Rodrigo Curipan, werken de Lof Rankilko:
“Hoy día se marca un hito de injusticia, una forma en que se abren puertas al secuestro político contra los mapuche”
El 14 de junio pasado la Comunidad
Autónoma de Temucuicui sufrió un salvaje allanamiento y su autoridad máxima
desapareció por casi 1 día: “Queipul fue vendado de sus ojos y subido a una
camioneta roja, donde se le amenazóy torturó, donde horas más tarde fue dejado
amarrado de pies y manos en un camino rural de la ciudad de Traiguen”. http://werken.cl/carabineros-de-civil-secuestraron-y-torturaron-a-longko-mapuche-victor-queipul-tras-salvaje-allanamiento/
Ante este hecho, se presentó una
querella en contra de quienes resulten responsables. El 17 de mayo en el
Juzgado de Garantía de Collipulli, el Ministerio Público decidió no perseverar
en la investigación, generando la indignación de los comuneros que se
encontraban en la sala. El lonko Queipul señaló hace unos días: “Nosotros no
somos terroristas, somos gente que pensamos de otra manera, somos mapuche.
Tenemos nuestra propia cultura, nuestras propias autoridades tradicionales.
Hemos venido trabajando y defendiendo nuestra cultura, tierras y naturaleza. Le
pido a todas las personas mapuche y no mapuche, que solidarizan con nuestra
causa, a estar atentos, organizarse y ponerse firmes. Tenemos fuerza,
convicción y lucharemos por nuestros territorios aquí en Malleco.” http://www.elciudadano.cl/justicia/habla-el-lonko-victor-queipul-tras-polemico-cierre-de-investigacion-por-su-secuestro/05/19/
Conversamos con Rodrigo Curipán,
werken del Lof Rankilko y miembro de las comunidades en resistencia de Malleco,
para profundizar sobre este hecho
¿Cómo explicas lo sucedido en la sala de
audiencia?
Lo que sucedió en el Tribunal de Collipulli
responde claramente a una situación que se ha venido dando a lo largo de muchos
años, en relación a cuál ha sido el accionar del Ministerio Público respecto a
la situación de los mapuche.
A nosotros nos preocupa como comunidades.
Primero, no solo por el hecho de la injusticia que ya, también de una u otra
manera, se ha venido haciendo rutinario en el actuar del Estado frente a la
situación mapuche. ¿Cuál es lo delicado de la situación en que estamos hoy día?
Que el Ministerio Público nunca realizó una investigación. Lo
que intentó el Ministerio Publico fue aparentar que él tenía que realizar
diligencias, pero nunca las hizo, entonces es fácil para el Ministerio Público
decir a la opinión pública que hicieron diligencias, cuando no hay como
contradecir eso.
Nosotros creemos que el Ministerio Público nunca
iba a tener una objetividad para materializar la investigación, porque en
definitiva, el que estaba a cargo de los hechos el día del allanamiento,
también era el Ministerio Público. Entonces, difícilmente el ministerio iba a
tratar de desarrollar la investigación cuando finalmente ellos tenían que
autoinvestigarse, es decir, buscar cuál fue la participación del Ministerio
Público para que eso sucediera y había una altísima posibilidad que se
estuviera al tanto de la situación.
Es decir, estamos hoy día frente a lo que se
puede denominar el secuestro político por parte del Estado frente a los
mapuche. Es un mecanismo de presión, un mecanismo de amedrentamiento
que lo han venido utilizando.
Desde el punto de vista legal, ellos saben que
nos le ha resultado, porque cuando han hecho allanamientos, cuando hay
encarcelamiento al mapuche, -que también es un secuestro, por eso que existen
hoy día los prisioneros políticos-, lo enmarcan dentro del contexto legal del
Estado que ellos tienen… muchas de las causas que ellos intentaron montar contra
dirigentes mapuche, contra integrantes de comunidades, en proceso firme por
establecer la autonomía mapuche, no tuvieron resultados en los tribunales.
Entonces, hoy día acuden a este tipo de amedrentamiento.
Hoy no nos cabe duda que se intenta terminar con
la oposición más clara que tiene hoy el Estado de Chile y va a intentar
utilizar todos los medios posibles, entre ellos el secuestro como tal, que
tiene motivación política detrás. ¿Cómo se podría pensar algo distinto? Si esto
se orquesta y se materializa justamente en un allanamiento que se estaba
produciendo en la zona, en la casa del lonko específicamente y que desaparezca
frente a los ojos de ese allanamiento terminando en manos de desconocidos,
torturado, y tenga que aparecer 24 horas después, eso demuestra que el
Ministerio Público no tenía intenciones de hacer la investigación, no tenía
intenciones de indagar, porque finalmente iba a encontrar responsables dentro
de sus propias líneas.
¿Por qué se produce el allanamiento?
Era una orden que estaba a cargo de Héctor Leiva,
quien pidió hacer un procedimiento de allanamiento, porque se supone que ahí
había un tractor que no era de la comunidad, que se había extraído de otro
lado, lo que no lograron conseguir el día del allanamiento.
Mira, se puede utilizar cualquier razón y como no
les ha dado resultado el asunto de los montajes para poner a los mapuche en un
plano de la delincuencia -que eso es lo que buscan-, para que la gente diga:
“mira, en realidad lo que está haciendo el Estado en el sur es peleando contra
una manga de delincuentes”, pero en definitiva lo que se está luchando es una
cuestión política por donde se lo mire, la situación es así.
Lo que sucedió ese 17 de mayo es la rabia
contenida de un proceso de injusticia que hemos vivido los mapuche. Si el
Ministerio Público pensaba que nos íbamos a quedar con las manos cruzadas y que
íbamos a tolerar su forma de ponernos los pies encima con su institucionalidad,
se equivocó y se va a seguir equivocando.
Nosotros no somos personas que estamos actuando
deliberadamente, ni somos un grupo que estamos planteando algo fuera del
contexto de lo que se puede. Todo lo contrario, estamos planteando algo que
está dentro del contexto de lo que hemos vivido, que nosotros hemos sufrido. Es
decir, hoy día el Ministerio Público es el arma ideológica para reprimir a los
mapuche y eso es lo que está haciendo cotidianamente. Entonces, no nos cabe
duda que iba a actuar de esta manera. Ahora, lamentablemente se ve como un hito
más donde el Estado de Chile no garantiza nada ni nunca va a garantizar nada
con los mapuche. Eso igual nos sirve a nosotros como una muestra para la
sociedad mapuche y la sociedad no mapuche. Pensar que el Estado te va a
resolver los problemas es parte de la ingenuidad y no corresponde a la realidad
que estamos viviendo.
No creemos que la institucionalidad del Estado,
sea ejecutivo o judicial, vaya a resolver algo. No es parte de lo que hoy día
estamos pensando realizar como segundo paso, pues entendemos que el INDH
planteó una nueva querella días antes a raíz de otras diligencias que debían
desarrollar, pero mira esta es una jugada pública, un muñequeo. El Ministerio
Público dice “saquemos a la víctima, quien es realmente quien puso la querella,
quien está afectada por la situación y por último, aceptemos la querella que
pone el instituto nacional de derechos humanos que no deja de ser el Estado
tratando de investigarse a sí mismo”. Entonces, por ese lado no hay ninguna
confianza en que eso vaya a llegar a puerto, sin desmerecer el trabajo del INDH
en la zona.
Por otro lado, también está la instancia
internacional, las que se están evaluando a partir de la conversación (trawün)
que se tuvo el domingo 21 con el resto de las otras comunidades.
Hoy día se marca un hito de injusticia, una forma
en que se abren puertas al secuestro político contra los mapuche, se establece
que los mapuche no podemos confiar en la institucionalidad del Estado y se abre
la posibilidad de que nosotros sí tenemos razón cuando abrimos el discurso a la
autonomía y la libre determinación mapuche. Desde ese punto de vista, creo que
las cosas siguen el curso normal, pues no estamos sorprendidos. Claro que
existe rabia, impotencia y eso se desata.
¿Todo esto es por las demandas históricas
de recuperar sus tierras?
Los mapuche siempre hemos reaccionado. Si nos
hubiéramos quedado callados a lo largo de la historia, a esta altura hubiéramos
estado asimilados y probablemente hubiéramos dicho “este es un problema
chileno”. Pero este es un problema entre el pueblo mapuche y el Estado, hay conciencia
política, hay conciencia de lo que sucede, somos responsables de lo que
políticamente estamos construyendo, conduciendo y creo que desde ese punto de
vista, no tenemos nada que arrepentirnos. Se agradece la conciencia, se
agradece la capacidad que ha tenido la gente mapuche y no mapuche de comprender
esta acción, como algo que cuando ya no hay justicia, existen mecanismos de
dignidad para por lo menos dejar planteado de que eso no puede seguir
sucediendo.
Mira esto no solo ocurre en el contexto del secuestro
del lonko Víctor y la causa se cerró… esto parte a raíz de lo que son los
derechos políticos de los mapuche, derechos políticos que el Estado de Chile
nunca va a garantizar y nunca va a ejercer. Y si algún día lo hace, siempre va
a pensar en algún mecanismo de dominación, de domesticación hacia los mapuche.
Entonces, los procesos de recuperación de tierras
que desarrollan las comunidades es lo que ha gatillado el actuar del Estado,
pero también los mapuche decimos ¡Si no actuamos en defensa del territorio!,
¡Si no actuamos en defensa de la tierra!, ¡Si no actuamos en defensa de nuestra
sociedad como mapuche, ellos van a barrer con nosotros! Y eso, en 20 años más,
vamos a terminar diciendo “somos chilenos, tenemos derecho”. Es la integración
forzosa al Estado, la que no han conseguido en los últimos 137 años.