Thursday, August 16, 2018

TRES IMPORTANTES LUCHAS EN EL FRENTE FILOSÓFICO DE CHINA (1949 1964) (continuación.-tercera entrega)

1976. Ediciones de Lenguas Extranjeras.

Escritos por el Grupo Redactor de Artículos para la Crítica Masiva Revolucionaria de la Escuela del Partido subordinada al Comité Central del Partido Comunista de China, salieron por primera vez por separado en Renmin Ribao (Diario del Pueblo), Hongqi (Bandera Roja) y Guangming Ribao (Diario de Kwangming). Basamos la traducción en las versiones en español del primero, tercero y cuarto artículos de Pekín Informa: "La lucha en filosofía y la lucha de clases" (No. 5, 3 de febrero de 1971); "Seria lucha en torno a la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser" (No. 16, 21 de abril de 1971) y "La teoría de `integrar dos en uno' es una filosofía reaccionaria para restaurar el capitalismo" (No. 19, 12 de mayo de 1971), respectivamente.




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LUCHA TRASCENDENTAL EN TORNO A LA CUESTIÓN DE LA IDENTIDAD ENTRE EL PENSAR Y EL SER 

En el frente filosófico de China, Yang Sien-chen, agente en los círculos filosóficos de Liu Shao-chi, provocó durante un tiempo una seria lucha en torno a la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser. Siguiendo los cambios en la situación de la lucha de clases nacional e internacional, esta lucha tuvo altos y bajos en tres ocasiones y duró de 8 a 9 años entre fines de 1955 y 1964. Con la intención de encubrir la esencia de la lucha, Yang Sien-chen y compañía difundieron toda clase de mentiras afirmando que era una "controversia académica que no tiene nada que ver con la política" y que ellos pertenecían a una "escuela ideológica" dedicada a "exploraciones académicas", etc.

¿Fue ésta la verdad? No, en absoluto.

Al plantear la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser", Yang Sien-chen tenía por objetivo oponerse a colocar el pensamiento Mao Tsetung al mando, combatir el movimiento revolucionario de masas y proporcionar fundamentos "teóricos" a la línea revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi encaminada a subvertir la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo.

La supuesta "controversia académica que no tiene nada que ver con la política" es, en realidad, una manifestación de la enconada lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas.
En los hechos, la "escuela ideológica" dedicada a "exploraciones académicas" la conformaba un puñado de contrarrevolucionarios quienes cometían numerosos crímenes al amparo del cuartel general burgués de Liu Shao-chi.

I

La teoría marxista del conocimiento siempre afirma la identidad entre el pensar y el ser, afirma que, opuestos entre sí, el pensar y el ser se interrelacionan y transforman mutuamente bajo ciertas condiciones. Marx señaló en términos explícitos: "El pensar y el ser son de esta manera, sin duda alguna, diferentes, pero, al mismo tiempo, existen recíprocamente en una unidad" (Manuscritos económicos y filosóficos de 1844). Lenin dijo asimismo: "Es dialéctica, no sólo la transición de la materia a la conciencia, sino también la de la sensación al pensamiento, etc." (Resumen del libro de Hegel "Lecciones de historia de la filosofía"). "El pensamiento de la transformación de lo ideal en lo real es un pensamiento profundo: muy importante para la historia" (Resumen del libro de Hegel "Ciencia de la lógica").

El Presidente Mao ha heredado, defendido y desarrollado la teoría materialista dialéctica del reflejo. En forma penetrante ha expuesto la ley del desarrollo del conocimiento humano puntualizando: "Practicar, conocer, practicar otra vez y conocer de nuevo. Esta forma se repite en infinitos ciclos, y, con cada ciclo, el contenido de la práctica y del conocimiento se eleva a un nivel más alto. Esta es en su conjunto la teoría materialista dialéctica del conocimiento, y ésta es la teoría materialista dialéctica de la unidad entre el saber y el hacer" (Sobre la práctica). La teoría materialista dialéctica del conocimiento es una teoría activa y revolucionaria del reflejo. No sólo reconoce que el ser es lo primero y el pensar lo secundario y que el pensar es un reflejo del ser, sino que, científicamente, dilucida la importancia primordial de la práctica social para el conocimiento y subraya el gran papel de la teoría revolucionaria en la transformación activa del mundo. Es la afilada arma del proletariado para conocer y transformar el mundo y constituye la base teórica para colocar el pensamiento Mao Tsetung al mando y desplegar un amplio movimiento revolucionario de masas en todo nuestro trabajo.

En cada coyuntura crucial de la revolución y construcción socialistas de China, Yang Sien-chen salió con su reaccionaria "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" para enfrentarse a la activa y revolucionaria teoría del reflejo, a la puesta del pensamiento Mao Tsetung al mando y al movimiento revolucionario de masas.

El Presidente Mao hizo pública en 1955 su gran obra Sobre el problema de la cooperativización agrícola criticando a fondo la línea oportunista de derecha de Liu Shao-chi y sus consocios que disolvió muchas cooperativas. Esto desató pronto un auge en la revolución socialista de China. Fue en ese momento cuando Yang Sien-chen planteó la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" y atacó esa identidad calificándola de "idealista", en un estéril intento de oponer resistencia al poderoso torrente de la revolución socialista.

En 1958, el Presidente Mao formuló la línea general de poner en tensión todas las fuerzas y pugnar por marchar siempre adelante para construir el socialismo según la norma de cantidad, rapidez, calidad y economía. Impartió el llamamiento de eliminar los fetiches y supersticiones, emancipar la mente y desarrollar el estilo comunista de atreverse a pensar, a hablar y a actuar. Subrayó una y otra vez que en todo nuestro trabajo se debe poner persistentemente la política al mando y desplegar el movimiento de masas. La teoría y la línea revolucionarias del Presidente Mao movilizaron en grado sumo el entusiasmo revolucionario y la facultad creadora de las masas populares. Surgió en todo el país el gran salto adelante y en las zonas rurales se establecieron generalmente las comunas populares. La magna victoria del pensamiento Mao Tsetung provocó la rabiosa resistencia de los enemigos de clase de dentro y fuera del país. Devanándose los sesos, Yang Sien-chen, en sus esfuerzos por satisfacer sus necesidades, sistematizó su "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" y cocinó un artículo reaccionario titulado "Breve exposición sobre las dos categorías de `identidad'", oponiéndose a la teoría marxista del conocimiento y tratando de negar radicalmente la línea general, el gran salto adelante y la comuna popular.

La ley de la unidad de los contrarios es la ley fundamental del universo, que se aplica a todo, incluida, desde luego, la relación entre el pensar y el ser. No obstante, Yang Sien-chen confeccionó la falacia de que la "identidad entre el pensar y el ser" y la "identidad dialéctica" pertenecen a "dos categorías diferentes", que "si bien son iguales de palabra, son diferentes de significado". Se opuso abiertamente a aplicar la dialéctica revolucionaria a la teoría del conocimiento.

La teoría activa y revolucionaria del reflejo no sólo sostiene que el pensar es el reflejo del ser sino que es la reacción del pensar sobre el ser. Así, sostiene firmemente que existe identidad entre el pensar y el ser. Al contrario, Yang Sien-chen trataba de oponer la identidad entre el pensar y el ser a la teoría del reflejo, afirmando que en el problema de la relación entre el pensar y el ser, el "materialismo utiliza la teoría del reflejo para resolverlo y el idealismo lo resuelve mediante la identidad". Al negar la identidad entre el pensar y el ser, negó por completo el gran papel de la teoría revolucionaria y el papel activo y consciente de las masas y deformó la teoría activa y revolucionaria del reflejo en la teoría mecánica del reflejo.

La concepción materialista dialéctica de la identidad entre el pensar y el ser afirma que éstos se interrelacionan y que pueden transformarse el uno en el otro a partir de la práctica. Pero Yang Sien-chen deformó a propósito la teoría de identidad entre el pensar y el ser en el disparate idealista de que el pensar y el ser son la misma cosa y que reconocer la identidad entre el pensar y el ser significa decir que "ser es pensar y pensar es ser". Atacó desenfrenadamente como "tema idealista" la idea de que existe identidad entre el pensar y el ser.

Con el propósito de defender su absurdo reaccionario, Yang Sien-chen tergiversó las ideas de Engels sacando, vilmente, partido de una falta en la puntuación en la edición china de 1957 del libro Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. Engels dijo: "Pero el problema de la relación entre el pensar y el ser encierra, además, otro aspecto, a saber: ¿qué relación guardan nuestros pensamientos acerca del mundo que nos rodea con este mismo mundo? ¿Es nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real; podemos nosotros, en nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una imagen refleja exacta de la realidad? En el lenguaje filosófico, esta pregunta se conoce con el nombre de problema de la identidad entre el pensar y el ser, y es contestada afirmativamente por la gran mayoría de los filósofos". Equivocadamente la edición china de 1957 dividió la última frase en dos poniendo un punto después de "esta pregunta se conoce con el nombre de problema de la identidad entre el pensar y el ser". Yang Sien-chen y su pandilla arguyeron con sofismas que, según Engels, "lo que ha sido resuelto por la gran mayoría de los filósofos" no era el "problema de la identidad entre el pensar y el ser". De hecho, la idea de Engels queda clara en el contexto incluso con esa puntuación errónea, pues señaló inequívocamente que la gran mayoría de los filósofos afirmaban la identidad entre el pensar y el ser.

En su libro Materialismo y empiriocriticismo, Lenin criticaba cabalmente la teoría machista de colocar el pensar y el ser en un mismo plano, o sea, las reaccionarias falacias idealistas subjetivas propugnadas por Ernst Mach y compañía de que "las cosas son complejos de las sensaciones" y "el ser social y la conciencia social son idénticos". Tomando intencionadamente por una y la misma la identidad entre el pensar y el ser y la falacia machista de que el pensar y el ser son idénticos, Yang Sien-chen dijo de manera arbitraria que Materialismo y empiriocriticismo de Lenin "critica desde el principio hasta el fin la identidad entre el pensar y el ser". Y, lo que es más, con el objeto de atacar la teoría activa y revolucionaria del reflejo, fue tan frenético que deformó los hechos haciendo caso omiso de la lógica y desnaturalizó la traducción sin reparar en los medios.

En octubre de 1958, Yang Sien-chen intentó dar a publicidad su reaccionario artículo "Breve exposición sobre las dos categorías de `identi­dad'", a fin de oponerse abiertamente al pensamiento Mao Tsetung. El cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao se dio cuenta de ello y, de inmediato, puso al descubierto que la reaccionaria esencia de la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" reside en la negación de la universalidad de la ley de la unidad de los contrarios y que era dualismo caracterizado por la separación del pensar y el ser. El cuartel general proletario señaló solemnemente que todos los absurdos reaccionarios tales se oponen al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. De esta manera, la maquinación de Yang Sien-chen fue frustrada.

Sin embargo, Yang Sien-chen no dejó de intrigar y desencadenó un furioso contraataque. Con el respaldo de los revisionistas contemporáneos, una gavilla de elementos antipartido encabezados por Peng Te-juai presentaron, en 1959, un siniestro programa, contrarrevolucionario de pies a cabeza, con el fin de derribar la correcta dirección del Comité Central del Partido encabezado por el Presidente Mao. En la primera mitad del mismo año, Yang Sien-chen corrió por todas partes fomentando actividades oscuras y propalando sus ideas ponzoñosas, para abrir camino al complot de esa gavilla tendiente a usurpar la dirección del Partido. Imitando el tono de su amo Jruschov, atacó a nuestro Partido y sistema socialista y combatió el pensamiento Mao Tsetung.

La VIII Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido, celebrada en agosto de 1959, destrozó la estratagema de los elementos antipartido y asestó un golpe frontal a Yang Sien-chen. Este, en lugar de refrenarse, intensificó su oposición a la teoría de la identidad entre el pensar y el ser. Juntando un grupo de gente, llevó a cabo muchas actividades con motivos ocultos bajo el rótulo de "exploraciones académicas". Finalmente, en octubre de 1959, sus secuaces salieron a publicar la versión revisada del reaccionario artículo "Breve exposición sobre las dos categorías de `identidad'", provocando así una abierta lucha en torno a la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser en oposición a la VIII Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido y tratando de revocar el correcto veredicto sobre la gavilla de elementos antipartido.

El cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao puso al desnudo los crímenes contrarrevolucionarios de Yang Sien-chen y dirigió la crítica que se hacía a él; la prensa también publicó artículos de crítica a la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" lanzando un contraataque a él y a sus semejantes.

II

En 1961 y 1962, aprovechando las dificultades económicas temporales de China, en coordinación con el coro antichino en el exterior el cuartel general burgués de Liu Shao-chi se entregó extensamente a la restauración del capitalismo dentro del país. En tales circunstancias, Yang Sien-chen salió otra vez a provocar una lucha abierta acerca de la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser.

Yang Sien-chen efectuó durante largo tiempo la maquinación y preparación para esta lucha abierta. En la primera mitad de 1961, recogió en diversos lugares materiales, atacó inescrupulosamente la línea general, el gran salto adelante y la comuna popular, desató con energía el viento de cultivar la tierra individualmente, incitó a revocar las correctas decisiones tomadas con respecto a los oportunistas de derecha y, so pretexto de "resumir las experiencias históricas y educar a los cuadros", pronunció un informe tras otro, creando febrilmente una opinión pública contrarrevolucionaria.

Veamos cómo se propuso "resumir las experiencias históricas y educar a los cuadros".

Yang Sien-chen negó por completo la necesidad de un proceso para el conocimiento de las cosas objetivas por el hombre. A sus ojos, se trata de "idealismo" cuando lo subjetivo no puede concordar de una vez con lo objetivo. Partiendo de este absurdo, él embestió contra un punto sin considerar todo lo demás, exagerando desmedidamente algunos defectos pasajeros y aislados que eran difíciles de evitar en nuestro trabajo práctico y tildándolos de "idealistas". Lanzó salvajes arremetidas a los llamados "errores" en el gran salto adelante diciendo que fueron "causados por la `identidad entre el pensar y el ser'", debido a que "el papel activo y consciente del hombre embrolla las cosas", etc. Haciendo grandes gestos, fingió atenerse al "materialismo", pero, en realidad, esgrimió el garrote del idealismo y metafísica para combatir la teoría activa y revolucionaria del reflejo.

El Presidente Mao nos enseña: "A menudo sólo se puede lograr un conocimiento correcto después de muchas reiteraciones del proceso que conduce de la materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica" (¿De dónde provienen las ideas correctas?). El conocimiento del mundo objetivo por el hombre necesita un proceso para realizar el salto del reino de la necesidad hacia el reino de la libertad. Sólo a través de una práctica repetida puede el hombre pasar de la inexperiencia a la experiencia, de la ignorancia al conocimiento, y del conocimiento incompleto al conocimiento relativamente completo. A causa de las limitaciones de ciertas condiciones, es difícil eludir que en el proceso del conocimiento y de la práctica surjan algunos defectos y errores y lo subjetivo no concuerde por entero con lo objetivo. ¿Cómo se puede calificar esto de "idealista"? Particularmente, en un movimiento revolucionario de masas tan grande y con la participación de centenares de millones de seres, como el gran salto adelante y la comuna popular, sólo en el curso de nuestra práctica podemos adquirir experiencia paso a paso, profundizar paulatinamente nuestro conocimiento de la esencia de las cosas y denunciar y resolver las contradicciones surgidas en nuestro avance. Al sintetizar nuestra experiencia, debemos guiarnos por la teoría marxista del conocimiento, afirmar los logros, superar los defectos y marchar resuelta y valientemente adelante siguiendo la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao.

Queda clarísimo que lo que Yang Sien-chen llamaba "resumir las experiencias históricas y educar a los cuadros" no tenía otro objetivo que el de negar radicalmente la línea general, el gran salto adelante y la comuna popular y sembrar confusiones entre la gente, de modo que Liu Shao-chi y compañía, representantes de la burguesía, usurparan la dirección del Partido y del Estado.

La abierta lucha provocada por Yang Sien-chen era del todo un complot planificado para revocar las correctas decisiones y restaurar el capitalismo. En una siniestra reunión realizada en noviembre de 1961, Yang Sien-chen se quejó a nombre de Peng Te-juai y vociferó que las críticas que se le habían hecho a él eran "injustas". Dio instrucciones a sus seguidores para que "se expresen en artículos", y ellos gritaron que Yang Sien-chen "debe ser rehabilitado y, en coordinación con esto, redoblaremos nuestros esfuerzos por escribir artículos en su favor". Ese puñado de elementos incluso confeccionaron un "plan de operaciones": algunos de ellos "escribirán artículos largos para librar una batalla grande", otros "escribirán artículos relativamente cortos pero oportunos para librar una escaramuza", otros "escribirán en conexión con los problemas prácticos para librar un combate de coordinación", etc.

Yang Sien-chen y sus secuaces escogieron el momento que consideraron el más favorable para provocar la lucha abierta. De 1961 a 1962, aprovechando las dificultades temporales de la economía nacional, Liu Shao-chi complotó premeditadamente para subvertir la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo y, por otra parte, con el propósito de crear una amplia opinión pública contrarrevolucionaria, reeditó su siniestro libro sobre la "autocultivación" [Liu Shao-chi, Sobre la autocultivación de los comunistas (Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1981)], que se oponía a la práctica revolucionaria proletaria, traicionaba a la dictadura del proletariado y preconizaba el idealismo. Entonces, Yang Sien-chen y compañía armaron de inmediato grandes alharacas y, sintiéndose seguros y envalentonados, lanzaron sucesivos ataques virulentos y desencadenaron así la segunda lucha abierta en el problema de la identidad entre el pensar y el ser. Yang Sien-chen se quitó todos los disfraces, salió rabiosamente a la escena y dio pleno escape a su inveterado odio hacia el Partido y el pueblo, lo cual reveló en mayor grado la feroz catadura de ese renegado.

Nuestros enemigos, que son reaccionarios podridos y decadentes y un puñado de estúpidos cegados por sus voraces ambiciones, siempre estiman equivocadamente la situación. Cuando estaban empeñados en su salvaje contraataque, el cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao señaló penetrantemente que era necesario criticar a Yang Sien-chen y compañía, quienes desde hacía mucho tiempo venían tergiversando deliberadamente las palabras de Engels para apoyar sus propias falacias reaccionarias. Con la guía del cuartel general proletario, Ai Si-chi [El camarada Ai Si-chi era un vicepresidente de la antigua Escuela Superior del Partido bajo el Comité Central del Partido Comunista de China. Murió de una enfermedad en marzo de 1966.] y otros camaradas publicaron artículos denunciando y criticando en lo teórico y político la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser".

En septiembre de 1962, el Presidente Mao impartió, en la X Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido, el magistral llamamiento: "No hay que olvidar jamás la lucha de clases", y dirigió a todo el Partido y el pueblo en un contraataque total a los revisionistas y la burguesía. El cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao también denunció y criticó en la Sesión los crímenes contrarrevolucionarios de Yang Sien-chen y sus consocios.

III

Después de la X Sesión Plenaria del VIII Comité del Partido, Yang Sien-chen y compañía, en lugar de cesar sus actividades contrarrevolucionarias, recurrieron a métodos más solapados para un forcejeo de agonía. Se entregaron a una serie de ardides a fin de provocar una tercera lucha abierta.
Apuntando al revisionismo de Jruschov en el extranjero y al complot de Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y sus congéneres de combatir la práctica revolucionaria proletaria y restaurar el capitalismo dentro del país, el Presidente Mao escribió en mayo de 1963 el artículo ¿De dónde provienen las ideas correctas? y otros brillantes documentos, en los que critica radicalmente el idealismo y la metafísica burgueses de ellos y formula la línea y política para desplegar el movimiento de educación socialista en las ciudades y las zonas rurales. Este artículo, que desarrolla aún más la teoría marxista del conocimiento, es una nueva síntesis y un nuevo avance de dicha teoría y un balance científico de la lucha en torno a la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser en el frente filosófico.

La gran teoría del Presidente Mao de que "la materia puede transformarse en conciencia y la conciencia en materia" hirió en lo vivo a Liu Shao-chi y Yang Sien-chen. Se resistieron frenéticamente. Liu Shao-chi sacó su línea reaccionaria burguesa, "izquierdista" en forma pero derechista de hecho, para reprimir a las masas, proteger a los dirigentes seguidores del camino capitalista y socavar el movimiento de educación socialista. Mientras tanto, luchó desenfrenadamente contra la teoría marxista del conocimiento y lanzó abiertas acometidas al método científico propugnado por el Presidente Mao para la investigación y el estudio. Opositor tanto a la transformación de la materia en conciencia como a la transformación de la conciencia en materia, vociferó: "Es idealista considerar que todas las cosas artificiales están precedidas por las ideas". Yang Sien-chen, siguiendo el tono de Liu Shao-chi, declaró que, en lo referente a la transformación de la materia en conciencia y de la conciencia en materia, ella "no debe hacerse desatinadamente" "ni aplicarse a troche y moche". Hizo así una insinuación en la que tildaba de "idealista" la teoría marxista del conocimiento desarrollada por el Presidente Mao.

Insultando ponzoñosamente que era "idealista" sostener la identidad entre el pensar y el ser, Yang Sien-chen lanzaba viles calumnias y se presentaba como partidario jurado del materialismo. (Qué sinvergüenza! Al negar la identidad entre el pensar y el ser, Yang Sien-chen estaba negando la interrelación y la transformación recíproca entre la materia y la conciencia sobre la base de la práctica. Abrió entre las dos un abismo insuperable, separando tajantemente la materia de la conciencia, la práctica del conocimiento, y convirtiéndolos en cosas no interrelacionadas. De esta manera negó el hecho de que la conciencia emana de la materia y el conocimiento de la práctica. De acuerdo con esta falacia, la conciencia y el conocimiento, como un río sin fuente y un árbol sin raíces, serían innatos en la mente o serían algo caído del cielo. Esto es, de punta a cabo, el dualismo kantiano y el transcendentalismo del idealismo.

Yang Sien-chen no se cansó de declarar que "el ser es lo primero, y el pensar, lo secundario", afectando sostener el "materialismo". Pero esto era pura hipocresía. Los marxistas no sólo reconocen el mundo objetivo, sino que, lo que es más importante, transforman activamente el mundo objetivo conforme a sus leyes. No obstante, a los ojos de Yang Sien-chen, el reconocimiento de que "el ser es lo primero, y el pensar, lo secundario" significa todo, parece que todo marchará felizmente si "se reconoce la realidad objetiva" y, al hacerlo, uno "será un materialista consciente". Es más, "reconocer la realidad objetiva" significa que si estuviera un clavo delante de uno, se tendría que "reconocer" su existencia pero no hacer nada al respecto. Ahora bien, ¿esto se puede llamar "materialismo consciente"? No, en absoluto. Era capitulación "consciente", una filosofía renegada de punta a cabo. Según esta prédica, el hombre quedaría impotente ante el mundo objetivo y no podría menos que dejarse llevar por la suerte y ser un dócil sirviente. En las últimas décadas, precisamente concorde con este supuesto "materialismo", Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y sus semejantes se postraron una y otra vez a los pies del enemigo.

Yang Sien-chen hablaba de que "reconoce la realidad objetiva", pero, de hecho, él y su pandilla de renegados, por su naturaleza contrarrevolucionaria, se hicieron de la vista de gorda y se negaron tercamente a reconocer la incomparable superioridad del socialismo, la inagotable fuerza de las masas populares armadas con el pensamiento Mao Tsetung y los gigantescos logros de la revolución y construcción socialistas de nuestro país. Para decirlo lisa y llanamente, el "reconocimiento de la realidad objetiva" y cosas por el estilo de Yang Sien-chen no eran sino una trampa. Lo que él "reconoció" o no "reconoció" partía por completo de las necesidades contrarrevolucionarias de la burguesía y dependía de si favorecía a la restauración del capitalismo. Materialismo de palabra e idealismo de hecho: he aquí la esencia de la "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" que pregonaba Yang Sien-chen.

Yang Sien-chen calumnió a los que propugnaban la identidad entre el pensar y el ser, diciendo que estaban "propagando la teoría de Bernstein" y "blandiendo el arma de Bernstein para oponerse al marxismo". Esto era, ciento por ciento, una táctica engañosa del ladrón que grita: "(Alto ladrón!". Al desenmascarar el revisionismo de Bernstein, Lenin señaló: "En el campo de la filosofía, el revisionismo iba a remolque de la `ciencia' académica burguesa. Los profesores `retornaban a Kant', y el revisionismo se arrastraba tras los neokantianos"(Marxismo y revisionismo). Bernstein hizo "modificaciones" en la teoría marxista del conocimiento, tergiversó intencionadamente la identidad entre el pensar y el ser calificándola de teoría idealista que "pone el pensar y el ser en un mismo plano". Dijo el disparate de que al materialismo y el idealismo son iguales y que, aunque parten de diferentes puntos de vista, ambos suponen simplemente que el pensar y el ser son idénticos. Por medio de esta vil práctica, Bernstein negó por completo la identidad entre el pensar y el ser. Lo que Yang Sien-chen trataba de introducir de contrabando fue exactamente esta mercancía de Bernstein.

 La única diferencia entre ellos residía en que éste declaró franca y abiertamente que en principios apoyaba de manera resuelta el punto de vista de Kant mientras que Yang Sien-chen ocultaba esto sin atreverse a exponerlo en público. ¿Quién era el que "propagaba la teoría de Bernstein" y "blandía el arma de Bernstein para oponerse al marxismo"? (No era sino el propio Yang Sien-chen!

La publicación de la obra del Presidente Mao ¿De dónde provienen las ideas correctas? hizo fracasar el complot de Yang Sien-chen y compañía que desencadenaran la tercera lucha abierta, pero ellos rehusaron darse por vencidos. En marzo de 1964, publicaron algunos artículos reaccionarios, pregonaban con rodeos la reaccionaria "teoría de la falta de identidad entre el pensar y el ser" y se oponían a la gran teoría de que "la materia puede transformarse en conciencia y la conciencia en materia". Al mismo tiempo, opusieron la teoría de "integrar dos en uno" a la dialéctica revolucionaria de que "uno se divide en dos" y realizaron forcejeos desesperados contra el movimiento de educación socialista y contra la lucha antirrevisionista.

Tan pronto como apareciera la teoría contrarrevolucionaria de Yang Sien-chen de "integrar dos en uno", el cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao denunció, dando en el clavo, su verdadera esencia y dirigió y desplegó una abierta crítica a Yang Sien-chen. Luego, el vigoroso torrente de masas de la Gran Revolución Cultural Proletaria barrió completamente a Yang Sien-chen y su siniestro amo Liu Shao-chi, así como el cuartel general burgués, al basural de la historia. Por muchos que fueran los complots urdidos por Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y sus consocios y por desesperada que fuera su resistencia, su línea revisionista contrarrevolucionaria e idealismo y metafísica terminaron en total fracaso.

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Echando una mirada retrospectiva a la lucha en torno al problema de la identidad entre el pensar y el ser, podemos ver claramente que las actividades de Yang Sien-chen y compañía en relación con este problema forman parte importante de la intriga contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi destinada a restaurar el capitalismo. La filosofía siempre sirve a la política. La concepción del mundo de uno determina el tipo de pensamiento filosófico que formula para servir a su línea política. En respuesta al llamamiento del Partido, debemos estudiar a conciencia el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung y las obras filosóficas del Presidente Mao, elevar nuestra conciencia con respecto a la lucha entre las dos líneas y perseverar en la consolidación de la dictadura del proletariado.

(Continuará en breve)
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