Publicamos una traducción no oficial de un obituario del periódico austríaco Rote Fahne.

Recientemente, el triste mensaje del fallecimiento de la Camarada Erika el 18 de diciembre a la avanzada edad de 96 años ha llegado al Consejo Editorial de Rote Fahne. Nuestras más profundas condolencias son para aquellos cercanos a ella. El movimiento revolucionario en Austria ha sufrido una gran pérdida con su muerte.

La Camarada Erika nunca se forzó a sobresalir, pero sin embargo es conocida por muchos como una luchadora, como camarada que se posicionó y luchó por los oprimidos y los explotados con gran esfuerzo y gran devoción a la causa. Encontró el poder y el impulso para sus esfuerzos y su lucha decidida en la profunda convicción sobre que nada debe permanecer como está, y que el orden de la reacción está construido sobre arena y que el futuro pertenece a los pueblos y a la clase obrera. Hasta la edad avanzada, ella visitó eventos y tomó parte en ellos activamente y era parte de las manifestaciones y apoyó las fuerzas comunistas, revolucionarias y democráticas en todos los aspectos del trabajo.

Pero la Camarada Erika no sólo dio su apoyo organizativo y material para el movimiento revolucionario en Austria. También llevó a cabo apoyo político, moral e ideológico y también nunca se quedaba sin contribuciones. Amaba tener largas discusiones con fuerzas revolucionarias jóvenes (no pocas veces duraban hasta la noche) y hablaba sobre su rico tesoro de experiencias. Un tesoro de experiencias el cuál estuvo muy marcado por el movimiento obrero en Austria en casi un centenar de años de vida – ya en la infancia temprana tuvo experiencias que se entrelazaron indisolublemente en los acontecimientos políticos y en la lucha de clases en el país. Por ejemplo, ya que no estaba bautizada como hija de una familia de espíritu de izquierdista-socialista, fue por tanto excluida de la escuela estatal austro-fascista durante un largo periodo de tiempo. Ésta fue una experiencia la cuál la influenció y la convirtió en una defensora convencida de los valores de la educación obrera y popular. Un enfoque que también llevó a su última carrera como profesora.

Después que ella creciera en medio de las luchas de Febrero de 1934 [“Feberkämpfe” conocido también como la Guerra Civil austríaca, nota de traductor] en Linz, ésto la llevó después al Partido Comunista de Austria (KPÖ). Como la lucha entre la burguesía, todavía enmascarada como roja, y una línea proletaria revolucionaria, se volvía más intensa, ella estuvo en el lado de la línea proletaria alrededor del Partido Marxista-Leninista de Austria (MLPÖ), posteriormente fundado. Para ella, era una “obviedad” revolucionaria que también en las siguientes décadas ella estaba con aquellos que se posicionaban y mantenían para que el proletariado tenga de nuevo su partido. Siempre activa y vivaz de pensamiento, pero no febril y errática, su carácter más tranquilo y prudente no fue el único resultado de ella en el verdadero significado de la palabra «historia vivida». Por lo tanto, se convirtió en una inteligente e importante compañera de debate y consejera para muchas generaciones de jóvenes revolucionarios.

Aunque podría haber caído en medio de montañas de experiencia y conocimiento, ella nunca fue la “profesora” en las discusiones, sino que siempre estaba preparada para absorber lo nuevo, aprender, desarrollar sus opiniones y reflexionar de nuevo. Ella veía la visión marxista del mundo como imparcial, sin prejuicios y la visión científica global. Y a veces cuando incluso, comprensible por su edad y no sin base, se volvía un poco difícil para su edad comprender los temas de la política actual del movimiento revolucionario, ella no huía de las discusiones o de los nuevos temas. Con convicción decía a menudo: “Mientras uno aprenda, uno se mantiene joven”. Fue siempre constante en ella que esta actitud básica le proveyó de una profunda expresión de internacionalismo proletario. Así, de forma similar a cómo ella veía los debates con sus camaradas más cercanos, ella también le daba valor a las experiencias del movimiento internacional obrero y popular, así como las experiencias de otros países, continentes y naciones.

Rote Fahne recordará a la Camarada Erika como una pionera y una importante camarada de armas. Especialmente para aquellos de nosotros quienes la conocimos personalmente, quienes discutimos y luchamos con ella personalmente, ella era una importante maestra, camarada y amiga, quien fue una persona influyente para partes importantes del camino común revolucionario. La muerte de la Camarada Erika indudablemente deja un vacío, pero sus esfuerzos y sus metas persistentemente perseguidas siempre permanecerán en nuestra lucha. ¡También en el futuro la Camarada Erika estará presente en nuestras filas!

Nosotros nos inclinamos ante ti, despidiéndonos, Camarada Erika.

Publicamos aquí el anuncio del fallecimiento, realizado y enviado a nosotros por su familia: