Continuando, luego de la Carta de Marx, que
hemos citado en gran parte en el anexo anterior, como hemos dicho más arriba,
el documento de la CEPAL al respecto, documenta nuestra afirmación, que ese “sector
moderno” (directamente de las empresas imperialistas o de sus agentes de la
gran burguesía nativa), no sirve al desarrollo de la economía nacional, porque
su intercambio con los otros sectores de la economía es mínimo, porque su
maquinaria y equipo, conocimientos, viene de los países imperialistas y solo da empleo al 1,5 % de la PEA, que es de
16 millones. La mayor parte de sus supergananancias se exportan y sus nuevas
inversiones en gran parte para importar sus maquinarias y equipo de sus propias
empresas matrices de los países imperialistas. Es decir, no tiene un gran “factor multiplicador en la
economía” o, como también suele decirse, así, no llueve ni para arriba ni para
abajo. En una palabra, como está escrito desde Mariátegui, el imperialismo solo
consciente una industrialismo que sirve a sus intereses, ese capitalismo burocrático
solo sirve a los intereses imperialistas.
Lo que acabamos de decir, nos muestra el
hilo sigue desde nuestros comentarios
sobre el informe de la CEPAL IED-2024, donde se hace referencia a “
estancamiento, e incluso la disminución, de la productividad. (…) la
reprimarización de las décadas de 1990 y 2000”, como en otro informe de la
misma (,(Estudio Económico de América Latina y el Caribe • 2024) y también en la parte del “Perfil Económico…”, se habla de la “economía de enclave”, es así
como hemos llegado a exponer los datos sobre las relaciones económicas de
producción que caracterizan a nuestro país y a los demás países de América
Latina y el Caribe, todo esto no ha llevado a presentar la mayor parte de la
carta del fundador del marxismo (ver anexo de entrega anterior). Siguiendo ese
hilo, antes de volver al tema de la IED en futuras entregas, estamos tratando
otro informe de la CEPAL sobre la Mipmes, que es concomitante con todo los
anteriores estudios.
El estudio de la CEPAL sobre las Mipymes,
documenta, que la gran empresa del imperialismo o de la gran burguesía nativa,
a su servicio, que es la que domina las exportaciones primarias, más las
empresas medianas o nacionales constituyen el llamado sector moderno de la
economía, el resto pertenece en su
inmensa mayoría a la economía precapitalista (semifeudalidad).
Lo referido en el parráfo anterior, es similar
a como describió el Presidente Mao a la economía china en 1948 (ver IV tomo dr
sus Obras Escogidas), que según él tenía
un 10% de empresas modernas conformado por las empresas del imperialismo y de
la gran burguesía y, el resto, el 90% conformado por las que pertenecían a la
artesanía y la agricultura, que eran como en los tiempos antiguos
(precapitalistas).
Prosiguiendo, para comprender mejor la
realidad, porque solo comprendiendo la realidad podemos resolver problemas, el
estudio sobre las Mipymes, más adelante, dice :
“C. Las mipymes en América
Latina
Considerando la economía formal, las mipymes
representan el 99,5% de las empresas de la región y la gran mayoría son
microempresas (88,4% del total).
Esta distribución se ha mantenido
relativamente estable a lo largo de la última década, aunque ha habido un
incremento relativo de las pequeñas y medianas empresas y una ligera reducción
de las microempresas.
La presencia de microempresas es
mayoritaria en todos los sectores de la economía y en algunos casos supera el
90% del total de las empresas: por ejemplo, en el comercio y en el sector de “otras
actividades comunitarias, sociales y personales”. En particular, el comercio
es un sector en que se concentra la mayor cantidad de microempresas formales (...)
la proliferación de empresas de tamaño muy reducido (...), responden más a
estrategias de autoempleo y sobrevivencia económica que a un verdadero
proceso de desarrollo empresarial.
En el comercio también está presente una
cantidad importante de pymes; sin embargo, en el caso de estas empresas,
la industria, en particular al tratarse de las empresas medianas, y las
“actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler” concentran una
cantidad significativa de unidades productivas.
( Mipymes en América Latina: un frágil desempeño
y nuevos desafíos…, Cepal )”
Así pues, la gran empresa del imperialismo o
de la gran burguesía nativa, a su servicio, controla todo el proceso económico
peruano: nuestras riquezas naturales, productos de exportación, industria,
banca y finanzas, etc.
Machacamos
esta verdad incontestable: el capitalismo burocrático es el capitalismo que
genera el imperialismo en los países atrasados, atado a la feudalidad que es
caduca y sometido al imperialismo que es última fase del capitalismo, que no
sirve a las mayorías sino a los imperialistas, a la gran burguesía y a los
terratenientes. Porque el capitalismo que
se desarrolla es un proceso tardío y no consiente sino una economía para sus
intereses imperialistas. Es un capitalismo que representa a la gran burguesía,
a los terratenientes y al campesinado rico de viejo tipo, clases que
constituyen una minoría y explotan y oprimen a las grandes mayorías, a las
masas.
Una vez más, del informe se desprende, que
la gran empresa monopolista
con sus filiales en el país y sus agentes económicos de la gran burguesía, más
las empresas medianas o nacionales constituyen el llamado sector moderno de la
economía, el resto pertenece en su inmensa mayoría a la economía precapitalista
(semifeudalidad). Estos es, lo que los
informes citados denominan “economía heterogénea”, “estructura productiva
heterogénea”, “estructura heterogénea del empleo”, etc. para referirse a las relaciones sociales de producción en
nuestros países contraria a su verdadera caracterización científica.
El Presidente Gonzalo, refiriéndose al
problema que tratamos, dice: que la base semifeudal de la sociedad va a generar, por el
agravamiento crítico en que se encuentra, migración del campesinado hacia las
ciudades que al no encontrar trabajo en las fábricas, por desocupación, va a
engrosar el sector de servicios y la informalidad que es por donde desagua la
falta de empleos; se conforma así la micro y pequeña producción que como hemos
visto es muy amplia y trabaja en condiciones lo más duras y difíciles. A esto
se suma el que el proletariado disminuya en proporción. (II Pleno del CC del
PCP)
Aquí, es necesario acotar, que el estudio de
la CEPAL se refiere solo a una parte de las empresas y del empleo, esto es, a
las empresas formales y al empleo formal, pero no considera que la informalidad
en la micro, en la pequeña empresa y en el empleo, alcanza al mayor número de
trabajadores, la mayoría como autoempleados, como se lee en la siguiente nota:
“En el 2022, 4 mil grandes empresas concentraron el 57%
del total de empleos formales en el país, según un estudio de Apoyo Consultoría.
En total se contabilizaron 2,2 millones de trabajadores en dichos negocios.
Cabe recordar que al cierre del año pasado se
registraron 4,1 millones de trabajadores formales, según el Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo. Asimismo, la informalidad se ubicó en
75,5%, mientras que el 24,5% de empleados restantes pertenecen a la formalidad”.
Y, este informe explica el diagrama anterior, así:
“Bolivia y
Colombia son dos de los países latinoamericanos con el mayor porcentaje de
trabajadores independientes sobre el total de la población empleada, según las
estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como muestra este gráfico de Statista,
aproximadamente la mitad de las personas que tienen un empleo en esos países
trabajan por cuenta propia. En México, la proporción asciende a menos de tres
de cada diez trabajadores (27,5%), mientras que Chile registra uno de los
menores porcentajes de la región, con sólo 25,9% de autónomos sobre el total de
las personas empleadas. El promedio en América Latina y el Caribe se ubica en
un 34% de independientes sobre la población que trabaja.
La forma más común de ejercer el trabajo
por cuenta propia en América Latina es mediante un negocio unipersonal. Cerca de nueve de cada diez trabajadores
autónomos en la región se dedican a desarrollar su propia empresa o
emprendimiento sin tener empleados. Sólo una minoría de ellos tiene
colaboradores en relación de dependencia. Estas cifras no tienen en cuenta a
trabajadores familiares que contribuyen con el negocio y no están registrados
como empleados directos.
Un porcentaje alto de trabajadores por
cuenta propia suele estar asociado a mayores niveles de informalidad laboral, en especial en las regiones en
desarrollo. Además, de acuerdo con la OIT, las legislaciones nacionales sobre
seguridad social se centran en cubrir las necesidades de los trabajadores por
cuenta ajena, lo que sitúa a los autónomos en una relación de desventaja en
materia de jubilaciones y pensiones. Muchos trabajadores independientes
quedan excluidos de recibir beneficios de seguridad social por no cumplir
determinados criterios de admisibilidad, por ejemplo, los ingresos mínimos “(¿Qué
tan común es trabajar por cuenta propia en Latinoamérica?
TRABAJADORES AUTÓNOMOS, Marina
Pasquali, 25 abr
2023, Statista).
Es
necesario continuar con este subtema en
relación al tema de fondo que es sobre la IED-CEPAL-2024, para a través de los
diferentes estudios mostrar las diferencia entre las
relaciones sociales de producción en nuestro país y los países de América
Letina y el Caribe con los países imperialistas u opresores, donde el
desarrollo del capitalismo los llevó a la fase del capitalismo monopolista o
imperialismo, a su fase superior y última.
Continuará proximamente...