Tuesday, November 25, 2025

PCP (II PLENO DEL COMITÉ CENTRAL) : PROBLEMA NACIONAL

 

¡ Proletarios de todos los países, uníos!



EL PROBLEMA NACIONAL



Cómo ver esto a la luz de la teoría desarrollada por el camarada Stalin y reconocida por Lenin. Lo que necesitamos es también combatir la modalidad derechista, revisionista, oportunista, burguesa en general como se está planteando el problema nacional, deformándolo tras de los llamados criterios de identidad nacional. En la teoría marxista, la experiencia nos enseña que una desviación burguesa lleva a reducir a cuestión cultural el problema nacional y que esas posiciones sostuvieron elementos de la vieja pandilla revisionista en la II guerra mundial; esas posiciones fueron tomadas por las potencias para ejercer y mantener su dominio.


En el Perú, debemos recordar cómo se pretendió desenrrumbar la revolución democrática yendo concretamente contra la línea de Mariá­tegui en los años 30; Ravines y otros comienzan a plantear el problema de nacionalidades quechuas y aymarás concibiéndolas como naciones que debían desenvolverse concretando repúblicas. Ahí claramente se ve cómo se desligaba el problema nacional de la tierra y no hay problema nacional sin cuestión de la tierra, como muy bien dijera el camarada Stalin. Posteriormente en los años 70 vuelve a moverse estas cuestiones de nación quechua y aymara ligado a Vanguardia Revolucionaria, hoy PUM, estando ligada a la llamada nueva izquierda que nunca tomaron posición por el marxismo. En los últimos tiempos el problema se está volviendo a plantear bajo esas formas de cultura y centrando en él bajo el nombre de la identidad nacional. Se ha desenvuelto más bajo lo que imprime como rumbo el imperialismo europeo particularmente francés.


El texto ENCUENTROS proporciona material informativo. En­trevistas hechas a varios intelectuales peruanos por Carlos Arroyo de “Cambio”.


No todos los intelectuales son iguales, pero prevalecen esos criterios. El prólogo “Rescate de la tradición” es de Alberto Flores Galindo, quien dice que hacer del Perú sólo un tema de estudio es el precio que se paga para ser admitido en el mundo intelectual nacional o internacional. Este tipo de intelectuales recibe paga por sus servicios de defensa del orden y su precio varía según su aporte. Esto deriva de sus palabras. Duro pero real. Luego plantea que lo andino de ayer y hoy están en debate. Eso es lo que quieren convertir en el rumbo a seguir con un conjunto de deformaciones. Flores Galindo critica con razón a Carlos I. Degregori quien plantea una especie de revolución mental, de modernidad popular por el mito tradicional de progreso, el mito del progreso lo que movería el mundo andino. Vemos como trata de encubrir el problema de la lucha de clases, de la lucha por la tierra como parte de una revolución democrática, antiimperialista, que se expresa y desarrolla. Flores Galindo al criticar levanta el problema de la comunidad ligado a criterios de raíz populista y que también se expresa al venir a la ciudad, dice que hay un trasplante de eso. Plantea que es prematuro dar por muerto el pasado y que el desafío que implica cómo la utopía andina posibilita un camino propio y cita a Mariátegui. Trafica con Mariátegui, el problema es el desarrollo de lo nuevo, se cubre que de esas entrañas andinas, campesinas y del marxismo se desarrolla pujante lo nuevo compaginándose con el proceso de este país. Vemos reediciones encubiertas vergonzantes de plantear que el marxismo sólo puede desenvolverse en grandes ciudades torciendo lo que dijo Mariátegui.


Flores Galindo critica a Degregori quien se basa en un tal Bergman que ha analizado la situación de Nueva York del Bronx, de minoría opri­midas y trasplantar al Perú, dice que San Martín de Porres o Lima no obedecen al modelo de Nueva York. Degregori ubica a los inmigrantes de Lima como disgregación recesiva de la re-composición democrática. Los serranos serían una disgregación recesiva ¡hasta donde llegan! Es que están dentro de los criterios nación cultura. Está bien que diverja con Degregori, pero tienen el mismo rumbo, porque va a plantear que también se podría considerar otras opciones, la revolución por ejem­plo. Para él la revolución no es la única opción. Luego dice se corre el riesgo al elogiar la modernidad de una velada defensa del capitalismo. Es una abierta y encubierta defensa del capitalismo burocrático, según los casos. Debe ser claro en lo que dice cuando plantea que habría que poner en el centro del debate el cambio social o la revolución. Sobre el tapete está la revolución, cambio social es vieja teoría imperialista para contraponer la revolución. Ahí se ve a dónde lleva todo esto, a chocar con la revolución.


Flores Galindo critica a Fernando Iwasaki, archirreaccionario como parte de esa nueva derecha que quiere negar el proceso histórico peruano trasladando mecánicamente esa economía liberal al campo de la cultura. Fernado Iwasaki en su libro “nación peruana entelequia o utopía” dice que la cultura andina subsistirá si cumple una función en representación social y la división del trabajo en la expansión y desa­rrollo del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo burocrático a su desarrollo. El impe­rialismo usa esas posiciones a través de esos profesores universitarios como ese Iwasaki.


El problema de identidad nacional es una deformación del pro­blema nacional, la contradicción entre socialista burgués que plantea utopía andina, identidad nacional como el propio Flores Galindo y otros más, entran en colusión y pugna con el imperialismo, posición que defiende Fernando Iwasaki que usa estas tesis para decirles que tras eso hay marxismo y de esa manera como el marxismo según ellos está de capa caída, es una cosa trasnochada y la cultura andina sólo pueden servir al desarrollo del capitalismo burocrático. No es posición marxis­ta, ambos están en colusión y pugna y se apoyan. Las elucubraciones que el socialismo burgués, que el revisionismo hace el imperialismo usa, más si se trata de abrirse campo ideológico en el Perú. El punto de vista de estos socialistas burgueses tras su utopía andina que luego ha evolucionado a identidad nacional que es desviación derechista de nación o cultura, desenrrumban la revolución, socavan el marxismo, de ahí que hablan de nuevas formas de ver el marxismo (en formas tradicionales) porque el marxismo en formas tradicionales según ellos ha fracasado.


Flores Galindo critica las posiciones de Iwasaki; como Ghersi, Ca­teriano encabezados por Federico Salazar que es la cabeza de todos ellos, no por la caducidad de su ideología y su vinculación al imperialismo y la reacción peruana, si no en su dificultad de no ver creativamente el futuro. ¿Cuál es la posición de este grupo? ¿Qué fondo les encuentra? a última hora está en cómo impulsar el capitalismo burocrático unos como burguesía compradora otros como burguesía burocrática o sirviéndola vistiéndose de falsos socialistas.


Flores Galindo escribe en su Revista Sur “Casa de Estudios del Socialismo”. Se auto-declara socialista. Es el abanderado de la Identi­dad Nacional que no viene a ser sino forma burguesa de la desviación derechista como se está presentando aquí el problema nacional, al influjo pagado por el imperialismo principalmente francés. No se ve una posición marxista en modo alguno en la llamada identidad nacio­nal. No hay tal. No hay tal, no se ven, se puede ver desde un punto de vista marxista el problema de cómo concretar, plasmar, culminar la formación de la nación peruana, ni entienden que eso sólo se puede desenvolver con la revolución dirigida por el proletariado a través de sus dos etapas. Pero la culminación de la primera define formación de esa nación y la base es el pueblo, la alianza obrero campesina diri­gida por el PCP. Se oponen, socavan, combaten en la guerra popular que es la forma más alta que el proceso histórico ha desarrollado para derrumbar el dominio imperialista, barrer la semifeudalidad, confiscar el capitalismo burocrático y forjar la nación tomando del pasado a aquello que sirva al futuro, toda la buena tradición del pueblo, de sevir a la guerra popular, es el problema de la cultura, del arte, del movimiento intelectual popular. Ése es un proceso real, concreto y como historiadores tendrían la elemental obligación de comprender, reconocer y servir, de otra manera no se plasma la nación. Somos nosotros los que estamos culminando la formación de la nación sobre la base de la tierra, destruyendo al imperialismo sirve a intereses contrarios a su propia condición de intelectuales.


ARGUEDAS. Es bueno ver unos párrafos porque no podemos permitir que se trafique. No era marxista-leninista-maoísta, no se puede menos de reconocer que si sentía sentimiento del pueblo, lo principal en él que sentía, vivía, expresaba del pueblo indígena, del campesinado como nadie de la intelectualidad peruana lo ha hecho. La limitación es no haber sido marxista. Expresa esa base de la revolución democrática pero no llega a coger la directriz ideológica política proletaria y por ende a coger su organización. Tiene que ve con un período de la historia del Perú. Habría que estudiarlo más en otras obras.


Antonio Cornejo Polar, ha escrito “La Novela Peruana” se declara admirador de Arguedas pero trata de usarlo por su posición ligada a la burguesía burocrática, así llegó a ser rector de San Marcos, zafó el bulto para luego ser profesor en los EEUU. Dice “todas las sangres” unidad de contrarios y nueva oposición. Estos de desviación derechista de Identidad nacional trafican con esto de todas las sangres, es negar carácter de clase que también se expresa en nación que es un pueblo que está formado por clases y promover grandes unidades no diferenciados y encubren intereses de los explotadores de la gran burguesía de los terratenientes e imperialistas. Aquí se debe golpear que encubre, que rechazan, la lucha de clases, la revolución, quieren desenrrumbar todo por cultura. Sinesio López, Degrogori, Flores Galindo ¿qué posición tienen frente a la guerra popular? Proceso armado que está concretando la nación peruana, que hay largo trecho por delante sí, en cuanto a arte, cultura, intelectualidad, y tenemos que desarrollar políticas para que sirva a la conquista del poder, porque es indispensable, tenemos una buena base a partir de lo que han hecho camaradas, combatientes, masas que bregan en la guerra popular y tomar esa inmensa base de tradición verdaderamente popular.


Cornejo dice que en Todas las Sangres Arguedas hace una con­clusión de cómo fundir el mundo indígena con el no indígena; entre su obra “Los Ríos Profundos” y “Todas las Sangres” se va a dar una visión integradora, Arguedas haciendo el Balance del primer indigenismo de los años 20 dice: “En ese sentido la narrativa actual que se inicia como indigenista ha dejado de ser tal en cuanto abarca la descripción e interpretación del destino de la comunidad total del país”. Para él ha dejado de ser indigenista de querer ver sólo ese mundo y a partir de eso interpretar todo el país. Prosigue, “pero podría seguir siendo calificado de indigenista en tanto que continúa reafirmando los valores humanos excelsos de la población nativa y de la promesa que significan o constitu­yen para el resultado final del desencadenamiento de las luchas sociales que en el Perú” y otros países semejantes de América Latina, se encuentran debatiéndose”.


Es correcto, el campesinado es fuerza principal de la revolución en el Perú, en términos muy hermosos revela un avance en su comprensión, pero Cornejo reduce a que es una adhesión al hombre andino, al indio. Pero si el mismo Arguedas dice que después de vivir 30 años en Lima puede escribir sobre Lima, esto es que tiene una visión más amplia y que esta experiencia le permite opinar que el campesinado, la masa indígena es promesa para el resultado final de las luchas socia­les del Perú, pero además Cornejo dice que en todas las sangres lo que antes se expresaba como homogéneo comienza a verlo como quiebra interna, resquebrajamiento de ese universo. En concreto don Bruno y don Fermín, ambos eran terratenientes, uno sigue siéndolo y el otro se vincula con el imperialismo, con la mina. Arguedas registra eso.


Dice Cornejo que la última obra de Arguedas “Zorro de Arriba y...” sería el esfuerzo final por conseguir un discurso narrativo que abarque el mundo total. Ésta es una obra clave de Arguedas con la que ha traficado el PUM.


De Garcilaso a Arguedas”. Al recibir el premio Inca Garcilaso, José María Arguedas en 1968 pronuncia un discurso. Poco después de eso se suicidó es un texto muy hermoso, sería bueno conseguirlo en su integridad, pues la Comisión tiene que estudiarlo y escavar en este texto Arguedas hace su derrotero individual y dice que intentó “convertir el lenguaje escrito lo que era como individuo, en vínculo vivo, fuerte, capaz de individualizarse de la gran nación cercada y la parte generosa, humana de los explotadores, sería, lo bueno, como que vamos a tomar lo positivo de lo anterior, pero también puede ser mal interpretado. Prosigue “el cerco podía y debía ser destruido, el caudal de las dos naciones se podía y debía unir”, pensamos que ahí Arguedas busca la nación, por tanto lo que hay es nación en formación. Continúa “y el camino no tenía que ser, ni era posible fuera únicamente al que se exigía con imperio de vencedores, expoliadores, o sea, que la nación vencida renunció a su alma aunque no sea sino en apariencia, formalmente, y tómela la de los vencedores, es decir que se ocultase “Dice que el camino no puede ser que la nación oprimida se (falta una palabra) no tiene porque vencer su alma, ni formalmente no puede ser así que se una en una sola nación. Esto es clave.


No estamos de acuerdo que se le compare con Garcilaso Inca por mucho que hablara del Incanato se sentía español y lo era, se fue muy joven a España y nunca volvió. No es el caso de Arguedas, es otra unión, otra raíz, otra experiencia mucho más rica que lo lleva a ver como una unidad todo el país y se plantea como puede unirse. Es clave como plantea que el campesinado es fuerza principal de la revolución peruana en esta cita. Desde su manera de ver, que no se guía por el marxismo-leninismo-maoísmo, se plantea el papel del campesinado, que puede y va a cumplir. Habría que volver a estudiar Todas las Sangres, Zorro de Arriba y Zorro de Abajo y el discurso cuando le dieron el premio Garcilaso de la Vega, verlo completo para tener una comprensión cabal de su pensamiento. No es bueno que trafiquen con Arguedas con eso de que todas las sangres es unión sin diferencia de clases, ni mucho menos que busquen torcer a Arguedas como lo han hecho con ese debate de Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo, esos de la IU, esos que practican reducir nación a cultura.


INFORME DEL PRESIDENTE GONZALO:

¡ Proletarios de todos los países, uníos!



EL PROBLEMA NACIONAL



Cómo ver esto a la luz de la teoría desarrollada por el camarada Stalin y reconocida por Lenin. Lo que necesitamos es también combatir la modalidad derechista, revisionista, oportunista, burguesa en general como se está planteando el problema nacional, deformándolo tras de los llamados criterios de identidad nacional. En la teoría marxista, la experiencia nos enseña que una desviación burguesa lleva a reducir a cuestión cultural el problema nacional y que esas posiciones sostuvieron elementos de la vieja pandilla revisionista en la II guerra mundial; esas posiciones fueron tomadas por las potencias para ejercer y mantener su dominio.


En el Perú, debemos recordar cómo se pretendió desenrrumbar la revolución democrática yendo concretamente contra la línea de Mariá­tegui en los años 30; Ravines y otros comienzan a plantear el problema de nacionalidades quechuas y aymarás concibiéndolas como naciones que debían desenvolverse concretando repúblicas. Ahí claramente se ve cómo se desligaba el problema nacional de la tierra y no hay problema nacional sin cuestión de la tierra, como muy bien dijera el camarada Stalin. Posteriormente en los años 70 vuelve a moverse estas cuestiones de nación quechua y aymara ligado a Vanguardia Revolucionaria, hoy PUM, estando ligada a la llamada nueva izquierda que nunca tomaron posición por el marxismo. En los últimos tiempos el problema se está volviendo a plantear bajo esas formas de cultura y centrando en él bajo el nombre de la identidad nacional. Se ha desenvuelto más bajo lo que imprime como rumbo el imperialismo europeo particularmente francés.


El texto ENCUENTROS proporciona material informativo. En­trevistas hechas a varios intelectuales peruanos por Carlos Arroyo de “Cambio”.


No todos los intelectuales son iguales, pero prevalecen esos criterios. El prólogo “Rescate de la tradición” es de Alberto Flores Galindo, quien dice que hacer del Perú sólo un tema de estudio es el precio que se paga para ser admitido en el mundo intelectual nacional o internacional. Este tipo de intelectuales recibe paga por sus servicios de defensa del orden y su precio varía según su aporte. Esto deriva de sus palabras. Duro pero real. Luego plantea que lo andino de ayer y hoy están en debate. Eso es lo que quieren convertir en el rumbo a seguir con un conjunto de deformaciones. Flores Galindo critica con razón a Carlos I. Degregori quien plantea una especie de revolución mental, de modernidad popular por el mito tradicional de progreso, el mito del progreso lo que movería el mundo andino. Vemos como trata de encubrir el problema de la lucha de clases, de la lucha por la tierra como parte de una revolución democrática, antiimperialista, que se expresa y desarrolla. Flores Galindo al criticar levanta el problema de la comunidad ligado a criterios de raíz populista y que también se expresa al venir a la ciudad, dice que hay un trasplante de eso. Plantea que es prematuro dar por muerto el pasado y que el desafío que implica cómo la utopía andina posibilita un camino propio y cita a Mariátegui. Trafica con Mariátegui, el problema es el desarrollo de lo nuevo, se cubre que de esas entrañas andinas, campesinas y del marxismo se desarrolla pujante lo nuevo compaginándose con el proceso de este país. Vemos reediciones encubiertas vergonzantes de plantear que el marxismo sólo puede desenvolverse en grandes ciudades torciendo lo que dijo Mariátegui.


Flores Galindo critica a Degregori quien se basa en un tal Bergman que ha analizado la situación de Nueva York del Bronx, de minoría opri­midas y trasplantar al Perú, dice que San Martín de Porres o Lima no obedecen al modelo de Nueva York. Degregori ubica a los inmigrantes de Lima como disgregación recesiva de la re-composición democrática. Los serranos serían una disgregación recesiva ¡hasta donde llegan! Es que están dentro de los criterios nación cultura. Está bien que diverja con Degregori, pero tienen el mismo rumbo, porque va a plantear que también se podría considerar otras opciones, la revolución por ejem­plo. Para él la revolución no es la única opción. Luego dice se corre el riesgo al elogiar la modernidad de una velada defensa del capitalismo. Es una abierta y encubierta defensa del capitalismo burocrático, según los casos. Debe ser claro en lo que dice cuando plantea que habría que poner en el centro del debate el cambio social o la revolución. Sobre el tapete está la revolución, cambio social es vieja teoría imperialista para contraponer la revolución. Ahí se ve a dónde lleva todo esto, a chocar con la revolución.


Flores Galindo critica a Fernando Iwasaki, archirreaccionario como parte de esa nueva derecha que quiere negar el proceso histórico peruano trasladando mecánicamente esa economía liberal al campo de la cultura. Fernado Iwasaki en su libro “nación peruana entelequia o utopía” dice que la cultura andina subsistirá si cumple una función en representación social y la división del trabajo en la expansión y desa­rrollo del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo burocrático a su desarrollo. El impe­rialismo usa esas posiciones a través de esos profesores universitarios como ese Iwasaki.


El problema de identidad nacional es una deformación del pro­blema nacional, la contradicción entre socialista burgués que plantea utopía andina, identidad nacional como el propio Flores Galindo y otros más, entran en colusión y pugna con el imperialismo, posición que defiende Fernando Iwasaki que usa estas tesis para decirles que tras eso hay marxismo y de esa manera como el marxismo según ellos está de capa caída, es una cosa trasnochada y la cultura andina sólo pueden servir al desarrollo del capitalismo burocrático. No es posición marxis­ta, ambos están en colusión y pugna y se apoyan. Las elucubraciones que el socialismo burgués, que el revisionismo hace el imperialismo usa, más si se trata de abrirse campo ideológico en el Perú. El punto de vista de estos socialistas burgueses tras su utopía andina que luego ha evolucionado a identidad nacional que es desviación derechista de nación o cultura, desenrrumban la revolución, socavan el marxismo, de ahí que hablan de nuevas formas de ver el marxismo (en formas tradicionales) porque el marxismo en formas tradicionales según ellos ha fracasado.


Flores Galindo critica las posiciones de Iwasaki; como Ghersi, Ca­teriano encabezados por Federico Salazar que es la cabeza de todos ellos, no por la caducidad de su ideología y su vinculación al imperialismo y la reacción peruana, si no en su dificultad de no ver creativamente el futuro. ¿Cuál es la posición de este grupo? ¿Qué fondo les encuentra? a última hora está en cómo impulsar el capitalismo burocrático unos como burguesía compradora otros como burguesía burocrática o sirviéndola vistiéndose de falsos socialistas.


Flores Galindo escribe en su Revista Sur “Casa de Estudios del Socialismo”. Se auto-declara socialista. Es el abanderado de la Identi­dad Nacional que no viene a ser sino forma burguesa de la desviación derechista como se está presentando aquí el problema nacional, al influjo pagado por el imperialismo principalmente francés. No se ve una posición marxista en modo alguno en la llamada identidad nacio­nal. No hay tal. No hay tal, no se ven, se puede ver desde un punto de vista marxista el problema de cómo concretar, plasmar, culminar la formación de la nación peruana, ni entienden que eso sólo se puede desenvolver con la revolución dirigida por el proletariado a través de sus dos etapas. Pero la culminación de la primera define formación de esa nación y la base es el pueblo, la alianza obrero campesina diri­gida por el PCP. Se oponen, socavan, combaten en la guerra popular que es la forma más alta que el proceso histórico ha desarrollado para derrumbar el dominio imperialista, barrer la semifeudalidad, confiscar el capitalismo burocrático y forjar la nación tomando del pasado a aquello que sirva al futuro, toda la buena tradición del pueblo, de sevir a la guerra popular, es el problema de la cultura, del arte, del movimiento intelectual popular. Ése es un proceso real, concreto y como historiadores tendrían la elemental obligación de comprender, reconocer y servir, de otra manera no se plasma la nación. Somos nosotros los que estamos culminando la formación de la nación sobre la base de la tierra, destruyendo al imperialismo sirve a intereses contrarios a su propia condición de intelectuales.


ARGUEDAS. Es bueno ver unos párrafos porque no podemos permitir que se trafique. No era marxista-leninista-maoísta, no se puede menos de reconocer que si sentía sentimiento del pueblo, lo principal en él que sentía, vivía, expresaba del pueblo indígena, del campesinado como nadie de la intelectualidad peruana lo ha hecho. La limitación es no haber sido marxista. Expresa esa base de la revolución democrática pero no llega a coger la directriz ideológica política proletaria y por ende a coger su organización. Tiene que ve con un período de la historia del Perú. Habría que estudiarlo más en otras obras.


Antonio Cornejo Polar, ha escrito “La Novela Peruana” se declara admirador de Arguedas pero trata de usarlo por su posición ligada a la burguesía burocrática, así llegó a ser rector de San Marcos, zafó el bulto para luego ser profesor en los EEUU. Dice “todas las sangres” unidad de contrarios y nueva oposición. Estos de desviación derechista de Identidad nacional trafican con esto de todas las sangres, es negar carácter de clase que también se expresa en nación que es un pueblo que está formado por clases y promover grandes unidades no diferenciados y encubren intereses de los explotadores de la gran burguesía de los terratenientes e imperialistas. Aquí se debe golpear que encubre, que rechazan, la lucha de clases, la revolución, quieren desenrrumbar todo por cultura. Sinesio López, Degrogori, Flores Galindo ¿qué posición tienen frente a la guerra popular? Proceso armado que está concretando la nación peruana, que hay largo trecho por delante sí, en cuanto a arte, cultura, intelectualidad, y tenemos que desarrollar políticas para que sirva a la conquista del poder, porque es indispensable, tenemos una buena base a partir de lo que han hecho camaradas, combatientes, masas que bregan en la guerra popular y tomar esa inmensa base de tradición verdaderamente popular.


Cornejo dice que en Todas las Sangres Arguedas hace una con­clusión de cómo fundir el mundo indígena con el no indígena; entre su obra “Los Ríos Profundos” y “Todas las Sangres” se va a dar una visión integradora, Arguedas haciendo el Balance del primer indigenismo de los años 20 dice: “En ese sentido la narrativa actual que se inicia como indigenista ha dejado de ser tal en cuanto abarca la descripción e interpretación del destino de la comunidad total del país”. Para él ha dejado de ser indigenista de querer ver sólo ese mundo y a partir de eso interpretar todo el país. Prosigue, “pero podría seguir siendo calificado de indigenista en tanto que continúa reafirmando los valores humanos excelsos de la población nativa y de la promesa que significan o constitu­yen para el resultado final del desencadenamiento de las luchas sociales que en el Perú” y otros países semejantes de América Latina, se encuentran debatiéndose”.


Es correcto, el campesinado es fuerza principal de la revolución en el Perú, en términos muy hermosos revela un avance en su comprensión, pero Cornejo reduce a que es una adhesión al hombre andino, al indio. Pero si el mismo Arguedas dice que después de vivir 30 años en Lima puede escribir sobre Lima, esto es que tiene una visión más amplia y que esta experiencia le permite opinar que el campesinado, la masa indígena es promesa para el resultado final de las luchas socia­les del Perú, pero además Cornejo dice que en todas las sangres lo que antes se expresaba como homogéneo comienza a verlo como quiebra interna, resquebrajamiento de ese universo. En concreto don Bruno y don Fermín, ambos eran terratenientes, uno sigue siéndolo y el otro se vincula con el imperialismo, con la mina. Arguedas registra eso.


Dice Cornejo que la última obra de Arguedas “Zorro de Arriba y...” sería el esfuerzo final por conseguir un discurso narrativo que abarque el mundo total. Ésta es una obra clave de Arguedas con la que ha traficado el PUM.


De Garcilaso a Arguedas”. Al recibir el premio Inca Garcilaso, José María Arguedas en 1968 pronuncia un discurso. Poco después de eso se suicidó es un texto muy hermoso, sería bueno conseguirlo en su integridad, pues la Comisión tiene que estudiarlo y escavar en este texto Arguedas hace su derrotero individual y dice que intentó “convertir el lenguaje escrito lo que era como individuo, en vínculo vivo, fuerte, capaz de individualizarse de la gran nación cercada y la parte generosa, humana de los explotadores, sería, lo bueno, como que vamos a tomar lo positivo de lo anterior, pero también puede ser mal interpretado. Prosigue “el cerco podía y debía ser destruido, el caudal de las dos naciones se podía y debía unir”, pensamos que ahí Arguedas busca la nación, por tanto lo que hay es nación en formación. Continúa “y el camino no tenía que ser, ni era posible fuera únicamente al que se exigía con imperio de vencedores, expoliadores, o sea, que la nación vencida renunció a su alma aunque no sea sino en apariencia, formalmente, y tómela la de los vencedores, es decir que se ocultase “Dice que el camino no puede ser que la nación oprimida se (falta una palabra) no tiene porque vencer su alma, ni formalmente no puede ser así que se una en una sola nación. Esto es clave.


No estamos de acuerdo que se le compare con Garcilaso Inca por mucho que hablara del Incanato se sentía español y lo era, se fue muy joven a España y nunca volvió. No es el caso de Arguedas, es otra unión, otra raíz, otra experiencia mucho más rica que lo lleva a ver como una unidad todo el país y se plantea como puede unirse. Es clave como plantea que el campesinado es fuerza principal de la revolución peruana en esta cita. Desde su manera de ver, que no se guía por el marxismo-leninismo-maoísmo, se plantea el papel del campesinado, que puede y va a cumplir. Habría que volver a estudiar Todas las Sangres, Zorro de Arriba y Zorro de Abajo y el discurso cuando le dieron el premio Garcilaso de la Vega, verlo completo para tener una comprensión cabal de su pensamiento. No es bueno que trafiquen con Arguedas con eso de que todas las sangres es unión sin diferencia de clases, ni mucho menos que busquen torcer a Arguedas como lo han hecho con ese debate de Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo, esos de la IU, esos que practican reducir nación a cultura.


¡ Proletarios de todos los países, uníos!



EL PROBLEMA NACIONAL



Cómo ver esto a la luz de la teoría desarrollada por el camarada Stalin y reconocida por Lenin. Lo que necesitamos es también combatir la modalidad derechista, revisionista, oportunista, burguesa en general como se está planteando el problema nacional, deformándolo tras de los llamados criterios de identidad nacional. En la teoría marxista, la experiencia nos enseña que una desviación burguesa lleva a reducir a cuestión cultural el problema nacional y que esas posiciones sostuvieron elementos de la vieja pandilla revisionista en la II guerra mundial; esas posiciones fueron tomadas por las potencias para ejercer y mantener su dominio.


En el Perú, debemos recordar cómo se pretendió desenrrumbar la revolución democrática yendo concretamente contra la línea de Mariá­tegui en los años 30; Ravines y otros comienzan a plantear el problema de nacionalidades quechuas y aymarás concibiéndolas como naciones que debían desenvolverse concretando repúblicas. Ahí claramente se ve cómo se desligaba el problema nacional de la tierra y no hay problema nacional sin cuestión de la tierra, como muy bien dijera el camarada Stalin. Posteriormente en los años 70 vuelve a moverse estas cuestiones de nación quechua y aymara ligado a Vanguardia Revolucionaria, hoy PUM, estando ligada a la llamada nueva izquierda que nunca tomaron posición por el marxismo. En los últimos tiempos el problema se está volviendo a plantear bajo esas formas de cultura y centrando en él bajo el nombre de la identidad nacional. Se ha desenvuelto más bajo lo que imprime como rumbo el imperialismo europeo particularmente francés.


El texto ENCUENTROS proporciona material informativo. En­trevistas hechas a varios intelectuales peruanos por Carlos Arroyo de “Cambio”.


No todos los intelectuales son iguales, pero prevalecen esos criterios. El prólogo “Rescate de la tradición” es de Alberto Flores Galindo, quien dice que hacer del Perú sólo un tema de estudio es el precio que se paga para ser admitido en el mundo intelectual nacional o internacional. Este tipo de intelectuales recibe paga por sus servicios de defensa del orden y su precio varía según su aporte. Esto deriva de sus palabras. Duro pero real. Luego plantea que lo andino de ayer y hoy están en debate. Eso es lo que quieren convertir en el rumbo a seguir con un conjunto de deformaciones. Flores Galindo critica con razón a Carlos I. Degregori quien plantea una especie de revolución mental, de modernidad popular por el mito tradicional de progreso, el mito del progreso lo que movería el mundo andino. Vemos como trata de encubrir el problema de la lucha de clases, de la lucha por la tierra como parte de una revolución democrática, antiimperialista, que se expresa y desarrolla. Flores Galindo al criticar levanta el problema de la comunidad ligado a criterios de raíz populista y que también se expresa al venir a la ciudad, dice que hay un trasplante de eso. Plantea que es prematuro dar por muerto el pasado y que el desafío que implica cómo la utopía andina posibilita un camino propio y cita a Mariátegui. Trafica con Mariátegui, el problema es el desarrollo de lo nuevo, se cubre que de esas entrañas andinas, campesinas y del marxismo se desarrolla pujante lo nuevo compaginándose con el proceso de este país. Vemos reediciones encubiertas vergonzantes de plantear que el marxismo sólo puede desenvolverse en grandes ciudades torciendo lo que dijo Mariátegui.


Flores Galindo critica a Degregori quien se basa en un tal Bergman que ha analizado la situación de Nueva York del Bronx, de minoría opri­midas y trasplantar al Perú, dice que San Martín de Porres o Lima no obedecen al modelo de Nueva York. Degregori ubica a los inmigrantes de Lima como disgregación recesiva de la re-composición democrática. Los serranos serían una disgregación recesiva ¡hasta donde llegan! Es que están dentro de los criterios nación cultura. Está bien que diverja con Degregori, pero tienen el mismo rumbo, porque va a plantear que también se podría considerar otras opciones, la revolución por ejem­plo. Para él la revolución no es la única opción. Luego dice se corre el riesgo al elogiar la modernidad de una velada defensa del capitalismo. Es una abierta y encubierta defensa del capitalismo burocrático, según los casos. Debe ser claro en lo que dice cuando plantea que habría que poner en el centro del debate el cambio social o la revolución. Sobre el tapete está la revolución, cambio social es vieja teoría imperialista para contraponer la revolución. Ahí se ve a dónde lleva todo esto, a chocar con la revolución.


Flores Galindo critica a Fernando Iwasaki, archirreaccionario como parte de esa nueva derecha que quiere negar el proceso histórico peruano trasladando mecánicamente esa economía liberal al campo de la cultura. Fernado Iwasaki en su libro “nación peruana entelequia o utopía” dice que la cultura andina subsistirá si cumple una función en representación social y la división del trabajo en la expansión y desa­rrollo del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo. Reduce el problema nacional a la cultura andina y dice que subsistirá si sirve a la expansión del capitalismo burocrático a su desarrollo. El impe­rialismo usa esas posiciones a través de esos profesores universitarios como ese Iwasaki.


El problema de identidad nacional es una deformación del pro­blema nacional, la contradicción entre socialista burgués que plantea utopía andina, identidad nacional como el propio Flores Galindo y otros más, entran en colusión y pugna con el imperialismo, posición que defiende Fernando Iwasaki que usa estas tesis para decirles que tras eso hay marxismo y de esa manera como el marxismo según ellos está de capa caída, es una cosa trasnochada y la cultura andina sólo pueden servir al desarrollo del capitalismo burocrático. No es posición marxis­ta, ambos están en colusión y pugna y se apoyan. Las elucubraciones que el socialismo burgués, que el revisionismo hace el imperialismo usa, más si se trata de abrirse campo ideológico en el Perú. El punto de vista de estos socialistas burgueses tras su utopía andina que luego ha evolucionado a identidad nacional que es desviación derechista de nación o cultura, desenrrumban la revolución, socavan el marxismo, de ahí que hablan de nuevas formas de ver el marxismo (en formas tradicionales) porque el marxismo en formas tradicionales según ellos ha fracasado.


Flores Galindo critica las posiciones de Iwasaki; como Ghersi, Ca­teriano encabezados por Federico Salazar que es la cabeza de todos ellos, no por la caducidad de su ideología y su vinculación al imperialismo y la reacción peruana, si no en su dificultad de no ver creativamente el futuro. ¿Cuál es la posición de este grupo? ¿Qué fondo les encuentra? a última hora está en cómo impulsar el capitalismo burocrático unos como burguesía compradora otros como burguesía burocrática o sirviéndola vistiéndose de falsos socialistas.


Flores Galindo escribe en su Revista Sur “Casa de Estudios del Socialismo”. Se auto-declara socialista. Es el abanderado de la Identi­dad Nacional que no viene a ser sino forma burguesa de la desviación derechista como se está presentando aquí el problema nacional, al influjo pagado por el imperialismo principalmente francés. No se ve una posición marxista en modo alguno en la llamada identidad nacio­nal. No hay tal. No hay tal, no se ven, se puede ver desde un punto de vista marxista el problema de cómo concretar, plasmar, culminar la formación de la nación peruana, ni entienden que eso sólo se puede desenvolver con la revolución dirigida por el proletariado a través de sus dos etapas. Pero la culminación de la primera define formación de esa nación y la base es el pueblo, la alianza obrero campesina diri­gida por el PCP. Se oponen, socavan, combaten en la guerra popular que es la forma más alta que el proceso histórico ha desarrollado para derrumbar el dominio imperialista, barrer la semifeudalidad, confiscar el capitalismo burocrático y forjar la nación tomando del pasado a aquello que sirva al futuro, toda la buena tradición del pueblo, de sevir a la guerra popular, es el problema de la cultura, del arte, del movimiento intelectual popular. Ése es un proceso real, concreto y como historiadores tendrían la elemental obligación de comprender, reconocer y servir, de otra manera no se plasma la nación. Somos nosotros los que estamos culminando la formación de la nación sobre la base de la tierra, destruyendo al imperialismo sirve a intereses contrarios a su propia condición de intelectuales.


ARGUEDAS. Es bueno ver unos párrafos porque no podemos permitir que se trafique. No era marxista-leninista-maoísta, no se puede menos de reconocer que si sentía sentimiento del pueblo, lo principal en él que sentía, vivía, expresaba del pueblo indígena, del campesinado como nadie de la intelectualidad peruana lo ha hecho. La limitación es no haber sido marxista. Expresa esa base de la revolución democrática pero no llega a coger la directriz ideológica política proletaria y por ende a coger su organización. Tiene que ve con un período de la historia del Perú. Habría que estudiarlo más en otras obras.


Antonio Cornejo Polar, ha escrito “La Novela Peruana” se declara admirador de Arguedas pero trata de usarlo por su posición ligada a la burguesía burocrática, así llegó a ser rector de San Marcos, zafó el bulto para luego ser profesor en los EEUU. Dice “todas las sangres” unidad de contrarios y nueva oposición. Estos de desviación derechista de Identidad nacional trafican con esto de todas las sangres, es negar carácter de clase que también se expresa en nación que es un pueblo que está formado por clases y promover grandes unidades no diferenciados y encubren intereses de los explotadores de la gran burguesía de los terratenientes e imperialistas. Aquí se debe golpear que encubre, que rechazan, la lucha de clases, la revolución, quieren desenrrumbar todo por cultura. Sinesio López, Degrogori, Flores Galindo ¿qué posición tienen frente a la guerra popular? Proceso armado que está concretando la nación peruana, que hay largo trecho por delante sí, en cuanto a arte, cultura, intelectualidad, y tenemos que desarrollar políticas para que sirva a la conquista del poder, porque es indispensable, tenemos una buena base a partir de lo que han hecho camaradas, combatientes, masas que bregan en la guerra popular y tomar esa inmensa base de tradición verdaderamente popular.


Cornejo dice que en Todas las Sangres Arguedas hace una con­clusión de cómo fundir el mundo indígena con el no indígena; entre su obra “Los Ríos Profundos” y “Todas las Sangres” se va a dar una visión integradora, Arguedas haciendo el Balance del primer indigenismo de los años 20 dice: “En ese sentido la narrativa actual que se inicia como indigenista ha dejado de ser tal en cuanto abarca la descripción e interpretación del destino de la comunidad total del país”. Para él ha dejado de ser indigenista de querer ver sólo ese mundo y a partir de eso interpretar todo el país. Prosigue, “pero podría seguir siendo calificado de indigenista en tanto que continúa reafirmando los valores humanos excelsos de la población nativa y de la promesa que significan o constitu­yen para el resultado final del desencadenamiento de las luchas sociales que en el Perú” y otros países semejantes de América Latina, se encuentran debatiéndose”.


Es correcto, el campesinado es fuerza principal de la revolución en el Perú, en términos muy hermosos revela un avance en su comprensión, pero Cornejo reduce a que es una adhesión al hombre andino, al indio. Pero si el mismo Arguedas dice que después de vivir 30 años en Lima puede escribir sobre Lima, esto es que tiene una visión más amplia y que esta experiencia le permite opinar que el campesinado, la masa indígena es promesa para el resultado final de las luchas socia­les del Perú, pero además Cornejo dice que en todas las sangres lo que antes se expresaba como homogéneo comienza a verlo como quiebra interna, resquebrajamiento de ese universo. En concreto don Bruno y don Fermín, ambos eran terratenientes, uno sigue siéndolo y el otro se vincula con el imperialismo, con la mina. Arguedas registra eso.


Dice Cornejo que la última obra de Arguedas “Zorro de Arriba y...” sería el esfuerzo final por conseguir un discurso narrativo que abarque el mundo total. Ésta es una obra clave de Arguedas con la que ha traficado el PUM.


De Garcilaso a Arguedas”. Al recibir el premio Inca Garcilaso, José María Arguedas en 1968 pronuncia un discurso. Poco después de eso se suicidó es un texto muy hermoso, sería bueno conseguirlo en su integridad, pues la Comisión tiene que estudiarlo y escavar en este texto Arguedas hace su derrotero individual y dice que intentó “convertir el lenguaje escrito lo que era como individuo, en vínculo vivo, fuerte, capaz de individualizarse de la gran nación cercada y la parte generosa, humana de los explotadores, sería, lo bueno, como que vamos a tomar lo positivo de lo anterior, pero también puede ser mal interpretado. Prosigue “el cerco podía y debía ser destruido, el caudal de las dos naciones se podía y debía unir”, pensamos que ahí Arguedas busca la nación, por tanto lo que hay es nación en formación. Continúa “y el camino no tenía que ser, ni era posible fuera únicamente al que se exigía con imperio de vencedores, expoliadores, o sea, que la nación vencida renunció a su alma aunque no sea sino en apariencia, formalmente, y tómela la de los vencedores, es decir que se ocultase “Dice que el camino no puede ser que la nación oprimida se (falta una palabra) no tiene porque vencer su alma, ni formalmente no puede ser así que se una en una sola nación. Esto es clave.


No estamos de acuerdo que se le compare con Garcilaso Inca por mucho que hablara del Incanato se sentía español y lo era, se fue muy joven a España y nunca volvió. No es el caso de Arguedas, es otra unión, otra raíz, otra experiencia mucho más rica que lo lleva a ver como una unidad todo el país y se plantea como puede unirse. Es clave como plantea que el campesinado es fuerza principal de la revolución peruana en esta cita. Desde su manera de ver, que no se guía por el marxismo-leninismo-maoísmo, se plantea el papel del campesinado, que puede y va a cumplir. Habría que volver a estudiar Todas las Sangres, Zorro de Arriba y Zorro de Abajo y el discurso cuando le dieron el premio Garcilaso de la Vega, verlo completo para tener una comprensión cabal de su pensamiento. No es bueno que trafiquen con Arguedas con eso de que todas las sangres es unión sin diferencia de clases, ni mucho menos que busquen torcer a Arguedas como lo han hecho con ese debate de Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo, esos de la IU, esos que practican reducir nación a cultura.


INFORME DEL PRESIDENTE GONZALO: SESIÓN PREPARATORIA, II PLENO DEL COMITÉ CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ

Perú, agosto 90

INFORME DEL PRESIDENTE GONZALO: SESIÓN PREPARATORIA, II PLENO DEL COMITÉ CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ

Perú, agosto 90

 

 

SESIÓN PREPARATORIA, II PLENO DEL COMITÉ CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ

Perú, agosto 90