Friday, May 2, 2025

Declaración de la LCI por el 1º de Mayo de 2025 ¡Organizar la rebelión de las masas bajo la bandera del marxismo-leninismo-maoísmo

 

¡Proletarios de todos los países, uníos!






¡Organizar la rebelión de las masas bajo la bandera del marxismo-leninismo-maoísmo!

Este Primero de Mayo de 2025, nosotros, la Liga Comunista Internacional (LCI), saludamos con ardiente fervor comunista a nuestra Clase, el proletariado internacional, y a todas las Naciones y Pueblos Oprimidos del mundo. Saludamos a nuestros camaradas en armas en el Movimiento Comunista Internacional en su conjunto, a todos los Partidos y Organizaciones comunistas que luchan por elevar la beligerante misión por nuestra meta final común, el Comunismo, a cotas incluso más altas hasta la victoria final. Saludamos a los destacamentos armados de obreros y campesinos quienes luchan heroicamente en las Guerras Populares y en las luchas armadas que se desarrollan bajo la dirección de los comunistas, basadas en la ideología proletaria. Saludamos a los órganos de poder popular en las varias fases de desarrollo que existen en los países donde los comunistas se han alzado en armas y están destruyendo el viejo poder reaccionario. Saludamos a todos aquellos revolucionarios y verdaderos demócratas que por todo el mundo hacen los más altos sacrificios junto con nosotros en la lucha implacable contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción.

En este día marchamos hombro con hombro, bajo la flamante bandera de la hoz y el martillo, más determinados que nunca para poner fin al milenario viejo orden de explotación del hombre por el hombre, llenos de optimismo revolucionario y con convicción absoluta de la justeza de nuestra causa. Hoy es nuestro día, cuando agrupamos nuestras fuerzas y vemos con nuestros ojos las crecientes filas de un contingente revolucionario internacional en formación decidido a asaltar los cielos.

Las condiciones para el desarrollo de la revolución proletaria mundial son excelentes, los vientos soplan a nuestro favor, y una mirada a la situación mundial no hace más que confirmar esto.

Hoy el mundo está marcado por una crisis general del imperialismo, en acelerada descomposición y un parasitismo más creciente que nunca

El imperialismo estadounidense, políticamente encabezado por el gobierno de Trump está actualmente intentando reorganizar su economía de forma desesperada mediante la imposición de ajustes en el mercado mundial, para retomar posiciones, estrechando su garra sobre las Naciones Oprimidas y romper alianzas y coaliciones de sus competidores imperialistas, con el socialimperialismo chino como su principal objetivo. Por lo tanto aplica lo que se puede describir como tácticas de “diplomacia de cañonero”, explotando el hecho de que es el principal exportador de Capital en el mundo y el “mayor consumidor mundial” (el mayor parásito). Las medidas políticas, económicas y militares del gobierno de Trump, ya sean la creciente negación de las instituciones establecidas tras la Segunda Guerra Mundial (como la ONU), la agitación de la OTAN o de los Aranceles, no son expresiones del errático carácter del genocida degenerado Trump, sino un plan consciente de la fracción del capital financiero estadounidense representado políticamente por el Partido Republicano. Sin embargo, el imperialismo yanqui está asediado por los pueblos del mundo, y sus ambiciones desatadas lo ponen en una posición de creciente aislamiento de los otros países imperialistas; de hecho su poder se está reduciendo constantemente, y el frente unido de los pueblos del mundo contra los imperialistas, dirigidos por los Estados Unidos, se están expandiendo y se expandirán constantemente. El imperialismo yanqui es el principal enemigo de los pueblos del mundo y actúa como el gendarme contrarrevolucionario del mundo.

Los comunistas debemos mostrar claramente a las masas que centrarse en Trump y el descendiente del Apartheid, Musk, y en la supuesta amenaza de los “oligarcas” (como si el Estado imperialista no representase siempre los intereses de la Oligarquía Financiera) y en el “peligro fascista”, es ir a la zaga del Partido Demócrata y blanquear al imperialismo estadounidense. El tan “encantador”, “demócrata” y “progresista” Obama no fue mejor que Trump; ambos son belicistas Asesinos en Masa, ambos representan los intereses del parásito más monstruoso que la historia haya visto jamás. Cada gobierno estadounidense será solamente esto, la administración política de los intereses del Estado imperialista, servirá a sus objetivos y será siempre un archienemigo de las Naciones y Pueblos Oprimidos del mundo.


La disputa entre los imperialistas está creciendo hacia nuevas cotas, el imperialismo estadounidense intenta mantener su erosionado poder de varias maneras e intenta neutralizar a sus crecientes rivales. Aún ninguna de las otras Potencias imperialistas son capaces a corto plazo de confrontar la superioridad política, económica y militar del imperialismo estadounidense, que aún domina el sistema imperialista.

Particularmente desde la crisis de 2008, el sistema imperialista ha sido agitado por crisis económicas, políticas y militares. Junto con la tendencia a la decadencia de la posición hegemónica del imperialismo estadounidense, están surgiendo nuevas polarizaciones y alianzas dentro del sistema imperialista mundial. El socialimperialismo chino intenta cada vez más, dentro de a dinámica de colusión y pugna, de entrar en ciertas regiones y sectores en competición con Estados Unidos. El imperialismo ruso ha aumentado sus movimientos militares contra la expansión del imperialismo “occidental” bajo la dirección del imperialismo estadounidense a través de la OTAN, y los conflictos imperialistas han alcanzado una nueva dimensión, especialmente con la guerra en Ucrania. Mientras las potencias imperialistas dentro de la UE (especialmente Alemania y Francia) son parte de los movimientos económicos y militares del imperialismo estadounidense de nuevo con la guerra en Ucrania, también intentan ganar mayor importancia militar por su propio lado.

La China socialimperialista, en medio de sus contradicciones internas, se ve contenida por las maniobras de los yanquis y no puede alcanzar niveles de crecimiento que necesita para alcanzar el nivel de una Superpotencia, golpeada por una crisis en el sector inmobiliario y fallando al estimular el tan necesitado consumo interno. La economía japonesa está más interrelacionada con los Estados Unidos que nunca, siendo Japón el mayor inversor extranjero en el país en los últimos cinco años, y sus capacidades políticas y militares minúsculas en comparación con China, siendo Japón totalmente dependiente de la “protección” estadounidense. Alemania está en su tercer año de recesión total, su mayor socio comercial es Estados Unidos y cualquier disrupción en el sector industrial de exportación tendría serias consecuencias para la “paz social” en el país, que es la principal preocupación política para la burguesía alemana; al mismo tiempo se enfrentan a problemas políticos para formar un gobierno “estable” y a la necesidad de “normalizar” a la ultraderecha de AfD. Francia se enfrenta a crecientes problemas económicos e intenta usar desesperadamente su poder militar relativo como una herramienta de negociación en la UE, y tiene serios problemas internos con el conflicto entre el Presidente y el Parlamento (yendo tan lejos que en abril prohibió que un importante candidato se presentase en las siguientes elecciones presidenciales). La “Unión Europea” en su conjunto es un desastre, impotente para resolver cualquiera de sus mayores problemas debido a sus contradicciones internas; lo único que ha sido capaz de conseguir en los últimos tiempos, aparte de continuar los asesinatos en masa de inmigrantes en el mar Mediterráneo, es la vergonzosa intervención en las elecciones rumanas en una completa negación de la soberanía de tal país; el llamado proyecto de “Rearmar Europa” está basado principalmente en gastos para los que no se han aprobado los fondos, ya que 650.000 millones de euros, de un total de 800.000 millones anunciados, no están cubiertos. Italia tiene un enorme problema de deuda e intenta mantener tan buenas relaciones como sea posible con EE.UU., para usarlo para conseguir mejores condiciones en la lucha interna en la “UE”. La única posibilidad para el Reino Unido es mantener su papel actual en el mundo alineándose con EE.UU., y no puede lograr nada sin actuar en colusión con otros imperialistas. Canadá sólo puede protestar cuando su soberanía es abiertamente cuestionada y son humillados una y otra vez por el gobierno estadounidense. Y finalmente Rusia, la única Potencia imperialista que puede suponer un desafío a EE.UU., en lo que refiere a fuerza militar debido a su arsenal nuclear, está atrapada desde hace tres años en su guerra de agresión contra Ucrania, y paga un alto precio en esta injusta guerra.

En Oriente Medio, África y Asia, la lucha por influencia entre imperialistas ha aumentado y se ven amplias intervenciones militares. Estos desarrollos están llevando a una agudización de las contradicciones entre potencias imperialistas. Por una parte, el componente de la OTAN, dirigido por EE.UU., y sus aliados (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Canadá, Japón, Australia, etc.), y por otra parte, el componente imperialista centrado en Rusia y China. Estos componentes se pueden ver no sólo en Europa sino también en la región Asia-Pacífico. La política estadounidense de contener a China ha llevado a alianzas militares con países tales como Japón, Australia, Reino Unido y Canadá. Ya que China ha surgido como uno de los principales actores, EE.UU., y sus aliados la han definido como una amenaza estratégica y buscan contenerla. La agudización de estas contradicciones y la posibilidad de una nueva guerra hacen de la región Asia-Pacífico un punto conflictivo.

En resumen, el balance de poder dentro del orden imperialista mundial tiende a cambiar, pero hasta ahora, ninguna de las principales Potencias imperialistas están en condiciones de librar una nueva Guerra Mundial para desafiar al imperialismo estadounidense. Así, la propaganda alarmista solamente desvía la atención de la principal tendencia, que es la revolución. Sin embargo, con la situación de agudización de las contradicciones, el peligro de nuevas y más grandes guerras imperialistas (incluso una Guerra Mundial) se ha incrementado y la chispa que las encenderá puede venir en cualquier momento de la situación actual. Los comunistas deben entender que la revolución es la principal tendencia para entender correctamente las necesidades del momento.

Las guerras que el imperialismo hace estallar en las Naciones Oprimidas, como parte de su contención y una expresión de sus deseos de redividir el mundo, son principalmente guerras de saqueo y por la subyugación de países afectados por la agresión directa o indirecta. Las guerras y conflictos armados que arrasan África, desde Libia en el norte a Mozambique en el sur, y desde el Sahel en el oeste hasta Somalia en el este, son todas de este carácter. Lo mismo se aplica a las Guerras y conflictos armados que hay de Palestina a Myanmar. De nuevo vivimos en un periodo en el que más guerras están siendo libradas y preparadas, agresión imperialista, intervenciones militares y golpes de estado llevados a cabo. Estas guerras son guerras coloniales modernas y el término “guerras proxy” intenta encubrir esta esencia. Los creyentes en esta mentira imperialista del “final de la historia” y la “victoria del capitalismo”, proclamadas por el imperialismo estadounidense en los 90 del pasado siglo, siempre “olvidan” la lucha de las naciones y países por su independencia y liberación; en su evaluación el principal factor de la Historia, las Masas, no son tomadas en consideración y así los deseos de los pueblos por la revolución son ignorados. Pero de nuevo la realidad explota en la cara de los pensadores de las torres de marfil.

Las Masas están en movimiento y se alzan en rebelión por todo el mundo

La huelga general y la protesta popular más grande en la historia de Grecia tuvo lugar en abril de este año. Las huelgas generales y el movimiento huelguista en muchos más países como Argentina, India o Sudáfrica apuntan directamente contra los ataques de las clases dominantes y sus gobiernos. Protestas populares masivas se desarrollan en Serbia. La revuelta popular en Bangladés tumbó al gobierno. La lucha de las masas en Turquía ha llevado la ira de amplios sectores del pueblo a las calles. Todos estos son sólo algunos de los ejemplos más recientes. Así como el saqueo y las guerras modernas coloniales se intensifican y la población de las naciones oprimidas crece y aumenta la pobreza, el potencial revolucionario de las masas crecerá hasta el punto en el que el pueblo preferirá morir luchando en lugar de morir de hambre. Esta será la base para las luchas antiimperialistas, guerras de liberación nacional, resistencia a la agresión y revoluciones en general.

Intentos como la conspiración para liquidar la lucha heroica de la Nación kurda por la autodeterminación, promovida por el Estado turco y sus Amos imperialistas, nunca triunfarán. La lucha puede pasar por complejos avances y retrocesos, pero al final los falsos dirigente serán completamente desenmascarados y las Masas seguirán a aquellos quienes son los verdaderos campeones de su causa, los comunistas. La táctica contrainsurgente imperialista de los “acuerdos de paz” puede crear retrocesos, como lo hizo en Nepal, pero nunca será capaz de hacer cambiar el destino de la historia. La cuestión es siempre la necesidad de una correcta dirección.

La heroica lucha del Pueblo de Palestina contra el asalto del Estado de Israel, promovido y dirigido por el imperialismo estadounidense, es una brillante muestra no sólo de coraje y determinación, sino del hecho de que un Pueblo oprimido, que mientras sostenga firmemente el arma, confíe en su propia fuerza y mantenga un Frente Unido contra su agresor, será capaz de resistir y derrotar todo ataque genocida del imperialismo. Pero aunque la resistencia es una precondición para la liberación, no son la misma cosa. A pesar de toda su gloria, el Frente de Resistencia Nacional de Palestina, en su actual composición, no será capaz de dirigir la lucha las masas populares palestinas a la victoria completa y a la liberación completa nacional y de nueva democracia de Palestina. Para aplastar y derrotar al Estado de Israel y sus Amos imperialistas, es indispensable una Guerra de Liberación Nacional que cumpla con las tareas de la revolución democrática. En la Era del Imperialismo y de la Revolución Proletaria, esta tarea sólo puede ser cumplida bajo la dirección del Proletariado. Sin la dirección de un Partido Comunista, que hoy debe ser necesariamente un Partido marxista-leninista-maoísta, que desarrolla una Guerra Popular y dirija de forma efectiva el Frente Unido, la liberación de Palestina no alcanzará una victoria completa contra el yugo imperialista. Sólo el Partido Comunista que aplique creativamente el marxismo-leninismo-maoísmo, considerando el momento histórico y las condiciones nacionales, en medio de la Guerra, será capaz de resolver las tareas pendientes de cualquier revolución, sin importar si su carácter es democrático o socialista, y esta verdad es universal y sin excepción. Todos los comunistas y revolucionarios deben apoyar al Frente de Resistencia Nacional de Palestina sin ninguna reserva cobarde, defenderlo contra todos los ataques oportunistas traicioneros y al mismo tiempo redoblar nuestros esfuerzos para servir a la lucha de los comunistas de Palestina para constituir su Partido marxista-leninista-maoísta.

La épica lucha del Frente de Resistencia Nacional de Palestina ha inflamado un surgimiento de la lucha antiimperialista en todo el mundo, desde la solidaridad armada de los Pueblos de Yemen e Irak, hasta movilizaciones de millones en las ciudadelas del imperialismo. Este movimiento debe y se fusionará con el movimiento revolucionario del proletariado internacional. En este aspecto las luchas de vanguardia de los Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas dirigiendo Guerras Populares tienen un papel decisivo.

Las Guerras Populares maoístas son luminosos faros de esperanza que muestran el camino a seguir, que es la liberación nacional de los yugos semicoloniales y semifeudales, impuestos por el imperialismo, que puede ser lograda mediante victoriosa revolución democrática. Necesitamos más de ellas y que converjan con las actuales luchas de las Naciones y Pueblos Oprimidos por la liberación nacional en una poderosa tormenta que barra el imperialismo de la faz de la Tierra. En este contexto la situación en América Latina merece especial atención por parte de los comunistas y revolucionarios en el mundo.

En Sudamérica, la ley del Estado de Emergencia está en activo en Ecuador y en Perú. En Argentina los niveles de pobreza se están disparado, las masas se levantan en firmes protestas populares de forma creciente. Venezuela no vuelve a la calma y el conflicto fronterizo con Guyana puede escalar a una confrontación armada en cualquier momento. En Colombia el régimen de Petro, el cuál a pesar de su demagogia no representa nada más que los intereses de Capitalistas Burocráticos y Terratenientes al servicio del imperialismo, principalmente Yanqui, no puede pacificar el país y las llamas de la lucha armada no se desvecen. En Bolivia los conflictos entre las clases dominantes se resuelven con violencia y el momento en el que las masas rechacen ponerse unas contra las otras se acerca día tras día. En Paraguay la lucha guerrillera continúa. En Chile la lucha por la Tierra se intensifica y la lucha armada en el campo ya es una realidad. Pero de forma más importante en la situación actual, en el campo de Brasil un poderoso vendaval ha empezado y los campesinos pobres están respondiendo a los pistoleros de los Terratenientes, así como a las fuerzas policiales y armadas que les apoyan, con las armas en sus manos, en un contexto general de creciente ola de protestas populares por todo el país. El gobierno reaccionario del oportunista Luiz Inácio, sirviente del imperialismo, principalmente yanqui, no puedo alcanzar más que el fracaso en sus intentos de evitar la rebelión de las masas.

En América Central, el Estado de Emergencia ha sido proclamado en El Salvador y el régimen ultrarreaccionario ha declarado la guerra a los pobres. En México, verdaderos señores de la guerra, financiados por el consumo de drogas en los países imperialistas, libran una guerra contra el Pueblo y el señor de la guerra más malvado y vil es el propio Estado Federal. Las masas en Guatemala y los obreros de Panamá continúan luchando contra las condiciones que se deterioran contentamente, incrementando su pobreza y miseria.

En las Antillas (las Islas del Caribe), Haití está afectada por la mas vil guerra civil entre reaccionarios rivales, estimulada por la intervención imperialista. El régimen cubano no puede proveer las necesidades básicas de electricidad al pueblo y cuando las masas protestan se encuentran con feroz represión por parte de los revisionistas.

Todo esto en el contexto de una profunda crisis del Capitalismo Burocrático y la creciente agresión del imperialismo estadounidense, que acelera el caos y multiplica la volatilidad en todo el Continente. En esta región la lucha de los campesinos, principalmente los pobres, es la principal fuerza de la revolución democrática. Actualmente la situación revolucionaria en desarrollo desigual en el Mundo se expresa en una forma concentrada en los países oprimidos de Asia, África y América Latina.

Una fuerza de importancia estratégica del Movimiento Comunista Internacional hoy son los Partidos y Organizaciones de la LCI que operan desde Río Grande hasta Tierra del Fuego. No sería suficiente decir que en América Latina la pradera está seca, sería más preciso decir que toda la región es un Polvorín preparado para explotar en la tempestad revolucionaria. Basados en ello, los maoístas actúan movilizando, politizando, organizando y, crecientemente, armando a las Masas, principalmente a los campesinos pobres, las fuerzas principales de la revolución democrática, con la perspectiva implacable de iniciar la Guerra Popular. Sin duda en esto reside actualmente el más importante apoyo posible que dar a los camaradas luchando en las Guerras Populares en Asia hoy.

El régimen reaccionario de Marcos en Filipinas, lacayo del imperialismo, mientras vende el país e intenta convertirlo en una base de apoyo para la preparación de la guerra imperialista, intensifica la guerra contra el pueblo con campañas contrarrevolucionarias, apuntando principalmente a los comunistas. Las masas trabajadores y revolucionarias bajo su dirección, el Partido Comunista de Filipinas, y el Nuevo Ejército Popular (NPA), librando guerra popular prolongada desde hace mas de 56 años son la mayor amenaza interna para los planes de saqueo y guerra de los gobernantes burocrático-capitalistas. Falsas promesas y anunciadas concesiones sobre la “amnistía” con desenmascaradas como una de las docenas de cuentos de hadas, usadas por la camarilla gobernante de Marcos para expandir la confusión entre las masas. El “plan para derrotar al Partido Comunista” está fallando, como los que hubo anteriormente, y la intensificación de las campañas contrarrevolucionarias ya está llevando a la intensificación de la guerra popular, un movimiento de rectificación que da un impulso al avance en diferentes aspectos de la revolución democrática, principalmente de la revolución agraria. También condenamos la asesina “Operación Kagaar” que el Estado burocrático-capitalista y ultrarreaccionario está llevando a cabo contra las masas populares en India. Campañas contrarrevolucionarias como la Operación Kagaar aumentan, una mayor guerra contra el pueblo, una campaña de aniquilación, mientras crecen la militarización general y la corporativización del Estado brahmánico-hindú fascista. Su objetivo de “destruir la guerra popular” sufrirá una derrota, como se mostró poderosamente en la “Operación Green Hunt”. Con pleno espíritu internacionalista proletario llamamos a defender y apoyar las guerras populares en India y Filipinas por todos los medios posibles. Expresamos nuestra plena convicción de que todos los planes del enemigo serán aplastados y las guerras populares, con el firme apoyo de las masas de los países, y la solidaridad de los comunistas y revolucionarios del mundo, desarrollaremos y aplastaremos el viejo orden y estableceremos el poder de nueva democracia de los pueblos.

En los países imperialistas, la burguesía está librando una campaña contra los derechos laborales y democráticos que se ganaron con grandes esfuerzos. El poner la carga de la crisis sobre los hombros de la clase obrera y amplios sectores populares se enfrenta con crecientes huelgas y luchas obreras, mientras que la ira y rechazo a estas falsas “democracias” profundiza la crisis del parlamentarismo, en la que la tendencia inherente de los imperialistas al Fascismo y la reaccionarización se están poniendo más abiertamente al frente. Censura y represión contra movimientos democráticos y antiimperialistas, como por ejemplo en Francia o Irlanda, se ven enfrentadas con protestas y desenmascaramiento del orden supuestamente “democrático”. La campaña por la liberación del bien conocido antiimperialista Georges Ibrahim Abdallah moviliza a miles en todo el país, y en medio de ello los comunistas tienen un papel importante. La militarización imperialista y la exportación de equipo de guerra a Ucrania o Israel se enfrenta a bloqueos y huelgas de obreros en Inglaterra e Italia. En Bélgica, obreros lucharon en una huelga general contra la elevación de la edad de jubilación como parte de una “reforma de las pensiones”. Han tenido lugar protestas masivas contra despidos masivos y desindustrialización, particularmente en la producción de coches y otras producciones industriales, en EE.UU., Inglaterra, Alemania o Austria. En España los obreros y masas se alzaron contra la “gestión de la crisis” de la burguesía, que causó el asesinato de centenares de personas por parte de las inundaciones principalmente en Valencia, donde no sólo los Partidos burgueses, sino también el rey fueron rechazados militantemente por las masas. El claramente medible incremento de las luchas obreras y movimientos de masas en los países imperialistas expone la mentira oportunista y revisionista de la “inactividad” y “pasividad” de la clase obrera y de la denegación de su papel revolucionario en países imperialistas. La vieja fuerza para contener e integrar a la clase obrera, la socialdemocracia, está en una profunda crisis y cada vez es más incapaz de jugar su papel para la burguesía imperialista, y por ello los partidos de derecha en particular están siendo preparados como opción para la “estabilización”. Los oportunistas y la llamada “izquierda liberal” se desenmascaran como una podrida parte del orden “democrático-burgués”, apoyando las facciones dominantes de la burguesía contra el “fascismo”. Los resultados electorales y las dinámicas dentro de los movimientos obreros y populares, muestran que la socialdemocracia y el oportunismo están perdiendo cada vez más o ya han perdido su posición hegemónica dentro del movimiento obrero, y también fallan más y más en contener a los movimientos de masas, lo cual lleva a un cierto “vació” y así a más huelgas “descontroladas” y otras acciones independientes de los oprimidos. El potencial para los comunistas para expandir sus raíces dentro de la clase obrera y las masas populares es favorable, lo que lleva sin duda a avanzar en el proceso de reconstitución de los respectivos partidos comunistas y al desarrollo de las revoluciones socialistas.

Definitivamente estamos en el comienzo de un nuevo periodo de revoluciones en el Mundo, la descomposición del imperialismo avanza día a día. La base para la revolución proletaria mundial se acentúa, especialmente la necesidad de dirección de partidos marxistas-leninistas-maoístas es cada vez más clara. La agudización de las contradicciones entre los imperialistas, la creciente agresión imperialista y reaccionarización están haciendo crecer la ira de los oprimidos del mundo y del proletariado internacional, y esta ira busca formas de canalizarse y llevarse a cabo. Todos los comunistas y revolucionarios deben concentrarse en el inevitable curso de la historia y transformar las condiciones objetivas en fundamentos políticos y organizativos para el desarrollo de la revolución proletaria mundial. El proceso turbulento en el mundo y la agudización de las contradicciones nos ofrecen la oportunidad de ver esperanza y no desesperación. Como el Presidente Mao dijo, “Hay caos en el cielo: las condiciones son favorables”. Los comunistas y revolucionarios deben cumplir su responsabilidad.

Organizar la rebelión de las Masas bajo la bandera del marxismo-leninismo-maoísmo

La lucha por la reconstitución de los Partidos comunistas debe ser firmemente asumida, con iniciativa, responsabilidad y ambición proletaria. Al aplicar la verdad universal del marxismo-leninismo-maoísmo de forma creativa, entender de forma integral el maoísmo como la tercera, nueva y superior etapa de su desarrollo, de acuerdo con las condiciones históricas y nacionales de cada revolución, los comunistas deben avanzar en la forja de la Línea Política General y el Programa de la revolución que deben dirigir, en medio de la lucha de dos líneas y la lucha de clases para la conquista del Poder, que sólo puede ser cumplida por medio de la guerra revolucionaria, y simultáneamente construir las formas de organización que corresponden a las formas de lucha. Los comunistas deben ir a los sectores más hondos y profundos de las Masas, educarlos en la violencia revolucionaria y en la lucha contra el revisionismo y el oportunismo, rompiendo con la “legalidad” burguesa y el cretinismo parlamentario, entendiendo que el desarrollo de la revolución en el mundo se define por los más pobres, quienes constituyen la mayoría y quienes son los mas dispuestos a rebelarse. Sólo así se puede borrar el “colosal montón de basura”, parte por parte, y los comunistas manejar correctamente la relación entre la lucha por reivindicaciones diarias y la lucha por el Poder, entendiendo que el Poder es la primera y principal reivindicación de las Masas. Solo así puede surgir la Alianza de Obreros y Campesinos que es la garantía para la hegemonía del proletariado en el Frente por la revolución democrática, y sólo así se puede mantener la hegemonía del proletariado también en la revolución socialista. Con esta orientación debemos organizar a la clase más consecuentemente revolucionaria, el proletariado, además de la principal clase revolucionaria en los países oprimidos, los campesinos, y para formar una fuerte unidad en el frente con otros sectores revolucionarios de las masas oprimidas y explotadas, las mujeres, los intelectuales, las masas pobres en las ciudades, la juventud, los niños y otras clases y sectores del Pueblo.

El proletariado sólo puede conquistar el Poder Político mediante la violencia revolucionaria, de ahí que la principal forma de lucha sea la lucha armada y la principal forma de organización sean las fuerzas armadas revolucionarias. Antes del estallido de la guerra revolucionaria, todas las luchas y organización deberían servir para prepararla, tras su iniciación, todo debe servir para su desarrollo hasta la victoria.

Las condiciones objetivas para desarrollar la Guerra Popular son magníficas y todas las lecciones recientes de confrontación armada entre el imperialismo y los pueblos del mundo confirman la validez de la teoría militar de los marxistas-leninistas-maoístas. El hombre es el factor decisivo en la guerra y se ha demostrado una y otra vez en las sonadas derrotas de las fuerzas dirigidas por el imperialismo estadounidense en Irak y Afganistán. Las experiencias del Frente de Resistencia Nacional en Palestina muestran que la Guerra de Guerrillas prolongada puede ser mantenida con éxito incluso en ambientes urbanos bajo las condiciones más duras, mientras se cuente con el apoyo de las Masas ya que saca la fuerza de ellas. Las experiencias de los campos de batalla de Palestina y Ucrania hacen que los estrategas de los imperialistas cambien su teoría y ahora reconozcan lo decisivo de la Guerra Terrestre, y dentro de ella se le da de nuevo más importancia a la Guerra de Túneles. Incluso el desarrollo de armas como Drones, puede, cuando los Combatientes del Pueblo aprendan como manejarlos, convertirse en una parte útil del arsenal del Ejército revolucionario.

Todo lo declarado nos hace tener más convencimiento, determinación y ambición para servir a la reunificación de los comunistas del mundo, con la perspectiva de la reconstitución de la Internacional Comunista. Esta lucha es larga, compleja y los ataques constantes del enemigo la hacen incluso más difícil, pero nosotros los comunistas existimos precisamente para resolver los problemas que la revolución proletaria mundial nos opone. Los comunistas son superiores a todas las dificultades y nada puede pararnos. Prevaleceremos.

Mientras que muchos discursos “antiimperialistas” presentan luchas reformistas o parlamentarias como una solución, la experiencia histórica ha mostrado que estos métodos no hacen más que intensificar la explotación de los pueblos y legitimar la explotación. En este punto, la construcción de una lucha antiimperialista revolucionaria, clasista e internacional es una necesidad urgente. Es necesario organizar la violencia revolucionaria y las guerras populares de los pueblos oprimidos del mundo y del proletariado internacional, sin olvidar nunca que la violencia contrarrevolucionaria se supera con violencia revolucionaria. El oportunismo parlamentario o reformista sirve para asegurar la continuidad del sistema existente y hacer que los derechos de los oprimidos sean incluso más vulnerables. Por tanto la claridad ideológica, iniciativa política y el desarrollo de organizaciones nacionales e internacionales para fortalecer las bases de la revolución proletaria mundial no son una opción, sino una necesidad. La equivalencia concreta de esta necesidad será más importante hoy con el fortalecimiento de los partidos marxistas-leninistas-maoístas, el avance de los procesos de reconstrucción y el desarrollo de organizaciones internacionales antiimperialistas.

La tarea urgente a la que nos enfrentamos hoy es dar forma al Frente Antiimperialista Internacional, cuyo principal objetivo es elevar el apoyo a las guerras populares a un mayor nivel. En este sentido, reafirmamos nuestro férreo y sólido apoyo al Partido Comunista del Perú, al Partido Comunista de Filipinas, al TKP/ML y a la lucha de nuestros camaradas del Partido Comunista de India (Maoísta), quienes luchan heroicamente hoy para derrotar a la “Operación Kagaar” (operación de cerco y aniquilamiento) de las fuerzas armadas del viejo Estado indio reaccionario, para permanecer en el camino de la guerra popular y mantener en alto la bandera roja. Confiamos en que nuestros camaradas romperán la campaña contrarrevolucionaria de cerco y que la guerra popular triunfará al final.

Llamamos a todos los comunistas y revolucionarios del mundo a unirse con nosotros bajo la bandera del marxismo-leninismo-maoísmo en la lucha implacable contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción mundial, al servicio de la revolución proletaria mundial.

¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

¡ABAJO EL IMPERIALISMO, EL REVISIONISMO Y LA REACCIÓN!

¡LA VICTORIA PERTENECE AL PROLETARIADO INTERNACIONAL EN LUCHA Y RESISTENCIA Y A LOS PUEBLOS OPRIMIDOS DEL MUNDO!

¡VENCEREMOS, EL PROLETARIADO INTERNACIONAL Y LOS PUEBLOS OPRIMIDOS DEL MUNDO VENCERÁN!

¡VICTORIA A LAS GUERRAS POPULARES!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!

¡VIVA LA LCI!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

¡ADELANTE CON LA CONSTRUCCIÓN DEL FRENTE ANTIIMPERIALISTA!

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!


Liga Comunista Internacional

1º de Mayo de 2025