¡HONOR Y GLORIA A CLEOMAR RODRIGUES!
El 22 de octubre se cumplen dos años del
asesinato del compañero Cleomar
Rodrigues, dirigente de la Liga de Campesinos Pobres del Brasil.
Cleomar, además de ser un dirigente de los
campesinos pobres comprometidos por la conquista de la tierra, se constituyó en
un elemento consciente del pueblo que brega también por desarrollar la revolución agraria en su país.
Asesinado por paramilitares, que cuentan con
la complicidad de la policía al servicio del latifundio, han asesinado
sistemáticamente a muchos militantes de la Liga de Campesinos Pobres.
Es importante denunciar la cobertura
institucional que tiene el paramilitarismo terrateniente por parte del viejo estado de Brasil.
La conquista de la tierra en varios estados
del Brasil ha sido una realidad objetiva que definitivamente no puede, ni
podrá, ser detenida por las hienas de la reacción, donde los grandes
terratenientes y la policía cumplen un papel importante en las campañas de
asesinato selectivo de campesinos pobres.
Cleomar, héroe de las luchas campesinas de
Brasil, hoy, un héroe de los pueblos oprimidos del mundo.
¡HONOR Y GLORIA A CLEOMAR RODRIGUES!
¡VIVA LA LIGA DE CAMPESINOS POBRES DEL BRASIL!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN AGRARIA EN BRASIL!
sábado, 22 de octubre de 2016
LA MASACRE DE AZTRA: ¡¡NI PERDÓN, NI OLVIDO!!
El 18 de
octubre de 1977, los trabajadores del Ingenio Azucarera Tropical Americana “Aztra” ubicado en la Troncal, provincia del
Cañar, fueron brutalmente reprimidos y asesinados por la dictadura militar.
En esa
fecha, los trabajadores acompañados de sus familias se tomaron el ingenio azucarero
para exigir que la “patronal” cumpla con lo estipulado en el segundo contrato
colectivo que determinaba mejora salarial y la entrega de regalías a los
trabajadores del Ingenio.
A las seis
de la tarde de ese día, de manera intransigente la patronal dirigida por el
coronel (r) Jesús Reyes con respaldo del Ministro de Gobierno, el tristemente
célebre Bolívar Jarrín Cagueñas y el comandante de la Policía Nacional: Alberto
Villamarín Ortiz, ordena a miembros de la tropa al mando de los verdugos: mayor
Eduardo Días Galarza, mayor Lenin Cruz y un teniente de apellido
Viteri el inmediato desalojo de los trabajadores.
Policías y
militares, haciendo uso de armas de fuego
y armas cortas punzantes, arrinconaron a los trabajadores y sus familias
contra los canales de irrigación del ingenio procediendo a desatar su cruenta
violencia. En posición de ventaja, los criminales asesinaron a los trabajadores,
mientras que otros tantos más fueron empujados a los canales de agua, donde
murieron ahogados.
Los verdugos
para justificar su sevicia manifestaron que los trabajadores estaban
infiltrados por terroristas, comunistas.
Precisamente
cuando el proletariado del Ecuador recuerda este doloroso acto de represión en
contra de los trabajadores ejercitada por militares, la miserable y podrida
izquierda revisionista del país, transitando el camino burocrático que es el
camino de la reacción, se alinea bajo el
mando político del general Paco
Moncayo, militar de la misma estirpe de Jarrín
Cagueñas y demás verdugos de los
trabajadores de Aztra, para empujar la candidatura del gorila, verdadero
representante de la burguesía burocrática y de los militares, tanto de servicio
activo como pasivo, históricamente alineados con esa facción de la gran
burguesía.
Junto al gorila coincide lo más ruin de la
izquierda revisionista. Sectores de la dirigencia del movimiento indígena-campesino
ligados a Lourdes Tibán, Hurtado del ex MPD, militantes del PCMLE; del
movimiento sindical revisionista: Tatamuez, Enrique Mora por el socialismo,
Acosta y otros, se aúpan en esa magra danza de los procesos electorales que
básicamente vivifican la vieja democracia burgués-terrateniente.
En memoria
de los obreros masacrados en noviembre de 1922, de los trabajadores que
lucharon y fueron vilmente asesinados en Aztra en 1977, en honor al
proletariado y sus justas luchas, es importante señalar que la única vía que
posibilita que éste pueda acceder al Poder es haciendo uso decidido de la
violencia revolucionaria, de la guerra popular. Cualquier propósito electorero
no pasa de ser sino un esfuerzo de bribones que trafican con la sangre y las
luchas de la clase y del pueblo.
¡NO
VOTAR!, es la consigna que dignifica no solo a los mártires de la clase
masacrados en Guayaquil en 1922, o los trabajadores de Aztra en 1987, sino al
proletariado y al pueblo en sus correctos propósitos por la conquista del
poder.
¡NO
VOTAR! y castigar de esa manera al oportunismo del indigenismo pequeño
burgués que coludido con el podrido
revisionismo hoy se recuestan bajo las botas de los militares sableadores e
históricamente represores del pueblo.
¡NO
VOTAR! es la consigna, preparar las condiciones para desarrollar la
revolución agraria con guerra popular, ¡es la tarea de momento!
¡HONOR
Y GLORIA A LOS TRABAJADORES MASACRADOS EN AZTRA¡
¡VIVA
LA LUCHA ORGANIZADA Y COMBATIVA DEL PROLETARIADO Y PUEBLO DEL ECUADOR!
¡COMBATIR
AL OPORTUNISMO Y AL REVISIONISMO CON
PROFUNDO ODIO DE CLASE!