Wednesday, July 9, 2025

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ: SOBRE DOS PROBLEMAS

 

 

¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

SOBRE DOS PROBLEMAS


La necesidad d elevar lo orgánico al nivel de la dirección política, al nivel de la conquista del Poder en todo el país exige un sal pues, máxime si hay una contienda a muerte entre revolución y contrarrevolución donde el enemigo también saca lecciones, por ende hay que esforzarse al máximo para construir aparatos superiores a los de la reacción. Pues bien, “Sobre dos problemas” sirve a esto.



Sobre centralismo democrático, la disciplina y la lucha de dos líneas


(Informe del Comité Central – Febrero 1994)


I. Sobre centralismo democrático, la disciplina y la lucha de dos líneas

Citas del Presidente Mao sobre disciplina, p. 270.
Citas del Presidente Mao sobre criticas, pp. 279-280
Necesidad de elevar la lucha a nivel de línea: Presidente Mao, tomo V, p. 561, sobre método dialéctico pare la unidad interna del Partido.
Tomo V p. 553, Sobre evaluación de sí mismos.
Tomo V p. 345. Sobre criticas y unirse con quienes te critican.
Tomo V, pp. 379 y 477. Sobre estilo de vida sencilla y lucha ardua.
Tres Reglas Cardinales y Ocho Advertencias.

II Sobre como concebir relación personal sujeta a la Base de Unidad Partidaria.

Obras escogidas de Marx y Engels, pp. 53 -535.
Acta de celebración del matrimonio
Citas del Presidente Mao sobre la mujer.
Punto 11 del Programa del Partido Comunista del Perú.

Febrero, 1994

Comité Central
Partido Comunista del Perú


SOBRE DOS PROBLEMAS


Ahí concluimos que el Partido sea capaz de manejar la lucha de dos líneas, y más, incluso manejar lucha antagónica con métodos no antagónicos, se desarrolla en situación concreta porque se antagoniza en situación circunscrita para resolver problemas. Aplicarla y manejarla bien. La lucha no es personal, es objetiva, no subjetiva, apunta a fortalecer el Partido y no a debilitar ni a socavar, quien sicava el Partido está cometiendo grave error.”


Presidente Gonzalo, III Pleno del CC


I. Sobre centralismo democrático, la disciplina y la lucha de dos líneas

- Citas del Presidente Mao sobre disciplina (p. 270)


"En el seno del pueblo, la democracia es correlativa al centralismo, y la libertad, a la disciplina. En ambos casos se trata de dos aspectos opuestos de un todo único, contradictorios y a la vez unidos; no debemos destacar unilateralmente uno de ellos, negando el otro. En el seno del pueblo, no se puede prescindir de la libertad, ni tampoco de la disciplina; no se puede prescindir de la democracia, ni tampoco del centralismo. Esta unidad de democracia y centralismo, y de libertad y disciplina, constituye nuestro centralismo democrático. Bajo este sistema, el pueblo disfruta de amplia democracia y libertad, pero al mismo tiempo debe mantenerse dentro de los límites de la disciplina socialista. “

Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957).



En vista de las graves infracciones de la disciplina cometidas por Chang Kuo-teo, es necesario reafirmar la disciplina del Partido, que consiste en:

1) la subordinación del militante a la organización;

2) la subordinación de la minoría a la mayoría;

3) la subordinación del nivel inferior al superior, y

4) la subordinación de todo el Partido al Comité Central. Quien viola estas reglas de disciplina, socava la unidad del Partido.

Quien viola estas reglas de disciplina socava la unidad del Partido. La experiencia demuestra que algunos infringen la disciplina del Partido porque no comprenden en qué consiste esta disciplina, y otros, como Chang Kuo-tao, la infringen a sabiendas y se aprovechan de la ignorancia de muchos miembros del Partido para lograr sus pérfidos objetivos. Por lo tanto, es necesario educar a los militantes en la disciplina del Partido, de modo que los militantes de base no sólo puedan observar ellos mismos la disciplina, sino también velar porque los dirigentes la observen igualmente, evitando así que el caso de Chang Kuo-tao se repita. Para conducir por el cauce correcto las relaciones internas del Partido, aparte de las cuatro reglas más importantes de la disciplina arriba mencionadas, debemos elaborar un reglamento interno del Partido más detallado, que sirva para asegurar la unidad de acción de los organismos dirigentes en todos los niveles.”

El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional (octubre de 1938), Obras Escogidas, t. II.

La disciplina del Partido exige, entre otras cosas, que la minoría se someta a la mayoría. La minoría, si su opinión ha sido rechazada, debe apoyar la decisión aprobada por la mayoría. Si lo estima necesario, puede volver a presentar el asunto a la reunión siguiente para su consideración, pero de ningún modo debe actuar en contra de la decisión ya adoptada.”

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido (diciembre de 1929), Obras Escogidas,

t. I.

Deben elevar (los oficiales y soldados de nuestro ejército) su sentido de la disciplina y, en forma resuelta, cumplir las órdenes, aplicar nuestra política, observar las Tres Reglas Cardinales de Disciplina y las Ocho Advertencias y fortalecer la unidad entre el ejército y el pueblo, entre el ejército y el gobierno, entre los oficiales y los soldados, y la unidad de todo el ejército; no será tolerada ninguna infracción de la disciplina.

Manifiesto del Ejército Popular de Liberación de China (octubre de 1947), Obras Escogidas, t. IV.



- Citas del Presidente Mao sobre critica y autocritica

El Partido Comunista no teme la crítica porque somos marxistas, la verdad está de nuestro lado y las masas básicas, los obreros y campesinos, están con nosotros.”

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda (12 de marzo de 1957, Obras Escogidas, t. V)

 

Los materialistas consecuentes son intrépidos; esperamos que todos los que luchan a nuestro lado asuman valientemente sus responsabilidades, superen las dificultades y no tengan miedo a los reveses o las burlas, ni vacilen en criticarnos a nosotros, los comunistas, y brindarnos sus sugerencias. Quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador: éste es el espíritu intrépido que necesitamos en nuestra lucha por el socialismo y el comunismo. Por nuestra parte,los comunistas debemos brindar facilidades a los que cooperan con nosotros establecer con ellos benas relaciones de camaradería en la tarea común y unirnos con ellos para luchar juntos.

T. V

Tenemos el arma marxista-leninista de la crítica y la autocrítica. Podemos deshacernos del mal estilo y conservar el bueno. Podemos aprender lo que ignoráamos.

T. V


Practicar a conciencia la autocrítica es otro rasgo que distingue a nuestro Partido de los demás partidos políticos. Hemos dicho que la habitación se debe limpiar regularmente, porque de otra manera se amontonará el polvo, y que tenemos que lavarnos la cara regularmente, porque de otra manera se nos cubrirá de mugre. La mente de nuestros camaradas y el trabajo de nuestro Partido pueden cubrirse de polvo y deben ser limpiados y lavados. El agua corriente no se corrompe y a los goznes de la puerta no los carcomen los gusanos. Este proverbio expresa cómo el movimiento constante impide el ataque de los microbios y otros organismos. Revisar regularmente nuestro trabajo, desarrollar durante el proceso de revisión el estilo democrático de trabajo, no temer a la crítica ni a la autocrítica y aplicar aquellas máximas populares chinas tan buenas como di todo lo que sepas y dilo sin reservas, no culpes al que hable, antes bien, toma sus palabras como una advertencia y corrige tus errores, si los has cometido, y guárdate de ellos si no has cometido ninguno: he aquí la única forma eficaz de evitar que el polvo y microbios políticos infecten la mente de nuestros camaradas y el cuerpo de nuestro Partido.”

Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas, t. III.


Dentro del Partido se producen constantemente oposición y lucha entre diferentes ideas. Esto es un reflejo, en el Partido, de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas ideológicas para resolverlas, la vida del Partido tocaría a su fin. “

Sobre la contradicción(agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.

 

Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma que garantiza la unidad interna del Partido y demás organizaciones revolucionarias en beneficio de nuestro combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma. Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y filisteo, que conduce a la degeneración política de ciertas entidades y miembros en el Partido y demás organizaciones revolucionarias.”

Contra el liberalismo (7 de septiembre de 1937), Obras Escogidas, t. II.


Al luchar contra el subjetivismo, el sectarismo y el estilo de clisé del Partido, debemos tener presentes dos principios: primero, sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro, y segundo, tratar la enfermedad para salvar al paciente. Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores pasados, y analizar y criticar en forma científica todo lo malo en el pasado, para que en el futuro el trabajo se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico trata un caso, únicamente para salvar al paciente y no para matarlo. Una persona con apendicitis se salvará si el cirujano le extrae el apéndice. Si una persona que ha cometido errores no oculta su enfermedad por temor al tratamiento, ni persiste en sus errores hasta hacerse incurable, sino que, honesta y sinceramente, desea curarse y enmendarse, debemos acogerla y curarle la enfermedad para que se convierta en un buen camarada. Jamás podremos lograr éxito si nos dejamos llevar por un impulso momentáneo y la fustigamos sin mesura. No se puede tratar con imprudencia enfermedades ideológicas o políticas; hay que adoptar el único método adecuado y eficaz: tratar la enfermedad para salvar al paciente.”

Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido (1° de febrero de 1942), Obras Escogidas, t. III.


Con relación a la critica en el seno del Partido, es preciso mencionar otro punto: algunos camaradas, al hacer críticas, pasan por alto las cuestiones importantes y limitan su atención a las mezquinas. No comprenden que la tarea principal de la crítica es indicar los errores políticos y de organización. Por lo que respecta a los defectos personales, a menos que estén vinculados a errores políticos y de organización, no hay que censurarlos demasiado para no sumir a los camaradas en el desconcierto. Además, si semejante crítica se desarrolla la atención de los miembros del partido se concentrará exclusivamente en defectos de poca monta, y todos se volverán tímidos y cautelosos y olvidarán las tareas políticas del Partido. Esto es un grave peligro.”

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido (diciembre de 1929), Obras Escogidas, t. I.


En la critica en el seno del Partido, debemos guardarnos del subjetivismo, los juicios arbitrarios y la banalización de la crítica; toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido político.”

Ibid


La crítica dentro del Partido es un arma para fortalecer sus organizaciones y aumentar su capacidad de combate. Sin embargo, en la organización del Partido en el Ejército Rojo, la crítica no siempre tiene este carácter: a veces se convierte en ataque personal. A consecuencia de ello, no sólo se perjudica a los individuos, sino también a la organización del Partido. Esta es una manifestación de individualismo pequeñoburgués. El método para corregirla es ayudar a los miembros del Partido a comprender que la critica tiene por objeto aumentar la capacidad de combate del Partido a fin de lograr la victoria en la lucha de clases, y que no debe utilizarse para realizar ataques personales.”

Ibid


Porque servimos al pueblo, no tememos que se nos señalen y critiquen los defectos que tengamos. Cualquiera, sea quien fuere, puede señalar nuestros defectos. Si tiene razón, los corregiremos. Si lo que se propone beneficia al pueblo, actuaremos de acuerdo con ello.”

Servir al pueblo (8 de septiembre de 1944), Obras Escogidas, t. III.


- Necesidad de elevar la lucha a nivel de línea. Presidente Mao


T. V p. 561 Sobre el método dialéctico para la unidad interna del partido[*] (18 de noviembre de 195)

Método dialéctico para la unidad interna del partido
“En lo referente al problema de la unidad, quisiera decir unas palabras sobre su método. A mi parecer, debemos tomar una actitud de unidad para con todos los camaradas, sean quienes fueren, exceptuando a los elementos hostiles y saboteadores. En el trato con los camaradas, debemos adoptar el método dialéctico y no el metafísico. ¿Qué significa aquí el método dialéctico? Significa tratar todas las cosas de manera analítica, reconocer que todo hombre puede incurrir en errores y no descalificar completamente a alguien por el hecho de haberlos cometido. Lenin dijo que no hay en el mundo persona alguna que no cometa errores. Toda persona necesita el apoyo de otras. Hasta un valiente precisa la ayuda de otras tres personas y una cerca, el sostén de tres estacas. Siendo tan bellas las flores de loto, sólo con el verdor de las hojas resalta su hermosura. Estos son proverbios chinos. En China hay otro proverbio que reza: Tres simples zapateros hacen un sabio Chuke Liang. Un Chuke Liang por sí solo nunca es perfecto, siempre tiene limitaciones. Miren el caso de nuestra Declaración de doce países: Ya hemos sacado el primero, segundo, tercero y cuarto borradores, pero hasta ahora no se ha terminado de pulirla. Pienso que es inadecuada toda idea que lo lleve a uno a echárselas de sabelotodo y omnipotente como Dios. Así las cosas, ¿qué actitud debemos tomar para con los camaradas que incurren en errores? Hacer análisis y adoptar el método dialéctico y no el metafísico. Hubo un tiempo en que nuestro Partido se vio sumido en la metafísica -- el dogmatismo --, que anuló por completo a todos aquellos que no agradaban a los dogmáticos. Más tarde, criticamos el dogmatismo y poco a poco fuimos   aprendiendo algo más de dialéctica. El concepto fundamental de la dialéctica es la unidad de los contrarios. Si se lo acepta, ¿cómo se debe entonces tratar a los camaradas que han cometido errores? En primer lugar, luchar contra ellos a fin de liquidar completamente sus ideas erróneas y, en segundo, ayudarles. 0 sea, primero, luchar y, segundo, ayudar. Partiendo de la buena voluntad, ayudarles a corregir sus errores de modo que tengan una salida.

    En cuanto a otro tipo de gentes, el método debe ser distinto. Para con personas como Trotski o como Chen Tu-siu, Chang Kuo-tao y Kao Kang en China, no había manera de asumir una actitud de ayuda, pues ellos eran incurables. Hubo, además, otros individuos incurables como Hitler, Chiang Kai-shek y el zar; con ellos no podíamos hacer otra cosa que derribarlos, porque existía una incompatibilidad absoluta entre ellos y nosotros. En este sentido, no tenían un carácter doble sino único. Lo mismo ocurre, en última instancia, con el sistema imperialista, con el sistema capitalista, que a la postre serán reemplazados inevitablemente por el sistema socialista. Así sucede también con la ideología: Hay que reemplazar el idealismo con el materialismo, y el teísmo con el ateísmo. Esto es así desde el punto de vista de nuestro objetivo estratégico. En lo tocante a las etapas tácticas, el caso es diferente, pues ellas admiten compromisos. ¿No llegamos a un compromiso con los norteamericanos en el paralelo;e de Corea? ¿No se hizo otro tanto con los franceses en Viet Nam?

    En las diversas etapas tácticas, debemos saber luchar y, al mismo tiempo, saber hacer compromisos. Volvamos ahora a detenernos en las relaciones entre camaradas. Propongo aquí que celebren negociaciones aquellos camaradas entre los que haya falta de comprensión. Algunos parecen considerar que, una vez ingresados en el Partido Comunista, todos se convierten en santos, quedan libres de divergencias, de malentendidos, y se encuentran más allá de todo análisis, es decir, que conforman un todo monolítico cual una lámina de acero, que son uniformes y parejos y, en consecuencia, no necesitan de negociaciones. A ellos les parece que, una vez dentro del Partido Comunista, todos han de ser marxistas en el 100 por ciento. En realidad, hay diversos tipos de marxistas: marxistas en un 100 por ciento, marxistas en un 90 por ciento, marxistas en un 80 por ciento, marxistas en un 70 por ciento, marxistas en un 60 por ciento, marxistas en un 50 por ciento, y algunos son marxistas sólo en un 10 ó 20 por ciento. ¿No podemos conversar entre dos o varias personas en un pequeño cuarto? ¿No podemos celebrar negociaciones partiendo del deseo de unidad y con un espíritu de ayuda? Claro que no se trata de negociaciones con el imperialismo (con éste también necesitamos celebrar negociaciones), sino de negociaciones internas entre comunistas. Pongamos un ejemplo: ¿Acaso no es sostener negociaciones lo que están haciendo aquí los doce países reunidos? ¿No es negociar lo que están haciendo los sesenta y tantos Partidos? Efectivamente, eso es lo que hacemos. En otras palabras, a condición de no menoscabar los principios marxista-leninistas, aceptamos las opiniones aceptables de otros y desechamos aquellas nuestras que pueden ser desechadas. Así, actuamos con dos manos: una para la lucha con los camaradas que incurren en errores y la otra para la unidad con ellos. El propósito de la lucha es perseverar en los principios marxistas, lo cual supone la fidelidad a los principios. Esta es una mano; la otra es para velar por la unidad. El propósito de la unidad es dar una salida a esos camaradas, contrayendo compromisos con ellos, lo que significa flexibilidad. La integración de la fidelidad a los principios con la flexibilidad constituye un principio marxista-leninista y es una unidad de contrarios.

    El mundo, sea cual fuere su tipificación, está lleno de contradicciones, y esto, por supuesto, es particularmente cierto para las sociedades de clases. Algunos dicen que en la sociedad socialista se puede "hallar" contradicciones. Esta manera de plantear las cosas me parece incorrecta. De lo que se trata no es de si se puede o no hallar contradicciones, sino de que esta sociedad está llena de contradicciones. No hay lugar alguno donde no existan contradicciones, ni hay nadie que escape a todo análisis. Es metafísico admitir la existencia de una persona que no sea susceptible de análisis. Fíjense, el mismo átomo encierra todo un complejo de unidades de contrarios. El es una unidad de dos contrarios: núcleo atómico y electrones. El núcleo atómico, a su vez, es una unidad de contrarios: protones y neutrones. Dado que existen protones, hay también antiprotones, y dado que existen neutrones, hay también antineutrones. En una palabra, la unidad de los contrarios es omnipresente. Respecto al concepto de la unidad de los contrarios, respecto a la dialéctica, es necesario hacer una amplia propaganda. Yo diría que la dialéctica debe salir del cenáculo de los filósofos para llegar a las amplias masas populares. Propongo que se aborde este problema en las reuniones de los burós políticos de los diversos Partidos y en las sesiones plenarias de sus comités centrales, así como en las reuniones de sus comités locales a todos los niveles. En realidad, nuestros secretarios de célula comprenden de veras la dialéctica. Cuando se preparan para hacer un informe en una reunión de célula, acostumbran dejar escritos en sus libretas los dos aspectos de las cosas: primero, los aciertos y, segundo, las deficiencias. Uno se divide en dos: Este es un fenómeno universal, esto es dialéctica. “

 

- Sobre evaluación de sí mismos. P 553

La burguesía y sus intelectuales deben reconocer la necesidad que tienen de remodelarse. Los derechistas negaron esta necesidad y, por añadidura, influyeron en otra gente para que se mostrara renuente a hacerlo alegando que ya estaba transformada. Chang Nai-chi dijo una vez que eso de la remodelación era un horror, que era como arrancarle a uno los tendones y el pellejo. Nosotros la describimos como renacer con nuevos huesos, pero él afirma que renacer con nuevos huesos implica arrancarle a uno los tendones y el pellejo. ¿Quién le va a arrancar los tendones y el pellejo a ese señor? Mucha gente ha olvidado cuál es nuestra finalidad, por qué hemos de proceder como hemos procedido y qué ventajas ofrece el socialismo. ¿Para qué se necesita la remodelación ideológica? Precisamente para que los intelectuales burgueses adquieran la concepción proletaria del mundo y se conviertan en intelectuales proletarios. Los intelectuales viejos se verán obligados a cambiar, pues se están formando intelectuales nuevos. En punto a erudición, de estos últimos ciertamente se puede decir que ahora valen poco, pero valdrán mucho en el futuro. El surgimiento de esta gente nueva pondrá en jaque a los viejos hombres de ciencia, ingenieros, profesores universitarios y maestros, forzándolos a avanzar. Creemos que la gran mayoría podrá avanzar y que una parte de ellos se convertirán en intelectuales proletarios.

El proletariado debe formar su propio contingente de intelectuales, así como la burguesía tuvo que formar el suyo. Ningún Poder político de clase social alguna puede arreglárselas sin intelectuales propios. ¿Cómo podría funcionar la dictadura burguesa de los Estados Unidos si no tuviera sus intelectuales? Siendo la nuestra una dictadura proletaria, debemos formar un contingente de intelectuales propios del proletariado, contingente que incluya a todos aquellos intelectuales procedentes de la vieja sociedad que, como resultado de la reeducación, hayan hecho sólidamente suya la posición de la clase obrera. Entre los derechistas que se resisten a cambiar se cuenta probablemente ese tal Chang Nai-chi. Si usted le aconseja que se convierta en un intelectual proletario, dirá que no, que él hace tiempo se transformó y que es un "burgués rojo". Pero toda autodefinición necesita someterse a un examen colectivo, es decir, uno tiene derecho a definirse a sí mismo como le parezca, pero es indispensable someter esto a un examen de la comunidad. A él le decimos: "Usted no ha alcanzado esa calificación. Usted, Chang Nai-chi, es un burgués blanco." Hay quienes abogan por ser calificados primero y rojos554 después. ¡Eso significaría nada menos que hacerse blancos primero y rojos después! Ellos se niegan a ser rojos ahora, diciendo que lo serán en el futuro. Cabe preguntar: Si no son rojos ahora, ¿qué color tienen? ¿No es acaso el color blanco? Los intelectuales deben ser rojos y a la vez calificados. Para tornarse rojos, tienen que tomar landecisión de desprenderse definitivamente de su concepción del mundo. Esto no implica la necesidad de leer gran cantidad de libros, pero sí la de adquirir una verdadera comprensión

de qué es el proletariado y qué la dictadura proletaria, por qué el proletariado es la única clase que tiene porvenir en tanto que todas las demás son clases transitorias, por qué nuestro país debe seguir el camino socialista y no el capitalista, por qué es indispensable la dirección del Partido Comunista, et c., etc.“


- Sobre críticas y unirse con quienes te critican, p 345

"En cuanto a la lucha contra el sectarismo, vale la pena hablar, en particular, de la necesidad de unirnos con los que nos han combatido. Veamos: Una persona se ha agarrado a puños contigo, te ha derribado al suelo, haciéndote sufrir y cubriéndote de vergüenza, y, aunque no eres tan malo, te ha elevado a la "dignidad" de oportunistas. Si te ha pegado con justicia, ha hecho lo debido; pues, siendo tú oportunista, ¿por qué no había de pegarte? Pero a lo que aquí me refiero es a golpes y ataques injustos. Si, más tarde, aquéllos cambian de actitud reconociendo que hicieron mal y que

Fue inadecuado proclamarte rey del reino del oportunismo, basta eso para hacer borrón y cuenta nueva. Si, después de todo, uno que otro se niega a reconocerlo, ¿se puede o no esperar? Sí, se puede. Por unidad se entiende que debes unirte con aquellos que tienen divergencias contigo, que te menosprecian y te tratan sin consideración, que se han llevado mal contigo, que te han combatido o te han hecho sufrir. Con aquellos cuyas opiniones son idénticas a las tuyas, como ya están unidos contigo, la unidad no se presenta como problema. Se presenta como tal en el caso de los que todavía no están unidos contigo. Con esto me refiero a aquellos cuyas opiniones son divergentes de las tuyas o que adolecen de graves defectos. En nuestro Partido, por ejemplo, hay actualmente muchos militantes que en lo orgánico han ingresado al Partido, pero ideológicamente no. Ellos pueden no haberse peleado o cruzado puñetazos contigo, pero, como no han ingresado al Partido en lo ideológico, inevitablemente lo que hacen no es muy apropiado, peca de deficiencias o incluso es malo. Con éstos es preciso fomentar la unidad, educarlos y ayudarlos. Ya dije en otra ocasión que, respecto a cualquiera que tenga defectos o haya incurrido en errores, no solamente hay que observar si se corrige o no, sino también ayudarle a corregirse; por un lado, observar y, por el otro, ayudar.

Es una actitud pasiva y no dinámica la de quien se queda con los brazos cruzados y se limita a observar cómo actúa el otro : Si actúas bien, bueno está, y si metes la pata, que te jorobes. Los marxistas debemos adoptar una actitud dinámica: no sólo observar, sino también ayudar.“

 

- Sobre el estilo de vida sencilla y lucha dura (Marzo de 1957)
 
“Soy partidario de que, en tiempos de paz, se disminuya
gradualmente la diferencia de sueldos entre los cuadros militares y los cuadros civiles, pero sin que esto suponga un igualitarismo total. He sostenido invariablemente que el Ejército debe mantener el estilo de vida sencilla y lucha dura y convertirse en un modelo para los demás. En 1949, en una reunión efectuada en este mismo lugar, uno de nuestros generales propuso un aumento de sueldos en el Ejército. Muchos camaradas apoyaron la proposición, pero yo la objeté. El argumento que él expuso fue que, en cada comida, un capitalista se hacía servir, junto con el arroz, cinco platos, mientras que en el Ejército de Liberación se lo acompañaba sólo con agua-sal y un poco de repollo vinagre, cosa que, según el, era inadmisible. Yo dije que esto era una cosa buena. Que el capitalista bien podía servirse sus cinco platos, mientras nosotros comíamos nuestro repollo vinagre. De este repollo nace la política y nace el ejemplo. El Ejército de Liberación se ha ganado el corazón de la gente precisamente gracias a este repollo vinagre, aparte de otras razones, naturalmente. Ahora, la alimentación de las tropas ha mejorado y es, en cierta medida, diferente de cuando no había más que repollo vinagre. Sin embargo, lo fundamental es que sigamos propugnando el estilo de vida sencilla y lucha dura, que es una cualidad política propia de nosotros. Chinchou está en una zona productora de manzanas. Era otoño cuando se libraba la campaña de Liaosi y, aunque los habitantes tenían en sus casas muchas manzanas, nuestros soldados no tocaron una sola. Quedé profundamente conmovido al leer esta noticia. Los combatientes tenían conciencia de que era noble dejar las manzanas donde estaban, e indigno comerlas, ya que ellas pertenecían al pueblo. Nuestra disciplina está cimentada en esta conciencia, que es resultado de la dirección y la educación de nuestro Partido. El hombre debe tener algo de espíritu; el espíritu revolucionario proletario viene precisamente de esta conciencia. ¿Murió alguien de hambre por no haber comido una manzana? No murió nadie, pues teníamos mijo y repollo vinagre. Los camaradas aquí presentes deben estar preparados para alojarse en chozas cuando sea necesario. Durante la Gran Marcha, cuando atravesábamos las estepas pantanosas, pudimos arreglárnoslas sin chozas siquiera. Hoy, cuando las tenemos, ¿por qué no hemos de poder vivir en ellas? En estos días, los camaradas del Ejército, en una reunión suya, han expresado ardientemente su deseo de practicar la austeridad. Si el Ejército puede proceder así, con mayor razón deben los demás trabajar duro y llevar una vida sencilla. De otra manera, se verán puestos en jaque por el Ejército. Entre los asistentes a esta sesión, hay tanto civiles como militares. Ponemos en jaque a los primeros con el ejemplo de los últimos. E1 Ejército de Liberación es un buen ejército; siento mucho cariño por él. Es preciso reforzar el trabajo político. En todos los frentes, sea en lo civil o en lo militar, trátese de fábricas, zonas rurales, establecimientos comerciales, centros docentes, unidades militares, organismos del Partido y del gobierno u organizaciones populares, es necesario hacer el máximo por reforzar el trabajo político, a fin de elevar el nivel político de los cuadros y de las masas.“

T. V p 379


Nuestros camaradas deben tener presente que no es bueno vivir a costa de su calidad de funcionarios, de su jerarquía oficial, de la antigüedad de sus hojas de servicios. En cuanto a la antigüedad, los largos años que hemos dedicado a la revolución son, ciertamente algo que inspira confianza, pero no está bien que vivamos a costa de ella. Tú tienes, es verdad, una hoja de servicios de varios decenios. No obstante, el pueblo no te perdonará si alguna vez haces tonterías o profieres absurdos. Por muchos que sean los servicios que prestaste y muy alta tu posición, el pueblo no te perdonará si en el presente perjudicas sus intereses al no trabajar bien o tratar desacertadamente los problemas. Por eso, nuestros camaradas no deben vivir a expensas de la antigüedad de sus hojas de servicios,sino, más bien, preocuparse de resolver correctamente los problemas. En lo que uno debe sustentarse es en la solución correcta de los problemas y no en la antigüedad. Siendo imposible vivir a costa de la antigüedad, es mejor que te desprendas lisa y llanamente de ella, como si nunca hubieras sido funcionario; en otras palabras, que dejes de darte aires de señor, de burócrata, que te guardes todos esos aires y vayas a verte con el pueblo y con tus subordinados. Este punto merece la atención de nuestros cuadros y, en especial, de los veteranos. Los cuadros nuevos generalmente no cargan con tales lastres y por eso se comportan con más libertad. Es preciso que los cuadros veteranos traten en pie de igualdad a los nuevos cuadros. En muchos aspectos, los primeros no pueden equipararse con los últimos, razón por lacual deben aprender de ellos.”

T. V p 477
 

- Tres Reglas Cardinales de Disciplina y las Ocho Advertencias


1. Las Tres Reglas Cardinales de Disciplina y las Ocho Advertencias de nuestro ejército1 se practican desde hace muchos años, pero su contenido varía ligeramente según las tropas de las diferentes regiones. Ahora se las ha unificado y se las promulga de nuevo. Que se tome esta versión como norma para efectuar un profundo trabajo educativo y se las observe estrictamente. En cuanto a otros asuntos que requieren atención, el mando de las fuerzas armadas de las diferentes regiones puede establecer, de acuerdo con las condiciones específicas, puntos adicionales y ordenar su aplicación.

2, Las Tres Reglas Cardinales de Disciplina son las siguientes:

1) Obedecer las órdenes en todas las acciones.
2) No tomar a las masas ni una solo aguja ni una solo hebra de hilo.
3) Entregar todas las casas capturadas.

3. Las Ocho Advertencias son las siguientes:

1) Hablar con cortesía.
2) Pagar con honradez lo que se compre.
3) Devolver toda cosa solicitada en préstamo.
4) Indemnizar par todo objeto dañado.
5) No pegar ni injuriar a la gente.
6) No estropear los sembrados.
7) No tomarse libertades con las mujeres.
8) No maltratar a los prisioneros.

Instrucciones del Alto Mando del Ejército Popular de Liberación de China sobre la nueva promulgación de Las Tres Reglas Cardinales de Disciplina y Las Ocho Advertencias (10 de octubre de 1947), Obras Escogidas, t. IV.


(2a. Parte próximamente)