CONTENIDO Y SIGNIFICADO DE LA
G.R.C.P.
La
presente edición culmina una serie de números de “Voz Popular“ dedicados a la
Gran Revolución Cultural Proletaria de China. En el número 6 incluimos las
fundamentales orientaciones del Presidente Mao Tsetung que guiaron al
proletariado y pueblo chinos en la GRCP y los documentos básicos de PCCH,
elaborados bajo la dirección del Presidente Mao, que abrieron la lucha contra
la burguesía. El numero 7 estuvo dedicado a destacar los hitos más importantes
del proceso de la GRCP. En esta oportunidad nos corresponde analizar el
contiendo y significado de la GRCP así como los actuales acontecimientos que se
vive en China derivados del reciente golpe de Estado de derecha.
I. LAS DOS LINEAS EN LA
GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
El 1° de Octubre de 1949 la
victoria de la revolución democrática del pueblo chino, obtenida a través de
una prolongada guerra popular del campo a la ciudad, se transformó en
revolución socialista. El proletariado chino, dirigido por el grande, glorioso
y correcto Partido Comunista de China y su gran maestro el Presidente Mao
Tsetung, después de haber conducido a las inmensas masas populares en la
destrucción del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático,
dirigió sus armas contra la burguesía, instauró la dictadura del proletariado e
inició la construcción de la nueva sociedad socialista. Mas la burguesía no
podía aceptar retirarse tranquilamente del escenario de la historia; habiendo
sido desalojada violentamente del Poder por el proletariado en armas, se
dispuso a reconquistar sus antiguas posiciones urdiendo toda clase de
maquinaciones, infiltrándose en el naciente Estado Socialista y en el seno del
propio Partido Comunista y escogiendo la superestructura especialmente los
diversos terreados de la cultura- como guardia desde donde socavar la dictadura
del proletariado y preparar su usurpación del Poder.
Se le presentó así al
proletariado el grave problema de cómo continuar la revolución bajo la
dictadura del proletariado. En estas circunstancias, al iniciares la década del
60, el Presidente Mao, haciendo una sabia condensación de la lucha de clases en
China y a nivel mundial y extrayendo las lecciones de la restauración del
capitalismo en la Unión Soviética, inició y dirigió personalmente la Gran
Revolución Cultural Proletaria de China sin precedentes en la historia. Dijo: “La
presente Gran Revolución Cultural Proletaria es complemente necesaria y muy
oportuna para consolidar la dictadura del proletariado, prevenir la
restauración del capitalismo y construir el socialismo”. Las masas
revolucionarias, con el proletariado a la cabeza, respondieron al llamado, el
cielo volvió a tornarse rojo sobre
China; los monstruos burgueses fueron revelados y aplastados uno a uno. Liu
Shao-chi (”el Jruschov chino”), Teng Siao-ping y otros cultores del camino
capitalista, desenmascarados como feroces enemigos del marxismo y del
proletariado, fueron ignominiosamente derribados y sometidos a la férrea
dictadura de la clase obrera. La revolución mundial se veía así fortalecida; el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung se erigía como única arma capaz de
emancipar al proletariado y a toda la humanidad.
En el transcurso de la GRCP
se enfrentaron a muerte en todos los campos la línea roja del Presidente Mao y
la línea negra, revisionista de Liu Shao-chi y de su lugarteniente Teng
Siao-ping -hoy nuevamente “ rehabilitado” por la derecha que usurpa el Poder en
China, no obstante haber sido condenado y destituido en dos oportunidades
anteriores. La sección ”La lucha de dos líneas en la GRCP” que aparece en la
presente edición, nos ayuda a comprender los planteamientos de ambas líneas en
los campos más importantes.
1) El problema del Poder es
el problema principal que tienen que resolver las clases revolucionarias; esto
lo demuestra toda la historia de la lucha de clases mundial. Tal situación es
también valedera luego de haberse implantado la dictadura del proletariado.
Frente a este problema ha existido una enconada lucha entre las dos líneas. En
el período de la revolución democrática en China, el Presidente Mao planteó que
el camino que la correspondía seguir a China era el de la revolución de nueva
democracia para barrer al imperialismo, al feudalismo y al capitalismo
burocrático e implantar la dictadura conjunta de las cuatro clases
revolucionarias del pueblo bajo la dirección del proletariado; Liu Shao-chi,
por su parte, propugnaba seguir el camino capitalista, colocándose a la cola
del Kuomintang y al servicio del imperialismo. Al fundarse la República Popular
China se dio inicio a la dictadura del proletariado, camino correcto planteado
desde tiempo atrás por el Presidente
Mao; sin embargo, Liu Shao-chi se desesperó por establecedor la dictadura de la
burguesía con el pretexto de que había de “consolidar” la revolución de nueva
democracia. Luego de culminada en lo fundamental la transformación socialista
de la propiedad de los medios de producción, el Presidente Mao planteó que la
lucha de clases continuaba existiendo, que la burguesía se guarecía en el
propio PCCH y que había necesidad de hacer una GRCP contra ella; por el
contrario, Liu Shao-chi sostuvo que la lucha de clases se había extinguido, con
el protervo propósito de debilitar la vigilancia del proletariado y favorecer
el asalto del Poder por la burguesía. En suma, línea roja del Presidente Mao
enseña A “NO OLVIDAR JAMÁS LA LUCHA DE CLASES”, apuntar a la toma del Poder
cuando no se lo tiene y a su consolidación y teniendo como meta la instauración
de la dictadura del proletariado y la construcción del socialismo y del
comunismo. La línea revisionista de Liu Shao-chi y de su secuaz Teng Siao-ping
tiene como fin, en cambio, establecer la dictadura de la burguesía y restaurar
el capitalismo.
2) “Fara hacer la revolución
se necesita un partido revolucionario”. También en torno a esta orientación del
Presidente Mao se desarrolló la lucha de dos líneas en la GRCP. La línea roja
del Presidente Mao pugna por construir un partido basado en el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, que parta de la concepción
materialista dialéctica del mundo, que no desatienda ni por un momento la lucha
de clases, que practique la critica y la autocrítica, que se funda
estrechamente con las masas y que dirija su propia construcción de acuerdo a su
línea política en cada una de las etapas de la revolución. Solo un partido así
es digno de llamarse Partido Comunista y ser capaz de dirigir a las masas hacia
el comunismo. Liu Shao-chi y Compañía (Cía.). concebían un partido al margen de
la lucha de clases y de las masas, como un “club” de amigos integrado incluso
por burgueses, conformado por elementos dóciles con aspiraciones de
funcionarios y con los intereses privados al mando, y que se desarrollara
adormecido por la paz que, según ellos, debía reinar en su seno; es decir, la
idea de un organismo apoltronado, apartado de las masas, no dirigido por el
proletariado sino por la burguesía, no para hacer la revolución sino para
practicar la contrarrevolución.
3) La lucha de dos líneas tuvo como uno de sus
focos fundamentales el problema militar. En esencia el problema radicaba en
cómo entender los asuntos militares: como un problema político o como un
problema meramente militar. La línea roja del Presidente Mao plantea colocar en
todo momento la política al mando, lo que implica poner al mando el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, concibe que el Ejército Rojo,
además de combatir contra el enemigo de clase, se debe dedicar a hacer trabajo
político, de propagandización, movilización, politización y organización entre
las masas y participar también en el proceso productivo; sostiene la gran
concepción estratégica de la guerra popular que implica un desarrollo del
marxismo, importante fruto de la línea roja del Presidente Mao es el armamento
general de pueblo a través de la milicia popular. Luo Ruiching, derrocado en
los inicios de la GRCP y hoy, al igual que Teng Siao-ping, nuevamente
“rehabilitado” por la actual dirigencia china, actuó como el representante y
protegido de Liu Shao-chi en el frente militar. Su línea revisionista
contrarrevolucionaria colocaba como centro las técnicas militares y el poder de
las armas desdeñando la política y el papel que juegan los hombres; se opuso
tenazmente al concepto sobre la guerra popular y a la construcción de la
milicia y adorando al Kuomintang, planteaba la “defensa pasiva” postrándose
ante el enemigo.
4)
¿Confiar en masas o confiar en los individuos? ¿Hacer un trabajo de masas para
servir a la revolución, a la toma del Poder por las armas y a su posterior
consolación, o hacerlo para servir a la reacción, oponerse a la toma del Poder
y socavar luego la dictadura del proletariado? La línea roja del Presidente
Mao, partiendo de la concepción marxista de que las masas hacen la historia,
concibe el trabajo de masas en función del Poder. Por el contrario, la línea
revisionista de Liu Shao-chi y Teng Siao-ping, partiendo de su concepción
burguesa de desprecio a las masas, propugna el economismo contrarrevolucionario.
Antes de la toma del Poder centraba en la lucha económica, meramente sindical,
sin salirse de los marcos legales que imponía la reacción; en el período de la
dictadura del proletariado centra en el “movimiento por la producción” con en
fin de oponerse a la continuación de la revolución. Liu y Teng negaron
rotundamente la dirección del Partido sobre los sindicatos, concibieron a éstos
como “sindicatos de todo el pueblo” y
abogaron por el espontaneismo en el movimiento obrero con el fin de oponerse a
que el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung fuera fundido con las masas.
En el campo, la línea negra de Li y Teng pregonó fanáticamente la economía de
campesino rico y boicoteó arteramente la colectivización socialista en el agro,
oponiéndose furiosamente a ésta con su
falaz teoría de la “mecanización antes de la cooperativización”. Levantó luego
la siniestra bandera del “zan zi yi bao” (aumento de tierras de uso privado, de
mercados libres y de empresas responsables de su uso a la familia) tratando de
abrir así anchurosa suerte al desarrollo del capitalismo. Así también rechazó
porfiadamente el movimiento de educación socialista en las zonas rurales
impulsado por la línea roja del Presidente Mao.
5) También la teoría fue
arena de contienda aguda entre las dos líneas durante la GRCP. Se combatió en
el campo de la teoría del conocimiento, sobre la contradicción, la ínter
relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, la
investigación, el estudio, la dictadura del proletariado, etc. Una de las
teorías más retrógradas y venenosas enarboladas por Liu Shao-chi, Teng
Siao-ping y Cía. fue la vieja y revisionista “teoría de las fuerzas
productivas” según la cual no es posible que el pueblo luche por derrumbar la
dominación del imperialismo, la feudalidad y el capitalismo burocrático, ni que
el proletariado transforme la revolución de nueva democracia en revolución
socialista mientras las fuerzas productivas de la sociedad no hayan alcanzado
un avanzado grado de desarrollo capitalista. Liu y Teng también utilizaron esta
teoría reaccionaria para combatir el avance del socialismo argumentando
falazmente la “extinción” de la lucha de clases y la “necesidad” de centrar en
la producción, en el desarrollo de las fuerzas productivas. La línea roja del
Presidente Mao plantea que la posibilidad de la toma del Poder radica en la
existencia de una situación revolucionaria y de que la clase obrera tengo un
Partido Comunista capaz de levantar a las amplias masas con las armas en la
mano para derrocar el Poder de las reacción y que, una vez en el Poder, de lo
que se trata es de “empeñarse en la revolución y promover la producción”,
haciendo que el trabajo político dirija el trabajo económico.
6) Habiendo escogido la
burguesía la cultura como base de operaciones para proveerse de una opinión
pública favorable en sus febriles intentos de derrumbar al proletariado, la
lucha entre las dos líneas se tornó especialmente aguda en este campo. En el
terreno educacional, Lu Ting-yi y Chiang Nan-sisug, fieles lacayos de Liu
Shao-chi, negaron el carácter de clase de la educación, trataron de separar a
ésta de la política (de la política proletaria), introdujeron las teorías
revisionistas sobre la enseñanza y se desvivieron por convertir los centros
educacionales y las universidades en fabricas que produjesen seres
revisionistas adiestrados para servir dócilmente a la burguesía y combatir al
proletariado. En vez de medios de propagandización del proletariado en voceros
de la burguesía, negándose a difundir el pensamiento Mao Tsetung y la política
del Partido. En lo referente al Arte y la Literatura, Liu Shao-chi montó una
pandilla de parásitos burgueses entre los que se cuentan a Deng Tuo, Liao
Mo-sha, Wu Jan, Chou Yang, Lin Mo-jan, Chi Ye-ming, Sia Yen, Tien Jan y Shao
Chüan-lin -algunos, a través de obras de todo género, trataron de orientar la literatura y el arte a dar loas a la
burguesía y promover el espíritu de capitulación preparando condiciones para la
usurpación del poder por la burguesía la restauración capitalista, negando así
la indicación del Presidente Mao de que la orientación fundamental de la
literatura y el arte proletarios es
servir a los obreros, campesinos y solados. Haciendo eco a sus maestros
revisionistas de la URSS, chillaron por una “literatura y arte de todo el
pueblo”, bloquearon, adulteraron y combatieron las instrucciones del Presidente
Mao sobre la critica y repudio a la literatura y arte reaccionarios, atacaron a
Chiang Ching quien con empeño llevaba a la práctica la línea proletaria del Presidente
Mao sobre arte y literatura, alabaron hasta el éxtasis las obras literarias y
artísticas de la burguesía occidental y persiguieron y reprimieron a los
trabajadores literarios y artísticos revolucionarios.
Estos son, a grandes rasgos,
los principales puntos en los cuales combatieron encarnizadamente la línea roja
del Presidente Mao y la línea negra, revisionista de Liu Shao-chi, Teng
Siao-ping y Cía. durante la Gran Revolución Cultural Proletaria. En esta gran
lucha de clases, las inmensas masas chinas, teniendo como eje al proletariado,
bajo la directriz del instrumento del Ejército Popular de Liberación, cercaron,
desenmascararon y derrotaron a los representantes de la burguesía ocultos en el
Estado Socialista y en el propio Partido Comunista de China. Nuevamente la
aurora volvió a brillar para el pueblo chino, el proletariado internacional y
todos los pueblos revolucionarios del mundo.
II. LA
GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA ES LA CONTINUACIÓN DE LA REVOLUCIÓN BAJO LA
DICTADURA DEL PROLETARIADO
Problema fundamental y
decisivo, en lo teórico y lo práctico, para la revolución mundial es el
problema de la dictadura del proletariado. Marx fue el primero en plantear la
necesidad histórica de la dictadura del proletariado como etapa de tránsito
entre la sociedad capitalista y el comunismo. El dijo: “En cuanto a mí, no
me cabe el mérito de haber descubierto ni la existencia de las clases en la
sociedad moderna ni su lucha entre sí. Mucho antes que yo, algunos
historiadores burgueses habían expuesto el desarrollo histórico de esta lucha
de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo
nuevo que yo he aportado ha sido demostrar
1) que la ´existencia de las clases´ sólo va unida a ´determinadas fases
históricas de desarrollo de la producción´; 2) que la lucha de clases conduce
necesariamente a la ´dictadura del proletariado´ ; 3) que sta dictadura no
constituye de por sí más que el tránsito hacia la ´abolición de todas las
clases´ y hacia una ´sociedad sin clases´.”
¿Qué apunta a conseguir el
proletariado a través de su dictadura de clase sobre la burguesía en el periodo
del socialismo? Marx lo concretiza magistralmente: “Este socialismo es la
´declaración de la permanencia de la revolución´, la ´dictadura de clase´ del
proletariado como punto necesario da transición para la ´supresión de las
diferencias de clase en general´, para la supresión de todas las relaciones de
producción en que éstas descansan, para la subversión de todas las ideas que
brotan de estas relaciones sociales.”
Ahora bien, como previeron
sabiamente los clásicos del marxismo y como lo ha demostrados fehacientemente
la historia de los últimos sesenta años, durante el período de dictadura del
proletariado las clases y la lucha de clases continúan existiendo. La burguesía
y todos los explotadores derrocados por la clase obrera pugnan por recuperar el
poder perdido; mientras que, en la nueva situación del socialismo, aún
subsisten los factores de restaurar el capitalismo. Lenin nos ensaña: “La
dictadura del proletariado es la guerra más almenada y más implacable de la
nueva clase contra un enemigo ´más poderoso´, contra la burguesía, cuya
resistencia ´se decuplica´ con su derrocamiento (aunque no sea más que en un
solo país) y cuyo poderío consiste, no sólo en la fuerza del la burguesía, sino
además, en la ´fuerzas de la costumbre´, en la fuerza de la ´pequeña
producción´. Pues, por desgracia, ha quedad todavía en el mundo mucha y mucha
pequeña producción y la pequeña producción ´engendra´ capitalismo y burguesía
constantemente, cada día, cada hora de modo espontáneo y en masa. Por todos
estos motivos, la dictadura del proletariado es necesaria, y la victoria sobre
la burguesía es imposible sin una guerra prolongada, tenaz, encarnizada, a
muerte, una guerra que exige serenidad, disciplina, firmeza, inflexibilidad y
una voluntad única.” “Es mil veces más fácil vencer a la gran burguesía
centralizada que “vencer” a los millones y millones de pequeños propietarios
éstos, con su actividad corruptora,
cotidiana, prosaica, invisible, imperceptible producen ´los mismos´ resultado
que necesita la burguesía y que ´restauran´a la burguesía. Quien debilita en lo
más mínimo la disciplina férrea del partido del proletariado (en especial
durante su dictadura), ayuda de hecho a la burguesía contra el proletariado.”
Las anteriores tesis de Lenin
muestran hoy su plena vigencia luego de cincuenta y tantos años. Otra cuestión
importante es la subsistencia del derecho burgués bajo la dictadura del
proletariado. El marxismo nos enseña que el derecho burgués bajo el capitalismo
se caracteriza por reconocer la propiedad privada individual sobre los medios
de producción, mientras que el socialismo convierte esos medios en propiedad
común; de esta forma el derecho burgués queda abolido. Pero tal cosa es tan
solo parcial puesto que bajo el socialismo la distribución de los productos se
practica “según el trabajo”, lo que implica que una cantidad igual de productos
sea repartida a hombres física e intelectualmente desiguales por una cantidad
desigual de trabajo (ya que la distribución se hace con arreglo a la duración o
intensidad del trabajo). Esta situación, que es producto natural de las
condiciones en que se hace la sociedad socialista, solamente puede ser
restringida bajo la dictadura del proletariado. Lenin, profundizando su
análisis, señala que la existencia de
ese derecho burgués presupone necesariamente la existencia de un “Estado
burgués” que proteja ese derecho y que, en consecuencia, durante la primera
fase del comunismo existo aún un “Estado burgués, sin burguesía”. Estas
cuestiones nos permiten ver la misión que le está asignada históricamente al
proletariado de construir una sociedad sin clases, emancipar a la humanidad y
hacerla ingresar del reino de la necesidad al de la libertad, es muy compleja,
debe ser cumplida en medio de grandes tormentas y no concluye, en modo alguno,
con la toma del Poder por el proletariado. Como dice Lenin: “La burguesía
está vencida en nuestro país, pero todavía no está extirpada, no está aniquilada,
ni siquiera del todo destrozada. Por eso se plantea en el orden del día una
nueva y más alta forma de lucha contra la burguesía, la transición de la tarea
más sencilla de la expropiación ulterior de los capitalistas a la tarea mucho
más compleja y difícil de crear las condiciones que imposibiliten la existencia
y el resurgimiento de la burguesía. En evidente que está es una tarea
incomparablemente superior y que sin cumplirla no hay todavía socialismo.”
No se trata pues tan solo de
ejercer la dictadura sobre la burguesía y las clases reaccionarias ya
derrocadas; se trata fundamentalmente de eliminar las condiciones materiales,
objetivas, reales, provenientes históricamente de la vieja sociedad y que
constituyen el peligro constante de engendrar burguesía y restaurar el
capitalismo. Y esto, según Lenin, se logrará pasando absolutamente todo el
poder que la burguesía detenta en la sociedad, en todos sus aspectos, a manos
de la clase obrera. Así, nos ha dicho: “La revolución que hemos iniciado,
que hemos estado realizando durante dos años y que estamos firmemente resueltos
a llevar hasta el fin (aplausos), es posible y factible solo a condición de que
logremos traspasar al Poder a la nueva clase, a condición de que la burguesía,
los esclavistas capitalistas, los intelectuales burgueses, los representantes
de todos los poseedores, de todos los propietarios, sean reemplazados de abajo
arriba por la nueva clase en todas las esferas de gobierno, en todo la causa de
la construcción estatal, en toda la dirección de la nueva vida.”
¿Cuándo, entonces, y en qué
condiciones habrá de arribarse a la sociedad sin clases? El propio Marx se
encarga da darnos respuesta: “En una fase superior de la sociedad comunista,
cuando haya desaparecido la
subordinación esclavizadora´ de los
individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo
intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de
vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo
multifacético de los individuos, crezcan
también las fuerzas productivas y corran a pleno chorro los manantiales de la
riqueza colectiva, solo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho
horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: ¡De
cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades!”.
El Presidente Mao, resumiendo
la experiencia práctica de la dictadura del proletariado en China y analizando
la experiencia positiva y negativa de la teoría del marxismo-leninismo sobre la
dictadura del proletariado, advirtió: “¿Por qué Lenin hablaba de la
necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Este problema es preciso
tenerlo claro. La falta de claridad al respecto conducirá al revisionismo. Hay
que hacerlo saber a toda la nación.”
La revolución democrática
china destruyó la propiedad imperialista, la propiedad feudal y la propiedad
capitalista, la propiedad pública socialista fue haciéndose cada ves más
preponderante en toda la sociedad, constituyendo un triunfo sin precedentes
para el pueblo chino. Sin embargo, la naturaleza misma del derecho burgués no
cambió. El Presidente Mao vio ahí el modio que podía utilizar la burguesía para
restaurar el capitalismo: “En una palabra, China es un país socialista.
Antes de la Liberación no difería mucho del capitalismo. Ahora todavía practica
un sistema salarial de ocho categorías, la distribución a cada uno según su
trabajo y el intercambio por medio del dinero, todo lo cual apenas es distinto
de la vieja sociedad. La diferencia está en que el sistema de propiedad ha
cambiado.” Señaló: “Nuestro país practica ahora un sistema de mercancías, un
sistema salarial que es también desigual, como el de ocho categorías, y cosas
por el estilo. Esto, bajo la dictadura del proletariado, sólo puede ser
restringido. En virtud de lo anterior, será muy fácil para gentes como Lin Piao
montar el sistema capitalista si escalan el Poder. Por eso, debemos estudiar
más obras marxista-leninistas.”
Una gran
tesis del Presidente Mao que desarrollo el marxismo-leninismo es la siguiente:
“Lenin dijo: ‘La pequeña producción engendra capitalismo y burguesía
constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa’. Esto ocurre
también con una parte de la clase obrera y una parte de los miembros del Partido.
Tanto entre los proletarios como entre los funcionarios de los organismos
oficiales hay quienes incurren en el estilo de vida burgués”. Esta tesis
hay que ligarla a su profunda afirmación de que “hay incomprensión acerca de
dónde está ubicada la burguesía. Justamente está en el seno del Partido. Los
seguidores del camino capitalista, dentro del Partido. Los seguidores del
camino capitalista siguen todavía su camino”. Así explicó el Presidente Mao
la base económico material amparada por el derecho burgués para el surgimiento
de elementos burgueses en la clase obrera y en el Partido Comunista. Además, la
existencia de la influencia de la burguesía y la influencia del imperialismo y
el revisionismo internacionales constituyen la fuente política e ideológica de
dicho surgimiento.
Estos
problemas en torrno a la dictadura del proletariado llevaron al Presidente Mao
a plantearse la cuestión del la continuación de la revolución bajo la dictadura
del proletariado. El genial medio concebido por el Presidente Mao para
emprender esta tarea de significación histórica fue la Gran Revolución Cultural
Proletaria. La naturaleza de la Gran Revolución Cultural Proletaria es la de
ser la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. Las
tareas que se propone resolver es movilizar a las amplias masas, durante el
período del socialismo, para hacer la revolución contra la burguesía,
particularmente contra la burguesía en el seno del Partido. El significado de
la GRCP es el de combatir y prevenir el revisionismo, consolidar la dictadura
del proletariado, evitar la restauración del capitalismo y construir el
socialismo. La teoría y práctica sobre la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado a través de la GRCP es una brillante conquista del
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y una invalorable contribución al
avance de la revolución mundial hacia la meta del comunismo.
Finalmente,
el mismo Presidente Mao se ha encargado de advertirnos para no relajar nuestra
vigilancia revolucionaria y seguir pugnado por llevar la revolución hasta el
fin: “La actual Gran Revolución Cultural Proletaria e sólo la primera y en
el futuro habrá sin duda otras. En la revolución el problema de quién vencerá a
quién solo será resuelto en un largo período histórico. Si no resuelven
adecuadamente las cosas, en cualquier momento habrá posibilidad para una
restauración capitalista. Todos los miembros del Partido Comunista y el pueblo
de todo el país no deben pensar que todo estará resuelto después de una o dos grandes
revoluciones culturales, o incluso tres o cuatro. Debemos estar siempre muy
alertas y jamás bajar la vigilancia”.
III. CONTINUACIÓN DE LA GRAN
REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA Y GOLPE DE ESTADO DE DERECHA EN CHINA
Luego de destruir el cuartel
general burgués de Liu Shao-chi, se realizó en 1969 el IX Congreso Nacional del
Partido Comunista de China que realizó un gran balance de la GRCP y representó
una brillante contribución para el desarrollo histórico del PCCh, para la
consolidación y desarrollo de la dictadura del proletariado en China y para el
desarrollo del movimiento comunista internacional.
Le correspondió en ese
momento a Lin Piao recoger la haraposa bandera de la burguesía y aprestarse a
medir fuerzas con el proletariado. Representando a los viejos y nuevos
burgueses en su intento de restaurar el capitalismo, Lin Piao adoraba el
derecho burgués y se oponía tercamente a su restricción, preparando así el
terreno para lanzarse en su loca y ambiciosa carrera por el Poder. También su
programa contrarrevolucionaria tenía el mismo “asidero teórico” que el de sus
predecesores maestros revisionistas: la “teoría de las fuerzas productivas”.
Actuando como devoto feligrés de Confucio y pregonero de esa doctrina, Lin Piao
renegó del Partido Comunista y traicionó al pueblo chino, llegando al colmo de
su demencia al intentar de dar un golpe de Estado contrarrevolucionario
asesinando al Presidente Mao y entregar a China inerme a las fauces del
socialimperialismo soviético.
Casi al instante de ser
derribado Lin Piao, Teng Siao-ping, el lugar teniente de Liu Shao-chi
defenestrado junto con éste durante la GRCP, aprovechó la oportunidad para
asomar sus nauseabundas facciones revisionistas. Después de haberse hincado y
jurado mil veces ante el proletariado estar arrepentido de sus innumerables
crímenes cometidos, Teng Siao-ping, apoyado por la burguesía de dentro y fuera
del Partido, fue reptando siniestramente hasta llegar a ocupar altos cargos del
Partido y del Estado y acumular un inmenso Poder. Ubicado en esa posición,
desempolvó y sacó a luz su hediondo programa para restaurar el capitalismo al
que retocó toscamente con el llamamiento de “tomar las tres instrucciones como
clave”. El contenido real de su programa no es otro que el de promover la
restauración capitalista y subvertir la dictadura del proletariado.
El Presidente Mao fue el
primero en señalar: “¡Qué es eso de ‘tomar las tres instrucciones como
clave’! La estabilidad y la unidad no significan renunciar a la lucha de
clases. La lucha de clases es como la cuerda clave de una red y todo lo demás
son mallas”. “Esta persona no se empeña en la lucha de clases; nunca ha
mencionado esta clave. Sigue todavía con su ‘gato blanco o gato negro’, sin
hacer distinción entre el imperialismo y el marxismo”. “El no entiende
marxismo-leninismo; representa a la burguesía. Dio su palabra de ‘nunca
intentar la revocación del veredicto’, pero lo que dijo no merece crédito”.
Viéndose inmediatamente contragolpeado por las masas, desesperadamente Teng
provocó un incidente contrarrevolucionaria en la Plaza Tien An Men a inicios de
1976 con el objeto de proveerse de una opinión pública favorable, recibiendo,
como justa respuesta, el golpe del puño de hierro del proletariado y su
destitución, a propuesta del Presidente Mao, de todos sus cargos de dentro y
fuera del Partido.
Sin embargo, la burguesía
había ido ganando mayores posiciones en el Partido, en el Ejército y en el
Estado. El infinitamente lamentado
fallecimiento del Presidente Mao ocurrido el 9 de setiembre de 1976, fue un
recio golpe para el proletariado internacional y todos los pueblos del mundo,
particularmente para el pueblo chino. La burguesía, por el contrario, no cabía
en sí de deleite y consideró propicia la ocasión para derribar al proletariado.
Aún el pueblo chino no se había recobrado de sus primeros instantes de sorpresa
y de dolor ante tan sensible fallecimiento cuando las manos asesinas de la
burguesía consumaron un golpe de Estado.
Como
denunciáramos en nuestro número anterior, los usurpadores del poder, con Jua
Kuo-feng a la cabeza, inmediatamente se apresuraron a cocinar cuidadosamente la
“rehabilitación” de Teng Siao-ping, la que, en efecto, se produjo en julio de
1977. ¿Por qué esta “rehabilitación”? Porque Teng Siao-ping es el autor del
programa contrarrevolucionario que hoy, está siendo aplicado en China.
Revisemos algunos aspectos de este programa.
El sistema de “control
directo y exclusivo de empresas por parte del ministerio correspondiente”
abogado por Teng es un ejemplo de policentrismo opuesto absolutamente a la
dirección unificada del Partido que busca escindir la economía socialista de
propiedad de todo el pueblo y transformarla en una propiedad de los dirigentes
seguidores del camino capitalista. Para la administración de las empresas ideó
un conjunto de reglamentos destinados a implementar su viejo afán de
“controlar, restringir y reprimir” a la clase obrera. Al igual que los
revisionistas soviéticos, Teng Siao-ping coloca los incentivos materiales y la
puesta de las ganancias al mando como núcleo, da prioridad a la tecnología y se
apoya en “expertos” para administrar las empresas. La revolucionaria política
de “lucha-crítica-transformación” trazada por el Presidente Mao fue calumniada
de “anarquista”. ¿Qué, implica todo esto sino abrir de par en par las puertas a
la burguesía?
También en lo externo Teng
Siao-ping pretende entregar a China a los imperialistas tratando de convertirla
en una colonia o semicolonia. Tirado de bruces en la ciénaga del
capitulacionismo, Teng Siao-ping aplica su política de “si es extranjero, es
bueno”, postrándose ante las técnicas y equipos extranjeros y propiciando su
amplia importación prometiendo entregar a los grandes monopolios imperialistas
mundiales las riquezas de China, especialmente sus riquezas minerales. Este
negociado de la independencia y autonomía de China es una asquerosa política de
traición nacional a la que Teng ha tenido el descaro de bautizar como “gran
política”.
Teng Siao-ping utiliza, de
igual modo, su vieja táctica de promover el criminal economismo
contrarrevolucionario para azuzar a las masas contra el Partido. ¡Esta es una
pérfida actitud! A raíz de la GRCP la economía de China y la vida de las masas
ha mejorado incuestionablemente. Y esto se ha logrado no por “incentivos
materiales” sino por el entusiasmo revolucionario, producto de la fusión del
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung con las masas y forjado en medio de
la lucha de clases contra la burguesía. Sin embargo Teng se atreve a proferir
esta venenosa afirmación: “Adoptar una actitud de indiferencia ante las
dificultades en que se encuentran las masas en su vida cotidiana es
absolutamente intolerable”. ¡Vean Uds.! ¡Un burgués redomado que se “preocupa”
de la situación de las masas! Al insistir Teng Siao-ping en promover esta vieja
política sanchopancista muestra su claro intento de confundir al pueblo,
dividir a las masas, torpedear la dirección del Partido sobre ellas y socavar
la dictadura del proletariado para desbrozar el camino de la restauración del
capitalismo. Recientemente en China se ha decidido un “aumento de salarios”,
pero, ¿cuál es la política que los guía? Escuchemos sus propias palabras: “Para
decidir si el salario de una persona debe ser incrementado, se hacen
discusiones entre las masas de su entidad para evaluar su conciencia política,
su actitud hacia el trabajo, sus contribuciones comparativamente grandes a la
revolución y construcción socialistas, así como a los que se dedican a la
investigación científica o trabajo técnico”. Tal criterio revisionista de los “incentivos
materiales” es ahora utilizado para pretender que las masas bajen la cabeza y
sirvan sumisamente al programa de Teng. ¡Este es un vulgar chantaje fascista al
estilo de la Unión Soviética!
Otra característica típica de
esta línea contrarrevolucionaria es la del uso del eclecticismo -que se nos
quiere presentar con la etiqueta de “dialéctica” para encubrir sus
intenciones-, Teng sostiene, por ejemplo, que “es incorrecto” no velar por
continuar la revolución en la superestructura y la base económica mientras que
“no es tampoco correcto” dejar de velar por la producción poderosa y capaz de
trabajar de modo independiente”; afirma que “es injusto no criticar la
tendencia a ignorar la política”, pero que “tampoco es correcto no exigir ni
animar a los científicos y técnicos a estudiar la profesión”; que “es injusto
no criticar la tendencia a despreciar a las masas en la investigación
científica”, pero que “tampoco es correcto no poner en juego el papel de los
institutos especializados de la ciencia y de
los especialistas”; que “es injusto no prestar atención a conducir a los
científicos y técnicos a estudiar y resolver los problemas urgentes en la
producción actual”, pero que “tampoco es correcto considerar que solo los
intelectuales ya bien transformados pueden ser utilizados”; que “es injusto
considerar que la filosofía no juega un papel de guía en las ciencias
naturales”, pero que “tampoco es correcto considerar que la primera puede
sustituir las segundas y que conclusiones concretas sobre problemas científicos
específicos pueden sacarse partiendo de los principios generales de la
filosofía”. Nos preguntamos: ¿puede hacerse este tipo de afirmaciones en un
momento como el que atraviesa China de feroz lucha entre las dos líneas, las
dos clases y los dos caminos? ¿Por qué deliberadamente se evita hacer la
diferenciación entre la contradicción principal y las secundarias, y entre el
aspecto principal y el secundario en cada contradicción? ¿Qué es esto sino
eclecticismo de la peor especie?
Antes de ser destituido Teng
Siao-ping a proposición del propio Presidente Mao, decía: “Dejen de criticar la
teoría de las fuerzas productivas. Si la crítica continúa, la producción no se
elevará” y calumniaba malignamente al PCCH diciendo que “solo habla de política
y no de economía, solo de revolución, y no de producción”. Hoy habiendo
usurpado nuevamente el Poder, Teng habla a través de la Comisión de
Planificación Estatal de China: “El Presidente Mao señaló explícitamente por
primera vez en la historia del desarrollo del marxismo que, aún después de
completada fundamentalmente la transformación socialista de la propiedad hay
consonancia y contradicción a la vez entre las relaciones de producción y las
fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. Esta contradicción
sigue siendo la contradicción fundamental en la sociedad socialista, y la lucha
de clases no ha terminado de ningún modo. En tales circunstancias, las fuerzas
productivas sociales deben todavía desarrollarse en el curso de los constantes
esfuerzos por resolver la contradicción fundamental y al impulso de la lucha de
clases”. ¡Esta es, monda y lironda, la vieja y revisionista teoría de las
fuerzas productivas cuyos orígenes se remontan hasta Bernstein! ¡Y tienen el
descaro de imputarle esta teoría al propio Presidente Mao! Las frases “la lucha
de clases no ha terminado de ningún modo” y “al impulso de la lucha de clases”,
no son sino una tosca y vulgar hoja de parra que no logra cubrir su ferviente
deseo de negar la lucha de clases y restaurar el capitalismo.
Uno de los objetivos
fundamentales del programa de Teng Siao-ping es el de revocar la GRCP a la que
califica de “ultraizquierdista” por combatir a los seguidores del camino
capitalista, que “hirió” a “cuadros experimentados” y que sirvió para
“derribar” “buenos cuadros del Partido”. El dijo: “olvídense de todo lo
ocurrido durante la Gran Revolución Cultural, no piensen en ello en absoluto ni
menciónenlo. Yo, que tengo mala memoria, lo he olivado por completo”. Luego
afirmo que había que “resumir” las experiencias de la GRCP, borrando así de un
plumazo el balance hecho en el IX Congreso del PCCh. Por esta razón es que no
puede extraviarnos que, últimamente, en el XI Congreso del PCCH se haya dado
por “terminada” la GRCP.
En todos los campos la línea
revisionista de Teng Siao-ping se hace manifiesta. Se pretende propagar la
teoría de la extinción de la lucha de clases en la construcción del Partido,
formar a la militancia en el espíritu del servilismo y transformar el grande,
glorioso y correcto Partido Comunista de China, de Partido para la revolución
en Partido para la contrarrevolución, para la restauración del capitalismo. En
los problemas militares, se quiere cambiar la línea del Presidente Mao de
colocar la política al mando y apoyarse en las amplias masas, por la línea
revisionista de poner las técnicas militares al mando y confiar tan solo en el
poderío de las armas. En la educación, se coloca los incentivos materiales al
mando y se restablecen los elitistas exámenes de ingreso burgueses. En la
literatura y el arte se promueve la liberalización burguesa, se abre las
puertas a obras revisionistas vedadas en la GRCP, y se da “independencia” a los
intelectuales. En el terreno de la ciencia y tecnología, se pone el trabajo
profesional al mando y no la política, divorcia a los científicos y técnicos de
los obreros y campesinos y los encierra entre cuatro paredes, eliminado la
dirección del Partido sobre el trabajo científico y tecnológico.
Tales son algunos de los
aspectos de de la línea revisionista de Teng Siao-ping.
Para
concluir, reproduzcamos algunos párrafos de la Declaración del VI y VII Plenos
del CC del PCP, importante documento que guía al proletariado y pueblo peruanos
en la lucha revolucionaria, en los que se enjuicia con precisión el golpe de
derecha perpetrado en China:
“El fallecimiento del
Presidente Mao Tsetung, como la muerte de todos los grandes dirigentes del
proletariado, ha generado profundes conmociones y amplias repercusiones en
China y en el mundo; y, en las condiciones en que se desarrollaba la lucha en
China, propició la coyuntura para que la derecha dando un golpe de Estado
usurpe el poder de la dictadura del proletariado, socave las conquistas de la
Gran Revolución Cultural Proletaria y abra las puertas a la restauración
capitalista, a la capitulación y al revisionismo. La lucha de clases en China
entre revolución y contrarrevolución, entre marxismo-leninismo-pensamiento Mao
Tsetung y revisionismo, entre la línea proletaria del Presidente Mao y la línea
burguesa revisionista, contrarrevolucionaria y capitulacionista que encabeza
Teng Siao-ping ha entrado en momentos cruciales, complejos y difíciles; se
recurre a métodos extraños y sorpresivos en el tratamiento de los problemas y
la lucha, se producen cambios importantes y amplios en la dirección y en las
organizaciones, principalmente del Partido, a las vez que se suspende la
campaña de crítica contra el viento revocatorio revisionista de Teng Siao-ping,
se cuestiona abiertamente la Gran Revolución Cultural Proletariado, se
desarrolla la capitulación, especialmente nacional y se enarbola como bandera
el programa contrarrevolucionario de Teng. Todo esto no es sino un golpe de
derecha en la aguda lucha de las dos líneas en el periodo de la continuación de
la revolución aprovechando la coyuntura y repercusiones de la muerte del
Presidente Mao Tsetung.
“La situación surgido en
China no es en problema sin importancia. Es, por el contrario, un problema de
transcendencia para los revolucionarios y comunistas del mundo y todos debemos
prestarle especialisima atención, pues, de la usurpación del poder deriva el
cambio general de la línea tanto en el desarrollo del socialismo como en la
política internacional. La cuestión clave del marxismo es la dictadura del
proletariado, esta es su esencia, y un golpe de derecha y su usurpación es
problema de suma gravedad e importancia; y no es cuestión sólo de China, es
cuestión de todos los comunistas ya que sus repercusiones tienen que ver con la
revolución mundial. La experiencia de la restauración y de la usurpación del
poder en las URSS son lecciones frescas que no podemos olvidar.
“Mariátegui nos enseño: ‘Del
destino de una nación que ocupa un puesto tan principal en el tiempo y en el
espacio no es posible desinteresarse. La China pesa de mesiado en la historia
humana para que no nos atraigan sus hechos y sus hombres’. Esta gran verdad
sigue siendo valida hoy más que nunca para todos los comunistas y
revolucionarios del país. Pero si bien los sucesos de China, después del
fallecimiento del Presidente Mao en especial, nos muevan a justa preocupación y
a la obligación de defender las banderas del marxismo, precisamente para
defenderlas guiémonos por sus propias previsiones:
‘Si la derecha lleva a cabo
un golpe de estado anticomunista en China, estoy seguro de que no conocerá
tampoco la paz, y muy probablemente su dominación será de corta vida, ya que
esto no será tolerado por ninguno de los revolucionarios, que representan los
intereses del pueblo, constituido por más del 90 por ciento de la población’.
‘Ya sea en China o en otros
países del mundo, hablando en general, más del 90 por ciento de la población
apoyará finalmente el marxismo-leninismo. En el mundo aún hay muchas personas
que, debido al engaño de la socialdemocracia, el revisionismo, el imperialismo
y toda la reacción aún no han tomado conciencia política. Pero, de todos medos
despertarán gradualmente y apoyarán el marxismo-leninismo. La verdad del
marxismo-leninismo es irresistible. Las masas populares se levantarán
invariablemente en revolución. La revolución mundial triunfará
inexorablemente’.
El proletariado internacional
y todos los pueblos revolucionarios del mundo cuentan hoy con el arma más
poderosa que existe sobre la tierra, con “el telescopio y el microscopio” que
nos permiten escudriñar todos todos los rincones del universo, con la esperanza
de la infinita fuerza material y espiritual que, en suma, significa el glorioso
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung que impulsa la revolución mundial.
“¡Hoy ser marxista e adherir al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung!”.
La GRCP brilla en el
firmamento su resplandor eterno jamás podrá ser apagado. El puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios que hoy pretende cabalgar sobre el heroico
pueblo chino no prevalecerá; es un minúsculo remolino que pretende oponerse al
arrollador avance de un río que se desborda embravecido.
¡ENARBOLEMOS LA GRAN
REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA!
¡VIVA EL
MARXISMO-LENINISMO-PENSAMIENTO MAO TSETUNG!
INFORME ANTE EL IX CONGRESO NACIONAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CHINA
Hecho el 1° de abril y aprobado el 14 de abril de 1969
IV.
LAS POLÍTICAS
DE LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
Para proseguir la revolución en el terreno de la superestructura, es
necesario aplicar concienzudamente la política proletaria en los diversos
aspectos formulada por el Presidente Mao.
En la “Circular” del 16 de mayo de 1966 y en la “Decisión de 16 Puntos”
aprobada en agosto del mismo año, ya está explícitamente estipuladas las
políticas de la Gran Revolución Cultural Proletaria. Las recientes
instrucciones del Presidente Mao, incluida la de que “en la etapa de la
lucha-crítica-transformación de la Gran Revolución Cultural Proletaria, hay que
prestar seria atención a las políticas”, han concretado aún más las diversas
políticas.
Ahora, la cuestión principal consiste en cumplirlas.
Las diversas políticas del Partido, incluidas la política para con los
intelectuales, la política de cuadros, la política hacia los “hijos que
pueden ser educados”, la política para con las organizaciones de masas, la
política concerniente a la lucha contra el enemigo, la política económica,
etc., se refieren a un tema general, el de tratar correctamente los dos tipos
de contradicciones de naturaleza distinta: las contradicciones entre nosotros y
el enemigo y las existentes en el seno del pueblo.
La mayoría o la gran mayoría de los intelectuales formados en los viejos
centros docentes pueden o quieren integrarse con los obreros, campesinos y
soldados. Deben “ser reeducados”, bajo la guía de la acertada linea del
Presidente Mao, por los obreros, campesinos y soldados. Hay que estimular a los
que alcanzan éxitos en esta integración y a los guardias rojos y jóvenes
instruidos que entusiastamente van a las zonas montañosas o al campo.
El Presidente Mao nos ha enseñado: “Hay que ampliar el radio de
educación y disminuir el radio de ataque” y “aplicar la enseñanza de
Marx de que sólo emancipando a toda la humanidad puede el proletariado alcanzar
su propia emancipación final”. Al tratar a los que han cometido errores, se
debe poner el énfasis en darles educación y reeducación, realizar un paciente y
minucioso trabajo ideológico-político entre ellos y seguir realmente “la
orientación de ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el
futuro, y tratar la enfermedad para salvar al paciente', con el fin de lograr
los dos objetivos: aclarar en lo ideológico los problemas y unir a los
camaradas”. En cuanto a los elementos buenos que han cometido el error de
seguir el camino capitalista, hay que “liberarlos” sin demora cuando hayan
elevado su conciencia política y se hayan ganado la comprensión de las masas,
asignarles trabajos adecuados y alentarlos a acudir a las masas obreras y
campesinas para transformar la propia concepción del mundo. En cuanto a
aquellos que han hecho algún progreso y han comenzado a adquirir cierta
conciencia política, hay que proceder según el criterio de unidad y continuar
ayudándolos. El Presidente Mao ha señalado recientemente: “El proletariado
es la más grande clase en la historia de la humanidad. Es la clase
revolucionaria más poderosa en lo ideológico, en lo político y por su fuerza:
puede y debe unir en torno suyo a la aplastante mayoría para aislar al máximo
al puñado de enemigos y atacarlo.”
En la lucha contra los enemigos, se debe aplicar la política de “explotar
las contradicciones, ganarse a la mayoría, combatir a una minoría y aplastar a
los enemigos, uno por uno”, política consecuentemente propugnada por el
Presidente Mao. “Hay que conceder importancia a las pruebas y a la
investigación y el estudio; está estrictamente prohibido obtener confesiones
mediante coacción y fiarse de ellas.” Hay que aplicar la política del
Presidente Mao de “tratar con clemencia a los que confiesan sus crímenes y
con rigurosidad a los que rehúsan hacerlo”, y de “dar una salida”.
Nos apoyamos principalmente en las amplias masas populares para ejercer la
dictadura sobre el enemigo. En cuanto a los elementos malvados o sospechosos,
descubiertos durante el movimiento de depuración de las filas de clase, se debe
seguir la política de “no ajusticiar a ninguno y no proceder a arrestos en
la mayoría de los casos”, excepto los contrarrevolucionarios activos cuyos
crímenes, tales como asesinato, incendio o envenenamiento, han sido
fehacientemente comprobados, y a los cuales hay que tratar de acuerdo a la ley.
En cuanto a las autoridades académicas reaccionarias burguesas, hay que
criticarlas y observarlas, o criticarlas y darles empleo, o criticarlas y
asegurarles los medios de subsistencia; en resumen, criticar su ideología y
darles una salida. Tratar esta parte de las contradicciones entre nosotros y el
enemigo como contradicciones en el seno del pueblo favorece a la consolidación
de la dictadura del proletariado y a la desintegración del campo enemigo.
Hay que estudiar las condiciones específicas en cada entidad cuando se
cumple las diversas políticas del Partido. Allí donde la gran alianza
revolucionaria aún no esté suficientemente solida, se debe ayudar a las amplias
masas revolucionarias a realizar, conforme a los principios revolucionarios, la
gran alianza revolucionaria por campos de trabajo, ramas profesionales o cursos
escolares, de modo que se unan para luchar contra el enemigo. En las entidades
donde el trabajo de depuración de las filas de clase todavía no ha comenzado o
acaba de comenzar hay que empuñar ese trabajo con firmeza y realizarlo bien
siguiendo la política del Partido. En las entidades donde ha cumplido en lo
fundamental ese trabajo, hay que empeñarse firmemente en otros tareas conforme
a las instrucciones del Presidente Mao para las diversas fases de la
lucha-critica-transformación. Al mismo tiempo, es necesario prestar particular
atención a las nuevas tendencias de la lucha de clases. ¿Qué hacer si los
elementos malvados otra vez se tornan agresivos? El Presidente Mao ha hecho una
famosa afirmación: “Los materialistas consecuentes son intrépidos [...]”.
Si los enemigos de clase vuelven a provocar disturbios, simplemente
movilizaremos a las masas para aplastarlos de nuevo.
Justamente como lo señala la “Decisión de 16 Puntos”, “la Gran
Revolución Cultural Proletaria es una poderosa fuerza motriz para el desarrollo
de las fuerzas productivas sociales en nuestro país”. En los últimos años,
nuestra agricultura ha obtenido sucesivamente ricas cosechas. Una floreciente
situación se presenta en la producción industrial y en la ciencia y la técnica.
El entusiasmo de las amplias masas trabajadoras en la revolución y la
producción se ha elevado a una altura nunca antes conocida. Muchas fábricas,
minas y otras empresas han batido repetidas veces sus récords de producción,
llevando la producción a niveles nunca vistos en la historia. La revolución
técnica se desarrolla sin cesar. El mercado es próspero y los precios son
estables. Hasta fines de 1968, hemos saldado toda la deuda pública. Nuestro
país ha llegado a ser un país socialista libre de deudas tanto internas como
externas.
“Empeñarse en la revolución y promover la
producción” es un principio completamente justo, pues expone
correctamente la relación entre la revolución y la producción, entre lo
espiritual y lo material, entre la superestructura y la base económica y entre
las relaciones de producción y las fuerzas productivas. El Presidente Mao
siempre nos enseña: “El trabajo político es la arteria vital de todo nuestro
trabajo económico.” Al fustigar a los oportunistas que se oponían al
enfoque político del problema, Lenin dijo: “La política no puede sino ser
colocada por encima de la economía. Razonar de otro modo es olvidar el abecé del
marxismo.” (Lenin: Obras completas, t. XXXII, pág. 72, edición china.)
Señaló, además, que colocar en un mismo plano la política y la economía
significaba también “olvidar el abecé del marxismo”. (Ibíd.) La política
es la expresión concentrada de la economía. Sin hacer la revolución en la
superestructura, sin movilizar a las grandes masas obreras y campesinas, sin
criticar la línea revisionista, sin desenmascarar al puñado de renegados,
agentes secretos, dirigentes seguidores del camino capitalista y contrarrevolucionarios
y sin consolidar la hegemonía del proletariado, [?]cómo se podría continuar
consolidando la base económica del socialismo y desarrollando las fuerzas
productivas socialistas? Esto no quiere decir reemplazar la producción por la
revolución, sino hacer que la revolución mande, promueva y lleve adelante la
producción. Debemos realizar investigaciones y estudios y resolver de manera
activa y adecuada y con paso seguro los numerosos problemas referentes a las
políticas para la lucha-critica-transformación en el frente económico, conforme
a la línea general formulada por el Presidente Mao de “poner en tensión
todas las fuerzas y pugnar por marchar siempre adelante para construir el
socialismo según la norma de cantidad, rapidez, calidad y economía”, al
gran concepto estratégico de “hacer preparativos para enfrentar la guerra,
hacer preparativos contra las calamidades naturales y hacerlo todo en bien del
pueblo” y a toda una serie de principios, como el de “tomar la
agricultura como base y la industria como factor dirigente”. Debemos poner
en pleno juego el entusiasmo y la iniciativa creadora revolucionarios de las
masas populares de las distintas nacionalidades, empeñarnos enérgicamente en la
revolución y promover vigorosamente la producción, y cumplir o sobrepasar los
planes para el desarrollo de la economía nacional. Se puede afirmar que la gran
victoria de la Gran Revolución Cultural Proletaria continuará promoviendo el
surgimiento de nuevos saltos adelante en el frente económico y en toda nuestra
construcción socialista.
V.
VICTORIA FINAL
DE LA REVOLUCIÓN EN NUESTRO PAÍS
La victoria de la Gran Revolución Cultural Proletaria de china es en
verdad grandiosa. Sin embargo, de ninguna manera debemos considerar que ya
podemos dormir sobre los laureles. En una conversación en octubre de 1968, el
Presidente Mao señaló: “Hemos conquistado grandes victorias. Pero, la clase
derrotada seguirá haciendo forcejeos. Esa gente existe todavía, y también esa
clase. Por eso, no podemos hablar de victoria final. No podemos hacerlo incluso
en los próximos decenios. No debemos perder la vigilancia. Según el punto de
vista leninista, la victoria final de un país socialista no solo requiere los
esfuerzos de su propio proletariado y de sus amplias masas populares, sino que
depende, además, del triunfo de la revolución mundial y de la abolición del
sistema de explotación del hombre por el hombre en todo el globo terrestre, o
sea, la emancipación de toda la humanidad. Por lo tanto, es erróneo, contrario
al leninismo, y no corresponde a la realidad hablar a la ligera de la victoria
final de la revolución en nuestro país.” La lucha de clases experimentará
vueltas y revueltas. No debemos olvidar jamás la lucha de clases ni la
dictadura del proletariado. Actualmente, en el curso de la ejecución de las
políticas del Partido, todavía existe la lucha entre las dos líneas y existe la
interferencia proveniente de la “izquierda” o de la derecha. Para llevar a
feliz término las labores en las diversas fases de la lucha-crítica-transformación,
aún debemos hacer ingentes esfuerzos. Debemos seguir de cerca al Presidente Mao
y apoyarnos firmemente en las amplias masas revolucionarias para superar las
dificultades y zigzags en el camino de avance y conquistar mayores victorias
para la causa socialista.
VI.
CONSOLIDACIÓN
Y CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO
La victoria de la Gran Revolución Cultural Proletaria nos ha
proporcionado valiosas experiencias acerca de cómo construir el Partido en las
condiciones de la dictadura del proletariado. Justamente como lo ha señalado el
Presidente Mao ante todo el Partido, “la organización del Partido debe estar
compuesta por los elementos avanzados del proletariado, debe ser una vigorosa
organización de vanguardia, capaz de dirigir al proletariado y a las masas revolucionarias
en el combate contra el enemigo de clase”. La instrucción del Presidente
Mao ha definido nuestra orientación política para la consolidación y
construcción del Partido.
El Partido Comunista de China se ha construido a base de la educación
impartida por nuestro gran líder el
Presidente Mao. Desde su fundación en 1921, nuestro Partido ha experimentado
una prolongada lucha para tomar el Poder y consolidar la dictadura del
proletariado mediante la fuerza armada. Dirigido por el Presidente Mao, nuestro
Partido siempre ha estado en la primera línea del frente en las guerras
revolucionarías y las luchas revolucionarias. Precisamente bajo la guía de la
acertada línea del Presidente Mao, nuestro Partido, frente a enemigos internos
y externos extremadamente poderosos y en circunstancias muy complejas, ha
conducido al proletariado y a las amplias masas populares de China a luchar
heroicamente y sin escatimar sacrificios, adhiriéndose firmemente, a los
principios de independencia y autodecisión y de autosostenimiento
y al internacionalismo proletario, y, como resultado, nuestro Partido se ha
desarrollado desde los primeros grupos comunistas formados solamente por unas
decenas de miembros, hasta el grande, glorioso y correcto Partido que hoy
dirige la poderosa República Popular China. Comprendemos profundamente que sin
la lucha armada popular, no existiría el Partido Comunista de China de hoy ni
la República Popular China de hoy. Debemos tener siempre presente la enseñanza
del Presidente Mao: “Ningún camarada del Partido debe olvidar jamás esta
experiencia que hemos pagado con sangre.”
Todos los éxitos del Partido Comunista de China se han logrado gracias a
la sabia dirección del Presidente Mao y constituyen victorias del pensamiento
Mao Tsetung. Durante el último medio siglo, al dirigir al pueblo de las
diversas nacionalidades de China en la gran lucha por el cumplimiento de la
revolución de nueva democracia, al dirigir la gran lucha de la revolución y
construcción socialistas de nuestro país, y en la gran lucha del movimiento
comunista internacional de nuestra época contra el imperialismo, el
revisionismo contemporáneo y la reacción de todos los países, el Presidente Mao
ha integrado la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica
concreta de la revolución y ha heredado, defendido y desarrollado el
marxismo-leninismo en los terrenos político, militar, económico, cultural,
filosófico, etc., elevando así el marxismo-leninismo a una etapa completamente
nueva. El pensamiento Mao Tsetung es el marxismo-leninismo de la época en que
el imperialismo se precipita hacia la ruina total y el socialismo avanza hacia
la victoria en el mundo entero. Toda la historia de nuestro Partido ha
demostrado la siguiente verdad: Cada vez que se aparta de la dirección del Presidente
Mao y del pensamiento Mao Tsetung, nuestro Partido sufre reveses y derrotas;
cada vez que sigue de cerca al Presidente Mao y actúa conforme al pensamiento
Mao Tsetung, nuestro Partido avanza y triunfa. Debemos recordar siempre esta
experiencia. En cualquier momento y en cualquier circunstancia, quien se oponga
al Presidente Mao y al pensamiento Mao Tsetung, será condenado por todo el
Partido y toda la nación.
Refiriéndose a la consolidación y construcción del Partido, el
Presidente Mao dijo: “Un ser humano tiene arterias y venas, a través de las
cuales el corazón hace circular la sangre, y respira con los pulmones,
expeliendo anhídrido carbónico y absorbiendo fresco oxígeno, esto es,
desechando lo viejo y asimilando lo nuevo. Un partido proletario debe también
desechar lo viejo y asimilar lo nuevo, pues solo así puede mantenerse lleno de
vigor. Sin eliminar lo inútil y asimilar sangre nueva, el partido carecerá de
vigor.” El Presidente Mao expone con esta vivida metáfora la dialéctica de
las contradicciones dentro del Partido. “La ley de la contradicción en las
cosas, es decir, la ley de la unidad de los contrarios, es la ley más
fundamental de la dialéctica materialista.” La oposición y lucha entre las
dos líneas dentro del Partido es el reflejo, en el Partido, de las
contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si
en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas para resolverlas y si no se
desechara lo viejo y se asimilara lo nuevo, la vida del Partido tocaría a su fin.
La teoría del Presidente Mao sobre las contradicciones en el Partido es el
pensamiento guía fundamental para efectuar en adelanto la consolidación y
construcción del Partido.
La historia del Partido Comunista de China es la historia de la lucha
que sostiene la línea marxista-leninista del Presidente Mao contra las lineas
oportunistas de derecha y de “izquierda” en el Partido. Bajo la dirección del
Presidente Mao, nuestro Partido venció a la línea oportunista de derecha de
Chen Tu-siu, a las líneas oportunistas de “izquierda” de Chü Chiu-pai y Li
Li-san, a la línea oportunista de Wang Ming, que primero tomó forma de
“izquierda” y más tarde de derecha, y a la linea de Chang Kuo-tao de dividir al
Ejército Rojo, venció a la alianza antipartido oportunista de derecha de Peng
Te-juai, Kao Kang, Yao Shu-shi y otros, y, después de una lucha prolongada, ha
aplastado la línea revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi. Nuestro
Partido se ha consolidado, desarrollado y robustecido justamente en la lucha
entre las dos líneas, sobre todo, en la lucha por vencer a las tres camarillas
de renegados de Chen Tu-siu, Wang Ming y Liu Shao-chi. camarillas que causaron
el mayor daño al Partido.
Durante el nuevo período histórico, el de la dictadura del proletariado,
éste ejerce su dictadura y dirige todo trabajo a través de su vanguardia, el
Partido Comunista. Apartándose de la dictadura del proletariado y de la
continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, no se podrá
resolver correctamente el problema de la construcción del partido, el problema
de qué tipo de partido construir y cómo construirlo.
La línea revisionista de Liu Shao-chi acerca de la construcción de]
partido traiciona precisamente la esencia misma de la teoría marxista-leninista
sobre la dictadura del proletariado y sobre la construcción del partido. En el
momento importante en que la revolución socialista de China se profundizaba y
la lucha de clases se volvía sumamente enconada, Liu Shao-chi publicó de nuevo
su siniestro libro sobre la “autocultivación”, y su propósito fue precisamente
derrocar la dictadura del proletariado de nuestro país y restaurar la dictadura
burguesa. Al reproducir el pasaje de Lenin sobre la necesidad de la dictadura
del proletariado, que hemos citado más arriba, Liu Shao-chi una vez más omitió
intencionadamente la importantísima conclusión de que “la dictadura del
proletariado es indispensable”, revelando
manifiestamente su faz contrarrevolucionaria de renegado de la dictadura
del proletariado. Además, continuó difundiendo absurdos reaccionarios tales
como la “teoría de la extinción de la lucha de clases”, la “teoría de ser dócil
instrumento”, la “teoría de que las masas son atrasadas”, la “teoría de
ingresar en el Partido para ser funcionario”, la “teoría de la paz dentro del
Partido” y la “teoría de la fusión de los intereses públicos y los privados”
(es decir, “perder poco para ganar mucho”), con el vano propósito de corromper
y descomponer a nuestro Partido, de hacer que nuestros militantes se volvieran
revisionistas a medida que “se autocultivaran”, y de convertir, por medio de la
“evolución pacífica”, el Partido marxista-leninista en un Partido revisionista
y la dictadura del proletariado, en una dictadura burguesa. Debemos seguir
desplegando la crítica revolucionaria de masas, y eliminar por completo la
perversa influencia del conjunto de absurdos de Liu Shao-chi.
En la historia de nuestro Partido, esta Gran Revolución Cultural
Proletaria es el más amplio y profundo movimiento de consolidación del Partido.
Las organizaciones del Partido a los diferentes niveles y la gran masa de
militantes han pasado por la enconada lucha entre las dos líneas, por la prueba
de la vasta lucha de clases, y por los exámenes de las masas revolucionarias de
dentro y fuera del Partido; de este modo, los militantes y cuadros han
experimentado la tempestad y enfrentado el mundo, y han elevado su conciencia
de clase y su conciencia acerca de la lucha entre las dos líneas. Esta Gran
Revolución nos enseña: Bajo la dictadura del proletariado, debemos impartir a
las amplias masas de miembros del Partido una educación acerca de las clases,
la lucha de clases, la lucha entre las dos líneas y la continuación de la
revolución. Debemos realizar, en el seno del Partido y fuera de él, la lucha
contra el revisionismo; limpiar el Partido de los renegados, agentes secretos y
representantes de los intereses de las clases explotadoras, y reclutar para el
Partido a los auténticos elementos avanzados del proletariado probados en las
grandes tempestades. Debemos esforzarnos porque la dirección de las
organizaciones del Partido a todo nivel se mantenga realmente en manos de los
marxistas. Debemos velar por que los militantes de veras vinculen la teoría con
la práctica, forjen estrechas ligazones con las masas y tengan la valentía de
practicar la crítica y la autocrítica. Debemos preocuparnos de que los
militantes mantengan siempre el estilo de ser modestos y prudentes y de
prevenirse contra el engreimiento y la precipitación, y que persistan en el
estilo de trabajar duro. Solo de esta manera, el Partido puede conducir al
proletariado y a las masas revolucionarias a llevar hasta el fin la revolución
socialista.
El Presidente Mao nos enseña: “Las experiencias históricas merecen
atención. Una línea y un punto de vista deben ser expuestos de manera constante
y repetida. No se puede exponerlos sólo a un reducido número de personas; se
debe hacerlos conocer a las amplias masas revolucionarias.” El estudio y la
propaganda de las experiencias fundamentales de esta Gran Revolución Cultural
Proletaria, de la historia de la lucha entre las dos lineas, y dé la teoría del
Presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del
proletariado, no deben efectuarse una sola vez, sino de manera repetida, cada
año, cada mes y cada día. Solo de este modo se podrá lograr que, apenas
emerjan, las líneas y tendencias erróneas sean sometidas a la crítica y al
rechazo de las amplias masas de militantes del Partido y del pueblo, y
garantizar que nuestro Partido siempre avance triunfalmente por la acertada
ruta trazada por el Presidente Mao.
Un importante punto en la
agenda del IX Congreso Nacional del Partido lo constituye la modificación de
los Estatutos del Partido. El Comité Central ha sometido a la discusión del Congreso
el proyecto de Estatuto del Partido, que fue elaborado con la participación de
todo el Partido y las masas revolucionarias del país. Después que el Presidente
Mao propuso, en noviembre de 1967, que las organizaciones de base del Partido
tomaran parte en la codificación de los Estatutos del Partido, el Comité
Central recibió varios miles de proyectos. Sobre esta base, la XII Sesión
Plenaria Ampliada del VIII Comité Central del Partido elaboró un proyecto de
Estatutos del Partido, y luego todo el Partido, el Ejército y las amplias masas
revolucionarias del país realizaron, una vez más, animadas y concienzudas
discusiones. Puede decirse que el proyecto de los nuevos Estatutos del Partido
es un fruto de la integración de la sabia dirección del gran líder el
Presidente Mao con las amplias masas, refleja la voluntad de todo el Partido,
el ejército y las amplias masas revolucionarias del país, y es una vivida
expresión del centralismo democrático y la línea de masas en que persiste
invariablemente el Partido. Lo que tiene especial importancia es que en el
proyecto de Estatutos del Partido se reafirma explícitamente que la base
teórica que guía el pensamiento del Partido es el
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. Esta es una gran victoria lograda
en la Gran Revolución Cultural Proletaria al pulverizar la línea revisionista
de Liu Shao-chi sobre la construcción del Partido, una gran victoria del
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. El Comité Central tiene la
convicción de que después de la discusión y aprobación de los nuevos Estatutos
del Partido por el Congreso, nuestro Partido, ateniéndose a sus estipulaciones,
se hará más grande, más glorioso y más correcto.
LA
LUCHA DE DOS LINEAS EN LA G.R.C.P.
I.
SOBRE LOS DOS CAMINOS
¿SEGUIR EL CAMINO SOCIALISTA O EL CAPITALISTA?
(Extractos)
¿Adónde va China? ¿Seguirá el camino socialista o el capitalista? Este no
es solamente un problema fundamental de la política china, sino un problema que
atañe al mismo tiempo al destino de la revolución proletaria mundial.
Durante décadas ha tenido
lugar una enconada lucha en el Partido Comunista de China en torno a esta
cuestión fundamental, una lucha entre dos líneas diametralmente opuestas en
cada etapa histórica del desarrollo de la revolución china y en cada momento
clave de cambio revolucionario.
Una linea sostiene que la
revolución china debe ser dirigida por el proletariado, que debe pasar de la
etapa de la revolución de nueva democracia a la de la revolución socialista,
que la revolución bajo la dictadura del proletariado debe ser llevada hasta el
fin y que su meta final es la realización del comunismo. Esta es la línea
revolucionaria proletaria representada por nuestro gran líder el Presidente
Mao.
La otra línea revoca el
derecho del proletariado a asumir la dirección de la revolución china, practica
el reformismo burgués, y en la etapa del socialismo se opone a la revolución
socialista y a la dictadura del proletariado y emprende el camino capitalista,
o sea, el oscuro y viejo camino que conduciría de nuevo a China a una sociedad
semicolonial y semifeudal. Esta es la línea reaccionaria burguesa seguida
sucesivamente por Chen Du-siu, Chü Chiu-bai, Li Li-san, Wang Ming y Chang
Guo-tao hasta el máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido. Este último representa la línea reaccionaria en su forma
más concentrada. (…)
La esencia de esta lucha ha sido la cuestión de qué camino debe tomar China.
Su punto focal ha sido siempre el problema del Poder, el problema de qué clase
debe ejercer la dictadura.
Nuestro gran líder el
Presidente Mao nos enseña: En la etapa de la revolución democrática, el punto
focal del programa del Partido Comunista de China es la dictadura conjunta de
varias clases revolucionarias dirigidas por el proletariado; en la etapa de la
revolución socialista, el punto focal del programa del Partido Comunista de
China es la dictadura del proletariado en la forma de la dictadura democrática popular. (…)
Dice: "El primer paso o etapa de nuestra revolución de
ninguna manera es, ni puede ser, establecer una sociedad capitalista bajo la
dictadura de la burguesía china, sino establecer una sociedad de nueva
democracia bajo la dictadura conjunta de todas las clases revolucionarias de
China encabezadas por el proletariado chino. Así se completa la primera etapa.
La revolución será llevada entonces a la segunda etapa, en la cual se
establecerá en China una sociedad socialista."
El Presidente Mao refutó
con severidad la falaz teoría reaccionaria que propugna el inútil intento de
establecer la dictadura de la burguesía en China Señala en forma explícita que,
a juzgar por la situación internacional y nacional de China, cualquiera que
sonara con establecer una sociedad capitalista bajo la dictadura de la
burguesía se entregaría finalmente a los brazos del imperialismo, con el
resultado de que China se convertiría nuevamente en una colonia o semicolonia y en parte del mundo reaccionario bajo el
imperialismo. (…)
Ya en los inicios de la década del 20, [Liu Shao-chi]
había entonado la
misma cantinela que el renegado Chen Dusiu. Atacó vilmente a los
revolucionarios proletarios diciendo que la toma del Poder "por supuesto
no puede ser realizada de inmediato por un proletariado tan inmaduro, a juzgar
por la actual situación de China. Puesto que esto pertenece a un futuro muy
lejano, no hay necesidad de perder palabras discutiéndolo".
(…)
Después de la publicación de la obra del Presidente
Mao Sobre la nueva democracia,(…) Llegó al extremo de preconizar a Chiang Kai-shek como "la bandera de la
revolución" y declaró: "Pienso que la revolución china puede avanzar
bajo la bandera de los Tres Principios del Pueblo del Kuomintang, y que puede
hacerlo más fácilmente que bajo ninguna otra bandera, por lo menos en la etapa actual de la revolución democrática".
(…)
Después de la victoria de la Guerra de Resistencia
contra el Japón, (…) el Presidente Mao señaló: "De ahora en adelante, la lucha girará
en torno a qué clase de país se va a construir. ¿Construir un país de nueva
democracia de las amplias masas populares bajo la dirección del proletariado, o
construir un país semicolonial y semifeudal bajo la dictadura de los grandes
terratenientes y de la gran burguesía? Será una lucha complicada en extremo. En
la actualidad asume la forma de una lucha entre Chiang Kai-shek, quien trata de
usurpar los frutos de la victoria en la Guerra de Resistencia, y nosotros, que
nos oponemos a su usurpación. Si hay algún oportunismo durante este período,
consistirá en no luchar firme y en ceder voluntariamente a Chiang Kai-shek los frutos que deben pertenecer al pueblo." (…)
No era a otro que al máximo de los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido, el representante del oportunismo, a
quien estaba criticando y repudiando aquí el Presidente Mao. Una vez más este
viejo oportunista había planteado en forma sistemática su línea de
capitulacionismo nacional y de clase de oposición y traición de la revolución
en el momento histórico de la gran batalla decisiva entre los dos destinos, las
dos perspectivas de China. Afirmó que "actualmente la principal forma de
lucha en la revolución china ha llegado a ser la pacífica y la parlamentaria; es la lucha de masas legal y parlamentaria. (…)
La fundación de la República Popular China impulsó la historia a una nueva
etapa, es decir, de la etapa de la revolución..de nueva democracia a la de la
revolución socialista. En ese momento, la lucha entre las dos líneas se centró
en qué camino debía tomar la Nueva China recién fundada: ¿el camino socialista
o el capitalista? Esta lucha, a fin de cuentas, se libraba en torno al problema
de si se debía implantar en China la dictadura del proletariado o la dictadura de la burguesía.
(…) el Presidente Mao señaló (…) "Después de
conquistada la victoria de la revolución china en todo el país y resuelto el
problema agrario, existirán todavía dos contradicciones fundamentales en China.
La primera, de orden interior, es la contradicción entre la clase obrera y la
burguesía; la segunda, de orden exterior, la contradicción entre China y los
países imperialistas. En consecuencia, después de la victoria de la revolución
democrática popular, no debe ser debilitado, sino fortalecido, el Poder estatal
de la república popular dirigida por la clase obrera."
Más tarde, (…) el Presidente Mao puntualizó: La fundación
de la República Popular China el 1.° de octubre de 1949 marcó la conclusión, en
lo fundamental, de la etapa de la revolución de nueva democracia y el comienzo
de la etapa de la revolución socialista. "La línea general y la tarea
general del Partido durante este período de transición consisten en realizar
gradualmente, en un tiempo bastante largo, la industrialización socialista del
país y la transformación socialista de la agricultura, la artesanía y la
industria y comercio capitalistas por el Estado. Esta línea general es el faro
que ilumina todos los aspectos de nuestro trabajo. Si nos apartamos de ella en
cualquier aspecto de nuestro trabajo, cometeremos errores de derecha o 'izquierda'."
En ese momento (…) [Liu Shao-chi] corrió de un lado para otro
clamando desenfrenadamente por el desarrollo del capitalismo en la ciudad y el
campo. Planteó la consigna "luchar por la consolidación del sistema de nueva democracia". (…) Preconizó el desarrollo y
la conservación por un largo período de la economía de los campesinos ricos en las zonas rurales. (…)
[Decía:] "en el futuro, cuando China tenga una
sobreproducción industrial, será el momento de emprender el socialismo''".
¡Qué afirmación "cuando China tenga una sobreproducción industrial"!
La sobreproducción es característica del capitalismo. Estas palabras revelaron
su ambición de desarrollar el capitalismo. En realidad, esa mercancía suya no
tenía nada nuevo; era la misma basura de la "teoría de las fuerzas
productivas" defendida por los revisionistas de viejo cuño tales como
Trotsky, Bujarin y Rykov y demolida por Lenin y Stalin en el período
inmediatamente posterior a la fundación de la Unión Soviética. (…)
A fin de camuflarse, el máximo de los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del
Partido también se refirió
hipócritamente a la dictadura del proletariado, pero su dictadura del
proletariado es falsa dictadura del proletariado y auténtica dictadura de la burguesía. (…)
El Presidente Mao acertó al decir: "¿Qué
pasará si nuestro país no
establece la economía socialista? Se convertirá en un país como Yugoslavia, en
un Estado burgués y la dictadura del proletariado se transformará en dictadura
de la burguesía, y además en una dictadura reaccionaria y fascista. (…)
Después de cumplida en lo fundamental la
transformación socialista
de la propiedad de los medios de producción, ¿continúan en la sociedad
socialista las clases y la lucha de clases? ¿Se debe mantener la dictadura del
proletariado y llevar hasta el fin la revolución socialista o abolir la
dictadura del proletariado y pavimentar el camino para la restauración del
capitalismo? Este es un importante problema teórico y práctico que no fue
resuelto anteriormente en la historia del movimiento
comunista internacional. (…)
El Presidente Mao señaló explícitamente: En la sociedad socialista, "la lucha de
clases no ha terminado. La lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía, entre las diferentes fuerzas políticas y entre el proletariado y la
burguesía en el terreno ideológico, será aún larga, tortuosa y a veces incluso
muy enconada". "Queda todavía un cierto número de gentes que
sueñan con restaurar el sistema capitalista; estas gentes luchan contra la
clase obrera en todos los frentes, incluido el ideológico."
Sin embargo, [Liu Shao-chi] volcó todas sus energías para difundir la idea
de la "extinción de la lucha de clases". (…)
Con respecto a la lucha internacional, preconizaba rendirse a los
imperialistas, a los revisionistas y a los reaccionarios de los diversos países
y apagar las llamas de la revolución en el mundo, y abogó por la supresión de
la lucha en nuestras relaciones con el imperialismo, el revisionismo y la
reacción y la disminución de nuestro apoyo y asistencia a la lucha
revolucionaria de otros pueblos. Dijo que "incluso con los EE.UU. Esperamos
mejorar nuestras relaciones" y que debemos "desarrollar relaciones
amistosas" con los EE.UU. 3 6 Afirmó que Jruschov "no puede restaurar
el capitalismo en la Unión Soviética", que Jruschov se oponía
"verdaderamente" al imperialismo y que "debemos unirnos con
ellos", "buscar con ellos un terreno común dejando a un lado las
diferencias" y "oponernos juntos al imperialismo". (…)
La historia de la dictadura del proletariado nos dice que el Poder continúa
siendo el problema más fundamental frente a los miles problemas que existen en
la lucha de clases bajo la dictadura del proletariado. (…)
En la Circular del Comité Central del Partido Comunista de China emitida
el 16 de mayo de 1966, grandioso e histórico documento, el Presidente Mao
señaló: "Los representantes burgueses que se han infiltrado en el
Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales, son un
grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que se apoderarán del Poder y
convertirán la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía si se
les presenta la oportunidad. A algunas de estas personas, ya las hemos calado;
a otras todavía no. Y en algunas todavía confiamos y las preparamos para ser
nuestros continuadores. Por ejemplo, gente tipo Jruschov todavía anida a nuestro
lado; los comités del Partido a todo nivel deben prestar plena atención a
esto." (…)
¡"Sólo el socialismo puede salvar a China"! (…)
La orientación señalada por el Presidente Mao es la orientación para los
pueblos revolucionarios del mundo entero. El camino abierto por él es el camino
por el que deben avanzar los pueblos de todo el mundo.
¿Adónde va China? ¿Adónde
va el mundo? ¡La rueda de la historia avanza en el sentido señalado por el
pensamiento de Mao Tse-tung!
(Reproducido do “Pekín Informa” N° 34 de 1967)
Arma teórica para hacer la revolución bajo la
dictadura del proletariado
(Extractos)
La mayor traición hecha al marxismo-leninismo por la camarilla revisionista
jruschovista es su teoría sobre el "Estado de todo el pueblo" y el
"partido de todo el pueblo". Según esa "teoría", en una
sociedad socialista, las contradicciones se esfuman, desaparecen las clases y
la lucha de clases, y el objetivo es construir el "comunismo del goulash". (…)
El máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido de China entonó la misma cantinela de los Jruschovs de la
Unión Soviética. Después de que la transformación socialista de la propiedad de
los medios de producción fue cumplida en lo fundamental en China, tomó una
posición diametralmente opuesta a la del camarada Mao Tse-tung predicando la
teoría de la extinción de la lucha de clases. Aseguró: "El enemigo interno
ha sido eliminado en lo fundamental"; "dentro del país la lucha de
clases principal ha terminado básicamente, o, se puede decir, ha sido resuelta
en lo fundamental; en otras palabras, las contradicciones entre el enemigo y
nosotros han sido resueltas básicamente"; "en adelante, no habrá más
lucha revolucionaria ni transformación socialista"; "la cuestión de
quién vencerá, el socialismo o el capitalismo, ahora ya está resuelta";
"la tarea más importante del Estado es
organizar la vida de la sociedad". (…)
[El Presidente Mao señalo explícitamente en 1962:] "La sociedad socialista cubre una etapa
histórica bastante larga. Durante dicha etapa histórica, subsisten clases,
contradicciones de clases y lucha de clases; subsisten la lucha entre el camino
socialista y el camino capitalista y el peligro de una restauración
capitalista. Es preciso comprender la naturaleza prolongada y compleja de esta
lucha y elevar nuestra vigilancia. Es necesario llevar adelante la educación
socialista. Es necesario comprender y tratar de manera correcta los problemas
relativos a las contradicciones de clases y la lucha de clases y distinguir
acertadamente las contradicciones entre el enemigo y nosotros de las
contradicciones en el seno del pueblo, y tratarlas de manera adecuada. De otro
modo, un país socialista, como el nuestro cambiará en su contrario y
degenerará, y se producirá una restauración. De ahora en adelante, debemos hablar de esto cada año, cada mes y cada día, de modo
que tengamos una comprensión relativamente clara de este problema y nos
mantengamos en la línea
marxista-leninista." (…)
El Presidente Mao planteó [en 1963] ante todo el Partido y todo el pueblo
chino, que si se olvidara la existencia de las clases y la lucha de clases en
la sociedad socialista, "entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez
unos cuantos años, o una década, o varias décadas a lo sumo, para que se
produjera fatalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional,
el partido marxista-leninista se transformara en partido revisionista o en
partido fascista, y toda China cambiara de color. ¡Camaradas, piensen cuán peligrosa sería esta
perspectiva!"
El brillante documento marxista-leninista,
"Proposición acerca
de la línea general del movimiento comunista internacional", o la
"Proposición de 25 puntos", fue publicado el 14 de junio de 1963.
Este es un gran programa para el movimiento comunista internacional en nuestra
época y está enteramente iluminado por el resplandor del pensamiento de Mao
Tse-tung. El documento, hecho bajo la dirección personal del Presidente Mao,
señala:
"La continuación de
la lucha de clases durante un largo período histórico después de la toma del
Poder por el proletariado constituye una ley objetiva, independiente de la
voluntad del hombre, sólo que la forma de esta lucha difiere de lo que era
antes de la toma del Poder.
"Después de la Revolución
de Octubre, Lenin señaló en repetidas ocasiones:
"1) Los explotadores
derrocados tratan siempre, y en mil y una formas, de recobrar el 'paraíso' que
les ha sido arrebatado.
"2) En la atmósfera
pequeñoburguesa, se engendran constantemente, por un proceso espontáneo, nuevos
elementos capitalistas.
"3) Debido a la
influencia burguesa, así como al cerco y la actividad corruptora del ambiente
pequeñoburgués, también pueden surgir elementos degenerados, o nuevos
burgueses, en las filas de la clase obrera y entre los funcionarios de las
instituciones estatales.
"4) El cerco
capitalista internacional, la amenaza de intervención armada y las intrigas de
descomposición pacífica por parte del imperialismo, constituyen las condiciones
exteriores de la continuación de la lucha de clases en los países socialistas.
"La vida ha
confirmado estas conclusiones de Lenin.
"En ningún país
socialista, aunque hayan pasado decenios e incluso más tiempo después de la
industrialización socialista y la colectivización de la agricultura, puede
decirse que ya han dejado de existir los lacayos burgueses, parásitos,
especuladores, pillos, tunantes, maleantes, desfalcadores de fondos públicos y
otros elementos por el estilo, gente que Lenin denunció con energía y en
repetidas ocasiones; ni tampoco se puede decir que a los países socialistas ya
no les hace falta cumplir o que ya les es posible abandonar la tarea, planteada
por Lenin, de 'vencer ese contagio, esa peste, esa llaga que el socialismo
hereda del capitalismo'.
"En los países
socialistas, se requiere un largo período histórico para resolver gradualmente
la cuestión de 'quién vencerá a quién': el socialismo o el capitalismo. La
lucha entre el camino del socialismo y el del capitalismo abarca todo este
período histórico. Esta lucha, como las olas, a veces asciende y a veces baja,
y en ocasiones incluso se torna muy violenta. Sus formas son muchas y variadas.
"La Declaración de
1957 (…) dice muy bien: 'Para la clase obrera, la
toma del Poder no es más que el comienzo de la revolución, y no su coronamiento'
"Es erróneo y
contrario a la realidad objetiva y al marxismo-leninismo negar la existencia de
la lucha de clases en el período de la dictadura del proletariado y, negar la
necesidad de llevar hasta el fin la revolución socialista en los frentes
económico, político e ideológico."
En julio de 1964, nuestro gran líder, el Presidente Mao, nos señaló
de nuevo: "Se requiere un período muy dilatado para resolver la lucha
de 'quién vencerá a quién: el socialismo o el capitalismo, en los frentes
político e ideológico. Para conseguir el éxito no bastan unos decenios, se
necesitarán de cien a centenares de años. En cuanto al tiempo, más vale
prepararse para un período largo y no para uno corto; en cuanto al trabajo, más
vale considerar la tarea como difícil que como fácil. Pensar y actuar de esta
manera resulta más provechoso y menos perjudicial."
Precisamente bajo la
orientación de la gran teoría formulada por el camarada Mao Tse-tung se llevó a
cabo el movimiento de
educación socialista en gran escala en las vastas zonas rurales y ciudades de
China. Este movimiento ha tenido magníficos aciertos y ha resuelto una serie de
problemas en la práctica, proporcionando valiosas experiencias para hacer la
revolución bajo la dictadura del proletariado.
Sin embargo, el máximo de
los elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido se
valió de la línea reaccionaria burguesa de "izquierda" en la forma pero de derecha en esencia para oponerse a la línea marxista-leninista
del Presidente Mao. Negó la naturaleza del movimiento de educación socialista:
la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, tergiversó este
movimiento diciendo que se trataba de la contradicción entre "ser limpios
y ser sucios en los cuatro terrenos (en los terrenos político, económico,
organizativo e ideológico)". Desvió el blanco de la lucha, atacó a muchos
para proteger a un puñado, proteger a los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido, a los antiguos terratenientes y
campesinos ricos, los contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas,
y preservar aquella base social para la restauración del capitalismo. Pregonó
sus baratijas revisionistas por todo el país, atacó abiertamente la línea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao y la línea de masas y el método de
investigación y estudio marxista-leninistas del Presidente Mao. (…)
[En 1965] el Presidente Mao formuló
por primera vez esta teoría extremadamente importante: "El blanco
principal del actual movimiento son los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido." "Entre los elementos con
poder seguidores del camino capitalista, algunos actúan sobre el escenario
mientras otros operan entre bastidores." Apoyando a estos elementos
"hay algunas gentes a nivel superior-en las comunas, territorios,
distritos, prefecturas, e incluso a nivel provincial y en departamentos
centrales - que se oponen a la construcción del socialismo". (…)
En su obra Sobre el
tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, el
Presidente Mao enumera seis criterios políticos para juzgar todo tipo de
palabras y actos en la vida política de nuestro país. Dice:
"Se pueden formular,
en términos generales, los siguientes criterios:
1) Las palabras y actos
deben contribuir a unir, y no a dividir, a los pueblos de nuestras distintas
nacionalidades;
2) Deben favorecer, y no
perjudicar, la transformación y la construcción socialistas;
3) Deben contribuir a
consolidar, y no a minar o debilitar, la dictadura democrática popular;
4) Deben contribuir a
afianzar, y no a socavar o debilitar, el centralismo democrático;
5) Deben contribuir a
fortalecer, y no a descartar o debilitar, la dirección del Partido Comunista;
6) Deben favorecer, y no
perjudicar, la unidad socialista internacional y la unidad de los pueblos de
todo el mundo amantes de la paz."
El Presidente Mao nos
enseña: "De estos seis criterios, los más importantes son el camino
socialista y la dirección del Partido." Estos dos criterios también son los más importantes en la gran
revolución bajo la dictadura del proletariado.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 26 de 1967)
II. SOBRE EL PARTIDO
La construcción del Partido debe ligarse estrechamente
con su línea política
(Extractos)
La construcción del Partido está "estrechamente ligada
a su línea política". En el período de la revolución de nueva democracia, el frente único y
la lucha armada constituyeron las dos armas básicas con que derrotamos al
enemigo. El problema de la construcción del Partido estaba siempre
estrechamente ligado "a su manera acertada o incorrecta de tratar las
cuestiones del frente único y de la lucha armada". Nuestro Partido daba un paso adelante en su desarrollo y
consolidación cuando trataba en forma correcta las cuestiones del frente único
y de la lucha armada; en cambio, daba un paso atrás cuando las trataba
incorrectamente a causa de la interferencia y sabotaje de las lineas
oportunistas de Chen Tu-siu, Wang Ming y otros. La construcción de nuestro Partido
implicaba, por consiguiente, un proceso de lucha entre la línea correcta y las erróneas. (…)
[En el período del socialismo,] Según la línea básica del
Partido, su construcción debe vincularse con la lucha entre el proletariado y
la burguesía y entre el camino socialista y el capitalista, con el
fortalecimiento y la consolidación de la dictadura del proletariado y la
perseverancia en la continuación de la revolución bajo esta dictadura. En la
complicada lucha de clases, el Partido debe saber distinguir de manera acertada
entre los dos tipos de contradicciones de distinta naturaleza-las
contradicciones entre nosotros y el enemigo y las existentes en el seno del
pueblo-y tratarlas con corrección. Sólo así puede unir al pueblo de todas las
nacionalidades para desbaratar las actividades de perturbación y sabotaje de
los enemigos de clase de dentro y fuera del país y llevar adelante exitosamente la revolución y construcción
socialistas.
El Presidente Mao puntualizó con especial énfasis que los tres grandes
movimientos revolucionarios -la lucha de clases, la lucha por la producción, y
la experimentación científica - "constituyen una garantía real de que
los comunistas se verán libres del burocratismo e inmunes al revisionismo y al
dogmatismo, y permanecerán siempre invencibles; una garantía segura de que el
proletariado, en unión con las amplias masas trabajadoras, podrá llevar adelante la dictadura democrática". (…)
El programa fundamental del Partido Comunista de China consiste en derrocar
definitivamente a la burguesía y a todas las demás clases explotadoras,
sustituir la dictadura burguesa por la dictadura del proletariado y
vencer el capitalismo con
el socialismo. El objetivo final del Partido es la realización del comunismo. Nuestro Partido es un instrumento
con que el proletariado lucha contra la
burguesía y las otras clases explotadoras. (…)
Si una organización del Partido pasa por alto o relaja la lucha de
clases, no es capaz de desempeñar
el papel de baluarte
combativo de la vanguardia del proletariado. Si un comunista hace la vista
gorda
ante la realidad de la
lucha de clases, difícilmente puede merecer el titulo de combatiente de
vanguardia del proletariado. En su verdadero sentido, la vanguardia del
proletariado debe actuar de acuerdo con la filosofía de lucha del Partido
Comunista, persistir inflexiblemente en la lucha contra el enemigo de clase y
las ideas de la burguesía y de todas las demás clases explotadoras. La
experiencia ha probado que, dondequiera que la organización del Partido toma
constantemente como eslabón clave la lucha de clases y dirige a las masas en el
combate contra el enemigo de clase, los miembros del Partido y las masas están
llenos de vigor, la revolución y la producción progresan cada día que pasa y se
cumplen la línea y política revolucionarias proletarias del Presidente Mao. Por
el contrario, allí donde la organización del Partido no se empeña en la lucha
de clases, prevalece inevitablemente una atmósfera de apatía política y no
puede marchar satisfactoriamente ni la revolución ni la producción. (…)
El Presidente Mao señaló: "Hay que practicar el marxismo y no el
revisionismo; unirse y no escindirse; ser franco y honrado y no urdir intrigas
ni maquinaciones." Estos son los tres
principios básicos de nuestra lucha interna del Partido. Todas las luchas entre
las dos líneas en el Partido se han centrado, a fin de cuentas, en si se debe
practicar el marxismo o el revisionismo. En el período del socialismo, tal
lucha siempre se ha desarrollado en torno al problema de si se debe persistir
en la linea básica del Partido o cambiarla. (…)
El principio de "unidad - crítica - unidad" y "sacar
lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro; tratar la
enfermedad para salvar al paciente", principio planteado por el
Presidente Mao con relación a todos los camaradas que han cometido errores, es
nuestro criterio para hacer en forma correcta
la lucha en el Partido. (…)
Es extremadamente indispensable llevar a cabo en todo el Partido la
educación en el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y realizar bien el
trabajo de remodelamiento de la concepción del mundo de sus militantes, con el
propósito de hacer que nuestro Partido mantenga su naturaleza de vanguardia del
proletariado. He aquí un contenido trascendental de la construcción ideológica del Partido. (…) El núcleo del remodelamiento de la concepción
del mundo consiste en oponer el materialismo dialéctico al idealismo y la
metafísica y oponer el materialismo histórico al idealismo histórico. (…)
La concepción del mundo materialista dialéctica y materialista histórica no
cae del cielo, ni es inherente al cerebro del hombre, sino que se obtiene por
medio de un prolongado y penoso temple en la práctica de la lucha bajo la guía
de la teoría marxista. La transformación del mundo subjetivo del hombre se
efectúa en el curso de la transformación del mundo objetivo.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 12 de 1973)
Criticar a fondo la línea revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi en la construcción del Partido
(Extractos)
El Partido es un instrumento de la lucha de clases
Liu Shao-chi volcó todas sus fuerzas para abogar por "la teoría sobre
la extinción de la lucha de clases" y por "ser un buen miembro del
Partido y construir un buen Partido". Bajo el rótulo de "partido de
bonachones", pregonaba a gran escala su siniestro libro sobre la
"autocultivación" y no decía ni una sola palabra acerca de a qué
clase pertenece el partido. Vanamente quería hacer que el partido proletario se
divorciara de la lucha de clases, cambiar su naturaleza y convertir nuestro
gran Partido en un "partido de bonachones", o sea, un llamado
"partido de todo el pueblo", un partido fascista burgués. (…)
El declaró abiertamente: "No hay nada que temer incluso si
hay diez mil campesinos ricos miembros del Partido en el nordeste";
"hubiera sido mejor si los capitalistas hubieran ingresado en el Partido" (…)
proclamó que "quienes habían confesado y habían
realizado actos de capitulación ante el enemigo, también pueden ser elegidos
miembros del Comité Central". (…)
Desacreditar "la teoría de ser instrumento
dócil"
El Presidente Mao señaló recientemente: "Un
ser humano tiene arterias y
venas, a través de las cuales el corazón hace circular la sangre; y respira con
los pulmones, expeliendo anhídrido carbónico y absorbiendo fresco oxígeno, esto
es, expulsando lo viejo y asimilando lo nuevo. Un partido proletario debe
también expulsar lo viejo y asimilar lo nuevo, pues sólo así puede estar lleno
de vigor. Sin eliminar lo inútil y absorber sangre fresca, el partido carecerá de vigor." (…)
El archi traidor Liu Shao-chi esparcía con energía "la teoría de ser
instrumento dócil". Se desgañitaba diciendo: "¿Qué harían ustedes si
no sirvieran como instrumentos? ¿Está bien ser instrumentos del Partido? ¿Está bien ser instrumentos dóciles? Yo creo que
si." (…)
[Declaraba] que sólo aquellos que probaran ser "honrados y
obedientes" podían ingresar al Partido. Obviamente, la
"honradez" de que hablaban requería que los miembros del Partido
coexistieran pacíficamente con los enemigos de clase y se hicieran los de la
vista gorda ante las actividades criminales del puñado de agentes secretos
enemigos, renegados y recalcitrantes dirigentes seguidores del camino
capitalista destinadas a restaurar el capitalismo, mientras la llamada
"obediencia" requería que los miembros del Partido y las masas
revolucionarias obedecieran al puñado de dirigentes seguidores del camino
capitalista y les sirvieran de instrumentos dóciles para la restauración del capitalismo. (…)
Refutación a "la teoría de que las masas son atrasadas"
El Presidente Mao señaló hace poco: "Un
principio básico
del Partido Comunista es apoyarse directamente en las grandes masas populares revolucionarias." (…)
El archiesquirol Liu Shao-chi, sin embargo,
consideraba a las masas como
"populacho" y como "ignorantes y simplonas". Clamaba
salvajemente por "luchar contra las ideas retrógradas y el fenómeno del
atraso entre las masas". Blandiendo "la teoría de que las masas son
atrasadas", él y el puñado de sus agentes mantuvieron fuera del Partido a un
vasto número de obreros destacados con espíritu revolucionario proletario y ejercieron sobre ellos una dictadura burguesa. (…)
Pregonando a voz en cuello "la teoría de que las masas son atrasadas",
Liu Shao-chi trató vanamente de separar al Partido de las masas y socavar las
estrechas relaciones entre el Partido y las masas, de impedir que el Partido
asimilara sangre fresca, para que perdiera su vitalidad revolucionaria y
degenerara de manera gradual, y de convertir al grande, glorioso y correcto
Partido Comunista de China en un instrumento para la restauración del capitalismo. (…)
Repudio total a "la teoría sobre el ingreso en el Partido para ser un funcionario" propugnada por Liu Shao-chi
El que un comunista sea trabajador común y servidor
del pueblo, o funcionario y señorón, es la diferencia entre la línea del Presidente Mao en la
construcción del Partido y la línea revisionista de Liu Shao-chi en este mismo
aspecto.
"Nosotros, los
comunistas, no pretendemos ser funcionarios, sino que queremos hacer la
revolución. Todos nosotros debemos tener un consecuente espíritu revolucionario
y no debemos divorciarnos, ni por un momento, de las masas." (…)
Pero, con la intención de restaurar el capitalismo, Liu Shao-chi pregonaba
enérgicamente "la teoría sobre el ingreso en el Partido para ser un
funcionario". Decía sin vergüenza: "En los viejos días, cuando uno
lograba pasar por el examen imperial en el nivel distrital, podía ser
funcionario; hoy también se puede ser funcionario al ingresar en el Partido
Comunista. Tal miembro del Partido será incluido en la lista de cuadros
venideros."
"La teoría sobre el
ingreso en el Partido para ser un funcionario" es un fuerte corrosivo
destinado a envenenar a los débiles de voluntad, con el objeto de llevarlos al
camino revisionista de buscar sólo puestos de funcionarios sin querer hacer la
revolución, de poder ser solamente
funcionarios y no gente común. (…)
En 1964, el Presidente Mao nuevamente nos enseñó: "Hay
que persistir firmemente en el sistema
de la participación de los cuadros en el trabajo colectivo de
producción. Los cuadros de nuestro Partido y nuestro Estado son trabajadores
comunes y no señores que cabalgan sobre el pueblo. Participando en el trabajo
colectivo de producción, los cuadros mantienen los vínculos más amplios,
constantes y estrechos con el pueblo trabajador. Esta es una medida cardinal y
de importancia fundamental en el sistema socialista, una medida que contribuye
a superar el burocratismo y a prevenir el revisionismo y el dogmatismo." Recientemente, el Presidente Mao
señaló: "El envío de las grandes masas de cuadros a incorporarse al
trabajo manual les ofrece una magnífica oportunidad para que aprendan de nuevo." (…)
Desacreditar completamente "la teoría de la paz
en el Partido"
(…) El gran líder el Presidente Mao hace mucho tiempo señaló sabiamente: "Dentro
del Partido se producen constantemente oposición y lucha entre diferentes
ideas. Este es el reflejo, en el Partido, de las contradicciones entre las
clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad." Desde el primer día de su existencia,
el Partido Comunista de China, fundado personalmente por el Presidente Mao, ha
crecido y se ha fortalecido en medio de constantes luchas contra las líneas
oportunistas de "izquierda" y de derecha. Sin lucha es imposible para
nuestro Partido desarrollarse y avanzar.
Durante décadas, Liu Shao-chi hizo todos los esfuerzos
para pregonar "la
teoría de la paz en el Partido", en un vano intento de suprimir la activa
lucha ideológica en el Partido, de sofocar el espíritu revolucionario de nuestro Partido y de acabar con su vida. (…)
El Presidente Mao nos enseña: Un comunista "debe estar pleno de vigor, debe
poseer una firme voluntad revolucionaria", "en cualquier momento y
dondequiera que esté, ha de adherirse a los principios justos y luchar
infatigablemente contra todas las ideas y acciones erróneas".
Sin embargo, "la
teoría de la paz en el Partido" de Liu Shao-chi preconizaba una paz sin
principios, en
un vano intento de dejar
que se difundieran en forma desenfrenada las ideas burguesas, de corromper las
organizaciones del Partido y de desarmar ideológicamente a los comunistas. (…)
"La teoría sobre la fusión de los intereses públicos y privados" es un veneno que corrompe el alma de los militantes del
Partido
¿Que clase de concepción del mundo debe tener un comunista? En una de sus
charlas, Liu Shao-chi dijo con presunción: "En las condiciones del
socialismo, el que trabaje exclusivamente por intereses personales no los
obtendrá. En cambio, servir al pueblo con total dedicación traerá intereses
personales." "Los beneficios vienen después, y ésta es una cuestión
de concepción del mundo." (…)
El núcleo de la concepción proletaria del mundo es "servir de todo corazón al pueblo",
"total dedicación a los demás sin la menor preocupación de sí mismo", o sea, la dedicación al
interés público. El núcleo de la concepción burguesa del mundo es disputarse la
fama, el lucro y el poder personales, o sea, el egoísmo. La esencia de que
"los beneficios vienen después" es "la teoría sobre la fusión de
los intereses públicos y privados" propugnada por Liu Shao-chi, es la
concepción burguesa del mundo de trabajar enteramente por intereses egoístas.
¿Qué son los "beneficios"?
Las diferentes clases tienen diferentes puntos de vista.
El Presidente Mao nos
enseña que debemos "partir en cada caso de los intereses del
pueblo" y "ser muy útiles al pueblo". Armados con el invencible pensamiento de Mao Tse-tung, los
combatientes proletarios de vanguardia consideran como el mayor
"beneficio" la liberación completa del pueblo chino y de todos los
pueblos del mundo y la materialización del gran ideal del comunismo. (…)
¿Cuáles son los llamados "beneficios" de que
hablaba Liu Shao-chi? Son los
"intereses personales", es decir, disfrutar de "posición y
fortuna durante toda la vida", "superar a otros", "ser la
persona N.° 1 ó N.' 2" en China, etc., los cuales él ha buscado y acerca
de los cuales ha hablado con goce durante toda su vida. En una palabra, son fama, lucro y poder personales. (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N°51 de 1968)
El elemento esencial del libro sobre la "autocultivación" es la traición a la dictadura del
proletariado
(Extractos)
¿Cuál es el elemento esencial en este libro?
Es la traición a la teoría
marxista-leninista de la dictadura del proletariado. Y la traición a la teoría
de la dictadura del proletariado significa completa y total traición al propio
marxismo-leninismo y a la causa revolucionaria del proletariado. (…)
Lenin señaló
enfáticamente hace 50 años:
"Lo fundamental en la
doctrina de Marx es la lucha de clases. Así se dice y se escribe muy
frecuentemente. Pero no es exacto. De esta inexactitud se deriva con gran frecuencia
la tergiversación oportunista del marxismo, su falseamiento en un sentido
aceptable para la burguesía. Porque la teoría de la lucha de clases no fue
creada por Marx, sino por la burguesía, antes de Marx, y es, en términos
generales, aceptable para la burguesía. Quien reconoce solamente la lucha de
clases no es aún marxista, puede mantenerse todavía dentro del marco del
pensamiento burgués y de la política burguesa. Circunscribir el marxismo a la
teoría de la lucha de clases es limitar el marxismo, tergiversarlo, reducirlo a
algo que la burguesía puede aceptar. Marxista sólo es el que hace extensivo el
reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del
proletariado. En ello estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un
pequeño (o un gran) burgués adocenado. En esta piedra de toque es en la que hay
que contrastar la comprensión y el reconocimiento real del marxismo." (…)
Durante la Guerra de Resistencia contra el Japón, el Presidente Mao señaló: "La tarea central y la forma
más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la fuerza armada,
es decir, la solución del problema por medio de la guerra.". "Es en medio de guerras
revolucionarias que nuestro Partido se ha desarrollado, consolidado y
bolchevizado. Sin la lucha armada, el Partido Comunista no habría llegado a ser
lo que es hoy." Es obvio
que el desarrollo, consolidación y construcción del Partido así como la
transformación ideológica de sus militantes no pueden tratarse fuera del
contexto de las guerras revolucionarias y de la toma del Poder por medio de la
fuerza armada. Sin embargo, en los años de guerra cuando los cañones rugían, en
los años de la toma del Poder, el máximo de los elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido pretendía que la gente se sumergiera
en la "autocultivación" olvidando la tarea fundamental de tomar el
Poder mediante la fuerza armada. ¡La "autocultivación" de este tipo
sólo puede "cultivar" filisteos que no participan en la guerra
revolucionaria ni desean tomar el Poder! Los filisteos producto de tal
"cultivación" nada tienen de comunistas, sino que son
socialdemócratas de la II Internacional.
Cuando salió en agosto de
1949 una edición revisada del libro sobre la "autocultivación" de los
comunistas, y cuando se volvió a publicar con muchos agregados y recortes en
agosto de 1962, ofreció la misma mercancía de antes. Aunque revisado y
reeditado en estas fechas, el libro no sólo no menciona una sola palabra acerca
de la revolución socialista ni la lucha de clases en la sociedad socialista,
sino que mantiene absoluto silencio sobre la dictadura del proletariado. El
máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del
Partido se contrapuso descaradamente a toda una serie de grandes obras del
Presidente Mao. (…)
Aunque revisado y
reimpreso muchas veces, el libro sobre la "autocultivación" no se
refiere a la toma del Poder mediante la fuerza armada ni a la dictadura del
proletariado. ¿Se trata de un descuido casual? No. El libro aborda la cuestión
del Estado. Un marxista no puede, en modo alguno, abordar esta cuestión sin
mencionar la naturaleza de clase del Estado y la dictadura del proletariado.
Pero el libro sobre la "autocultivación" excluye precisamente esta
dictadura y habla en abstracto del problema del Estado, a la manera de los
eruditos a sueldo de la burguesía.
El autor del libro sobre
la "autocultivación" dice que el proletariado "puede establecer
un aparato partidario y estatal con estricta organización y disciplina para
llevar a cabo una lucha irreconciliable contra toda forma de corrupción,
burocracia y degeneración y eliminar incesantemente del Partido y de los
organismos estatales a aquellos elementos que se hayan corrompido,
burocratizado y degenerado en su trabajo", con el propósito de
"preservar la pureza del Partido y de los organismos estatales". Cabe
preguntar: ¿Cómo puede establecer el proletariado su aparato estatal? ¿Puede
hacerlo sin una revolución violenta? ¿Puede hacerlo sin aplastar la vieja
máquina estatal? El libro descarta precisamente estos principios fundamentales
del marxismo-leninismo. Parecería, según el autor, que, mientras los comunistas
concentren sus esfuerzos en la "autocultivación", un "Estado
ideal" descenderá de los cielos. Sus sueños no son otra cosa que un Estado
burgués.
En la edición de 1962 del
libro se agrega especialmente al pasaje citado lo siguiente: "establecer
un apa-rato estatal centralizado y a la vez democrático". Esta adición
deliberada indica cómo considera el autor la naturaleza de nuestro Estado. No
obstante, ni aquí ni en ninguna otra parte del libro hace la más mínima mención
de la dictadura sobre el enemigo de clase. El Presidente Mao dice que
nuestro Estado proletario ejerce la dictadura sobre el enemigo de clase y
"practica el centralismo democrático en el seno del pueblo". Al
calificar a nuestro Estado como meramente "centralizado y a la vez
democrático", sin dictadura sobre el enemigo, ¿qué hace el autor del libro
sobre la "autocultivación" si no oponerse a la dictadura del
proletariado, predicar la teoría de Jruschov de "Estado de todo el
pueblo" y propugnar la dictadura de la burguesía?
El libro se explaya para
describir "la causa del comunismo como la más grande y más ardua empresa
de
la historia humana".
Un marxista debería encontrar aquí imperativo referirse a la necesidad de pasar
por
la dictadura del
proletariado para poder llegar al comunismo. Pero el autor no dice ni una
palabra sobre
esta dictadura. "¿Qué
es, pues, la causa del comunismo? ¿Cómo deben dedicarse a ella los militantes
del Partido?" El autor responde: "En ese mundo no habrá explotadores
ni opresores, no habrá terratenientes, capitalistas, imperialistas ni
fascistas. Tampoco existirán pueblos oprimidos y explotados, ni obscuridad,
ignorancia, retraso, etc. En tal sociedad, la humanidad toda estará compuesta
de comunistas desinteresados, inteligentes y de elevado nivel cultural y
técnico; entre los hombres reinará la asistencia y el cariño mutuos y no habrá
cosas irracionales como la sospecha y el engaño recíprocos, el perjuicio y el
asesinato de unos contra otros, la guerra, etc. Será, por supuesto, la mejor,
la más hermosa, la más avanzada sociedad de la historia humana." (…)
En opinión del autor, la
sociedad comunista es un lecho de rosas, sin oscuridad ni contradicción; todo
está bien, no hay opuestos. De allí en adelante la sociedad dejaría de
desarrollarse. No sólo la sociedad jamás cambiaría cualitativamente, sino que,
al parecer, tampoco cambiaría jamás en lo cuantitativo; el desarrollo de la
sociedad tocaría entonces a su fin y ésta permanecería inmutable para siempre.
Aquí el autor echa por la borda una ley marxista fundamental: el desarrollo de
todas las cosas y de cualquier sociedad humana es impulsada por la lucha de
opuestos, por la contradicción. Aquí el autor predica la metafísica y repudia
la gran teoría del materialismo dialéctico y del materialismo histórico.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 20 de 1967).
III. SOBRE EL PROBLEMA MILITAR
Divergencias básicas entre
la línea militar proletaria y la burguesa
(Extractos)
Dar o no prioridad a la
política proletaria constituye el foco de la lucha entre la linea militar del
Presidente Mao y la línea militar burguesa en la construcción del ejército
En los 40 años
transcurridos, la lucha entre la línea del Presidente Mao y la línea de la
burguesía en la construcción del ejército se ha centrado invariablemente en la
cuestión fundamental de poner en primer lugar la política o los asuntos
militares, de dar prioridad a la política o a los asuntos militares.
La quintaesencia del
pensamiento y línea del Presidente Mao sobre la construcción del ejército es
dar prioridad a la política proletaria. Esto es, primero y ante todo, construir
un ejército en lo político.
El Presidente Mao señaló
(…) : "Lo militar constituye tan sólo uno de los medios para cumplir
las tareas políticas". «El Ejército Rojo de China es una organización
armada que ejecuta las tareas políticas de la revolución." (…)
Los representantes de la
burguesía, tales como Peng De-juai y Luo Rui-ching, que se infiltraron en el
Partido, siempre combatieron el pensamiento y la línea del Presidente Mao sobre
la construcción del ejército. Siempre se opusieron a dar prioridad a la
política proletaria y, en lugar de ello, abogaron por colocar en primer plano
los asuntos militares, la técnica. (…)
Dar prioridad a la
política es dar prioridad al pensamiento de Mao Tse-tung, armar a las masas de
mandos y combatientes con el pensamiento de Mao Tse-tung y establecer la
autoridad absoluta del pensamiento de Mao Tse-tung. El gran pensamiento- de Mao
Tse-tung es el alma de nuestro ejército, la piedra angular en la construcción
de nuestro ejército y la garantía básica de que nuestro ejército nunca cambiará
de color.
Llevado por su ambición
personal y su instinto de clase reaccionaria, Luo Rui-ching temía y odiaba
mortalmente el pensamiento de Mao Tse-tung.
(…)
Al mismo tiempo,
idolatraba al libro sobre la "autocultivación" escrito por el
Jruschov chino, y dio personalmente la orden de que este libro fuera adoptado
como lectura obligatoria para todo el ejército. (…)
Luo Rui-ching utilizaba
las competencias de técnicas de combate para acometer contra la política y el
estudio de las obras del Presidente Mao. (…)
(…) dar prioridad o no a
la política proletaria, trabajar o no por la revolucionarización ideológica del
hombre constituye un importante problema que atañe a si el ejército proletario
degenerará o no, a si el fusil estará en las manos del proletariado o en las de
la burguesía. En definitiva, atañe a si el proletariado puede o no consolidar
su Poder después de haberlo conquistado.
Librar o no una guerra
popular representa la línea divisoria entre el pensamiento militar del
Presidente Mao y el pensamiento militar burgués
La gran teoría del
Presidente Mao sobre la guerra popular
ha desarrollado el marxismo-leninismo en forma creadora y con genio. No sólo
señala al pueblo chino el único camino correcto para el logro de la victoria a
escala nacional sino que indica el sendero hacia la emancipación total para las
naciones y clases oprimidas del mundo entero. (…)
Intentar librar una guerra
popular o no, atreverse a emprender una guerra popular o no, es la linea
divisoria entre el pensamiento militar del Presidente Mao y el pensamiento
militar burgués, la piedra de toque para discernir entre el marxismo-leninismo
y el revisionismo, entre la verdadera revolución y la falsa.
El Presidente Mao nos
enseña: "La guerra revolucionaria es la guerra de las masas, y sólo
puede realizarse movilizando a las masas y apoyándose en ellas."
"Uniendo a los millones y millones de hombres del pueblo en torno al
gobierno revolucionario y desarrollando nuestra guerra revolucionaria, podremos
aniquilar a toda contrarrevolución." (…)
Como sucede con todos los
oportunistas, el pensamiento militar de Luo Rui-ching está basado sobre la
teoría de que las armas lo deciden todo. El no confía en las masas en absoluto,
ni se apoya en ellas. Se opone a armarlas, al sistema de milicias y al gran
concepto estratégico del Presidente Mao sobre la guerra popular.
El Jruschov chino sostiene
que la técnica ocupa el primer lugar y que la técnica lo decide todo. Luo
Ruiching sostiene que, con nuevos equipos técnicos, "se puede aniquilar a
cualquier enemigo invasor en el mar, en el aire o en la base desde la cual
lance el ataque". Ellos usan la teoría de obtener la victoria mediante
armas superiores para oponerse a armar a las masas populares, y a enfrentar la
agresión imperialista con la guerra popular. Piensan que se puede derrotar al
enemigo apoyándose únicamente en el equipo técnico. Esto es un típico pensamiento militar
burgués. (…)
Nuestro gran líder el
Presidente Mao ha explicado en la forma más cabal y profunda la importancia de
armar a las masas. Después de alcanzada la victoria en todo el país, el
Presidente Mao nos ha enseñado una y otra vez: "Como los imperialistas
cometen tantos atropellos contra nosotros, tenemos que tratarlos con toda
seriedad. No solamente debemos poseer un poderoso ejército regular, sino
también organizar contingentes de milicia popular en todas partes, de modo que
los imperialistas, en caso de agredirnos, difícilmente puedan moverse un solo
palmo en nuestro país." "Si el imperialismo se atreve a desencadenar
una guerra de agresión contra nuestro país, entonces convertiremos en soldados
a toda nuestra nación; la milicia popular operará en coordinación con el
Ejército Popular de Liberación y lo reforzará en todo momento para derrotar por
completo a los agresores." (…)
El Jruschov chino y su
agente Luo Rui-ching consideran que la milicia organizada conforme al
pensamiento de Mao Tse-tung es un gran obstáculo para su usurpación de la
dirección del Partido y del ejército y para su restauración del capitalismo.
Recurrieron a mil y un medios para socavar la construcción de la milicia y
oponerse a armar a las masas populares. Por otra parte, en la construcción de
la milicia, trataron de difundir el punto de vista puramente militar y se
opusieron a dar prioridad a la política proletaria. Intentaron estérilmente
remodelar nuestra milicia con la concepción burguesa del mundo y convertirla en
un instrumento que les sirviera para hacer realidad sus ambiciones personales.
(…)
Conforme a esta intención
de su amo, Luo Ruiching trató, al principio, por todos los medios de impedir la
transmisión de las instrucciones del Presidente Mao sobre el fortalecimiento de
la construcción de las fuerzas locales. Durante cinco años enteros, se negó a
llevarlas a efecto. Más tarde, aunque simulaba aceptarlas, en realidad las
violaba y las pasaba por alto repetidamente. Por todos los medios posibles
trató de socavar la construcción de las fuerzas locales. (…)
Si el imperialismo nos
invade, la milicia no sólo será una reserva inagotable para nuestro ejército,
sino que puede dirigir a las vastas masas populares en el despliegue de una
amplia guerra de guerrillas. Las fuerzas locales son la espina dorsal en la
lucha regional contra el enemigo. Conducen a las grandes masas milicianas a
operar en enérgica coordinación con las fuerzas principales y, continuamente,
se expanden y se transforman en fuerzas principales. (…)
La defensa activa y la
defensa pasiva son dos principios diametralmente opuestos de guía estratégica
pertenecientes respectivamente a la linea militar del Presidente Mao y a la
línea militar burguesa
El Presidente Mao nos
enseña: "La defensa activa se denomina también defensa ofensiva o
defensa por combates decisivos. La defensa pasiva se llama también defensa
puramente defensiva o defensa pura. La defensa pasiva es en realidad una falsa
defensa. Sólo la defensa activa es una defensa verdadera, efectuada con el
objetivo de pasar a la contraofensiva y a la ofensiva." (…)
[Luo Rui-ching y Peng
To-juai] dieron, de hecho, apoyo y ayuda al Kuomintang. Luego de usurpar un
importante cargo en nuestro ejército, Luo Ruiching volcó todas sus energías a
abogar por la errónea política de defensa pasiva, con el objeto de satisfacer
las necesidades de la línea capitulacionista de clase y capitulacionista
nacional del Jruschov chino. (…)
En vísperas de la gran
revolución cultural proletaria, iniciada y dirigida personalmente por el
Presidente Mao, el complot del revisionista contrarrevolucionario Luo Rui-ching
para oponerse al Presidente Mao, al pensamiento de Mao Tse-tung y a su línea
militar, y para usurpar la dirección del ejército y oponerse al Partido, cayó
en completa bancarrota. La línea militar burguesa reaccionaria seguida por él,
y él mismo, fueron repudiados por los mandos y combatientes de todo el ejército.
(…)
Debemos destruir
enérgicamente la línea militar burguesa y erradicar su venenosa influencia.
Debemos establecer en forma vigorosa la autoridad absoluta del pensamiento de
Mao Tse-tung y de su línea militar, dar siempre prioridad a la política proletaria,
dar nuevos pasos para el fomento de la revolucionarización ideológica y
organizativa de todo el ejército, asegurar que los fusiles estén firmemente y
en todo momento en manos del proletariado y defender la dictadura del
proletariado para que nuestro inexpugnable Estado proletario jamás cambie de
color.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 48 de 1967)
El proletariado debe
empuñar el fusil con firmeza
(Extractos)
El máximo de los elementos
con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido en China, al
igual que todos los revisionistas contrarrevolucionarios, siempre se ha opuesto
a la lucha armada, ha pregonado el camino parlamentario y ha impulsado el
capitulacionismo con toda su fuerza. (…)
El Presidente Mao dice:
"Sólo con el fusil se puede transformar el mundo entero." Este es el
resumen de la experiencia ganada a costa de sangre por el proletariado de China
y del mundo. Es una verdad universal del marxismo-leninismo. Esta verdad está
siendo asimilada día a día por el proletariado y los pueblos y naciones
oprimidos del mundo entero. Los pueblos revolucionarios de muchas regiones de
Asia, África y América Latina están alzándose y expulsando a los cabecillas
oportunistas. Están empuñando con coraje el fusil, formando ejércitos
populares, librando luchas armadas, rebelándose en alto grado contra el
imperialismo y todos los reaccionarios acaudillados por los EE.UU., y contra
los revisionistas contemporáneos cuyo centro es la camarilla dirigente del
Partido Comunista de la Unión Soviética, e inician una grandiosa lucha, heroica
e inflexible, contra el viejo mundo.
Durante todo el período
del socialismo, la lucha de clases encuentra expresión concentrada en la lucha
que libra la burguesía por la restauración y la que libra el proletariado contra
la restauración. Al empeñarse en la restauración no cabe duda que la burguesía
procura controlar el ejército y empuñar el fusil. Con el fin de consolidar la
dictadura del proletariado y aplastar la conspiración de la burguesía para
retornar, es imperativo que el proletariado también empuñe con firmeza el fusil
y mantenga sólidamente el ejército. Por un lapso bastante largo después de la
toma del poder, el proletariado encara el peligro de perderlo; similarmente,
después de establecer el ejército, encara aún el peligro de perderlo. Si se
pierde el ejército y su Poder es usurpado por los elementos nocivos, entonces
todo lo conquistado por el proletariado y el pueblo trabajador se perderá. La
usurpación del Poder en el ejército y el golpe de Estado contrarrevolucionario
de la camarilla revisionista jruschovista en la URSS dan una seria lección. (…)
Con miras a alterar la
naturaleza proletaria de nuestro ejército y usurpar el poder militar, Peng
De-juai, Luo Rui-ching y sus semejantes dirigieron en primer lugar la punta de
lanza contra el pensamiento de Mao Tse-tung. Peng De-juai lo atacó
canallescamente diciendo que las "obras del Presidente Mao podían servir
sólo como referencia pero no como guía en operaciones de guerra y en el
entrenamiento de unidades armadas". Luo Ruiching pregonó la tontería de
que considerar las enseñanzas del Presidente Mao como nuestras instrucciones
supremas no "concuerda con el sistema de nuestro Estado". (…)
Con el propósito de
cambiar la naturaleza proletaria de nuestro ejército y usurpar el poder
militar, Peng Dejuai, Luo Rui-ching y otros revisionistas
contrarrevolucionarios hicieron esfuerzos desesperados para oponerse a dar
prioridad a la política proletaria, diseminaron una serie de basura
revisionista traída del extranjero y pusieron en práctica la regularización
burguesa para combatir la revolucionarización proletaria. Colocaron la técnica
militar en el lugar de honor y negaron que el trabajo político e ideológico era
el factor de importancia primordial en la determinación de la capacidad de
combate.
El punto de vista de que
la técnica militar es el criterio básico para determinar la capacidad de
combate de un ejército es un punto de vista militar ciento por ciento burgués.
¿Qué proporciona a nuestro ejército la mayor capacidad de combate? ¿Son sus
aviones, sus cañones, o sus bombas atómicas? No, en absoluto. Lo que da a
nuestro ejército su mayor poderío de combate es el invencible pensamiento de
Mao Tse-tung, son los combatientes revolucionarios que cuentan con alta conciencia
política y están pertrechados con el pensamiento de Mao Tse-tung. Oponerse a
dar prioridad a la política proletaria y poner la técnica militar en el primer
lugar significa dar prominencia a la política burguesa. (…)
En su libro El trabajo político de los ejércitos que
luchan contra el Japón, Luo Rui-ching no hizo mención de la lucha de clases
ni de la toma del Poder por el proletariado, y, estimando al enemigo del pueblo
como su padre, colocó incluso como contenido básico del trabajo político para
el ejército "la grandeza del generalísimo Chiang Kai-shek y su vida",
la "sabiduría, amor y valentía", y la "lealtad y
benevolencia" defendidas por Chiang Kai-shek. Lo que él y otros difundían
era la política absolutamente reaccionaria del Kuomintang. (…)
En una palabra, Peng
De-juai, Luo Rui-ching y semejantes, agentes del Jruschov de China dentro del
ejército, trataron de transformar nuestro ejército mediante una serie de
baratijas revisionistas contrarrevolucionarias y burguesas y usurpar la
dirección del ejército. De haber alcanzado la meta por la cual complotaban y
tomado el fusil en sus manos, nuestro Estado habría cambiado su color político;
nuestro Partido y nuestro Estado habrían perecido y nosotros habríamos sido
asesinados.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 32 de 1967)
Mantengamos en alto la
gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung y critiquemos y repudiemos
completamente la línea militar burguesa
(Extractos)
El Presidente Mao señaló
en la resolución de la Reunión de Gutien: "Lo militar constituye tan
sólo uno de los medios para cumplir las tareas políticas." "El
Ejército Rojo de China es una organización armada que ejecuta las tareas
políticas de la revolución." "El Ejército Rojo de ningún modo debe
limitarse a combatir; además de combatir para destruir las fuerzas militares
del enemigo, debe tomar sobre sí importantes tareas tales como hacer propaganda
entre las masas, organizarlas, armarlas, ayudarlas a establecer el Poder
revolucionario, y hasta establecer organizaciones del Partido Comunista. El
Ejército Rojo no combate meramente por combatir, sino para hacer propaganda
entre las masas, organizarlas, armarlas y ayudarlas a establecer el Poder
revolucionario. Sin estos objetivos, combatir carecerá de sentido, y el
Ejército Rojo perderá su razón de ser."
Esta serie de tesis
científicas del Presidente Mao resolvieron con genio y en forma creadora la
relación entre los asuntos militares y la política, desarrollaron enormemente
las teorías del marxismo-leninismo y sentaron las bases del pensamiento militar
de Mao Tse-tung. El núcleo del pensamiento militar del Presidente Mao es dar
prioridad a la política proletaria y enfatizar la construcción del ejército en
lo político, atribuir plena importancia al papel decisivo del factor humano y
el factor político-ideológico y desplegar al máximo la iniciativa de las masas
de los soldados y del pueblo en la guerra. Conforme a las enseñanzas del
Presidente Mao, los asuntos militares deben subordinarse a la política y
nuestro ejército es una organización armada para cumplir las tareas políticas
de la revolución. Nuestro ejército no sólo es un destacamento de combate. Es al
mismo tiempo un destacamento de trabajo y un destacamento de producción.
Nuestro ejército debe colocarse bajo la dirección absoluta del Partido
Comunista de China guiado por el pensamiento de Mao Tse-tung; debe seguir el
principio de que el Partido manda al fusil y nunca se permitirá que el fusil
mande al Partido. Al combatir, nuestro ejército de ningún modo se apoya
meramente en las armas y la técnica, sino que se apoya principalmente en la
política, en la conciencia y el espíritu revolucionario del hombre y en la
unidad entre oficiales y soldadas, entre los niveles superiores e inferiores,
entre el ejército y el gobierno, y entre el ejército y el pueblo. El trabajo
político-ideológico forma la arteria vital de nuestro ejército. Esto va en
diametral oposición a la línea militar burguesa, al punto de vista puramente
militar de la burguesía y a la teoría burguesa de que las armas lo deciden
todo, así como a la teoría militar y el sistema de administración de la
burguesía.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 32 de 1967)
IV. SOBRE LAS MASAS
¿"Dirigente del movimiento obrero"o
vendeobreros N° 1 ?
(Extractos)
Antes de que la clase obrera
conquiste el Poder, ¿debe librar una lucha económica legal para mendigar unos
mínimos "beneficios" inmediatos de la clase gobernante o debe
derribar por completo el régimen reaccionario y tomar en sus manos el Poder?
Este ha sido siempre un punto focal en la lucha entre los marxistas, por un
lado, y los revisionistas y reformistas, por el otro. (…)
El Presidente Mao nos
enseña: "Todas las luchas revolucionarias del mundo tienen por objetivo
tomar el Poder y consolidarlo." "La tarea central y la forma más alta
de toda revolución es la toma del Poder por medio de la fuerza armada, es
decir, la solución del problema por medio de la guerra." "La lucha
armada del Partido Comunista de China toma la forma de una guerra campesina
bajo la dirección del proletariado." "Todas las demás formas, como la
organización de las masas populares y la lucha de las mismas, son también muy
importantes y absolutamente indispensables, y de ningún modo deben ser dejadas
de lado, pero el objetivo de todas ellas es servir a la guerra. .. se coordinan
en forma directa o indirecta con la guerra."
Estas grandes enseñanzas
del Presidente Mao señalan que la orientación y la tarea generales del
movimiento obrero son organizar y levantar a la clase obrera, trabajar directa
o indirectamente en coordinación con la guerra revolucionaria campesina
dirigida por el Partido y luchar para cercar las ciudades desde el campo y,
finalmente, tomar el Poder por medio de la lucha armada.
El Jruschov chino (…) se
opuso a la lucha política, a la coordinación del movimiento obrero con la lucha
armada y a la toma del Poder cercando las ciudades desde el campo. (…)
Su línea completa residía
en que "la lucha económica lo es todo y todo para la lucha
económica". Al pregonar la "lucha económica", pretendía en
realidad luchar sólo por una "legislación" que diera a los obreros
mejores condiciones para vender su fuerza de trabajo, colocando así la lucha
dentro de los marcos permitidos por los reaccionarios del Kuomintang, sin
atreverse a tocar ni un pelo del régimen de Chiang Kai-shek.
El marxismo-leninismo,
pensamiento de Mao Tse-tung, jamás niega la necesidad de la lucha económica,
pero sostiene que la lucha económica debe combinarse con la lucha política, (…)
Si el movimiento obrero está divorciado de la lucha política y de la toma del
Poder por la fuerza de las armas y se limita a la lucha económica y legal, es
imposible derribar la dominación del imperialismo, del feudalismo y del
capitalismo burocrático (…) y también resulta imposible resolver las "demandas
económicas". (…)
[En la etapa del
socialismo] ¿debemos persistir en la dictadura del proletariado, llevar la
revolución socialista hasta el fin, desarrollar la economía socialista y
esforzarnos por hacer realidad el comunismo o debemos abolir la revolución
socialista, ocuparnos únicamente en la producción material, abandonar los
intereses fundamentales de la consolidación del Poder proletario, llevar a los
obreros a la busca de ventajas económicas inmediatas y abrir así el camino para
la restauración del capitalismo? Este es uno de los puntos focales de la lucha
entre el marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung, y el revisionismo en
el movimiento obrero después de la toma del Poder por la clase obrera'. (…)
[Liu Shao-chi planteó]
consignas tales como "el movimiento por la producción es precisamente el
movimiento obrero" y "esforzarse por la subsistencia de los
obreros", para oponerse a que los sindicatos se entregaran al trabajo
revolucionario y político. Propugnó que los sindicatos se preocuparan solamente
de la producción y el bienestar, intentando desviar el movimiento obrero. (…)
Los marxistas no se oponen
al desarrollo de la producción, sino que están por el desarrollo activo de
ésta. Siempre sostienen que el desarrollo de la economía socialista es una de
las tareas básicas de la dictadura del proletariado. Sin embargo, el:
desarrollo de la producción socialista debe poner al mando la política
proletaria y tomar la revolución socialista como fuerza motriz, es decir, "empeñarse
en la revolución y promover la producción". (…)
El sindicato es producto
de la lucha de clases e instrumento para ella. Mientras existan clases y lucha
de clases en la sociedad, es imposible que los sindicatos sean "de todo el
pueblo".
El Jruschov chino trató en
mil y una formas de convertir los sindicatos en "sindicatos de todo el
pueblo". (…)
Una diferencia fundamental
entre los marxistas y los revisionistas en el movimiento obrero radica en la
cuestión de si los
sindicatos deben o no aceptar la dirección del partido de la clase obrera.
Inevitablemente, los defensores del economismo son al mismo tiempo
sindicalistas y niegan que el Partido es la forma más alta de organización de
la clase obrera y se oponen a que el Partido ejerza la dirección sobre los
sindicatos. Así lo hacía también el Jruschov chino.(…)
El Jruschov chino
consideró el invencible pensamiento de Mao Tse-tung como el mayor obstáculo en
su intento de usurpar la dirección del Partido y del Gobierno y restaurar el
capitalismo en China. (…)
El pensamiento de Mao
Tse-tung es la verdad universal para la revolución de todos los pueblos
oprimidos y la garantía fundamental para la consolidación de la dictadura del
proletariado por parte de la clase obrera que haya tomado el Poder. La tarea
fundamental del movimiento obrero es inculcar el pensamiento de Mao Tse-tung a
las masas obreras, armarlas con este invencible pensamiento (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 50 de 1967)
La lucha entre los dos
caminos en el campo chino
(Extractos)
Antes de cumplida en lo
fundamental la transformación socialista de la agricultura, hizo todo lo
posible para proteger y desarrollar la economía de campesino rico y oponerse a
la colectivización socialista de la agricultura. Y después de esa
transformación, hizo grandes esfuerzos para la restauración capitalista y trató
de desintegrar la economía colectiva socialista. (…)
El Jruschov de China
resumió toda su teoría antisocialista en un programa que niega la revolución
socialista, a saber, "en el presente debemos esforzarnos por la
consolidación del sistema de nueva democracia" (…)
[Liu Shao-chi] tuvo la
audacia de calumniar la línea socialista de cooperativización agrícola
calificándola de "ilusión". (…)
[En 1955] confabulándose
con otro máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del
Partido, elaboró una política reaccionaria de "frenar",
"disminuir" y "reajustar", y ratificó personalmente un plan
que disminuía drásticamente el número de cooperativas. En poco más de dos
meses, se puso fin a doscientas mil cooperativas en todo el país. (…)
el Jruschov de China
recogió del basurero revisionista de sus antecesores Bernstein, Kautsky,
Bujarin y compañía, la gastada arma de "la teoría de las fuerzas
productivas". (…)
Según su "teoría",
en los países donde las fuerzas productivas no están aún bien desarrolladas, el
proletariado y los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior,
después de lograr la victoria en la revolución democrática, no pueden ni deben
pasar sin demora de la revolución democrática a la revolución socialista, sino
que deben primero permitir el desarrollo del capitalismo. Sin maquinaria ellos
merecen ser explotados por los capitalistas y campesinos ricos. (…)
[En 1958, Liu Shao-chi] atacó
sin escrúpulos las comunas populares, expresando que "los campesinos no
han ganado nada con la economía colectiva en los últimos años"'. A
consecuencia de esta incitación suya apareció en las zonas rurales el siniestro
viento del san zi yi bao (que
significa: el aumento de tierras de uso
privado, de mercados libres y de empresas responsables de sus propias ganancias
o pérdidas, y la fijación de cuotas de producción agrícola en base a la
familia). (…)
En este punto, el otro
máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido
dijo, utilizando una forma figurada: "Mientras pueda elevar la producción,
el cultivo individual es admisible. Sean blancos o negros los gatos, son buenos
si cazan ratones.' (…)
[Según la línea del
Presidente Mao para el movimiento de educación socialista en el campo] es
imperativo "tomar como principio guía la lucha de clases, tomar como
principio guía la lucha entre los dos caminos, el socialismo y el
capitalismo", para
solucionar "la contradicción entre el socialismo y el capitalismo".
(…) "apoyarse en la clase obrera, los antiguos campesinos
pobres y campesinos medios de la capa inferior, los cuadros revolucionarios,
los intelectuales revolucionarios y otros revolucionarios, y prestar atención a
unir a más del 95 por ciento de las masas y a más del 95 por ciento de los
cuadros", a fin de "librar
una aguda lucha de medida por medida contra las fuerzas capitalistas y feudales
que nos están atacando desenfrenadamente".
(…) "el blanco principal del movimiento actual son aquellos
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido". (…)
[Teng Siao-ping] elaboró
apresuradamente una "Segunda decisión de 10 puntos (proyecto)" en
oposición directa a la "Decisión de 10 puntos". (…) echó por la borda
el contenido fundamental, es decir, la lucha entre las dos clases y los dos
caminos y dejó completamente de lado la línea, los principios y las medidas
políticas respecto al movimiento de educación socialista que el Presidente Mao
había planteado explícitamente en la "Decisión de 10 puntos". (…) se
valió de mil y un medios para justificar las fuerzas capitalistas existentes en
las zonas rurales, atar a las masas de pies y manos y proteger afanosamente a
los agentes de la burguesía dentro del Partido. Pretextando llevar a cabo la
"educación socialista", dirigió la punta de lanza de la lucha contra
los antiguos campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior. (…) se
esforzó por aplicar la línea reaccionaria burguesa para extinguir las llamas
revolucionarias del movimiento de educación socialista, encendidas
personalmente por el Presidente Mao. Este es uno de los muchos horribles
crímenes perpetrados por este tipo en su oposición al socialismo y en su deseo
de restaurar el capitalismo. (…)
La historia de la lucha
entre los dos caminos y las dos líneas en las zonas rurales en estos 18 años
nos ha brindado muy abundantes experiencias. Las más importantes son:
Primera: "La sociedad
socialista cubre una etapa histórica bastante larga. Durante dicha etapa
histórica, aún existen clases, contradicciones de clases y lucha de clases;
existen la lucha entre el camino socialista y el camino capitalista y el
peligro de una restauración capitalista."
Segunda: La cuestión fundamental
en todas las revoluciones es la cuestión del Poder. En último análisis, la
lucha entre los dos caminos y las dos líneas en las zonas rurales es la lucha
entre los esfuerzos por consolidar la dictadura del proletariado y los
esfuerzos por subvertirla. (…)
Tercera: Después de realizada la
cooperativización agrícola, la revolución socialista todavía no está consumada
en el frente económico. (…)
Cuarta: Las amplias masas de
antiguos campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior son nuestra
base social en las zonas rurales para la construcción del socialismo. (…)
Quinta: "Problema serio
es la educación del campesinado." "La tarea básica del trabajo
político" del Partido en el campo "es inculcar constantemente en las
masas campesinas la ideología socialista y criticar la tendencia hacia el
capitalismo". (…)
La lucha entre los dos
caminos y las dos líneas en el campo debe ser llevada hasta el fin. La gran
revolución cultural proletaria en el vasto campo debe ser llevada hasta el fin,
por el rumbo indicado por el Presidente Mao.
¡Que flamee siempre en
alto la gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung en el campo de China!
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 49 de 1967)
V. SOBRE LA TEORÍA
La esencia de la
"teoría de las fuerzas productivas" es oponerse a la revolución
proletaria
(Extractos)
Liu Shao-chi siempre abogó
por la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas". De acuerdo a
esta falacia, si un país no tiene un capitalismo altamente desarrollado y sus
fuerzas productivas no alcanzan un nivel elevado, no está capacitado para
emprender la revolución socialista ni tomar el camino socialista. (…)
Ya en los primeros años de
la revolución de nueva democracia en China, Liu Shao-chi, en pos de Chen
Tu-siu, pregonó fanáticamente la "teoría de las fuerzas productivas",
para oponerse a que el proletariado se alzara en revolución y tomara el Poder.
Pretextando que China estaba atrasada industrialmente y el nivel de sus fuerzas
productivas era muy bajo, calumnió al proletariado chino como
"pueril" y "seriamente lumpen", alegando que la conquista
del Poder por el proletariado era "cosa de un futuro lejano" y que
era absolutamente "innecesario hablar mucho discutiéndolo". (…)
El problema de si el
proletariado puede tomar el Poder no se determina en absoluto por el nivel de
las fuerzas productivas, sino, objetivamente, por el que exista o no una
situación revolucionaria y, en lo subjetivo, por el que cuente o no con un
Partido Comunista armado con el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, el
cual dirija de manera acertada a las amplias masas revolucionarias en una lucha
heroica por la conquista del Poder. (…)
[Después de la fundación
de la República Popular China,] Liu Shao-chi vociferó "El problema del
socialismo es un asunto del futuro. Es demasiado temprano plantearlo
ahora." (…) "el capitalismo en China hoy aún está en su juventud y es
el momento mismo para poner en juego su papel histórico y positivo y dejarlo
hacer su contribución". (…)
El gran Lenin puntualizó
hace tiempo: El que la revolución democrática burguesa, después de su victoria,
pueda o no convertirse sin interrupción en revolución socialista depende del "grado
de preparación del proletariado y el grado de su unión con los campesinos
pobres". Después de la fundación de la República Popular China, la
clase obrera tomó el Poder. Esto fue el preparativo político más importante. La
confiscación del capital burocrático que "permitirá a ésta [la
república popular] controlar las arterias vitales de la economía del país y a
la economía estatal convertirse en el sector dirigente de toda la economía
nacional", fue el preparativo económico más importante. (…)
[Luego de completada en lo
fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de
producción, Liu Shao-chi] clamó por todas partes: "En nuestro país, la
cuestión de quién vencerá a quién: el socialismo o el capitalismo, ahora ha
sido resuelta", "la lucha de clases ha pasado" y "ahora la
tarea principal del pueblo chino y de nuestro Partido es desarrollar lo más
rápido posible las fuerzas productivas". (…)
La opinión pública
contrarrevolucionaria de que "la producción es todo", creada por él,
es una cortina de humo. Trató de usar esto para relajar nuestra, vigilancia
revolucionaria para poder reclutar enérgicamente a renegados y desertores y
formar camarillas en su propio interés, e impulsar frenéticamente su línea
revisionista contrarrevolucionária en los diversos frentes, haciendo degenerar
así la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía y transformando la
economía socialista en capitalista. (…)
Lenin señaló: "La
política no puede sino ser colocada por encima de la economía." "Sin
un enfoque político acertado del problema, la clase dada no mantendrá su
dominación, y por consiguiente no podrá cumplir tampoco su tarea de
producción.” (…) El Presidente Mao nos enseña repetidamente: La
política es el mando, es el alma, "el trabajo político es la arteria vital
de todo nuestro trabajo económico". "'Empeñarse en la
revolución y promover la producción'. (…)
Liu Shao-chi ya es un
cadáver político, pero la influencia perniciosa de la "teoría de las
fuerzas productivas" divulgada por él todavía no ha sido eliminada. (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 38 de 1969).
De Bernstein a Liu
Shao-chi
(Extractos)
La "teoría de las
fuerzas productivas" es una tendencia ideológica del revisionismo
internacional. (…)
Bernstein (…) en 1899 (…) sostuvo
que el capitalismo podría entrar pacíficamente en el socialismo a medida que
las fuerzas productivas sociales se desarrollaran altamente. Por lo tanto,
dijo, la revolución por la fuerza armada se convertiría en pura fraseología. (…)
El renegado Kautsky (…) en
1909, alegó que sólo donde el modo capitalista de producción estaba altamente
desarrollado, existía la posibilidad de transformar, mediante el Poder estatal,
la propiedad capitalista de los medios de producción en propiedad pública. (…)
Cerrando sus ojos a la
realidad, Kautsky incluso clamó en 1930 que la revolución que había tenido
lugar en Rusia sólo podía servir para abrir el camino al desarrollo pleno del
capitalismo, y que, sólo cuando el capitalismo estuviera altamente
desarrollado, era posible establecer una sociedad socialista. (…)
En 1922, (…) Trotsky
deliró diciendo que Rusia no había alcanzado o ni siquiera se había aproximado
a la etapa de establecer una sociedad socialista. . ., y que el socialismo era
posible sólo cuando existiera una base de fuerzas productivas desarrolladas y
prósperas. Afirmó además que un ascenso real en la economía socialista de Rusia
resultaría posible sólo después de que el proletariado triunfara en varios de los
más importantes países europeos. (…)
[Los revisionistas
soviéticos contemporáneos] alegaron que, bajo condiciones socialistas, la
economía es más importante que la política, y que la cuestión de producción
debía colocarse en el primer lugar, debía ocupar el centro de todas las actividades
de la organización del Partido y debía preceder a todos los trabajos de la
organización del Partido. (…)
Chen Tu-siu, en 1923, recalcó
unilateralmente que en China "la industria se encuentra en su infancia y
la cultura, atrasada" y que "incluso la burguesía es muy infantil y,
objetivamente, la clase obrera es aún más infantil". Se opuso
frenéticamente a que el proletariado dirigiera la revolución y tomara el Poder.
Vociferó: "Bajo circunstancias normales, el Poder estará naturalmente en
manos de la burguesía luego del éxito de la revolución nacional." Incluso
en 1938, chachareó que "quedaba aún bastante lugar para el desarrollo del
capitalismo en China". (…)
Tomando el legado de los
renegados Bernstein, Kautsky, Trotsky y Chen Tu-siu, el renegado, agente
enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi pregonó constantemente la reaccionaria
"teoría de las fuerzas productivas". Combatió a la revolución
proletaria y a la dictadura del proletariado y cometió crímenes monstruosos.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 38 de 1969)
Aprehender la
contradicción principal, afianzarse en la orientación fundamental de la lucha
(Extractos)
La contradicción principal
que debemos resolver en la gran revolución cultural proletaria es la
contradicción entre el proletariado y el puñado de elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Esta es una contradicción
antagónica, una contradicción entre el enemigo y nosotros. (…)
[esta contradicción] es
una expresión concentrada de la lucha entre el proletariado y la burguesía en
China y de la lucha entre el camino socialista y el capitalista. Esta es la
característica más sobresaliente de la lucha de clases bajo la dictadura del
proletariado, particularmente después de consumada en lo fundamental la transformación
socialista de la propiedad de los medios de producción. Esta es una ley
objetiva. (…)
En 1957, el Presidente Mao
señaló que el revisionismo es más peligroso que el dogmatismo. En el
plano nacional, el revisionismo mencionado se refiere principalmente a los
agentes de la burguesía dentro del Partido.
En mayo de 1963, el
Presidente Mao indicó que en las filas de nuestros cuadros, "muchos, en
vez de distinguir entre los enemigos y nosotros, llegaron hasta colaborar con
los enemigos, fueron corrompidos, divididos y desmoralizados por ellos, y, en
consecuencia, fueron arrastrados al campo enemigo o los enemigos lograron
infiltrarse en nuestras filas". El Presidente Mao añadió: "Entonces
no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, o una década, o varias
décadas a lo sumo, para que se produjera fatalmente una restauración
contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se
transformara en partido revisionista o en partido fascista, y toda China
cambiara de color." Aquí se pone énfasis en que los elementos dentro
del Partido que fueron arrastrados al campo enemigo por la burguesía y los
elementos de la burguesía que se infiltraron en nuestras filas son los más
peligrosos.
En julio de 1964, (…) el
Presidente Mao planteó "el problema de precavernos contra la aparición
del revisionismo jruschovista en China", y dijo que el primer
requisito que han de llenar los continuadores de la causa revolucionaria del
proletariado es "ser verdaderos marxista-leninistas, y no, como Jruschov,
revisionistas disfrazados de marxista-leninistas".
En enero de .1965, (…) el
Presidente Mao expresó que "el blanco principal del movimiento actual
son aquellos elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del
Partido".
En los últimos años, el
Presidente Mao ha señalado en muchas ocasiones: hay que estar vigilantes
contra el surgimiento del revisionismo, especialmente contra el surgimiento del
revisionismo en el Comité Central de nuestro Partido. (…)
No debemos dejarnos
distraer por las diversas contradicciones secundarias, desviando con ello la
orientación fundamental de la lucha. (…)
Sólo empuñando la
contradicción principal podemos desarrollar y fortalecer las filas de la
izquierda, unirnos con las amplias masas populares y de cuadros, formar la gran
alianza revolucionaria y aislar al máximo al puñado de elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido. (…)
También existen
contradicciones entre diferentes organizaciones de masas de la izquierda. Estas
son contradicciones entre lo justo y lo erróneo en el seno de las fuerzas de la
izquierda. En algunos casos, una parte está en lo correcto y otra en lo erróneo
en una cuestión dada. En otros, una parte tiene más errores que la otra en un
asunto determinado. En otros incluso, un lado tiene razón en un problema dado y
comete error en otro, mientras que la otra parte está precisamente en la
situación contraria. En todos estos casos, se trata de diferencias de
principio. No obstante, las contradicciones entre ellos son secundarias, ellos
tienen la misma orientación fundamental ya que sus contrarios comunes son los
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido. (…)
Las divergencias entre las organizaciones de masas de la izquierda deben solucionarse
a través de la crítica y autocrítica. Las controversias entre las dos partes
pueden resolverse por medio de consultas. Cuando los problemas secundarios no
puedan ser solucionados por el momento, ambos lados deben buscar un terreno
común, dejando a un lado sus diferencias y uniéndose para combatir al enemigo.
Esto no puede llamarse carencia de principios ni se puede calificar de borrar
la línea entre lo correcto y lo erróneo, ni de eclecticismo ni de
conciliacionismo, sino que es una práctica correcta destinada a formar la gran
alianza revolucionaria y una manifestación del espíritu de principios
correspondiente al marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung. Si al
contrario, las organizaciones de la izquierda se aferran a sus puntos de
controversia, consideran las cuestiones menores como más importantes que todo y
se afanan en contiendas internas, aflojando de este modo la lucha contra los
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido, esto
es precisamente carencia de principios, una expresión nociva de grupismo,
localismo de "montaña" y anarquismo.
Las
relaciones entre las organizaciones de masas de la izquierda y aquellos
integrantes de las masas que, debido a su carencia de una correcta comprensión,
se han incorporado a las organizaciones conservadoras representan
contradicciones en el seno del pueblo, no contradicciones entre nosotros y el
enemigo. Siempre que aprehendamos la contradicción principal y reconozcamos
quién es nuestro enemigo principal, comprenderemos que las masas engañadas de
las organizaciones conservadoras son también víctimas de la línea reaccionaria
burguesa. Son también nuestros
hermanos de clase. (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 22 de 1967)
VI. SOBRE LA
EDUCACIÓN, PROPAGANDA, ARTE Y LITERATURA
¿ Quién transforma a quién?
(Extractos)
El primer capítulo de La Pedagogía de Kairov dice: "La
educación es puramente un fenómeno humano." 2 Esta definición borra por
completo el hecho más fundamental: En la sociedad de clases, la educación es un
fenómeno de la lucha de clases. De ningún modo es que "un hombre tiene que
recibir una educación apropiada para ser un hombre”. Cada clase necesita la
educación porque necesita mantener su dominación. La educación emana siempre de
la necesidad de la lucha de clases, no de una necesidad abstracta del "ser
humano". Cada clase educa y transforma a la joven generación según su
propia concepción del mundo y línea política para preparar sus sucesores, con
miras a lograr el propósito dé consolidar su propia dominación. Después de
tomar el Poder, el proletariado debe transformar la educación, de un
instrumento de dominación de la burguesía en un instrumento para destruir esta
dominación y eliminar por completo a la burguesía y a todas otras clases
explotadoras. El proletariado debe hacer de la educación una importante
posición desde la cual "el proletariado debe ejercer una dictadura
completa sobre la burguesía en la superestructura, incluidos los diversos
terrenos de la cultura". (…)
Sin embargo, Kairov,
alabado por Lu Ting-yi como pedagogo "socialista", dio a la esencia
de la educación esta definición: La educación es la "transmisión de la
experiencia y los conocimientos a la joven generación" por parte de la
"generación adulta"(…)
[El Presidente Mao
enseña:] "La educación debe servir a la política proletaria y
combinarse con el trabajo productivo." "Nuestra política educacional
debe permitir a todos aquellos que reciben educación desarrollarse moral,
intelectual y físicamente y convertirse en trabajadores cultos y con conciencia
socialista." (…)
Vamos a ver el proceso de
formación diseñado por él, es decir, el llamado sistema educacional de
"línea recta": Desde su entrada en la escuela, el estudiante tiene
por objetivo encaramarse hacia arriba. Al finalizar sus estudios en la escuela
primaria, espera ser admitido en la secundaria; al graduarse en la secundaria,
espera entrar en la universidad; al terminar sus estudios en el centro de
enseñanza superior., espera llegar a ser licenciado o doctor después de
estudiar en un instituto de investigaciones. Mientras una ínfima minoría de
personas obtienen los laureles de licenciado o doctor y están calificadas para tener
acceso al "paraíso" del privilegiado estrato burgués, la abrumadora
mayoría después de terminar sus estudios en la escuela primaria o en la
secundaria van a trabajar como obreros o campesinos y deben sufrir gustosamente
la explotación y opresión de la burguesía.
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 11 de 1970)
Esforcémonos por crear una
universidad socialista de ciencias e ingeniería
(Extractos)
El Presidente Mao nos
enseña: "Para llevar a cabo la revolución proletaria en la educación,
es imperativo contar con la dirección de la clase obrera; es imperativo que las
masas obreras participen en esta revolución y que, en coordinación con los
combatientes del Ejército de Liberación, realicen una 'triple integración'
revolucionaria junto con los activistas de entre los estudiantes, profesores y
obreros de los centros docentes, que están decididos a llevar hasta el fin la
revolución proletaria en la educación. Los equipos obreros de propaganda deben
quedarse permanentemente en los centros docentes, tomar parte en el
cumplimiento de todas las tareas de la lucha-crítica-transformación en ellos y
dirigirlos para siempre." (…)
"En el problema de la
transformación educacional, la cuestión principal son los profesores." (…)
El ascenso de los obreros,
campesinos y soldados a la cátedra de la universidad es un nuevo fenómeno
surgido en la enconada lucha entre las dos clases y las dos líneas en el frente
educacional. (…)
El revisionista
contrarrevolucionario Chiang Nan-siang se opuso abiertamente a la participación
de los estudiantes en la lucha de clases y la lucha por la producción en la
sociedad, pregonó que "el recinto de la Universidad Chingjua es cuna de
ingenieros" y que "en el mismo laboratorio se puede formar combatientes
de los tres grandes movimientos revolucionarios". (…)
"Los centros docentes
deben establecer fábricas." Esta es una grande y sabia política del Presidente
Mao. (…) "Todos los laboratorios y talleres subordinados a los
institutos de ingeniería, que están en condiciones de dedicarse a la producción,
deben hacerlo en la medida de lo posible, además de satisfacer las necesidades
de la enseñanza y la investigación científica.". (…)
Para los estudiantes
obreros, campesinos y soldados, perseverar o no en tomar la educación política
como centro de toda la educación constituye un problema de aplicar o no la
línea proletaria en la educación. (…)
La filosofía compradora de
servilismo ante lo extranjero y la teoría de avance rastrero constituyen el
elemento esencial del viejo sistema de los materiales de enseñanza sobre
ciencias e ingeniería y están impregnadas en cada línea y frase de éstos. (…)
"El material de
enseñanza debe ser cabalmente transformado, en algunos casos comenzando por
simplificar el material complicado." (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 31 de 1970).
Llevar hasta el fin la
gran revolución en el frente del periodismo
(Extractos)
Presidente Mao señaló [en
1948]: "Camaradas, ustedes se dedican al periodismo. Su trabajo
consiste en educar a las masas, hacerles conocer sus propios intereses, sus
propias tareas y los principios y medidas políticos del Partido."
"Hemos de enseñar al pueblo a conocer la verdad y ponerlo en pie para la
lucha por su propia emancipación."
El Jruschov chino (…) Exigió
que los periódicos despejaran con gongs y platillos el camino para el
capitalismo en China. (…)
(…) el revisionista
contrarrevolucionario Lu Ding-yi y compañía, llegaron al extremo de plantear
que "los periódicos y revistas de nuestro Partido deben ajustarse a las
necesidades de todas las clases inclusive la burguesía". (…)
Sus argumentos [de Liu
Shao-chi] pueden resumirse en un solo punto: oposición a la línea proletaria
del Presidente Mao en el periodismo; desembozada preconización de la
liberalización burguesa y consiguiente preparación del terreno para los
desenfrenados ataques de los derechistas en todo el país. (…)
El Presidente Mao en
muchas ocasiones propinó despiadados y frontales golpes a esta maligna corriente
de liberalización burguesa. (…) Señaló: "Ellos niegan el espíritu de
partido y el carácter de clase de los periódicos. Borran las diferencias de
principios entre el periodismo proletario y el burgués y confunden el
periodismo que refleja la economía colectiva de los países socialistas con el
periodismo que refleja la economía anárquica de los países capitalistas con su
competencia entre grupos. Admiran el liberalismo burgués y se oponen a la
dirección del Partido. Aprueban la democracia y se oponen al centralismo. Se
oponen a la necesaria pero no supercentralizada, dirección, planificación y
control sobre la cultura y educación (incluido el periodismo), los cuales son
indispensables para realizar una economía planificada. Ellos y los intelectuales del ala derecha en
la sociedad se hacen eco unos a otros, se asocian mutuamente y se tratan entre
sí como hermanos." (…)
Deng Tuo, agente del
Jruschov chino, llegó al extremo de dejar fuera del periódico del Partido la
voz del Presidente Mao y se negó a difundir el gran plan estratégico del
Presidente Mao manteniendo en secreto la política del Partido. (…) El
Presidente Mao hizo una critica sumamente aguda de esto, señalando: Los
periódicos del Partido deben difundir a tiempo la política del Partido. Fue un
error no informar de la conferencia sobre el trabajo de propaganda. A esta
reunión asistieron personas de dentro y fuera del Partido, ¿por qué no se
informó sobre ella? ¿Por qué no se publican editorial sobre la Conferencia
Suprema de Estado? ¿Por qué mantuvieron en secreto la política del Partido? Aquí
hay un fantasma, ¿dónde se encuentra? Solíamos decir que eran los letrados los
que dirigían los periódicos, ahora debemos decir que son los muertos los que
dirigen los periódicos. Ustedes, en la mayoría de los casos, entonan melodías
en contra de la política del Comité Central, tienen resentimiento contra ella,
se
oponen a ella y la
desaprueban.
(….)
La aguda y enconada lucha
de clases de estos últimos 18 años en el frente del periodismo nos ha
proporcionado experiencias y lecciones extremadamente ricas y preciosas.
Primero. La firme y
consecuente difusión del pensamiento de Mao Tse-tung es la tarea fundamental de
los periódicos, la radio y
la agencia de noticias proletarios. (…)
Segundo. La prensa
constituye invariablemente un instrumento de la lucha de clases. mientras el mundo
esté dividido en clases. (…)
Tercero. Hay que criticar
profunda y constantemente la línea burguesa reaccionaria en el periodismo,
eliminar su perniciosa influencia en todos los aspectos y llevar hasta el fin
la lucha entre las dos líneas en los círculos periodísticos. (…)
Cuarto. Las entidades
periodísticas deben tomar el camino de "menos pero mejores tropas y una
administración más simple", adherirse firmemente a la línea de masas y
forjar estrechos vínculos con la clase obrera y las masas trabajadoras.
El Presidente Mao nos
enseña: Para dirigir bien los periódicos, la cuestión fundamental es la
revolucionarización ideológica de su personal. (…)
"Para hacer marchar nuestros
periódicos, también debemos apoyarnos en todo el mundo, en las masas populares,
en el conjunto del Partido, y no sólo en unas pocas personas que trabajen
encerradas entre cuatro paredes.". (…)
(Reproducido de “Pekín Informa” N° 37 de 1968)
Luchemos por salvaguardar
la dictadura del proletariado
(Extractos)
¿Servir a millones y
millones de obreros, campesinos y soldados, o servir al puñado de las clases
explotadoras? ¿Servir al proletariado, o servir a la burguesía? (…)
(…) la literatura y el
arte deben servir a las necesidades de la lucha de éstos, servir a sus intereses
fundamentales. (…)
Los trabajadores
literarios y artísticos revolucionarios deben mantener una firme posición
proletaria y, plenos de entusiasmo, cantar loas al pueblo, al proletariado, a
la dictadura del proletariado, a las luchas revolucionarias y a los héroes de
estas luchas. Ellos deben denunciar despiadadamente los repugnantes rasgos y la
inmunda alma del enemigo, denunciar las estratagemas de la burguesía para una
restauración contrarrevolucionaria. (…)
Es necesario emprender la
lucha y llevar a cabo una crítica y repudio resueltos y profundos a todas las
tendencias ideológicas y obras literarias y artísticas que vayan contra el
concepto de la literatura y arte al servicio de los obreros, campesinos y
soldados y de la política proletaria. (…)
Los trabajadores
literarios y artísticos deben tomar el camino de la revolucionarización,
adentrarse en las masas de obreros, campesinos y soldados, y estudiar el
marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung, y la sociedad en el fragor de
la lucha de masas con el fin de remodelarse radicalmente a si mismos (…)
El máximo de los elementos
con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido y el puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios en los círculos literarios y artísticos,
incluidos Chou Yang, Lin Mo-jan, Chi Ye-ming, Sia Yen, Tien Jan y Shao
Chüan-lin, han atacado virulentamente las Charlas.
(…)
La consigna central de
esta línea revisionista contrarrevolucionaria en literatura y arte es la de
"literatura y arte de todo el pueblo". (…)
Esta teoría (…) ha sido
fraguada de acuerdo a la teoría de "extinción de la lucha de clases"
presentada por el máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido. Sirve a la línea política revisionista contrarrevolucionaria
del "Partido de todo el pueblo" y del "Estado de todo el
pueblo". (…)
Valiéndose del argumento
de que la "técnica excelente" puede "deleitar a la gente",
el Jruschov de China abogó abiertamente por el montaje de óperas perversas
tales como El emperador enamora a la sirvienta, la cual glorifica la decadente
y licenciosa vida de los monarcas feudales, y Yang Yen-jui visita a su madre,
la que honra a un traidor. (…)
[Liu Shao-chi] alababa a
los "escritores occidentalizados" quienes "comprenden" El Lago de los Cisnes, Nuestra Señora de París y Sirena del mar. (…)
[Lu Ding-yi, Chou Yang y
Cía.] atacaron e intentaron excluir a la camarada Chiang Ching, quien persistía
constantemente en la línea proletaria del Presidente Mao sobre literatura y
arte librando una lucha resuelta contra ellos, y reprimieron y persiguieron a
los trabajadores literarios y artísticos revolucionarios. (…)
La camarada Chiang Ching y
los trabajadores literarios y artísticos revolucionarios, luego de luchar
intensamente para superar múltiples obstáculos, han realizado ya una serie de
óperas de Pekín y ballets revolucionarios y una sinfonía revolucionaria, todos
los cuales reflejan el esplendor del pensamiento de Mao Tse-tung. Estas obras
están plenas de combatividad y de heroísmo revolucionario proletario.
Son modelos en servir a
los obreros, campesinos y soldados, y a la dictadura del proletariado. Son
joyas en el tesoro de la literatura y el arte proletarios, obras preciosas en
la historia artística de la humanidad. Han colocado en su justo lugar la
historia invertida durante milenios en los cuales el escenario se hallaba
dominado por emperadores, reyes, generales, ministros, letrados y beldades.
—
EXPLICACIÓN DE LA CARATULA
. - Muestra al Presidente Mao, a inicios de la
revolución democrática, camino a Anyuán, donde estaba concentrado Liu Shao-chi
y capitalizaba el movimiento obrero. El Presidente Mao venció al revisionismo y
logró que los mineros se fundieran con el campesinado.
Cuadro enarbolado en la Gran Revolución
Cultural Proletaria para expresar espíritu de resolución.
EXPLICACIÓN DE LA CONTRACARATULA .- La caricatura, hecha
durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, representa una procesión de
treinta y nueve personas que han sido purgadas o denunciadas como revisionistas
en la GRCP.
Se titula "Retrato de un Grupo de Figuras
Vergonzosas" y lleva en su parte superior las frases "!No olvidar jamás la lucha de
clases!" y "!Barramos con todos los fantasmas y demonios!"
(1967)
1) Lu Ding-yi, jefe de propaganda del PCCh y
ministro del cultura; 2) Liao Mo-sha; 3) Wu Jan; 4) Deng Tuo; 5) Yang
Chang-kuen; 6) Peng Cheng, alcalde de Pekín; 7) Chiang Nan-siang, ministro de
educación superior; 8) Luo Rui-ching, jefe de estado mayor del ejército; 9)
Wang Kuang-mei, esposa de Liu Shao-chi; 10) Je Lung, Vicepresidente del comité
de asuntos militares; 11) Po Yi-Po; 12) Wang Li; 13) Lin Feng; 14) Liu
Shao-chi, presidente de la república; 15) Teng Siao-ping, secretario general
del PCCh; 16) Tao Chu, jefe de propaganda del PCCh.
En el XI Congreso del PCCh son rehabilitados y
designados miembros del Comité Central: Teng Siao-ping, Luo Rui-ching
VALOR : TREINTA SOLES Sl 30.00