Las elecciones han sido, como no podía ser de otro modo dentro del orden social imperante, un instrumento en manos de la burguesía compradora primero y después de la burguesía burocrática. Esto ha sido lo principal en los procesos electorales del estado argentino desde el siglo XX y lo que va del presente y es lo que ha determinado el carácter de clase de las elecciones en el país.
El actual proceso electoral para el recambio de autoridades reaccionarias en argentina demuestra que el viejo estado argentino se ha debilitado más como muestra el rechazo que han sufrido los partidos tradicionales y sus precandidatos en las PASO. Los partidos políticos han sido remecidos por los resultados de las PASO y tienen que replantearse y reagruparse para la próxima primera vuelta y con vistas a la segunda vuelta y para su posterior desenvolvimiento. Como vemos se acentúa la crisis política del viejo estado, sus instituciones representantes sobre la bases de la crisis económica.
La crisis estructural de la
sociedad argentina, semifeudaly semicolonial sobre la que se desarrolla un
capitalismo burocrático, precisamente por esta su condición, desde comienzos de
la década anterior, cuando en el mercado mundial terminó el boom de los precios
altos de materias primas y otros productos,se profundizó la crisis del
capitalismo burocrático; poniendo al descubierto que el crecimiento económico
de la era de los Kirschner, tan ponderado, había sido solo la repetición de los
famosos crecimientos latinoamericanos, sin verdadero desarrollo económico, de “vacas
gordas” para los imperialistas, grandes burgueses y terratenientes y de mayor
atraso de la economía y más miseria y redoblada explotación para las masas. Así,
la Argentina como los demás países de América Latina, han tenido en la década
anterior, una “nueva década pérdida” como lo reconoce el propio instituto al
servicio del imperialismo, la CEPAL, el 2023.
La crisis estructural se agravó con las medidas económicas pro-imperialistas y antipopulares de los sucesivos
gobiernos de la brurocratica y la compradora ( Cristhina Fernández de
Kirschner-Macri-Fernández.
El capitalismo burocrático está
padeciendo desde 2014 sucesivas crisis cíclicas, con ciclos cada vez más cortos
y siempre comenzando desde más abajo, la presente crísis que padece desde más o
menos la mitad del periódo presidencial de Fernández, es más grave, y su caída
se ha acelerado con las medidas aplicadas en cumplimiento del “acuerdo desigual”
con el FMI, por lo que puede decirse que la economía Argentina está en caaída
libre. Esa es la base sobre la que se da la presente crisis política del viejo
Estado, no solamente del gobierno vendepatria de Fernandez-Massa y que se
expresa en el odio de las masas al gobierno y su rechazo a sus instituciones y
su rechazo a las elecciones reaccionarias para el recambio de autoridades, que
el propio diario progobiernista Página 12, en un articulo publicado hoy, describe así:
"Oficialmente, la campaña rumbo a
los comicios presidenciales comenzó el sábado. Pero en la calle, si es por eso,
el clima sigue tan frío como respecto de las Primarias. No es porque les falte
temperatura a declaraciones y gestos de candidatos y referentes varios. Al
contrario.
Sergio
Massa anunció unas cuantas medidas que, al margen de si parecen insuficientes o
un gran esfuerzo frente al golpazo de la devaluación, no estuvieron
coordinadas. La suma fija (bonos, en rigor) despertó rebelión en la
granja. Para variar, fue comunicada pésimamente y se entendió más nada
que poco acerca de quiénes adherían, en dónde, con cuáles sustentos de qué
descargas impositivas. Se desconcertaron gobernadores e intendentes.
La (por ahora ex) Comandante Pato
agregó a Carlos Melconian para que se lleve la marca en materia económica,
mucho más por ser un hábil declarante que en función de su idoneidad técnica.
El programa que presentaron es un recitado de generalidades: reducción del
déficit fiscal, equilibrio macro, criterios “más modernos” en torno al interés
general, “managment profesional”, “acuerdos federales” y sarasas por el estilo.
Ni una palabra sobre el ahorque del FMI, para no abundar. Claramente,
Melconian es la pretensión mediática de una imagen de “seriedad” frente a los
desatinos de Bullrich cada vez que habla de economía. Y ante las alucinaciones
de Javier Milei. El orden puede ser ése o el inverso, tanto en los
nombres como sobre quién patina más alto.
(...)
El resto radica en interminables
conjeturas electorales, que comprenden diálogos reservadamente depresivos entre
tropas oficiales y cambiemitas. Por ejemplo, qué hacer para que
Bullrich no se caiga por completo y Milei, como se entusiasma el prócer Luis
Barrionuevo, no gane “en primera vuelta y sin chicotes”.
El Centro Estratégico
Latinoamericano de Geopolítica, a cargo del investigador y académico Alfredo
Serrano Mancilla, fue la única consultora que, antes de las Primarias, previno
sobre la permanencia del escenario de tres tercios. Es decir: el sostenimiento
de Milei en una expectativa muy favorable, cuando todos los pronósticos lo
ubicaban en un lejano tercer puesto. Más aún, cabe recordar al mismo Milei
manifestando que se sentiría conforme si orillaba o apenas traspasaba el 20 por
ciento de los sufragios.
Celag proyectó ahora las chances
de Massa en primera vuelta, basadas en recuperar votantes del Frente de Todos,
2019, que acaban de no concurrir a las PASO para apoyar a Unión por la Patria.
Incluso suponiendo que Massa
conservará en su totalidad el porcentaje de Juan Grabois, necesitaría
reconquistar 2,5 millones de votos para obtener cerca del 36 por ciento e
ingresar con cierta seguridad al ballottage.
No es especulación, sino un dato
numérico específico que ancla en los cálculos del oficialismo.
Su centro de gravedad pasa por la
recuperación de gente enojada, apática, sobre todo en el conurbano bonaerense
que juega un papel decisivo y donde Axel Kicillof, el candidato
justificadamente más preciado del peronismo, perdió 1,7 millones de votos
respecto de las PASO 2019.
(...)
Pareciera, con toda lógica emocional
por parte del peronismo, del progresismo y de sus alrededores, que no termina
de asimilarse la probabilidad concreta de algo que suena a distópico: Milei
presidente.
Eso no era imaginable en ninguna
pesadilla hasta hace muy poco, aunque los signos de deterioro en las fuerzas
políticas tradicionales fueran evidentes.
Nada semeja hacer mella en lo
estrafalario del sujeto. Es al revés, y aun cuando resulte obvio que va dando
marcha atrás con sus declamaciones más extremas e impracticables.
(...)
Nada indica que sus votantes,
reales y potenciales, anotarán que el rupturista antisistémico, enfrentado a la
casta, dispuesto a todo, va mutando hacia la moderación.
La “gente”, hasta que ¿nuevas?
elecciones pudieran exhibir lo contrario, no escucha ni ve que el tipo ya se
adapta a las circunstancias de ser ganador. Y que transará con lo que le sea
necesario.
Se oye y se mira, en su núcleo
duro ya consolidado y de ahí para arriba, que no importa si está loco porque
los cuerdos no sirven para nada.
Cobraremos y gastaremos en dólares alegremente. De la noche a la mañana se eliminarán decenas o centenares de miles de empleos públicos. Habrá Educación y Salud para quienes puedan pagarlas a través de vouchers, en que la corrupción estatal no podrá inmiscuirse porque habrá desaparecido. (...)" ( Elecciones Argentina 2023: Sergio Massa Unión por la Patria, Javier Milei, El dilema de Unión por la Patria para convencer a los propios, Por Eduardo Aliverti. Página 12, 04 de septiembre 2023
Massa es el candidato peronista y gobiernista del membrete Unión por la Patria, es tan patriota que como ministro de Economía ha vendio un pedazo más de Argentina al imperialismo, vía “acuerdo” con el FMI,prosigue el artículo:
" Está fuera de duda que la intención (de Massa) es
amortiguar el impacto devaluatorio. Y nadie, tampoco, dudaría de sus patas
cortas. Muy cortas. Massa acciona (...) Pero es igual de objetivo que
no vende futuro.
Como lo subrayó el consultor Raúl
Timerman, citando un viejo slogan norteamericano, si no hay promesas no
hay campaña.
Si todavía alcanzara (y en caso
adverso también), le urge a encontrar un discurso que supere la amenaza
acechante. No es cuestión de reemplazar, sino de agregar.
No sirve, centralmente, la
exclusividad de lo que representa Milei. Y los cambiemitas.
El tema es convencer acerca de
qué representará votar a los propios".
Otro periodista, en el mismo diario Página 12,
resume así la relación de eonomía y política en la presente coyuntura electoral
y como repercute en la candidatura oficialista del ministro de Economía Massa,
escribe:
„La sucesión de devaluaciones que impone el FMI, así como las políticas anti autonómicas de los grandes bancos internacionales, más la incalificable política monetaria de un Banco Central que lo que menos hace es defender nuestra moneda nacional, debilitan, incluso, al candidato supuestamente oficial. Acaso por eso Massa fluctúa entre promesas y discursos "buenistas", que han de celebrar tanto "la embajada" (se refiere a la de los EEUU en Buenos Aires) como los casi 300 grupos empresariales que conforman el verdadero poder imperante en esta república. Y que son tan poderosos que ni Bullrich logra ilusionarlos, aun anunciando que el Señor Melconian será su ministro de economía.(Pantallazos pre-electorales por Mempo Giardinell)“.
El diario de la oposición, de la otra facción (la gran burguesía compradora), resume la situación después de las PASO, así: