la producción.
15.
Las fuerzas armadas
En las fuerzas armadas, la
Revolución Cultural y el movimiento de educación socialista deben realizarse
con arreglo a las instrucciones de la Comisión Militar del Comité Central del
Partido y del Departamento Político General del Ejercito Popular de Liberación.
16.
El pensamiento de Mao Tse-tung es la guía para la acción en la gran Revolución
Cultural proletaria
En la gran Revolución Cultural
proletaria es indispensable mantener en alto la gran bandera roja del
pensamiento de Mao Tse-tung y poner en el puesto de mando la política
proletaria. Debe ser impulsado adelante entre las amplias masas de obreros,
campesinos y soldados y de cuadros intelectuales, y debe tomarse el pensamiento
de Mao Tse-tung como guía para la acción en la Revolución Cultural.
En esta gran revolución cultural tan
compleja, los comités del Partido a todos los niveles tienen mayor necesidad de
estudiar y aplicar concienzuda y creadoramente los escritos del Presidente Mao.
En particular, deben estudiar repetidamente las obras del Presidente Mao
referentes a la Revolución Cultural y los métodos de dirección del Partido,
tales como “Sobre la nueva democracia”, “Charlas en el Foro de Yenán sobre
Literatura y Arte”, “Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el
seno del pueblo”, “Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista
de China sobre el Trabajo de Propaganda”, “Acerca de algunos problemas de los
métodos de dirección” y “Métodos de trabajo de los comités del Partido”.
Los comités del Partido a todos los
niveles deben atenerse a las directivas dadas por el Presidente Mao a lo largo
de los años, aplicar cabalmente la línea “de las masas a las masas” y ser
alumnos de las masas antes de convertirse en sus maestros. Deben esforzarse por
evitar la unilateralidad y estrechez de miras. Deben promover la dialéctica
materialista y oponerse a la metafísica y el escolasticismo.
Bajo la dirección del Comité Central
del Partido encabezado por el camarada Mao Tse-tung, la gran Revolución
Cultural proletaria logrará sin duda una brillante victoria.
MENSAJE DE SALUDO A LAS ORGANIZACIONES
REBELDES REVOLUCIONARIAS DE SHANGHAI
Enviado por el Comité Central del Partido Comunista de
China, el Consejo de Estado, la Comisión Militar del Comité Central del Partido
y el Grupo del Comité Central del Partido Encargado de la Revolución Cultural
Al Cuartel General de
Rebeldía Revolucionaria de los Obreros de Shanghai
y otras 31 organizaciones de masas revolucionarias:
El Comunicado Urgente emitido por ustedes el 9
de enero de 1967 es en verdad excelente. Los principios guía formulados y las
acciones emprendidas por ustedes son enteramente correctos.
Ustedes han enarbolado la gran bandera roja del
pensamiento de Mao Tse-tung y se han constituido en modelos en el estudio y la
aplicación de manera viva de las obras del Presidente Mao.
Ustedes se han mantenido con firmeza en la
línea revolucionaria proletaria representada por el Presidente Mao.
Oportunamente han calado y puesto al descubierto los designios del nuevo
contraataque de la linea reaccionaria burguesa y han lanzado una enérgica
contraofensiva.
Ustedes han perseverado en la dictadura del
proletariado, en la orientación fundamental del socialismo
y han planteado la combatiente tarea de
oponerse al economismo revisionista contrarrevolucionario.
Ustedes han trazado una política correcta de
acuerdo con el principio del Presidente Mao de "empeñarse en la revolución
y promover la producción".
Ustedes han logrado la gran unidad de las
organizaciones revolucionarias proletarias, convirtiéndose en el núcleo
alrededor del cual pueden unirse todas las fuerzas de la revolución. Han tomado
firmemente en sus manos el destino de la dictadura del proletariado, el destino
de la gran revolución cultural proletaria y el de la economía socialista.
Sus actos revolucionarios han establecido un
brillante ejemplo para los obreros y demás trabajadores y para las masas
revolucionarias del país.
Hacemos aquí un llamamiento al Partido, al
Gobierno, al ejército y al pueblo, y llamamos a los obreros, campesinos,
estudiantes revolucionarios, intelectuales y cuadros revolucionarios del país,
a estudiar la experiencia de los grupos rebeldes revolucionarios de Shanghai, a
emprender una acción concertada y a repeler el nuevo contraataque de la línea
reaccionaria burguesa, a fin de garantizar que la gran revolución cultural
proletaria marche triunfalmente por la línea revolucionaria proletaria que
representa
el Presidente Mao.
Comité Central del Partido
Comunista de China
Consejo de Estado
Comisión Militar del Comité
Central del Partido Comunista de China
Grupo del Comité Central
del Partido Encargado de la Revolución Cultural
11 de enero de
1967
(Publicado en PEKIN
INFORMA N° 4 del 25 de enero de 1967).
COMUNICADO DE LA
XII SESIÓN PLENARIA DEL
COMITÉ CENTRAL ELEGIDO EN EL VIII CONGRESO NACIONAL DEL P.C.Ch.
(Aprobado el 31 de octubre de 1968)
La XII Sesión Plenaria Ampliada del Comité Central elegido en el VIII Congreso Nacional
del Partido Comunista de China se inauguró en Pekín el 13 de octubre de 1968 y
se clausuró exitosamente el 31 de octubre.
…
La Sesión Plenaria
sostiene que el gran documento revolucionario, "Cañonear el cuartel
general", dado a conocer
por el Presidente Mao en la XI Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el
VIII Congreso Nacional ha señalado el rumbo hacia la victoria de la presente
gran revolución cultural proletaria.
La Sesión Plenaria
considera que son correctos la "Decisión sobre la gran revolución cultural
proletaria", elaborada bajo la dirección personal del Presidente Mao en la
XI Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el VIII Congreso Nacional, y
el comunicado de esa Sesión.
La Sesión Plenaria considera que son también
correctos la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao, su gran plan
estratégico para la gran revolución cultural proletaria, y la serie de
importantes instrucciones que ha dado en las diversas etapas de la gran
revolución cultural... El Grupo del Comité Central del Partido Encargado de la
Revolución Cultural ha desempeñado un importante papel en la lucha por la
aplicación de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao.
La práctica de la gran revolución cultural
proletaria ha comprobado que, precisamente como dijo el camarada Mao Tse-tung, la
presente gran revolución cultural proletaria es completamente necesaria y muy
oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la
restauración del capitalismo y construir el socialismo. Guiados por la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao
y bajo la dirección del cuartel general proletario encabezado por el Presidente
Mao, los centenares de millones de integrantes de las masas populares se han
movilizado como nunca de la manera más amplia y profunda en dos años de muy
complicada y aguda lucha de clases. Con el apoyo del Ejército Popular de
Liberación de China y a través de repetidas pruebas de fuerza en la lucha de
clases, han aplastado por fin el cuartel general burgués representado por Liu
Shao-chi, que intentaba usurpar en vano la dirección del Partido, del Gobierno
y del ejército, así como a sus agentes en los diversos lugares, y han
recuperado aquella parte del poder usurpada por ellos. Se han establecido los
comités revolucionarios en 29 provincias, municipios y regiones autónomas, es
decir, en todo el país, con excepción de la provincia de Taiwán. Actualmente,
esta impetuosa gran revolución cultural proletaria ha logrado la grande y
decisiva victoria.
La Sesión Plenaria considera que las victorias
de la gran revolución cultural proletaria han comprobado aún más que el Partido
Comunista de China con el camarada Mao Tse-tung como líder es un grande,
glorioso y correcto partido. La Sesión Plenaria sostiene que, a través de la
tempestad de la gran revolución cultural proletaria, se han preparado plenas
condiciones en lo ideológico, político y organizativo para convocar el IX
Congreso Nacional del Partido. La Sesión Plenaria decide convocar
el IX Congreso Nacional del Partido Comunista
de China para fecha conveniente.
La Sesión Plenaria ratifica el "Informe
sobre la verificación de los crímenes del renegado, traidor y vendeobreros Liu
Shao-chi" presentado por el grupo de verificación del caso específico
dependiente del
Comité Central del Partido. Este informe
demuestra con plenas pruebas que el N.° 1 de los elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido, Liu Shao-chi, es un renegado,
traidor y vendeobreros que se había escondido en el Partido, y un lacayo del
imperialismo, el revisionismo contemporáneo y los reaccionarios del Kuomintang,
que había cometido innumerables crímenes. La Sesión Plenaria sostiene que el
desenmascaramiento por el Partido y las masas revolucionarias de la catadura
contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi durante la gran revolución cultural
proletaria, es una grandiosa victoria del pensamiento de Mao Tse-tung y de la
gran revolución cultural proletaria. La Sesión Plenaria manifiesta su profunda
indignación revolucionaria por los crímenes contrarrevolucionarios de Liu
Shao-chi y aprueba por unanimidad la resolución de expulsar para siempre del
Partido a Liu Shao-chi, destituirlo de todos sus cargos dentro y fuera del
Partido y continuar ajustando las cuentas por los crímenes cometidos por él y
sus socios, crímenes de traición al Partido y a la patria. La Sesión Plenaria
llama a los camaradas de todo el Partido y al pueblo de todo el país a seguir
desarrollando en profundidad la crítica revolucionaria de masas y erradicar las
ideas revisionistas contrarrevolucionarias de Liu Shao-chi y del resto del
puñado de máximos elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro
del Partido.
La Sesión Plenaria señala que el proceso de la
gran revolución cultural proletaria que lleva más de dos años, registra una
enconada lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas. El
centro de la lucha es la cuestión del Poder, la cuestión de la lucha por la
dirección entre el proletariado y la burguesía y la cuestión de si la
dirección del Partido y del Estado está en manos de los marxistas o
de los revisionistas. Las clases explotadoras y sus agentes, que no
se resignan a su ruina, recurrieron a todos los medios políticos y económicos,
o desde la derecha o desde la extrema "izquierda", esto es,
"izquierda" en forma pero derecha en esencia, en un vano intento de
confundir las fronteras de clase, sabotear la gran revolución cultural
proletaria y volver a usurpar el Poder de manos del proletariado. Sin embargo,
todos sus complots han sido desenmascarados uno tras otro por las masas
populares revolucionarias que han asimilado el pensamiento de Mao Tse-tung. La
Sesión Plenaria considera necesario continuar elevando la vigilancia contra las
labores de zapa de las clases explotadoras y sus agentes.
La Sesión Plenaria critica seriamente la
"contracorriente de febrero" de 1967 opuesta a la Decisión de la XI
Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el VIII Congreso Nacional, a la
gran revolución cultural proletaria y al cuartel general proletario encabezado
por el Presidente Mao. La Sesión Plenaria sostiene que el aplastamiento de la
"contracorriente de febrero" y del viento siniestro que sopló en la
primavera de este año destinado a revocar el correcto veredicto sobre la
"contracorriente de febrero", es una importante victoria de la línea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao en el desbaratamiento de la línea
reaccionaria burguesa.
La Sesión Plenaria considera que la magna
victoria de la gran revolución cultural proletaria ha confirmado aún más el
significado extraordinariamente profundo y trascendental de la teoría del
camarada Mao Tse-tung sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura
del proletariado. El pensamiento de Mao Tse-tung es el marxismo-leninismo de la
época en que el imperialismo se precipita hacia su ruina total y el socialismo
avanza hacia la victoria en el mundo entero, es el pensamiento guía para todo
el trabajo de nuestro Partido, ejército y país. Una vez dominado por las
amplias masas populares, el pensamiento de Mao Tse-tung genera una poderosa
fuerza material. Durante la gran revolución cultural proletaria, el pensamiento
de Mao Tse-tung se ha propagado rápidamente entre los centenares de millones de
seres del pueblo, y ha penetrado en lo profundo de la mente de la gente. En la
lucha, las grandes masas de obreros, campesinos y soldados estudian y aplican
conscientemente y de manera creadora el pensamiento de Mao Tse-tung. Esta es la
garantía fundamental para consolidar la dictadura del proletariado y para que
nuestro país jamás cambie su color político. Todo el Partido, todo el ejército
y los comités revolucionarios a los diversos niveles deben continuar
manteniendo en alto la gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung,
unirse estrechamente en torno al cuartel general proletario encabezado por el
Presidente Mao... seguir de cerca el gran plan estratégico del Presidente Mao y
cumplir concienzudamente todas y cada una de las recientes instrucciones del
Presidente Mao, desplegar aún más el movimiento de masas por el estudio de las
obras del Presidente Mao, organizar bien los cursillos de estudio del
pensamiento de Mao Tse-tung, unificar los puntos de vista, los pasos y las
acciones de acuerdo con el pensamiento de Mao Tse-tung y criticar el
"policentrismo" burgués reaccionario, de modo que nuestro trabajo en
los distintos aspectos logre incesantemente nuevas victorias.
La XII Sesión Plenaria Ampliada del Comité Central elegido en el VIII Congreso Nacional
llama a los obreros, campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior,
a los mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación, cuadros
revolucionarios, guardias rojos revolucionarios e intelectuales revolucionarios
de todo el país, y al pueblo revolucionario de las diversas nacionalidades del
país para que cumplan decididamente la enseñanza del Presidente Mao de que la
clase obrera debe dirigirlo todo, pongan
en práctica la dictadura del proletariado en la superestructura, incluidos
los diversos terrenos de la cultura,
realicen la tarea de la lucha-crítica-transformación en sus diversas etapas
planteada por el Presidente Mao y lleven hasta el fin la gran revolución
cultural proletaria.
Debemos continuar aplicando el gran principio
formulado por el Presidente Mao sobre la gran alianza revolucionaria y la
triple integración revolucionaria, hacer serios esfuerzos para poner en
práctica las instrucciones del Presidente Mao acerca de la crítica
revolucionaria de masas, la simplificación de la estructura organizativa, el
envío de cuadros a participar en el trabajo manual, la transformación de los
reglamentos y sistemas irrazonables, etc., de modo que nuestros comités
revolucionarios recién establecidos mantengan estrechos vínculos con las masas,
se consoliden, desarrollen y perfeccionen constantemente y ejerzan aún mejor
las funciones de la dictadura del proletariado.
En las fábricas, comunas populares, organismos
del Partido y Gobierno y centros docentes, en las demás empresas e
instituciones, barrios residenciales, etc., debemos continuar movilizando
plenamente a las masas, realizar concienzudamente el trabajo de depuración de
las filas de clase y sacar a la luz al puñado de contrarrevolucionarios ocultos
en el seno de las amplias masas.
Tenemos que cumplir las instrucciones del
Presidente Mao de que la organización del Partido debe estar compuesta por
los elementos avanzados del proletariado, debe ser una vigorosa organización de
vanguardia, capaz de dirigir al proletariado y a las masas revolucionarias en
la lucha contra los enemigos de clase, y de "expulsar lo viejo y
admitir lo nuevo", tenemos
que hacer un concienzudo trabajo para realizar bien la consolidación y
construcción del Partido, limpiar el Partido de los fehacientemente comprobados
renegados, agentes secretos, elementos con poder recalcitrantemente seguidores
del camino capitalista, elementos degenerados y otros elementos ajenos a la
clase, todos ellos infiltrados en el Partido, absorber en él la sangre fresca
del proletariado, en primer lugar, a los elementos avanzados con conciencia
comunista de entre los obreros industriales, y seleccionar a los comunistas
sobresalientes que han seguido resueltamente la línea revolucionaria proletaria
del Presidente Mao para que participen en el trabajo dirigente del Partido.
Debemos cumplir la gran tarea histórica de la
revolución proletaria en la educación. En lo que respecta a los intelectuales,
deben ser reeducados por los obreros, campesinos y soldados para que se
integren con los obreros y campesinos. Los equipos obreros de propaganda deben
quedarse permanentemente en los centros docentes, tomar parte en el
cumplimiento de todas las tareas de la lucha-crítica-transformación en ellos y
dirigirlos para siempre. En las zonas rurales, los centros docentes deben ser
administrados por los más seguros aliados de la clase obrera: los campesinos
pobres y los campesinos medios de la capa inferior. Esta es una cuestión
clave para llevar hasta el fin la gran revolución cultural proletaria. Por su
parte, los obreros, campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior y
los mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación que participan en
esta gloriosa tarea, deben elevar constantemente su conciencia política en el
curso de la lucha.
Debemos empeñarnos en la revolución y
promover la producción, el trabajo y los preparativos para enfrentar la guerra, y construir aún mejor la industria y
la agricultura socialistas y todas las otras empresas socialistas de nuestro
país. La gran revolución cultural proletaria constituye una gran fuerza motriz
para la producción socialista de China. Está promoviendo y continuará
promoviendo el surgimiento de un nuevo salto en nuestra construcción
socialista.
Debemos fortalecer constantemente al gran
Ejército Popular de Liberación de China, consolidar aún mas la defensa nacional
y continuar cumpliendo bien el trabajo de apoyar al ejército y amar al
pueblo. Hemos de liberar Taiwán.
Debemos centuplicar nuestra vigilancia contra el voraz imperialismo
norteamericano y la camarilla traidora revisionista contemporánea soviética. Si
el enemigo se atreve a imponernos una guerra, lo liquidaremos resuelta,
definitiva, cabal y totalmente.
La Sesión Plenaria considera que, como ha dicho
el camarada Mao Tse-tung, la revolución mundial ha entrado en una grandiosa
nueva era. El movimiento
revolucionario de todos los pueblos del mundo está desarrollándose
vigorosamente.
…
¡Avancemos valientemente siguiendo muy de cerca
al gran líder el Presidente Mao! ¡La victoria será nuestra!
(Publicado en PEKIN INFORMA N° 44 del 6 de noviembre
de 1968)
INFORME
ANTE EL IX CONGRESO NACIONAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA (Hecho el 1 de
abril y aprobado el 14 de abril de 1969)
El IX Congreso Nacional del Partido
Comunista de China será un congreso de trascendental influencia en la historia
de nuestro Partido.
Nuestro Congreso se celebra en
momentos en que la gran revolución cultural proletaria, iniciada y dirigida
personalmente por el Presidente Mao, ha logrado grandes victorias. Esta gran
tempestad revolucionaria ha demolido el cuartel general burgués acaudillado por
el renegado, agente enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi, ha desenmascarado al
puñado de renegados, agentes secretos y dirigentes seguidores del camino
capitalista impenitentes dentro del Partido que tienen a Liu Shao-chi como representante
general, ha frustrado su conspiración para restaurar el capitalismo, ha
fortalecido enormemente la dictadura del proletariado de nuestro país y ha
robustecido enormemente a nuestro Partido, preparando así plenas condiciones en
lo político, ideológico y organizativo para el presente Congreso.
I. PREPARACIÓN PARA LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
La gran revolución cultural
proletaria de nuestro país es una verdadera revolución proletaria de gran
envergadura.
El Presidente Mao ha expuesto en
términos concisos la necesidad de esta gran revolución: “La presente gran
revolución cultural proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para
consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la restauración del
capitalismo y construir el socialismo”. Para comprender a plenitud esta
afirmación científica del Presidente Mao, debemos compenetrarnos profundamente
con la teoría del Presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado.
En 1957, poco después de clausurado
el VII Congreso Nacional del Partido, el presidente Mao publicó su gran obra
“Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”,
en la que, a continuación de su “Informe ante la II Sesión Plenaria del VII
Comité Central del Partido Comunista de China”, trata en todos los aspectos las
contradicciones, clases y lucha de clases en las condiciones de la dictadura
del proletariado, formula íntegramente la tesis sobre la existencia en la
sociedad socialista de dos tipos de contradicciones de naturaleza distinta:
contradicciones entre nosotros y el enemigo y contradicciones en el seno del
pueblo, y la gran teoría sobre la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado. Esta obra ilumina como un faro brillante el rumbo
de la revolución y construcción socialistas de nuestro país y, a la vez, sienta
la base teórica para la presente gran revolución cultural proletaria.
A fin de comprender con mayor
profundidad la gran contribución histórica del Presidente Mao, es necesario
recordar brevemente la experiencia histórica del movimiento comunista
internacional.
En 1852, Marx dijo: “Mucho antes
que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo
histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses, la anatomía
económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la
existencia de las clases solo va unida a determinadas fases históricas de
desarrollo de la producción: 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente,
a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí
más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad
sin clases” (Marx, Engels: Selección de correspondencias, pág. 63, edición
china). La teoría de Marx sobre la dictadura del proletariado dejó delineados
los límites entre el socialismo científico, de un lado, y el socialismo utópico
así como el pseudosocialismo de todos los colores, del otro. Marx y Engels
lucharon toda la vida por su teoría y por hacerla realidad.
Después del fallecimiento de Marx y
Engels, casi todos los partidos de la II Internacional, a excepción del Partido
bolchevique dirigido por Lenin, traicionaron al marxismo. En su lucha contra el
revisionismo de la II Internacional, Lenin heredó, defendió y desarrolló el
marxismo. El foco de la lucha fue el problema de la dictadura del proletariado.
Fustigando a los viejos revisionistas, Lenin señaló en repetidas ocasiones: “Quien
reconoce ‘solamente’ la lucha de clases no es aún marxista (...)” “Marxista
solo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al
reconocimiento de la dictadura del proletariado” (Lenin: Obras completas,
t. XXV, pág. 309, edición china).
Lenin dirigió al proletariado ruso
en la conquista de la victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre y en
el establecimiento del primer Estado socialista. Sobre la base de su gran
práctica revolucionaria en la dirección de la dictadura del proletariado, Lenin
se percató del peligro de la restauración del capitalismo y del carácter
prolongado de la lucha de clases: “El paso del capitalismo al comunismo
llena toda una época histórica. Mientras esta época histórica no finalice, los
explotadores siguen inevitablemente abrigando esperanzas de restauración,
esperanzas que se convierten en tentativas de restauración” (Lenin: Obras
completas, t. XXVIIT, pág. 235, edición china).
Lenin señaló: “(…) la
resistencia de la burguesía se ve decuplicada por su derrocamiento (aunque no
sea más que en un país) y cuya potencia consiste, no solo en la fuerza del
capital internacional, en la fuerza y la solidez de los vínculos
internacionales de la burguesía, sino, además, en la fuerza de la costumbre, en
la fuerza de la pequeña producción. Porque, por desgracia, queda todavía en el
mundo mucha, muchísima pequeña producción, y la pequeña producción engendra
capitalismo y burguesía constantemente, cada día, a cada hora, de modo
espontáneo y en masa”. La conclusión de Lenin fue: “Por todos estos
motivos, le dictadura del proletariado es indispensable” (Lenin: Obras
completas, t. XXXI, pág. 6 edición china).
Lenin señaló también que una “nueva
burguesía” surgía de “entre nuestros funcionarios soviéticos”
(Lenin: Obras completas, t. XXIX, pág. 162, edición china).
Lenin indicó que el peligro de
restauración provenía, además, del cerco del capitalismo: Los países
imperialistas “no perderán oportunidad alguna que les permita una
intervención militar, como ellos dicen, o sea, asfixiar al Poder soviético”.
(Lenin: Obras completas, t. XXXI, pág. 423, edición china).
La camarilla de renegados
revisionistas soviéticos ha traicionado por completo estas brillantes enseñanzas
de Lenin. De Jruschov a Brezhnev y sus semejantes, todos son dirigentes
seguidores del camino capitalista ocultos en el seno del Partido Comunista de
la Unión Soviética desde hace tiempo. Una vez en el Poder, convirtieron las “esperanzas
de restauración” de la burguesía en “tentativas de restauración”,
usurparon la dirección del Partido de Lenin y Stalin, y, mediante la “evolución
pacífica”, transformaron al primer Estado de dictadura del proletariado del
mundo en un tenebroso Estado fascista de dictadura burguesa.
El Presidente Mao ha sostenido una
lucha de medida por medida contra el revisionismo contemporáneo cuyo centro es
la camarilla de renegados revisionistas soviéticos, y ha heredado, defendido y
desarrollado le teoría marxista-leninista sobre la revolución proletaria y la
dictadura del proletariado. El Presidente Mao ha hecho un balance completo de
la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en sus aspectos tanto
positivos como negativos, y ha formulado la teoría sobre la continuación de la
revolución bajo la dictadura del proletariado para prevenir la restauración del
capitalismo.
Poco antes de que la revolución
china pasara de la revolución de nueva democracia a la socialista, o sea, en
marzo de 1949, el Presidente Mao, en su informe ante la II Sesión Plenaria del
VII Comité Central del Partido, ya señaló explícitamente que, conquistado el
Poder en todo el país por el proletariado, la contradicción principal dentro
del país sería “la contradicción entre la clase obrera y la burguesía”.
El centro de la lucha seguía siendo la cuestión del Poder. El Presidente Mao
nos advirtió en particular: “Después de eliminados los enemigos con fusiles,
quedarán aún los enemigos sin fusiles, quienes entablarán, inevitablemente, una
lucha a muerte contra nosotros; jamás debemos subestimarlos. Si ahora no
planteamos ni comprendemos el problema de este modo, cometeremos errores muy
graves”. El Presidente Mao, previendo el carácter prolongado y complejo de
la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía después de establecida
la dictadura del proletariado, planteó a todo el Partido la tarea combativa de
luchar contra el imperialismo, el Kuomintang y la burguesía en los terrenos
político, ideológico, económico, cultural y de relaciones exteriores.
A la luz de la resolución de la II
Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido y de la línea general del
Partido para el período de transición trazada por el Presidente Mao, nuestro
Partido se entregó a intensos combates. En 1956 culminó en lo fundamental la
transformación socialista de la propiedad de los medios de producción en la
agricultura, la artesanía, y la industria y comercio capitalistas. Este fue un
momento crucial en que se planteó si la revolución socialista podía proseguir
su avance. En vista del desenfreno del revisionismo en el movimiento comunista
internacional y de las nuevas tendencias de la lucha de clases en nuestro país,
el Presidente Mao, en su gran trabajo Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo, llamó la atención a todo el Partido:
“En China, aunque en lo fundamental ha culminado la transformación
socialista de la propiedad, subsisten remanentes de las clases derrocadas: la
clase terrateniente y la burguesía compradora; subsiste la burguesía, y la
transformación de la pequeña burguesía solo acaba de empezar”. Para
replicar al absurdo propalado en 1956 por Liu Shao-chi de que “en nuestro país
ya está resuelto ahora el problema de quién vencerá: el socialismo o el
capitalismo”, el Presidente Mao señaló en particular: “(…) aún no ha sido
resuelta en definitiva la cuestión de quién vencerá: el socialismo o el
capitalismo”. “La lucha de clases entre el proletariado y la burguesía,
entre las diferentes fuerzas políticas y entre el proletariado y la burguesía
en el terreno ideológico, será aún larga, tortuosa y a veces incluso muy
enconada”. Así, por primera vez en la teoría y práctica del movimiento
comunista internacional, se planteó explícitamente que, culminada en lo
fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de
producción aún existen clases y lucha de clases, y el proletariado debe
continuar la revolución.
El cuartel general proletario
encabezado por el Presidente Mao condujo a las amplias masas a continuar la
gran lucha siguiendo el rumbo señalado por el Presidente Mao. El centro de la
lucha —desde la lucha contra los derechistas burgueses en 1957 hasta la lucha
para desenmascarar a la camarilla anti-Partido de Peng Te-juai en la Reunión de
Lushan en 1959, desde el gran debate acerca de la línea general del Partido
para la construcción socialista hasta la lucha entre las dos líneas en el
movimiento de educación socialista— residía en la cuestión de seguir el camino
socialista o el capitalista, en la cuestión de persistir en la dictadura del
proletariado o restaurar la dictadura burguesa.
Todas las victorias de la línea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao y la victoria de cada batalla
importante librada por el Partido contra la burguesía se han logrado solo desbaratando
la línea revisionista de derecha, o de “izquierda” en la forma y de derecha en
esencia, línea representada por Liu Shao-chi.
Ahora está comprobado que, ya en el
período de la Primera Guerra Civil Revolucionaria, Liu Shao-chi renegó del
Partido y se entregó al enemigo, convirtiéndose en agente enemigo y
vendeobreros, que es un lacayo del imperialismo, del revisionismo contemporáneo
y de los reaccionarios kuomintanistas que ha cometido innumerables crímenes, y
que es el representante general de los dirigentes seguidores del camino
capitalista. Él tenía una línea política con la que intentaba en vano restaurar
el capitalismo en China y hacer de ella una colonia del imperialismo y del
revisionismo. Tenía además una línea organizativa al servicio de su línea
política contrarrevolucionaria. Durante muchos años, reclutando gentes de su
calaña, Liu Shao-chi reunió toda una banda de renegados, agentes secretos y
dirigentes seguidores del camino capitalista. Todos ellos ocultaron sus
antecedentes políticos contrarrevolucionarios, se ampararon entre sí, se
confabularon en sus fechorías, usurparon importantes cargos del Partido y del
Estado y controlaron la dirección en muchas entidades tanto centrales como
locales, formando así un cuartel general burgués clandestino en oposición al
cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao. En contubernio con
el imperialismo, el revisionismo contemporáneo y la reacción kuomintanista,
ellos desempeñaron un papel destructivo que no podían el imperialismo norteamericano,
el revisionismo soviético y la reacción mundial.
En 1939, cuando la guerra de
liberación nacional contra el Japón dirigida por el Presidente Mao se
desarrollaba impetuosamente, Liu Shao-chi sacó su siniestro libro sobre la
“autocultivación”. El elemento esencial de este libro es la traición a la
dictadura del proletariado. En el libro no habló en absoluto de la lucha por
derribar al imperialismo japonés, de la lucha contra los reaccionarios del
Kuomintang, y del principio fundamental marxista-leninista de tomar el Poder
mediante la fuerza armada, sino que, por el contrario, exigió a los comunistas
que se apartaran de la gran práctica revolucionaria y se entregaran a la
“autocultivación” idealista, lo que era en realidad exigir a los comunistas que,
mediante la “autocultivación”, se convirtieran en servidores postrados ante la
dictadura contrarrevolucionaria del imperialismo y de los reaccionarios
kuomintanistas.
Después de la victoria de la Guerra
de Resistencia contra el Japón, cuando las tropas contrarrevolucionarias de
Chiang Kai-shek, pertrechadas por el imperialismo norteamericano, se disponían
a desatar ofensivas a gran escala contra las regiones liberadas, Liu Shao-chi,
respondiendo a las necesidades de los reaccionarios norteamericanos y chiang-kaishekistas,
lanzó la línea capitulacionista que sostenía que “China ha emprendido una nueva
etapa, la de paz y democracia”, para oponerse a la línea general de “movilizar
audazmente a las masas y robustecer las fuerzas populares a fin de que, bajo la
dirección de nuestro Partido, derroten a los agresores y construyan una nueva
China” y a la política de “responder medida por medida y luchar por cada
pulgada de terreno” ante los ataques de los reaccionarios norteamericanos y
chiang-kaishekistas, formuladas ambas por el Presidente Mao. Pregonó que “en
estos momentos la forma principal de lucha de la revolución china ya ha pasado
de la lucha armada a la lucha no armada, de masas y parlamentaria”, pretendió
suprimir la dirección del Partido sobre el ejército popular, integrar en el
“Ejército Nacional” de Chiang Kai-shek, mediante la “unificación” al VIII
Ejército y al Nuevo 4° Cuerpo de Ejército, antecesores del Ejército Popular de
Liberación, y desmovilizar a gran cantidad de soldados de las fuerzas obrero-campesinas
dirigidas por el Partido. Con todo ello trató de liquidar de raíz al ejército
popular, estrangular la revolución china y ofrecer en bandeja de plata al
Kuomintang los frutos de la victoria conquistados a costa de sangre por el
pueblo chino.
En abril de 1949, es decir, cuando
el Ejército Popular de Liberación de China estaba listo para cruzar el rio
Yangtsé y la revolución de nueva democracia de China se avecinaba a la victoria
en todo el país, Liu Shao-chi fue a Tientsín en donde se lanzó al regazo de los
capitalistas. Oponiéndose frenéticamente a la política de utilización,
limitación y transformación de las industrias capitalistas privadas, política
acordada en la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido que
acababa de clausurarse, pregonó a los cuatro vientos que “hoy el capitalismo en
China está aún en su juventud”, que estaba destinado a un “gran desarrollo” sin
límites, y que “la explotación capitalista hoy no es un crimen, sino un
mérito”; alabó descaradamente a la burguesía afirmando que “cuanto más explote
tanto mayor será su mérito”, y predicó con gran celo la teoría revisionista de
las fuerzas productivas, en un vano intento de llevar a China al camino del
capitalismo.
En resumen, en muchas importantes
coyunturas históricas de la revolución de nueva democracia y de la revolución
socialista, Liu Shao-chi y su banda se opusieron con furia a la línea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao e intrigaron realizando
actividades contrarrevolucionarias de zapa. No obstante, siendo ellos
contrarrevolucionarios, su conspiración tenía que revelarse. Ellos se volvieron
aún más desenfrenados después de que Jruschov subiera al Poder, sobre todo
cuando los revisionistas soviéticos, coludidos con los imperialistas
norteamericanos y los reaccionarios de la India y de otros países,
desencadenaron campañas antichinas en vasta escala.
El Presidente Mao fue el primero en
percatarse del peligro de la conspiración contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi
y su banda. En la reunión de trabajo del Comité Central del Partido celebrada
en enero de 1962, el Presidente Mao señaló la necesidad de estar alerta contra
el surgimiento del revisionismo. En la reunión de trabajo del Comité Central en
Peitaije y en la X Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido,
celebradas respectivamente en agosto y septiembre de 1962, el Presidente Mao
formuló en forma aún más completa la línea fundamental de nuestro Partido para
toda la etapa histórica del socialismo. El Presidente Mao señaló: “La
sociedad socialista cubre una etapa histórica bastante larga. Durante la etapa
histórica del socialismo, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha
de clases; existen la lucha entre el camino socialista y el capitalista y el
peligro de una restauración capitalista. Es preciso comprender lo largo y
complicado de esta lucha y elevar nuestra vigilancia. Es necesario realizar la
educación socialista. Es necesario comprender y tratar de manera correcta el
problema de las contradicciones de clase y de la lucha de clases y distinguir
acertadamente las contradicciones entre nosotros y el enemigo de las existentes
en el seno del pueblo, y tratarlas de manera correcta. De otro modo, un país
socialista como el nuestro, se convertirá en su contrario, degenerará, y se
producirá la restauración. De ahora en adelante, debemos hablar de esto cada
año, cada mes y cada día, de modo que tengamos una comprensión relativamente
clara de este problema y sigamos una línea marxista-leninista.” Esta línea
marxista-leninista formulada por el Presidente Mao es la arteria vital de
nuestro Partido.
A continuación, en mayo de 1963,
fue elaborada bajo la dirección del Presidente Mao la “Decisión del Comité
Central del Partido Comunista de China sobre algunos problemas en el actual
trabajo rural (proyecto)” (es decir, la “Decisión de 10 Puntos”) en la cual se
establecieron la línea, principios y políticas del Partido para el movimiento
de educación socialista. Además, el Presidente Mao advirtió de nuevo a todo el
Partido que de olvidar las clases y la lucha de clases, de olvidar la dictadura
del proletariado, “entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez unos
cuantos años, o una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera
fatalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido
marxista-leninista se transformara en partido revisionista o en partido
fascista, y toda China cambiara de color. Que lo piensen los camaradas: ¡cuán
peligrosa sería esa situación!” El Presidente Mao mostró así con mayor
claridad a todo el Partido y a todo el pueblo el peligro de la restauración del
capitalismo.
Todas estas advertencias y luchas
no cambiaron ni podían cambiar en lo más mínimo, la naturaleza de clase
reaccionaria de Liu Shao-chi y su banda. En 1964, en el gran movimiento de
educación socialista, Liu Shao-chi saltó a la palestra para reprimir a las
masas y proteger a los dirigentes seguidores del camino capitalista, atacó
abiertamente el método científico marxista propugnado por el Presidente Mao de
investigar y estudiar las condiciones de la sociedad, calificándolo de
“anticuado”, e hizo la disparatada afirmación de que quien no seguía la línea
de Liu Shao-chi “no está calificado para ser dirigente”. Ellos desesperaban por
restaurar el capitalismo. A finales de 1964, el Presidente Mao convocó una
reunión de trabajo del Comité Central, presidió la elaboración del documento
“Algunos problemas actuales planteados en el movimiento de educación socialista
en el campo” (es decir, el “Documento de 23 Puntos”), censuró severamente la
linea reaccionaria burguesa de Liu Shao-chi de “izquierda” en la forma y de
derecha en esencia, criticó las peregrinas afirmaciones de Liu Shao-chi tales
como el “entrelazamiento de las contradicciones internas del Partido y las de
fuera del Partido” y la “contradicción entre cuatro limpiezas y cuatro no
limpiezas”, y por primera vez estableció sin equívoco que “el blanco
principal del movimiento actual son aquellos dirigentes seguidores del camino
capitalista dentro del Partido”. Esta nueva conclusión a la que llegó el
Presidente Mao resumiendo la experiencia histórica de la dictadura del
proletariado en China y en otros países corrigió el rumbo del movimiento de
educación socialista y señaló la orientación para la gran revolución cultural
proletaria venidera.
Pasando revista a la historia de
este período, podemos comprender que, de ningún modo, es casual esta gran
revolución cultural proletaria en que han participado los centenares de
millones de integrantes de las masas revolucionarias. Ella es la consecuencia
inevitable de la prolongada y aguda lucha entre las dos clases, los dos caminos
y las dos líneas existentes en la sociedad socialista. Esta es “una gran
revolución política sostenida por el proletariado contra la burguesía y las
demás clases explotadoras; es la continuación de la prolongada lucha entre el
Partido Comunista de China y las amplias masas populares revolucionarias bajo
su dirección, de un lado, y los reaccionarios kuomintanistas, del otro, y es la
continuación de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía”.
El proletariado, los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior,
el Ejército Popular de Liberación, los cuadros revolucionarios y los
intelectuales revolucionarios de China, heroicos y decididos a seguir de cerca
al gran líder el Presidente Mao por el camino del socialismo, ya no podían
contenerse ante las actividades de restauración de Liu Shao-chi y su banda, y
una gran batalla de clases se hacia inevitable.
Justamente como lo señaló el
Presidente Mao en una conversación en febrero de 1967, “en el pasado
libramos luchas en las zonas rurales, en las fábricas, en los círculos
culturales, y realizamos el movimiento de educación socialista. Sin embargo,
todo esto no pudo resolver el problema, porque no habíamos encontrado una
forma, un medio para movilizar a las amplias masas de manera abierta, en todos
los terrenos y de abajo arriba para exponer nuestro lado oscuro”. Ahora
hemos encontrado tal forma, y ésta es la Gran Revolución Cultural Proletaria.
Solo movilizando a centenares de millones de integrantes de las masas en la
plena y franca exposición de opiniones, en el pleno uso del dazibao y en los
grandes debates, se logra desenmascarar a los renegados, agentes secretos y
dirigentes seguidores del camino capitalista infiltrados en el Partido, y hacer
añicos su conspiración de restaurar el capitalismo. Precisamente con la
participación de las amplias masas, se logró identificar la verdadera catadura
del renegado, agente enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi, como contrarrevolucionario
de viejo cuño. La XII Sesión Plenaria Ampliada del VIII Comité Central del
Partido decidió destituir a Liu Shao-chi de todos sus cargos dentro y fuera del
Partido y expulsarlo para siempre de él, lo que constituye una gran victoria de
los centenares de millones de integrantes de las masas. Esta gran revolución
cultural proletaria, que nuestro gran maestro el Presidente Mao ha iniciado y
dirige personalmente de acuerdo con la teoría sobre la continuación de la
revolución bajo la dictadura del proletariado, en verdad “es completamente
necesaria y muy oportuna”, es una nueva y gran contribución a la teoría y
práctica del marxismo-leninismo.
II. PROCESO DE LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
La presente Gran Revolución
Cultural Proletaria es una gran revolución política iniciada y dirigida
personalmente por nuestro gran líder el presidente Mao en las condiciones de la
dictadura del proletariado, una gran revolución en la superestructura. Tenemos
por objetivo aplastar el revisionismo, recuperar la parte del poder usurpada
por la burguesía, ejercer la dictadura total del proletariado en la
superestructura, incluidos todos los dominios de la cultura, consolidar y
fortalecer la base económica del socialismo y asegurar que nuestro país siga
avanzando a pasos agigantados por el camino socialista.
En la X Sesión Plenaria del VIII
Comité Central del Partido, celebrada en l962, el Presidente Mao señaló: “Para
derrocar el Poder político es siempre necesario, ante todo crear opinión
pública y trabajar en el terreno ideológico. Así proceden las clases
revolucionarias, y también las clases contrarrevolucionarias.” Con estas
palabras el Presidente Mao asestó un golpe certero a la camarilla revisionista
contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi. Fue justamente con el único objetivo de
preparar la opinión pública para derrocar la dictadura del proletariado que
esta camarilla se esforzó tan febrilmente por tomar en sus manos el campo
ideológico y la superestructura, ejerció una rabiosa dictadura
contrarrevolucionaria sobre el proletariado en los diversos departamentos
controlados por ella y difundió ampliamente hierbas venenosas. Para derribarla
en lo político también tuvimos que destruir, en primer término, su opinión
pública contrarrevolucionaria con la revolucionaria.
El Presidente Mao siempre ha
concedido gran importancia a la lucha ideológica. Desde la liberación de todo
el país, ha emprendido muchas campañas de crítica, como la crítica a la
película “La vida de Wu Sün”, a la camarilla contrarrevolucionaria de Ju Feng y
a la obra “El estudio de ‘El sueño del pabellón rojo’ ”. Esta vez, de nuevo fue
el Presidente Mao quien condujo a todo el Partido a atacar las posiciones de la
burguesía donde estaban atrincherados Liu Shao-chi y su pandilla. En su famosa
tesis “¿De dónde provienen las ideas correctas?” y otros documentos, el
Presidente Mao criticó el idealismo y la metafísica burgueses de Liu Shao-chi y
censuró a los departamentos controlados por éste, señalando que “hasta hoy,
‘los muertos’ reinan todavía” en los departamentos de arte y literatura,
que el Ministerio de Cultura, “si rehúsa transformarse, tiene que cambiar su
nombre por el de ministerio de emperadores y reyes, generales y cortesanos, de
letrados y beldades, o de extranjeros de museo”, y que el Ministerio de
Sanidad asimismo tenía que cambiar su nombre por “ministerio de sanidad al
servicio de los señores de la ciudad”. Respondiendo al llamado del
Presidente Mao, el proletariado desató la revolución primero en la ópera de
Pekín, el ballet y la música sinfónica, dominios considerados por los
terratenientes y la burguesía como sagrados e inviolables. Se trataba de una
lucha cuerpo a cuerpo. Pese a que Liu Shao-chi y su banda recurrieron a mil y
un medios para oponer resistencia y hacer sabotaje, el proletariado obtuvo al
fin importantes conquistas a través de arduos combates. De este modo, nacieron
una serie de espléndidas obras teatrales revolucionarias modelo y por fin se
irguieron en el escenario las heroicas imágenes de obreros, campesinos y
soldados. En seguida, el Presidente Mao inició la crítica a la pieza teatral
“La destitución de Jai Yui” y otras hierbas venenosas, apuntando directamente
contra la guarida de la camarilla revisionista: el antiguo Comité Municipal del
Partido en Pekín, hermético e impenetrable “reino independiente” controlado por
Liu Shao-chi.
La “Circular” del 16 de mayo de
1966, elaborada bajo la dirección personal del Presidente Mao, estableció la
teoría, la línea, los principios y la política para esta gran revolución
cultural proletaria, y constituye un gran programa para todo el movimiento.
Esta “Circular” criticó a fondo el “Informe esquemático de febrero” lanzado por
el cuartel general burgués de Liu Shao-chi para reprimir esta gran revolución,
y llamó a todo el Partido y pueblo a apuntar el arco contra los representantes
de la burguesía infiltrados en el Partido y prestar especial atención a
descubrir a “gente tipo Jruschov” que “todavía anida a nuestro lado”.
Esta fue una gran orden de movilización dada a todo el pueblo para emprender
una gran revolución política. El Grupo de la Revolución Cultural Dependiente
del Comité Central, creado de acuerdo con la decisión de la “Circular”, ha
aplicado resueltamente la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao.
Guiadas por la línea revolucionaria
proletaria del Presidente Mao, las grandes masas revolucionarias se lanzaron al
combate. En la Universidad de Pekín, se escribió un dazibao en respuesta al
llamamiento del Comité Central, y rápidamente se extendieron por todo el país
los dazibao de crítica a la ideología reaccionaria burguesa. Acto seguido,
contingentes de guardias rojos surgieron en oleadas, y los adolescentes y
jóvenes revolucionarios se convirtieron en valientes desbrozadores del camino.
La camarilla de Liu Shao-chi quedó desconcertada, se apresuró a lanzar la línea
reaccionaria burguesa y reprimió cruelmente el movimiento revolucionario de los
jóvenes estudiantes. Sin embargo, no alcanzó a ganar mucho tiempo para mantener
su precaria existencia. Convocada y presidida por el Presidente Mao, se celebró
la XI Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido. En ella, se aprobó
un documento programático: la “Decisión del Comité Central del Partido
Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria” (o sea, la “Decisión
de 16 Puntos”). El presidente Mao dio a conocer el dazibao “Cañonear el cuartel
general”, en el que destapó al cuartel general burgués de Liu Shao-chi. En una
carta a los guardias rojos, el Presidente Mao señaló que las acciones
revolucionarias de los guardias rojos “manifiestan la indignación y la
condenación contra la clase terrateniente, la burguesía, el imperialismo, el
revisionismo y sus lacayos, quienes explotan y oprimen a los obreros,
campesinos, intelectuales revolucionarios y partidos y grupos revolucionarios,
y testimonian que se justifica la rebelión contra los reaccionarios; les
expreso mi caluroso apoyo”. Acto seguido, en la Plaza Tien An Men de la
capital, el Presidente Mao recibió en 8 ocasiones a 13 millones de guardias
rojos y otros integrantes de las masas revolucionarias venidos de todos los
lugares del país, lo que estimuló la voluntad de combate revolucionaria de todo
el pueblo. Los movimientos revolucionarios de obreros y campesinos y el
movimiento de funcionarios revolucionarios de las instituciones oficiales se
desarrollaron con rapidez. Como ardientes llamas devorando la pradera y como
millares de cañones tronando al unísono, se multiplicaron los dazibao; por todo
el país retumbó la consigna: “Se justifica la rebelión contra los
reaccionarios”. Así, los centenares de millones de las masas desplegaron
con gran ímpetu el combate para cañonear el cuartel general burgués de Liu
Shao-chi.
Ninguna clase reaccionaria se
retira por su propia voluntad del escenario de la historia. Cuando la
revolución tocó la parte del poder usurpada por la burguesía, la lucha de
clases se hizo más aguda. Después de la caída de Liu Shao-chi, su camarilla
revisionista y sus agentes en diversos lugares, cambiando una y otra vez de
táctica, lanzaron la consigna de “sospechar de todo” y “derribar a todos”,
consigna “izquierdista” en la forma y derechista en esencia, con el vano
intento de continuar atacando a muchos para proteger a un puñado: a sí mismo.
Además, crearon divisiones entre las masas revolucionarias, manipularon y
embaucaron a una parte de las masas para protegerse. Y cuando estos complots
fueron destrozados por los revolucionarios proletarios, emprendieron otra
frenética contraofensiva: la contracorriente que tuvo lugar en el invierno de
1966 y la primavera de 1967.
Esta contracorriente estaba
dirigida contra el cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao.
Su programa general no perseguía otro propósito que invalidar las resoluciones
aprobadas por la XI Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido, revocar
el justo veredicto sobre el ya derribado cuartel general burgués acaudillado
por Liu Shao-chi y sobre la línea reaccionaria burguesa desacreditada por la
crítica de las grandes masas y reprimir y vengarse del movimiento revolucionario
de masas. Sin embargo, al ser seriamente criticada por el Presidente Mao y
tropezar con la resistencia de las grandes masas revolucionarias, esa
contracorriente no logró detener el impetuoso avance de la corriente principal
del movimiento revolucionario de masas.
Los repetidos zigzags y vueltas y
revueltas en el curso del movimiento revolucionario hicieron comprender mejor a
las grandes masas la importancia del Poder. Para Liu Shao-chi y su banda era
posible perpetrar fechorías principalmente porque habían usurpado el poder del
proletariado en muchas entidades y lugares; las masas revolucionarias eran
reprimidas principalmente porque allí el poder no estaba en manos del
proletariado. En algunas entidades que aparentemente eran del sistema de propiedad
socialista, la dirección real fue usurpada por un puñado de renegados, agentes
secretos y dirigentes seguidores del camino capitalista o aún estaba en manos
de los antiguos capitalistas. Sobre todo, cuando los dirigentes seguidores del
camino capitalista desencadenaron el siniestro viento del criminal economismo
contrarrevolucionario después que fracasaron en su complot para reprimir la
revolución so pretexto de “empeñarse en la producción”, las amplias masas
llegaron a comprender con mayor claridad que solo recuperando el poder perdido,
podrían derrotar radicalmente a los dirigentes seguidores del camino
capitalista. Dirigida por el Presidente Mao y el cuartel general proletario
encabezado por él y con su apoyo, la clase obrera de Shanghai, que posee tradición
revolucionaria, se adelantó valientemente y, unida con las amplias masas y
cuadros revolucionarios, en enero de 1967 arrebató desde abajo el poder a los
dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del antiguo Comité
Municipal del Partido y el anterior Comité Popular Municipal.
El Presidente Mao sintetizó
oportunamente la experiencia de la tempestad revolucionaria de enero en
Shanghai y lanzó a toda la nación el siguiente llamamiento: “¡Revolucionarios
proletarios, uníos para arrebatar el poder al puñado de dirigentes seguidores
del camino capitalista dentro del Partido!” Luego, impartió otra
instrucción: “El Ejército Popular de Liberación debe apoyar a las amplias
masas de la izquierda.” A continuación, el Presidente Mao sintetizó las
experiencias de Jeilungchiang y de otras
provincias y municipios y formuló los principios y la política para el
establecimiento del comité revolucionario, en que participan representantes de
los cuadros revolucionarios, representantes del Ejército Popular de Liberación
y representantes de las masas revolucionarias, y que constituye una triple
integración revolucionaria. Esto impulsó la lucha por recuperar el poder en
todo el país.
La lucha entre el proletariado y la
burguesía por la toma y la contratoma del poder es una lucha de vida o muerte.
Durante un año y nueve meses, desde la tempestad revolucionaria de enero de
1967 en Shanghai hasta el establecimiento de los comités revolucionarios del
Tibet y Sinchiang en septiembre de 1968, una y otra vez las dos clases y las
dos líneas midieron fuerzas en lo político, la ideología proletaria y la
ideología no proletaria sostuvieron una enconada lucha, y una situación
sumamente complicada hizo su aparición. Sucedió precisamente como ha señalado
el Presidente Mao: “En el pasado, combatimos por el sur y el norte; era
relativamente fácil hacer tales guerras, pues el enemigo era evidente. Esta
gran revolución cultural proletaria es mucho más difícil que ese tipo de guerra.”
“El problema está en que se confunden los que han cometido errores
ideológicos y aquellos cuyas contradicciones con nosotros son las que existen
entre nosotros y el enemigo, y es difícil por un tiempo diferenciarlos.” No
obstante, gracias a la sabia dirección del Presidente Mao, logramos por fin
superar esta dificultad. En el verano de 1967, el Presidente Mao efectuó una
gira de inspección por el sur y el norte del rio Yangtsé, y emitió
instrucciones de suma importancia, que condujeron a las grandes masas
revolucionarias a distinguir gradualmente las contradicciones entre nosotros y
el enemigo de las existentes en el seno del pueblo y a dar nuevos pasos en la
realización de la gran alianza revolucionaria y la triple integración
revolucionaria y encaminaron a quienes tenían ideas pequeñoburguesas hacia el rumbo
de la revolución proletaria. Como consecuencia de ello, en el curso de esta
lucha el enemigo quedó desconcertado y las amplias masas se templaron.
El puñado de renegados y agentes
secretos, de aquellos que, entre los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios,
elementos nocivos y derechistas no se han transformado, contrarrevolucionarios
activos, y arribistas y elementos burgueses de doble faz, ocultos entre las
masas, no salen a luz sino en determinado clima. En el verano de 1967 y la primavera
de 1968, semejantes elementos desataron desde la derecha y la extrema
“izquierda” otro siniestro viento reaccionario de rehabilitación. Dirigieron la
punta de su lanza contra el cuartel general proletario encabezado por el
Presidente Mao, el Ejército Popular de Liberación y los comités revolucionarios
recién nacidos, y, al mismo tiempo, incitaron a las masas a pelear entre sí y
organizaron grupos conspiradores contrarrevolucionarios con el vano intento de
usurpar nuevamente el poder al proletariado. Sin embargo, al igual que su
cabecilla Liu Shao-chi, este puñado de elementos malvados fueron finalmente
desenmascarados. Esta fue una importante victoria de la Gran Revolución
Cultural Proletaria.
LA GRAN REVOLUCIÓN
CULTURAL RESPLANDECERÁ SIEMPRE
En
conmemoración del X aniversario de la “Circular” impartida el 16 de mayo de
1966 por el Comité Central del Partido Comunista de China
por
las Redacciones de “Renmin Ribao”, “Hongqi” y “Jiefangjun Bao”
Hace diez años, bajo la dirección personal de nuestro gran líder el Presidente Mao. se redactó la
"Circular" del 16 de Mayo del Comité Central del Partido Comunista de
China. Este brillante documento marxista tocó la clarinada de avance para la
Gran Revolución Cultural Proletaria e iluminó su trayectoria triunfal. Hoy, al
celebrar calurosamente el X aniversario de la Gran Revolución Cultural y
estudiar de nuevo la "Circular" en momentos en que hemos logrado
grandes victorias en la lucha por criticar a Teng Siao-ping y contragolpear el
viento derechista destinado a revocar veredictos justos, comprendemos más a
fondo la necesidad de esta revolución y su importancia trascendental y tenemos
mayor confianza para empeñarnos en la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado.
La "Circular"
nació en medio de la enconada lucha entre el cuartel general proletario
encabezado por el Presidente Mao y el cuartel general burgués acaudillado por
Liu Shao-chi. Criticó en forma penetrante la línea revisionista
contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi, puso al desnudo la esencia reaccionaria
del "informe esquemático de febrero"[3], refutó toda clase de
absurdos planteados. por los seguidores del camino capitalista dentro del
Partido en contra de la Gran Revolución Cultural, armó a todo el Partido con la
teoría marxista-leninista sobre la lucha de clases y la dictadura del
proletariado y nos exhortó a poner en evidencia y criticar a los representantes
de la burguesía en el seno del Partido y a recuperar aquella parte de la
dirección por ellos usurpada. La redacción de la "Circular" proclamó
la bancarrota del "informe esquemático de febrero". Desde entonces se
desplegó impetuosamente la Gran Revolución Cultural Proletaria.
El Presidente Mao indicó: "Es
imprescindible realizar la Gran Revolución Cultural Proletaria". Esta gran revolución, largamente
preparada, fue la consecuencia inevitable de la aguda lucha entre las dos
clases, los dos caminos y las dos líneas. Durante muchos años, el renegado,
agente enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi y compañía impulsaron frenéticamente
la línea revisionista contrarrevolucionaria y se obstinaron en seguir el camino
capitalista. Se opusieron con todo su ser a la línea revolucionaria del
Presidente Mao en los diversos frentes, desde afirmar que los capitalistas
"tienen mérito por su explotación" y afirmar "la consolidación
del orden de nueva democracia" hasta reducir drásticamente el número de
cooperativas y llevar a la práctica el “san
zi yi bao[4]”,
desde poner por las nubes las películas reaccionarias Historia intima de la corte Ching y La vida de Wu Sin hasta
oponerse a la crítica de la ópera La
destitución de Jai Yui. El cuartel general burgués de Liu Shao-chi
controló, por un período, el poder del Partido y del trabajo cultural y
propagandístico así como también el poder en muchos lugares. En los
departamentos ideológicos y culturales manipulados por ellos, el capitalismo
desbordó, el revisionismo se tornó desenfrenado y los monstruos y demonios
salieron a campear en masa de sus guaridas e infestaron nuestra prensa,
radiodifusión, libros y obras literarias y artísticas de toda
índole. En algunos dominios de la superestructura surgió una grave situación en que la burguesía
ejercía dictadura sobre el proletariado. Ellos realizaron un esfuerzo supremo
por practicar el incentivo material y poner al mando los premios pecuniarios,
incitando así a la gente a tomar el camino capitalista. En una mayoría bastante
grande de las fábricas y empresas, la dirección no estaba en manos de los
genuinos marxistas ni de las masas obreras. Nuestra base económica socialista
no se hallaba sólida. De no haberse hecho la Gran Revolución Cultural, no
habría hecho falta mucho tiempo para que se produjera fatalmente una
restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, se transformara nuestro
Partido en partido revisionista y todo el país cambiara de color.
Con gran perspicacia marxista-leninista, el
Presidente Mao se percató a tiempo del serio peligro de una posible subversión
de la dictadura del proletariado por parte de los seguidores del camino
capitalista dentro del Partido. En la "Circular", el Presidente Mao
indicó: "Los representantes de la burguesía que se han infiltrado en el
Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales, son un
grupo de revisionistas contrarrevolucionarios, quienes tomarán el Poder y
convertirán la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía cuando
se les presente la oportunidad". En la lucha por contragolpear el
viento revocatorio derechista, el Presidente Mao ha señalado además: "Se
está haciendo la revolución socialista, sin embargo, no se comprende dónde está
la burguesía. Está justamente dentro del Partido Comunista; se trata de los
dirigentes seguidores del camino capitalista en el Partido. Los seguidores del
camino capitalista siguen todavía su camino". En estas importantes instrucciones, el Presidente Mao ha analizado
a fondo los cambios operados en las relaciones entre las clases y las
características de la lucha de clases en el período del socialismo y ha
formulado la tesis científica de que la burguesía está dentro del Partido
Comunista, desarrollando así el marxismo-leninismo y señalando con mayor
claridad el rumbo por el cual debemos continuar la revolución bajo la dictadura
del proletariado.
Desde hace 10 años, hemos venido librando
luchas contra Liu Shao-chi, Lin Piao y Teng Siao-ping. Todas estas luchas
corroboran que la burguesía está, en efecto, en el seno del Partido Comunista.
Los seguidores del camino capitalista dentro del Partido constituyen la fuerza
principal de la que se vale la burguesía para medir fuerzas con el proletariado
e intentar una restauración del capitalismo. Aquí la cuestión clave reside en
que ellos son dirigentes seguidores del camino capitalista, infiltrados en los
organismos de la dictadura del proletariado. Cabecillas de la línea
revisionista, tales como Liu Shao-chi, Lin Piao y Teng Siao-ping, ostentan
todos una parte muy grande del poder del Partido y del Estado, pueden convertir
los instrumentos de la dictadura del proletariado en instrumentos para ejercer
dictadura sobre el proletariado y, por lo tanto, son más poderosos que la
burguesía fuera del Partido en sus actividades restauracionistas. Ellos pueden
aprovecharse del poder en sus manos para reclutar desertores y renegados,
formar pandillas para servir sus fines particulares, montar un cuartel general
burgués y cocinar y promover de arriba abajo una línea revisionista. Ellos
pueden reforzar y ampliar el derecho burgués, proteger sus propios intereses,
es decir, los de los "altos funcionarios" que practican el
revisionismo, apropiarse de gran cantidad de riquezas sociales y derrocharlas,
practicar con toda energía el capitalismo y minar y desintegrar las relaciones
de producción socialistas. Amparándose siempre bajo el rótulo de
marxismo-leninismo y enarbolando todo tipo de estandartes, mantienen en
ignorancia y engañan temporalmente a una parte de las personas que no
comprenden la verdadera situación y carecen de un nivel alto de conciencia
política, y las inducen a seguir su línea revisionista. En resumidas cuentas,
ellos son representantes políticos de la burguesía, son caudillos de todas las
fuerzas y grupos sociales que resisten a la revolución socialista y que son
hostiles y saboteadores de la edificación socialista en su medición de fuerzas
con el proletariado.
Teng Siao-ping, el máximo seguidor del camino
capitalista, es precisamente el caudillo del frenético desencadenamiento del
reciente viento revocatorio derechista hasta el incidente político
contrarrevolucionario ocurrido en la plaza Tien An Men. Antes de la Gran
Revolución Cultural, él fue el cabecilla número dos del cuartel general burgués
de Liu Shao-chi. La Gran Revolución Cultural aplastó el cuartel general burgués
de Liu Shao-chi y el de Lin Piao y, cuando Teng Siao-ping fue criticado por las
masas profirió un montón de palabras tales como "arrepentimiento y
enmienda" y "nunca intentar revocar los veredictos". Sin
embargo, tan pronto como retornó al puesto de trabajo y tomó en sus manos
grandes poderes, arrojó su disfraz, desplegó con un odio decuplicado y una
furia centuplicada toda su experiencia en la lucha política
contrarrevolucionaria, y lanzó ataques organizados y planeados contra el
Partido con un programa establecido y una opinión pública preparada, enfilando
su punta de lanza hacia el gran líder el Presidente Mao.
"Tomar las tres instrucciones como
clave" es el programa político de Teng Siao-ping en su esfuerzo por
revocar veredictos justos y protagonizar la
restauración. Este programa revisionista preconiza la teoría de la extinción de
la lucha de clases y la teoría de las fuerzas productivas, se opone a tomar
como clave la lucha de clases y niega la línea fundamental del Partido y la
necesidad de la Gran Revolución Cultural. Teng Siao-ping pretendió imponerlo a
todo el Partido y todo el pueblo como "programa general para todos los
trabajos" en un largo período venidero, con el fin de abrir camino para la
restauración del capitalismo en todos los campos.
"Conquistar la posición ideológica"
constituye los preparativos de Teng Siao-ping para configurar una opinión
pública a favor de sus afanes revocatorios y restauracionistas. Después que él
subió al Poder, particularmente desde los meses de julio, agosto y septiembre del
año pasado, en la sociedad aparecieron por todas partes rumores políticos y se pusieron en boga afirmaciones extravagantes y absurdas, que
tenían a Teng Siao-ping como fuente principal y eran fabricados por la agencia
de rumores de Teng. Él y sus acólitos apelaron a toda especie de viles recursos
para preparar celosamente una opinión pública contrarrevolucionaria, confundir
la conciencia de la gente, provocar escisiones y apuntar sus dardos contra el
Comité Central del Partido que encabeza el Presidente Mao, y agitaron banderolas y armaron algazaras en favor de la
tentativa de Teng Siao-ping de usurpar la dirección del Partido y arrebatar el
Poder político.
"Ocuparse, ante todo, de los cuerpos
dirigentes" es una medida organizativa de Teng Siao-ping para sus
actividades revocatorias y restauracionistas. Él se oponía a los cuerpos
dirigentes revolucionarios de triple integración, atacaba y excluía a los
cuadros de edad avanzada, de edad mediana y jóvenes que se adhieren a la línea
revolucionaria del Presidente Mao, enrolaba y daba importantes cargos a los
seguidores del camino capitalista reacios a enmendarse, y aparejaba
"legiones de retorno al hogar" para cancelar veredictos justos y
efectuar la restauración. Se esforzaba al máximo por mantener en el Partido a
los renegados y agentes secretos enemigos identificados durante la Gran
Revolución Cultural para que éstos se alzaran de nuevo en el futuro.
"Rectificación en todos los aspectos"
es el plan de acción de Teng Siao-ping para anular veredictos justos y
perpetrar la restauración. Apenas dictada la orden para la rectificación, se
levantó inmediatamente un siniestro viento revocatorio. Con su
"rectificación" Teng Siao-ping intentó eliminar, sin excepción, la
línea y las políticas revolucionarias del Presidente Mao, los frutos de la Gran
Revolución Cultural y la superioridad del sistema socialista. La llamada
rectificación significa, en esencia, el ataque de la burguesía contra el
proletariado y la restauración del capitalismo.
Todo este proceder de Teng Siao-ping constituye
la continuación y el desarrollo del reaccionario "informe esquemático de
febrero" criticado ya hace tiempo por el Presidente Mao en la
"Circular". Su programa de "tomar las tres instrucciones como
clave" es una variante de esa línea revisionista, advertida en la
"Circular", que "niega por completo que la historia de la
humanidad, durante milenios, es la historia de la lucha de clases. Niega por
completo la lucha de clases del
proletariado contra la burguesía, la revolución del proletariado contra
la burguesía y su dictadura sobre ella". La "Circular" denunció a Peng Chen por difundir
deliberadamente rumores para desviar el rumbo de la lucha y lo fustigó por su
intento de atacar a la izquierda proletaria y proteger a la derecha burguesa
mediante una "campaña de rectificación" planteada por él. Teng
Siao-ping ha ido todavía más lejos en sus actuaciones. La línea de Teng
Siao-ping es la continuación de la línea revisionista contrarrevolucionaria de
Liu Shao-chi y Lin Piao. De proceder según esa línea, se echarían por tierra
los frutos no solo de la Gran Revolución Cultural, sino también de toda la
revolución china. El camino capitalista por él seguido lleva precisamente de
retorno a la vieja China semicolonial y semifeudal y a convertir el país en un
apéndice del imperialismo y el socialimperialismo. Tal como indicó el
Presidente Mao en la "Circular", al criticar a los representantes de
la burguesía, "ellos son fieles lacayos de la burguesía y el
imperialismo y, asociados con éstos, insisten en la ideología burguesa de la
opresión y explotación al proletariado y en el sistema social capitalista, y
combaten la ideología marxista-leninista y el sistema socialista". "La
lucha que libran contra nosotros es una lucha a muerte y en ella no cabe
ninguna igualdad. Por lo tanto, nuestra lucha contra ellos tiene que ser
también una lucha a muerte".
El gran mérito histórico de la Gran Revolución
Cultural Proletaria, iniciada y dirigida personalmente por el Presidente Mao,
consiste precisamente en frustrar en forma oportuna y resuelta los complots de
la burguesía de dentro del Partido encaminados a la restauración; criticar su
línea revisionista contrarrevolucionaria, recuperar aquella parte de la
dirección del Partido y el Estado por ella usurpada y garantizar el continuo avance
de nuestro país a lo largo de la línea revolucionaria del Presidente Mao;
consiste precisamente en resolver, tanto en lo teórico como en lo práctico, el
problema cardinal de consolidar la dictadura del proletariado y prevenir la
restauración del capitalismo, problema con el que se enfrenta el movimiento
comunista internacional contemporáneo. Centenares de millones de obreros,
campesinos y soldados, cuadros e intelectuales revolucionarios han ido
comprendiendo cada vez más profundamente que la Gran Revolución Cultural "es
completamente necesaria y muy oportuna". Ellos aclaman con fervor: "¡Es magnífica la Gran Revolución
Cultural!" Solo los seguidores del camino capitalista reacios a la
corrección como Teng Siao-ping abrigan un odio implacable hacia ella. Teng
Siao-ping porfió obstinadamente por revocar los veredictos justos sobre la Gran
Revolución Cultural y ajustarle las cuentas, sus acciones ofendieron a la gran
mayoría, y la gran mayoría del pueblo no las aprueba ni las permite. "Revocar
veredictos justos va en contra de la voluntad del pueblo". La voluntad del pueblo, la voluntad
del Partido y la voluntad de sus militantes exigen continuar la revolución y se
oponen a la restauración y el retroceso. Es justamente por esta razón que la
gran lucha, iniciada y dirigida personalmente por el Presidente Mao, para contragolpear
el viento revocatorio derechista se ha granjeado el caluroso apoyo de todo el
Partido, todo el ejército y todo el pueblo del país, ha respondido plenamente a
la voluntad popular y ha llenado de satisfacción al pueblo. Muy aislados, los
elementos que intentaban revocar los veredictos justos y ajustar las cuentas,
se hundieron rápidamente en el fracaso.
Hemos obtenido ya grandes victorias, pero la
lucha todavía no termina. Aún es preciso profundizar la lucha por criticar la
línea revisionista contrarrevolucionaria de Teng Siao-ping. No debemos relajar
jamás nuestra voluntad de combate. El puñado de enemigos de clase no
se resignarán a su derrota. Escarmentando en sus propias derrotas, están estudiando tácticas y tretas
con las que enfrentarnos. El pueblo revolucionario debe tener una clara
comprensión de esto.
El Presidente Mao señaló: "Lenin habló
de un Estado burgués sin capitalistas construido para proteger el derecho
burgués. Nosotros mismos hemos construido un Estado como ese, en que las cosas
no difieren mucho de las de la vieja sociedad, pues hay jerarquización y rigen
un sistema salarial de ocho categorías, la distribución según el trabajo y el
intercambio de valores iguales".
Dado que subsiste tal estado de las cosas, subsisten clases, contradicciones
de clase y lucha de clases, y subsisten las influencias de la burguesía y del
imperialismo y el revisionismo internacionales; que "los seguidores del
camino capitalista siguen todavía su camino" constituirá un fenómeno histórico de larga duración. Ya en el I
aniversario de la aparición de la "Circular", el Presidente Mao nos
advirtió: "La actual Gran Revolución Cultural es solo la primera, y en
el futuro habrá sin duda muchas otras". En la lucha por contraatacar el viento revocatorio derechista, el
Presidente Mao ha señalado una vez más: "Luego de la revolución
democrática, los obreros, los campesinos pobres y campesinos medios inferiores
no se han detenido y quieren hacer la revolución. En cambio, una parte de los
militantes del Partido se muestran renuentes a seguir adelante, y algunos han
retrocedido y se han puesto contra la revolución. ¿Por qué? Porque éstos, como
altos funcionarios que han llegado a ser, buscan proteger los intereses de los
altos funcionarios". "¿Será todavía necesario hacer la
revolución al cabo de cien años? ¿Y al cabo de mil años? Siempre existirá esa
necesidad. Siempre habrá una parte de gente que se sienta oprimida. Los
pequeños funcionarios, los estudiantes, los obreros, los campesinos y los
soldados no se conforman con la opresión que les imponen los grandes
personajes, y por consiguiente quieren hacer la revolución. ¿No se verán
contradicciones cuando hayan pasado diez mil años? ¡Cómo no! Sin duda se verán". Por lo tanto, con respecto a la
lucha contra los seguidores del camino capitalista y a la continuación de la
revolución bajo la dictadura del proletariado, debemos estar preparados en lo
ideológico para luchar durante largo tiempo.
El Presidente Mao ya dijo a comienzos de este
año: "Sin lucha es imposible avanzar". "Siendo 800 millones,
¡¿podemos prescindir de la lucha?!".
Los diez años de la Gran Revolución Cultural Proletaria son una década en
que hemos avanzado en medio de la lucha y en que nuestro país ha experimentado
gigantescos cambios. Al estudiar, en el curso de la lucha, el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, el pueblo en sus centenares de
millones ha elevado considerablemente su conciencia sobre combatir y prevenir
el revisionismo y sobre continuar la revolución, y la línea revolucionaria
proletaria del Presidente Mao ha arraigado más profundamente en el corazón del
pueblo.
Nuestro Partido se ha hecho más firme y más
vigoroso después de desechar lo viejo y asimilar lo nuevo. Al realizar el
trabajo de apoyar a la industria y la agricultura, de apoyar a las grandes
masas de izquierda, de ejercer control militar y de dar instrucción política y
militar, nuestro ejército ha recibido nuevo temple, ha prestado nuevos
servicios meritorios al pueblo y se ha tornado más poderoso. Participando en la
lucha por defender la patria y en la lucha de clases en la sociedad, las
grandes masas de milicianos han contribuido a la consolidación de la dictadura
del proletariado. Los cuerpos dirigentes a todos los niveles son organizados
según el principio de triple integración de cuadros de edad avanzada, de edad
mediana y jóvenes; decenas de millones de continuadores de la causa
revolucionaria del proletariado se forjan y maduran en el fragor de la lucha y
a la luz de los cinco requisitos formulados por el Presidente Mao. La
revolución socialista en la educación, en el arte y la literatura, en el
trabajo médico y sanitario y en el frente de la ciencia y la tecnología avanza
a grandes pasos en la enconada lucha entre las dos líneas. Gran número de
jóvenes instruidos van con entusiasmo a radicarse en las zonas rurales, y los
cuadros a los diversos niveles perseveran en seguir el camino del 7 de mayo. Se
desarrollan con vigor los movimientos de masas por aprender de Tachai en la
agricultura y aprender de Taching en la industria. Ascienden día a día la
producción industrial y agrícola y la economía nacional en su conjunto.
Floreciendo con lozanía, la gran patria ofrece un panorama de prosperidad. La
Gran Revolución Cultural Proletaria ha liberado aún más la fuerza de los centenares
de millones de personas, y el inmenso poderío que ahora ella solo acaba de
desplegar logrará revelarse a mayor plenitud a medida de la profundización de
la revolución.
Debemos proseguir nuestra marcha triunfal y
desarrollar la excelente situación. Las vastas masas de militantes del Partido,
cuadros y otras personas deben estudiar a conciencia la serie de importantes
instrucciones del Presidente Mao acerca de la Gran Revolución Cultural y el
contraataque al viento revocatorio derechista, estudiar la teoría sobre la
continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, tener una
clara comprensión de la cuestión de dónde está la burguesía y de la necesidad
de ejercer la dictadura omnímoda sobre la burguesía, combatir y prevenir
persistentemente el revisionismo y continuar la revolución. Es imperativo
comprender a fondo las brillantes victorias y la importante significación de la
Gran Revolución Cultural, respaldar con pleno entusiasmo las nuevas cosas
socialistas, y consolidar y desarrollar los victoriosos frutos de la Gran
Revolución Cultural. Es menester profundizar la crítica a Teng Siao-ping,
contraatacar el viento revocatorio derechista y asestar resueltos golpes a las
actividades de sabotaje contrarrevolucionarias. Hay que unir, con el objetivo
general de crítica a Teng Siao-ping, a más del 95% de los cuadros y las masas,
y seguir realizando bien la revolución tanto en la superestructura como en la
base económica. Hay que empeñarse en la revolución y promover la producción,
el trabajo y los preparativos para enfrentar la guerra, y empujar adelante sin cesar la construcción socialista en
los diversos terrenos.
Los proletarios somos optimistas revolucionarios. Creemos en la dialéctica. Estamos firmemente
convencidos de que "el reemplazo de lo viejo por lo nuevo es una ley
universal, eterna e ineludible" (Mao Tsetung: Sobre la contradicción.) Por muy zigzagueante que sea el camino de
la revolución y por muchos que sean los altibajos que ésta ha de experimentar,
la verdad del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung es irresistible, y las
masas populares que representan más del 95% de la población quieren
invariablemente hacer la revolución. La revolución vencerá, sin duda alguna, a
la reacción y lo naciente superará a ciencia cierta lo caduco, he aquí una ley
de la historia. Apenas ha pasado algo más de un siglo desde que nació el
marxismo, y el viejo mundo ya ha sido hecho añicos. Hoy día, el capitalismo y
el revisionismo se hallan en declinación y decadencia aún mayores igual que
"el sol poniente en medio del viento del oeste". Todos los payasos
que actúan en contra de la corriente de la historia, pueden imponerse por un
momento, pero al fin y al cabo serán barridos por el pueblo al basurero de la
historia. Precisamente como lo afirmaron Marx y Engels, "su hundimiento [de la burguesía] y la victoria del
proletariado son igualmente inevitables" (Manifiesto del Partido
Comunista). En este momento en que celebramos el X aniversario de la
emisión de la "Circular", al echar una mirada retrospectiva a la
trayectoria de combate de la Gran Revolución Cultural, tender nuestra vista
sobre la excelente situación en que orioles cantan y danzan golondrinas y
vislumbrar las luminosas perspectivas del mundo que está siendo puesto al
revés, nos sentimos llenos de orgullo revolucionario y, bajo la dirección del
Comité Central del Partido encabezado por el Presidente Mao, estamos decididos
a tomar con perseverancia la lucha de clases como clave y llevar hasta el final
la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado.
¡Es invencible la línea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao e irresistible nuestro avance!
¡La Gran Revolución
Cultural Proletaria resplandecerá siempre!
(16
de mayo de 1976. PEKIN INFORMA N° 21 de 1976)
¡GLORIA ETERNA AL PRESIDENTE MAO TSETUNG!
En miles de años de
incesante lucha por pasar del reino de la necesidad al de la libertad, la
humanidad generó la clase obrera y ésta, con su fuerza inagotable y creciente
ha dado el marxismo-leninismo sintetizado en Marx y Engels, en Lenin y Stalin.
Así desde el surgimiento del marxismo, la clase obrera, los pueblos oprimidos y
la humanidad entera tienen una meta y una esperanza: construir la nueva
sociedad, la sociedad comunista hacia la cual marchan “con una fe vehemente y
activa”.
En la época del imperialismo o del capitalismo
monopolista, parasitario y agonizante, época en que la clase obrera por la
fuerza de sus manos armadas conquista el poder y en que las crecientes y
furiosas olas de la liberación nacional barren la opresión imperialista, se
desarrolla la revolución china que enseña y asombra al mundo. En este crisol
histórico la clase obrera internacional se concretó en el Presidente Mao
Tsetung, quien en 1921 fundó el Partido Comunista de China, la vanguardia
organizada que condujo la revolución de nueva democracia triunfalmente
culminada con la fundación de la República Popular China, el Partido que hoy
mediante la Gran Revolución Cultural Proletaria desarrolla la Revolución
Socialista y fortalece la dictadura del proletariado.
Así emergió el Pensamiento Mao Tsetung. Así el
marxismo-leninismo encontró el camino para guiar e incorporar a los pueblos
oprimidos al torrente irrefrenable de la revolución mundial. Así el
marxismo-leninismo encontró el camino para desarrollar ininterrumpidamente la
Revolución Socialista y marchar hacia su futura meta inexorable, la sociedad
comunista.
En este grandioso marco de lucha de clases en su gran
patria y en el mundo, el Presidente Mao Tsetung heredó, defendió y desarrolló
el marxismo-leninismo, lo defendió contra el revisionismo que hoy,
desenmascarado como socialimperialismo soviético, es la principal fuente de
guerra en la actualidad. Y lo desarrolló en todos sus campos elevándolo a su
situación actual de marxismo-leninismo-Pensamiento Mao Tsetung. Así el
marxismo, en las llamas de la lucha de clases y la acción de los grandes
maestros del proletariado, devino marxismo-leninismo y éste en
marxismo-leninismo-Pensamiento Mao Tsetung. En consecuencia, hoy, ser marxista
es adherir al marxismo-leninismo-Pensamiento Mao Tsetung.
¡El Presidente Mao Tsetung ha muerto! Su gran corazón ha
dejado de latir, su pulso se ha detenido y su vida se ha apagado. Un profundo
dolor denso y pesado cae sobre la clase obrera y los pueblos oprimidos de la
Tierra y las rojas banderas a media asta doblan en duelo universal. El gran
maestro del proletariado internacional ha dejado existir y su insondable
ausencia se siente en todo el mundo, es la gran ausencia que nos dejó Marx, es
la gran ausencia que nos dejó Lenin, mas ayer como hoy la clase obrera y las
masas populares, convirtiendo su dolor en fuerza y a través de la tormenta,
proseguirá hacia su meta luminosa enarbolando siempre las invictas banderas de
Marx, Lenin y Mao Tsetung.
Las Organizaciones Adheridas a Mariátegui en esta hora de
dolor expresan al pueblo chino, a la clase obrera china y al grande, glorioso y
correcto Partido Comunista de China su más profundo pesar por el fallecimiento
del Presidente Mao Tsetung, gran maestro de la clase obrera internacional, de
los pueblos oprimidos del mundo y de la revolución mundial, cuyo pensamiento
ilumina el mundo y lo iluminará siempre.
¡GLORIA ETERNA AL PRESIDENTE MAO TSETUNG!
Comité
Coordinador
Lima,
18 de Septiembre de 1976.
Organizaciones Adheridas a
Mariátegui
[1]* Este artículo está tomado de un editorial
escrito por el camarada Mao Tse-tung para Renmin
Ribao.
[2]* Carta del camarada Mao Tse-tung a los
camaradas del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y
a otros camaradas interesados.
[3]* El "informe esquemático de febrero" se
refiere al "informe esquemático sobre las actuales discusiones académicas
del grupo de los cinco a cargo de la revolución cultural" que fue distribuido
en todo el Partido el 12 de febrero de 1966 por el elemento revisionista
contrarrevolucionario Peng Chen con métodos anormales, en forma arbitraria,
abusando de sus atribuciones y usurpando el nombre del Comité Central. Este
informe esquemático se opone a llevar hasta el fin la revolución socialista, se
opone a la línea definida por el Comité Central del Partido encabezado por el
camarada Mao Tse-tung para la revolución cultural, ataca a la izquierda
proletaria y escuda a la derecha burguesa y prepara la opinión pública para la
restauración de la burguesía. Dicho informe es un reflejo de la ideología
burguesa en el Partido y es totalmente revisionista.
[4]** San zi yi bao
significa el aumento de tierras de uso privado, de mercados libres y de
empresas responsables de sus propias ganancias o pérdidas, y la fijación de
cuotas de producción agrícola en base a la familia.