Thursday, July 6, 2023

Los eventos de la rebelión de Prigozhin y la mistificación del real poderío militar y político del imperialismo ruso

 

Los camaradas Maoístas de Rusial, publicaron un informe sobre la situación politica en Rusia, Las dos caras de la moneda fascista: la lucha y farsa entre la PMC “Wagner” y el Ministro de Defensa, de fecha 30 de junio 2023, fue  con ocasión de los hechos relacionados al llamado motin de Prigoischin, donde en su introducción con suma claridad dicen lo siguiente:

 

“A la luz de los recientes eventos de la rebelión de Prigozhin publicamos nuestro análisis de la situación política actual. Creemos que los eventos de hace dos días tienen significación histórica y casi no tienen analogía en la historia de Rusia hasta el momento. Estos eventos son también extremadamente reveladores porque demuestran el grado de desorganización e incompetencia del Estado ruso, el poder del cuál normalmente se exagera. La mistificación de la fuerza militar real y del poder político del Estado ruso sólo sirve a la reacción; debemos percibir la realidad objetiva y reconocer la profunda crisis en la cuál está estancada este podrido Estado”.

De cómo se refleja la profunda crisis de este podrido Estado ruso en la cabeza de los representantes de los imperialistas rivales en su medios de prensa, hemos escogido -no por casualidad-el artículo de  la revista reaccionaria alemana, Der Spiegel, Nr 27/1.72023, que publica bajo el título „Grietas en el régimen, seguido de la sumilla: Con su levantamiento, el líder de Wgner, Yevgeny Prigoshin, golpeó los muros del sistema autocrático de Vladimir Putin, y todos escucharon: detrás hay un hueco. ¿Cuáles son las consecuencias para Rusia, la guerra presidencial y la guerra en Ucrania? Por Christian Esch y Christina Lever (Risse im Regime, seguido de la sumilla: Mit seinem Aufstand hat der Wgner-Anführer Jewgenij Prigischin gegen die Wände von Wladimir Putins autokratischen System geklopt, und alle haben gehörtr: Dahinter ist es hohl. Was folgt daraus für Russland, den Präsidenten- und den Krieg in der Ukreine?)

El artículo sostiene, lo siguiente: que el levantamiento de Prigoschin a roto vario mitos del régimen de Putin como el mito, que desde que Putin ejerce la prsidencia de Rusia le ha devuelto la estabilidad al país después de los tiempos de inesestabilidad que vivió Rusia en los tiempos de sus antecesores „ como con el golpe de agosto de 1991, cuando los comunistas de línea dura enviaron tanques a Moscú, o la crisis constitucional de 1993, cuando el ejército bombardeó el edificio del parlamento.

El mito de la soberanía de Rusia también se ha hecho añicos. Alexander Lukashenko, el autocrata gobernante en la vecina Bielorrusia, tuvo que ayudar a resolver el conflicto interno de Rusia. que con fruición, difundió jugosos detalles en una conferencia de prensa que duró varias

Y por último, también se ha desmentido la intransigencia del señor Putin frente a los intentos de chantaje.

 

(...) El Estado de Putin fue sacudido hasta sus cimientos este fin de semana, en una crisis de la que el propio Putin es culpable. El presidente habló de una “guerra civil”, que apenas fue evitada y mostró una debilidad inesperada. Han aparecido gietas en el edificio, el miedo a un derrumbe es mayor que antes. Necesita ser reconstruido.   

(…)

¿Qué es esto ahora? ¿Un intento de golpe de estado? Pero Prigozhin no quiere derrocar a Putin (...) "Quería darle a Putin una opción: Zhigu o yo", dice Marat Gabidullin, un ex mercenario de Wagner (...) "Shoigu o yo" - eso es  el meollo del conflicto que se decidió estos días en Rusia y ha llevado al régimen de Putin a la crisis más profunda en mucho tiempo.

 

Y quizás lo más sorprendente de la crisis es cuán abiertamente el conflicto se ha estado intensificando durante meses sin que el hombre en la cima realmente se ocupe de él. El conflicto entre Priogoshin y Shoigu no es solo personal. Es estructural y, hasta cierto punto, incluso pretendido por Putin.

 

El conflicto surge directamente de la forma en que el autócrata Putin ha establecido sus fuerzas de seguridad, con responsabilidades superpuestas y jerarquías poco claras. La invasión de Ucrania del año pasado expuso al mundo a la desconcertante variedad de tropas que manda Putin, desde el "cuerpo de ejército" de las repúblicas títeres en Donbass, hasta las tropas chechenas de Ramzan Kadyrov, la guardia nacional del ex guardaespaldas de Putin, Viktor Zolotov, y la Tropa de Wagner de Prigozhin.

 

Esto también tiene que ver con la desconfianza básica que tiene Vladimir Putin en su propio ejército. A pesar de todo el militarismo que exuda la Rusia de Putin, los militares no tienen mucho que decir. Entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad Nacional, posiblemente el organismo más importante en el Estado de Putin, hay muchos hombres con experiencia en inteligencia como el propio Putin, pero ninguno con experiencia en el ejército. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, es formalmente un general del ejército, pero se le otorgó el rango de Ministro de Gestión de Desastres. En el ejército, muchos se burlan de ello.

 

Las tropas de Wagner son al mismo tiempo los competidores del ejército y su complemento; se supone que Priogoshin debe ayudar a Shoigu y presionarlo al mismo tiempo. Por lo general, las tropas de Wagner luchan juntas con el ejército, a veces se decepcionan entre sí y rara vez luchan entre sí.

 

A menudo no está claro quién tiene qué decirles que hacer (...) Es un sistema extraño y profundamente disfuncional el que ha creado Putin. Uno no sabe dónde termina la riqueza privada de Prigoschhin y comienza el Estado. ¿O es Progozhin ahora el Estado ruso? Son preguntas que paralizan cualquier resistencia en el aparato a la rebelión de Prigozhin.

 

Y termina el artículo: “Los propios rusos están tan asombrados por esto como el resto del mundo“.

 

Como comentario de nuestro, ofrecemos la parte final del artículo de los camaradas maoísta de Rusia, mucho más actual, cuando ahora los flash de noticias anuncian el regreso de Prigoschhin a Rusia:

 

“ (…)Sin embargo, el destino incierto de Prigozhin no es tan importante para el movimiento ruso ni para las masas rusas. A pesar de esto, de una cosa estamos completamente: ahora, después de esta vergonzosa farsa de enormes proporciones, el gobierno ruso mentirá de las maneras más perversas y dirá que en realidad todo estaba bajo control, que la desorganización de su poder no representaba ningún peligro para la vidas de ciudadanos y soldados, que desde un principio se preveía el desenlace pacífico. Pero de ninguna manera debemos olvidar cómo se produjo exactamente el escándalo de los hechos del 23 y 24 de junio. Todo el mundo debe saberlo, porque demuestra de la manera más clara que los reaccionarios son tigres de papel. Un análisis material de los hechos del 23 y 24 de junio muestra que todo lo que se podía salir de control, se ha salido de control. Todos los principales fascistas, sus burócratas e ideólogos de confianza estaban en pánico; todavía están cambiando sus zapatos en el aire [Nota del traductor: frase rusa que indica un cambio rápido y sin principios de posiciones/opiniones] en un vano intento de silenciar sus errores. Pero los imperialistas rusos nunca podrán hacer retroceder el reloj y retractarse de las palabras de Putin de que se está desarrollando un verdadero motín en el país, que representa una amenaza mortal para la nación y el Estado rusos, y que la situación en las ciudades rusas es extremadamente difícil debido a sus propios errores.

El Ejército y el Estado

Por lo tanto, esta situación es un síntoma de las contradicciones internas increíblemente agudizadas de la podrida sociedad rusa, que está en crisis permanente. A nivel económico, los últimos dos días son un enorme y altamente ineficiente desperdicio de recursos para los imperialistas rusos, que de otro modo podrían haber sido utilizados en el frente. A nivel político, es un precedente para la próxima intensificación de la lucha dentro de las filas de los propios imperialistas, que infligirán a regañadientes fuertes golpes desestabilizadores en su propio estado cada día que pasa. En el plano ideológico es una demostración de ausencia de principios, eclecticismo, odio y falta de respeto al pueblo.

La tesis marxista clásica de que el estado es una formación organizativa que existe para mantener las relaciones industriales a través de la violencia debe ser plenamente comprendida y aplicada a estos eventos. Analizando la sociedad rusa, concluimos que el Estado ruso se asienta sobre la base de una economía extremadamente precaria y desequilibrada, que dejó de desarrollarse definitivamente en 2014. Esta crisis económica se expresa a nivel político por la mala organización del Estado. En esencia, esto significa que no pueden organizar su violencia con eficacia y claridad a través de sus fuerzas armadas. Si pudieron usar la violencia y el ejército de manera efectiva, ¿por qué no fue tomado por una superpotencia nuclear un país subdesarrollado como Ucrania en los primeros meses de la guerra? Si su ejército (tanto sus ramas, gubernamental como privada), que apoya a su estado, está tan bien organizado, ¿por qué está en guerra consigo mismo? Todo esto apunta a tres cosas.

Primero, que los factores objetivos para el desarrollo del trabajo revolucionario están tan listos como siempre. Segundo, que el imperialismo ruso, como otros imperialismos en todo el mundo, ya no puede organizar su ejército de manera efectiva para apoyar plenamente a su propio estado y librar con éxito guerras de conquista contra el Tercer Mundo. Tercero, que el factor limitante en el proceso de desarrollo revolucionario es el subjetivo, que debemos tener aun más confianza y más fuerza en nuestro trabajo.

El escándalo del «motín» de 1917 entre el gobierno provisional de Kerensky y el general Kornilov desacreditó por completo al gobierno provisional. Fue este escándalo el que históricamente se convirtió en «la gota que colmó el vaso» que permitió a los bolcheviques organizar un levantamiento y luego defender su Estado durante varios años difíciles de guerra. ¿No es esta farsa vergonzosa comparable en su efecto desestabilizador a la farsa vergonzosa del «motín» de Kornilov? ¿No está claro que los monopolistas rusos y sus ideólogos títeres ya no son capaces de resolver sus propios problemas, que ellos mismos crean? ¿No debería esta situación dar aun más ímpetu y confianza a los revolucionarios rusos para desarrollar su trabajo de masas? Sí, sí y sí.

Concluimos este artículo con una magnífica cita del Presidente Gonzalo, que debería ser el arsenal de cualquier revolucionario:

Los que tienen oídos, úsenlos, los que tienen entendimiento -y todos los tenemos- manéjenlos. ¡Basta de necedades, basta de oscuridades! ¡Entendamos eso! ¿Qué se desenvuelve en el mundo? ¿Qué necesitamos? Necesitamos que el maoísmo sea encarnado y lo está haciendo, y que pase generando Partidos Comunistas, a manejar, a dirigir, esa nueva gran ola de la revolución mundial que se nos viene” – Presidente Gonzalo, discurso en la prisión militar el 24 de septiembre de 1992”.