Abril del 2021
EN MEDIO DEL CONFINAMIENTO Y LA ESTRATEGIA GUBERNAMENTAL VAMOS A CONMEMORAR EL 1 DE MAYO
Nuevo confinamiento, nueva estrategia del imperialismo y la reacción para golpear la economía popular.
Una vez más, el régimen impone un confinamiento obligado so pretexto de un nuevo y masivo contagio del Covid en la población.
Sin lugar a dudas la pandemia es un complejo problema de salubridad mundial, empero, hay que entender que no es el génesis de la crisis que vive la humanidad y particularmente el país; por el contrario, la pandemia ha sido utilizada para que las clases dominantes, gran burguesía y grandes terratenientes, con su instrumento gubernamental, traten de ocultar la bancarrota del estado y se aprovechen de las actuales circunstancias para aprobar leyes daninas para los intereses de las grandes mayorías y favorecer los intereses de las clases dominantes.
La crisis no la ha generado la pandemia, la crisis descansa en la descomposición del viejo estado burocrático-terrateniente; en el desinterés y desprecio que tienen las clases dominantes por las grandes mayorías a quienes no se les ha atendido como corresponde con un proceso óptimo, eficaz y rápido de vacunación y de atención médico-hospitalaria; por el contrario, se lo bota a la calle a vivir la tramoya electoral, detonante de decenas de miles de contagios y cientos de muertos; a sostener la producción de los banqueros, grandes comerciantes y terratenientes, quienes a buen recaudo en sus reductos, empujan a las masas al trabajo forzado, al contagio y a la muerte inminente.
Es la crisis del viejo Estado, del capitalismo burocrático y de la caduca democracia que obliga, además, que millones de ecuatorianos tengan que salir a buscar el alimento del día en medio de la informalidad, desempleo y subempleo. ¿Qué nos dejó el circo electoral en medio de la pandemia?: ¡desazón!; ¡desesperanza!, ¡contagios!, ¡muerte!, ¡traición! Y más de lo mismo. Demagogia, un séquito de gobernantes dispuestos a buscar la manera de profundizar nuestra condición de semicoloniedad y semifeudalidad. De hecho, basta ver como la mal llamada Ley de defensa de la dolarización deviene como una puñalada a la yugular del pueblo, la misma que fue aprobada con viejos/nuevos actores del oportunismo, la izquierda democrática y Pachakutik, este último, la expresión más pútrida donde converge lo más nefasto del revisionismo y del oportunismo.
El problema no es la pandemia, el problema y la crisis es del viejo estado. Recuerda, eliminar los subsidios a los combustibles no fue un requerimiento por la supuesta crisis generada por la pandemia; desde hace muchos años han intentado homologarlo a precisos internacionales; es más, el detonante de la rebelión de octubre fue el intento del gobierno títere de incrementar los precios de los combustibles. Para entonces no había pandemia, lo que hubo fueron las exigencias del FMI y de las clases dominantes; hoy, con la complicidad de los electoreros, de los politiqueros, el gobierno nos impuso la eliminación progresiva de los subsidios y con ello, incremento de combustibles, pasajes y costo de la canasta básica.
Evidentemente, debemos cuidarnos del contagio porque está visto que el gobierno hará poco o nada por las grandes mayorías. Priorizaron la vacunación de su círculo familiar y político; las masas como en mercado, haciendo largas filas para ver si son vacunadas; igualmente, largas filas para ver si son atendidos en el débil sistema de salud pública del país; pero el confinamiento, las restricciones de movilidad, de organización, las necesidades de trabajar para mediovivir, no nos pueden ni deben llevar a la inacción política. Hay que preparar el 1 de mayo, hay que combatir al régimen a la reacción, al revisionismo y al imperialismo; hay que hacerles saber y entender que aquí estamos y somos quienes tarde o temprano nos convertiremos en sus sepultureros.
¡A PREPARAR UN 1 DE MAYO COMBATIVO, ROJO E INTERNACIONALISTA!