1° de mayo en São Paulo. Foto: La Nueva Democracia
El lame-botas del imperialismo yanque, el "autoproclamado presidente" Juan Guaidó, dio "señal verde" para una invasión yanqui, en una entrevista el 10 de mayo. Hablando a un periódico italiano, el lacayo afirmó que "si los estadounidenses propusieran una intervención militar, yo probablemente aceptaría".
El discurso de Guaidó vino prácticamente diez días después de fracasar un intento de levantamiento militar acompañado con masivas manifestaciones populares, ocurrida el 30 de abril. En la ocasión, grupos de personas, vestidas con uniformes de la Guardia Nacional Bolivariana, intercambiaron tiros con las tropas leales al gobierno Maduro (aún no se sabe si eran militares o paramilitares vestidos como tales).
El presidente del imperialismo yanqui, Donald Trump, además de otros miembros de su gobierno, dejaron siempre claro que "la opción militar está bajo la mesa" y que no descarta invadir el país convencionalmente.
Según la Asociación de Nueva Democracia Nuevo Perú, el imperialismo yanque lleva a cabo contra Venezuela una "guerra de baja intensidad", en la que utilizan medios militares y no militares, además de amenazas y acciones puntuales contra blancos de alto valor cuyos impactos sociales son altos, pero que ocultan al autor de los ataques. Uno de los actos de guerra son los apagones, ya denunciados por el propio Maduro como ataques electromagnéticos al sistema inteligente que coordina la producción eléctrica nacional. Algunas usinas también fueron saboteadas físicamente, según denunciamos en la ocasión.
Según los revolucionarios peruanos, el plan del imperialismo yanqui es aplicar acciones de baja intensidad, pero camufladas, que agraven la situación de las masas populares y desmoralizan al gobierno. Con eso, los yanquis pretenden generar una conmoción y opinión pública favorables a un golpe de Estado encabezado por Guaidó u otro lacayo cualquiera, que establezca un gobierno títere, estableciendo el monopolio exclusivo del USA sobre las riquezas de aquel país, desbaratando, consecuentemente, influencia rusa . En caso de fracasar, los imperialistas pasarán a la invasión del país a través de grupos armados lacayos, elevando gradualmente la guerra hasta los medios tradicionales, si es necesario.
LA POSICIÓN DE LOS MAOISTAS
Partidos y organizaciones maoístas, en una declaración emitida en febrero de 2019, afirman que el gobierno de Maduro debe abandonar todas las ilusiones de una "paz" con el imperialismo yanqui. Según los maoístas, el imperialismo retirará al gobierno de cualquier forma, pues ese es el plan para América Latina. "Por su parte, los imperialistas yanquis, a través de sus representantes, declararon que la política de EEUU con respecto a Venezuela está establecida. Aquellos que se imaginan que un compromiso con los Estados Unidos es posible sin que ello implique en la capitulación del gobierno del país y en la rendición de la independencia y soberanía de Venezuela sólo pueden vivir de ilusiones ", afirman.
"El gobierno venezolano tiene que rechazar la capitulación y poner de lado cualquier política de compromiso, la situación política entró en la fase de preparación para la resistencia nacional contra la agresión imperialista, tiene que asumir el desafío y movilizar y armar al pueblo, así como a las las fuerzas armadas, a fin de salvaguardar la independencia nacional, la soberanía nacional y la integridad territorial para aplicarlas en una dura guerra de resistencia nacional contra la agresión extranjera ", completan.
"Para los comunistas venezolanos, corresponde al proletariado unir a todos aquellos que no quieren ser esclavos de Estados Unidos, todos aquellos que están por conquistar la verdadera independencia, soberanía y dignidad nacional del país, todos aquellos que se niegan a someterse a la intimidación, interferencia, control y agresión de los imperialistas yanquis. Con todos ellos, es necesario unir y movilizar contra los pedidos de conciliación, por paz o por privilegiar las negociaciones antes de actuar decididamente para aplastar la agresión imperialista yanqui que se desarrolló momentáneamente bajo la forma de un golpe de Estado ".
El lame-botas del imperialismo yanque, el "autoproclamado presidente" Juan Guaidó, dio "señal verde" para una invasión yanqui, en una entrevista el 10 de mayo. Hablando a un periódico italiano, el lacayo afirmó que "si los estadounidenses propusieran una intervención militar, yo probablemente aceptaría".
El discurso de Guaidó vino prácticamente diez días después de fracasar un intento de levantamiento militar acompañado con masivas manifestaciones populares, ocurrida el 30 de abril. En la ocasión, grupos de personas, vestidas con uniformes de la Guardia Nacional Bolivariana, intercambiaron tiros con las tropas leales al gobierno Maduro (aún no se sabe si eran militares o paramilitares vestidos como tales).
El presidente del imperialismo yanqui, Donald Trump, además de otros miembros de su gobierno, dejaron siempre claro que "la opción militar está bajo la mesa" y que no descarta invadir el país convencionalmente.
Según la Asociación de Nueva Democracia Nuevo Perú, el imperialismo yanque lleva a cabo contra Venezuela una "guerra de baja intensidad", en la que utilizan medios militares y no militares, además de amenazas y acciones puntuales contra blancos de alto valor cuyos impactos sociales son altos, pero que ocultan al autor de los ataques. Uno de los actos de guerra son los apagones, ya denunciados por el propio Maduro como ataques electromagnéticos al sistema inteligente que coordina la producción eléctrica nacional. Algunas usinas también fueron saboteadas físicamente, según denunciamos en la ocasión.
Según los revolucionarios peruanos, el plan del imperialismo yanqui es aplicar acciones de baja intensidad, pero camufladas, que agraven la situación de las masas populares y desmoralizan al gobierno. Con eso, los yanquis pretenden generar una conmoción y opinión pública favorables a un golpe de Estado encabezado por Guaidó u otro lacayo cualquiera, que establezca un gobierno títere, estableciendo el monopolio exclusivo del USA sobre las riquezas de aquel país, desbaratando, consecuentemente, influencia rusa . En caso de fracasar, los imperialistas pasarán a la invasión del país a través de grupos armados lacayos, elevando gradualmente la guerra hasta los medios tradicionales, si es necesario.
LA POSICIÓN DE LOS MAOISTAS
Partidos y organizaciones maoístas, en una declaración emitida en febrero de 2019, afirman que el gobierno de Maduro debe abandonar todas las ilusiones de una "paz" con el imperialismo yanqui. Según los maoístas, el imperialismo retirará al gobierno de cualquier forma, pues ese es el plan para América Latina. "Por su parte, los imperialistas yanquis, a través de sus representantes, declararon que la política de EEUU con respecto a Venezuela está establecida. Aquellos que se imaginan que un compromiso con los Estados Unidos es posible sin que ello implique en la capitulación del gobierno del país y en la rendición de la independencia y soberanía de Venezuela sólo pueden vivir de ilusiones ", afirman.
"El gobierno venezolano tiene que rechazar la capitulación y poner de lado cualquier política de compromiso, la situación política entró en la fase de preparación para la resistencia nacional contra la agresión imperialista, tiene que asumir el desafío y movilizar y armar al pueblo, así como a las las fuerzas armadas, a fin de salvaguardar la independencia nacional, la soberanía nacional y la integridad territorial para aplicarlas en una dura guerra de resistencia nacional contra la agresión extranjera ", completan.
"Para los comunistas venezolanos, corresponde al proletariado unir a todos aquellos que no quieren ser esclavos de Estados Unidos, todos aquellos que están por conquistar la verdadera independencia, soberanía y dignidad nacional del país, todos aquellos que se niegan a someterse a la intimidación, interferencia, control y agresión de los imperialistas yanquis. Con todos ellos, es necesario unir y movilizar contra los pedidos de conciliación, por paz o por privilegiar las negociaciones antes de actuar decididamente para aplastar la agresión imperialista yanqui que se desarrolló momentáneamente bajo la forma de un golpe de Estado ".