CON MOVILIZACIÓN Y LUCHA POPULAR, DESMONTAR LAS MEDIDAS
ECONÓMICAS DEL RÉGIMEN ENTREGUISTA Y HAMBREADOR DE MORENO
No le ha bastado al gobierno de turno con recortar el
presupuesto en educación y salud; enviar
a la desocupación a más de 200 mil compatriotas, haber condonado intereses a la
banca y a los grandes empresarios; de propiciar un mayor endeudamiento del país
con las banca internacional, con el FMI y obviamente, con China; de haber
abierto una vez más las fronteras a la presencia de tropas imperialistas
(estadounidenses) en el país, sino que ahora arremete contra la economía
popular al realizar un incremento de $ 1,48 a $ 1,85 en la gasolina eco y extra.
Si bien es cierto el subsidio a los combustibles beneficia
más a las clases dominantes, el incremento en el precio de la gasolina afecta directamente
al común de los ecuatorianos, porque su masa salarial no le permite absorber
ese impacto, mientras que, entre las clases dominantes, el aumento puede ser
sobrellevado sin que repercuta en sus pingues ingresos.
De todas formas, es importante considerar otros aspectos, por
ejemplo, el hecho de que el combustible (más allá de que no se haya elevado el
precio del diésel) es el músculo energético que mueve y dinamiza la producción,
el comercio. Es decir, el incremento de combustibles incide directa e
indirectamente en el costo de producción y comercialización de bienes y
servicios, encareciéndolos; ejercita, además, un impacto psicológico en la
economía generando un efecto “cascada” que altera la estructura del valor de
los productos propiciando una devaluación en la capacidad adquisitiva de los ya
anémicos salarios de los trabajadores.
Para que el escenario se vuelva más turbio para los
trabajadores, la empresa privada y las cámaras de la producción han manifestado
que para el 2019 no puede haber incremento al salario básico. Desde otro frente
los vende obreros, los oportunistas, las ratas miserables de la izquierda
electoreras, ya están asistiendo a los diálogos con el gobierno para negociar
la subida del salario básico, obviamente, desatendiendo el clamor de las masas
que ya no pueden reproducir su fuerza de trabajo con salarios de miseria.
Dentro de este oscuro contexto, es importante señalar también
que estamos entrando en una etapa electoral. Que aquellos miserables que hoy dirigen
a gran parte del movimiento sindical, popular, indígena-campesino, son
precisamente quienes otrora pusieron en el gobierno al régimen fascista de
Correa, que posteriormente le han dado sustento y respaldo a este régimen
hambreador, traidor y mentiroso, y que hoy, ante este nuevo golpe a la economía
popular, con toda seguridad van a querer manipular nuestra intención y vocación
de lucha para satisfacer su rancio oportunismo electorero. En esa medida, urge
activar el nervio revolucionario de la clase obrera quién, exponiendo correcta
independencia de clase, asuma el reto de dirigir las luchas del pueblo para
obligar a que, el tirano de turno, desmonte las medidas económicas y a la vez podamos
luchar por la conquista de un salario que supla elementalmente nuestras
necesidades.
Vamos a preparar una gran movilización, que tenga carácter de
clase, anti electorera, no conciliadora, no oportunista, más sí rebelde,
combativa y dispuesta a desmontar a este régimen traidor y anti popular.
Vamos a preparar y desatar la furia de los trabajadores
explotados. Que las marchas sean un ejercicio de lucha por el poder en las
calles. Que sean jornadas firmes donde no anide el pacifismo burgués y hagamos
lo que tenemos que hacer: DEMONTAR LAS MEDIDAAS ECONÓMICAS.
¡NO A LAS MEDIDAS ECONÓMICAS ANTI
POPULARES!
¡NO AL ELECTORERISMO ENQUISTADO EN
LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES!
¡A COMBATIR AL RÉGIMEN COMPRADOR DE
MORENO POR TODOS LOS MEDIOS!
¡SOLO CON LUCHA SE CONQUISTAN
DERECHOS Y LIBERTADES!
¡YANQUIS, GO HOME!