¡Proletarios de
todos los países, uníos!
Enarbolar la
rojísima bandera
de la Comuna de
París como arma de combate
Hoy,
18 de marzo el proletariado internacional y los pueblos del mundo, celebramos
el 150º aniversario del inicio de la heroica Comuna de París. Es la primera
tentativa del proletariado de asaltar los cielos, dio lugar a la primera
república obrera de la historia. Diez días después del levantamiento popular,
el nuevo gobierno revolucionario declaró la independencia de la Comuna del
viejo poder burgués con sede en Versalles.
Es el heroísmo de los comuneros que, sosteniendo durante 71 días en París el
Poder en manos de las masas proletarias, dieron a conocer a la humanidad una
nueva forma de Estado: la dictadura del proletariado.
Carlos
Marx, el 30 de mayo de 1871, dos días después que los últimos luchadores de la
Comuna sucumbían ante la superioridad de fuerzas del enemigo, señaló el alcance
histórico-universal de la experiencia de la Comuna, así: que “la Comuna
era…. la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella
la emancipación económica del trabajo” (La guerra civil en Francia, trabajo
de Marx leído el 30 de mayo de 1871 ante el Consejo General de la Asociación
Internacional de los Trabajadores – AIT).
Esta
experiencia práctica con su antecedente de la Revolución de Febrero de 1848,
significó un salto en la comprensión de las leyes de la revolución, que Marx
definió con estas palabras: “La
Comuna ha demostrado, sobre todo, que `la clase obrera no pueden simplemente
tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus
propios fines’” (Prólogo de Marx y Engels a la Edición alemana del
Manifiesto del Partido Comunista publicada en 1872).
La
labor de la Comuna, según Engels, “fue hacer saltar el viejo poder estatal y
sustituirlo por otro nuevo y realmente democrático...En realidad, el Estado no
es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo en la
república democrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos, es un
mal que se transmite hereditariamente al proletariado triunfante en su lucha
por la dominación de clase. El proletariado victorioso, lo mismo que hizo la
Comuna, no podrá por menos de amputar inmediatamente los lados peores de este
mal, entretanto que una generación futura, educada en condiciones sociales
nuevas y libres, pueda deshacerse de todo este trasto viejo del Estado.
Últimamente, las palabras «dictadura del proletariado» han vuelto a sumir en
santo horror al filisteo socialdemócrata. Pues bien, caballeros, ¿queréis saber
qué faz presenta esta dictadura? Mirad a la Comuna de París: ¡he ahí la
dictadura del proletariado!” (F. Engels, Introducción a “La Guerra Civil en
Francia” de Marx, Londres en el vigésimo aniversario de la Comuna de París, 18
de marzo de 1891).
A pesar de la gloriosa e implacable lucha del proletariado parisienses por
defender el Poder proletario, fueron derrotados por las fuerzas de la reacción
versallesca al servicio de la burguesía, de los terratenientes, de los
propietarios y de todos los ladrones, de todos los parásitos que la vieja
sociedad mantiene en su seno. La barbarie genocida de la burguesía se revelaría
a plena luz del día durante la "semana sangrienta" (21-28 de mayo de
1871).
El
final de la Comuna de París en mayo de 1871, lejos de significar una simple
derrota de la clase obrera, fue un acontecimiento histórico de gran trascendencia,
“el heraldo glorioso de la nueva sociedad”, que marcó para siempre la lucha del
proletariado internacional. La Comuna de París es el primer gran acontecimiento
en el proceso de la Revolución Proletaria Mundial, la primera vez que el
proletariado tomó el Poder y por ello,
la posición que se adopte sobre ella y su justo balance, separa al marxismo del
revisionismo.
No solo debemos celebrar este gran acontecimiento, debemos estudiarlo a la luz
de la todopoderosa ideología del proletariado, todopoderosa porque es
verdadera, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. Debemos
partir del trabajo imperecedero del gran Titán Carlos Marx , “La Guerra Civil
en Francia”, con las numerosas aportaciones teóricas y prácticas,
principalmente prácticas, que desde 1871 han desarrollado de forma
ininterrumpida nuestra ideología, la política y la organización comunista. Las
aportaciones de los otros titanes, Lenin
y el Presidente Mao, pero también del Gran Engels, del camarada Stalin y del
Presidente Gonzalo, permiten situar la Comuna de París en la candente
actualidad de la nueva era y del tercer momento del proceso de la revolución
proletaria mundial, dentro de los “50 a
100 años” en que el imperialismo y la reacción serán barridos de la faz de la Tierra.
Esta
época, signada por el hundimiento del imperialismo, que genera tensiones y
tumultos en todo el mundo, es la del momento de la ofensiva estratégica de la
revolución proletaria mundial. El
Presidente Gonzalo plantea que el proceso de la revolución mundial para barrer
de la faz de la tierra al imperialismo y a la reacción tiene tres momentos: 1º
defensiva estratégica; 2º equilibrio estratégico; y 3º ofensiva estratégica de
la revolución mundial. La Comuna abrió el primer momento, de la defensiva estratégica
de la revolución, que, aplicando la ley de la contradicción a todo , tiene como
su contraparte la ofensiva de la contrarrevolución.
Carlos
Marx considera que el principal mérito de los comuneros es que intentaron por
primera vez en la historia crear un Estado proletario. Establece brillantemente
que la clase obrera no puede simplemente apoderarse de la máquina estatal
existente y ponerla en marcha para sus propias necesidades, sino que debe
desmantelarla. Lenin señaló que la Comuna era un brillante ejemplo de cómo el
proletariado "sabe cumplir unánimemente las tareas democráticas que la
burguesía sólo sabía proclamar" (Lenin, Enseñanzas de la Comuna). Al
analizar las medidas sociales y económicas adoptadas por los obreros parisinos
en “La guerra civil en Francia”, Marx destacó la idea de que, por muy tímidas
que fueran estas medidas, su tendencia principal era la expropiación de los
expropiadores.
Fue
tomando las enseñanzas de Marx sobre la Comuna de París que el proletariado
ruso, bajo la dirección del Partido Bolchevique y de Lenin, triunfó con la Gran
Revolución Socialista de Octubre de 1917, construyendo el Poder Soviético, la
dictadura del proletariado, como la verdadera continuación de la Comuna. Los
soviets, fueron la forma superior de organización, a través de la cual se
erigió la dictadura del proletariado dirigida por el Gran Lenin y el camarada
Stalin, basada en la alianza obrero-campesina, uniendo a las masas trabajadoras
y explotadas más atrasadas y dispersas, con lo que se aseguró el paso
ininterrumpido de la revolución democrático-burguesa a la revolución
socialista.
Cuando las masas, guiadas por el Presidente Mao Tsetung y bajo la dirección del
Partido Comunista tomaron el Poder en China en 1949, fue la experiencia de la
Comuna sintetizada por Marx y desarrollada por Lenin, la que sirvió de base
para pasar de inmediato a desarrollar la revolución socialista y la dictadura
del proletariado con la República Popular China.
Y
más tarde, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), el gran y más
alto hito de la revolución proletaria mundial, fueron los Comités
Revolucionarios de los Tres en Uno, los nuevos órganos del Poder que se
constituyeron como los continuadores de la experiencia de la Comuna.
Los
Comités Revolucionarios Tres en Uno, originados en la tenaz lucha iniciada y
dirigida por el Presidente Mao Tsetung contra la restauración capitalista,
fueron un instrumento indispensable de la (GRCP), a través del cual millones de
masas tomaron en sus manos los asuntos del Estado, los problemas políticos,
militares, culturales, de producción, etc., y derrocaron a los representantes
de la burguesía que se habían atrincherado en el Partido, el Ejército Popular
de Liberación y el Estado, impidiendo la restauración capitalista en China
durante 10 años.
Durante
la Comuna tenemos la confrontación armada entre dos estados de tipos
radicalmente diferentes, expresión del nuevo y del viejo mundo. Este es el
corazón del Poder, de todo Poder, las armas. La Comuna afirmó la necesidad de
la violencia revolucionaria y mostró la fuerza de la guerra civil,
estableciendo la prueba práctica del principio marxista, que sería desarrollado
por el Presidente Mao, según el cual "el poder nace del fusil"
y que "sin un ejército popular, el pueblo no tendrá nada". El
"espectro que persigue a Europa" se ha convertido en una amenaza
real. Marx precisa que "París en armas era el único obstáculo serio en
el camino de la conspiración contrarrevolucionaria. Por lo tanto, era necesario
desarmar París" (Marx, La guerra civil en Francia). No solo se
conquistó el Poder por las armas, sino que también se lo mantuvo por la
violencia revolucionaria. Esta primera experiencia mostró, que solo podemos
conjurar la restauración capitalista mediante la violencia, que hoy es guerra
popular y si la clase ha perdido el Poder, corresponde aplicar la guerra
popular para contra-restaurar.
Nunca
entregues los cañones de la Guardia Nacional, ¡eso es lo que gritan los
Comuneros 150 años después!
¿Qué
nos dice la experiencia de la Comuna sobre la cuestión de la dirección del
Partido? Al respecto, en su intercambio de correspondencia con Kugelmann el 12
de abril de 1871, Marx señala los errores fatales de los comuneros: 1) La
ofensiva contra Versalles debería haberse emprendido inmediatamente, cuando el
enemigo estaba en pánico y no había tenido tiempo de concentrar sus fuerzas.
Esta oportunidad se desaprovechó; 2) El Comité Central se apresuró demasiado a
renunciar a sus poderes para dar paso a la Comuna.
Marx
plantea la necesidad de que el proletariado cuente con un Partido unificado
capaz de dirigirlo en los tumultos de la lucha de clases. La prevaricación de
los comuneros divididos en varios "partidos" fue fatal para la
Comuna. Solo un Partido unificado, que practica el centralismo-democrático,
guiado por la ideología del proletariado, tiene la capacidad de hacer la guerra
de manera justa y triunfar.
Siguiendo
la enseñanza de la Comuna, el maoísmo, establece: que el Poder es lo
fundamental. Un “poder basado en una
fuerza armada dirigida por el Partido Comunista, conquistado y defendido
mediante la guerra popular!” (PCP, Sobre Marxismo-Leninismo-Maoísmo) La
experiencia de la Comuna, analizada por Marx, ya confirmó esta necesidad, ¡nada
más! Quién puede negar que los maoístas son los fieles continuadores de los
heroicos Comuneros, salvo los revisionistas y los que disfrazan el marxismo.
Esta necesidad planteada por la Comuna se expresa diariamente en nuestra justa
e inquebrantable voluntad de reconstituir/constituir los Partidos Comunistas y de preparar/iniciar
la guerra popular. Y, en el caso específico, de los problemas difíciles y
complejos por los que todavía atraviesa la guerra popular en el Perú, para
salir de esa situación, lo que corresponde es reorganizar el Partido en y para
la guerra popular aplastando a las ratas miserables de la línea oportunista de
derecha, revisionista y capitulacionista (LOD). Ratas de la LOD, que siguiendo
el plan del imperialismo y la reacción llaman a la “reconciliación” e imploran
el perdón de la reacción, pretendiendo hacernos creer que la “guerra popular ha
terminado en derrota”. El Presidente Gonzalo ha enseñado que así quedara un
solo comunista, este tiene la obligación de volver a hacerlo todo de nuevo y
continuar el camino de la guerra popular invencible.
“La
Guerra Civil en Francia”, un documento político muy importante de la
Internacional, armó al proletariado del
mundo entero con la experiencia de la Comuna y fue una brillante demostración
de la victoria ideológica del marxismo sobre todas las variantes del socialismo
premarxista. "Al final del primer período (1848-1871), un período de
tormentas y revoluciones, muere el socialismo premarxista" (Lenin,
Vicisitudes históricas de la doctrina de Carlos Marx). Esta brillante síntesis
de la experiencia de la Comuna tuvo especial importancia en la lucha contra los
ideólogos de la pequeña burguesía que negaban la necesidad de la dictadura del
proletariado.
En
“La guerra civil en Francia”, Marx, definió con aguda claridad el papel de
estos elementos oportunistas en el movimiento obrero, mostrando que el
movimiento obrero revolucionario, en su desarrollo contradictorio y como
resultado directo de su acción, acumula lo que Engels llamará un "colosal
montón de basura". Cada crisis, cada momento en que la lucha de clases se
agudiza, es el momento en que podemos y debemos barrer el revisionismo y el
oportunismo.
La
actual crisis gigantesca que sacude al
mundo es uno de esos grandes momentos en los que triunfa la verdad. Más aún en
este momento que se agudiza la crisis del imperialismo y del capitalismo
burocrático en todo el mundo, se agudizan todas las contradicciones y
desarrollando más la situación revolucionaria en desarrollo desigual en todo el
mundo, de gran actividad de las masas, su explosividad hace temblar a todos los
reaccionarios y sus sirvientes revisionistas; ésta se manifiesta por doquier
marchando a grandes explosiones jamás antes vistas. Situación objetiva a cuyo
encuentro marcha con paso firme el desarrollo del factor subjetivo, principalmente
el proceso de los Partidos Comunistas, como partidos
marxista-leninista-maoístas, principalmente maoístas de nuevo tipo,
militarizado para iniciar las nuevas guerras populares. Abriendo así un nuevo
momento o período de revoluciones como parte de la nueva gran ola de la
revolución proletaria mundial, dentro del período de los “50 a 100 años” en la
cual se inscribe la ofensiva estratégica de la revolución mundial. Mostrando
que la revolución es la tendencia histórica y política principal en el mundo actual. Esta situación determina las tareas, la
estrategia y la táctica de los Partidos Comunistas en todo el mundo.
Bastaría
una elección reaccionaria en Estados Unidos para que los falsos defensores del
"verdadero" maoísmo, como Bob Avakian y otros dirigentes, muestren su
verdadera cara al proletariado mundial, defendiendo la victoria del
reaccionario imperialista Biden.
De
estas crisis surge la verdad, el "montón colosal de basura" será
barrido por la acción del proletariado.
Los
revisionistas y los oportunistas no quieren ver que nada es linear, que todo se
desarrolla de forma desigual y que hay que caerse para aprender a caminar.
Quienes no aceptan el inmenso aporte de la experiencia de la guerra popular en
el Perú repitiendo sin fundamento lo que propala el imperialismo-reacción-LOD
de que “la guerra popular terminó por derrota”, habrían escupido, sin duda,
sobre la experiencia de la Comuna. Pese a la derrota de la Comuna Marx dijo,
que "El París obrero, con su Comuna, será celebrado para siempre como
el heraldo glorioso de una nueva sociedad". Sus mártires se encerrarán en
el gran corazón de la clase obrera" (Marx, La guerra civil en
Francia).
Como
señaló Lenin en El Estado y la Revolución: "Aunque el movimiento
revolucionario de las masas fracasó en su objetivo, Marx vio en él una
experiencia histórica de enorme importancia, un paso adelante en la revolución
proletaria universal, un esfuerzo práctico más importante que cientos de
programas y argumentos. Analizar esta experiencia, extraer de ella lecciones de
táctica y poner a prueba su teoría, ésta es la tarea que se propuso Marx."
Los
verdaderos marxistas aprendemos de cada experiencia y afirmamos que la guerra
popular en el Perú es el primer acto de la ofensiva estratégica de la
revolución proletaria mundial. Que sigan con sus sueños de hienas los
imperialistas, reaccionarios y sus sirvientes de la LOD, de las patraña de “las
cartas de paz”; porque ni el Presidente Gonzalo, ni el PCP, ni los verdaderos
comunistas, ni los combatientes del EPL, ni las masas del Nuevo Poder nunca
entregaron las armas, ni aceptaron los "acuerdos de paz" de la
CIA-yankee. Al igual que los comuneros, persisten en la guerra popular.
La desmoralización de la clase obrera en este último caso habría sido una
desgracia mucho mayor que la perdición de cualquier número de
"líderes".
Los
problemas complejos y difíciles que entró la guerra popular en el Perú se debió
principalmente por la traición de las ratas revisionistas y capitulacionistas
de la LOD, que con la ayuda de la reacción infiltraron los comités del partido
y recurrieron a lanzar bases contra dirección, a entregar a los dirigentes que
persistían, ante el fracaso de su llamado a entregar las armas y dar por
finalizada la guerra popular. La LOD tramó todo lo anterior a cambio del perdón
de los explotadores y opresores, de los verdugos de la revolución, renegando
del maoísmo, del Presidente Gonzalo, del pensamiento gonzalo y de la guerra
popular. Personajes ridículos que, en manos de la reacción, entregados en
cuerpo y alma a ella, pretendían el cuento de que estaban negociando con la
reacción. ¿Qué podían negociar? ¡Nada! Solo traicionar proponiendo canjearse a
cambio de servir a infamar al Presidente Gonzalo con su propia traición
buscando aniquilar el Partido y la guerra popular.
El
maoísmo,definido por el Presidente Gonzalo, ha sido validado por los hechos y
el fuego desde el inicio de la guerra popular en el Perú, así como el marxismo
fue validado por la sangre de los comuneros. Tanto los comunistas peruanos como
los comuneros demostraron sus iniciativas históricas y la abnegación de la que
habla Marx en “La guerra civil en Francia”. En la actualidad, los comunistas en
el Perú sujetándose firmemente a la
Jefatura del Presidente Gonzalo y el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento
gonzalo persisten en la tarea de la reorganización general del Partido para
superar la situación en que se encuentra la guerra popular por la detención del
Presidente Gonzalo, en aislamiento absoluto desde 1992, y la traición de la LOD
que se estructuró en las prisiones con la ayuda de la CIA-reacción.
Otro
principio de la Comuna que debemos empuñar firmemente en un momento en que la
reacción intenta movilizar a las masas para
sus planes de guerra imperialistas es el internacionalismo. Como dijo
Marx, la "bandera de la Comuna es la bandera de la República Mundial"
no es ni más ni menos. Al nombrar a un ministro de trabajo alemán y a un polaco
como jefe de la defensa de París, la Comuna afirmó al mundo que los proletarios
de todos los países deben unirse para derrotar a sus enemigos.
El Presidente Mao lo dijo muy bien, ¡el
internacionalismo es el espíritu del comunismo! Desde el punto de vista
organizativo, la experiencia del apoyo concreto y activo a la Comuna por parte
de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1ª Internacional ) ha agudizado la lucha contra la visión
anarquista de la AIT. Marx y Engels afirmaron desde el congreso de la AIT
posterior a la Comuna, que el Consejo General no es una simple oficina
informativa como quieren los anarquistas, sino un verdadero estado mayor del
proletariado. A partir de la Comuna, la burguesía toma nota del peligro que
representan los trabajadores organizados internacionalmente. Este miedo
irracional se convertirá en terror tras la creación de la Tercera Internacional
después de la victoriosa Gran Revolución de octubre de 1917. ¡Hoy más que nunca
la necesidad de reconstituir un Estado Mayor del proletariado es una de
nuestras tareas urgentes!
En
ese camino cobra, en la situación presente, gran importancia el llamamiento de
los Partidos Comunistas y Organizaciones Maoísta para la realización de la
Primera Conferencia Internacional Maísta Unificada (CIMU) y dar nacimiento a la Nueva Organización Internacional
del Proletariado (NOIP).
La Comuna forma parte de esta "epopeya de la lucha de clases",
como bien dijo el Presidente Gonzalo. Es la prueba de que "solo la
lucha de clases puede generar nuestra ideología" y solo "la
lucha de clases cuyo centro es la política en tanto conquista y defensa del
poder para la clase derrumbado otros poderes, solo en cuanto práctica de
investigación, pudo la clase, generando titanes del pensamiento y la acción".
El
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo muestra en la vida
cotidiana su viveza como continuador de la epopeya heroica del proletariado por
la emancipación del género humano. Muestra aún más su plena vigencia en la
lucha sin cuartel que los maoístas libran en todo el mundo para desarrollar las
guerras populares en la India, Perú, Turquía y Filipinas, iniciar otras nuevas,
reconstituir los Partidos Comunistas y lanzarse de nuevo a la conquista de los
cielos.
Hoy
necesitamos tomar la iniciativa, atrevernos a luchar, no tener miedo de dar
nuestra sangre por la gran causa de la revolución proletaria mundial. La duda,
la prevaricación, es una falta cuando la nueva gran ola de la revolución está
desarrollándose y un nuevo período de revoluciones se anuncia como el aspecto
positivo de la gigantesca crisis del
imperialismo y su hijo el capitalismo burocrático con las explosiones de las
masas. Nos toca vivir una época de grandes tormentas y de grandes
trasformaciones en el mundo entero. ¡Aplastar el revisionismo, desenmascarar el
oportunismo, fortalecernos ideológicamente, porque el avance del RPM significa
la necesidad de limpiar los "montoncitos de basura"! Denunciar y
enfrentar con guerra popular las guerras
de rapiña imperialista. Hacer la revolución de nueva democracia y la revolución
socialista con guerra popular, como la mejor forma de estar preparados para el
caso de una guerra mundial imperialista. Transformar como la Comuna la guerra
imperialista en una guerra civil de las clases oprimidas contra sus opresores,
en una guerra por la expropiación de la clase capitalista, por la conquista del
poder político por el proletariado, por la realización del socialismo.
¡Seamos
ejemplares como los gloriosos comuneros, levantemos la bandera roja de la
revolución proletaria mundial al comunismo con guerra popular!¡Seamos fieles a
los heroicos comuneros, enarbolando, defendiendo y aplicando el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo!
“El
París de los obreros, con su Comuna, será eternamente ensalzado como heraldo
glorioso de una nueva sociedad. Sus mártires tienen su santuario en el gran corazón
de la clase obrera. Y a sus exterminadores la historia los ha clavado ya en una
picota eterna, de la que no lograrán redimirlos todas las preces de su
clerigalla”. (Marx, La guerra civil en Francia)
¡Hoy sólo los maoístas enarbolan la bandera roja de la Comuna
como arma de combate!
Firmas:
Comité
para la Reconstitución del Partido Comunista de los Estados Unidos
Comités
para la fundación del Partido Comunista (maoísta) en Austria
Comité
Bandera Roja – RFA
Partido
Comunista de Brasil (Fracción Roja)
Partido
Comunista de Colombia (Fracción Roja)
Partido
Comunista del Ecuador - Sol Rojo
Partido
Comunista del Perú
Comité
Maoísta en Finlandia
Partido
Comunista Maoísta, Estado Francés
Servir
al pueblo – Liga Comunista de Noruega
Grupo Comunista (Maoísta), China
Núcleo Revolucionario para la Reconstitución del Partido Comunista de México (NR-PCM)
Fracción Roja del partido Comunista de Chile
18 de Marzo de 2021