Señora Ministro de Educación: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.
Así convoca César Vallejo a seguir en la lucha sin escatimar sacrificios hasta alcanzar la Victoria en la HNI.
¡La rebelión se justifica!
Dirigentes del Sutep lamentan muerte de profesor que participaba en marcha (25 de agosto de 2017)
Profesores y amigos del docente, Jose Felix, dijeron que este es un golpe para el magisterio en plena lucha
Los dirigentes del Sutep del distrito de Motupe (región Lambayeque), lamentaron la muerte del profesor, José Félix Salazar Núñez, maestro nombrado a quien destacaron como activo luchador en estas últimas semanas de huelga.
El representante de la base de Motupe, Demetrio Rojas Segura, dijo que todos recuerdan al profesor José Félix por su constante participación en las marchas que se iniciaron desde el pasado 20 de julio. Siempre apoyando a todos sus colegas de Motupe.
“Es un golpe para el magisterio lambayecano, lamentamos que nuestro colega en el mismo fragor de la lucha, circunstancialmente haya tenido un paro cardiaco. Hasta ayer estuvo con nosotros en las movilizaciones, caminatas, siempre luchando junto a los colegas. Toda esta situación me imagino lo había cansado y su salud se deterioró”, expresó.
El representante de la base de Motupe, Demetrio Rojas Segura, dijo que todos recuerdan al profesor José Félix por su constante participación en las marchas que se iniciaron desde el pasado 20 de julio. Siempre apoyando a todos sus colegas de Motupe.
“Es un golpe para el magisterio lambayecano, lamentamos que nuestro colega en el mismo fragor de la lucha, circunstancialmente haya tenido un paro cardiaco. Hasta ayer estuvo con nosotros en las movilizaciones, caminatas, siempre luchando junto a los colegas. Toda esta situación me imagino lo había cansado y su salud se deterioró”, expresó.
Profesor muere luego de participar en marcha de sacrificio
El maestro natural de Ferreñafe, caminó por más de 15 kilómetros junto a sus colegas y llegó muy exhausto a su vivienda.
A quien dedicamos el siguiente poema de César Vallejo, Maestro de la Escuela Fiscal 241 y del Colegio Nacional de San Juan en Trujillo.
LOS NUEVE
MONSTRUOS
Y,
desgraciadamente,
el dolor crece
en el mundo a cada rato,
crece a treinta
minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza
del dolor, es el dolor dos veces
y la condición
del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos
veces
y la función de
la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de
ser, dolernos doblemente.
Jamás, hombres
humanos,
hubo tanto dolor
en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en
la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto
cariño doloroso,
jamás tanta
cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego
nunca
jugó mejor su
rol de frío muerto!
Jamás, señor
ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña
extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo
en su cajón, dolor,
el corazón, en
su cajón, dolor,
la lagartija, en
su cajón, dolor.
Crece la
desdicha, hermanos hombres,
más pronto que
la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de
Rosseau, con nuestras barbas;
crece el mal por
razones que ignoramos
y es una
inundación con propios líquidos,
con propio barro
y propia nube sólida!
Invierte el
sufrimiento posiciones, da función
en que el humor
acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto
y esta oreja oída,
y esta oreja da
nueve campanadas a la hora
del rayo, y
nueve carcajadas
a la hora del
trigo, y nueve sones hembras
a la hora del
llanto, y nueve cánticos
a la hora del
hambre y nueve truenos
y nueve látigos,
menos un grito.
El dolor nos
agarra, hermanos hombres,
por detrás, de
perfil,
y nos aloca en
los cinemas,
nos clava en los
gramófonos,
nos desclava en
los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros
boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave
sufrir, puede uno orar...
Pues de resultas
del dolor, hay
algunos
que nacen, otros
crecen, otros mueren,
y otros que
nacen y no mueren, otros
que sin haber
nacido, mueren, y otros
que no nacen ni
mueren (son los más).
Y también de
resultas
del sufrimiento,
estoy triste
hasta la cabeza,
y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan,
crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la
cebolla,
al cereal, en
general, harina,
a la sal, hecha
polvo, al agua, huyendo,
al vino, un
ecce-homo,
tan pálida a la
nieve, al sol tan ardido¹!
¡Cómo, hermanos
humanos,
no deciros que
ya no puedo y
ya no puedo con
tanto cajón,
tanto minuto,
tanta
lagartija y
tanta
inversión, tanto
lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro
de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah!
desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos,
muchísimo que hacer.
César Vallejo