El 31 de marzo, un cruel ataque en la comunidad indígena campesina Guarani-Kaiowá de Avae’te acabó con el asesinato a sangre fría de una madre, su hijo y una bebé. La versión oficial de la Policía Civil sostiene que el crimen fue perpetrado por una indígena motivada por razones personales, sin mencionar los conflictos con el latifundio por la tierra. Sin embargo, indígenas de la comunidad y un equipo del periódico A Nova Democracia (AND) han presentado evidencias que contradicen esta narrativa.

Según los testimonios, un individuo arrojó gasolina a las casas de una familia campesina, cerró las puertas con una cadena y luego las incendió. La Asamblea General del pueblo Kaiowá y Guarani reportó que el ataque está vinculado a un latifundista local que tiene intereses en la tierra de Avae’te. Al investigar el lugar, AND encontró marcas de neumáticos de camionetas y una bota que no pertenecía a la acusada, así como una cadena que no fue recogida por la policía.

La falta de recolección de estas evidencias y la ausencia de fotografías de la escena por parte de la Policía Civil demuestra la falta de rigor en la investigación.

Los indígenas afirmaron que no hubo testigos oculares del ataque y que la zona es objeto codiciado por un latifundista que ha coordinado ataques contra ellos para robar sus tierras y hacer resorts de lujos. Una semana antes del crimen, se reportó que pistoleros del latifundista habían cercado la comunidad e instalaron una tienda de monitoreo frente a la retomada de los campesinos. A pesar de la falta de pruebas y testigos, la Policía Civil concluyó rápidamente que la acusada actuó sola por un conflicto personal, descartando cualquier relación con los conflictos por la tierra con el latifundio.

Los Guarani-Kaiowá no descartan que la indígena acusada haya estado involucrada, pero argumentan que no tenía los recursos para llevar a cabo el ataque. Sugieren que pudo haber sido manipulada por los pistoleros del latifundista, quienes podrían haberle proporcionado los medios para cometer el crimen. Este patrón de comportamiento, según los indígenas, es común en la región, donde han ocurrido múltiples ataques similares.

AND planea realizar más entrevistas con líderes locales y recopilar más testimonios sobre este grave incidente, buscando arrojar luz sobre las circunstancias que rodean el ataque y la respuesta de las autoridades.