Wednesday, August 15, 2018

TRES IMPORTANTES LUCHAS EN EL FRENTE FILOSÓFICO DE CHINA (1949 1964) (continuación)


1976. Ediciones de Lenguas Extranjeras.

Escritos por el Grupo Redactor de Artículos para la Crítica Masiva Revolucionaria de la Escuela del Partido subordinada al Comité Central del Partido Comunista de China, salieron por primera vez por separado en Renmin Ribao (Diario del Pueblo), Hongqi (Bandera Roja) y Guangming Ribao (Diario de Kwangming). Basamos la traducción en las versiones en español del primero, tercero y cuarto artículos de Pekín Informa: "La lucha en filosofía y la lucha de clases" (No. 5, 3 de febrero de 1971); "Seria lucha en torno a la cuestión de la identidad entre el pensar y el ser" (No. 16, 21 de abril de 1971) y "La teoría de `integrar dos en uno' es una filosofía reaccionaria para restaurar el capitalismo" (No. 19, 12 de mayo de 1971), respectivamente.


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Viene


ES NECESARIO CRITICAR A FONDO LA TEORÍA DE LA "BASE ECONÓMICA SINTETIZADA"

Poco después de la fundación de la República Popular China en 1949, Liu Shao-chi incitó a Yang Sien-chen, su agente en los círculos filosóficos, a propagar una teoría de la "base económica sintetizada", lo que prendió una gran lucha en el frente filosófico de China. Se trataba de una lucha de principios acerca del camino a seguir en China, el socialista o el capitalista, y si China tendría una dictadura del proletariado o una dictadura de la burguesía.

En los hechos, la teoría de la "base económica sintetizada" era una variante de la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas" que, a su vez, es una concepción idealista de la historia que constituye la "base teórica" común de la corriente revisionista en China y en el mundo. Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y los demás estafadores pseudomarxistas siempre han utilizado tal teoría reaccionaria para propagar su línea revisionista contrarrevolucionaria y manipular la opinión pública a favor de sus actividades contrarrevolucionarias de oponerse a la revolución proletaria, derrocar la dictadura del proletariado y restaurar del capitalismo.

Producto de la línea revisionista contrarrevolucionaria

La fundación de la República Popular China dio inicio a una nueva época en China, la de la revolución socialista y de la dictadura del proletariado.

En el informe ante la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido Comunista de China celebrada en marzo de 1949, el Presidente Mao Tsetung hizo un análisis penetrante de las relaciones de clase y la situación económica prevalecientes en China en ese momento y señaló con claridad que después de la toma del poder político por el proletariado en todo el país, la principal contradicción interna era "la contradicción entre la clase obrera y la burguesía". El eje de la lucha seguía siendo la cuestión del poder del Estado. El Presidente Mao llamó a todo el Partido a continuar la revolución, a apoyarse en la dictadura democrática popular y a fortalecerla, es decir, la dictadura del proletariado, a desarrollar la economía estatal socialista y a llevar a cabo paso a paso la transformación socialista de la agricultura, la artesanía y la industria y comercio capitalistas y la industrialización socialista a fin de "construir un gran Estado socialista".

En este punto de viraje de la revolución, Liu Shao-chi se opuso frenéticamente a la revolución socialista blandiendo la andrajosa bandera de la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas". En contra de la resolución de la II Sesión Plenaria del VII Comité Central del Partido, armó su programa contrarrevolucionario a favor de la "cooperación entre los cinco sectores de la economía para consolidar el sistema de nueva democracia". Liu Shao-chi y los demás estafadores de esa ralea pregonaban la idea de desarrollar el capitalismo, diciendo: "Nuestro país tiene una producción subdesarrollada y atrasada. Hoy, el problema no es que haya demasiadas fábricas en manos del capital privado sino de que hay muy pocas. Ahora bien, no sólo se debe permitir que exista el capitalismo privado sino de que se debe desarrollar, se debe expandir". "En China, el socialismo vendrá en dos o tres décadas". Pugnaron por conservar la economía de los campesinos ricos por un largo tiempo y por desarrollarla activamente, llamaron a "consolidar la propiedad privada de los campesinos" y atacaron la cooperación agrícola como "una especie de socialismo agrario malo, peligroso y utópico".

El Presidente Mao libró una aguda lucha medida por medida contra Liu Shao-chi y su camarilla que complotaban tercamente a favor del camino capitalista. En 1953, en un discurso sobre la línea general del Partido acerca del período de transición, el Presidente Mao desacreditó completamente su programa contrarrevolucionario de "consolidar el sistema de nueva democracia". Señaló: "Algunas personas siguen paradas en el mismo sitio después de alcanzado el triunfo de la revolución democrática. Sin comprender que ha cambiado el carácter de la revolución, continúan trabajando por su `nueva democracia' y no por las transformaciones socialistas. Esto los conducirá a errores de derecha". Acerca de la llamada propuesta de "consolidar el sistema de nueva democracia", el Presidente Mao dijo que era "perjudicial" y "no se ajusta a la realidad de la lucha y obstruye el desarrollo de la causa socialista".

Pero estos renegados no se dieron por vencidos. En un momento en que todo el Partido estudiaba y aplicaba la línea general del Partido para el período de transición, Yang Sien-chen, a órdenes del estafador Liu Shao-chi y compañía, remozó el siniestro programa de "consolidar el sistema de nueva democracia" y confeccionó la teoría de la "base económica sintetizada". Propagó febrilmente por todas partes esta variante de la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas" en oposición a la línea general del Partido.

No obstante, guiada por la línea general del Partido para el período de transición, cobraba auge como nunca antes la iniciativa socialista de los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior de modo que floreciera el movimiento de cooperación agrícola; asimismo, cobraba impulso la transformación socialista de la industria y comercio capitalistas. En su vano intento de trabar la rueda de la historia, Liu Shao-chi y sus consocios cocinaron, en 1955, su vil estratagema de "oponerse a la temeridad" y pregonaron su política contrarrevolucionaria de "detener", "contraer" y "verificar" que redujo dramáticamente el número de cooperativas. Yang Sien-chen entró en escena en este momento y, devanándose los sesos, escribió el reaccionario opúsculo "Sobre la base y la superestructura durante el período de transición en la República Popular China", sistematizando su teoría de la "base económica sintetizada" con que urdir una "base teórica" para el complot de Liu Shao-chi y compañía en contra de la revolución socialista. Lo mandó sin demora a Liu Shao-chi con el siguiente recado: "Espero que usted encuentre tiempo para estudiarlo y darme instrucciones". El mismo Yang Sien-chen admitió que en cuanto a su teoría de la "base económica sintetizada", también había "consultado con" Chen Po-ta, el gran estafador arribista que se refería a sí mismo como una "persona humilde y común". Todo eso es prueba contundente de que la lucha que inició Yang Sien-chen era un complot político contrarrevolucionario que había fraguado de la mano con Liu Shao-chi y otros estafadores.

En un momento álgido de la enconada lucha entre las dos líneas, el Presidente Mao elaboró el informe Sobre el problema de la cooperativización agrícola, que hizo añicos en la teoría y en la práctica la revisionista "teoría de las fuerzas productivas" y el complot contrarrevolucionario de Liu Shao-chi y compañía. Pronto se desató un auge en la transformación socialista de la agricultura, la artesanía y la industria y comercio capitalistas en todo el país, situación que se caracterizó por la caída del oportunismo y el ascenso del socialismo. Obtuvo una gran victoria la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción de China mientras que cayó en la bancarrota total la reaccionaria teoría de la "base económica sintetizada".

Reaccionaria falacia para derrocar la dictadura del proletariado

¿De qué se trata, de fondo, la teoría de la "base económica sintetizada"?

Yang Sien-chen afirmó: "En el período de transición, la base económica del poder del Estado de tipo socialista" tenía un "carácter sintetizado", "abarcaba tanto el sector socialista como el capitalista así como el sector de la economía campesina individual"; "pueden desarrollarse en forma equilibrada y coordinada"; la superestructura socialista debe "servir a la base economía en su conjunto", incluida la economía capitalista y "servir también a la burguesía". Esta era una teoría completamente reaccionaria y falaz para derrocar la dictadura del proletariado.

De acuerdo al marxismo-leninismo, "el poder del Estado de tipo socialista" no es sino la dictadura del proletariado. Expresa de manera concentrada los intereses fundamentales de la clase obrera y las demás masas trabajadoras y su base económica no es sino "la base económica socialista, es decir, ...las relaciones de producción socialistas"(Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo). La economía capitalista es un paraíso en que la burguesía acumula fortunas mientras que para el proletariado y las demás masas trabajadoras es un infierno en la tierra. Es la base económica de la dictadura de la burguesía. La economía capitalista y la dictadura del proletariado son tan incompatibles como el fuego y el agua. ¿Cómo es posible que la dictadura del proletariado se sustente en una llamada "base económica sintetizada" que abarca a la economía capitalista?

La falacia de Yang Sien-chen se ve aún más disparatada cuando la comparamos con la misión histórica de la dictadura del proletariado que apunta a abolir el capitalismo y los demás sistemas de explotación, a eliminar la propiedad privada. Lenin se refirió a la economía en el período de transición señalando: "Mientras que persistan la propiedad privada de los medios de producción... y el libre comercio, seguirá existiendo la base económica del capitalismo. La dictadura del proletariado es el único medio para luchar con éxito por la demolición de esa base, la única manera de abolir las clases..." (Obras completas, tomo 31). En China, se libra la lucha contra el capitalismo precisamente por medio de la dictadura del proletariado. Para abolir paso a paso el capitalismo y la propiedad privada y establecer una base económica socialista, tomamos diversas medidas para confiscar el capital burocrático-monopolista, llevar a cabo la transformación socialista de la pequeña y mediana industria y comercio capitalistas y establecer las cooperativas agrícolas y de artesanía. Únicamente de esta manera se puede consolidar el triunfo de la revolución y podemos tener la dictadura del proletariado. ¿Cómo es posible que nuestro poder del Estado proletario tome como base económica la llamada "base económica sintetizada" que abarca la economía capitalista?

De hecho, simplemente no existe ninguna llamada "base económica sintetizada" salvo como invento de Yang Sien-chen y sus congéneres. Por razones históricas, el proletariado chino tenía cinco sectores de la economía después de la toma del Poder y éstos se redujeron a los sectores capitalista y socialista. Como están diametralmente opuestos, los sectores socialista y capitalista no existen y no pueden existir juntos pacíficamente, como dice Yang Sien-chen ni pueden integrarse para formar ninguna llamada "base económica sintetizada" ni menos pueden "desarrollarse en forma equilibrada y coordinada". Lenin dijo: "El período de transición ha de ser uno de lucha entre el capitalismo moribundo y el comunismo naciente o, en otras palabras, entre el capitalismo que ha sido derrotado pero no destruido y el comunismo que ha nacido pero aún es muy débil"(Obras completas, tomo 30). Y el Presidente Mao señaló: "El período de transición está lleno de contradicción y lucha. Nuestra actual lucha revolucionaria es aún más profunda que las luchas armadas revolucionarias del pasado. Es una revolución que enterrará para siempre el sistema capitalista y los demás sistemas de explotación".

Así es. Lo ocurrido en el período de transición de China da testimonio de una enconada lucha de vida o muerte entre los dos sectores de la economía, el socialista y el capitalista. Uno engulle al otro. O el avance hacia el socialismo o el retroceso hacia el capitalismo: No se admite en absoluto el compromiso en la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas. Es obvio que la "sintetización" de Yang Sien-chen intenta "integrar dos en uno", negar la contradicción y lucha entre el socialismo y el capitalismo y dejar que el segundo engulla al primero. En esencia, el "desarrollo equilibrado" constituía el desarrollo del capitalismo y el regreso a la sociedad semicolonial y semifeudal. ¿No es que Liu Shao-chi y compañía, tomando como punto de partida su reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas", declararon abiertamente que trabajarían con los capitalistas por varias décadas y luego por el socialismo "cuando la producción industrial de China tenga un excedente"? Chen Po-ta también dijo: "En la China contemporánea, el sistema capitalista de explotación es progresista", "tiene un papel que jugar en la industria atrasada de China", etc., etc. Eso constituyó la esencia de la "sintetización" y "desarrollo equilibrado" de Yang Sien-chen. Sus prédicas de una "base económica sintetizada", en esencia, no era sino un intento de construir una China sobre una base económica capitalista.

El Presidente Mao señala que si no construimos una economía socialista, nuestra dictadura del proletariado se transformará en una dictadura de la burguesía, una dictadura reaccionaria, fascista. Claramente, Yang Sien-chen cocinó y pregonó su teoría de la "base económica sintetizada" con el objetivo de abolir la revolución socialista, allanar el camino para que Liu Shao-chi y compañía usurparan el poder del Estado y establecieran una dictadura reaccionaria, fascista.
Yang Sien-chen decía con descaro que la superestructura socialista debiera "servir a la base económica en su conjunto", incluida la economía capitalista; que debiera "servir también a la burguesía". (Qué afirmación: "debiera servir a la burguesía"!

El marxismo nos enseña que la superestructura tiene un carácter de clase; que el poder del Estado que está al centro de la superestructura es un instrumento de la lucha de clases, un aparato con que una clase oprime a otra. Cada poder del Estado es una dictadura de cierta clase: o una dictadura del proletariado con que el proletariado y las demás masas trabajadoras oprimen a la burguesía y otras clases explotadoras, o una dictadura de la burguesía y otras clases explotadoras con que éstas oprimen al proletariado y las demás masas trabajadoras. Yang Sien-chen hasta intentaba hacer que la superestructura socialista "sirviera a la base económica en su conjunto", incluida la economía capitalista y que nuestro Estado de la dictadura del proletariado "sirviera a la burguesía". ¿Qué es eso si no satisfacer las necesidades contrarrevolucionarias de derrocar la dictadura del proletariado?

Como sabemos, Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y sus consocios fueron más allá de las palabras. Con el afán de "servir a la burguesía", impusieron nada menos que una dictadura reaccionaria, fascista en los departamentos en que habían usurpado el poder. En el frente político, vanamente intentaron reducir a China a una colonia del imperialismo y del socialimperialismo complotando para usurpar el poder del Partido, el gobierno y fuerzas armadas. En el frente económico, intentaron restaurar el capitalismo practicando en gran escala las "cuatro libertades" [Libertad de vender tierras, de contratar mano de obra, de usura y de comercio.], san zi yi bao [La ampliación de los mercados libres, de las parcelas de uso particular, la promoción de pequeñas empresas con la exclusiva responsabilidad de sus propios ganancias y pérdidas y la fijación de cuotas de producción para cada hogar.], las ganancias al mando, estímulos materiales, la técnica en primer plano y apoyarse exclusivamente en expertos en la gestión de las fábricas. En los frentes ideológico y cultural, propagaban tiempo extra sus viles mercancías revisionistas, capitalistas y feudales y glorificaban a los emperadores y príncipes feudales, generales y ministros, sabios y beldades en plan de manipular la opinión pública a favor de sus actividades contrarrevolucionarias. En el frente organizativo, formaron un cuartel general burgués clandestino reclutando renegados y traidores, protegiendo los unos a los otros y trabajando juntos. Así, sus viles actividades fueron más allá de la prédica "servir también a la burguesía". En los hechos, eran fieles agentes, dedicados al crimen, de los imperialistas, revisionistas contemporáneos y reaccionarios del Kuomintang. La teoría de la "base económica sintetizada" constituyó una manifestación, en teoría, de los intentos contrarrevolucionarios de derrocar la dictadura del proletariado de parte de estos elementos kuomintanistas, renegados y agentes enemigos anticomunistas.

Refutación de "corresponder al carácter de las fuerzas productivas de China"

Según el principal argumento confeccionado por Yang Sien-chen para justificar su teoría de la "base económica sintetizada", los cinco tipos de relaciones de producción en el período de transición "corresponden al carácter de las fuerzas productivas de China". Tal teoría desenmascara en toda su extensión a Yang Sien-chen y sus consocios como traficantes de la peor "teoría de las fuerzas productivas" reaccionaria.

Los cinco tipos de relaciones de producción en cuestión abarcaban la economía socialista y la economía capitalista así como la economía individual. ¿Era posible que los cinco tipos "correspondieran al carácter de las fuerzas productivas de China"? En 1940, el Presidente Mao señaló que la Gran Revolución Socialista de Octubre transformó el curso de la historia humana y dio inicio a una nueva época. El sistema ideológico y social del capitalismo en el mundo "se asemeja al `moribundo que se extingue como el sol tras las colinas de Occidente', y pronto será también relegado al museo" (Sobre la nueva democracia). En los años 1950, sobre todo en el momento en que China había establecido la dictadura del proletariado y entrado a la etapa de la revolución socialista, ¿cómo podía seguir diciéndose que las relaciones capitalistas de producción "correspondían al carácter de las fuerzas productivas de China"? Después de tomar el poder del Estado, empezamos de inmediato a confiscar el capital burocrático, la principal parte del capitalismo del país, y a transformarlo en propiedad del Estado. En el caso de la industria y el comercio de la burguesía nacional, la política que adoptamos de utilizarlos, restringirlos y transformarlos jamás implicó que el capitalismo "correspondiera al carácter de las fuerzas productivas de China". Al contrario, mostró que el capitalismo no correspondía al carácter de las fuerzas productivas y que era necesario transformarlo paso a paso en propiedad socialista del Estado. De hecho, era inevitable que el reaccionario afán de ganancias de la burguesía y las mayores contradicciones entre el capitalismo y el socialismo trabaran fuertemente la expansión de las fuerzas productivas socialistas. Todavía se acuerda del frenético ataque que la burguesía, con el apoyo de Liu Shao-chi y compañía, lanzó contra el proletariado poco después de la fundación de la República Popular China, por medio de los cinco males de sobornar a funcionarios del gobierno, evadir los impuestos, robar propiedad del Estado, hacer estafa con los contratos del gobierno y robar información económica de fuentes gubernamentales en aras de la especulación privada, que socavaron seriamente la producción agrícola e industrial del país. Ante todo eso, ¿cómo es posible decir que las relaciones capitalistas de producción "corresponden al carácter de las fuerzas productivas de China"?

La economía individual, según la descripción del Presidente Mao, era dispersa y atrasada y difería poco de la de los tiempos antiguos. Es cierto que nuestra reforma agraria rompió las trabas del sistema feudal de explotación y liberó las fuerzas productivas en la agricultura del país, pero la economía individual proporcionaba pocos medios para su expansión. Los cereales y materias primas que generaba para el mercado la producción individual de los campesinos habían quedado cortos, en una medida siempre mayor, de las crecientes necesidades de la población y de la industrialización socialista. Es más, la economía individual es inestable y engendra el capitalismo cada día y cada hora. En tal caso, ¿es posible que la economía individual "corresponda al carácter de las fuerzas productivas de China"?

El argumento de Yang Sien-chen, "corresponder al carácter de las fuerzas productivas de China", se reducía a lo siguiente: a causa de sus fuerzas productivas atrasadas, China estaba condenada a desarrollar solamente el capitalismo y a construir una base económica capitalista; no debería ni podría llevar a cabo la revolución socialista ni construir una base económica socialista. Debería establecer una dictadura de la burguesía al servicio de la base económica capitalista; no debería ni podría instaurar una dictadura del proletariado. Ésta es la "teoría de las fuerzas productivas", reaccionaria de punta a cabo.

La "teoría de las fuerzas productivas" es una corriente revisionista internacional que adula la espontaneidad. Exagera con absurdos el papel decisivo de las fuerzas productivas, que se reduce a los medios de producción + la técnica. Niega por completo el factor del ser humano y el efecto de la revolución sobre el desarrollo de la producción, de las relaciones de producción sobre las fuerzas productivas y de la superestructura sobre la base económica. Según tal falacia, parecería que el desarrollo de la sociedad fuera solamente el resultado natural del desarrollo de las fuerzas productivas, que cuando se desarrollen altamente las fuerzas productivas automáticamente aparecería una nueva sociedad, que cuando las fuerzas productivas aún no se hayan desarrollado altamente sería fútil que el proletariado realizara a conciencia la revolución socialista. Esta falacia, de sustituir la dialéctica revolucionaria por el vulgar evolucionismo, se opone a la revolución proletaria y a la dictadura del proletariado. Es puro idealismo histórico.

El Presidente Mao señala: "Es verdad que las fuerzas productivas, la práctica y la base económica desempeñan por regla general el papel principal y decisivo; quien niegue esto no es materialista. Pero hay que admitir también que, bajo ciertas condiciones, las relaciones de producción, la teoría y la superestructura desempeñan, a su vez, el papel principal y decisivo"(Sobre la contradicción). Esta tesis científica muy importante, que enriquece y desarrolla los principios básicos del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, señala claramente que en un período de transformación revolucionaria las relaciones de producción y la superestructura pueden jugar el papel principal y decisivo con relación a las fuerzas productivas y la base económica. La revolución significa liberar las fuerzas productivas y promover su crecimiento. La historia muestra que cada revolución en cierta medida es producto del desarrollo de las fuerzas productivas, pero eso no necesariamente quiere decir que la transformación de las relaciones de producción atrasadas deba anteceder el pleno desarrollo de las fuerzas productivas. Al contrario, primero hay que crear opinión pública, tomar el poder del Estado y luego resolver el problema de la propiedad, después del cual se tendrá que resolver el problema de impulsar el gran desarrollo de las fuerzas productivas. Así es la ley general de la revolución. De acuerdo a las falacias de Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y compañía, si en lugar de transformar las relaciones de producción atrasadas después de la toma del poder del Estado, se dejara que el capitalismo creciera sin freno con la esperanza de desarrollar las fueras productivas, China se habría transformado en una colonia del imperialismo y del socialimperialismo y no habría ningún socialismo en absoluto.

La "teoría de las fuerzas productivas" pregonada por Liu Shao-chi, Yang Sien-chen y sus consocios no tiene nada de nuevo, pues es el mismo disparate revisionista de la II Internacional que Lenin desacreditó profundamente hace mucho tiempo.

Lenin refutó la revisionista "teoría de las fuerzas productivas", desenmascarando los rasgos de los renegados Bernstein, Kautsky y compañía. En el artículo "Nuestra revolución", señaló que todos los "héroes" de la II Internacional cantaban a mil tonalidades distintas que "el desarrollo de las fuerzas productivas de Rusia no ha alcanzado el nivel que posibilite el socialismo". Repudió ese dislate diciendo: "Dicen que es necesario tener civilización para construir el socialismo. Muy bien. Pero ¿por qué no podemos crear primero las bases previas para la civilización en nuestro país, por ejemplo, expulsar a los terratenientes y los capitalistas rusos, y luego comenzar a dar pasos hacia el socialismo? ¿Dónde, en cuáles libros, han leído que no se permiten o que no son posibles tales variaciones del acostumbrado curso de los acontecimientos de la historia?"(Obras completas, tomo 33). Lenin arrancó de forma inmisericorde la máscara marxista de estos "héroes" con las siguientes palabras: "Ellos se dicen marxistas, pero su concepción del marxismo es increíblemente pedante"; "temen apartarse de la burguesía, ni hablar de romper con ella y a la vez encubren su cobardía con la retórica y fanfarronería más descabelladas"(ibíd.).

¿No es que cada palabra, cada oración de Lenin remueva la llaga más supurante de los estafadores pseudomarxistas tales como Liu Shao-chi y Yang Sien-chen? Para oponerse a la revolución socialista en la propiedad de los medios de producción, estos estafadores también cantaban a mil tonalidades acerca de su falacia de que "a causa de sus fuerzas productivas atrasadas, China no puede alcanzar el socialismo".

Refutación de la falacia de la "contradicción entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas sociales atrasadas"

En mayo de 1956, cuando China ya había realizado en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción y se había reventado la teoría de la "base económica sintetizada", Liu Shao-chi consoló y alentó personalmente a Yang Sien-chen, diciendo: "Usted tiene razón". Agregó que el capitalismo privado "forma parte de la base", "pero ya no es necesario hablar de ese problema". (Qué raro! Si Yang tuviera razón, ¿por qué ya no debería hablar de ello?

En poco tiempo salió la verdad: "ya no es necesario hablar de ese problema" era una pantalla; lo que de verdad se tenía que hacer era montar un febril contraataque. Como se había reventado la teoría de la "base económica sintetizada", Liu Shao-chi, en colaboración con Chen Po-ta, cambió de táctica y dijo que la principal contradicción interna de China era "la existente entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas sociales atrasadas", disparate que metieron de contrabando en la resolución del VIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China. Esta llamada "contradicción" no era sino otra manifestación de la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas" en nuevas circunstancias. La falacia de la "base económica sintetizada" y el invento de esta "contradicción" se asemejaban a dos calabazas venenosas de una misma planta. Antes de la transformación socialista, se echaron mano de todo a su alcance para proteger las relaciones capitalistas de producción so pretexto de que China tenía un bajo nivel de producción. Después de la transformación socialista, bajo el mismo pretexto, complotaban de manera insidiosa contra el sistema socialista y contra la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado.

¿Cómo puede existir algo como una contradicción entre un sistema social avanzado y unas fuerzas productivas atrasadas? El marxismo nos enseña que las fuerzas productivas, sobre todo los trabajadores, constituyen el factor más activo y revolucionario en cualquier modo de producción, que el desarrollo de la sociedad invariablemente parte del crecimiento de las fuerzas productivas. Cuando las fuerzas productivas han rebasado las relaciones de producción, habrá una situación en que las relaciones de producción ya no corresponden a las fuerzas productivas, la superestructura ya no corresponde a las relaciones de producción y ya es necesario cambiar las relaciones de producción y la superestructura para que les correspondan. Al decir que la superestructura corresponde a las relaciones de producción y las relaciones de producción corresponden a las fuerzas productivas, o al decir que hay un equilibrio entre los dos aspectos respectivamente, hablamos solamente en el sentido relativo. Lo que es absoluto es que las fuerzas productivas siguen avanzando y por consiguiente siempre habrá desequilibrio y siempre habrá contradicción.

Al analizar las contradicciones básicas de la sociedad china, el Presidente Mao señaló: "Ya se han creado las relaciones de producción socialistas y ellas están en consonancia con el desarrollo de las fuerzas productivas; pero, al mismo tiempo, están lejos de ser perfectas, y esta imperfección se halla en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas. Este fenómeno de consonancia y contradicción simultáneas, además de darse entre las relaciones de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas, se presenta también entre la superestructura y la base económica" (Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo). Sin duda alguna, las relaciones socialistas de producción de China son avanzadas; se adecúan más al desarrollo de las fuerzas productivas que las antiguas relaciones de producción y facilitan el desarrollo de las fuerzas productivas a una velocidad sin par en la vieja sociedad, de modo que la producción pueda expandirse constantemente para satisfacer paso a paso las necesidades cada día mayores de las masas.

Como sabemos, aún existen contradicciones entre nuestras relaciones socialistas de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. Estas contradicciones se manifiestan inevitablemente en la lucha entre las dos clases, entre los dos caminos y entre las dos líneas. Existen porque, de un lado, aún existe la burguesía y, del otro lado, el sistema socialista tiene que pasar por un proceso continuo de construir y consolidar. Por eso es que, precisamente en la sociedad socialista, el desarrollo de las fuerzas productivas también se adelanta a las relaciones de producción. Por lo tanto, no existe "la contradicción entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas sociales atrasadas".

No se puede sino preguntar: ¿Por qué es que Liu Shao-chi y los demás estafadores confeccionaron esta llamada "contradicción" que no tiene fundamento teórico y de hecho no existe y la declaran la principal contradicción interna de China?

Inventaron esta "contradicción principal" para crear una "base" para su falacia de "la extinción de la lucha de clases" con el objetivo de negar la tesis científica marxista-leninista del Presidente Mao de que la principal contradicción interna de China es "la contradicción entre la clase obrera y la burguesía", negar la existencia de las contradicciones, clases y lucha de clases en la sociedad socialista, oponerse a la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, derrocar la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo.

El Presidente Mao puso al desnudo de manera oportuna y reventó completamente las reaccionarias falacias de estos estafadores. En 1957, en el brillante ensayo Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, analizó científicamente las contradicciones de clase y la lucha de clases en la sociedad socialista y sentó las bases teóricas para continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. De nuevo, en la X Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido celebrada en septiembre de 1962, el Presidente Mao desenmascaró el complot de Liu Shao-chi y compañía para restaurar el capitalismo.

No obstante, estos renegados no dejaron y "nunca dejarán de lado sus cuchillas de carnicero ni se convertirán jamás en Budas". Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, cuando se topaban con un callejón sin salida y se enfrentaban a su fin, el renegado y traidor Lin Piao, de la mano con Chen Po-ta, blandió la andrajosa bandera de la "teoría de las fuerzas productivas" y vomitó el disparate de que la tarea central después del IX Congreso Nacional del Partido era desarrollar la producción, etc. Desesperados, lucharon contra la política del Presidente Mao de "empeñarse en la revolución y promover la producción" y se opusieron a la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. De hecho, lo que pregonaron era una versión remozada en nuevas condiciones del dislate de la "contradicción entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas sociales atrasadas".

Pero, es implacable la dialéctica de la historia. Por duro que Liu Shao-chi y otros estafadores lucharan y recurrieran a sofismas, la tempestad de esta gran Revolución Cultural por fin los barrió, uno tras otro, al basural de la historia.

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Continuará en breve