Friday, July 28, 2023

AND BRASIL: Editorial semanal – La extrema derecha bolsonarista mandó matar a Marielle

 

EDITORIAL

Editorial semanal – La extrema derecha bolsonarista mandó matar a Marielle

 

Por Redacción AND

  27/07/2023 3 minutos de lectura

 


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En una denuncia premiada, el expolicía militar Élcio Queiroz (ver relación con Bolsonaro) afirmó que Ronnie Lessa ejecutó a la concejala Marielle Franco y su chofer, el 14 de marzo de 2018, en Río de Janeiro. Según el denunciante, habría sido el conductor del operativo que cobró la vida de ambos.

 

En su testimonio, Élcio afirmó que Ronnie le informó sobre la operación en el Año Nuevo de 2017. El ataque, realizado en marzo de 2018, ya se había intentado a fines de 2017, pero sin éxito. Élcio dio algunos detalles operativos del ataque y confirmó la participación del exbombero militar Maxwel Simões Corrêa y Edilson Barbosa dos Santos como responsables del seguimiento de la rutina de la exconcejala y de la desaparición del vehículo utilizado en el ataque (respectivamente). El expolicía militar Edmilson Oliveira da Silva (“Macalé”), quien medió en la relación entre el director y el albacea Ronnie Lessa, fue ejecutado en una emboscada en 2021, en una “quema de archivos”.

 

La nueva información sobre el caso de Marielle Franco no hace más que reforzar lo que todos los demócratas ya saben: fue un crimen político ambicioso, llevado a cabo por un operativo organizado y experimentado. Son tontas todas las tesis que buscan dar respuestas circunstanciales o centradas en la figura del concejal, como la que defiende que la muerte fue ordenada porque Marielle habría sido una “espinilla en el costado” de los paramilitares. No, ninguna de estas tesis se sostiene.

El hecho objetivo es que en esa cuadra, con motivo de las elecciones presidenciales de 2018, la candidatura de Bolsonaro había reunido toda la basura de la extrema derecha para practicar actos de provocación para hacer inviable esa elección creando el máximo caos y justificando la intervención militar, lo que allanaría el camino para la instalación de un régimen militar. En ese intento, sus articulaciones para controlar completamente el aparato de Seguridad Pública del estado de Río, incluido el sistema penitenciario, su banco de negocios lucrativos, fueron amenazados por la intervención federal del General Braga. De ahí que la cobarde ejecución de Marielle Franco fue un acto de “tirar un cadáver” sobre la mesa de los interventores, en una demostración de descontento de este sinvergüenza de extrema derecha por mantener su dominio absoluto sobre ese aparato policial-militar y los territorios controlados por sus mafias sanguinarias, mal llamadas “milicias”. ¿Pero por qué Marielle? Para dejar en claro que la autoría de la extrema derecha fue ese acto ignominioso, porque era una mujer negra de la favela, abiertamente homosexual y diputada por un partido de “izquierda”, es decir, alguien que combinó un conjunto de abominables condiciones y valores para ese partido, indecible aberración fascista, luego, en marcha, la candidatura de Bolsonaro.

 

Basta que hagamos una regresión. Ronnie Lessa y Élcio están vinculados a las fuerzas paramilitares de extrema derecha de Río de Janeiro ("milícias"). Lessa, por su parte, casualidad o no, vivía en el mismo condominio que Jair Bolsonaro, en Barra da Tijuca, y ya existía cierto grado de parentesco entre ambos: la hija del asesino de Marielle salía con el hijo menor de Bolsonaro. Recordemos también que al inicio de las investigaciones, Ronnie Lessa afirmó que quien ejecutó a Marielle fue Adriano da Nóbrega, entonces jefe del grupo paramilitar “Oficina del Crimen”, y que su madre y esposa ya trabajaban en la oficina de Flávio Bolsonaro. Adriano fue ejecutado, en una operación coordinada entre la Policía Militar de Río y Bahía, en 2020, en lo que fue denunciado por su esposa como “quema de archivos”. En escuchas telefónicas se descubrió que, tras tal operativo, miembros de la “Oficina del Crimen” habrían tomado contacto con “Jair”, “presidente” o “hombre de la casa de cristal”, según sus códigos. Las escuchas no pudieron ser retomadas, ya que posiblemente involucraría al entonces presidente, lo que iría más allá de las atribuciones del Ministerio Público.

Ahora bien, ¿queda todavía alguna duda de que la ejecución de Marielle Franco tiene una conexión directa con las fuerzas de extrema derecha y con quienes tienen poder de mando y razones políticas? Tales fuerzas trabajaron, desde entonces, para precipitar el caos social que obligaría y justificaría una “intervención militar” (golpe de Estado militar) por parte del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. ¿No es este exactamente el modus operandi histórico de la extrema derecha: realizar atentados para crear el caos y la fuerza y ​​justificar el cierre del régimen? Incluso si hay un castigo para alguien que ordenó el cruel asesinato de Marielle (quien, por supuesto, será presentado como el jefe de todo el plan), no habrá nada que celebrar. Además, el mandador que sin duda seguirá siendo irrevelable. Hay que denunciar ante la opinión pública verdaderamente democratic a quien durante décadas amamantó a todas estas fuerzas de extrema derecha: esa misma vieja democracia corrupta y opresora de nuestro pueblo. Lo hizo al no castigar nunca los crímenes del régimen militar fascista –cuyas organizaciones anticomunistas de entonces son la génesis de estas anomalías actuales y sus grupos paramilitares, y que desembocó en la campaña de Bolsonaro del 8 de enero. Fue en esta vieja democracia que estalló el número de genocidios, principalmente de negros y pobres en operaciones de guerra contra ellos en las favelas y áreas rurales de todo Brasil, al mismo tiempo que tanto se hablaba de “representación en los espacios de poder”. ” para desviar la revuelta de las masas contra la vía institucional legitimadora del viejo Estado genocida y sometiéndolas. La vía parlamentaria resultó ser un completo cretinismo electoral, sus agentes cínicos vendedores de ilusiones y prestidigitadores de los errores y desventuras de las masas populares. Puede decirse que Marielle fue víctima, a la vez, de la extrema derecha armada y de la ilusión con esta vieja democracia genocida.