¡Proletarios de todos los países, uníos!
En medio del 130º
aniversario del nacimiento del Presidente Mao Tse-tung, celebremos el primer
aniversario de la Liga Comunista Internacional:
¡Levantar la bandera roja de la Unificación bajo el
Maoísmo para cumplir las tareas de la nueva situación!
En el primer aniversario de la fundación
de la Liga Comunista Internacional (LCI), extendemos nuestros saludos
firmemente proletarios al proletariado internacional y los pueblos del mundo.
Nuestros saludos son enviados al Movimiento Comunista Internacional y a las
Guerras Populares, las cuáles están en medio de las nuevas tormentas de la
revolución proletaria mundial y los ataques intensificados de la reacción,
luchando por proveer de orientación y dirección: creando y forjando los
Partidos Comunistas como instrumentos de lucha por la conquista del poder
político. ¡Con profundos sentimientos de internacionalismo proletario,
transmitimos en este momento nuestros llameantes saludos a las luchas heroicas
de la Resistencia Nacional en Palestina!
En este año, los comunistas y
revolucionarios celebran los 130 años del gran timonel, el Presidente Mao
Tse-tung, quién personalmente lideró dos de los más grandes hitos del
proletariado; la Revolución China, que abrió el camino de la Revolución de
Nueva Democracia en los países oprimidos; y la Gran Revolución Cultural
Proletaria, batalla titánica que regó semillas por todo el mundo, que
florecieron en las actuales Guerras Populares y la nueva ola de las firmes
luchas por la reconstitución de los Partidos Comunistas bajo el comando del
maoísmo en muchos países de todo el mundo. Con el Presidente Mao Tse-tung, el
movimiento proletario ha desarrollado el arma más poderosa e invencible, su
ideología, en la tercera, y nueva etapa del marxismo; marxismo-leninismo-maoísmo,
el arma con la que el proletariado y los pueblos del mundo barrerán al
imperialismo y la reacción de la faz de la tierra.
Con odio de clase, condenamos todo
revisionismo y oportunismo. La restauración capitalista en China dejó a los
comunistas sin base de apoyo para la Revolución Proletaria Mundial. Rechazamos
al reaccionario Xi Jinping, que con su “pensamiento Xi Jinping” y su fascista
“socialismo con características chinas” intenta engañar a los pueblos del mundo
en torno al significado del socialismo y la lucha contra el imperialismo. Pero
para el proletariado, no hay derrota definitiva. Como el Presidente Mao señaló,
la única lógica del pueblo es luchar, fracasar, luchar, fracasar, y así hasta
la victoria. Las restauraciones capitalistas en la URSS en 1956 y en China en
1976 no pueden parar la marcha revolucionaria del proletariado internacional en
su senda a establecerse definitivamente en el poder. Estas derrotas son sólo
momentos en el desarrollo de la contradicción entre revolución y contrarrevolución,
de las que extraemos lecciones para evitar restauraciones en el futuro.
El Movimiento Comunista Internacional y
el Movimiento de Liberación Nacional están atravesando momentos decisivos,
presenciamos el inicio de un punto de inflexión en la lucha entre revolución y
contrarrevolución, la apertura de un nuevo periodo de revoluciones en la
Revolución Proletaria Mundial.
Exactamente hace un año, la fundación de
una nueva organización internacional del proletariado – la Liga Comunista
Internacional – fue anunciada con orgullo de clase y heroísmo. 15 partidos
comunistas y organizaciones se unieron en la Conferencia Internacional Maoísta
Unificada (CIMU) alrededor de tres líneas básicas: 1) Maoísmo 2) La lucha
contra el revisionismo, y 3) La Revolución Proletaria Mundial. La Declaración
Conjunta de Fundamentos y de Principios definió la fundación de la LCI como un“paso
para reunificarnos y superar la dispersión en el Movimiento Comunista
Internacional (…), yse ha abierto una nueva etapa de la
lucha organizada por la reconstitución de la Internacional Comunista, bajo el
mando y guía del maoísmo”
Un año después de este evento, la
situación objetiva mundial se caracteriza por una mayor intensificación de las
contradicciones básicas, especialmente la contradicción principal entre
imperialismo y los pueblos y naciones oprimidas. La crisis general del
capitalismo en su etapa imperialista se ha desarrollado hacia nuevas cimas en
las que están teniendo lugar revueltas y erupciones de gran significado.
Económicamente, se está desarrollando actualmente la crisis más profunda del
sistema imperialista mundial desde la Segunda Guerra Mundial, siendo la base
para crisis políticas serias, que se tornarán en crisis económicas más
profundas. El imperialismo estadounidense, como superpotencia hegemónica única,
está en declive y trata por todos los medios avanzar en su objetivo estratégico
de mantener y expandir su posición, aunque está viéndose en crecientes
dificultades para realizar sus planes para arrebatar el estatus del imperialismo
ruso de superpotencia nuclear y para contener a la socialimperialista China.
Tras la derrota en Siria y Afganistán, así como el desarrollo de la guerra en
Ucrania es un claro ejemplo adicional de la extensión que ha alcanzado la
crisis política del imperialismo y renovamos nuestra posición que “La
única manera de seguir adelante para el Pueblo de Ucrania es depender de sus
propias fuerzas y defender la Nación contra el invasor extranjero y los
traidores vendepatria.” De la contradicción interimperialista, se está
desarrollando una tendencia a expandir la guerra imperialista, que actualmente
se expresa en el fuerte impulso al armamento, militarismo y la
reintensificación de la fracasada ofensiva contrarrevolucionaria. Para mantener
su posición, el imperialismo estadounidense está reforzando sus ambiciones
hegemónicas por encima de sus alianzas y aliados, especialmente los países de
la OTAN, pero a cambio está profundizando la crisis y demostrando su carácter
de “coloso con los pies de barro”. Aunque hay claras
y ciertas batallas precedentes a una nueva guerra mundial, ésta no es inminente
y los comunistas tienen la tarea de liderar todas esas fuerzas que están
movilizadas de cara a esta situación y que espontáneamente se vuelven contra el
imperialismo. La posición de la Declaración de Principios que “… el
movimiento contra la guerra imperialista crecerá, sumado a la rebelión contra
la explotación y la opresión de la Clase y la creciente miseria de las
masas”, ha demostrado ser correcta y con visión de futuro. Sumados a los
movimientos de masas en los países oprimidos, las luchas de los obreros y del
pueblo en los países imperialistas también se ha intensificado, destacando aquí
los grandes levantamientos de las masas en Francia.
En el lado del proletariado
internacional y de los pueblos y naciones oprimidas del mundo, vemos que se
está desarrollando una nueva ola de revoluciones – en un desarrollo desigual.
Las Guerras Populares dirigidas por los partidos marxistas-leninistas-maoístas
en Perú, India, Turquía y Filipinas, como ejes estratégicos de la revolución
proletaria mundial, no sólo resisten los ataques de la contrarrevolución, han
desarrollando nuevas iniciativas y han sido capaces de avanzar, como la
preparación de nuevas Guerras Populares que están en camino. En los países
oprimidos, los movimientos campesinos continúan desarrollándose en una enorme
escala y mientras estén bajo el liderazgo proletario, se vuelve claro su rol
como fuerza principal en la revolución de nueva democracia contra el
imperialismo, feudalismo y el capitalismo burocrático. Con la ofensiva de la
Guerra de Resistencia Nacional Palestina, no sólo la lucha por una Palestina
libre, auto-determinada entró en una nueva etapa, sino que también favorece las
condiciones para la lucha anti-imperialista a escala mundial, siendo “una
lanza afilada clavada en la bestia imperialista, que con su ejemplo, alienta y
clama al proletariado y pueblos oprimidos del mundo a combatir y resistir” como
hemos declarado en nuestra declaración del 8 de octubre. Renovamos aquí nuestra
posición de que deben ser los comunistas quienes deben tomar la dirección en
este movimiento para aplicar las enseñanzas universales de que la liberación de
la nación bajo el imperialismo sólo puede ser victoriosa bajo dirección
proletaria.
Camaradas ¿no es el desarrollo de la
situación mundial una excelente prueba de que la fundación de la LCI tuvo lugar
exactamente en el momento adecuado? ¿Que la lucha por la reunificación de los
comunistas a nivel mundial corresponde a la necesidad de la situación objetiva?
Vemos que las posiciones y definiciones esenciales de la Declaración de
Fundamentos se expresan en esta situación y han sido cumplidos, esto es un buen
punto de inicio para el desarrollo de la lucha por una comprensión más profunda
de la ideología proletaria en su aplicación a las condiciones concretas. La
unidad revolucionaria lograda en la CIMU a través de la lucha de dos líneas,
bajo la bandera de los grandes clásicos Marx, Engels, Lenin, Stalin y el
Presidente Mao Tse-tung, debe ser desarrollada como una unidad viva, que debe
ser más consolidada y expandida a través de un debate que profundice y refuerce
la lucha de dos líneas. Confiemos firmemente en las enseñanzas de Stalin,
quién, en medio de la construcción de la Internacional Comunista, insistió en
desarrollar la lucha de dos líneas no “abstractamente, sino
concretamente, sobre la base de la situación política”, en la que los
comunistas están desarrollando su lucha.
En su primer año de existencia de la
LCI, un total de diez declaraciones y resoluciones y cinco campañas, con
eventos internacionales y celebraciones y cientos de acciones se hicieron, que
resonaron en más de 25 países. Las actividades y eventos internacionales
organizados o apoyados por la LCI fueron capaces de extender el punto de vista
también más allá de las organizaciones miembros de la LCI y fueron pasos
importantes contra la fragmentación y división. Saludamos a todos los Partidos,
Organizaciones y Camaradas que contribuyeron a cumplir estas actividades. Así
como los logros, debemos reconocer nuestras limitaciones y debilidades para
poder consolidar y profundizar estos pasos. La situación en la que se encuentra
el Movimiento Comunista Internacional es compleja y los desafíos son grandes.
Por lo tanto será crucial implementar las tareas que se fijaron en la fundación
de la LCI, los objetivos definidos en nuestras resoluciones y declaraciones,
incluso con más regularidad y conciencia, luchando contra el subjetivismo.
Además, el desarrollo de las actividades anti-imperialistas, el eje de las
cuales debe ser la defensa y apoyo de las Guerras Populares, actualmente es de
una importancia decisiva para expandir las filas de la LCI y ampliar la base de
las organizaciones miembro.
La fundación de la LCI fue una cima
importante de una compleja lucha por más de 40 años para superar la
fragmentación de los comunistas y establecer la unidad sobre la base del
marxismo-leninismo-maoísmo. Entender este proceso es de gran importancia,
construir sobre los grandes logros de la Primera, Segunda y Tercera
Internacional, así como las contribuciones de la Oficina de Información
Comunista, para comprender la importancia estratégica de la tarea de
reconstituir la Internacional Comunista. Este proceso nos enseña que la unidad
proletaria sólo puede haber sido consolidada paso a paso en la lucha contra el
revisionismo, oportunismo y la escisión. Por lo tanto, también debe quedar
claro que la dispersión de fuerzas no ha sido superada, pero la tendencia a la
dispersión se ha revertido y convertido en tendencia a la unificación. La
unidad ideológica, política y organizacional lograda por la CIMU ha abierto la
puerta a desarrollar la lucha de dos líneas, la ley del desarrollo de la unidad
proletaria, de una forma más elevada y más organizada. Por lo tanto, queremos
agradecer todas las contribuciones que han hecho los respectivos partidos y
organizaciones desde la fundación, para incrementar el debate y la discusión, y
queremos enfatizar, que la base para una unidad internacional más elevada es el
desarrollo de la construcción independiente de los partidos y organizaciones
nacionales, las piernas sobre las que la LCI marcha hacia delante. También
queremos agradecer las declaraciones que nos han enviado partidos y
organizaciones maoístas desde fuera de la Liga Comunista Internacional. Las
saludamos como una importante posición sobre el debate planteado por la LCI,
que servirán para reforzar la organización internacional a través de la lucha
de dos líneas, a través de la “unidad-lucha-unidad”, crítica y autocrítica, y
para crear incluso más firmemente un instrumento de la revolución proletaria
mundial. Por ello, confirmamos nuestra voluntad de profundizar estos contactos
y esperamos ser capaces de realizar este empeño pronto en la forma de debate
ideológico y más reuniones bilaterales.
La Liga Comunista Internacional es un
instrumento de lucha del proletariado internacional y de los pueblos y naciones
oprimidas. Los desarrollos objetivos exigen fortalecer y consolidar esta
herramienta para la necesidad de organización, el liderazgo en la lucha mundial
contra el imperialismo. Las grandes tormentas políticas que se están
desarrollando actualmente sólo serán transformadas en una fuerza subjetiva de
los comunistas si cumplimos la principal tarea de poner la única ideología
científica, porque es la verdadera, en el centro de la unidad internacional y
partidaria y la aplicamos a las condiciones concretas. Por tanto expresamos la
necesidad de redoblar los esfuerzos en este segundo año de existencia de la
LCI. Por una parte, para consolidar y promover la unificación internacional al
llevar reuniones unilaterales, eventos, foros, debates y también para unirse
con aquellos que han expresado críticas y dudas. La división y la fragmentación
sirven al revisionismo y dejan espacio al oportunismo para florecer. La
diferenciación y la unificación, por otro lado, servirán a la principal tarea
de la Nueva Organización Internacional “es luchar
por imponerel maoísmo como único mando y guía
de la Revolución Proletaria Mundial, sirviendo a la
constitución o reconstitución de los partidos comunistas
marxista-leninista-maoístas (la tarea estratégica atrasada) y a
el inicio, desarrollo y coordinación de lasGuerras
Populares en el mundo por la reconstitución de la Internacional
Comunista.” Y por otra parte, para consolidar y expandir la base entre
las masas e intensificar la lucha en el marco nacional para la
reconstitución/constitución o la mayor construcción de la perspectiva en los
partidos al servicio del MCI. Como el Presidente Mao dijo, la fundación del
Partido Comunista de China cambió para siempre la fisionomía de toda la
revolución china. Hoy, la reconstitución de los partidos comunistas bajo el
marxismo-leninismo-maoísmo también cambiará la fisionomía de la revolución en
cada país y en la Revolución Proletaria Mundial. Esto requiere sobre todo
forjar el liderazgo, el núcleo dirigente de los camaradas firmemente unidos
bajo el marxismo-leninismo-maoísmo.
Hay dos fuerzas que operan en el
movimiento revolucionario en todo el mundo: el Movimiento Proletario
Internacional y el Movimiento de Liberación Nacional. Lenin, desarrollando a
Marx, puso las bases de la estrategia de la revolución mundial para socavar el
imperialismo, unir la lucha de liberación nacional con las luchas del
movimiento proletario internacional y desarrollar la revolución. “¡Proletarios
de todos los países y pueblos del mundo, uníos!”. El Presidente Mao –
desarrollando la estrategia y las tácticas de la revolución mundial, especificó
en el momento: “Marxista-leninistas de todos los países, uníos; pueblos
revolucionarios del mundo entero, uníos; derrocad al imperialismo, al
revisionismo contemporáneo y a los reaccionarios de los diversos países.”
¡Viva la Nueva Organización
Internacional del Proletariado, la LCI!
¡Viva el 130º aniversario del natalicio
del Presidente Mao!
¡Viva la heroica resistencia nacional
del pueblo de Palestina!
¡Unirse bajo el Maoísmo!
¡Abajo el Revisionismo!
¡Viva la Revolución Proletaria Mundial!
26
de diciembre de 2023,
Liga
Comunista Internacional