RSF – En memoria del compañero Saibaba: La llama de la revolución que nunca podrá ser extinguida
A continuación publicamos una traducción no oficial de una declaración publicada por el Frente de Estudiantes Revolucionarios de India.
«Porque amo tanto
Los sonidos de la hierba creciendo»
El 12 de octubre de 2024, el compañero GN Saibaba, activista y poeta revolucionario, profesor de la Universidad de Delhi, dio su último suspiro. Pero la muerte de este profesor de 57 años no es en absoluto una muerte normal. Estuvo encarcelado durante diez años, prácticamente sin tratamiento médico, por cargos graves pero infundados de librar una «guerra contra el Estado» bajo sospechas de ser maoísta. Mientras estuvo encarcelado, sin recibir tratamiento médico adecuado, el deterioro físico del profesor GN Saibaba salió a la luz, pero de manera antidemocrática no se le permitió reunirse con sus familiares ni con sus abogados.
GN Saibaba enseñó en el Ramlal Anand College de la Universidad de Delhi y luchó por los derechos de los oprimidos del país durante toda su vida. Contrajo polio a los 5 años y perdió el 90% de su movilidad física. Pero su discapacidad física nunca se interpuso en el camino de su conciencia política y su papel en el movimiento de masas. La entrada de Saibaba en la lucha estudiantil estuvo influenciada por artistas revolucionarios como Gadar y la política estudiantil revolucionaria en su vida estudiantil. Se convirtió en miembro del Foro de Resistencia Popular de toda la India en la década de 1990. Ha cuestionado continuamente, uno tras otro, los proyectos imperialistas antipopulares y ha continuado su lucha democrática contra el terrorismo de Estado organizado en el país por parte de industriales como Ratan Tata y Salwa Judum Force, una iniciativa conjunta del gobierno indio para desarraigar a los tribales de sus tierras forestales con agua. Planteó objeciones contra las leyes represivas (POTA, AFSPA, UAPA, etc.) y contra la detención injusta de presos políticos sin juicio. Incapaz de reprimir su espíritu revolucionario, el Estado indio se vio obligado a encarcelarlo. El 9 de mayo de 2014 fue detenido como miembro del Frente Democrático Revolucionario, organización frontal del Partido Comunista de India (Maoísta). Haciendo caso omiso de su condición física, lo mantuvieron en la «Celda Anda» en condiciones inhumanas de encarcelamiento. A pesar del deterioro físico, el gobierno y las autoridades carcelarias no le brindaron ni el más mínimo tratamiento médico.
El crimen de Saibaba no fue un acto de terrorismo, sino de resistencia: luchó toda su vida por los que no tenían voz, por los oprimidos por el imperialismo, el feudalismo y el terror de Estado. Su espíritu revolucionario era extremadamente peligroso para la reaccionaria clase dominante: perjudicial para un sistema que prosperaba gracias a la violencia, la desigualdad y la injusticia. Por eso los tribunales de este estado dictaminaron que en tales casos el cerebro es más formidable que la fuerza física. Saibaba era el portador de la filosofía maoísta y portador del espíritu revolucionario que hizo temblar el castillo de naipes de la clase dominante que saquea la mano de obra y los recursos de los obreros, agricultores, clase media, pequeños y medianos empresarios. Así continuó la burla en nombre de la justicia hasta que, incluso con la falta de un tratamiento adecuado, su cerebro no pudo ser detenido.
El encarcelamiento por cargos falsos y el lento asesinato de prisioneros mediante torturas inhumanas es el modus operandi bien conocido del Estado fascista indio. Desde el compañero Swapan Dasgupta, Himadri Roy, Sudip Chongder hasta el compñaero Pateet Pawan Halder, uno tras otro, los participantes del movimiento de masas fueron torturados y asesinados por falta de tratamiento. El gobierno de Trinamool, que llegó al poder garantizando la liberación de los activistas políticos encarcelados en el movimiento Singur, Nandigram, Lalgarh, ha encarcelado al activista político de Jangalmahal, el compañero Buddheshwar Mahato (actualmente en libertad bajo fianza por motivos médicos), sin juicio ni tratamiento durante mucho tiempo. Después de más de una década de prisión sin juicio, fue condenado a cadena perpetua en el caso Shilda al presentar pruebas falsas.
El asesinato de Saibaba demostró una vez más que el Estado teme a los revolucionarios más que a cualquier otra cosa. Es una advertencia brutal para todos los que se atreven a desafiar su supremacía, pero también es un llamado a la guerra. Es posible que el sistema le haya quitado la vida a Saibaba, pero nunca pudieron superar su conciencia. Su muerte seguramente alimentará nuestra lucha contra este estado tiránico, intensificando la lucha por la libertad, la justicia y la liberación de todos los oprimidos. Esta lucha incesante, ignorando todos los obstáculos físicos, sacrificando la propia vida por el bien del pueblo, contra la explotación estatal, encenderá para siempre la chispa de los movimientos de masas, los movimientos de liberación de prisioneros y los movimientos revolucionarios en la India y en todo el mundo.
¡Cientos de miles de saludos rojos al compañero GN Saibaba!