23 de junio de 2022
Posición del Partido Comunista Maoísta del Estado español sobre la Conferencia Internacional Maoísta Unificada
“La filosofía marxista sostiene que la ley de la
unidad de los opuestos es la ley fundamental del universo. Esta ley opera
universalmente, ya sea en el mundo natural, en la sociedad humana o en el
pensamiento del hombre. Entre los opuestos en una contradicción existe a la vez
unidad y lucha, y es esto lo que impulsa a las cosas a moverse y cambiar.”
(Mao Tse Tung. La contradicción)
Desde el Partido Comunista Maoísta del Estado
español queremos hacer pública nuestra posición sobre la “Propuesta acerca del
balance del Movimiento Comunista Internacional y de su actual Línea Política
General” redactado por el Comité Coordinador para una Conferencia Internacional
Maoísta Unificada.
Queremos partir de una posición de humildad.
Somos conscientes de que nuestra organización es muy joven y tiene todavía
mucho que aprender y desarrollarse en todos los aspectos, desde una
profundización ideológica superior a una mayor vinculación con las masas hondas
y profundas, tareas en las que estamos inmersos en nuestro día a día.
Desde que asumimos el marxismo-leninismo-maoísmo
y los aportes de validez universal del Presidente Gonzalo en nuestro Segundo
Congreso, nuestra organización sigue muy de cerca los debates que se están
dando dentro del Movimiento Comunista Internacional (MCI) al respecto de la
Conferencia Internacional Maoísta Unificada (CIMU), cuestión que, por otro
lado, ya veníamos haciendo desde que se inició en nuestra organización la lucha
por asumir el maoísmo. Es por eso que pensamos que es nuestro deber
posicionarnos en la lucha de dos líneas que a día de hoy se está desarrollando.
Dividiremos este escrito en los puntos en que
consideramos que más podemos aportar y en los que nuestro partido quiere
mostrar su posición.
-Necesidad de
una Conferencia Internacional Maoísta Unificada que avance hacia la Nueva
Organización Internacional del Proletariado.
Hemos elegido este punto como el primero porque
nos parece uno de los más importantes, ya que es sobre el que versa el modelo
de CIMU o si esta es incluso necesaria.
Nuestro partido apoya la necesaria convocatoria
y realización de esta Conferencia Internacional Unificada Maoísta en los
términos que plantea el Comité Coordinador de la CIMU. Como expuso el Partido
Comunista del Perú en su I Congreso, nos encontramos en la era de la lucha por
la imposición del maoísmo como tercera, nueva y superior etapa de la ideología
del proletariado. Este es el motivo que subraya la importancia de celebrar esta
Conferencia.
Aplazarla o apostar por modelos más amplios
creemos que es conciliar y no clarificar. Si asumimos que estamos en la época
de la imposición del maoísmo como ideología del proletariado necesitamos clarificar
que asumimos qué es el maoísmo y que consideramos qué es contrario a él.
Nuestro partido ha asumido la definición dada
por el Presidente Gonzalo y el Partido Comunista del Perú al definir el
marxismo-leninismo-maoísmo como:
“El maoísmo es la elevación del
marxismo-leninismo a una tercera, nueva y superior etapa en la lucha por la
dirección proletaria de la revolución democrática, el desarrollo de la
construcción del socialismo y la continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado, como revolución cultural proletaria; cuando el
imperialismo profundiza su descomposición y la revolución ha devenido la
tendencia principal de la historia, en medio de las más complejas y grandes
guerras vistas hasta hoy y la lucha implacable contra el revisionismo
contemporáneo.” (Documentos
Fundamentales)
Pero el hecho de que nosotros asumamos esta
definición no quiere decir que eso sea lo que haga la totalidad del Movimiento
Comunista Internacional. Por ello, mediante una lucha de dos líneas que debata
la definición y el contenido del maoísmo, es como se clarificará cual es la
línea correcta, tal y como expuso el PCP:
“Teniendo en cuenta esta situación, nos
reafirmamos en la IV Conferencia Nacional del PCP de octubre 86
de desenvolvernos como fracción dentro del Movimiento Comunista
Internacional para que el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo
sea mando y guía de la revolución mundial y llamamos a ¡Enarbolar,
defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo!,
puesto que, solamente así el proletariado internacional mediante sus Partidos
Comunistas será capaz de dirigir la conquista del Poder y emancipar a los
oprimidos para emanciparse a sí mismo como clase”. (Línea internacional)
Cuando decimos que retrasar la CIMU u optar por
modelos más amplios es conciliar, lo decimos porque creemos que esos modelos ya
han existido en el pasado y no suponen el menor avance, como prueba la
realidad. Necesitamos construir la Nueva Organización Internacional del
Proletariado (NOIP), es decir, reconstituir la Internacional Comunista. Esta
Internacional solo puede surgir de la lucha de dos líneas en el seno del
Movimiento Comunista Internacional. Salvo que creamos que no estamos en el
momento de reconstituir la Internacional o que esto no es una necesidad del
proletariado internacional.
En nuestro caso, hemos aprendido como trabajar
realmente gracias al estudio del MCI y de la ayuda que el Comité Coordinador de
la CIMU nos presta día a día. Este es un deber fundamental de la CIMU y la
NOIP, ayudar a crear nuevas organizaciones comunistas bajo el maoísmo que
constituyan o reconstituyan Partidos Comunistas. Al igual que sucedió en la
Internacional Comunista, la orientación ideológica, que solo exista una única
línea mundial, y la formación de cuadros, es un trabajo indispensable que solo
una organización internacional con una ideología clara y definida puede hacer.
¿Qué ganaríamos posponiendo la CIMU? ¿Serviría
de algo seguir sin debatir los ejes que más debate generan en el Movimiento Comunista
Internacional?
Esas son las preguntas a las que nosotros
respondemos de forma clara, diciendo que la CIMU es una necesidad perentoria de
todo el Movimiento Comunista Internacional si quiere avanzar en la imposición
del maoísmo como mando y guía de la revolución mundial. Al igual que la Tercera
Internacional fue la que impuso el marxismo-leninismo, asunción que fue
realizada de forma unánime al estar expuesta por el Partido Comunista
(Bolchevique) de la URSS, que gozaba de un enorme prestigio internacional.
Somos conscientes y conocedores que la tarea
histórica de reconstituir la Internacional y definir el maoísmo debió haber
correspondido al Partido Comunista de China, como en su día sucedió en la Unión
Soviética. Pero el triunfo de la línea de derecha y la restauración del
capitalismo en China lo impidieron. Por eso es nuestro deber hacer aquello que
el Presidente Mao dejara por hacer.
Sabemos que este proceso de imposición del
maoísmo va a ser lento y difícil, pero no asumir este reto y aceptarlo sería de
cobardes. Las masas claman rebelión cada día, y debemos ser los comunistas los
que las lideremos con el maoísmo como todopoderosa ideología.
Creemos vehementemente que es necesario seguir
deslindándonos del revisionismo en nuestros días, al igual que hiciera el
Presidente Mao cuando denunció y rompió con el revisionismo soviético.
Clarificar ideológicamente es una tarea indispensable para separar el maoísmo
de aquello que es revisionismo.
No pretendemos en este punto dar lecciones a
nadie. Hay partidos que sufrieron las posiciones ultrarrevisionistas de la
“Nueva Síntesis” de Avakian o el “camino’’ Prachanda. Sin duda, si fue posible
denunciar y mostrar al mundo lo oportunista, derechista y revisionista de sus
posiciones, fue gracias al gran trabajo que la línea proletaria realizó a nivel
internacional, tanto en el seno del MRI como tras su fin.
Pero no podemos pensar que el deslinde del revisionismo
es algo del pasado o que cuando sucede es algo evidente. El revisionismo es
algo que va intrínseco en la lucha de dos líneas de cada partido y a nivel de
MCI. Cuando la línea burguesa defiende sus principios conciliadores y que hacen
retroceder al proletariado, lo hacen porque de forma consciente o inconsciente
asumen posiciones revisionistas, aunque no constituyan como tal una línea
definida.
El Partido Comunista de China lo expuso de esta
forma:
“La lucha de clases en la sociedad inevitablemente
tiene su reflejo dentro del Partido, y esto aparece de manera concentrada en la
forma de la lucha de dos líneas dentro del Partido, esto también es una ley
objetiva. La razón por la cual no puede haber duda de que la lucha de clases en
la sociedad tiene su reflejo en el Partido, es que nuestro Partido no vive
en un vacío, sino en una sociedad en la que existen clases, y es posible para
la ideología burguesa, la fuerza de los viejos hábitos y las tendencias
revisionistas internacionales de pensamiento para afectar y envenenar al
nuestro del Partido … Las diez principales luchas de dos líneas que
nuestro Partido ha atravesado en el transcurso de sus 50 años de historia han
sido todas reflexiones dentro del Partido de la lucha de clases a nivel nacional
e internacional …”
Que todos los comunistas tengamos una Línea
Política General que salga de la CIMU y que sea la que construya los cimientos
de la Internacional supondrá un avance definitivo que nos hará avanzar en la
lucha de clases y potenciar la Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria
Mundial, proceso que se evidencia con las guerras populares que día a día
iluminan el mundo en Perú, Turquía, India y Filipinas.
Tal es la necesidad de la CIMU en estos días.
-La
contradicción principal de nuestro mundo
Nos parece importante posicionarnos respecto a
cuál es la contradicción principal en nuestros días.
Actualmente, como definiera el camarada Stalin y
posteriormente completase el Presidente Gonzalo, en el nuestro mundo existen
cuatro contradicciones fundamentales. De esta forma lo expone la Declaración
del Comité Coordinador de la CIMU:
“1) la contradicción entre el capitalismo y el
socialismo, la contradicción entre los dos sistemas radicalmente distintos,
abarcará todo este tiempo y será uno de los últimos en resolverse, perdurará
aún después de tomar el Poder; 2) la contradicción entre la burguesía y el
proletariado, es la contradicción entre dos clases opuestas y persistirá
también después de la toma del Poder, manifestándose de múltiples formas
ideológicas, políticas y económicas hasta su solución cuando entremos al
comunismo; 3) las contradicciones interimperialistas, son las contradicciones
entre los imperialistas por la hegemonía mundial y se da entre las
superpotencias entre sí, entre superpotencias y potencias imperialistas y entre
las propias potencias imperialistas, esta contradicción se resolverá en la
época de los 50 a 100 años; 4) la contradicción naciones oprimidas e
imperialismo, es la lucha por la liberación de las naciones oprimidas para destruir
el imperialismo y la reacción, cuya solución se enmarca también dentro de los
50 a 100 años, es la contradicción históricamente principal durante todo este
tiempo; pero, cualquiera de las cuatro contradicciones fundamentales puede
pasar a ser principal según las circunstancias específicas de la lucha de
clases, temporalmente o en ciertos países, pero la contradicción principal
históricamente volverá a expresarse como tal, hasta su completa resolución.”
Nuestra organización está de acuerdo con esta
definición y la asume íntegramente.
Ahora bien, ¿cuál es la contradicción principal
de todas esas contradicciones fundamentales? Esta cuestión no es baladí, ya que
de ello depende nuestra estrategia y nuestra táctica.
Nosotros defendemos que la contradicción principal
es aquella que se da entre naciones oprimidas y países imperialistas,
consideramos que esta contradicción es la esencia misma del imperialismo, sin
ella este no podría existir.
Nuestro mundo está dividido entre aquellos
países que son imperialistas y aquellos que son países semicoloniales o
coloniales. A nivel de los países imperialistas, pensamos que el imperialismo
estadounidense es la principal potencia imperialista, aunque existen otras,
como Rusia o China, estas no tienen el grado de desarrollo imperialista que
tiene Estados Unidos.
Decimos esto porque Estados Unidos es el país
que más exporta capitales, además de ser quien sustenta la OTAN y destina mayor
porcentaje de su economía. La economía de Estados Unidos tiene increíbles
desequilibrios económicos derivado de estas cuestiones, ya que debe destinar un
enorme coste para su industria militar y todo lo que esto conlleva, lo que
acaba generándole contradicciones internas por el bajo nivel de vida de las
masas en Estados Unidos, a la vez que es la principal potencia imperialista y
quien vende el modelo vida de la sociedad capitalista.
Por su política imperialista y sus acciones
genocidas, Estados Unidos se ha granjeado el odio de todos los países oprimidos
y de las masas de todo el mundo.
Los países semicoloniales albergan la mayoría de
la población mundial y más pobre. Día a día tienen que ver como son expoliados
y agredidos por el imperialismo, principalmente estadounidense, pero no en
exclusividad. Son países que viven en un estado de pobreza que choca
frontalmente con la diferencia de modo de vida de los países imperialistas, ya
sean de primer o segundo orden. Sufren, también, la contradicción imperialista
en sus propias carnes, al ser campos de batalla entre los diferentes intereses
imperialistas.
En estos países se desarrolló el capitalismo
burocrático definido por el Presidente Mao, capitalismo que se desarrolla sobre
la base de la semifeudalidad y está ligado a la tierra, generando así una forma
de gobierno que impide el desarrollo del país al estar totalmente vinculado al
imperialismo que lo explota. La única solución para la emancipación de estos
países es la Guerra Popular, que en estos países adquiere la forma de guerra
agraria. Solo así se podrá acabar con el problema de la tierra y destruir el
viejo orden feudal heredado, acabando así con el capitalismo burocrático y
estableciendo la República de Nueva Democracia.
El imperialismo no puede sino continuar
oprimiendo a estos países y exportando capitales mientras los expolia, es su
naturaleza misma y sin ella estaría muerto. Por ello buscan constantemente
nuevas formas de continuar con su guerra de rapiña, no les importa la muerte de
las masas, solo buscan seguir ganando más y más para sobrevivir.
Es por eso que los países oprimidos del Tercer
Mundo, los países de Asia, África y América Latina, son la base misma de la
Revolución Proletaria Mundial y aquellos donde necesariamente se va a desatar
de forma inminente la Guerra Popular. Para ello es necesario que se preste
especial interés en la constitución o reconstitución de auténticos Partidos
Comunistas basados en el marxismo-leninismo-maoísmo,
Vemos pues como, al ser la contradicción
principal la de países imperialistas y naciones oprimidas, la colisión entre
países imperialistas es tendencia principal de nuestro mundo. El imperialismo
necesita seguir exportando capitales, para ello necesita nuevos mercados, y por
eso choca constantemente con otros imperialismos. La guerra de Ucrania pone de
manifiesto está innegable realidad. Si la guerra es inevitable por la tendencia
a la colisión del imperialismo, igual de innegable es la revolución en nuestros
días. Por ello necesitamos reforzarnos con la CIMU y la creación de la NOIP,
que sepa orientar de forma unificada al MCI.
Como expone el Comité Coordinador de la CIMU en
su declaración:
“Desde el principio de esta década, se agudiza la
crisis del imperialismo y del capitalismo burocrático en todo el mundo, cuando
se profundiza su descomposición, se agudizan todas las contradicciones;
desarrollándose más la situación revolucionaria en desarrollo desigual en todo
el mundo, expresada en gran actividad de las masas, su explosividad hace
temblar a todos los reaccionarios y sus sirvientes revisionistas; ésta se
manifiesta por doquier marchando a grandes explosiones jamás antes vistas.
Situación objetiva a cuyo encuentro marcha con paso firme el desarrollo del
factor subjetivo, principalmente el proceso de los Partidos Comunistas, como
partidos marxista-leninista-maoístas, principalmente maoístas de nuevo tipo,
para iniciar las nuevas guerras populares. Abriendo así un nuevo momento, o
período de revoluciones como parte de la nueva gran ola de la revolución
proletaria mundial, dentro del período de los “50 a 100 años” en la cual se
inscribe la ofensiva estratégica de la revolución mundial. Esta situación
determina las tareas, la estrategia y la táctica de los Partidos Comunistas en
todo el mundo.”
El resto de contradicciones fundamentales del
imperialismo son también de gran importancia, ya que en cada país se debe
estudiar la realidad material de forma dialéctica y ver cómo estas actúan y
como debemos luchar contra ellas, poniendo el foco en la principal y como el
resto dependen necesariamente de ella.
-Asumir la línea
de la universalidad de la Guerra Popular es la línea proletaria internacional
Un punto que consideramos clave en este debate
es la universalidad de la Guerra Popular, ya que de su resolución depende la
estrategia revolucionaria del Partido para la toma del poder y como este se
organiza, tanto el propio Partido como los tres instrumentos de la revolución.
En el debate de nuestro Segundo Congreso,
nuestra organización debatió y asumió como tal la universalidad de la Guerra
Popular, entendiendo que la Guerra Popular es parte integral de la nueva,
tercera y superior etapa de la ideología del proletariado, es decir, del
marxismo-leninismo-maoísmo. Por ello no hay Guerra Popular sin maoísmo ni a la
inversa. El propio Partido Comunista del Perú señaló que solo entendieron y
asumieron plenamente el maoísmo al iniciar y desarrollar la Guerra Popular. Es
por ello que asumimos y defendemos la tesis planteada por el Comité Coordinador
de la CIMU en su declaración cuando afirma:
“La guerra popular es la forma superior de lucha,
a través de la cual se resuelven los problemas fundamentales de la revolución,
de ella proviene todo lo bueno para el pueblo; es la estrategia militar
correspondiente a la estrategia política (conquistar el Poder) para transformar
la sociedad en beneficio de la Clase y el pueblo; es la forma principal de
lucha y el ejército popular, la forma principal de organización, un ejército de
nuevo tipo que combate, moviliza, politiza, organiza y arma a las masas, y
produce. La guerra popular es guerra de masas dirigida por el Partido Comunista
para conquistar el Nuevo Poder, concretado en comités populares y bases de
apoyo para la conquista del Poder en todo el país.
Para llevar a
cabo la guerra popular es necesario tener en cuenta cuatro problemas
fundamentales: 1) ideología del proletariado, marxismo-leninismo-maoísmo,
aplicada a la práctica concreta y las particularidades de la revolución en cada
país, sean países oprimidos o imperialistas; 2) necesidad del Partido Comunista
que dirige la guerra popular; 3) especificar la estrategia política en la
revolución democrática o socialista y el camino; 4) bases de apoyo. El Nuevo
Poder o Frente-Nuevo Estado, formado en las bases de apoyo, es la médula de la
guerra popular.”
Nos parece clave esta cuestión por qué muchas
veces los argumentos se basan en que la Guerra Popular solo es aplicable a los
países semicoloniales o la imposibilidad de su desarrollo en los países
imperialistas al no poder aplicar la tesis clásica “del campo a la ciudad”.
La Guerra Popular es ante todo la guerra de las
masas. Nuestra tarea en la fase actual, de constitución o reconstitución de Partidos
Comunistas, es persistir en la línea de masas, movilizando, politizando y
organizando a las mismas. Yendo de la acción más local y concreta a la más
amplia y compleja, armándolas en el desarrollo revolucionario, y teniendo
siempre claro el objetivo que nos guía. Como exponen los camaradas del Partido
Comunista de Brasil (Fracción Roja) en su texto “Guerra Popular y
Revolución”:
“Es la guerra que, tomando el principio de
que son las masas las que hacen la historia, parte de la realidad concreta
en que, de modo general las masas están relativamente desorganizadas, pero que
a largo plazo se harán organizadas, pasando de fuerza poderosa desorganizada a
fuerza poderosa organizada, a través de etapas bien delimitadas del desarrollo
de la lucha armada, aplicando en el combate a nivel estratégico la superioridad
relativa de fuerzas y en lo táctico la superioridad absoluta.”
No podemos aceptar el argumento que afirma que
la Guerra Popular no es maoísta porque no fue desarrollada por el Presidente
Mao. Nos parece profundamente metafísico
querer reducir el maoísmo a la obra en vida del Presidente Mao. Esta es
fundamental y debe ser estudiada en detalle. Pero, al igual que el leninismo no se paró con
la muerte del camarada Lenin en 1924, el maoísmo no acaba en 1976. Por ello es
fundamental estudiar todas las experiencias revolucionarias que han tenido
lugar hasta nuestros días. Es especialmente importante para nosotros las
experiencias de las luchas que han tenido lugar en países imperialistas, por
nuestro propio contexto, y, que vienen a reforzar siempre el principio de que
las masas no rechazan la violencia, la ejercen día a día en sus justas
reivindicaciones. El deber del Partido Comunista es pues dirigir esa justa
rebelión hacia la toma del poder mediante la Guerra Popular.
Citamos de nuevo a los camaradas brasileños en
su misma obra para que se vea más clara nuestra posición:
“Nuestra fuerza está en que combatimos por una
causa justa para destruir la máquina podrida que oprime las masas destruyendo y
barriendo las viejas relaciones sociales parte por parte, en la cual contaremos
con la incorporación creciente de las masas. Hacemos la guerra justa contra la
guerra injusta. En último término hacemos la guerra para conquistar la paz
eterna. Nuestra debilidad está en la situación inmediata de dispersión y
desorganización de las masas.”
Además, queremos mostrar la inviabilidad de
seguir manteniendo y apostando por la insurrección como estrategia universal
que solo ha conducido a la degeneración más absoluta de los Partidos Comunistas
al acabar asumiendo el parlamentarismo burgués como “forma de lucha”.
La insurrección forma parte de la Guerra
Popular, nosotros no la desdeñamos. Pero creemos que la idealización de la
insurrección como proceso que se da casi de forma idealista no deja de ser
precisamente eso, una idea que nada tiene de material. Las experiencias de
insurrecciones, entre las que destaca la Gran Revolución Socialista de Octubre,
no alcanzaron el poder sino después de la guerra. La premisa de la “acumulación
de fuerzas” ha conducido siempre a la autodestrucción de los partidos al acabar
adheridos al revisionismo. Actualmente, todos los partidos que han asumido esta
tesis en los países imperialistas han acabado siempre, de forma inexcusable, en
el revisionismo y en la claudicación. Es más, el propio camarada Lenin ya
expuso que, en la época del imperialismo, la revolución proletaria solo sería
posible a través de la guerra, ya que el imperialismo solo se podrá mantener
con el desarrollo de guerras contrarrevolucionarias.
Acabaremos este apartado citando al PCP en sus “Documentos
Fundamentales”:
“Una cuestión clave y decisiva es la compresión
de la validez universal de la guerra popular y su consecuente aplicación,
teniendo en cuenta los diferentes tipos de revolución y las condiciones
específicas de cada revolución. Servirá a esta cuestión clave considerar que no
se ha repetido una insurrección como la de Petrogrado, la resistencia
antifascista y las guerrillas europeas en la II Guerra Mundial, así como las
luchas armadas que se libran en Europa actualmente; y ver que, al fin y al
cabo, la Revolución de Octubre no fue sólo insurrección sino una guerra
revolucionaria que duró varios años. En consecuencia, en los países
imperialistas la revolución sólo puede concebirse como guerra revolucionaria y
ésta hoy es simplemente guerra popular.”
-Sobre el
camarada Stalin
La cuestión del camarada Stalin es una cuestión
fundamental para así hacer una correcta evaluación de la construcción del
socialismo en la Unión Soviética y del trabajo de la Internacional Comunista
hasta su disolución.
Además, para los comunistas, defender al
camarada Stalin es un deber inexcusable, ya que es una de las figuras más
vilipendiadas por la prensa burguesa en innumerables ocasiones, y debemos defenderlo
como líder del primer Estado socialista con la difícil tarea de construir el
socialismo y exportar la revolución.
Como exponen los camaradas del Partido Comunista
de Brasil (Fracción Roja) en su texto “Enarbolar la
bandera roja de la Internacional Comunista y de su VIIº Congreso”:
“A fines de los años 1920 y 1930, el camarada
Stalin tuvo que dedicar gran atención a la enconada lucha de dos líneas, que se
estaba desarrollando dentro del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, a
través del gran desafío de construir el socialismo por primera vez en la
historia y la preparación de la URSS ante la inminente agresión imperialista.
Es falso lo que afirman seudo historiadores y otros detractores, de que Stalin
dejó de lado la dirección de la Internacional Comunista. La dirección de la
Internacional Comunista y los problemas del Movimiento Comunista Internacional
estaban bajo la creciente atención y dirección del camarada Stalin, en su
condición de jefe reconocido de la revolución mundial. Separar el papel del
camarada Stalin del VII Congreso, de los problemas de la Segunda Guerra Mundial
y la Gran Revolución China es negar su reconocido y gran estatus como Jefe de
la Revolución Proletaria Mundial. Entonces preguntamos: después de todo, ¿el
gran y glorioso triunfo sobre el nazifascismo se debió o no a la dirección del
camarada Stalin? Y si estamos de acuerdo con la realidad de que sí, se debió a
la dirección magistral del Generalísimo Stalin, ¿con qué línea se logró un
triunfo tan glorioso? ¿No está claro que fue con la línea del VII Congreso o
fue a pesar de ello? No tener esto claro es, en resumen, oponerse a Stalin, al
Presidente Mao y fracturar el marxismo-leninismo-maoísmo.”
Compartimos plenamente esta visión.
Después de la Revolución de Octubre, Stalin se
enfrentó a una oposición de izquierda (Shliápnikov, Kollontai) y a otra de
derecha (Bujarin, Zinoviev, Kamenev) que coincidían en la imposibilidad de la
construcción del socialismo en la URSS, así como combatir contra las posturas
liquidacionistas, oportunistas y pequeñoburguesas del trotskismo. Defendió la
teoría del socialismo de un solo país y puso en marcha varias medidas, primero
con la Nueva Política Económica para que se desarrollara la industria y
posteriormente la industrialización socialista del país con los planes
quinquenales. Stalin tuvo que lidiar con la burocracia y la corrupción dentro
del Partido, así como dirigir al país frente a la amenaza fascista de la
Alemania de Hitler.
Stalin demostró en su lucha contra el fascismo
su capacidad de movilizar a las masas soviéticas en defensa del estado de
nuestra clase, supo lidiar y cooperar con las democracias burguesas cuando esto
era en beneficio de la revolución, en definitiva, supo vertebrar una estrategia
revolucionaria donde no solo la URSS fue el país que derroto al fascismo, sino
que dio un duro golpe al imperialismo y al sistema capitalista con el
establecimiento de democracias populares en el este de Europa. Consiguió ganar
la estima de los pueblos hacia la revolución por su gran participación en la
liberación y la defensa de la clase obrera internacional.
Otro aporte positivo y fundamental del camarada
Stalin fue su papel dirigente en el Movimiento Comunista Internacional en la
lucha contra las desviaciones de derecha e izquierda. Hay multitud de ejemplos
de su vigilancia revolucionaria: en el caso concreto del Estado español,
podemos destacar la lucha contra el izquierdismo del Partido Comunista de
España en los años 30, cuando la Internacional destituyó a la dirección de la
Sección Española ante los problemas de sectarismo e izquierdismo que provocaban
la irrelevancia total del PCE; otro ejemplo sería la lucha contra uno de los
mayores derechistas de su época, Earl Browder, el cual quería disolver el CPUSA
dentro del Partido Demócrata; en esta época fue especialmente importante la
lucha contra Tito, sus derivas derechistas y sus ataques contrarrevolucionarios
al socialismo; finalmente, otro ejemplo de especial interés para los comunistas
españoles es la llamada “Directriz Stalin’’, por la que el PCE se volcó en un trabajo de
masas y proletario y abandonó las políticas izquierdistas que desarrollaba en
la lucha antifranquista. Como vemos, de principio a fin Stalin luchó contra los
enemigos de la revolución, tanto en la URSS como fuera de ella, comprendiendo
perfectamente el papel internacional de la revolución proletaria.
Además de sus aportaciones en torno a la
cuestión nacional, debemos mencionar dos de sus mayores aportaciones teóricas y
prácticas: la síntesis y definición del marxismo-leninismo se la debemos al
camarada Stalin, y quizá este es uno de los mayores regalos que se nos ha dado
a los comunistas de todo el mundo. Stalin supo condensar, sintetizar y
popularizar el legado teórico y práctico de Lenin, y esta es una contribución
incalculable para la Revolución Proletaria Mundial. Gracias a obras como Fundamentos del
Leninismo (1924)
o Cuestiones del Leninismo (1926), gran parte de los revolucionarios del mundo nos hemos adentrado en
la ciencia revolucionaria, hemos desterrado múltiples desviaciones o ideas
erróneas iniciales y hemos comprendido gran parte de la grandeza de las
aportaciones de Lenin.
La otra gran aportación teórica y práctica, es
la principal lucha que tuvo que atajar Stalin en el seno del movimiento
revolucionario: la lucha contra el trotskismo fue la contradicción principal
durante décadas para el Movimiento Comunista Soviético e Internacional. El
combate contra esta tendencia contrarrevolucionaria, ultraoportunista y
ultraizquierdista fue una de las mayores dificultades y uno de los mayores
logros de Stalin. Este dirigente revolucionario supo diferenciar y explicarnos
perfectamente el antagonismo del trotskismo con las tesis de Lenin, y a su vez
aniquiló su importancia en múltiples lugares del mundo.
Por último, cabe mencionar otras aportaciones
interesantes de interés: profundizar en el papel de la autocrítica y el cómo
aplicarla de forma correcta por parte de cada camarada en el seno del Partido;
aportaciones que nos pueden ser de mucha utilidad en la actualidad al respecto
del papel de la Juventud de Masas y su vinculación con el Partido; también se
prestó especial atención a la lucha contra las desviaciones de izquierda y
derecha en el Movimiento Comunista, con numerosos textos tanto contra la
desviación derechista, como contra la izquierdista, que afectaban gravemente no
sólo al Partido Comunista (bolchevique), sino al conjunto del Movimiento
Comunista Internacional.
Pese a las deficiencias que pudiera haber tenido
Stalin y que sus aportaciones no superaron cualitativamente al
marxismo-leninismo, su papel en el Movimiento Comunista Internacional fue
mayormente positivo, y así debemos reivindicarlo. El camarada Stalin defiende
el legado leninista ante el revisionismo coetáneo y emprende la gran tarea de
construir el socialismo, y tal y como hemos expuesto, realiza aportaciones
teóricas importantes en la cuestión nacional y en el derecho de
autodeterminación de las naciones. Pero Stalin no desarrolla cualitativamente
el marxismo, porque no desarrolla cuestiones teóricas que sientan un paradigma
que debe ser aplicado en la práctica revolucionaria -cómo sí hace Lenin y como
hará el Presidente Mao Tse Tung- ni establece un método y estilo de trabajo
revolucionario. No hay un método de trabajo stalinista ni hay un partido stalinista;
Stalin se desarrolló y aplicó las concepciones leninistas del Partido, el
Estado y la revolución. Stalin fue un firme defensor del marxismo-leninismo,
pero no hizo evolucionar el marxismo a la siguiente etapa. La defensa del
camarada Stalin es una tarea fundamental del Movimiento Comunista
Internacional, no solo por ser uno de los comunistas más atacados en nuestro
país, sino por el trabajo que realizó a favor de la emancipación de la clase
trabajadora.
Después de reconocer que es obvio que existieron
errores en el liderazgo de Stalin, es necesario contextualizarlos: debemos
entender que él no fue el gran culpable de la debacle del Movimiento Comunista
Internacional, ya que una gran personalidad no es la que hace la historia.
Como expuso magistralmente el Presidente
Gonzalo:
“[El] Camarada
Stalin ha sido un gran marxista-leninista. ¿Erró?, sí, pero nunca vendió la
revolución, pudo equivocarse, pudo no comprender; como el Presidente ha
enseñado, su error arrancó de una insuficiente comprensión de la dialéctica, de
arrastrar metafísica, de ahí deriva el problema del camarada Stalin; pero nadie
puede negar su enorme papel ni nadie puede quitarle su condición de Jefe del
proletariado internacional en décadas, afrontando por vez primera la
construcción del socialismo, sin antecedente, ni el grandioso esfuerzo que él
condujo en la II Guerra Mundial. Tiene aportes, ¡Claro que los tiene!, no se le
puede negar, debemos saber valorar. Ahí tenemos entonces ya cinco, sumados los
tres son cinco; pero es una pléyade, un conjunto considerable de grandes
figuras, de titanes del pensamiento y la acción. Ahí, pues, está encerrado eso.
¿Por qué no hemos enumerado? Para que quede nítido que son tres las grandes
figuras: Marx, Lenin, Presidente Mao Tsetung, esa es la razón ¿ya ven?”
Esto es fundamental si de verdad queremos hacer
un análisis dialéctico de la situación histórica, de la lucha de dos líneas
existente en el marxismo desde su nacimiento hasta el día de hoy, y un análisis
que ponga en el centro del debate a las masas y no sólo a las grandes figuras
históricas. Por otra parte, la lucha interna política e ideológica no nace con
Stalin, sino que se encuentra en el movimiento revolucionario soviético y antes
ruso, desde su nacimiento, ya que la lucha de dos líneas está en todo, nace con
el inicio del marxismo y de toda lucha revolucionaria. Siguiendo con este hilo
argumental, es de justicia reconocer que también tuvo que afrontar un gran
problema: el enfrentamiento contra el fascismo, impidió el poder realizar
congresos en el PC(b) de la URSS desde 1939 hasta 1952, y a su vez provocó la
pérdida de miles de cuadros comunistas, que lucharon y murieron contra el
fascismo, que sin duda provocó un desajuste y una falta grave de cuadros
intermedios, que permitió escalar a oportunistas y arribistas. Esto sin duda
contribuyó a facilitar el triunfo de la línea revisionista que se había
fortalecido durante estos años.
Suscribimos las siguientes palabras del Partido
Comunista Chino:
“Fallecido Lenin, fue bajo la dirección de Stalin
que el PCUS y el pueblo soviético lucharon resueltamente contra todos los
enemigos internos y externos, defendieron y consolidaron el primer Estado
socialista del mundo (…) En ciertos problemas, Stalin se apartó, en su manera de pensar, del
materialismo dialéctico, cayó en la metafísica y el subjetivismo y, como
consecuencia de ello, perdió a veces el contacto con la realidad objetiva y con
las masas. En la lucha tanto dentro como fuera del Partido, a veces y en
algunos problemas, Stalin confundió dos categorías de contradicciones de
distinto carácter, esto es, contradicciones entre los enemigos y nosotros y
contradicciones en el seno del pueblo, y confundió los métodos diferentes para
resolverlas (…) Los méritos y
errores en la vida de Stalin son una realidad objetiva histórica. Comparados
sus méritos y sus errores pesan más los primeros que los últimos. Las acciones
principales de su vida son acertadas, y sus errores son de segundo orden. Todo
comunista honrado que respete la historia, al hacer el balance de las
actividades teóricas y prácticas de Stalin en conjunto, verá primero, sin duda,
lo que constituye el aspecto principal de su vida. Por lo tanto, al apreciar,
criticar y vencer con acierto los errores de Stalin, debemos salvaguardar el
aspecto principal de su vida, y salvaguardar el marxismo-leninismo, que él
defendió y desarrolló.” (Sobre el problema de Stalin, Comentario a la carta abierta del CC del
PCUS. Redacciones de Renmin Ribao y Hongqi)
-Conclusiones
Con este documento queremos mostrar de forma
decidida nuestras posiciones y nuestra suscripción a la Declaración al Comité
Coordinador de la CIMU. Es por ello que aceptamos y nos sometemos a los
principios que se publican en el documento:
* La
contradicción, única ley fundamental de la incesante transformación de la
materia eterna;
* Las masas
hacen la historia y la rebelión se justifica;
* Lucha de
clases, dictadura del proletariado e internacionalismo proletario;
* Integrar la
verdad universal del marxismo-leninismo-maoísmo con la práctica concreta de la
revolución en cada país;
* Necesidad del
Partido Comunista marxista-leninista-maoísta que aplique con firmeza la
independencia, la autodecisión y el autosostenimiento;
* Combatir el
imperialismo, el revisionismo y la reacción indesligable e implacablemente;
* Conquistar y
defender el Poder con la guerra popular;
* Lucha de dos
líneas como fuerza impulsora del desarrollo partidario;
* Transformación
ideológica constante y poner siempre la política al mando;
* Servir al
pueblo y a la revolución proletaria mundial;
* Desinterés absoluto
y justo y correcto estilo de trabajo;
* Ir contra la
corriente.
Consideramos imprescindible la honesta lucha de
dos líneas en el seno del MCI, ya que solo de esta forma podremos avanzar en la
realización de la CIMU y la construcción de la NOIP.
Somos conscientes que hay muchas cosas en el
tintero que se nos han quedado por exponer o explicar, pensamos seguir
publicando documentos en función del desarrollo del debate y como los partidos
y organizaciones del MCI se vayan posicionando.
En este punto nos parece del todo necesario
reconocer y volver a incidir en que nuestro partido es muy joven y necesita
seguir desarrollándose en todos los aspectos, desde el ámbito internacional a
la misma línea de masas en el Estado español. Nuestro partido no vivió el MRI,
no hemos vivido ni participado en los Encuentros de Partidos y Organizaciones
marxistas-leninistas-maoístas a ningún nivel, por lo que nuestro grado de
desarrollo es mucho menor que otros partidos con mucha más experiencia y
conocimiento a todos los niveles.
No obstante, esto no es impedimento para que nos
expresemos y nos reconozcamos como herederos de lo mejor del Movimiento
Comunista Español y del MCI. Precisamente hoy estamos viendo como en todos los
lugares del mundo están surgiendo partidos y organizaciones que se reivindican
del marxismo-leninismo-maoísmo, lo que demuestra como la revolución es la
tendencia principal y cuan necesaria es una NOIP que los guíe en el trabajo.
Queremos finalizar este documento recordando lo
dicho por el Presidente Mao de que nos encontramos en el periodo de los 50 a
100 años. No debemos olvidar esto y reconocer que si estamos en ese periodo, es
más necesaria que nunca la CIMU y la reconstitución de la Internacional
Comunista.
“Los próximos 50 a 100 años más o menos, a partir
de hoy, serán una gran época de cambio radical del sistema social en el mundo,
una época que estremecerá la tierra, una época con la que ninguna otra época
histórica anterior pueda compararse. Viviendo en tal era, debemos estar listos
para librar una gran lucha cuyas formas tendrán muchas características
diferentes de las épocas pasadas.”
¡VIVA LA
CONFERENCIA INTERNACIONAL MAOÍSTA UNIFICADA!