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La tesis
del Capitalismo Burocrático
es una
tesis marxista-leninista-maoista
Partido Comunista de
Colombia (Fracción roja)
El documento que compartimos a continuación
consideramos que puede aportar al desarrollo de la lucha de dos lineas en el
movimiento comunista internacional al respecto del importante tema de la
existencia del capitalismo burocrático en todos los países oprimidos por el
imperialismo, y en la defensa de esta tesis como una parte importante del
maoismo.
Este documento fue elaborado por nuestro Partido
hace varios años para desarrollar una lucha interna, en la cual un camarada
cuestionaba los aportes de validez universal del Presidente Gonzalo,
especialmente la generalización que él hace del capitalismo burocrático. Es por
eso que el documento parte de la definición del Presidente Gonzalo sobre el
capitalismo burocrático y a partir de ella analiza cómo esta tesis esta
coherentemente sustentada en la obra del Presidente Mao, representando un
desarrollo a la ideología proletaria. No es, como señala la Union Obrera
Comunista que “por su contenido, la actual teoría del ‘capitalismo burocrático’
es una vieja teoría, contraria a la economía política marxista”, sino que al
contrario, esta tesis es un gran desarrollo del Presidente Mao a la economía
política marxista. Además su síntesis y generalización constituye uno de los
aportes de validez universal del Presidente Gonzalo a la ideología proletaria.
La tesis
del Capitalismo Burocrático
El Presidente Gonzalo hace una síntesis de las
características que describiera el Presidente Mao sobre el Capitalismo
burocrático de este modo:
“En cuanto al capitalismo burocrático, el
Presidente Gonzalo nos plantea que comprenderlo es clave, sustantivo para
entender la sociedad peruana. Tomando las tesis del Presidente Mao nos enseña
que éste tiene cinco caracteres: 1) que el capitalismo burocrático es el
capitalismo que el imperialismo desenvuelve en los países atrasados, que
comprende capitales de los grandes terratenientes, los grandes banqueros y los
magnates de la gran burguesía; 2) ejerce explotación sobre el proletariado, el
campesinado y la pequeña burguesía y restringe a la burguesía media; 3)
atraviesa un proceso por el cual el capitalismo burocrático se combina con el
poder del Estado y deviene capitalismo monopolista estatal, comprador y feudal,
de lo que se deriva que en un primer momento se desenvuelve como gran capital
monopolista no estatal y en un segundo, cuando se combina con el Poder del
Estado, se desenvuelve como capitalismo monopolista estatal; 4) madura las
condiciones para la revolución democrática al llegar a la cúspide de su
desarrollo; y, 5) confiscar el capitalismo burocrático es clave para dar cima a
la revolución democrática y decisivo para pasar a la revolución
socialista” (Revolución democrática, 1988).
Podemos ver en cada uno de las características
como el PG se basa en el Presidente Mao, veamos una por una:
1) que el capitalismo
burocrático es el capitalismo que el imperialismo desenvuelve en los países
atrasados, que comprende capitales de los grandes terratenientes, los grandes
banqueros y los magnates de la gran burguesía;
“Para servir las necesidades de su
agresión, el imperialismo creó en China el
sistema comprador y el capital burocrático. La agresión imperialista
estimuló la economía social del país, provocó cambios en ella y creó los
elementos contrarios al imperialismo: la industria nacional y la burguesía
nacional de China y, en particular, el proletariado chino en las empresas
explotadas directamente por los imperialistas, en las del capital burocrático y
en las de la burguesía nacional. Para servir las necesidades de su agresión, el
imperialismo arruinó al campesinado chino, explotándolo por medio del
intercambio de valores desiguales; de este modo, creó inmensas masas de
campesinos pobres, que sumaban centenares de millones y representaban el 70 por
ciento de la población rural del país”1. (Desechar
las ilusiones, prepararse para la lucha, 1949)
“…Mientras declara que se propone
desarrollar la economía china, en los hechos se dedica a multiplicar el capital burocrático, o sea, el capital de los
grandes terratenientes, los grandes banqueros y los magnates de la burguesía
compradora…” (Sobre el gobierno de coalición, 1945)
“Este capital se llama corrientemente en
China capital burocrático; y esta clase capitalista, conocida con el nombre de
clase capitalista burocrática, es la gran
burguesía de China” (La situación actual y nuestras
tareas, 1947)
2) ejerce explotación
sobre el proletariado, el campesinado y la pequeña burguesía y restringe a la
burguesía media;
“…Dicho capitalismo monopolista de Estado
oprime no sólo a los obreros y campesinos, sino también a la pequeña burguesía
urbana, y perjudica a la burguesía media…” (La situación
actual y nuestras tareas, 1947)
“…oprime sin piedad a los campesinos, los
obreros, la pequeña burguesía y la burguesía no monopolista” (Sobre
el gobierno de coalición, 1945)
3) atraviesa un proceso
por el cual el capitalismo burocrático se combina con el poder del Estado y
deviene capitalismo monopolista estatal, comprador y feudal, de lo que se
deriva que en un primer momento se desenvuelve como gran capital monopolista no
estatal y en un segundo, cuando se combina con el Poder del Estado, se
desenvuelve como capitalismo monopolista estatal
“Este capital monopolista; combinado con
el Poder del Estado, se ha convertido en el capitalismo monopolista de Estado.
Este capitalismo monopolista, estrechamente vinculado al imperialismo
extranjero y a la clase terrateniente y los campesinos ricos de viejo tipo del
país, se ha convertido en el capitalismo monopolista estatal, comprador y
feudal” (La situación actual y nuestras tareas, 1947)
4) madura las
condiciones para la revolución democrática al llegar a la cúspide de su
desarrollo;
“Dicho capitalismo monopolista de Estado
[…] Alcanzó la cúspide de su desarrollo
durante la Guerra de Resistencia y después de la rendición del Japón; ha preparado
suficientes condiciones materiales para la revolución de nueva democracia. Este
capital se llama corrientemente en China capital burocrático; y esta clase
capitalista, conocida con el nombre de clase capitalista burocrática, es la
gran burguesía de China” (La situación actual y nuestras
tareas, 1947)
5) Confiscar el
capitalismo burocrático es clave para dar cima a la revolución democrática y
decisivo para pasar a la revolución socialista
“3. La industria moderna de China está
sumamente concentrada, aunque el valor de su producción llega sólo al 10 por
ciento aproximadamente del valor global de la producción de la economía
nacional; la parte mayor y más importante del capital está concentrada en manos
de los imperialistas y de sus lacayos, los capitalistas burocráticos chinos. La
confiscación de esta parte del capital y su traspaso a la república popular
dirigida por el proletariado permitirán a ésta controlar las arterias vitales
de la economía del país y a la economía estatal convertirse en el sector
dirigente de toda la economía nacional. Este sector de la economía es de
carácter socialista, y no capitalista. Quienquiera que pase por alto este punto
o aminore su importancia cometerá errores oportunistas de derecha” (Informe
ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el VII Congreso
Nacional del PCCh, 1949)
Finalmente podríamos agregar que el Presidente
Mao señala que el capitalismo burocrático es un capitalismo monopolista, que
controla las principales palancas de la economía:
“Durante los veinte años de su dominación,
las cuatro grandes familias — Chiang, Soong, Kung y Chen — han amasado enormes
fortunas que alcanzan de diez a veinte mil millones de dólares norteamericanos, y han monopolizado las arterias vitales de la
economía del país. Este capital
monopolista; combinado con el Poder del Estado, se ha convertido en el
capitalismo monopolista de Estado. Este capitalismo monopolista, estrechamente
vinculado al imperialismo extranjero y a la clase terrateniente y los
campesinos ricos de viejo tipo del país, se ha convertido en el capitalismo
monopolista estatal, comprador y feudal”. (La situación actual
y nuestras tareas, 1947)
“…el pueblo chino se liberará por completo,
se sacudirá de una vez por todas el yugo del feudalismo y del capital
burocrático (el capital monopolista chino)” (Llevar la
revolución hasta el fin, 1948).
El Presidente Mao planteó la tesis del
Capitalismo burocrático para referirse a la sociedad China, pero es el
presidente Gonzalo quien generaliza este concepto a las naciones oprimidas:
“…el Presidente Gonzalo va a generalizar
que el capitalismo burocrático no es un proceso particular de China o del Perú,
sino que obedece a las condiciones tardías en que los imperialismos sojuzgan a
las naciones oprimidas de Asia, África y América Latina y cuando éstas aún no
han destruido la feudalidad subsistente y menos desarrollado
capitalismo”. (Revolución Democrática, 1988).
Sin embargo ya se encuentra en documentos de
Mariátegui, de la Internacional Comunista y del Presidente Mao planteamientos
sobre la imposibilidad de que las naciones oprimidas, en la época del
imperialismo, puedan desarrollar un capitalismo clásico; veamos:
“El imperialismo no consciente a ninguna
de estos pueblos semicoloniales, que explota como mercado de su capital y sus
mercaderías y como depósito de materias primas, un programa de nacionalización
e industrialismo” (JCM)
Y la IC en su VI Conferencia así como Stalin
planteaban (citados por el Presidente Mao):
“El imperialismo «se alía en primer
término con las capas dominantes del régimen social precedente –los señores
feudales y la burguesía comercial-usurera-, contra la mayoría del pueblo. En
todas partes, el imperialismo intenta preservar y perpetuar todas aquellas
formas de explotación precapitalista (particularmente en el campo), que son la
base de la existencia de sus aliados reaccionarios»…«[. . .] el imperialismo,
con todo el poderío financiero y militar que tiene en China, es la fuerza que
apoya, alienta, cultiva y conserva las supervivencias feudales, con toda su
superestructura burocrático-militarista»2
Asimismo el Presidente Mao nos dice:
“Pero su intento de establecer un Estado
dominado por la burguesía nacional es absolutamente irrealizable, debido a que
la actual situación mundial se caracteriza por el hecho de que las dos grandes
fuerzas, la revolución y la contrarrevolución, se enfrentan en la lucha final.
Cada una de ellas ha levantado una gran bandera: una es la bandera roja de la
revolución, que enarbola la III Internacional, llamando a unirse en torno suyo
a todas las clases oprimidas del mundo; la otra es la bandera blanca de la
contrarrevolución, que enarbola la Sociedad de las Naciones, llamando a unirse
en torno suyo a todos los contrarrevolucionarios de la tierra. Inevitablemente,
se producirá pronto una división dentro de las clases intermedias: algunos
sectores se inclinarán hacia la izquierda para unirse a la revolución, y otros,
hacia la derecha para sumarse a la contrarrevolución. Para estas clases no hay
posibilidad alguna de permanecer “independientes”. Por eso, la idea concebida
por la burguesía media china de una revolución “independiente” en la que esta
clase desempeñaría el papel principal, no es más que una ilusión”. (Análisis
de clases de la sociedad china, 1926)
Y más explícitamente en otro documento señala:
La república burguesa,
que existe en el extranjero, no puede existir en China, porque China es un país
oprimido por el imperialismo. El único camino es el que pasa por la república
popular dirigida por la clase obrera. (Sobre la dictadura democrática popular,
1949)
Y a pesar de estarse refiriendo a China, es
claro que el argumento aplica para todos los países oprimidos por el
imperialismo. En las siguientes citas deja aún más claro que se trata de todas
las naciones oprimidas:
“Es cierto que vivimos en el período de
los últimos forcejeos del imperialismo, que está a punto de morir; el
imperialismo es el “capitalismo agonizante”[6]. Pero, justamente porque está a
punto de morir, depende aún más de las colonias y semicolonias y no permitirá
en absoluto que en ninguna de ellas se establezca una sociedad capitalista de
dictadura burguesa” (Sobre la Nueva Democracia, 1939)
Así, vemos que aunque el Presidente Mao no llega
a generalizar el Capitalismo Burocrático a todas las naciones oprimidas, sí
plantea claramente que no es posible en la época actual del imperialismo y la
revolución proletaria mundial, que en una colonia o semicolonia se establezca
una sociedad capitalista, esto tanto porque el imperialismo no lo permite como
porque la burguesía nacional de estos países no lo puede llevar adelante por su
debilidad y es ahora misión del proletariado.
Adicionalmente, como sabemos, el Presidente Mao
planteó que en China, precisamente por su carácter semifeudal y semicolonial,
debía realizarse una revolución de Nueva Democracia, antimperialista y antifeudal,
que entregase la tierra al campesinado y liberara la nación del yugo
extranjero. Y más adelante, cuando introdujo el concepto del capitalismo
burocrático para explicar el tipo de capitalismo que se desarrollaba en China
sobre esa base semifeudal y semicolonial, persistió en que era la Revolución de
Nueva Democracia el tipo de revolución que debía realizarse en China antes de
la revolución socialista; y lo que es más importante para lo que estamos
analizando, el Presidente Mao generalizó la Revolución de Nueva Democracia a
los países del tercer mundo (y desarrolló la teoría marxista del Estado), como
puede verse en este aparte de su obra Sobre la nueva democracia (el
subrayado es nuestro):
“Esta república de nueva democracia será
diferente, por una parte, de la vieja república capitalista, al estilo europeo
y norteamericano, bajo la dictadura de la burguesía, esto es, la república de
vieja democracia, ya caduca. Por otra parte, será diferente también de la
república socialista, al estilo soviético, bajo la dictadura del proletariado,
república que ya florece en la Unión Soviética y que se establecerá también en
todos los países capitalistas y llegará a ser indudablemente la forma dominante
de estructura del Estado y del Poder en todos los países industrialmente
avanzados. Esta forma, sin embargo, no
puede ser adoptada, por un determinado período histórico, en la revolución de
los países coloniales y semicoloniales. Consecuentemente, en todos estos
países, la revolución sólo puede adoptar en dicho período una tercera forma de
Estado: la república de nueva democracia. Esta es la forma que corresponde a un
determinado período histórico y, por lo tanto, es una forma de transición, pero
obligatoria y necesaria.
De esto se desprende que
los múltiples sistemas de Estado en el mundo pueden reducirse a tres tipos
fundamentales, si se clasifican según el carácter de clase de su Poder: 1)
república bajo la dictadura de la burguesía; 2) república bajo la dictadura del
proletariado, y 3) república bajo la dictadura conjunta de las diversas clases
revolucionarias.
El primer tipo lo
constituyen los Estados de vieja democracia. En la actualidad, después del
estallido de la Segunda Guerra imperialista, ya no queda rastro de democracia
en muchos países capitalistas, transformados o en vías de transformarse en
Estados donde la burguesía ejerce una sangrienta dictadura militar. Pueden ser
incluidos en este tipo los Estados bajo la dictadura conjunta de los
terratenientes y la burguesía.
El segundo tipo es el
vigente en la Unión Soviética, y se halla en gestación en los países
capitalistas. En el futuro, ésta será la forma dominante en todo el mundo por
un determinado período.
El tercer tipo es una
forma de Estado de transición que debe adoptarse en las revoluciones de los
países coloniales y semicoloniales. Cada una de dichas revoluciones tendrá
necesariamente características propias, pero éstas representarán ligeras
diferencias dentro de la semejanza general. Siempre que se trate de
revoluciones en colonias o semicolonias, la estructura del Estado y del Poder
será forzosamente idéntica en lo fundamental, es decir, se establecerá un
Estado de nueva democracia bajo la dictadura conjunta de las diversas clases
antiimperialistas. En la China de hoy, el frente único antijaponés representa
esta forma de Estado de nueva democracia. Es antijaponés, antiimperialista, y
es, además, una alianza de las diversas clases revolucionarias, un frente
único. Desgraciadamente, aunque la Guerra de Resistencia lleva ya tanto tiempo,
la labor de democratización del Estado apenas si se ha iniciado en la mayor
parte del país — salvo en las bases de apoyo democráticas antijaponesas,
dirigidas por el Partido Comunista –, debilidad fundamental que el imperialismo
japonés ha explotado para penetrar a paso largo en China. Si no se cambia de
política, el futuro de nuestra nación correrá grave peligro”.
El anterior texto no deja lugar a dudas de que
el Presidente Mao generalizó la Revolución de Nueva democracia como el tipo de
revolución a llevar a cabo en las colonias y semicolonias del imperialismo como
paso previo a la revolución socialista. Por eso consideramos que es erróneo lo
que expresa la UOC cuando dice:
“Están completamente equivocados quienes
pretenden adjudicar como un asunto de línea, y precisamente a Mao, la idea de
que bajo cualquier circunstancia, y sin importar el análisis concreto de la realidad,
en todos los países oprimidos la revolución es de Nueva Democracia” (Debate
sobre el capitalismo burocrático, la posición de la UOC mlm de Colombia)
Puede e indispensablemente debe analizarse cada
país con base en un “análisis concreto de la realidad”, pero como vimos en la
cita anterior, lo que no se puede poner en duda es que para el Presidente Mao
en todos los países oprimidos por el imperialismo (colonias y semicolonias) la
revolución es de Nueva Democracia.
Igualmente el Presidente Mao ha señalado que en
los países oprimidos por el imperialismo existen dos tipos de burguesía: la
gran burguesía y la burguesía nacional, ésta última con carácter dual hacia la
revolución; expondremos acá dos extractos en que el Presidente Mao sostiene
esta idea y aunque el primero es largo preferimos introducirlo porque explica
claramente por qué se dan estos dos tipos de Burguesía eso sí refiriéndose a
China, pero como el lector podrá ver, los argumentos aplican para todas las
sociedades coloniales y semicoloniales.
“La burguesía nacional china, por
pertenecer a un país colonial y semicolonial y verse oprimida por el
imperialismo, aún tiene en ciertos períodos y hasta cierto punto un carácter
revolucionario, incluso en la época del imperialismo, en el sentido de que se
opone a los imperialistas extranjeros y, como testimonian la Revolución de 1911
y la Expedición al Norte, a los gobiernos de burócratas y caudillos militares
del país, y puede aliarse con el proletariado y la pequeña burguesía contra los
enemigos que a todos les interesa combatir. En esto se diferencia la burguesía
china de la burguesía de la vieja Rusia zarista. Como esta última era ya una
potencia imperialista militar-feudal, un Estado agresor, su burguesía no tenía
ningún carácter revolucionario. Allí, el deber del proletariado era luchar
contra la burguesía, y no aliarse con ella. En cambio, dado que China es un
país colonial y semicolonial, víctima de la agresión, su burguesía nacional
tiene en ciertos períodos y hasta cierto punto un carácter revolucionario.
Aquí, el proletariado tiene el deber de no pasar por alto este carácter
revolucionario de la burguesía nacional y de formar con ella un frente único
contra el imperialismo y los gobiernos de burócratas y caudillos militares.
Pero, al mismo tiempo,
precisamente por pertenecer a un país colonial y semicolonial y ser, en
consecuencia, extremadamente débiles los terrenos económico y político, la
burguesía nacional china tiene también otro carácter, o sea, su tendencia a la
conciliación con los enemigos de la revolución. Aun en los momentos en que
participa en la revolución, es reacia a romper por entero con el imperialismo;
además, está estrechamente vinculada a la explotación que se ejerce en el campo
mediante el arriendo de la tierra. Por ello, no quiere ni puede derrocar
completamente al imperialismo y aún menos a las fuerzas feudales. Así, no es
capaz de solucionar ninguno de los dos problemas o tareas fundamentales de la
revolución democrático-burguesa China. En cuanto a la gran burguesía china, representada
por el Kuomintang, se entregó en brazos del imperialismo y se confabuló con las
fuerzas feudales para combatir al pueblo revolucionario durante el largo
período de 1927 a 1937. A partir de 1927, la burguesía nacional china también
siguió por algún tiempo a la contrarrevolución. Y ahora, durante la Guerra de
Resistencia contra el Japón, el sector de la gran burguesía representado por
Wang Ching-wei ha capitulado ante el enemigo, lo que constituye una nueva
traición de esta clase. Esta es otra diferencia entre la burguesía china y la
antigua burguesía de los países de Europa y Norteamérica, especialmente de
Francia. Cuando la burguesía de estos países, y en particular la de Francia, se
encontraba todavía en su época revolucionaria, la revolución burguesa fue allí
relativamente consecuente; en cambio, la burguesía china no tiene ni siquiera
ese grado de consecuencia.
De un lado, la
posibilidad de que participe en la revolución, del otro, la tendencia a la
conciliación con los enemigos de la revolución: tal es el doble carácter de la
burguesía, la que desempeña dos papeles a la vez. Este doble carácter lo tuvo
también la antigua burguesía de Europa y Norteamérica. Frente a un enemigo
poderoso, la burguesía se une con los obreros y campesinos para combatirlo,
pero cuando éstos despiertan, la burguesía se alía en contra suya con el
enemigo. Esta es una ley general válida para la burguesía de todos los países,
pero dicha característica resulta aún más pronunciada en la burguesía
china. (Sobre
la nueva democracia, 1939)
Y esta otra cita:
“En los países que sufren la opresión
imperialista, hay dos tipos de burguesía: la burguesía nacional y la burguesía
compradora. ¿Existen estos dos tipos de burguesía en sus países? Seguramente en
todos ellos existen”. (Algunas experiencias en la historia de
nuestro partido, 1956)
De esta forma tampoco se ciñe a lo planteado por
el Presidente Mao esto que plantea la UOC:
“La idea de elevar a la categoría de la
economía política marxista el concepto de “capitalismo burocrático” ha llevado
a muchos comunistas al grave error de despreciar la necesidad del análisis de
la realidad, y en lo político a perdonarle la vida al capitalismo en muchos
países y a unirse con sectores burgueses sobre la base de tener que encontrar a
las malas a una burguesía ‘nacional’” (UOC)
Siendo rigurosos con lo planteado por el
Presidente Mao no habría que buscar “a las malas” a una burguesía nacional,
sino que por el contrario siempre encontraremos en los países dominados por el
imperialismo “dos
tipos de burguesía: la burguesía nacional y la burguesía compradora”. Y
esto tiene derivaciones políticas importantes para el Frente Unico
revolucionario como lo plantea también el Presidente Mao:
“La revolución china y el Partido
Comunista de China se han desarrollado precisamente a través de esta compleja
relación con la burguesía. Esto constituye una particularidad histórica, que es
propia del proceso revolucionario en una colonia o semicolonia y no existe en
la historia de la revolución de ningún país capitalista” (Con
motivo de la aparición del Comunista, 1939)
Por otro lado, no se trata, como lo plantea la
UOC, de “perdonarle” o no la vida al capitalismo sino de materialismo
histórico, de que, como dijera el Presidente Mao, “es una ley marxista el que
solo se puede llegar al socialismo pasando por la democracia” y que es “pura
quimera” pasar al socialismo desde una base semicolonial y semifeudal, sin
pasar por un Estado de Nueva Democracia. Veamos como lo dice el Presidente Mao:
“Si un comunista o simpatizante del
comunismo no lucha por dicho objetivo, o si, menospreciando la revolución
democrático-burguesa, reduce o debilita aunque sea un poco sus esfuerzos,
flaquea un tanto en su devoción y celo por esta causa o no está dispuesto a dar
por ella su sangre y su vida, contentándose con disertar sobre socialismo y
comunismo, estará traicionando consciente o inconscientemente, en mayor o menor
medida, al socialismo y al comunismo, y no será un combatiente consciente y
leal del comunismo. Es una ley marxista el
que sólo se pueda llegar al socialismo pasando por la etapa de la democracia. Sería
pura quimera tratar de construir una sociedad socialista sobre las ruinas del
orden colonial, semicolonial y semifeudal, sin un Estado unificado de nueva democracia,
sin el desenvolvimiento del sector estatal de la economía de nueva democracia,
sin el desarrollo del sector privado capitalista y del sector cooperativo, sin
el desarrollo de una cultura nacional, científica y de masas – la cultura de
nueva democracia -, sin la liberación y el desarrollo de la iniciativa
individual de los centenares de millones de seres del pueblo, en una palabra,
sin una consecuente revolución democrático-burguesa de nuevo tipo, dirigida por
el Partido Comunista.
Hay quienes no entienden
por qué los comunistas, lejos de temer el capitalismo, abogamos por su
desarrollo en determinadas condiciones. Nuestra respuesta es sencilla: La
sustitución de la opresión del imperialismo extranjero y del feudalismo interno
por un cierto desarrollo del capitalismo no sólo es un progreso, sino también
un proceso inevitable. Esto no sólo será beneficioso para la burguesía, sino al
mismo tiempo, y quizás en mayor medida, para el proletariado. Lo que le sobra a
la China de hoy es el imperialismo extranjero y el feudalismo interno, y no el
capitalismo nacional; por el contrario, hay en nuestro país demasiado poco
capitalismo” (Sobre
el Gobierno de Coalición, 1945).
Por último hay que decir que ya los comunistas
chinos, en medio de la lucha de dos líneas en el MCI, habían señalado que la
gran burguesía tenía dos formas para enriquecerse, a través del monopolio
estatal y el no estatal, como se puede ver en la siguiente cita:
“En los hechos citados se puede observar
claramente que el monopolio estatal y el monopolio privado constituyen en
realidad dos formas que la burguesía monopolista usa de manera coordinada para
obtener fabulosas ganancias. El desarrollo del capital monopolista estatal hace
recrudecer las contradicciones propias del sistema imperialista y de ninguna
manera puede, como dijera el camarada Togliatti y otros camaradas, “limitar y
quebrantar el poder de los grandes grupos monopolistas”, ni cambiar las
contradicciones inherentes del sistema imperialista”. (Una vez
más sobre las divergencias entre el camarada Togliatti y nosotros, 1963. Por la
Redacción de la revista Hongqi (Bandera Roja del P.C.Ch.).
Entonces, para resumir, tenemos que el
Presidente Mao ha planteado: 1) que en china existía un tipo de capitalismo
denominado capitalismo burocrático el cual caracterizó, 2) que en la época
actual no es posible para las naciones oprimidas y sus burguesías crear una
nación capitalista, de dictadura de la burguesía nacional, 3) que las naciones
oprimidas deben pasar por una primera etapa de revolución democrática de nuevo
tipo antes de la segunda etapa de revolución socialista, 4) que en todas las
naciones oprimidas por el imperialismo existen dos tipos de burguesía, la gran
burguesía y la burguesía nacional, ésta última con carácter dual frente a la revolución;
y 5) que existen dos formas en que la burguesía monopolista actúa, a través del
monopolio estatal o del monopolio no estatal.
Y es ciñéndose al marxismo, sobre la base de
estas tesis que planteó el Presidente Mao, de ideas convergentes que planteara
Jose Carlos Mariategui y con el estudio tanto de la sociedad peruana (en medio
de su transformación) como de la época del imperialismo y la revolución
proletaria Mundial , que el Presidente Gonzalo va a plantear que el capitalismo
burocrático no es solo un fenómeno de China sino que es el capitalismo tardío
que impone el imperialismo en las naciones atrasadas y que las dos formas del
capital monopolista: estatal y no estatal, configuran dos facciones de la gran
burguesía: burocrática y compradora.
Desde el punto de vista teórico es lógico que
aunque el Presidente Mao no haya generalizado el CB para el tercer mundo, las
otras generalizaciones que hizo tales como la imposibilidad (en la época del
imperialismo y la revolución proletaria Mundial) de que en una nación oprimida
tome el poder la burguesía nacional y establezca una dictadura burguesa, que
toda nación oprimida tiene dos tipos de burguesía y que todas deben pasar por
una revolución de nueva democracia, se constituyan en las bases para que el
Presidente Gonzalo generalice que el capitalismo burocrático es el capitalismo
que impone el imperialismo en las naciones oprimidas. Esta lógica, por
supuesto, debe estar confirmada en los hechos en otras sociedades para poder
derivar en tal generalización, y es esto lo que ha hecho el Presidente Gonzalo
en la sociedad peruana y que han confirmado por ejemplo los camaradas de la
India y los de Brasil en su propio país. Si bien no todos los países han sido
estudiados, tal como dijera el Presidente Mao, no es necesario “diseccionar
todos los gorriones” para encontrar la ley. Pero igualmente, también siguiendo
las enseñanzas del Presidente Mao, creemos que todos los comunistas deben
confirmar por sí mismos esta tesis en el estudio concreto de sus propios países
y especificar todo lo relativo a su propia revolución, tarea aún pendiente para
los revolucionarios en Colombia.
En contra de esta tesis de la existencia del
capitalismo burocrático en las naciones oprimidas se ha esgrimido
principalmente la presencia cada vez más de relaciones capitalistas en el campo
de las naciones oprimidas y la destrucción de relaciones feudales de
explotación. Consideramos que el Presidente Gonzalo ha analizado estos
fenómenos en la historia de la sociedad peruana mostrando que se ha venido
destruyendo la feudalidad y ha penetrado cada vez más el capitalismo
burocrático en el campo, pero que a su vez permanece intacto (y hasta se ha
agravado) el problema de la tierra y sobre la base de este perviven relaciones
de servidumbre y gamonalismo tanto en campo como en ciudad, evolucionando la
semifeudalidad, precisamente porque este es un capitalismo de grandes burgueses
y terratenientes al servicio del imperialismo, un capitalismo burocrático.
Así, a partir del Presidente Mao y desarrollado
por el Presidente Gonzalo entramos a ver que no se contrapone el hablar de
semifeudalidad y de relaciones capitalistas, sino que precisamente en las
naciones oprimidas el capitalismo burocrático es el tipo de capitalismo atado a
formas atrasadas de propiedad, explotación y opresión (semifeudalidad) y al
servicio del gran capital monopolista de la gran burguesía y del imperialismo,
que solo permite una flaca industrialización, siempre atada al interés
imperialista.
El estudio profundo que hace el Presidente
Gonzalo de la sociedad peruana nos da luces para el estudio y comprensión de
nuestra propia sociedad. Es él quien como parte de la síntesis del maoísmo como
tercera, nueva y superior etapa del marxismo, rescata la importante tesis
marxista del capitalismo burocrático, la desarrolla y la explica
magistralmente.
1 En
todos los casos los subrayados son nuestros, PCC (FR).
2 “El
Presidente Mao cita en La revolución china y el Partido Comunista de China un
pasaje de las tesis “Sobre el movimiento revolucionario en los países
coloniales y semicoloniales” adoptadas por el VI Congreso de la Internacional
Comunista” y a J. V. Stalin: “la revolución en China y las tareas de la
Internacional Comunista”, discurso pronunciado el 24 de mayo de 1927 en la VIII
Sesión Plenaria del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista”