Continuando con estas notas, con cargo a continuar más adelante la parte todavía inconclusa de la inversión extranjera directa, damos paso a nuestras anotaciones y comentarios de nuestras lecturas de estudios y artículos aparecidos en libros, revistas, etc. sobre el carácter de la sociedad, las relaciones sociales de producción y la lucha de clases en nuestro país. Anotamos, que en algunos casos recurrimos a casos sobre estudios de otros países de América Latina referentes a las relaciones de producción que se están dando como consecuencia de la evolución de la semifeudalidad por el capitalismo burocrático.
El Presidente Gonzalo aplicado el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente del maoísmo nuestra realidad ha demostrado cómo el carácter semifeudal y semicolonial del Perú contemporáneo se mantiene y desarrollan nuevas modalidades, y particularmente cómo es que se ha desarrollado el capitalismo burocrático sobre esta base en todo el proceso de la sociedad contemporánea, problema de trascendencia para comprender el carácter de la sociedad y de la revolución peruana.
Carácter de la sociedad peruana contemporánea, que no solo se mantiene sino, que en medio de su crisis general irreversible y proceso de barrimiento por la guerra popular, se profundiza como venimos viendo en estas notas. En ese su proceso da manotazos como bestia herida de muerte.
Las notaciones y comentarios nos hacen ver que el capitalismo burocrático no permite el desarrollo de la economía nacional, por lo tanto, lo que dice la LOD revisionista y capitulacionista de que con el “neoliberalismo” el Perú ha devenido en “capitalista” solo puede ser producto del movimiento fantástico en su cabeza.
Lo que debemos saber es que buscan confundir problemas y de esa manera apuntar a plantearnos que hay un proceso capitalista que avanza, y así soslayar y encubrir el capitalismo burocrático.
Como reiteradamente hemos citado, el Presidente Gonzalo, expresamente señala al respecto:
“... algunos sostienen que plantear el capitalismo burocrático en el país es desconocer su carácter semifeudal y semicolonial; dicen que encubiertamente se plantea que el país es capitalista. Éste es un error que desconoce las leyes del desarrollo social de nuestro país y de los países
atrasados; porque, precisamente, el capitalismo burocrático no es sino el camino del imperialismo en un país semifeudal y semicolonial, sin condición semifeudal y semicolonial no habría capitalismo burocrático, así, plantear la existencia del capitalismo burocrático es plantear como premisa que el país es semifeudal y semicolonial..."
Con estas anotaciones y comentarios veremos las situaciones específicas, concretas en el Perú (partiendo del capitalismo burocrático) que están llevando a un desenfrenado despojo de la propiedad de los campesinos.
El caduco sistema semifeudal sigue subsistiendo y marcando al país desde sus bases más profundas hasta sus más elaboradas ideas y, en esencia, manteniendo persistente el problema de la tierra, motor de la lucha de clases del campesinado, especialmente pobre que es la inmensa mayoría.
Citas de estudios de autores burgueses o pequeñoburguéses:
Comenzando, de uno de ellos extraemos los siguientes datos y comentarios del artículo “Grandes irrigaciones: mucho ruido y poca agua”, Laureano del Castillo, pág. 95 de la revista Debate Sagrario N.º 51, CEPES, Lima, febrero de 2024:
- Desde la década de 1990, el Estado peruano ha retomado el impulso de
grandes irrigaciones en la costa.
- La característica de este «nuevo impulso» a las irrigaciones es que se trata de grandes obras que comprometen ingentes recursos básicamente estatales y, por otro lado, que se busca que las tierras así ganadas se destinen a la producción para la exportación (consumiendo más del 44% del presupuesto agrario nacional).
- Además de la inversión en la construcción de túneles, represas y grandes canales para conducir el agua a trasvasar.
- Para beneficiar a algunas empresas.
- El Estado destina desde hace más de dos décadas importantes recursos, consistentes en subsidios a las empresas agrarias, sobre todo aquellas dedicadas a la agroexportación, el más significativo de ellos la reducción del impuesto a la renta en 50 %.
- Del total de las más de 2 millones 200 mil unidades agropecuarias que contabilizó el último Censo Nacional Agropecuario, estos beneficios alcanzan solo al 0,1 %. Esas ventajas generosas no llegan al 97 % de las unidades agropecuarias que comprenden a la agricultura familiar, pese a la vigencia de leyes y documentos oficiales que quedan así en letra muerta.
- Luego de más de 80 años, el proyecto Olmos fue finalmente ejecutado, pero con significativos cambios. Siguiendo la pauta establecida para la construcción de las primeras etapas del proyecto Chavimochic, en la que se privilegió la venta de tierras en grandes lotes, solo unas pocas empresas resultaron adjudicándose tierras en Olmos. Once de ellas concentraron el 84 % de la superficie irrigada en el caso de Chavimochic (48 mil ha) y, en el caso de Olmos, 14 empresas, incluida Odebrecht (que se encargó de ejecutar la obra de irrigación), se adjudicaron las 38 mil ha subastadas
Están pendientes de ejecución, sin embargo, distintos proyectos de irrigación en la costa, como Chinecas, el de Alto Piura y el de Majes Siguas II, al último de los cuales se refirió también la presidenta Boluarte en su mensaje de 28 de julio 2024.
- Los proyectos de irrigación han estado claramente orientados en los últimos años hacia la agroexportación. Así sucedió cuando se hacía la promoción para invitar a las empresas a participar en la subasta de tierras de Olmos. La pieza central de este modelo era la llamada Ley de Promoción del Sector Agrario (N.° 27360, publicada en 2000), que consistía en una serie de beneficios tributarios, verdaderos subsidios a las empresas, además de establecer un régimen laboral especial para los trabajadores de dichas empresas agrarias.
- Con la finalidad de conocer a cuánto ascendían los subsidios a las empresas en los procesos de subasta de tierras de los proyectos de irrigación a partir de 1990, Cepes desarrolló una investigación que revisó los subsidios en la inversión, los subsidios en la venta de tierras y el subsidio fiscal en las subastas públicas realizadas por el CEPRI-Tierras de los proyectos Chavimochic, Chinecas, Chira-Piura, Jequetepeque-Zaña, Majes-Siguas, Olmos,Tinajones y Pasto Grande. Dos de las conclusiones del estudio fueron las siguientes:
• El subsidio más contundente es el subsidio a la inversión. El Estado peruano ha logrado recuperar a lo más solo 7 % del costo total de los proyectos de irrigación. Resulta evidente que estos proyectos no se diseñaron para recuperar la inversión sino, por el contrario, para subsidiar al sector casi en su totalidad. […]
• Ya se mencionó, pero es importante recordarlo, que los esquemas de venta de tierras, en especial las subastas, solo han permitido que entidades con gran capacidad financiera accedan a la propiedad de las nuevas tierras. Los requisitos exigidos y la inversión necesaria en conocimiento y dinero para desarrollar estas tierras marginaron a los pequeños productores agrícolas e inversionistas de acceder a ellas. (Eguren, L., 2018, pp. 72-73)
La importancia de la agroexportación:
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo celebró así este crecimiento, en febrero de 2023:
«¡Gran noticia! Las agroexportaciones peruanas lograron un nuevo récord en 2022 tras alcanzar los US$ 9 807 millones, cifra 12,3 % mayor a la registrada en el 2021»(Mincetur, 2023).
Ese crecimiento se ha dado, sin embargo, a costa de ingentes recursos públicos, el más importante de ellos, el mantenimiento por más de 30 años de regímenes tributarios y laborales especiales (pues la Ley N.° 27360 fue precedida por el Decreto Legislativo N.° 885, de Sobre esa ley, su derogación y reemplazo por la vigente Ley N.° 31110 puede verse en Del Castillo (2022, pp. 17-19).110 Laureano del Castillo 1996), además de inversiones públicas en sanidad agraria y en promoción internacional de mercados.
Con toda la importancia que tiene la agroexportación, hay un dato incontrastable: las empresas que se beneficiaron de este régimen especial eran cerca de 2 200 (según afirmó a inicios de 2021 el entonces ministro de Desarrollo Agrario, Federico Tenorio), en tanto que el IV Cenagro en 2012 arrojó que el universo de unidades agropecuarias era de más de 2 millones 200 mil, lo que equivale al 0,1 %. La mayoría de las unidades agropecuarias (el 97 %) está compuesta por pequeños agricultores y minifundistas, tal como señala la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar 2015-2021.
Luego de los hechos extractados del artículo “Grandes irrigaciones: mucho ruido y poca agua”, Laureano del Castillo, comentamos:
¿QUÉ ES LO QUE NOS REVELAN ESTOS HECHOS ESCUETOS?
Los hechos expuestos nos revelan como se dan los dos caminos del desarrollo del capitalismo en el agro que se enfrentan y chocan: el capitalismo que les da las tierras, dentro del camino campesino y las formas de propiedad capitalista dentro del camino terrateniente que evoluciona la semifeudalidad bajo el capitalismo burocrático. Y quien señorea esto es la gran burguesía y el imperialismo.
1. Simplemente que la gran burguesía se ha apropiado de las nuevas tierras incorporadas a la agricultura por las grandes irrigaciones del estado en la costa en su propio beneficio y el del imperialismo. Es una de las formas con las cuales se ha desarrollado la nueva concentración de la tierra en grandes latifundios, mucho mayor que antes de las llamadas leyes de “Reforma Agraria”.
2. La reacción, para desenvolver sus planes sobre todo da facilidades a la gran propiedad, a la gran burguesía, a los terratenientes, al imperialismo para que puedan invertir en grandes áreas para productos que se exporte, para la llamada agroindustria de exportación.
3. Pero ¿qué tipo de capitalismo es el que se desarrollo con estos planes reaccionarios? ¿el capitalismo que les da las tierras al campsino, dentro del camino campesino o las formas de propiedad capitalista dentro del camino terrateniente que evoluciona la semifeudalidad bajo el capitalismo burocrático? ¿quién señorea de todo esto?: la gran burguesía y el imperialismo.
4. Se desarrolla el asalariamiento de las relaciones de trabajo que no va acompañado de una plena proletarización y concentraciones obreras de importancia en el campo. Porque parte de ellos son semiproletarios que una parte del tiempo trabajan en sus propias tierras en la sierra, están atados a la tierra, que es su tierra y trabajan en las empresas agroindustriales de la costa cuando hay más necesidad de mano de obra desenvolviéndose como semiproletarios. Otra parte son proletarios agrícolas que han emigrado de la sierra dejando a toda la familia dedicada a la producción de subsistencia en su propia parcela. Otra parte son proletarios sin ligazón con la tierra.
Lo anteriormente señalado es general en todo el proceso agrario en el país, no sólo en las empresas agroindustriales, no solo en la costa sino también en la sierra y en la selva (sobre esta cuestión volveremos muchas veces en lo sucesivo)
5. Es un hecho que los desocupados, eventuales, asalariados agrícolas contratados, los semiproletarios, son grandes masas explotadas y viven en durísimas condiciones condenados a tal situación por el mismo carácter del país, su situación de miseria y precariedad laboral reforzada por las propias leyes laborales, todo lo que revela esa situación a medio camino entre el régimen de la semifeudalidad y de las relaciones capitalistas, propio del camino del capitalismo burocrático que se desenvuelve en nuestro país sobre la base de la condición semicolonial y semifeudal.
6. La clave aquí es asalariado agrícola, el marxismo siempre ha insistido en esto, ese asalariado es más próximo al proletariado que al propio campesinado porque son hermanos, hermanos en distintas funciones.
Queda para tratar la parte del artículo “Grandes irrigaciones: mucho ruido y poca agua”, Laureano del Castillo, pág. 95 de la revista Debate Agrario N.º 51, CEPES, Lima, febrero de 2024, referente a la “importancia de la agroexportación”, que lo dejamos para próximas engtreegas porque tiene que ver con que el capitalismo burocrático sirve a las necesidades del imperialismo y es contrario a los intereses del país, entre ellos la llamada “seguridad alimentaria”.