VOZ POPULAR
Año IV Enero 1977 Nº7
¡ENARBOLEMOS LA GRAN REVOLUCIÓN
CULTURAL PROLETARIA!
II. PROCESO DE LA G.R.C.P.
PROCESO DE LA
GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA
I. EN MEDIO DE LA LUCHA ENTRE LAS DOS
LÍNEAS, EL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA, BAJO LA SABIA DIRECCIÓN DEL PRESIDENTE
MAO TSETUNG, CONDUJO LA REVOLUCIÓN CHINA
La revolución socialista en China
se inició el 1° de octubre de 1949, luego de ser fundada la República Popular
China. El heroico pueblo chino culminaba la gran epopeya histórica de la
revolución democrático nacional. La vieja China, agobiada por el feudalismo y
el capitalismo burocrático y sometida a un descuartizamiento por parte de la
carnicería imperialista, se había desmoronado después de una prolongada guerra
popular comandada por el Partido Comunista de China y su sabio líder el
Presidente Mao Tsetung. La burguesía compradora y los terratenientes feudales
habían sido despojados del Poder y los agresores extranjeros imperialistas
expulsados del territorio chino, instaurándose, en su lugar, una dictadura
conjunta de las cuatro clases revolucionarias: el proletariado, el campesinado,
la pequeña burguesía urbana y la burguesía nacional. China era ya un país
democrático, unificado e independiente.
Iniciándose la revolución
socialista, la clase obrera conquistaba el poder por primera vez en un país
hasta hacía poco sojuzgado por el imperialismo y el feudalismo. ¿Terminaba con
esto la lucha de clases en China? El Presidente Mao Tsetung señaló en marzo de
1949 que, una vez que el proletariado se adueñara del poder político en todo el
país la contradicción principal en éste sería “la contradicción entre la clase
obrera y la burguesía”. Dijo: “después de eliminados los enemigos con fusiles,
quedarán aún los enemigos sin fusiles, quienes entablarán inevitablemente, una
lucha a muerte contra nosotros; jamás debemos subestimarlos. Si ahora no
planteamos ni comprendió que, si bien un sector de la burguesía había sido
capaz de cumplir un papel revolucionaria en la etapa de la revolución
democrático nacional, cumplida esta etapa la burguesía era adversa a la
dictadura del proletariado, contraria a la supresión del asalariado y a la
transformación socialista de la propiedad de los medios de producción.
Y, efectivamente, la burguesía
emprendió una feroz lucha por derrocar al proletariado. Su táctica fundamental
fue la de introducir a sus agentes políticos en el seno mismo del Partido
Comunista y, tomando la superestructura como base de sus actividades
contrarrevolucionarias, empezó a conquistar importantes órganos del Partido y
aspectos claves de la labor estatal. La usurpación del Partido Comunista de la
Unión Soviética por la camarilla revisionista de Jruschov destinada a restaurar
el capitalismo en la URSS y a transformarlo en un país socialimperialista
envalentonó más aún a la burguesía china e infló sus aspiraciones por capturar
la totalidad del Poder político en China. Fue entonces que el Presidente Mao
Tsetung, entendiendo la necesidad de continuar la revolución bajo la dictadura
del proletariado, creó y dirigió personalmente la Gran Revolución Cultural
Proletaria. Como él mismo dijo: “La presente Gran Revolución Cultural
Proletaria es completamente necesaria y muy oportuna para consolidar la
dictadura del proletariado, prevenir la restauración del capitalismo y
construir el socialismo”.
No hubiera sido factible el triunfo
de la revolución democrático nacional ni de la revolución socialista sin un
partido marxista-leninista como el PCCh. Sin embargo, la aguda lucha de clases
en la sociedad se ha venido reflejando en el seno del PCCh a través de estas
dos etapas. La lucha interna en este grande, glorioso y correcto Partido ha
sido muy profunde y muy compleja. Sus orígenes se remontan hasta los momentos
iniciales de la fundación del PCCh. La línea roja del Presidente Mao Tsetung ha
tenido que habérselas con la línea oportunista de derecha de Chen Tu-siu, la
línea oportunista de “izquierda” de Chü Chiu-pai, la línea oportunista de
“izquierda” de Li Li-san, la línea oportunista
“izquierda” primero y abiertamente de derecha después de Wang Ming, la
línea de dividir al ejército representada por Chang Kuo-tao, la alianza
antipartido oportunista de derecha de Peng Te-juai, Kao Kang y Yao Shu-shi y
las líneas revisionistas contrarrevolucionarias de Liu Shao-chi, Lin Piao y
Teng Siao-ping. En todas estas grandes luchas el Partido Comunista de China
emergió victorioso fortaleciéndose la línea roja del Presidente Mao, impulsando
cada vez más la revolución china y haciendo valiosísimas contribuciones al
desarrollo de la revolución mundial. De estas luchas, las más importantes – por
sus dimensiones y por los graves daños que causaron al Partido y a la
revolución la líneas combatidas – fueron las emprendidas contra Chen Tu-siu,
Wang Ming y Liu Shao-chi.
El reciente golpe de Estado
perpetrado en China por la burguesía, aprovechando la profundamente lamentada
desaparición del Presidente Mao Tsetung y que ha producido la usurpación del
Partido y del Estado por la camarilla revisionista de Jua Kuo-feng es un nuevo
atentado contra la línea roja del Presidente Mao para transformar el Partido
Comunista en un partido revisionista o fascista y restaurar el capitalismo y la
dominación de las viejas clases reaccionarias derribadas por la revolución y de
la nueva burguesía surgida en el proceso mismo del socialismo. La línea
política que sustenta a Jua Kuo-feng y su pandilla es la continuación del
programa revisionista contrarrevolucionario de Teng Siao-ping.
Es nuestro propósito analizar
concísamente el proceso de la GRCP como producto de la lucha de clases en el
socialismo, de la lucha entre los dos caminos, el socialista y el capitalista y
de la lucha entre las dos líneas en el PCCh.
II. ANTECEDENTES Y DESARROLLO DE LA GRCP.
DESTRUCCIÓN DEL CUARTEL GENERAL BURGUÉS DE LIU SHAO-CHI.
Toda restauración
contrarrevolucionaria empieza en los dominios del espíritu para ganarse la
opinión pública. El Presidente Mao ha dicho: “Para derrocar el Poder político
es siempre necesario, ante todo, crear opinión pública y trabajar en el terreno
ideológico. Así proceden las clases revolucionarias y también las clases
contrarrevolucionarias”. Después de la liberación, las clases explotadoras
derrocadas se amadrigaron en la superestructura – especialmente en los diversos
terrenos de la cultura – para pretender desde ahí subvertir la dictadura del
proletariado. Multitud de obras literarias, de cine, de teatro, musicales, etc.
fueron lanzadas por la burguesía con el fin de embellecer el capitalismo, la
vieja sociedad y el imperialismo y enlodar y calumniar al Partido Comunista, la
dictadura del proletariado y el socialismo. Su intención era nefasta: prepara
la opinión pública necesaria para derrumbar al proletariado.
El Presidente Mao Tsetung fue el
primero en percibir los afanes de la burguesía en el frente cultural. En los
primeros años del socialismo el Presidente Mao dirigió varias excelente
campañas de crítica contra obras venenosas tales como el film reaccionario “La
vida de Wu Sün” (1951), el libro “Estudios sobre ‘El sueño del pabellón rojo’”
de Yu Ping-bo y las ideas reaccionarias de Ju Shi (1954). Ya desde 1950 se
venía exhibiendo en China la película “Historia íntima de la corte Ching”, un
film extremadamente reaccionaria al que que el Presidente Mao lo consideró de
traición a la patria que alababa al imperialismo, el feudalismo y el reformismo
burgués. Chiang Ching, destacada revolucionaria proletaria durante la GRCP,
propuso en diversas oportunidades desplegar una crítica a esta película,
conforme a la línea trazada por el Presidente Mao, pero recibió la oposición y
el sabotaje de algunos compinches de Liu Shao-chi. Tales campañas de crítica, a
las que hay que agregar la campaña de crítica de Ju Feng y la lucha contra su
camarilla contrarrevolucionaria, fueron las primeras medidas tomadas
personalmente por el Presidente Mao para contrarrestar los intentos de la
burguesía de reconquistar el poder perdido. El 16 de octubre de 1954 el
Presidente Mao escribió una carta al Buró Político del CC del PCCh criticando a
algunos elementos con poder dentro del Partido que se oponían a las nuevas
fuerzas que se atrevían a criticar a la burguesía. A partir de 1959 se
produciría nuevamente un abundante resurgimiento de hierbas malévolas en la
literatura y el arte que motivaría una contracampaña igualmente victoriosa.
La lucha de clases actúa
independientemente de la voluntad del hombre. En 1957, luego de culminada en lo
fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de
producción, el Presidente Mao sostuvo: “La lucha de clases no ha terminado. La
lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, entre las diferentes fuerzas
políticas y entre el proletariado y la burguesía en el terreno ideológico, será
aún larga, tortuosa y a veces incluso muy enconada”. En ese entonces Liu
Shao-chi, quien había logrado encaramarse en el Partido Comunista se mostraba
como fiel cómplice de la burguesía en su feroz embestida desatada ese año. En
instantes en que se debatía si era acertada o no la política exterior de China,
en esos momentos tan difíciles para la revolución, Liu Shao-chi se apresuró a
pregonar que la contradicción principal en el interior de China era “la
contradicción entre el sistema socialista avanzado y las fuerzas productivas
atrasadas de la sociedad.” Según Liu Shao-chi, sólo era necesario empeñarse en
la producción y no en la revolución. Estas artimañas de apoyo a la burguesía
venían a ser una reedición de la revisionista “teoría de la fuerzas
productivas” de Bernstein y Kautsky.
En realidad, la actividad
contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi no empezaba recién. Esta se inició desde
la Primera Guerra Civil Revolucionaria en China durante la Revolución
democrático nacional, época en que Liu Shao-chi renegó del Partido y se entregó
al enemigo. En vísperas de estallar la Guerra de Resistencia contra Japón,
desarrolló una política de capitulación, dando instrucciones a la gente para
dar a publicidad “declaraciones anticomunistas” y hacer confesiones. Después de
la victoria de la guerra de resistencia contra Japón, planteó una “nueva etapa
de paz y democracia” capitulando nuevamente ante el enemigo. En abril de 1949,
Liu fue a Tientsin a venderse una vez más ante los capitalistas. Después de la
liberación, se opuso a la transformación socialista de la industria y el
comercio capitalistas y a la cooperativización agrícola. En 1956, aparte de las
declaraciones arriba mencionadas, vociferó que “ya está definido quién vencerá
a quién” con el malévolo fin de confundir a las masas. ¿A quiénes podían servir
semejantes actividades contrarrevolucionarias sino a la burguesía y a las demás
clases explotadoras?
En 1958, el Presidente Mao elaboró
la línea general de “poner en tensión todas las fuerzas y pugnar por marchar
siempre adelante para construir el socialismo según la norma de cantidad,
rapidez, calidad y economía”. China dio entonces el Gran Salto Adelante en
todos los frentes y estableció a escala nacional la comuna popular. En
complicidad con el oportunista Peng Te-juai, Liu Shao-chi atacó entonces estas
tres banderas rojas del Presidente Mao, e inmediatamente promovió el “san zi yi
bao” (desarrollo del mercado libre, aumento de las tierras de uso privado,
promoción de pequeñas empresas responsables de sus propias ganancias o pérdidas
y fijación de cuotas de producción agrícola en base a la familia campesina) y
el “san he yi shao” (supresión de la lucha de clases en relación con el
imperialismo, el revisionismo y los reaccionarios y reducción del apoyo de
China a la revolución mundial). La burguesía china tenía, de esta manera, un
estupendo representante para pugnar por la restauración capitalista. Sin
embargo, el viento derechista impulsado por Liu Shao-chi y su pandilla sufrió
un fuerte revés en 1959 cuando, por acción de la línea roja del Presidente Mao,
fueron destituidos algunos oportunistas de derecha en la Reunión de Lushan.
A inicios de la década del 60 la
situación se complicó en la República Popular China. Los sabotajes perpetrados
por los revisionistas soviéticos y las graves calamidades económicas en China.
Aprovechando esta situación, la burguesía arreció sus ataques contra el Partido
Comunista y la dictadura del proletariado. En todos los planos brotaron
innumerables manifestaciones burguesas haciendo preparativos en la opinión
pública para la restauración.
Es este período, la más
reaccionaria fue la camarilla anti-Partido de la “Aldea de Tres Familias”
manejada por Deng Tuo, Liao Mo-sha y Wu Jan, tres secuaces de Liu Shao-chi que
montaron un poderoso aparato propagandístico reaccionario desde donde difundían
todo tipo de ataques y calumnias al CC del Partido y la línea general del
Partido establecida por el Presidente Mao, buscando apoyar a los revisionistas
destituidos y respaldar los ataques de las fuerzas feudales y capitalistas. Una
de las hierbas venenosas distribuidas por esta camarilla fue “La destitución de
Jai Rui”. Deng Tuo, el principal cabecilla de esta pandilla, exhortaba a
aprender de Jruschov mientras acusaba al Partido de “no cuidar la fuerza de
trabajo” y calumniaba a los revolucionarios proletarios diciendo que éstos
“recurren a la censura por un quítame allá esas pajas”. Estos dos últimos
“argumentos” son en realidad una constante en la boca de todos los
reaccionarios surgidos en la etapa de la revolución socialista de China,
incluidos los revisionistas que tiene el proletariado y otorgarle a la
burguesía el derecho a criticar al socialismo.
Pero finalmente, pese a todos los
desvelos y maquinaciones urdidas por estas alimañas correligionarias de Liu
Shao-chi, sus vanas ilusiones quedaron desbaratadas en la X Sesión Plenaria del
VIII CC del Partido realizada en septiembre de 1962. En esta reunión el Presidente
Mao estableció la línea fundamental del PCCh para toda la etapa histórica del
socialismo. En seguida lanzó el gran llamamiento de “no olvidar jamás la lucha
de clases” y señaló una vez más la necesidad de trabajar en el terreno
ideológico para crear opinión pública revolucionaria. Acosada por la
revolución, la “aldea de Tres Familias” publicó un último ensayo titulado “Las
treinta y seis estratagemas” en el que decían: “de las treinta y seis
estratagemas, la mejor es marcharse”. De esta manera este puñado de bichos
anti-Partido y antisocialistas procedieron a replegarse torpemente
“autocriticándose” y “criticándose” unos a otros.
En 1963 el Presidente Mao emprendió
personalmente la conducción de la revolución en la literatura y el arte,
caracterizada principalmente por la reforma en el arte dramático. Esto
constituyó en buena cuenta un prolegómeno de la GRCP. En Mayo de ese año, se
elaboró bajo la dirección del Presidente Mao la “Decisión del CC del PCCh sobre
algunos problemas en el actual trabajo rural (proyecto)”, la cual estableció la
línea, principios y las políticas del Partido para el movimiento de educación
socialista. Al año siguiente Liu Shao-chi volvió a sus andadas atacando a las
masas y protegiendo a los dirigentes seguidores del camino capitalista en el
gran movimiento de educación socialista. Más la línea roja no cejó en su
avance: a fines de 1964 el Presidente Mao convocaba una reunión de trabajo del
CC y presidía la elaboración del documento “Algunos problemas actuales
planteados en el movimiento de educación socialista en el campo”, luego de
someten a censura la línea burguesa de “izquierda” de Liu Shao-chi. En este
evento el Presidente Mao planteó por primera vez que “el blanco principal del
movimiento actual son aquellos dirigentes seguidores del camino capitalista
dentro del Partido”. Esta reunión significó un rudo golpe para Liu Shao-chi y
su banda.
El año 1964, en la gran polémica
internacional contra la camarilla revisionista de Jruschov, el PCCh extrajo
importantes lecciones de significación histórica d la lucha entre restauración
y contrarrestauración. El PCCh indicó en esa oportunidad que existen dos formas
de restauración del capitalismo: 1) cuando la dictadura del proletariado es
derrotada por la represión armada de la burguesía; y 2) cuando se produce la
“evolución pacífica”, es decir, cuando el país de dictadura del proletariado
toma el camino revisionista consecuencia de la degeneración de la dirección del
Partido y del Estado. Señaló además que, si bien en los países socialistas es
inevitable la lucha entre los dos caminos, no es inevitable la restauración del
capitalismo siempre que se persista en el marxismo y en la lucha contra la
burguesía.
Ese mismo año se produjo una
revolución en la Ópera de Pekín, en el ballet y en la música sinfónica. Chiang
Ching instaba en ese entonces a los trabajadores teatrales a retratar a los
obreros y campesinos en el escenario y a “crear una literatura y un arte que
protejan la base económica socialista”. Siguiendo fielmente las enseñanzas del
Presidente Mao, Chiang Ching fustigó duramente al decadente arte burgués.
1965 significó el inicio de un gran
contraataque en gran escala a la burguesía. Los dirigentes seguidores del
camino capitalista dentro del Partido invocaron entonces cinco “talismanes”
para proteger sus oscuros fines: 1) clamaron por una “apertura amplia para la
burguesía; 2) apelaron a la “construcción antes que la destrucción” para evitar
que el proletariado barriera el mundo burgués; 3) calificaron a los luchadores
proletarios de ser “tiranuelos de academia”, “violentos” y actuar como
“garrote”; 4) a la lucha de clases en el terreno de la ideología la rotularon
de “discusión puramente académica”, para encubrir los ataques de la burguesía
al Partido y para reprimir el contraataque de la izquierda proletaria; y 5)
vociferaron que “ante la verdad todos son iguales” y que “todos han hecho
algunas afirmaciones erróneas”, con el fin de colocar los errores cometidos por
la izquierda proletaria en el curso del conocimiento al mismo nivel que las
afirmaciones y acciones anti-Partido, antisocialista y contrarrevolucionarias
de los derechistas burgueses.
Pese a estas mañas de la burguesía,
línea roja del Presidente Mao prosiguió su contraataque. En noviembre de 1965,
Yao Wen-yuan, otro miembro destacado de esta línea, publicó “Sobre el nuevo
drama histórico ‘La destitución de Jai Yui’”. Así se dio la clarinada de la
GRCP y empezó una contraofensiva con carácter de masas contra la burguesía.
Inmediatamente después, China se
hundió en la vorágine de la lucha de clases. En febrero de 1966, Peng Chen y su
camarilla revisionista contrarrevolucionaria, manejados por los hilos de Liu
Shao-chi, lanzaron un programa contrarrevolucionario para la restauración del
capitalismo en China titulado “Informe esquemático del grupo de los cinco a
cargo de la revolución cultural sobre las actuales discusiones académicas”, el
cual fue tejido a espaldas del Partido Comunista. Muy poco tiempo duró esta
nueva ofensiva de la burguesía. El 16 de Mayo de 1966 el CC del PCCh revocó
dicho “Informe”, suprimió al “grupo de los cinco” controlado por Peng Chen y
estableció un nuevo grupo encargado de la revolución cultural, subordinado
directamente al Comité Permanente del Buró Político del PCCh. La circular
emitida por el CC del PCCh en esta fecha es un importantísimo documento
histórico que marcó el inicio de la GRCP. En el mes de junio el Presidente Mao
aplicó una gran medida estratégica al decidir dar a publicación el primer
‘dazibao’ marxista-leninista aparecido en la Universidad de Pekín. Esta orden
de combate encendió la hoguera de la GRCP haciendo que las masas extendieran su
denuncia a la burguesía por todo el país. En ese mismo mes, millones de jóvenes
secundarios y universitarios se volcaron a la sociedad promoviendo la lucha de
clases en gigantescas proporciones y propinándoles golpes contundentes a los
enemigos del socialismo; la decisión adoptada por el CC del PCCH y el Consejo
de Estado de revolucionarizar el método de ingreso a los centros superiores de
enseñanza fue la chispa que encendió este nuevo incendio revolucionario.
Al cobrar un auge la tempestad de
la revolución, surgió un nuevo producto de la lucha de clases en China: los
guardias rojos. Al nacer esta maravillosa fuerza fue vilmente calumniada por la
burguesía como “organización reaccionaria”; los imperialistas y revisionistas
soviéticos se apresuraron a hacer coro a los reaccionarios de China calificando
a los guardias rojos de “jóvenes fanáticos”. No obstante esta orquestación
contrarrevolucionaria, el Presidente Mao apoyó decididamente el surgimiento de
esta nueva cosa socialista. En un tiempo muy corto los guardias rojos se
transformaron en el ejército de la GRCP.
Desesperado, Liu Shao-chi por el
curso de los acontecimientos y aprovechando que el Presidente Mao se había
ausentado de la Capital, desató una siniestra represión contra los
revolucionarios en Pekín. Acto seguido, fue convocada en agosto la XI Sesión
Plenaria del VIII CC del PCCh. En esta reunión, el Presidente Mao hizo conocer
su primer ‘dazibao’ descargando sus baterías contra los dirigentes burgueses
dentro del Partido que pretendían transformar la dictadura del proletariado en
una dictadura de la burguesía y dirigió la elaboración de la trascendental
“Decisión del CC del PCCh sobre la GRCP” de 16 puntos, lo cual motivó que la
GRCP entrará en apogeo. Durante los meses restantes de 1966 el poderoso
torrente del movimiento revolucionario de masas continuó barriendo la diversas
ocasiones a un total de 13 millones de combatientes revolucionarios
concentrados en la inmortal Plaza Tien An Men.
Más, si los guardias rojos
cumplieron su papel de destrozadores de camino en la lucha revolucionaria, fue
la heroica clase obrera china, particularmente el proletariado de Shanghai, la
que decidió en una cuenta el destino de la GRCP. La burguesía no se resignaba a
ser derrotada, Fuera de sí, como una bestia acorralada en un pastizal en
llamas, la burguesía china cambió su raída treta de “empeñarse en la
producción” y de poner etiquetas de “saboteadores de la producción” a los
revolucionarios, por el nuevo embuste de mostrarse como “ultraizquierdistas”
incitando a gran número de obreros a “exigir” beneficios económicos,
interrumpiendo la producción y el transporte. Los dirigentes seguidores del
camino capitalista dentro del Partido procedieron a aumentar arbitrariamente
los salarios, a derrochar los caudales del Estado y a incitar a las masas a
ocupar los edificios públicos. Ante esta crítica situación el proletariado de
Shanghai, conducido por los revolucionarios proletarios Chang Chun-chiao y Wang
Jung-wen y bajo la dirección del Presidente Mao, se levantó en rebelión en 1967
para defender la revolución del puñado de burgueses que promovían tan criminal
economismo contrarrevolucionario. En este levantamiento, conocido como la
“tormenta de la revolución de Enero”, el proletariado de Shanghai arrebató el
poder, desde abajo, a los seguidores del camino capitalista de los antiguos
Comité Municipal del Partido y Comité Popular Municipal siguiendo fielmente la
gran orientación del Presidente Mao: “Se justifica la rebelión contra los
reaccionarios”. Este episodio de la GRCP constituye un importante hito
histórico y el inicio de las luchas del proletariado por retomar el poder
usurpado por la burguesía.
La “tormenta de la revolución de
Enero” levantó más aún la moral de las masas movilizadas tras la consigna del
Presidente Mao: “¡Revolucionarios proletarios, uníos para arrebatar el poder al
puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido!”. En
todo este tiempo se desarrolló y extendió a toda la sociedad la campaña de
lucha-crítica y repudio transformación, acordada por el PCCh. Las masas
desenmascararon uno a uno los innumerables crímenes de Liu Shao-chi -el
“Jruschov chino”- contra el PCCh, el Pensamiento Mao Tsetung, la dictadura del
proletariado y la patria socialista. Desde mediados del 67 hasta mediados del
68 la burguesía promovió un viento derechista de rehabilitación incitando a las
masas a pelear entre sí, organizando grupos conspiradores
contrarrevolucionarios y pretendiendo revocar justo veredictos sobre Liu
Shao-chi.
En octubre de 1968, en momentos en
que toda China aclamaba con vigoroso entusiasmo el establecimiento de los
comités revolucionarios en todo el país (excepto la provincia de Taiwán), el
VIII CC del PCCh, reunido en su XII Sesión Plenaria, aprobó por unanimidad
destruir al renegado y vendeobreros Liu Shao-chi de todos sus cargos de dentro
y fuera del Partido y expulsarlo para siempre del Partido Comunista de China y
seguirla ajustando las cuentas por sus crímenes cometidos. En abril de 1969 se
realizó el IX Congreso Nacional del PCCh el cual sintetizó ratificó los logros
del proletariado durante la GRCP.
De esta manera concluyó una gran
etapa de la GRCP y de la lucha de clases en China, en la que las masas, dirigidas por la línea
roja del PCCh y su máximo líder el Presidente Mao Tsetung y poniendo al mando
el glorioso Pensamiento Mao Tsetung, destruyeron el cuartel general de la
burguesía y aplastaron a su encumbrado representante, Liu Shao-chi.
III. CONTINUACIÓN DE LA GRCP.
APLASTAMIENTO DE LAS CAMARILLAS REVISIONISTAS CONTRARREVOLUCIONARIAS DE LIN
PIAO Y TENG SIAO-PING
Engels ha dicho “El desarrollo del
proletariado transcurre por doquier en medio de luchas internas”. Lin Piao fue
el nuevo monstruo que retomó el viejo programa de Liu Shao-chi y pretendió
desarrollo. Como dice Yao Wen-yuan en su folleto “Acerca de la base social de
la camarilla antipartido de Lin Piao”:
“La camarilla antipartido de Lin
Piao no soló representaba las esperanzas de restauración de la clase
terrateniente y la burguesía ya derribadas sino también las esperanzas de
usurpar el Poder abrigadas por los nuevos elementos burgueses surgidos en la
sociedad socialista”.
Al igual que Liu Shao-chi, Lin Piao
era un elemento burgués que anidaba en el PCCh desde los primeros años de la
revolución democrático nacional sin haber transformado su concepción del mundo
y aferrándose a su reaccionaria devoción por la doctrina esclavista de Confucio
y Mencio. Él y su banda eran hipócritas “que nunca aparecían sin el libro de
‘Citas’ en la mano ni abrían la boca sin proferir ‘vivas’ y que decían palabras
bonitas delante de uno mientra le ponían las manos asesinas a la espalda”; su
especialidad era levantar las banderas rojas del Presidente Mao para oponerse a
ellas.
Lin Piao se coludió con Chen Po-ta,
otro conspirador burgués de doble faz, para introducir en el Informe Político
ante el IX Congreso del PCCh el
contrabando de que la tarea principal era la de desarrollar la producción,
queriendo reeditar con esto la vieja teoría de las “fuerzas productivas”.
Sabido es que este informe fue rechazado por el CC y, en su lugar, Lin Piao se
vio obligado a leer a regañadientes otro informe político redactado esta vez
bajo la dirección personal del Presidente Mao. Luego del IX Congreso, Lin Piao
continuó su actividad conspirativa, llegando al extremo de su locura al tratar
de llevar a la práctica el 8 de septiembre de 1971 un plan para un golpe de Estado
armado contrarrevolucionario con la intención de asesinar al Presidente Mao y
crear otro CC. Frustrado su complot criminal, Lin Piao trató de seguir el mismo
camino que el oportunista Wang Ming (quien huyó al extranjero) al pretender
viajar furtivamente por avión a la URSS para entregarse al revisionismo
soviético, terminado por estrellarse y perecer ignominiosamente antes de
cumplir su cometido. El X Congreso Nacional del PCCh, realizado en agosto de
1973, sancionó el caso de este elemento arribista, revisionista y
contrarrevolucionario de doble faz.
No pasó mucho tiempo para que
apareciera nuevamente otro máximo representante de la burguesía dentro den
PCCh. El Presidente Mao ha señalado sabiamente: “La revolución socialista está
en marcha; con todo, hay incomprensión acerca de dónde está ubicada la
burguesía. Justamente está en el seno del Partido Comunista; se trata de los
dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Los seguidores
del camino capitalista siguen todavía su camino”. Teng Siao-ping apareció como
fiel representante de la burguesía en el propio seno del PCCh. Al igual que sus
antecesores, Teng Siao-ping tiene una larga trayectoria de traición a la
dictadura del proletariado. Ya desde la época anterior de la GRCP este sujeto
era el cabecilla número dos de la banda de Liu Shao-chi. En 1957 Teng Siao-ping
hacía coro a Liu Shao-chi al defender la “extinción de la lucha de clases” en
abierto provecho de la burguesía. Este elemento siempre fue un admirador de la
burguesía; mientras el “Jruschov chino” gritaba histérico: “es necesario
desarrollar la explotación capitalista, porque tal explotación es progresista”,
Teng Siao-ping le acompañaba sosteniendo: “somos inferiores a la burguesía”. En
1959 uno y otro se aliaron con el oportunista Peng Te-juai. También durante los
tres años consecutivos de graves calamidades naturales para China ambos se
apoyaron mutuamente para atacar las tres banderas rojas del Presidente Mao.
Pero todo traidor termina por ser desenmascarado. Después de haber sido puesta
al descubierto su catadura contrarrevolucionaria, Teng Siao-ping fue derribado
por los revolucionarios proletarios durante la GRCP junto con su compinche Liu.
En esa oportunidad, Teng se deshizo
en gemidos y súplicas y prometió corregirse. Sin embargo, sus juramentos fueron
lechos de los dientes para afuera. Después de permanecer agazapado por cierto
tiempo, escaló posiciones en el Partido y en el Estado y volvió inmediatamente
a las andadas, desatando con furia centuplicada un viento revocatorio
derechista desde comienzos de 1975.
Teng Siao-ping es un podrido
revisionista que ideológicamente se encuentra en la revolución democrático
nacional la restricción del derecho burgués en el socialismo y la dictadura
omnímoda del proletariado sobre la burguesía impulsadas por la línea roja del
Presidente Mao, son absolutamente extrañas y contrarias a sus inmundos
intereses de clase. Bajo el asesoramiento de Teng Siao-ping se redactaron tres
documentos: el programa general, el “Esquema de informe” y “Reglamentos para la
industria”. El primero de ellos es la declaración política de Teng para
restaurar el capitalismo, niega la línea fundamental del partido, difunde la
teoría de las fuerzas productivas y es una ofensiva general contra la línea
roja del Presidente Mao. El segundo es una oposición revisionista a la
dictadura omnímoda del proletariado sobre la burguesía en todos los dominios de
la superestructura. El tercero es un intento de restauración capitalista bajo
el rótulo de “apresurar el desarrollo industrial”. Los tres documentos tienen
como base el programa revisionista de “tomar las tres instrucciones como
clave”. Las “tres instrucciones” del Presidente Mao tergiversadas y colocadas
en un mismo nivel traidoramente por Teng Siao-ping eran las siguientes: 1)
estudiar la teoría de la dictadura del proletariado para combatir y prevenir el
revisionismo, 2) trabajar por la estabilidad y la unidad, y 3) elevar la
economía nacional a nuevas alturas. ¿Aparece en algún lugar de este programa la
orientación marxista de poner la lucha de clases al mando? No, en modo alguno.
El Presidente Mao ha dicho: “¡Qué es eso de ‘Tomar las tres instrucciones como
clave’! La estabilidad y la unidad no significan renunciar a la lucha de
clases. La lucha de clases es como la cuerda clave de una red, y todo lo demás
son mallas”.
Así, pues, lo que Teng Siao-ping
maquinó fue imponer la vieja treta de “empeñarse en la producción”, calumniando
a la línea roja del Presidente Mao de “oponerse a la producción y sabotearla”.
Pero la divergencia entre la línea proletaria y la línea burguesa en lo que se
refiere a este punto no reside en si se necesita o no hacer la producción, sino
en qué camino seguir en la producción: el capitalista o el socialista. Mientras
Teng Siao-ping y su banda representan las esperanzas de restauración
capitalista y balbucean sandeces tales como “un gato, blanco o negro, con tal
que cace ratones, es bueno” y se desesperan por poner al mando las ganancias,
la línea roja del Presidente Mao pugna en los hechos por “empeñarse en la
revolución y promover la producción”, lo que significa poner al mando la lucha
de clase para servir a la dictadura del proletariado. El Presidente Mao ha
dicho: “Esta persona no se empeña en la lucha de clases; nunca ha mencionado
esta clave. Sigue todavía con su ‘gato blanco o negro’, sin hacer distinción
entre el imperialismo y el marxismo”. “Él no entiende marxismo-leninismo;
representa a la burguesía. Dio su palabra de ‘nunca intentar la revocación del
veredicto’, pero lo que dijo no merece crédito”.
Habiendo desplegado la línea roja
del Presidente Mao un amplio combate de masas contratacando este viento
revocatorio derechista, la burguesía, en el paroxismo de su demencia e hinchada
de arrogancia reaccionaria, desató en abril de 1976 un incidente político
contrarrevolucionario en la Plaza Tien An Men. El día 5 de abril un puñado de
maleantes y enemigos jurados de clase se congregaron en Tien An Men destruyendo
todo lo que encontraban a su paso y golpeando criminalmente a transeúntes y curiosos.
Esta horda de salvajes vociferó sin ningún escrúpulo sus negras intenciones de
dividir al CC del PCCh, enfilando sus ataques directamente contra el Presidente
Mao. Aullaron rabiosas alabanzas y loas a Teng Siao-ping en un ridículo afán de
usurpar el máximo cargo del Partido. Tales actividades asesinas fueron parte de
la campaña de la burguesía para crearse una opinión pública favorable.
La respuesta del proletariado fue
inmediata y contundente: el peso del puño de hierro de la dictadura del
proletariado cayó implacable contra este puñado de sabandijas. Los
revolucionarios proletarios salieron en heroica defensa del Presidente Mao, del
PCCh y del socialismo, pulverizando violentamente este atentado de la
burguesía. Dos días después, a propuesta del Presidente Mao, el CC del PCCh le
ajustó las cuentas a Teng Siao-ping destituyéndolo de todos sus cargos de
dentro y fuera del Partido.
En el X aniversario de la GRCP, la
dictadura del proletariado mostraba una vez más su lozanía y energía
revolucionaria. Tres grandes monstruos fueron abatidos por el incontenible
torrente de la lucha de las masas genialmente conducidas por el Partido
Comunista de China y su líder el Presidente Mao Tsetung.
IV. MIENTRAS MÁS SE AFANE LA REACCIÓN
POR IR CONTRA LA CORRIENTE DE LA HISTORIA, TANTO MÁS HONDA SERÁ LA FOSA QUE LE
PREPARA LA REVOLUCIÓN
La derrota de Liu Shao-chi, Lin
Piao y Teng Siao-ping fueron grandiosas victorias de la línea roja del
Presidente Mao. Pero, ¿concluyó aquí la lucha entre el proletariado y la
burguesía? Por el contrario, ésta se tornó más aguda y enconada. La burguesía
reanudó con profundo rencor su ataque al proletariado aprovechando la grave
enfermedad del Presidente Mao Tsetung. Inmediatamente después de su muerte
ocurrida en septiembre último, los máximos dirigentes seguidores del camino
capitalista dentro del Partido, con el revisionista Jua Kuo-feng a la cabeza,
llevaron a la práctica un reaccionario golpe de Estado anticomunista en China.
El objetivo que se ha trazado la derecha en China es destruir la línea roja del
Presidente Mao, transformar el grande, glorioso y correcto Partido Comunista de
China en un partido revisionista o fascista a la imagen del de la Unión
Soviética, cambiar el rojo color de China y restaurar el capitalismo y la dominación
de las viejas clases reaccionarias derrocadas por la revolución. Jua Kuo-feng
pretende realizar los antiguos anhelos de Liu Shao-chi, Lin Piao, Teng
Siao-ping y todos los máximos representantes de la reacción infiltrados en el
PCCh: destruir la dictadura del proletariado e imponer la dictadura de la
burguesía.
Una parte de su plan
contrarrevolucionario es golpear a los representantes de la línea roja del
Presidente Mao que han cumplido una destacada labor durante la GRCP, mientras
defienden y embellecen a los monstruos derribados en el proceso de la GRCP.
Wang Jung-wen, Chang Chun-chia, Chiang Ching y Yao Weng-yuan, a quienes se les
ha colocado el epíteto de “banda de los cuatro”, son por ahora el blanco de la
crítica de la burguesía en China. Otro de los cabecillas de esta camarilla
contrarrevolucionaria, Chen Yung-kui, ha sostenido gravemente que “los cuatro”
“descargaron golpes por todas partes y paralizaron los organismo del Partido y
del gobierno, de modo que se restauró el capitalismo en algunos lugares” ¡Vean
Uds. qué gran marxista es este que echa mano a cualquier sandez que la pasa por
la cabeza con el fin de ocultar las propias intenciones de su pandilla de
restaurar el capitalismo!
Agitando banderas rojas para
oponerse a las banderas rojas, vistiendo ropajes de revolucionario para cubrir
su alma de contrarrevolucionario y diciéndole cínicamente a su camarilla que
“necesitamos del marxismo en nuestra lucha”, Jua Kuo-feng se opone
frenéticamente a restringir el derecho burgués y a desarrollar una dictadura
omnímoda sobre la burguesía, pone como centro la producción colocando las
ganancias al mando, y promueve la liberalización burguesa en todos los
terrenos.
Tal es el rastrero sanchopancismo
que los anima, que los componentes de la camarilla de Jua han pretendido
utilizar burdamente la siguiente frase de Engels para impulsar su economismo
contrarrevolucionario: “El hombre necesita, en primer lugar, comer, beber,
tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte,
religión, etc., etc.; por tanto, la producción de los medios de vida
inmediatos, materiales y por consiguiente, la correspondiente fase económica de
desarrollo de un pueblo o de una época es la base”. El hecho de querer amoldar
a sus sucios intereses de clase esta cita de Engels que explica la base
material de una formación económico social en la historia, ¿no los muestra como
pérfidos revisionistas de la peor especie?
La rehabilitación política de Teng
Siao-ping está siendo cuidadosamente cocinada por Jua Kuo-feng y compañía.
Léase los últimos números de “Pekín Informa” y se comprobará que ha sido
archivada la crítica a este sujeto impenitente cultor del camino capitalista y
que se ocultan hechos históricos importantes de la lucha de clases en el
interior de China, como es el caso del incidente contrarrevolucionario de la
Plaza Tien An Men.
El golpe de Estado anticomunista
perpetrado en China por Jua Kuo-feng y su pandilla ha producido, pues, un
momentáneo revés a la revolución mundial. José Carlos Mariátegui, gran maestro
del proletariado peruano y de todo nuestro pueblo, nos ha enseñado: “Una
revolución no es un golpe de Estado, no es una insurrección, no es una de
aquellas cosas que aquí llamamos revolución por uso arbitrario de esta palabra.
Una revolución no se cumple sino en muchos años. Y con frecuencia tiene
períodos alternados de predominio de las fuerzas revolucionarias y de
predominio de las fuerzas contrarrevolucionarias. Así como el proceso de una
guerra es un proceso de ofensivas y contraofensivas, de victorias y derrotas,
mientras uno de los bandos combatientes no capitule definitivamente, mientras
no renuncie a la lucha, no está vencido. Su derrota es transitoria, pero no
total”.
Y así como el día sucede a la noche
indefectiblemente, así también el proletariado y todo el pueblo de la gran
República Popular China se recobrarán y, empuñando el arma demoledora del
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, retomarán el poder, lanzarán de un
puntapié al basurero de la historia a estos payasos ridículos que han osado
oponerse a la GRCP y brillará nuevamente con luz enceguecedora la dictadura del
proletariado. La guerra la están iniciando las heroicas masas chinas, ¡que
tiemblen los reaccionarios! Desarrollemos nuestro internacionalismo proletario
y apoyemos de todo corazón a la línea roja del Presidente Mao Tsetung. El
actual gobierno de Jua Kuo-feng en China es “una noche sombría, una pesadilla
dolorosa. Pero esta noche sombría, esta pesadilla dolorosa pasará. Y vendrá
entonces la aurora”.
¡ENARBOLEMOS LA GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL PROL
DERROTERO DEL PROCESO
DE LA REVOLUCIÓN CHINA
I. REVOLUCIÓN
DEMOCRATICA. TOMA DEL PODER MEDIANTE LA LUCHA ARMADA
1911 Revolución de 1911; derrocamiento de la
dinastía Ching.
1919 Movimiento del 4 de Mayo.
1921 Fundación del Partido Comunista de China,
el 1° de julio.
1924 Primera Guerra Civil Revolucionaria.
Frente único: PCCh y Kuomintang.
1926 Expedición al Norte del Ejército
revolucionario.
1926 Mao Tsetung sienta la línea de la revolución
democrática: sus aliados y enemigos.
1926 Oportunismo de derecha de Chen Tu-siu:
capitular en el frente único.
1927
abril Chiang Kai-shek da un golpe de Estado
contrarrevolucionario y aplasta a las masas y al Partido
agosto El Comité Central del PCCh rectifica la línea y
destituye a Chen Tu-siu.
septiembre Segunda Guerra Civil Revolucionaria.
El Presidente Mao dirige el Levantamiento de la Cosecha
de Otoño y crea en las montañas Chingkang la primera base de apoyo revolucionaria.
… Línea “izquierdista” de Chu
Chiu-pai.
1930 Línea “izquierdista” de Li Li-san.
1931 Línea “izquierdista” de Wang Ming.
1934 La Gran Marcha del Ejército Rojo.
1935 Reunión de Tsunyi, el PCCh estableció una
dirección encabezada por el Presidente Mao, adhirió a su línea y rechazó las
líneas oportunistas de derecha disfrazadas de “izquierda”.
1935 Línea “izquierdista” de Chang Kuo-tao, de
dividir al Ejército.
1937 Guerra de Resistencia Contra el Japón.
Frente único: PCCh y Kuomintang.
1937 Oportunismo de derecha de Wang Ming,
capitulación en el frente único.
1939 Liu Shao-chi publica su libro sobre la
“autocultivación”.
1942 Campaña de Rectificación del estilo de
trabajo en el PCCh.
1945 Tercera Guerra Civil Revolucionaria.
Contra el Kuomintang.
1945 Oportunismo de derecha de Liu Shao-chi,
plantea entregar las armas a Chiang Kai-shek a cambio de curules parlamentarios.
1949 1° de octubre, el Presidente Mao proclama la
fundación de la República Popular China al ser
tomado el Poder en todo el país.
II. REVOLUCIÓN SOCIALISTA. CONTINUACIÓN
DE LA REVOLUCIÓN BAJO LA DICTADURA PROLETARIADO.
TRANSFORMACIONES BÁSICAS EN LA PROPIEDAD
DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN
1949
marzo En la II Sesión Plenaria del CC, el Presidente
Mao señala que una vez conquistado el poder,
la contradicción principal es entre el proletariado y la burguesía, y
previene que algunos comunistas se
dejan vencer por los proyectiles almibarados de la burguesía.
abril Liu Shao-chi plantea que “la explotación es
un mérito y levanta el programa de “consolidar el orden de nueva
democracia”.
1950 Se promulga la ley de Reforma Agraria, se
confisca toda la tierra de los terratenientes feudales. Se confisca todo el
capital burocrático.
1951 Movimiento contra los 3 males en el seno del
Partido y el Estado, y Movimiento antiburgués contra los 5 males.
1952 Guerra de Resistencia contra la Agresión
Norteamericana y Ayuda a Corea.
1953 El Presidente Mao traza la línea para el
período de transformación socialista básica de la propiedad de los medios de producción
en la agricultura, artesanía, industria y comercio capitalistas, que culmina en
lo fundamental en el año 1956
DESARROLLAR EL SOCIALISMO. SEGUIR
EL CAMINO CAPITALISTA.
1956 VII Congreso. La derecha avanza. Liu
Shao-chi dice “Hoy día ya está resuelta la cuestión de quién, en nuestro país, triunfará en la lucha
entre el socialismo y el capitalismo”. Y promueve
la liberalización burguesa, estimulado por el desborde revisionista en el XX Congreso del PCUS.
1957 El Presidente Mao esclarece la lucha de
clases en el socialismo en su obra “Sobre el tratamiento
correcto de las contradicciones en el seno del pueblo” donde plantea: “aún no ha sido resuelta en
definitiva la cuestión de quién vencerá: el socialismo o el capitalismo”.
1957 Ataque derechista burgués, piden “gobierno
rotativo”.
1958 El Presidente Mao plantea la línea
general de la construcción socialista: “poner en tensión todas las fuerzas y pugnar por marchar siempre adelante
para construir el socialismo según la
norma de cantidad, rapidez, calidad y economía.
1958 El Presidente Mao impulsa las Tres
banderas rojas: Línea General, Gran Salto Adelante y la Comuna Popular.
1959
abril Despojan
a Mao de la Presidencia de la República, cargo que asume Liu Shao-chi.
agosto VIII
Sesión Plenaria del CC. Oportunismo de derecha de Peng Te-juai, ataca las “tres
banderas rojas”. Retroceso en la Comuna Popular: la
propiedad baja de nivel de comuna a nivel
de brigada. Mao inicia la recaptura del poder, derroca a Peng Te-juai, ministro
de defensa:
la izquierda toma posiciones en el EPL, aunque el arribista Lin Piao asciende.
diciembre
Resolución sobre el trabajo ideológico político en el EPL.
1960 Tres años de dificultades económicas por
calamidades naturales
julio Los
revisionistas soviéticos rompen todos los contratos económicos y retiran sorpresivamente sus técnicos en
China.
1961 Se publica “La destitución de Jai Yui” de Wu
Jan, la “Aldea de Tres Familias” etc, como parte
de la ofensiva derechista en la propaganda, y la cultura.
1962 Desviación de derecha de Liu Shao-chi,
plantea el “san zi yi bao” y el “san he yi shao”. Teng Siao-ping lo secunda con su “gato blanco o gato
negro”.
PREPARACIÓN DE LA GRAN REVOLUCIÓN
CULTURAL PROLETARIA
1962
enero El Presidente Mao previene “surgimiento del
revisionismo en el CC”.
septiembre X Sesión Plenaria. El Presidente Mao
plantea la línea fundamental para la etapa del socialismo: “La sociedad
socialista cubre una etapa histórica bastante larga. Durante la etapa histórica
del socialismo, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases;
existe la lucha entre el camino socialista y el capitalista, y existe el
peligro de restauración capitalista. Es preciso comprender lo larga y
complicada que es esta lucha. Es imperativo elevar nuestra vigilancia. Es
necesario realizar la educación socialista. Es necesario comprender y tratar de
manera correcta el problema de las contradicciones de clase y de la lucha de
clases y distinguir acertadamente las contradicciones entre nosotros y el
enemigo de las existentes en el seno del pueblo, y tratarlas de manera
correcta. De otro modo, un país socialista como el nuestro se convertirá en lo
contrario, degenerará y se producirá la restauración.” Y lanza el llamamiento
de “no hay que olvidar la lucha de clases”.
1963
mayo El CC elabora la “decisión de 10 puntos”
sobre el Movimiento de Educación Socialista. El Presidente Mao dice que si se
abandonara la lucha de clases se produciría “fatalmente una restauración
contrarrevolucionaria en escala nacional, el partido marxista-leninista se
transformaría en partido revisionista o fascista, y todo China cambiara de
color”.
… Revolución
en el arte y la literatura, Chiang Ching lo encabeza en la Ópera de Pekín, y otras
ramas artísticas.
junio El
PCCh publica el documento de “25 puntos” en la Gran Polémica contra el
revisionismo contemporáneo.
1964 Desviación “izquierdista” de Liu Shao-chi
contra el Movimiento de Educación Socialista, aplica
la línea reaccionaria burguesa contra los cuadros.
julio El
PCCh plantea 15 cuestiones sobre conjurar la restauración en el documento
“Acerca del falso
comunismo de Jruschov y sus lecciones históricas para el mundo”.
Diciembre “Decisión de 23 puntos” del CC,
Mao plantea: “El blanco principal del movimiento actual son aquellos elementos
con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido”.
1965 Se agrava la campaña antichina mundial
lanzada por el imperialismo y el revisionismo. EE.UU
expande su agresión en Vietnam y amenaza a China con la guerra.
marzo El
gobierno chino declara que derrotará al imperialismo si se agrede a China.
… El
EPL combate la línea militar burguesa que difunde Luo Yui-ching, jefe del
Estado Mayor del EPL. Reafirma su
carácter popular y se prepara como respaldo de la GRCP.
GRAN REVOLUCIÓN CULTURAL
PROLETARIA DE CHINA
ANTECEDENTES DE LA GRCP
1965
mayo El
Presidente Mao escribe: “Nada es el imposible en el mundo si uno se atreve a
escalar las alturas” en su
poema “Retorno a las montañas Chingkang”.
septiembre El
Presidente Mao inicia la crítica al drama “La destitución de Jai Yui”
noviembre Yao
Wen-yuan publica en Shanghai un artículo contra el drama mencionado.
1966
febrero Chiang
Ching conduce en Shanghai un Foro sobre arte y literatura en el EPL.
febrero Peng
Cheng, secuaz de Liu Shao-chi, publica un “informe esquemático” usurpando el nombre
del CC, para reprimir la revolución cultural.
mayo El
Presidente Mao da su Instrucción del 7 de Mayo.
mayo Se
publican artículos importantes como “No hay que olvidar jamás la lucha de
clases” y “Sobre la Aldea de
Tres Familias”.
DESPLIEGUE DE LA GRCP. MOVILIZACIÓN
DE LOS GUARDIAS ROJOS.
mayo El
CC acuerda la “Circular del 16 de Mayo” que señala el rumbo de GRCP. Allí el
Presidente Mao indica: “Los representantes de la burguesía que se han
infiltrado en el Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores
culturales, son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios, quienes
tomarán el Poder y convertirán la dictadura del proletariado en dictadura de la
burguesía cuando de les presente la oportunidad”.
mayo El
día 28 el CC reorganiza el Comité Municipal del Partido de Pekín, verdadero
feudo de Peng Cheng,
quien es derribado junto con los revisionistas Liu Ting-yi, Chou Yang (que controlaban la propaganda
del Partido) y Luo Yui-ching)
junio El
día 1° el Presidente Mao hace publicar en todo el país el “primer dazibao
marxista- leninista” escrito por rebeldes
revolucionarios de la Universidad de Pekín. Animados por esto crecen organizaciones
de guardias rojos.
junio El
día 6 estudiantes secundarios piden al CC transformar radicalmente sistema
educativo.
junio El
día 13 el CC ordena suspender las clases por 6 meses para que los estudiantes
tomen parte en la
GRCP y para transformar radicalmente sistema educativo.
junio Durante
más de 50 días, Liu Shao-chi y Teng Siao-ping reprimen a las masas
estudiantiles y
envían “equipos de trabajo” para entrabar la GRCP.
agosto El
día 5 el Presidente Mao publica su dazibao: “Cañonear el cuartel general”
agosto El
día 8 la IX Sesión Plenaria del CC aprueba la “Decisión de 16 puntos sobre la
GRCP” que plantea: “Nuestro objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a
los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y
repudiar a las “autoridades” reaccionarias burguesas y demás clases
explotadores, y transformar la educación, la literatura y el arte y los demás
dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica del
socialismo, a fin de facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema
socialista”
agosto El
Presidente Mao escribe una carta a los guardias rojos. Les recibe en 8
ocasiones en la Plaza Tien An
Men, reuniéndose en total 13 millones de jóvenes combatientes que luego se lanzarían a propagar las llamas
de la GRCP a todas las ciudades y aldeas del país.
Diciembre. La
derecha trata de dividir a las masas y enfrentarlas entre sí. Lanza la contracorriente
de invierno de 1966 y primavera de 1967 para rehabilitar a Liu Shao-chi. Desata
el economismo contrarrevolucionario, y promueve huelgas, y despilfarra los
fondos del Estado para impedir la GRCP
LA CLASE OBRERA Y LA “TORMENTA DE ENERO”.
INICIO DE LA TOMA DEL PODER.
CAMPAÑA DE CRÍTICA Y REPUDIO A LA LÍNEA
REVISIONISTA DE LIU SHAO-CHI.
1967
enero La
clase obrera de Shanghai se levanta contra los dirigentes revisionistas
enquistados en el Comité Municipal del Partido. Crea
sus organizaciones rebeldes revolucionarias. El día 6 toma los diarios de Shanghai y desde allí
desenmascara a los dirigentes revisionistas y a su viento economista.
enero El
día 9 toman el poder en la ciudad, y emiten un Comunicado Urgente.
enero El
día 11, el Comité Central les envía un mensaje de saludo.
enero El
proletariado y las masas de la ciudad logran ganarse al campesinado
revolucionario, aplastando el intento de
enfrentarlos por motivos del economismo. Siguiendo las orientaciones del
Presidente Mao, encabezaron estas luchas: Chang Chun-chiao, Yao Wen-yuan, y
Wang Jung-wen.
enero El
Presidente Mao, luego de dirigir esta lucha, la sintetiza y lanza el
llamamiento: “¡Revolucionarios proletarios, uníos para arrebatar el Poder el
puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del Partido”.
Además combate las tendencias erróneas en el movimiento de la GRCP
(ultrademocratismo, individualismo, anarquismo) y llama a adherir a la
disciplina revolucionaria proletaria.
Febrero El Presidente Mao plantea que
recién descubren el medio de continuar la revolución bajo la dictadura del
proletariado, de “movilizar a las masas de manera abierta, en todos los
terrenos y de abajo arriba para exponer nuestro lado oscuro”. Este medio
era la Gran Revolución Cultural Proletaria.
abril Se
desarrollo campaña de crítica y repudio a la línea revisionista de Liu
Shao-chi. Se publican artículos sobre los diferentes
frentes.
junio La
derecha lanza un viento revocatorio, crean disturbios.
diciembre Hasta
fines de 1967 se había recuperado el Poder en la mitad del país.
CULMINACIÓN DE LA TOMA DEL PODER.
EXPULSIÓN DE LIU SHAO-CHI.
SISTEMATIZACIÓN DE LA GRCP.
1968 Continúa la campaña de crítica y repudio, y
se desarrolla la lucha-crítica-transformación a escala nacional. La clase obrera entra a dirigir
los centros docentes.
abril Viento
revocatorio de los veredictos sobre la contracorriente.
septiembre Concluye
la toma del poder, con el establecimiento de los comités revolucionarios de Tibet y Sinchiang.
octubre La
XII Sesión Plenaria del CC, expulsa para siempre a Liu Shao-chi del PCCh.
1969
abril El
IX Congreso del PCCh sistematiza la GRCP y celebra la gran victoria obtenida
sobre la línea
revisionista contrarrevolucionaria de Liu Shao-chi. Se reconoce al Pensamiento
Mao Tsetung como el
marxismo-leninismo de la época actual.
CONTINUACIÓN DE LA GRAN REVOLUCIÓN
CULTURAL PROLETARIA
1969 Lucha contra la camarilla antipartido de Lin
Piao.
abril Lin
Piao en colusión con Chen Po-ta elaboraron un borrador de informe político para
el IX Congreso, donde niegan que la contradicción entre el
proletariado y la burguesía es la principal, y promueven la teoría de
las fuerzas productivas.
1970 En agosto, en la II Sesión Plenaria del IX
Comité Central, la camarilla antipartido montó un
abortado golpe de Estado.
1971 Esta camarilla desencadené un golpe de
Estado armado contrarrevolucionario, e intentó asesinar al Presidente Mao.
1973 X Congreso del PCCh, reafirma la línea del
Partido y señala el aplastamiento de la camarilla antipartido de Lin Piao.
Se inicia una lucha contra Lin Piao y Confucio. La derecha
sin embargo había avanzado y recuperaba posiciones: en este evento reaparece el
siniestro
Teng Siao-ping.
1975 Teng Siao-ping, ahora vice Primer Ministro,
desata un viento revocatorio en los círculos educativos,
tecnológicos y culturales contra este viento derechista.
1976 Se despliega fuerte lucha contra el viento
revocatorio derechista.
abril Incidente
contrarrevolucionario de Tien An Men. El CC destituye a Ten Siao-ping. Lucha contra el programa general
de Teng Siao-ping.
mayo X
aniversario de la GRCP.
septiembre Muerte
del Presidente Mao Tsetung
octubre Golpe
anticomunista de Jua Kuo-feng.
DOCUMENTOS DEL PROCESO DE LA
G.R.C.P.
Sumario del foro
sobre el trabajo literario y artístico en las fuerzas armadas convocado por la
camarada Chiang Ching.
(Extractos)
La camarada Chiang Ching invitó a algunos camaradas de las fuerzas armadas
a celebrar un foro en Shanghai desde el 2 al 20 de febrero de 1966, para
discutir ciertos problemas concernientes al trabajo literario y artístico en
las fuerzas armadas.
He aquí algunas ideas discutidas y aprobadas en el Foro.
1. En los últimos 16 años se ha observado una aguda lucha de clases en el
frente cultural.
En realidad, durante las dos etapas de nuestra revolución, la de la nueva
democracia y la socialista, ha existido una lucha entre las dos clases y ente
las dos líneas en el frente cultural, es decir, la lucha entre el proletariado
y la burguesía por la dirección de este frente. En la historia de nuestro
Partido, las luchas contra el oportunismo de “izquierda” y el de derecha
incluyeron también las luchas entre las dos líneas en el frente cultural. Las
obras del Presidente Mao “Sobre la nueva democracia”, “Charlas en el
Foro de Yenán sobre Literatura y Arte” y “Carta al teatro de Opera de Pekín de
Yenán después de ver ‘Obligados a unirse a los rebeldes de la montaña
Liang-shan’” son los más completos, más amplios y más sistemáticos
resúmenes históricos de esta lucha entre las dos líneas en el frente cultural y
son la continuación y desarrollo de la concepción marxista-leninista del mundo
y la teoría marxista-leninista sobre literatura y arte. Después que nuestra
revolución entró en la etapa socialista, el Presidente Mao publicó “Sobre el
tratamiento correcto de las contradicciones en el seno de pueblo” y “Discurso
ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de
Propaganda”. Estas dos obras son los más recientes resúmenes de la
experiencia histórica de los movimientos por una ideología, una literatura y un
arte revolucionaria en China y en otros países, y representan un nuevo
desarrollo de la concepción marxista-leninista del mundo y de la teoría
marxista-leninista sobre literatura y arte. Estos cinco escritos el Presidente
Mao satisfacen las necesidades del proletariado para un largo tiempo.
Sin embargo, desde la fundación de nuestra República Popular China, las
ideas expuestas en estas obras no han sido aplicadas en lo fundamental en los
círculos literarios y artísticos. En cambio, hemos sido sometidas a la
dictadura de una línea siniestra anti-Partido y antisocialista diametralmente
opuesta al pensamiento del Presidente Mao. Esta línea siniestra es una
combinación de las ideas de la burguesía y del revisionismo contemporáneo sobre
la literatura y el arte. De acuerdo con las instrucciones del Comité Central
del Partido debemos llevar a cabo resueltamente la gran revolución socialista
en el frente cultural y erradicar totalmente esta línea siniestra. Después de erradicada,
pueden aparecer otras, y contra ellas debe continuar la lucha. Por lo tanto, es
una lucha ardua, compleja y a largo plazo, que durara decenios o incluso
siglos. Este es un problema cardinal, al cual están ligados tanto el porvenir
de nuestra revolución como el de la revolución mundial.
Si no ocupamos el campo de la literatura y el arte, cedemos inevitablemente
muchas posiciones a la línea siniestra. Esta es una seria lección. Gracias a la
resolución aprobada en 1962 por la X Sesión Plenaria del Comité Central del
Partido sobre el despliegue de la lucha de clases en todo el país, la lucha
para promover la ideología proletaria y erradicar la burguesía en el frente
cultural se ha desarrollado gradualmente.
2. En los últimos tres años se ha observado una nueva situación en la gran
revolución cultural socialista. El ejemplo más sobresaliente es el surgimiento
de la ópera de Pekín con temas contemporáneos revolucionarios. Bajo la
dirección del Comité Central del Partido encabezado por el Presidente Mao, y
armados con el marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung. Los
trabajadores de la literatura y el arte que se dedican a la revolución de la
opera de Pekín han lanzado una heroica y tenaz ofensiva contra la literatura y
el arte de la clase feudal, de la burguesía y del revisionismo contemporáneo.
El irresistible impacto de esta ofensiva ha revolucionarizado radicalmente,
tanto en el contenido ideológico como en la forma artística, la opera de Pekín,
anteriormente la más recalcitrante de las fortalezas, iniciando así un cambio
revolucionario en los círculos literarios y artísticos.
Otra característica sobresaliente de la revolución cultural socialista en
los últimos tres años la constituyen las amplias actividades masivas de los
obreros, campesinos y soldados en los frentes ideológico, literario y
artístico. Los obreros, campesinos y soldados están escribiendo ahora muchos y
excelentes artículos filosóficos que, basados en la practica, expresan
espléndidamente el pensamiento de Mao Tse-tung; también están produciendo
muchas y excelentes obras literarias y artísticas.
5. En la revolución cultural debe haber destrucción y
construcción.
En el mundo, siempre son las fuerzas nuevas las que vencen a las
decadentes. Al enfrentarnos a la excelente situación revolucionaria tanto
nacional como internacional y a nuestras gloriosas tareas, debemos sentirnos
orgullosas de ser revolucionarios consecuentes. Debemos tener confianza y valor
para hacer cosas nunca intentadas antes, porque nuestra revolución es una revolución
que ha de poner fin de una vez y para siempre a todas las clases explotadoras y
a todos los sistemas de explotación y ha de erradicar por completo las
ideologías de todas las clases explotadoras, las cuales envenenan la mente de
las masas populares.
6. En el trabajo literario y artístico, tanto el personal dirigente como
los que trabajan en la creación deben atenerse al centralismo democrático del
Partido. Apoyamos la práctica de “permitir a todos expresar su opinión”, nos
oponemos a la de “sólo vale lo que digo yo”; debemos seguir la línea de masas.
Tener siempre presente estos dos puntos: [primero, saber escuchar las opiniones
de las amplias masas; segundo, saber analizar esas opiniones, aceptando las
correctas y rechazando las erróneas.]
7. Es indispensable fomentar la crítica revolucionaria y combativa de masas
en la literatura y el arte, y romper el monopolio detentado por unos cuantos
“críticos” (aquellos que tienen una orientación equivocada y carecen de
combatividad), debemos poner el arma de la critica literaria y artística en
manos de las amplias masas de obreros, campesinos y soldados y combinar la
actividad de los críticos profesionales con la de aquellos provenientes de las
masas. Debemos imprimir mayor combatividad a la crítica y oponernos al elogio
vulgar y sin principios. Debemos rectificar el estilo de nuestros escritos,
estimular la producción de artículos cortos y fácilmente accesibles, convertir
nuestra crítica literaria y artística en dagas y granadas de mano, y aprender a
usarlas con eficacia en combates a corta distancia. Por supuesto que esto no
excluye la necesidad de escribir al mismo tiempo algunos artículos más
extensos, sistemáticos y de una mayor profundidad teórica. Nos oponemos al uso
de una jerga para atemorizan la gente.
No debemos temer que ciertas personas nos censuren de “blandir el garrote”.
Ante la acusación de simplismo y crudeza que algunos nos lazan, debemos adoptar
una actitud analítica. [Algunas de nuestras criticas, aunque básicamente
correctas, no son suficientemente analíticas, fundamentadas y convincentes.]
Esto debe superarse. En algunas personas se trata de una falta de compresión:
en un comienzo nos acusan de simplismo y crudeza pero luego dejan de hacerlo.
Pero cuando el enemigo condena nuestras criticas correctas como simplistas y
crudas, debemos manteneros firmes.
10. Reeducar a los cuadros a cargo del trabajo literario y artístico y
reorganizar las filas de los escritores y artistas. Nuestra literatura y arte
son del proletariado, del partido. Lo que nos distingue por sobre todo de las
otras clases es el principio de espíritu de partido proletario. Debemos entrar
conscientes de que los representantes de las demás clases tienen también su
principio de espíritu de partido y que son muy obstinados. Debemos estudiar
concienzudamente las obras del Presidente Mao, estudiarlas y aplicarlas de
manera viva. Debemos penetrar en la vida por largo tiempo, integrarnos a los
obreros, campesinos y soldados para elevar nuestra conciencia de clase,
transformar nuestra ideología y servir de todo corazón al pueblo, sin ningún
afán de fama y lucro.
SOBRE LA
"ALDEA DE TRES FAMILIAS"
La naturaleza
reaccionaria de las Charlas nocturnas en
Yenshan y de las Crónicas de la Aldea de Tres Familias
por Yao Wen-yuan
El autor de las Charlas nocturnas en Yenshan es Deng Tuo, en tanto que las Crónicas de la Aldea de Tres Familias
representan una guarida siniestra manejada en compañía por Deng Tuo, Liao
Mo-sha y Wu Jan. Deng Tuo era el redactor en jefe de El Frente; controlaba y monopolizaba los cargos directivos en la
labor ideológica y cultural del municipio de Pekín. El y sus socios de la
"Aldea de Tres Familias" hicieron de El Frente, el Diario de
Pekín, el Vespertino de Pekín
(Beijing Wanbao), etc., instrumentos para luchar contra el Partido y el
socialismo, aplicaron desenfrenadamente una línea anti-Partido, antisocialista
y oportunista de derecha, o sea, revisionista, sirviendo como voceros de las
clases reaccionarias y los oportunistas de derecha en su ataque contra nuestro Partido.
El camarada Mao Tse-tung nos enseña "Debemos defender con firmeza la verdad, y la
verdad exige una posición bien definida." ("Charla a los redactores
del Diario de Shansi-Suiyuán".) En
una aguda y compleja lucha de clases aparecen indefectiblemente toda suerte de
disfraces. Sólo podemos evitar ser deslumbrados por los disfraces enarbolando
con una posición bien definida la bandera revolucionaria del pensamiento de Mao
Tse-tung, perseverando en los principios y la verdad y hablando sin reticencias
ni tapujos para exponer la verdadera naturaleza de las cosas. … A pesar de su intrincada maraña, basta que
los analicemos [los artículos de ‘Charlas nocturnas ...’ y las
‘Crónicas...’]para ver cómo los atraviesa una línea negra anti-Partido y
antisocialista, la misma que recorre "La reprensión de Jai Rui al
emperador' y La destitución de Jai Rui, la
cual suscitó en los últimos años oscuros nubarrones en el cielo político de
China. Ya es hora de poner totalmente al descubierto la historia secreta de la
gran guarida siniestra "Aldea de Tres Familias".
...la "Aldea de Tres Familias"
vitoreó a los monstruos de todo pelaje que salían a la escena, hizo todo lo
posible por abrirles el camino, colaborando desde dentro con las fuerzas
siniestras de fuera. Y al mismo tiempo, en coordinación con los reaccionarios
del interior y el exterior y los revisionistas contemporáneos, lanzó viles
ataques contra la línea general del Partido para la construcción socialista, el
gran salto adelante y la comuna popular, y pintó de color de rosa al
revisionismo contemporáneo, en el vano intento de crear una opinión pública
favorable al retorno a la escena de los oportunistas de derecha.
[La “Aldea de tres familias” desató su siniestra ofensiva atacando con
insolencia el pensamiento Mao Tse-tung como “palabrería”, diciendo que la tesis
científica de que “El viento del este prevalece sobre el viento del oeste” es
cliché de “pomposidad atablar”. Para ellos la revolución, el internacionalismo
proletario, el autosostenimiento, todo es “fanfarronería” y “jactancia”. Quiso
hacer ver que la política del Partido era de hegemonía tiránica que “se crea
enemigos en todas partes” y es muy impopular, coreando a lo camarilla
revisionista de Jruschov que ataca a China como “belicosa” y “hegemonista”.
Denigró a los responsables del Partido diciendo que sufrían de amnesia,
olvidaban lo visto o dicho, y no cumplían lo que decían portándose
caprichosamente, por lo cual había que “golpearles en la cabeza con un mazo
especial”.]
[Además atacaron vilmente la línea general para construir el socialismo
explotando las dificultades económicas causadas por calamidades naturales;
decían que “no se cuidaba la fuerza de trabajo” dando a entender que era
excesivo el esfuerzo por construir el socialismo basados en el
autosostenimiento, y a la par decían que la dictadura de los terratenientes
había sabido cuidar la fuerza de trabajo. Exigieron que se desistiera de la
línea general, y aseguraron que de lo contrario las dificultades crecerían.]
Camaradas y amigos: Si estas calumnias y ataques, que tienen como núcleo los
artículos de Deng Tuo, fueron lanzados en un periodo de tiempo tan corto,
concentrándose en el mismo blanco y usando un lenguaje idéntico, ¿no es de
suponer que fueron organizados y coordinados obedeciendo a un plan? ¡Cuán
frenéticos fueron en su lucha anti-Partido y antisocialista! ¡Cómo no sentir la
más viva indignación! ¡Cómo no lanzarnos a hacerlos añicos!
[La ofensiva de la “Aldea de Tres Familias” apuntaba a preparar el terreno
para el retorno de los oportunistas de derecha derrotados en 1959 en la reunión
de Lushan. En diversos artículos valiéndose de personajes históricos, se quejaban
de la injusticia de la “destitución” de estos probos funcionarios, que debían
retornar a llevar adelante su programa revisionista; que debían ser
rehabilitados pues las acusaciones contra ellos erran calumnias o casos
inflados. A la vez pedía a los oportunistas que no se desalentaran por la
derrota y que tuvieran una firme determinación.]
[Deng Tuo exhortó a aprender de la carrilla revisionista de Jruschov, a
unirse con estos “países más fuertes que nosotros”, y que era engreimiento
“echar de un puntapié a su maestro”.]
Los ataques directos de la "Aldea de Tres Familias" contra el Comité Central
del Partido, el Presidente Mao y la línea general, son muy numerosos como para
citarlos todos. Pero basta conocer algunos de los malignos ventarrones desatados
después de la publicación de La destitución de Jai Rui, para ver con claridad
lo horripilantes que son las intimidades de la "Aldea de Tres
Familias", el febril odio de clase que profesa este puñado de sujetos al
Partido y a la causa socialista, y el celo con que elogian y apoyan a los
oportunistas de derecha, es decir, a los revisionistas. Su esperanza es que
China cambie de color, de roja a negra. Esta guarida siniestra es un foco
importante de restauradores del capitalismo, un nido de víboras que debemos
sacar a la luz del día y liquidar completamente. ¡Arriba! ¡Liquidar la
"Aldea de Tres Familias" y llevar la revolución hasta el fin! ¡Esta
es nuestra actual tarea de combate!
En septiembre de 1962, se celebró la X Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el
VIII Congreso
Nacional del Partido Comunista de
China. En la reunión, el camarada Mao Tse-tung lanzó un gran llamamiento a todo
el Partido y todo el pueblo para que no olvidaran jamás la lucha de clases. La
reunión enarboló la gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung y tocó el
clarín de combate exhortando a luchar resueltamente contra las fuerzas
capitalistas y feudales, que procuraban restaurar su dominación. La reunión
señaló: "Esta lucha de clases se reflejará inevitablemente en el seno del
Partido." Profundamente alarmados, los monstruos y ogros de toda laya
temblaron de pánico. Al ver que las cosas le iban muy mal, la "Aldea de
Tres Familias" procedió a un repliegue.
El último ensayo de las Charlas
nocturnas en Yenshan, publicado el 2 de septiembre de 1962, se titula 'Las
treinta y seis estratagemas", en el cual se lee: "De las treinta y
seis estratagemas, la mejor es marcharse." Era señal de que Deng Tuo
pondría pies en polvorosa.
¿Podrían todas estas "estratagemas coordinadas" permitirles "retirarse sanos y
salvos"? Son demasiados
los ardides a que han recurrido;
¡realmente han ido demasiado lejos en su afán de engañar a la gente! Sin
embargo, han subestimado demasiado la capacidad de discernimiento del pueblo
revolucionario y la determinación del proletariado de continuar la revolución.
¿Podrían ocultar sus secretos? ¿Lograrían escabullirse? Dirigidas y educadas
por el Comité Central del Partido y el camarada Mao Tse-tung, las amplias masas
del pueblo revolucionario están resueltas a erradicar completamente esta línea
negra anti-Partido y antisocialista. Esta gente cree que sus estratagemas son
muy ingeniosas, pero, en realidad, lo que ha hecho es estúpido, y le ha servido
sólo para autodesenmascararse. No sólo tiene una "común ideología política
reaccionaria", sino también un común programa de acción. Esta es una
camarilla anti-Partido, antipopular y antisocialista de un puñado de
individuos. ¿No es esto tan claro como el agua?
La marcha de los acontecimientos desde la crítica a La destitución de Jai Rui hasta la
crítica a la "Aldea
de Tres Familias", constituye
una agitada lucha de clases. Es ésta una gran revolución en los campos
político, ideológico y cultural. Frente a esta ardua tarea de combate, debemos
atrevernos a hacer la revolución.
El camarada Mao Tse-tung nos alienta con estas palabras: "'El que no teme morir
cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador.' Este es el
espíritu intrépido que necesitamos en nuestra lucha por el socialismo y el
comunismo." (Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista
de China sobre el Trabajo de Propaganda.) ¡Cuán necesario es ahora que
desarrollemos este espíritu de principios y de critica que parte de los
intereses de la causa comunista! Hay que desenmascarar, criticar y echar abajo
a todos los que se opongan al pensamiento de Mao Tse-tung, obstaculicen el
avance de la revolución socialista o se muestren hostiles a los intereses de
los pueblos revolucionarios de China y del mundo entero, sean ellos
"maestros' o "autoridades", tratase de una "Aldea de Tres
Familias" o de otra de "Cuatro Familias", y sin importar cuán
famosos sean, ni qué importante posición social ocupen, ni quiénes los dirijan
y respalden, ni a cuántos alcancen sus aduladores. En los problemas de
principios, tiene que prevalecer uno de dos, el viento del este o el viento del
oeste. En aras de la revolución socialista, en defensa del pensamiento de Mao
Tse-tung y por la causa del comunismo, debemos atrevernos a pensar, a hablar, a
abrirnos el camino, a actuar y a hacer la revolución.
"El Mono Dorado agitó airado
su barra formidable
Y limpio de polvo quedó el
firmamento de jade."
Por más neblina venenosa y polvo
enceguecedor que haya esparcido, la "Aldea de Tres Familias" será
erradicada por la impetuosa lucha de millones de obreros, campesinos y
soldados, armados con esta "barra formidable": el pensamiento de Mao
Tse-tung. La brillante luz del pensamiento de Mao Tse-tung iluminará todos los
rincones oscuros y exhibirá en sus verdaderos colores a todos los monstruos y
fantasmas.
(Originalmente
publicado en Jiefang Ribao y Wenhui Bao de Shanghai, el 10 de mayo de 1966)
(Publicado en Pekín Informa N° 22, 1° de Junio, 1966.)
Nota. - Las
frases o párrafos encerradas en corchetes … son anotaciones introducidas por la
redacción de VOZ POPULAR para resumir algunas ideas de texto extractado.
No hay que olvidar jamás la
lucha de clases
(Extracto)
La publicación de nuestro editorial “Enarbolar la gran bandera roja del
pensamiento de Mao Tse-tung; participar activamente en la gran revolución
cultural socialista” (ver su texto en Pekín Informa, N.° 19 de 1966) ha
suscitado una amplia repercusión tanto dentro como fuera de nuestro Ejército
Popular de Liberación. Las vastas masas de obreros, campesinos y soldados, así
como los cuadros revolucionarios, nos han enviado grandes cantidades de
artículos y cartas, mostrando un alto grado de entusiasmo revolucionario.
Participan activamente en la lucha y expresan su inmensa indignación contra la
línea negra anti-Partido y antisocialista en el campo cultural. Comprenden que
la gran polémica que se desarrolla actualmente en el frente cultural no es en
absoluto sólo una cuestión concerniente a unos cuantos artículos, obras
teatrales y películas, ni es meramente un debate académico. Es una lucha de
clases extremadamente aguda. Es una lucha para defender el pensamiento de Mao
Tse-tung, una lucha con respecto a una cuestión cardinal de principios. Es una
lucha intensa y prolongada respecto a "quién vencerá a quién" en el
dominio de la ideología: el proletariado o la burguesía.
Debemos fomentar con vigor la
ideología proletaria y erradicar la burguesa en las esferas académica,
educacional y periodística, en el arte, la literatura y los otros terrenos
culturales. Esta es una cuestión crucial para el desarrollo profundo de la
revolución socialista de nuestro país en la etapa actual, una cuestión que
atañe a la situación en su conjunto y un asunto de importancia primordial que
afecta el destino y futuro de nuestro Partido y Estado, así como la revolución
mundial.
Ninguno de nosotros, combatientes
revolucionarios, debe adoptar una actitud de indiferencia ante esta lucha. En respuesta
al llamado del Partido, debemos enarbolar la gran bandera roja del pensamiento
de Mao Tse-tung, participar activamente en esta lucha de clases y llevar
resueltamente hasta el fin la gran revolución cultural socialista.
El Presidente Mao Tse-tung nos
enseña: En la sociedad socialista aún existen las clases y la lucha de clases,
aún existe la lucha entre el camino del socialismo y el del capitalismo. La
revolución socialista realizada sólo en el frente económico (en la propiedad de
los medios de producción) no es suficiente ni sólida. Hace falta además una
revolución socialista cabal en los frentes político e ideológico. Es necesario
un período muy largo para decidir "quién vencerá a quién" en la lucha
entre el socialismo y el capitalismo en los campos político e ideológico. Para
conseguir el éxito, no bastan unos decenios; se necesitan de cien a centenares
de años.
Los hechos han sucedido exactamente
como nos señaló el Presidente Mao. Durante los 16 años posteriores a la
liberación, ¿ha transcurrido un año, un mes o siquiera un día en que haya
cesado la lucha de clases en el frente cultural?
Tenemos, por ejemplo, la crítica a la película “La vida de Wu Sin” en 1951; la crítica al
libro Estudios sobre "El sueño del pabellón rojo" en 1954 y más tarde
la crítica a las ideas reaccionarias de Ju Shi; la crítica a Ju Feng y la lucha
contra su camarilla contrarrevolucionaria en 1955; el contraataque a la
frenética embestida lanzada por las fuerzas derechistas burguesas en el frente
cultural en 1957; el copioso surgimiento de hierbas venenosas burguesas y
revisionistas en los campos del cine, el teatro y la literatura desde 1959 y
nuestra lucha contra ellas; la crítica al concepto de Yang Sienchen de que
"dos se integran en uno" en 1964, y la gran polémica actual que,
iniciada con la critica a la obra de Wu Jan, Jai Rui destituido de su cargo, se
está desarrollando profundamente. A una lucha sigue otra y cada una es más
profunda que la anterior. Luego de que esta línea negra sea desarraigada, puede
surgir otra en el futuro y se tendrá que emprender una nueva lucha.
Esto muestra que la lucha de clases
es inevitable e independiente de la voluntad del hombre. La naturaleza burguesa
de los elementos anti-Partido y antisocialistas está destinada a manifestarse
por todos los medios sin que ellos lo puedan contener. Esa gente apoya de
palabra al socialismo, pero en realidad se empeña en el capitalismo y se aferra
al cadáver de la burguesía. Guardan hostilidad hacia la dictadura del
proletariado y tienen un odio y resentimiento hondamente arraigados para con el
Partido y el socialismo. Dan salida a tales sentimientos siempre que se les
presenta la oportunidad y, cuando algún viento agita la hierba, prorrumpen a
rienda suelta. Después de ser desenmascarados, criticados y golpeados una y
otra vez por las amplias masas, recurren a tácticas más encubiertas, taimadas,
indirectas y zigzagueantes para proseguir su ataque contra el Partido y el
socialismo.
Merece atención el hecho de que actualmente, en la nueva situación de la lucha de clases,
las ofensivas lanzadas contra nosotros por un puñado de elementos anti-Partido
y antisocialistas poseen nuevas características. Llevando la "bandera
roja" esos elementos se oponen a la bandera roja; vistiéndose con el
ropaje del marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao Tse-tung se oponen al
marxismo-leninismo y al pensamiento de Mao Tse-tung.
Aprovechándose de las funciones y
poderes que les han dado el Partido y el Gobierno, colocan bajo su absoluto
control algunos departamentos y entidades, rechazan la dirección del Partido y
llevan a cabo criminales actividades anti-Partido y antisocialistas mediante
los instrumentos que tienen en sus manos. En su mayoría, estas personas son las
llamadas "autoridades" y poseen alguna "reputación" en la
sociedad. Quienes no conocen la verdad, tienen aún una fe ciega en ellas.
Creyendo que cuentan con el capital para medir fuerzas con el proletariado,
esos elementos hacen todo lo posible por mantenerse aferrados a la contumaz
ciudadela de la ideología burguesa. Sus actividades anti-Partido y
antisocialistas no son un fenómeno aislado ni accidental. Están a tono con el
coro antichino internacional de los imperialistas, los revisionistas
contemporáneos y los reaccionarios de diversos países, están en concordancia
con las actividades que realizan las clases reaccionarias derrocadas dentro del
país para lograr su restauración, se coordinan con las actividades anti-Partido
de los oportunistas de derecha en el Partido. Sus actividades anti-Partido y
antisocialistas son engañosas hasta cierto punto y en extremo perjudiciales.
Nuestra lucha contra ellos es de vida o muerte. Debemos tener una clara
comprensión de esto y mantener una elevada vigilancia. En cuanto a aquellos que
han escrito algunas obras malas pero que tienen identidad de sentimientos con
el Partido y el socialismo, sus defectos y errores pueden ser corregidos en el
curso de la práctica. Hay que diferenciar estrictamente a esos camaradas del
puñado de elementos anti-Partido y antisocialistas.
Ya antes de que se lograra la
victoria en todo el país, el Presidente Mao Tse-tung nos había advertido:
"Después de eliminados los enemigos armados, quedarán aún los enemigos no
armados, los cuales entablarán inevitablemente una lucha a muerte contra
nosotros; jamás debemos subestimarlos. Si ahora no planteamos ni comprendemos
el problema de este modo, cometeremos errores muy graves."
El capitalismo procura su
restauración invariablemente por medio de la violencia o la "evolución
pacífica", o mediante la combinación de ambas. El imperialismo yanqui y
los otros enemigos de clase dentro y fuera del país no sólo intentan
derribarnos utilizando la violencia, sino que también tratan de conquistarnos
mediante la "evolución pacífica", mediante el empleo de "proyectiles
almibarados". Difunden en mil y una formas los virus políticos e
ideológicos reaccionarios y el modo de vida burgués, en una tentativa de
corromper y desmoralizar a los comunistas, al proletariado y a los otros
revolucionarios, con la esperanza de que algunas personas débiles de voluntad
en nuestras filas degeneren en elementos burgueses y de que el socialismo
retroceda gradualmente hacia el capitalismo. El hecho de que la Unión
Soviética, el primer gran país socialista, fundado por Lenin y nacido en el
fragor de los cañones de la Revolución de Octubre, haya venido deslizándose por
el camino de la restauración capitalista a través de un proceso de
"evolución pacífica" bajo el control y manipulación de un puñado de
revisionistas que han usurpado la dirección del Partido y del Estado, es
verdaderamente una gran lección.
El Presidente Mao
Tse-tung nos ha enseñado: "La lucha de clases, la lucha por la producción,
y la experimentación científica son los tres grandes movimientos
revolucionarios para construir un poderoso país socialista. Estos movimientos
constituyen una sólida garantía de que los comunistas se verán libres del
burocratismo e inmunes contra el revisionismo y el dogmatismo y permanecerán
siempre invencibles. Son una garantía segura de que el proletariado será capaz
de unirse con las amplias masas trabajadoras y practicar una dictadura
democrática. Si, en ausencia de estos movimientos, se dejase surgir a los
terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y otros
monstruos, y frente a esto nuestros cuadros cerrasen los ojos e incluso, en
muchos casos, no distinguieran entre los enemigos y nosotros, sino que
colaboraran con ellos y quedaran corrompidos y desmoralizados; si con ello
nuestros cuadros fueran arrastrados al campo enemigo o el enemigo lograra
colarse en nuestras filas, y si muchos de nuestros obreros, campesinos e
intelectuales fueran dejados indefensos ante las tácticas blandas y las duras
del enemigo, entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez sólo algunos años o
una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera inevitablemente
una restauración contrarrevolucionaria en escala nacional, el partido
marxista-leninista se transformara en partido revisionista o partido fascista,
y toda China cambiara de color."
Debemos tener firmemente presente
esta instrucción del Presidente Mao Tse-tung y jamás olvidar la lucha de clases
durante el período del socialismo; nunca debemos hacer caso omiso de la batalla
contra los enemigos no armados.
El Presidente Mao Tse-tung nos ha
enseñado: "Cualquier cultura dada (como forma ideológica) es un reflejo de
la política y de la economía de una sociedad dada, y ejerce a su vez una enorme
influencia y efecto sobre éstas" y "la revolución cultural es el
reflejo ideológico de la revolución política y económica y está a su
servicio". Ha señalado además: ". . . mientras reconocemos que en el
desarrollo de la historia en su conjunto son las cosas materiales las que
determinan las cosas espirituales y la existencia social la que determina la
conciencia social, al mismo tiempo reconocemos, y tenemos que hacerlo,' la
reacción de las cosas espirituales, la reacción de la conciencia social en la
existencia social y la reacción de la superestructura sobre la base económica."
En los 16 años transcurridos a
partir de la liberación, se han establecido en China la base económica del
socialismo y el Poder político de la dictadura del proletariado y se están
fortaleciendo cada día más. La revolución socialista en los frentes económico y
político ha alcanzado grandes triunfos. Sin embargo, el concepto político y la
ideología de la burguesía y otras clases explotadoras derribadas todavía
ejercen una enorme influencia. No sólo impiden el desarrollo de la base
económica del socialismo, sino que también tratan por todos los medios de
utilizar la cultura burguesa y revisionista para abrir el camino a la
restauración del capitalismo.
La cuestión de "quién vencerá
a quién" en la esfera ideológica está lejos de ser resuelta. Debemos
prestar mucha atención a la reacción de la superestructura sobre la base
económica y a la lucha de clases en el campo ideológico. Sin la victoria de la
revolución socialista en este campo no se puede consolidar la victoria de la
revolución socialista en los frentes económico y político.
Nunca debemos pensar que el
frenético ataque lanzado contra nosotros por este puñado de elementos
revisionistas y burgueses se limita a una "rebelión de letrados" que
no llegará a ser gran cosa. Jamás debemos considerar nuestra lucha contra ellos
como meras "polémicas en el papel" que no afectan la situación
general. De hecho, toda restauración contrarrevolucionaria se inicia en los
dominios del espíritu-incluyendo la ideología, la superestructura, lo teórico,
lo académico, la literatura y el arte-a fin de ganarse la opinión pública. El
revisionismo de Jruschov usurpó de esta manera la dirección del Partido
Comunista de la Unión Soviética. Igualmente, en Hungría, un grupo de
escritores, artistas e intelectuales revisionistas y burgueses organizaron el
Club Petofi y actuaron como fuerza de choque en los motines
contrarrevolucionarios de 1956. Los ataques furibundos que actualmente lanzan
contra el Partido y contra el socialismo un puñado de elementos revisionistas y
burgueses de nuestro país constituyen un intento vano de hacer realidad su
sueño de restaurar el capitalismo. Si no nos mantenemos vigilantes contra estos
enemigos sin armas, si no los contraatacamos resueltamente, si permitimos que
las ideas burguesas tengan rienda suelta y si dejamos que sus complots se
lleven a cabo, nos veremos abocados al peligro de que los cimientos de nuestro
socialismo sean socavados y de que nuestro país cambie de color.
El Ejército
Popular de Liberación de China es un ejército de obreros y campesinos creado y
dirigido por el Partido y el Presidente Mao Tse-tung; es el soporte principal
de la dictadura del proletariado y el defensor de la causa del socialismo.
Debemos estar estrechamente alerta contra los enemigos armados y prepararnos en
todo momento para frustrar los ataques armados del imperialismo yanqui y sus
lacayos; al mismo tiempo, debemos mantener una elevada vigilancia contra los
enemigos no armados y aplastar con resolución los criminales complots de la
burguesía contra el Partido y el socialismo. Los cuadros y soldados de nuestro
Ejército Popular de Liberación no sólo deben ser valientes que cargan contra el
fuego enemigo en el campo de batalla, sino también ser firmes combatientes
proletarios contra
los "proyectiles
almibarados" en los frentes político e ideológico. Debemos seguir las
enseñanzas del Presidente Mao, poseer un pleno conocimiento de la naturaleza
prolongada, tortuosa y compleja de la lucha de clases en el período del
socialismo y no olvidar jamás la lucha de clases. Debemos armar nuestra mente
con el pensamiento de Mao Tse-tung, observar, analizar y enfocar todo desde el
punto de vista de la lucha de clases y con el método del análisis de clase.
Debemos criticar las cosas erróneas, desarraigar las hierbas venenosas y
aniquilar a los monstruos de toda especie dondequiera que los encontremos;
nunca les debemos permitir que se desenfrenen ni que creen perturbaciones.
… La política es la lucha de una
clase contra otra. Colocar la política en el primer lugar significa que debemos
colocar en el primer lugar la política proletaria, tomar el pensamiento de Mao
Tse-tung como guiá y la lucha de clases como la palanca principal, y desplegar
una lucha destinada a fomentar la ideología proletaria y erradicar la burguesa.
Nuestras fuerzas armadas no viven en un vacío. La lucha de clases en la
sociedad se reflejará inevitablemente, a través de diversos canales, en
nuestras fuerzas armadas y en la mente de cada uno de nosotros. Nunca debemos
subestimar la influencia que sobre nosotros ejerce la lucha de clases en la
esfera ideológica. Las buenas obras literarias y artísticas y los buenos
artículos pueden ayudar a elevar nuestra conciencia política y a fortalecer
nuestra voluntad de combate. Pero las películas, piezas teatrales, novelas y
artículos malos pueden envenenar nuestra mente, cambiarla en forma gradual y
conducirnos hacia una ruta errada si no los examinamos, boicoteamos y
repudiamos. La experiencia histórica prueba que ningún enemigo es temible por
feroz que sea y, cualesquiera que sean sus ardides. Lo temible es que nosotros
carezcamos de vigilancia y tengamos la mente desarmada. La presente gran
revolución cultural socialista es la más vivida y práctica educación en el
espíritu de la lucha de clases y, además, una prueba para todos los cuadros y
soldados del Ejército Popular de Liberación en lo político e ideológico. Cada
camarada debe seguir de cerca y prestar cuidadosa atención al actual desarrollo
de la gran revolución cultural con un elevado sentido de responsabilidad
política y un gran fervor revolucionario, y participar de modo activo en esta
grandiosa lucha, a fin de templarse, educarse, transformarse y hacerse más
consciente políticamente a través del proceso.
La época de Mao Tse-tung es la
época en que los obreros, campesinos y soldados dominan la teoría
marxista-leninista. Están desempeñando su papel de fuerza principal en esta gran revolución cultural socialista. Aunque los "eruditos",
"especialistas" y "profesores" anti-Partido y
antisocialistas se revistan con toda suerte de mantos, hagan grandes gestos y
deliberadamente conviertan las cosas sencillas en misteriosas, no nos pueden
intimidar ni desorientar. Contamos con el arma invencible: el pensamiento de Mao
Tse-tung, y con corazones ardientes y leales al Partido, al socialismo y al
pensamiento de Mao Tse-tung. Nos acompaña la verdad.
(editorial de Jiefangun Bao (Diario del Ejército de Liberación) del 4 de
mayo de 1966). (Publicado en Pekín Informa N° 20, 18 de mayo de 1966)
DECISIÓN DEL CC
DEL PCCH Y DEL CONSEJO DE ESTADO
Sobre la reforma de los exámenes de admisión a los
centros de enseñanza superior.
(Extracto)
Considerando que ahora está en desarrollo la gran
revolución cultural en los institutos, universidades y escuelas secundarias de
segundo ciclo, será necesario disponer de cierto tiempo para realizar a fondo y
con éxito este movimiento. La dominación burguesa se halla todavía
profundamente arraigada y la lucha entre el proletariado y la burguesía es muy
aguda en bastantes universidades, institutos y escuelas secundarias. La
realización del movimiento de la revolución cultural de manera profunda y
acabada en los centros de enseñanza superior y en las escuelas secundarias de
segundo ciclo afectará de modo trascendental la educación. Mientras tanto, el
método de exámenes de admisión para los centros de enseñanza superior, aunque
ha sido constantemente mejorado desde la liberación, no ha podido desprenderse,
en lo fundamental, del molde del sistema burgués de exámenes; y este método
perjudica el cumplimiento de la política educacional formulada por el Comité
Central del Partido y por el Presidente Mao, e impide que los centros de
enseñanza superior absorban un mayor número de jóvenes revolucionarios que son
obreros, campesinos y soldados. Este sistema de exámenes debe ser totalmente
reformado. Por lo tanto, también se requiere tiempo para estudiar y elaborar
nuevos métodos de ingreso.
En vista de la situación arriba mencionada, el Comité
Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado han decidido
posponer por seis meses el ingreso de 1966 a los centros de enseñanza superior
de manera que por un lado, ellos y las escuelas secundarias de segundo ciclo
dispongan del tiempo suficiente para llevar a cabo de manera profunda y exitosa
la revolución cultural y, por el otro, cuenten con el tiempo suficiente para
hacer todos los preparativos concernientes a la elaboración de un nuevo método
de admisión.
A fin de que la admisión y el inicio de un nuevo
semestre en las escuelas secundarias de segundo ciclo no se vean afectados, los
estudiantes que regresen este semestre de escuelas secundarias de segundo ciclo
donde la revolución cultural esté todavía realizándose deben ser acomodados
convenientemente y sus horarios arreglados por las autoridades de la escuela
para que el movimiento se lleve a cabo de manera profunda y exitosa: en caso de
que el movimiento en las escuelas haya sido completado antes del comienzo de la
admisión a los centros de enseñanza superior, estas escuelas deben organizar la
participación de sus alumnos en el trabajo productivo en el campo o en las
fábricas.
13 de Junio de 1966.
Elogio a los guardias rojos
(Extractos)
Actualmente los revolucionarios de toda China emulan para elogiar a la Guardia
Roja.
La iniciativa
revolucionaria de ésta ha conmovido al mundo entero.
La Guardia Roja es algo nuevo
surgido en la tempestad de la gran revolución cultural proletaria, nació y
crece en esta gran revolución.
Desde su gestación, la Guardia Roja
ha sido nutrida por el pensamiento de Mao Tse-tung. Los guardias rojos dicen
muy bien: El Presidente Mao es nuestro comandante rojo y nosotros somos los
jóvenes soldados rojos del Presidente Mao Tse-tung.
Lo que más les gusta a nuestros
guardias rojos es leer las obras del Presidente Mao y seguir sus enseñanzas, y
su cariño por el pensamiento de Mao Tse-tung es el más cálido. Llevan consigo
las “Citas del Presidente Mao” y
consideran como su obligación suprema el estudio, la difusión, la aplicación y la
defensa del pensamiento de Mao Tse-tung.
En la gran revolución cultural
proletaria que fue iniciada y está siendo dirigida personalmente por el
Presidente Mao, los guardias rojos han llevado a cabo de manera resuelta
heroicas y tenaces luchas contra aquellos elementos que tienen poder y siguen
el camino capitalista y contra todos los monstruos, y en la gran revolución
cultural proletaria se han convertido en destrozadores de camino.
Después de la publicación de la
"Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran
Revolución Cultural Proletaria", que fue elaborada bajo la dirección
personal del Presidente Mao, el 18 de agosto pasaron revista en la capital
china a los guardias rojos. Con el estímulo directo del gran mando supremo, el
Presidente Mao, los guardias rojos y otras organizaciones revolucionarias de la
juventud han llevado a un nuevo auge la gran revolución cultural.
Saliendo de sus escuelas y
lanzándose a las calles, decenas de millones de guardias rojos levantaron un irresistible
torrente revolucionario. Enarbolando la bandera roja del invencible pensamiento
de Mao Tsetung y desplegando el espíritu revolucionario proletario de atreverse
a pensar, a hablar, a actuar, a abrirse camino y a hacer la revolución, están
limpiando el lodo dejado por la vieja sociedad y barriendo toda la basura
acumulada durante miles de años.
Los guardias rojos han hecho muchas
cosas buenas y han presentado numerosas buenas sugerencias. De acuerdo con las
enseñanzas del Presidente Mao, han obtenido brillantes resultados en la lucha
por erradicar las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de las clases
explotadoras y por fomentar las nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres del
proletariado.
Los guardias rojos constituyen la
fuerza de choque de la gran revolución cultural proletaria. Sus acciones
revolucionarias han exaltado el fervor revolucionario entre las masas, dando
lugar a un movimiento aún más vigoroso. Tal impetuoso, revolucionario y masivo
movimiento ha sumido al puñado de elementos infiltrados en el Partido que
tienen poder y siguen el camino capitalista en el vasto océano de las masas
revolucionarias. Sin un movimiento masivo en tan gran escala, seria imposible
destruir la base social en que descansa el puñado de derechistas burgueses y
llevar a cabo la gran revolución cultural proletaria de manera total y en
profundidad.
La Guardia Roja es un nuevo
fenómeno en el horizonte del este. Los jóvenes revolucionarios son el símbolo
del futuro y la esperanza del proletariado. La dialéctica revolucionaria nos
dice que las fuerzas recién surgidas son invencibles, que crecerán y se
desarrollarán de manera inevitable en la lucha y que vencerán finalmente a las
fuerzas decadentes. Por lo tanto, aplaudiremos precisamente las cosas nuevas, las
ensalzaremos, las alentaremos a redoble de tambores, batiremos gongs para
abrirles camino y con nuestros brazos en alto les daremos la bienvenida.
Nuestros guardias rojos han
realizado acciones meritorias en el curso de la gran revolución cultural proletaria.
El Presidente Mao y el Comité Central del Partido elogian calurosamente su
elevado espíritu revolucionario, y las grandes masas de obreros, campesinos y
soldados aclaman también con entusiasmo sus acciones revolucionarias.
¡Estas acciones de los jóvenes
combatientes revolucionarios son en realidad excelentes! Sus meritorias hazañas
durante la gran revolución cultural quedarán registradas para siempre en los
anales de la historia revolucionaria del proletariado.
Los guardias rojos aprenden a nadar
nadando, aprenden a hacer la revolución participando en ella.
Se exigen a sí mismos, no sólo atreverse a luchar y a hacer la revolución, sino también hacerse
hábiles en la lucha y en la revolución. Sobre la base de la experiencia que
ellos mismos han adquirido en la práctica, están estudiando con mayor
profundidad los 16 Puntos del Comité Central del Partido sobre la gran
revolución cultural proletaria, se esfuerzan para dominarlos y llevarlos a la
práctica.
Habiendo recibido el caluroso
elogio del Presidente Mao y de las grandes masas de obreros, campesinos y
soldados, los jóvenes combatientes revolucionarios se ponen ahora en guardia
contra el engreimiento y la precipitación y quieren aprender modestamente del
Ejército Popular de Liberación y de las masas de obreros y campesinos. Están
decididos a elevar aún más su conciencia política, su
sentido de organización y disciplina, … Están decididos a templarse en el
crisol de la revolución a fin de convertirse … en comunistas que obran en beneficio de
otros, haciendo caso omiso de todo interés personal, en continuadores de la
causa revolucionaria del proletariado.
Las diferentes clases sostienen
diferentes puntos de vista con respecto a las acciones revolucionarias de los
guardias rojos. Las clases revolucionarias las consideran extremadamente buenas
mientras que las clases contrarrevolucionarias las consideran extremadamente
malas.
Los pueblos revolucionarios de todo el mundo han aplaudido estas acciones revolucionarias y
han rendido un alto homenaje a los guardias rojos. Por otro lado, los
imperialistas, los reaccionarios de todos los países, los revisionistas
contemporáneos y la pandilla de Chiang Kai-shek maldicen con los términos más
virulentos a los guardias rojos. Los han difamado calificándolos de "jóvenes
fanáticos" y han atacado sus acciones revolucionarias diciendo que
"violan la dignidad humana", que "destruyen las tradiciones
sociales" y así sucesivamente.
¡El Presidente Mao nos ha enseñado
que ser atacado por el enemigo no es una cosa mala, sino buena. Mejor aún es si
el enemigo nos ataca desaforadamente y nos pinta con los peores colores y sin
ninguna virtud. Es realmente un gran honor para los guardias rojos ser atacados
desaforadamente por los enemigos de clase del país y del exterior.!
"¡Jóvenes fanáticos!"
Invariablemente los enemigos de la revolución son hostiles en extremo al
entusiasmo revolucionario de las masas, y lo vituperan de "fanático".
A nosotros nos gusta precisamente lo que el enemigo odia, los jóvenes revolucionarios
no sólo deben mantener su desbordante entusiasmo revolucionario, sino que deben
también desplegar aún más su elevado espíritu revolucionario.
"¡Violan la dignidad
humana!" Los guardias rojos han castigado, desenmascarado, criticado y
repudiado de manera implacable a la reaccionaria y decadente cultura de la
burguesía, y expuesto a la luz la cara repugnante de los derechistas burgueses,
dejándolos como ratas que cruzan la calle perseguidas por todos. Por eso
gritan: "Esto viola la dignidad humana." Hablando con franqueza,
nosotros no sólo debíamos violar su "dignidad" sino que también
derribarlos para que jamás vuelvan a levantarse.
¿"Destruyen las tradiciones
sociales"? Uds. tienen razón. Los guardias rojos quieren efectivamente
destruir las tradiciones de los terratenientes y los burgueses. Los jóvenes
combatientes revolucionarios desean precisamente hacer una esmerada limpieza de
todos los virus remanentes del feudalismo, eliminar los microbios del
capitalismo y desentrañar las malignas raíces del revisionismo. Sólo
destruyendo por completo las diversas tradiciones antiguas de las clases
explotadoras es posible continuar y desarrollar las tradiciones revolucionarias
del proletariado.
De acuerdo con las instrucciones
del Presidente Mao y del Comité Central del Partido, los jóvenes combatientes
de la Guardia Roja están concentrando todas sus fuerzas para golpear al puñado
de derechistas burgueses, y su blanco principal son aquellos elementos en el
seno del Partido que tienen poder y siguen el camino capitalista. Al hacerlo,
han sacado las bombas de tiempo colocadas en China por el imperialismo y el
revisionismo. Por eso, resulta sumamente natural que los imperialistas y los
revisionistas se sientan sorprendidos, furiosos y con odio hacia las acciones
revolucionarias de los guardias rojos.
Un vocero de las clases
reaccionarias, el Papa Pablo VI, confesó desesperadamente que para ellos las
acciones revolucionarias de los guardias rojos eran "un signo de muerte y
no un signo de vida". Efectivamente es así. Las acciones revolucionarias
emprendidas por los jóvenes combatientes revolucionarios son en verdad un signo
de la destrucción final para los enemigos de clase del país y del exterior. Y
nuestros guardias rojos son un símbolo de la prosperidad y la infinita vitalidad
de la causa revolucionaria del proletariado.
Como el sol rojo que se levanta en
el este, la sin precedentes y gran revolución cultural proletaria está
iluminando la tierra con sus brillantes rayos.
¡Vivan los guardias rojos armados
con el pensamiento de Mao Tse-tung!
¡Viva el Presidente Mao, nuestro
gran maestro, gran líder, gran mando supremo y gran timonel!
(Comentario de Hongqi, N.° 12 de 1966) (Pekín
Informa N° 39 de 1966)
32
Organizaciones rebeldes revolucionarias de Shanghai emiten un comunicado
urgente
(Extracto)
En este momento en que la gran revolución cultural proletaria en
Shanghai entra en la batalla decisiva entre las dos líneas y en que el Comité
Municipal del Partido de Shanghai que lleva a cabo porfiadamente la línea
reaccionaria burguesa, está siendo derrotado, el puñado de elementos dentro del
Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista fraguan
otra vez nuevos complots. En combinación con las fuerzas capitalistas de la
sociedad, utilizan la cuestión de los beneficios económicos para desviar la
orientación fundamental de la lucha e incitar a las masas a que combatan entre
sí, provocando de esta manera interrupciones en la producción fabril y en el
tránsito ferroviario y de carretera. Incluso han incitado a los estibadores a
que detengan su labor, creando así dificultades en el trabajo de los puertos y
perjudicando el prestigio internacional de China. Derrochan a su antojo los
caudales del Estado, aumentando arbitrariamente los salarios y los gastos de
bienestar, concediendo sin límites toda clase de bonificaciones e incitando a
la gente a la ocupación por la fuerza de edificios públicos. Estas son las
nuevas formas empleadas por el Comité Municipal del Partido de Shanghai para
persistir en la línea reaccionaria burguesa.
Al recurrir a tan ruines y siniestras artimañas el puñado de elementos
dentro del Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista
no persiguen otros fines que: 1) Ponerse contra el Presidente Mao y el Comité
Central del Partido y ejercer presión sobre el Grupo del Comité Central del
Partido Encargado de la Revolución Cultural, saboteando la producción,
interrumpiendo las comunicaciones y perjudicando la economía nacional y la vida
del pueblo, con el objeto de minar la gran revolución cultural proletaria, y 2)
Utilizar la cuestión de los beneficios económicos para desviar la orientación
fundamental de la lucha, en un intento de dirigir la seria lucha política hacia
el erróneo camino de la lucha económica, y al mismo tiempo, corroer la voluntad
revolucionar de las masas mediante beneficios materiales, fomentar la evolución
pacífica y dar rienda suelta a la ideología burguesa.
Por este medio, advertimos severamente al Comité Municipal del Partido de Shanghai que jamás tendrá éxito ninguna intriga, que tienda a desviar la orientación de la lucha, saboteando la producción, interrumpiendo las comunicaciones y aumentando los salarios y los gastos de bienestar. Los rebeldes revolucionarios, armados con el pensamiento de Mao Tse-tung, desenmascaran con firmeza esta conspiración y repelen con resolución los ataques lanzados por el pensamiento reaccionario burgués. Cumpliremos decididamente la política de “empeñarse en la revolución y promover la producción” formulada por el Presidente Mao. Por un lado, tomaremos parte activa en la gran revolución cultural proletaria, y, por el otro, permaneceremos firmes en nuestros puestos de producción y construcción, persistiremos en la jornada de ocho horas diarias, nos esforzaremos por cumplir y sobrepasar los planes de producción y haremos todo lo posible para asegurar la alta calidad de los productos. Creemos que las masas de obreros revolucionarios tienen un alto sentido de responsabilidad política hacia su gran patria socialista; sin duda pondrán en primer plano el concepto de lo público y, partiendo de los intereses generales del Estado, tratarán correctamente las cuestiones citadas y conquistarán una doble victoria, en la revolución cultural y en la producción.
A fin de reparar rápidamente la grave situación creada en la producción
social por el Comité Municipal del Partido de Shanghai, hacemos este llamado a
los compañeros de armas de los grupos rebeldes revolucionarios de toda la
ciudad:
1. Los obreros, cuadros y estudiantes de los grupos rebeldes revolucionarios deben cumplir resueltamente la instrucción del Presidente Mao de “empeñarse en la revolución y promover la producción“, tomar parte activa en la gran revolución cultural y, al mismo tiempo, permanecer firmes en sus puestos de producción y convertirse en ejemplos de “empeñarse en la revolución y promover la producción“.
2. Deben llamar a todos los rebeldes revolucionarios del país a efectuar
una pronta acción para persuadir y movilizar a los obreros, cuadros,
trabajadores de empresas y entidades públicas y aprendices de Shanghai que se
encuentran intercambiando experiencias revolucionarias en otras partes del
país, para que vuelvan de inmediato a Shanghai, a fin de realizar bien la gran
revolución cultural en sus propias entidades y sobrepasar los planes de
producción para 1967.
3. Todos los certificados que autorizan a la gente para dirigirse a
otras partes del país con el objeto de intercambiar experiencias
revolucionarias, emitidos en el pasado por los que ocupan puestos dirigentes en
las diversas entidades serán declarados nulos y sin vigencia desde el día en
que se publique este documento. Estas personas que desempeñan puestos
dirigentes deben responsabilizarse de la recuperación (a plazos si es
necesario) de las grandes sumas de dinero concedidas por ellas para cubrir los
intercambios de experiencias (excluyendo los pasajes).
4. Aparte de los gastos para la producción, los salarios, la revolución
cultural, la administración de oficinas y otros propósitos legítimos, los
fondos circulantes de todos los organismos gubernamentales, organizaciones,
empresas y entidades públicas serán congelados desde el día de la publicación
de este documento. Esto será efectuado por los organismos financieros a nivel
municipal y a todos los demás niveles bajo la supervisión conjunta de los
grupos rebeldes revolucionarios y las masas revolucionarias, a fin de asegurar
que la economía estatal no sufra pérdidas (esto no se aplica a los ahorros
individuales en el banco).
5. Para evitar la desviación del rumbo fundamental de la lucha, los
problemas relacionados con el reajuste de salarios, aumento de salarios con
efecto retroactivo, bienestar y beneficios deben ser tratados, en principio, en
una etapa posterior del movimiento (los casos especiales serán tratados de otra
manera luego de pedirse instrucciones a las autoridades centrales).
6. La integración de los estudiantes con los obreros y campesinos es la
vía indispensable por la cual los estudiantes transformarán su concepción del
mundo y realizarán con éxito la gran revolución cultural. Con el objeto de
provocar entre los obreros descontento hacia los estudiantes, de sabotear la
integración de éstos con los obreros y de poner en efecto la “evolución
pacífica” entre los estudiantes, algunas personas que ocupan puestos dirigentes
han llegado al extremo de pagar a los estudiantes salarios relativamente altos
por su trabajo. Esta es una práctica revisionista ciento por ciento, y debe
ponerse fin a ella desde el día en que se publique este Comunicado.
7. Todos los edificios públicos y las casas confiscadas a los
capitalistas son propiedad de todo el pueblo y serán distribuidas en forma
unificada por el Estado en una etapa posterior del movimiento. A nadie le está
permitido apoderarse de edificios públicos. Después de la investigación,
cualquier transgresor será castigado por el Buró de Seguridad Pública. A los
que inciten a los ciudadanos a apoderarse de edificios públicos se les aplicará
la ley de acuerdo con la gravedad de la transgresión. Los que se han trasladado
a casas ocupadas por la fuerza, deben volver a sus residencias originarias en
el plazo de una semana.
8. Hay que fortalecer la dictadura del proletariado. Los que se opongan
al Presidente Mao y al Grupo del Comité Central del Partido Encargado de la
Revolución Cultural, y aquellos que socaven la gran revolución cultural y
saboteen la producción, serán de inmediato arrestados por el Buró de Seguridad
Pública de acuerdo con la ley. A quienes en el curso del movimiento destruyan
el orden social, golpeen a la gente o cometan atentados, robos o hurtos se les
aplicará la ley de acuerdo con la gravedad de la transgresión; los objetos
robados deben ser devueltos sin dilación. Aquellos que repitan tales delitos o
después de repetida educación rehúsen enmendarse, serán severamente castigados.
9. Se espera que las organizaciones rebeldes de las diversas entidades y
las masas revolucionarias de toda la ciudad cumplan de inmediato los puntos
mencionados y movilicen a todos los órganos de propaganda para difundirlos y
hacer un trabajo de educación.
10. Se ordena al Comité Municipal del Partido y al Buró de Seguridad
Pública que actúen conforme a los puntos mencionados. Los que violen estos
puntos serán, luego de una investigación, castigados de inmediato por el cargo
de socavar la gran revolución cultural.
9 de Enero de 1967.
Oponerse al
economismo y aplastar el nuevo contraataque de la línea reaccionaria burguesa
(Extracto)
La decisión tomada personalmente por nuestro gran líder, el Presidente Mao. de
transmitir al país entero el Mensaje a Todo el Pueblo de Shanghai y el
Comunicado Urgente emitidos por las organizaciones de masas revolucionarias de
Shanghai es un acontecimiento de gran significación histórica. Marca el
comienzo de una nueva etapa en la gran revolución cultural proletaria de nuestro país.
El Comunicado Urgente emitido por el Cuartel General de Rebeldía Revolucionaria de los
Obreros de Shanghai y otras organizaciones de masas revolucionarias ha revelado
vivida y penetrantemente la gran conspiración de los elementos reaccionarios en
la zona de Shanghai: la conspiración de utilizar los "proyectiles
almibarados" del beneficio económico para inducir a una parte de masas.
Los elementos
reaccionarios dilapidan sin escrúpulo la riqueza del Estado, aumentan arbitrariamente
los salarios y los beneficios, distribuyen de manera desenfrenada toda clase de
fondos y materiales e instigan a las masas a que se apoderen de viviendas
públicas por la fuerza como si fueran propiedad privada. Incitan a la lucha por
la fuerza y la coacción, provocan incidentes, empujan a un número de obreros a
abandonar de sus puestos en la producción, llevando así a algunas fábricas al
paro y obstruyendo el tránsito ferroviario y de carretera. Incluso hacen labor
de agitación entre el personal portuario para que efectúe paros en su trabajo.
Algunos dirigentes de los departamentos ferroviarios utilizan métodos
semejantes para suspender el transporte por trenes en un vano intento de
sabotear la gran revolución cultural proletaria. Los elementos reaccionarios se
creen a sí mismos muy inteligentes, pero, de hecho, están levantando una piedra
solamente para dejarla caer sobre sus propios pies. Cuanto más activamente
operan, tanto más claramente exponen sus rasgos revisionistas contrarrevolucionarios.
Crean así las condiciones para su propio colapso total.
La treta economista que este puñado
de gente ha puesto en juego ha proporcionado a las masas revolucionarias un
buen material de enseñanza por ejemplo negativo. Ha capacitado a las amplias
masas para conocer la verdadera naturaleza del economismo y la necesidad de
ponerlo al descubierto y atacarlo hasta que sea pulverizado.
¿Qué clase de baratija es el
economismo?
El economismo, mediante el soborno
económico satisface el modo de pensar de una minoría de masas
atrasadas, carcome la voluntad revolucionaria de las masas y conduce la lucha política de las
masas por la vía errónea del economismo, haciéndoles descuidar los intereses
del Estado, de la colectividad y los intereses a largo plazo, y perseguir
solamente intereses personales e inmediatos. Su vano objetivo es el de
estrangular la gran revolución cultural proletaria, desintegrar la dictadura
del proletariado y el sistema socialista.
El economismo destruye la
producción social, la economía nacional y el sistema de la propiedad
socialista. Promueve la tendencia espontánea hacia el capitalismo y el
incentivo material revisionista en un vano intento de socavar la base económica
del socialismo.
Yendo contra el marxismo-leninismo,
el pensamiento de Mao Tse-tung, es una baratija revisionista
contrarrevolucionaria de cabo a rabo. Es un desperdicio sacado del basura del
viejo revisionismo y del contemporáneo. Bajo el sistema capitalista. el
economismo es un instrumento que defiende la dominación reaccionaria del
capitalismo y se opone a la revolución proletaria. Bajo el sistema socialista,
reviste una naturaleza aún más reaccionaria y es un instrumento para la
restauración contrarrevolucionaria del capitalismo.
En una palabra. este economismo
utiliza la espontaneidad de la burguesía para remplazar la conciencia
revolucionaria del proletariado, utiliza la ultrademocracia burguesa para
remplazar el centralismo democrático y el sentido de organización y disciplina
del proletariado, utiliza las ilegalidades reaccionarias burguesas para
remplazar la dictadura del proletariado y la democracia amplia que se efectúa
bajo ella, y utiliza la propiedad capitalista para remplazar la propiedad
socialista. El economismo es una nueva forma con la cual la línea reaccionaria
burguesa lanza un contraataque en gran escala a la línea revolucionaria
proletaria.
Todas las masas y organizaciones
revolucionarias deben centuplicar su vigilancia, deben calar las intrigas y
artimañas del economismo a que recurre el enemigo de clase, deben aplastar
completamente el nuevo contraataque lanzado por la línea reaccionaria burguesa
y llevar la gran revolución cultural proletaria hasta el fin.
El Comunicado Urgente emitido por
las organizaciones de masas revolucionarias de Shanghai ha mantenido en alto la
gran bandera roja de la línea revolucionaria proletaria representada por el
Presidente Mao y aplica resueltamente la política correcta de "empeñarse
en la revolución y promover la producción" formulada por el Presidente Mao,
sentando así un buen ejemplo para la lucha contra el economismo
contrarrevolucionario, vale decir, contra el revisionismo
contrarrevolucionario.
En su mensaje de saludo a las
diversas organizaciones rebeldes revolucionarias de Shanghai, el Comité
Central del Partido Comunista de
China, el Consejo de Estado, la Comisión Militar del Comité Central del Partido
y el Grupo del Comité Central del Partido Encargado de la Revolución Cultural
han llamado al Partido, al Gobierno, al ejército y al pueblo, y a los obreros, campesinos,
estudiantes revolucionarios, intelectuales y cuadros revolucionarios de todo el
país a estudiar la experiencia de los rebeldes revolucionarios de Shanghai, a
emprender acciones concertadas y derrotar el nuevo contraataque lanzado por la
línea reaccionaria burguesa, de modo que la gran revolución cultural proletaria
avance triunfal por la línea revolucionaria proletaria que representa el
Presidente Mao. Este llamamiento será, indudablemente, un gran estímulo para la
clase obrera y el pueblo revolucionario de todo el país.
Con el fin de aplastar
completamente al economismo, todos los revolucionarios proletarios deben, en la
misma forma que los rebeldes
revolucionarios de Shanghai, unirse aún más estrechamente bajo la gran bandera
del pensamiento de Mao Tse-tung y empuñar con firmeza la dirección de la gran
revolución cultural y de la producción.
Debemos efectuar un paciente y
arduo trabajo político e ideológico entre aquellas personas que son
temporalmente embaucadas. Debemos tener la convicción de que la aplastante
mayoría de ellas quieren hacer la revolución. En el momento en que ellos
comprendan la verdad, serán capaces de hacer una distinción entre lo correcto y
lo erróneo en la cuestión cardinal y se pasarán al lado de la línea
revolucionaria proletaria representada por el Presidente Mao.
La actual lucha de clases en todos
los terrenos ha sido provocada por la burguesía y sus agentes. Advertimos a
aquellos que se empeñan tercamente en la línea reaccionaria burguesa: detengan
su galope ante el borde del precipicio y así tendrán la oportunidad de
recompensar con sus servicios meritorios sus crímenes ante el Partido y el
pueblo. Si no se someten al pueblo revolucionario, entonces
alístense para su propia destrucción.
¡Revolucionarios
proletarios, formemos una gran alianza para arrebatar el poder a
los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista!
(Extracto)
En respuesta al
grandioso llamamiento de nuestro gran líder, el Presidente Mao, una formidable
tormenta revolucionaria, en la cual los rebeldes revolucionarios proletarios
están formando una gran alianza para luchar por la loma del poder, está
barriendo toda China y estremeciendo el mundo entero con el ímpetu de una
avalancha y la fuerza de una centella.
¡El más grande
festival de los rebeldes revolucionarios proletarios ha l1egado! ¡Las campanas
han tocado a muerto por todos los monstruos y demonios! Levantemos nuestros
brazos para exclamar con entusiasmo: ¡La gran alianza de los rebeldes
revolucionarios proletarios y su toma del poder de manos de aquellos que ocupan
puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, son excelentes,
verdaderamente excelentes!
Este es un nuevo salto en la gran
revolución cultural proletaria de nuestro país. Es el gran comienzo de la lucha
de clases a escala nacional y general que se desarrollará este año.
Esta es una gran empresa pionera en
el movimiento comunista internacional, un gran acontecimiento sin precedentes
en la historia de la humanidad, un gran acontecimiento que afectará al futuro
del mundo y al destino de la humanidad.
En la sociedad socialista y bajo
las condiciones de la dictadura del proletariado, centenares de millones de
revolucionarios han formado poderosas filas revolucionarias, con la gran
alianza de los rebeldes revolucionarios proletarios como núcleo, para emprender
la toma del poder, desde abajo hacia arriba, de manos del puñado de elementos
dentro del Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista
y de los recalcitrantes que persisten en la línea reaccionaria burguesa. Este
es un importante desarrollo de la teoría marxista-leninista de la revolución
proletaria y la dictadura del proletariado hecho por el Presidente Mao.
El problema fundamental de la
revolución es el del poder. Con la victoria de la revolución democrática
popular de nuestro país, el
proletariado tomó el poder en toda la nación. Pero los enemigos de clase
derrocados continúan existiendo y no se resignan a su derrota. Por otra parte,
nuevos elementos burgueses aparecen en las filas del proletariado y de los
pequeños productores. La lucha entre el proletariado y la burguesía por la toma
del poder ha continuado vigorosamente durante todo este tiempo. Desde el
comienzo mismo, la gran revolución cultural proletaria ha sido una lucha por la
toma
del poder. Esta gran revolución
cultural significa precisamente la movilización de centenares de millones de
personas para liberarse y arrebatar el poder al puñado de elementos dentro del
Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista. Sólo
desarrollando un gran movimiento de masas como éste, una lucha de masas para
tomar el poder en todas las esferas de actividad, es posible resolver
plenamente el problema de la toma del poder por el proletariado.
¡Todo tipo de poder controlado por los representantes de la burguesía, debe ser tomado!
Esta es la gran verdad del marxismo-leninismo, del pensamiento de Mao Tse-tung,
que las grandes masas revolucionarias han asimilado a través de las arduas
luchas de los últimos meses.
¿Por qué, cuando la izquierda
revolucionaria, en respuesta al gran llamamiento del Presidente Mao y llena de
infinita lealtad a la causa revolucionaria proletaria, apuntó hacia aquellos
que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista y disparó las
primeras descargas, se la estigmatizó de “contrarrevolucionaria” y
“derechista”?
¿Por qué, después de la llegada de
los "grupos de trabajo", la izquierda revolucionaria, en lugar de ser
emancipada fue sometida a una
represión aún más brutal bajo el terror blanco?
¿Por qué, cuando las grandes masas
revolucionarias se levantaron para denunciar y criticar la línea reaccionaria
burguesa, se produjeron incidentes en que las masas luchaban en gran escala
entre sí e inclusive luchaban utilizando la fuerza y el derramamiento de
sangre; por qué tantos destrozadores de camino revolucionarios fueron atacados,
perseguidos, expulsados y reprimidos, y por qué, recientemente, se produjeron
en gran escala nuevos contraataques de la línea reaccionaria burguesa y hubo
una inundación del economismo contrarrevolucionario?
Los reveses, vueltas y altibajos de
los últimos meses y las sucesivas tormentas de la lucha de clases han
proporcionado profundas lecciones a
las masas de rebeldes revolucionarios. Ellas están comprendiendo cada vez con
mayor claridad que la revolución ha sufrido reveses precisamente debido al
hecho de que ellas no habían tomado en sus propias manos los sellos del poder.
El puñado de representantes de la burguesía se muestran tan frenéticos y se han
atrevido a engañar a tal extremo al pueblo, debido precisamente a que todavía
tienen el poder. ¡De todas las formas en que las masas revolucionarias pueden
manejar su propio destino, en definitiva, la única forma es tomar el sello de
autoridad en sus propias manos! Quien tiene el poder, lo tiene todo; quien no
tiene el poder, no tiene nada. ¡De todas las cosas importantes, la posesión del
poder es la más importante! Siendo así, las masas revolucionarias, con un
profundo odio hacia los enemigos de clase, aprietan sus dientes y con férrea
determinación deciden: ¡Unirse en una gran alianza para tomar el poder! ¡¡El
poder!! ¡¡¡E1 poder!!! ¡Hay que recuperar todo el poder del Partido, el poder
político y el poder económico que han usurpado los revisionistas
contrarrevolucionarios y los recalcitrantes que persisten en la línea
reaccionaria burguesa! Las masas revolucionarias deben tomar firmemente en sus
manos el destino de la dictadura del proletariado, el destino de la gran
revolución cultural proletaria y el de la economía socialista! Ellas han dicho
con mucha razón: "¡Los revolucionarios proletarios, la verdadera izquierda
revolucionaria, tienen puestos sus ojos en la toma del poder, piensan en la
toma del poder y lo que hacen es tomar el poder! ¡Esta no es una "ambición
personal", sino tomar el poder para el proletariado y el comunismo y para
que el gran pensamiento de Mao Tse-tung ocupe todas las posiciones!
El movimiento desplegado por las
masas de los proletarios revolucionarios rebeldes, movimiento que estremece al
mundo, a fin de formar una gran alianza para luchar por la toma del poder es
una batalla gigantesca y decisiva entre el proletariado y la burguesía. Esta
lucha va inevitablemente acompañada de un estallido concentrado de las
contradicciones de clase, de una tormenta de incomparables proporciones. La
realidad de esta batalla decisiva y gigantesca ha producido ante nuestros ojos
escenas extremadamente conmovedoras.
¡Vean! Las masas de los rebeldes
revolucionarios proletarios, han despedazado los obstáculos de diversa índole,
se han puesto apremiantemente en acción, se han unido bajo la gran bandera roja
del pensamiento de Mao Tse-tung y han agrupado en torno suyo a centenares de
millones de revolucionarios. Están desplegando de manera altamente consciente
el espíritu de rebeldía revolucionaria del proletariado, se atreven a luchar,
se atreven a tomar el poder, a lanzarse a la carga y apoderarse de las
posiciones enemigas y derrotan todo lo que está contra ellas, y avanzan de
victoria en victoria.
¡Vean! El puñado de revisionistas
contrarrevolucionarios temen y odian a muerte la gran alianza de los rebeldes
revolucionarios y su toma del poder de manos de aquellos que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista y de los recalcitrantes que persisten
en la línea reaccionaria burguesa, porque la toma del poder es la toma de su
vida misma, la toma de su última arma mágica, con la ayuda de la cual pensaban
"ajustar cuentas después de la cosecha de otoño". Están
desconcertados, se han puesto furiosos y son presa de la histeria. Pero la
lucha desesperada de todos los contrarrevolucionarios no les sirve de nada.
Están siendo ahogados rápidamente por el torrente del movimiento de masas de la
gran alianza de los rebeldes revolucionarios para luchar por la toma del poder.
¡Esta es la mayor dicha que han
tenido en su vida todos los revolucionarios proletarios!
Para llevar a cabo la lucha por la
toma del poder, los rebeldes revolucionarios proletarios deben concertar una
gran alianza. Sin una gran alianza, la toma del poder de manos de aquellos que
ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista se queda en palabras
huecas. Hace más de cien años, Marx y Engels fueron los primeros en plantear en
su "Manifiesto del Partido Comunista" la combatiente consigna de
"¡proletarios de todos los países, uníos!", con la cual tocaron el
redoble de tambores de combate anunciando la primera toma del poder por el
proletariado e hicieron a temblar de miedo a la burguesía del mundo viejo. Hace
más de 40 años, nuestro gran líder el Presidente Mao
formuló el gran
llamamiento para formar "una gran alianza de las masas del pueblo",
toque de clarín para el avance para la revolución de nueva democracia en
nuestro país. Hoy, en la nueva situación provocada por la gran revolución
cultural de nuestro país, centenares de millones de revolucionarios se están
movilizando y lanzando a la lucha con el nuevo gran llamamiento del Presidente
Mao, bajo la gran consigna de "Rebeldes revolucionarios proletarios,
formemos una gran alianza para tomar el poder de aquellos que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista". Esto presagia que ha llegado
el fin del puñado de miembros del Partido que ocupan puestos dirigentes y
siguen el camino capitalista y de los recalcitrantes que persisten en la línea
reaccionaria burguesa.
"A la
infinita tierra le pregunto:
¿Quiénes
controlan la naturaleza?"
[Del poema 'Changsha' del
Presidente Mao, con la melodía de Qin Yuan Chun]
"¡Nosotros! ¡Nosotros!
¡¡Nosotros!! ¡Nosotros, las grandes masas de obreros, campesinos y soldados
somos los dueños indiscutibles del nuevo mundo!" ¡Tales son las sonoras y
nítidas voces de las masas revolucionarias!
Los cuadros y estudiantes
revolucionarios deben integrarse al movimiento de los obreros y al de los
campesinos. Deben combinar la lucha en la sociedad con la lucha en las
organizaciones a que pertenecen y establecer una alianza con las fuerzas
revolucionarias de otras organizaciones a fin de atacar, desde dentro y fuera.
aplastar totalmente el viejo sistema de explotación y el revisionista y las
estructuras burocráticas. Las masas de obreros y campesinos, intelectuales y
cuadros, revolucionarios, unidos, deben actuar como amos de sus propios asuntos
y establecer un orden proletario completamente nuevo.
La gran alianza debe formarse en la
lucha por la tema del poder. La gran alianza requiere una posición bien
definida. Es una gran alianza de los rebeldes revolucionarios, y no una
mescolanza. El eclecticismo, el reformismo, la "mentalidad de pequeño
grupo" [que considera más los intereses del pequeño grupo que los
intereses generales], el sectarismo, el departamentalismo y el divisionismo,
todos deben ser derrotados.
En el momento de auge de la gran
alianza de los revolucionarios proletarios para arrebatar el poder a aquellos
que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, un pequeñísimo
número de obstinados elementos burgueses se disfrazará para tratar de
infiltrarse de un modo u otro en las filas de la gran alianza de los
revolucionarios. Ellos enarbolan hipócritamente la bandera de "rebelión
revolucionaria" en el intento de arrebatar el poder al proletariado. Es su
costumbre inventar rumores, sembrar discordias y disensiones, llamar negro a lo
blanco y confundir lo justo con lo erróneo, incitar a las masas a desviar el
blanco de la lucha y a dirigir la punta de lanza de su ataque contra los
revolucionarios, contra la dictadura del proletariado y el cuartel general de
la revolución proletaria. Debemos seguir las enseñanzas del Presidente Mao,
elevar nuestra vigilancia y mantener una visión clara, trazar una definida
línea divisoria entre el enemigo y nosotros, distinguir entre lo justo y lo
erróneo en los problemas vitales, descubrir todas las intrigas y complots del
enemigo y asestarle resueltos contragolpes.
Esta resistencia de fuerza sin
precedentes, por parte del enemigo de clase, es inevitable. El puñado de
elementos en el seno del Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el
camino capitalista y el pequeñísimo número de recalcitrantes que persisten en
la línea reaccionaria burguesa se están coludiendo con todos los monstruos y
demonios de la sociedad a fin de formar una alianza contrarrevolucionaria para
oponer resistencia a la gran alianza de la revolución. Pero, por muchas que
sean las vueltas, altibajos y reveses que podamos encontrar, nosotros, los
centenares de millones de revolucionarios pertrechados con el pensamiento de
Mao Tse-tung, y contando con la brillante dirección del Presidente Mao
superaremos todas las dificultades, pondremos uno a uno al descubierto y
derribaremos a todos aquellos que levantan corrientes perniciosas y encienden
fuegos infernales, dirigen la punta de lanza de sus ataques contra la dictadura
del proletariado y el cuartel general de la revolución proletaria. La gran alianza
revolucionaria derrotará finalmente a la pequeña alianza contrarrevolucionaria.
"Hay
tantas cosas por hacer,
siempre
urgentes.
El mundo gira,
El tiempo
apremia,
Diez mil años
son demasiado,
¡Hay que
aprovechar cada día, cada hora!"
[Del poema del Presidente Mao
"Respuesta a Kuo Mo-jo, con la melodía de Manjianghong]
Camaradas revolucionarios de armas,
movilicémonos bajo la guía de la línea revolucionaria proletaria representada
por el Presidente Mao, formemos la gran alianza y desarrollemos una lucha
general y nacional para arrebatar el poder al puñado de elementos en el Partido
que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista y los
recalcitrantes que persisten en la línea reaccionaria burguesa, y cumplamos
triunfalmente la gran tarea histórica que nos ha confiado el Presidente Mao.
¡Si el enemigo se niega a rendirse,
acabaremos con él!
¡Revolucionarios proletarios,
formemos la gran alianza para tomar el poder de las manos de aquellos
que ocupan puestos dirigentes y
siguen el camino capitalista!
(Editorial de Renmin Ribao del 22 de enero) – PEKÍN INFORMA No. 5
El Ejército
Popular de Liberación respalda firmemente a los revolucionarios proletarios
(Extracto)
Nuestro Ejército Popular de Liberación es un ejército revolucionario del proletariado
creado personalmente por el Presidente Mao. Es el pilar de la dictadura del
proletariado. En esta gran lucha del proletariado por arrebatar el poder a la
burguesía, debemos estar firmemente al lado de la línea revolucionaria
proletaria representada por el Presidente Mao, al lado de los revolucionarios
proletarios. El EPL debe apoyarlos y ayudarlos con firmeza, éste es el
grandioso llamado de nuestro gran líder el Presidente Mao. Debemos seguir las
enseñanzas del Presidente Mao y respaldar entusiasta, inequívoca y sinceramente
a los rebeldes revolucionarios proletarios que se levantan para conquistar el
poder. Aun cuando ellos puedan constituir temporalmente sólo una minoría,
debemos apoyarlos sin la menor vacilación.
Dentro de la nueva situación
producida en la actual gran revolución cultural proletaria, es imposible que el
Ejército Popular de Liberación no intervenga. Alguna gente utiliza la "no
intervención" como un pretexto para reprimir realmente a las masas. Esto
es absolutamente impermisible. Su llamada "no intervención" es falsa.
La cuestión no reside en intervenir o no, sino a qué lado se está. Se trata del
problema de apoyar a los revolucionarios proletarios o a los conservadores o
inclusive a los derechistas. En la actual gran revolución cultural proletaria,
en la presente furiosa lucha de clases, no estar al lado del proletariado
significa estar al lado de la burguesía. No estar al lado de la línea
revolucionaria proletaria representada por el Presidente Mao significa estar al
lado de la línea reaccionaria burguesa. No puede haber eclecticismo, ni
compromiso ni neutralidad en esta cuestión. Nuestro EPL debe apoyar clara y
activamente a la izquierda revolucionaria proletaria.
Debe ser satisfecha la exigencia de
todos los auténticos revolucionarios proletarios de que el ejército los apoye y
asista. El Ejército Popular de Liberación debe desplegar la excelente tradición
del trabajo de masas. Al dar apoyo a la gran revolución cultural proletaria de
una localidad dada, el EPL debe identificarse con los revolucionarios
proletarios y con las masas revolucionarias, aprender de las masas, divulgar
entre ellas la linea revolucionaria proletaria representada por el Presidente
Mao y ayudar a los revolucionarios proletarios en su desarrollo y crecimiento.
"El Poder nace del fusil". El Poder del proletariado, conquistado por el Ejército Popular con el fusil, tiene que ser defendido con el fusil por
el Ejército Popular. Los contrarrevolucionarios activos y las organizaciones
contrarrevolucionarias que sabotean la gran revolución cultural proletaria
deben ser resueltamente reprimidos y debe ejercerse sobre ellos la dictadura
del proletariado.
El Presidente Mao nos enseña:
"El Ejército Rojo de China es un cuerpo armado para llevar a cabo las
tareas políticas de la revolución." Los rebeldes revolucionarios
proletarios se han levantado para arrebatar el poder a aquellos que ocupan
puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, asegurando de esta forma que
nuestro país no cambiará de color en las generaciones venideras. Esto
constituye la más alta política del proletariado. Nuestro Ejército Popular de
Liberación es infinitamente leal al Presidente Mao y a la línea revolucionaria
proletaria representada por él. Hemos realizado algunas contribuciones al
defender fielmente la gran revolución cultural proletaria. Haremos nuevas y aún
mayores contribuciones para apoyar a los revolucionarios proletarios en su
levantamiento y en su toma del poder.
Camaradas: Hemos marchado
heroicamente a través del agua y el fuego para conquistar el país para el
pueblo y hemos hecho imperecederas contribuciones en el pasado. En la actual,
rigurosa y gran lucha de clases, debemos convertirnos en piedra angular de la
gran revolución cultural proletaria. Debemos apoyar con entusiasmo al
Presidente Mao, respaldar con vehemencia a la izquierda revolucionaria
proletaria, golpear fuertemente al puñado de personas que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista, y mantener siempre muy roja la
bandera de nuestro gran Ejército Popular de Liberación.
(Editorial de Jiefangjun Bao del 25 de enero)
PATRIOTISMO O TRAICIÓN A LA PATRIA
(Extractos)
- Sobre el film reaccionario Historia intima de la corte Ching -
por Chi Ben-yu
"Desde que fue exhibida en todo el país, aún no
se ha criticado y repudiado la
película Historia íntima de la corte Ching, calificada de patriótica
aunque de hecho es un film de traición a la patria".
Presidente Mao Tse-tung: "Carta
acerca del problema de Estudios
sobre Sueno del Pabellón Roja”
El Presidente Mao señaló severamente: Historia íntima de la
corte Ching es una
película de traición a la patria y debe ser criticada y repudiada. Dijo además: Algunos la llamaban patriótica; yo la considero de
traición a la patria, de total traición a la patria. Pero los revisionistas contrarrevolucionarios Lu Ding-yi y Chou
Yang, un tal Ju, en ese entonces subdirector permanente del Departamento de
Propaganda del Comité Central del Partido, y otros, así como el máximo de los
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido, quien
los apoyaba desde atrás, se aferraron empecinadamente a su posición
reaccionaria burguesa y se opusieron en forma abierta a la directiva del
Presidente Mao. Sostuvieron que esta película reaccionaria era "patriótica"
y se negaron a criticarla y repudiarla.
La camarada Chiang Ching, entonces
miembro de un comité para guiar el trabajo del cine, dependiente
del Ministerio de Cultura, se atuvo
a la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao y propuso en varias
reuniones criticar y repudiar resueltamente el film Historia íntima de la corte Ching. No obstante, Lu Ding-yi, Chou
Yang, Ju y otros impugnaron esta proposición acudiendo a todas sus energías
para predicar el supuesto "carácter
progresista patriótico" de esta película reaccionaria. Cuando la camarada
Chiang Ching quiso actuar en consonancia con la directiva del Presidente Mao,
arrojaron sobre ella las siniestras palabras del patrón de
ellos escondido entre bastidores, el
máximo de los elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido, diciéndole: "El
camarada fulano sostiene que es un film patriótico." Perseverando en la
verdad, la camarada Chiang Ching se mantuvo en su posición, rechazó en inequívocos términos esas reaccionarias y
absurdas aseveraciones e insistió en que la película debía ser criticada y repudiada.
La película reaccionaria Historia íntima de la corte Ching trata un tema supuestamente
histórico. Se refiere al Movimiento de Reforma de 1898 y a la lucha del movimiento
Yihetuan en los años postreros de la dinastía Ching. Adopta abiertamente la
posición del imperialismo, del feudalismo y de la burguesía reaccionaria,
distorsiona a su antojo los hechos históricos y embellece al imperialismo, al
feudalismo y al reformismo burgués. Mientras canta loas a los monárquicos,
calumnia el movimiento revolucionario de masas y la heroica lucha popular
antimperialista y antifeudal y aboga por la capitulación nacional y la capitulación de clase.
¿Qué actitud adoptar hacia la agresión imperialista?
La contradicción entre el imperialismo y el pueblo chino es una contradicción
principal en la sociedad moderna de China. El imperialismo es el primero y el
más brutal enemigo del pueblo chino. Qué actitud tomar hacia la agresión imperialista
constituye una cuestión de importancia primordial para la revolución.
En lo que se refiere al problema de la agresión
imperialista, el film
reaccionario Historia íntima de la corte
Ching, aplaudido como "patriótico" por el puñado de revisionistas
contrarrevolucionarios y el máximo de los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido, quien los apoyaba desde atrás, es un
reflejo perfecto de la actitud, sumamente vergonzosa y servil, de temor y
adoración al imperialismo y proimperialismo.
El Presidente Mao nos enseña que ante el
imperialismo, esa bestia
salvaje, los pueblos revolucionarios no deben mostrar la menor timidez. Pero a los ojos del guionista y de
los apologistas del film, no queda otra alternativa que la de levantar los
brazos y rendirse a la agresión imperialista. Esto es capitulación nacional al desnudo, típica filosofía de traidores.
Es necesario señalar en especial una cosa. De ninguna manera es fortuito que el máximo de
los elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido
haya ensalzado como "patriótico" un film reaccionario y totalmente
entreguista. Ya en los primeros días que siguieron a la victoria de la Guerra
de Resistencia contra el Japón, se hallaba espantado ante la agresión del
imperialismo yanqui y sus lacayos. Sin esperanzas en el futuro de la revolución
china, promovió activamente en el seno del Partido la llamada "nueva etapa
de paz y democracia", una línea de capitulación nacional y capitulación de
clase. El Presidente Mao nos exhortó a desechar las ilusiones, respondele al
enemigo medida por medida y luchar por cada pulgada de terreno, en tanto que esta persona sembraba
empeñosamente ilusiones acerca de la paz con el imperialismo norteamericano y
sus lacayos y escribía con descaro artículos en los periódicos expresando su
gratitud por la "ayuda" del imperialismo yanqui a China y
mendigándose la "paz", en una tentativa de entumecer la voluntad
combativa del pueblo. Incluso engañaba al pueblo diciendo que "la
principal forma de lucha en la revolución china ha pasado a ser pacífica y
parlamentaria. Es la lucha de masas legal y la lucha parlamentaria",
"debe hacerse un cambio en todo el trabajo del Partido" y "todos
los problemas políticos deben ser resueltos por vía pacífica". El
Presidente Mao dijo que, como el enemigo estaba afilando sus espadas,
nosotros también debíamos afilar las nuestras. Sin embargo, esta persona pretendía que el pueblo entregara las
armas que tenía en sus manos. Haciendo una intensa propaganda de la teoría de
traición a la patria, consideraba al enemigo como padre suyo y tenía muchas
ganas de ser sirviente del imperialismo yanqui. Dijo: "Ya que los EE.UU.
tienen que buscar compradores en China, ¡también podemos actuar como sus
compradores, compradores rojos!" Los compradores son compradores. Son
perros falderos de los imperialistas. ¿Qué es eso de "compradores rojos'?
Es una mentira completa. Con esa vil e impúdica mentalidad de esclavo, ansiosos
tanto tiempo de ser compradores de los imperialistas, encontraron sumamente a
su gusto la película reaccionaria y de total traición a la patria, Historia íntima de la corte Ching. La
causa estriba en que la teoría defendida por Chen Fei, agente del imperialismo
en el film, en el sentido de que el imperialismo podría ayudar a China a
"rehabilitar el régimen imperial", reflejaba precisamente su traidora
mentalidad de ansiar convertirse en compradores de los
imperialistas.
¿Qué actitud adoptar hacia el movimiento revolucionario
de masas Yihetuan?
El Presidente Mao dice: "A fin de cuentas, todas las verdades del marxismo pueden
resumirse en una frase: 'La rebelión se justifica'." ¿Qué actitud se debe adoptar hacia
el movimiento revolucionario de rebelión contra el imperialismo y el feudalismo
lanzado por las masas revolucionarias del Yihetuan? ¿Apoyarlo o combatirlo?
¿Elogiarlo u odiarlo? Esta es una piedra de toque para distinguir a los
verdaderos revolucionarios de los falsos, a los revolucionarios de los
contrarrevolucionarios.
En el momento crucial, cuando nuestro país estaba a punto de ser dividido entre los
imperialistas, los héroes del Yihetuan avanzaron con bravura, enarbolaron la
gran bandera revolucionaria de lucha patriótica antimperialista y desplegaron
un heroico combate contra los bandidos imperialistas y sus lacayos. Ellos cubrieron las calles y callejones con diversas consignas en las cuales expresaban la firme
determinación del pueblo chino de combatir a los imperialistas:
"¡Devuélvannos la tierra y los
derechos!
¡Nos atrevemos a desafiar mares de
fuego y montañas erizadas de espadas!
¿Qué importa si el emperador se ha
rendido?
No descansaremos hasta ver muerto
al último de los invasores extranjeros."
Ante la frenética represión de las fuerzas agresoras imperialistas, las masas
revolucionarias del Yihetuan empuñaron heroicamente sus primitivas espadas y
lanzas combatiendo contra los invasores armados con rifles y cañones modernos.
Hicieron gala del intrépido espíritu revolucionario y combatiente del pueblo
chino.
Los jóvenes formaron la fuerza más activa y dinámica durante el movimiento Yihetuan.
Realizaron inmortales hazañas en este gran movimiento revolucionario. La
Hongdengzhao (Linterna Roja), que estremeció a China y al mundo, fue una
organización de mujeres jóvenes de muchos lugares del norte del país. Ellas
mismas se organizaron en una fuerza disciplinada, hicieron ejercicios militares
y defendieron su patria. Sus trajes eran rojos, rojas sus gorras, portaban
linternas y lanzas rojas. Combatían en el frente y cazaban espías en la
retaguardia. Con su activa participación en las filas del Yihetuan y su
resuelta oposición al imperialismo y sus lacayos, desplegaron el heroico
espíritu revolucionario antimperialista y antifeudal de la mujer joven china.
La intrépida lucha del Yihetuan cubre de gloria y orgullo al pueblo chino y es una de
las piedras angulares de su gran victoria, conquistada medio siglo después. Hizo
que los agresores conocieran el sabor del puño de hierro del pueblo chino y
desbarató la quimera de los imperialistas de "partición" de China.
Los verdaderos marxistas siempre han elogiado con entusiasmo los movimientos
revolucionarios de masas de tan imponente escala. En sus grandes obras, el
Presidente Mao concede alto valor a las heroicas hazañas del movimiento
Yihetuan y les canta una y otra vez. Considera al movimiento Yihetuan como una
etapa importante en el desarrollo de la revolución democrático-burguesa de
China. El Presidente Mao ha señalado: La guerra del Yihetuan fue una justa
guerra contra los opresores. Al igual que otras guerras revolucionarias del
pueblo chino en los últimos cien años, "manifiesta el indomable
espíritu del pueblo chino de perseverante resistencia contra el imperialismo y
sus lacayos." Demuestra que "nuestra nación, la nación china, tiene
coraje para combatir al enemigo hasta la última gota de sangre, determinación
para recobrar con sus propias fuerzas cuanto ha perdido, y capacidad para
levantarse sobre sus propios pies entre las demás naciones." "Gracias
a la inflexible y heroica lucha librada por el pueblo chino en los cien años
pasados, el imperialismo no ha sido capaz de doblegar a China, ni jamás será
capaz de hacerlo."
No obstante, el film reaccionario y totalmente
entreguista Historia íntima de la corte Ching, loado por el puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios y por el máximo de los elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido, quien los apuntalaba
desde atrás, exterioriza un profundamente enraizado odio de clase hacia el
movimiento de masas revolucionario antimperialista Yihetuan, y recurre a todos
los medios para difamarlo y calumniarlo. El film pinta la acción revolucionaria
del Yihetuan contra el imperialismo como una especie de amotinamiento salvaje.
Echa todo el barro que puede sobre el Yihetuan, atacándolo vilmente de
"locos", "chusma" que "cometió asesinatos y produjo
incendios", e "ignorantes" dados a la
"brujería".
Los reales bandidos que masacraron al pueblo e incendiaron no fueron otros sino
los imperialistas y sus lacayos. Según lo admitido por Alfred Von Waldersee,
jefe de las tropas imperialistas invasoras, esas tropas, luego de ocupar Pekín,
quemaron, masacraron, saquearon, robaron, violaron a las mujeres, destrozaron
tesoros de la cultura y perpetraron toda forma de crímenes.
La patriótica lucha antimperialista del Yihetuan
enlaza estrechamente
con la lucha antifeudal. Los gritos de combate del Yihetuan eran: "Matar a
los extranjeros y liquidar a los funcionarios corrompidos." Así dice una
canción popular de la época: "Degollar a los extranjeros y
quitar la vida a los bestiales mandarines: Grandes esperanzas brillarán ante la gente
sencilla cuando extranjeros y mandarines hayan sido eliminados."
"Primero matar a los demonios extranjeros y luego golpear a los
funcionarios corrompidos." Tales fueron sus simples y directas consignas
revolucionarias antimperialistas y antifeudales. Su odio por la clase dominante feudal tenía raíces profundas.
El Presidente Mao nos enseña que el conocimiento del hombre se desarrolla de una
etapa inferior a una superior y del conocimiento sensorial al racional. "Lo
mismo pasó con el conocimiento del pueblo chino respecto al imperialismo. La
primera etapa fue la del conocimiento sensorial, superficial, tal como se
manifiesta en las indiscriminadas luchas contra los extranjeros, ocurridas
durante los movimientos del Reino Celestial Taiping, del Yihetuan y otros. Sólo
en la segunda etapa, la del conocimiento racional, el pueblo chino discernió
las diferentes contradicciones internas y externas del imperialismo y
comprendió la verdad esencial de que el imperialismo oprimía y explotaba a las
amplias masas populares de China en alianza con la burguesía compradora y la
clase feudal. Este conocimiento no comenzó sino en la época del Movimiento del
4 de Mayo de 1919."' En
consecuencia, es absolutamente impermisible arrojar sobre el movimiento
Yihetuan la calumnia de ser instrumento de los gobernantes feudales sólo porque
no pudieron ver con claridad la naturaleza del imperialismo y del feudalismo.
Como se señala arriba, junto a sus actividades antimperialistas, el Yihetuan en
ningún momento cesó sus actividades contra la dinastía Ching. Aún después de la
aparición de la consigna "Apoyar a la dinastía Ching y liquidar a los
extranjeros', Chu Hongdeng [Linterna Roja Chu] elaboró un plan para atacar
Pekín y perseveró en la lucha antifeudal.
El hecho de que el máximo de los elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido odie tan furiosamente los movimientos de masas
revolucionarios en la historia nos ayuda a comprender mejor por qué, en la
presente gran revolución cultural proletaria, formuló, en colaboración con el
otro máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del
Partido, una línea reaccionaria burguesa con la intención infructuosa de
extinguir las llamas revolucionarias encendidas por el propio Presidente Mao;
por qué trastrocó las cosas, confundió lo blanco y lo negro, organizó ataques
convergentes contra los revolucionarios, reprimió a las masas y desató el
terror blanco, y por qué procuró por mil y un medios avivar la arrogancia de la
burguesía y aplastar el espíritu del proletariado.
¿Qué actitud adoptar hacia el reformismo burgués?
La actitud que uno asuma hacia el reformismo burgués es, en realidad, una cuestión de
actitud hacia el camino socialista y el camino capitalista.
El Movimiento de Reforma de 1898, glorificado por el film, fue un movimiento reformista
de la burguesía china. Lo iniciaron ciertos integrantes de la clase gobernante
feudal y una cantidad de reformistas burgueses que empezaban a apartarse de esa
clase gobernante. Emprendieron el movimiento ante la amenaza de una tormenta
revolucionaria y el desastre de la subyugación nacional, partiendo siempre de
los intereses de los terratenientes y la burguesía. Esta fue una tentativa de
encauzar a China por el camino del capitalismo a través de la modernización
reformista y de la reforma constitucional desde arriba.
Según las condiciones históricas de la época, el Movimiento de Reforma de 1898
significó, en algún grado, un golpe contra la dominación ideológica de la clase
gobernante feudal y desempeñó un cierto papel de esclarecimiento en el proceso
de la emancipación ideológica. Siempre hemos reconocido este punto. Más, tal
reconocimiento implica hacer una evaluación crítica de personajes e incidentes
históricos desde el punto de vista del materialismo histórico. Bajo ningún
concepto significa hacer una glorificación sin principios del Movimiento de
Reforma de 1898 y sus participantes representativos. Estos eran también
gobernantes que explotaban y oprimían al pueblo trabajador. Sus metas
reformistas no se basaban ni jamás podían basarse en los intereses de la
revolución popular; se orientaban a afianzar su dominación y a explotar de una
manera más eficaz al pueblo. Lo que ellos pretendían cambiar no era la esencia
sino algunos aspectos mínimos del viejo orden. La ilusión que acariciaban era
simplemente la transformación gradual, a través de recovecos, de la economía
terrateniente en economía semiterrateniente y semicapitalista (en realidad una
economía semifeudal y semicolonial). Fue un intento de contener el movimiento
revolucionario popular y reprimir la revolución por medios invisibles. Incluso
en ese entonces, por lo tanto, el reformismo jamás pudo dar una salida al
pueblo chino.
A fines del siglo XIX, se hallaban
ya delineados dos caminos de reforma social en China: Uno era el camino
reformista burgués que intentaba llegar al capitalismo mediante la reforma
constitucional y la modernización desde arriba. Dadas las condiciones
históricas de China en aquel tiempo, esto no podía sino ser un camino falso,
intransitable y reaccionario, ya que China, para la modernización reformista,
carecía de las condiciones históricas que se presentaron en Europa Occidental y
el Japón. China estaba entonces siendo reducida paso a paso a un Estado
semifeudal y semicolonial bajo agresión imperialista. Pese a ello, Kang You-wei
y Liang Chi-chao, líderes de los reformistas burgueses chinos, depositaban
precisamente en el imperialismo sus esperanzas de reforma constitucional y
modernización. Acariciaban la ilusión de que, pasándose en cuerpo y alma al
lado del imperialismo y apoyándose en la fuerza de éste, harían realidad sus
propósitos de reforma constitucional y modernización. El único resultado que
podía acarrear era el de introducir al lobo a la casa y acelerar el proceso de
reducir a China a Estado semicolonial y semifeudal, en el cual no valía la pena
mencionar siquiera el desarrollo capitalista. El otro camino de reforma social
consistía en alzar a las grandes masas y hacer la revolución mediante la lucha
armada. Tanto la revolución del Reino Celestial Taiping como el movimiento
Yihetuan lo siguieron. Estas revoluciones no se coronaron con la victoria final
por fallarles la dirección proletaria. Sin embargo, asestaron recios golpes al
imperialismo y al feudalismo, y promovieron el avance histórico de
China.
El pueblo chino conquistó la victoria revolucionaria a través de una prolongada lucha
armada bajo la dirección del Presidente Mao, y en vísperas de la fundación de
la República Popular China, el propio Presidente Mao resumió las experiencias
de las luchas revolucionarias de estos cien años transcurridos, criticando y
repudiando el camino reformista burgués y proclamando que "la
civilización burguesa occidental, la democracia burguesa y el proyecto de una
república burguesa han caído todos en bancarrota a los ojos del pueblo
chino". Lo que indigna es
especialmente el hecho de que, después de todo, el puñado de revisionistas
contrarrevolucionarios y el máximo de los elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido hayan calificado este film reaccionario y
totalmente entreguista, que ensalza el reformismo burgués y aboga por el camino
capitalista, como un film "patriótico", y lo hayan puesto en
exhibición a gran escala en toda China, sin crítica ni repudio. Si esto se
permite, ¿qué no se podrá permitir?
En su artículo “Sobre la dictadura
democrática popular”, el Presidente Mao señala: "Desde la derrota de
China en la Guerra del Opio de 1840, los chinos avanzados pasaron innumerables
penalidades, buscando la verdad en el ejemplo de los países occidentales."
En aquel entonces, los chinos que aspiraban al progreso sostenían que
"sólo la modernización podía salvar a China, sólo aprender de los países
extranjeros podía modernizara." "Los japoneses habían logrado éxitos
al aprender de Occidente, y los chinos también deseaban aprender de los
japoneses." Pero, "la agresión imperialista desvaneció el ensueño de
los chinos de aprender de Occidente. Cosa extraña: ¿por qué los maestros
siempre agredían a sus discípulos? Los chinos aprendieron mucho de Occidente,
pero lo aprendido resultó inaplicable, y sus ideales no pudieron realizarse
nunca". "Las salvas de los cañones de la Revolución de Octubre nos
trajeron el marxismo-leninismo." "Bajo la dirección del Partido
Comunista, el pueblo chino, después de expulsar al imperialismo japonés, ha
mantenido durante tres años la Guerra Popular de Liberación y ha logrado en lo
fundamental la victoria." "La democracia burguesa ha cedido el lugar
a la democracia popular dirigida por la clase obrera, y la república burguesa,
a la república popular. De ahí la posibilidad de llegar, a través de la
república popular, al socialismo y al comunismo, a la abolición de las clases y
al mundo de la Gran Armonía. Kang You-wei escribió el Datong Shu (Libro de la Gran Armonía), pero no encontró ni podía
encontrar el camino que conduce a la Gran Armonía. La república burguesa, que
existe en el extranjero, no puede existir en China, porque China es un país
oprimido por el imperialismo. El único camino es el que pasa por la república popular
dirigida por la clase obrera."
Bajo la
dirección de su gran líder el Presidente Mao, el pueblo chino libró sucesivas,
arduas y cruentas batallas, y finalmente llevó al triunfo la lucha contra el
imperialismo y el feudalismo. Con todo el país liberado, ¿adónde debía ir la
China liberada? ¿A quién debían pertenecer los frutos de la victoria? ¿Qué
clase poseía el derecho de recoger los duraznos que habían crecido regados por
la sangre y las vidas de miles y miles de mártires revolucionarios? Tales importantes
cuestiones han sido el foco de la lucha librada entre diversas clases en
la sociedad china no sólo en esa
época; incluso hoy ocurre lo mismo.
La burguesía quiso arrebatar los frutos de la victoria de manos del pueblo. Quiso recoger
el durazno. Quiso que la China recién liberada emprendiera el camino
capitalista. El máximo de los elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido fue el indicado para recoger el durazno en nombre de la burguesía.
El Presidente Mao ha dicho que la instauración de la República Popular China el 1.°
de octubre de 1949, marcó el cumplimiento en lo básico de la etapa de la
revolución de nueva democracia y el inicio de la etapa de la revolución
socialista. El máximo de los elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido, sin embargo, insistió en
tañer otras campanas, predicó diligente la "consolidación del orden de la
nueva democracia", e hizo extensas giras de propaganda en favor del
desarrollo del capitalismo en China.
Antes y después de la exhibición en
todo el país de este film reaccionario, Historia
íntima de la corte Ching, él aparecía en todas partes, haciendo siniestros
discursos, emitiendo abundantes directivas siniestras, ensalzando mucho el
llamado "progreso" y "gloria" del sistema capitalista, y
difundiendo la absurda teoría de que la "explotación no es un
crimen", "la rebelión no se justifica". Marx dijo: "El
capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los
pies a la cabeza."' Pero,
el máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro
del Partido soltó estos disparates: "En China, no hay demasiado
capitalismo, sino demasiado poco." "Es necesario desarrollar la
explotación capitalista, porque tal explotación es progresista." "En
vez de ser un mal, la explotación capitalista es hoy una contribución." Él
declaró a los cuatro vientos que "los trabajadores no se oponen a la
explotación, antes bien, le dan la bienvenida"; y que "mientras más
capitalistas y más explotación, más satisfacciones tendremos". Incluso les
dijo descaradamente a algunos capitalistas: "La agonía de los obreros es
el desempleo. Lo que ellos temen es que no
haya nadie que los explote. Por eso consideran mejor ser explotados que no
explotados." "Los obreros quieren que ustedes los exploten. Si
ustedes no lo hacen, ellos serán muy miserables." "Los capitalistas
están también sirviendo al pueblo." "Si ustedes son capaces de
explotar más, estarán beneficiando al Estado y al pueblo." "Mientras
más ustedes exploten, mayor será su mérito y su gloria." "La
explotación de los capitalistas tiene sus méritos en la historia, y esos
méritos son inmortales." Propagó afanosamente la idea de que "la
explotación es legal", planteando: "Es legal hacer utilidades, por
muy grandes que ellas sean. También es legal gustar de ropas elegantes, usar
cosméticos y polvos y beber vino y hacer banquetes." Hablando incluso como
un payaso, se dirigió a los capitalistas: "Señores capitalistas: ¡Les
suplico que me exploten! Si ustedes me explotan, yo seré capaz de alimentarme y
mi mujer y mis hijos serán capaces de vivir. Si no lo hacen, será
espantoso."
Al no aceptar los obreros sus hediondas teorías reaccionarias, él los calumnió como
"carentes de comprensión política y poseedores de bajo nivel de conciencia
política". Hablando como cómplice de los capitalistas, amenazó
malignamente a los obreros: "Si los obreros no se someten a las reglas, es
legal (para los capitalistas) luchar contra (ellos)."
Al mismo tiempo, él defendió
también a brazo partido el desarrollo de la economía capitalista en las zonas
rurales, pidiendo "protección por largo período para la economía de
campesinos ricos", promoviendo las "cuatro libertades" (libertad
de usura, de trabajo asalariado, de compra y venta de tierras y de empresas
privadas). Propugnó vigorosamente impulsar "el tipo de campesino de tres
caballos, un arado y una carreta" de manera de desarrollar la economía de
campesinos ricos. Dijo estupideces tales como: "En la actualidad la
explotación salva a la gente y es dogmático prohibir la explotación. Ahora es
necesaria la explotación y se la debe acoger. Si los refugiados del sur de la Gran Muralla que van al nordeste son
explotados allí por los campesinos ricos, estarán muy agradecidos de ser
explotados." "Contratar mano de obra no es explotación; incrementa la
riqueza de la sociedad." Propuso asimismo que "no se pusiera
límite" a la contratación de mano de obra para labrar la tierra. "Es
legal contratar mano de obra para labrar la tierra; esto también beneficia a
las masas." El declaró que "aquellos que explotan también pueden ser
socialistas" y que "no habría nada que temer, si hubiera diez mil
campesinos ricos miembros del Partido en el nordeste de China". El intentó
hacer así una vertiginosa inundación de la economía
capitalista en las zonas rurales.
Para justificarse, el máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido dijo que su caso era el de "un revolucionario veterano enfrentado a problemas nuevos".
Si es realmente un "revolucionario veterano", entonces explique:
¿Por qué, en vísperas de estallar la Guerra de Resistencia contra el Japón, usted pregonó tan
ardientemente la filosofía de la supervivencia, filosofía capitulacionista,
filosofía de traidores, y dio instrucciones a alguna gente para hacer
confesiones, rendirse ante el Kuomintang y traicionar al Partido Comunista, dar
a la publicidad "declaraciones anticomunistas" y jurar "oponerse
firmemente al comunismo"?
¿Por qué, después de la victoria de
la Guerra de Resistencia, usted propuso la línea capitulacionista de "una
nueva etapa de paz y democracia"?
¿Por qué, después de la liberación,
usted hizo cuanto pudo para oponerse a la transformación socialista de la
industria y el comercio capitalistas, para oponerse a la cooperativización
agrícola y para reducir radicalmente el número de cooperativas agrícolas?
¿Por qué, luego de completarse la
transformación de la industria y el comercio capitalistas, la agricultura y la
artesanía, usted propagó a todo pulmón la extinción de la lucha de clases e
impulsó la colaboración de clases y la supresión de la lucha de clases?
¿Por qué, durante los tres años
difíciles, usted hizo eco a los monstruos y demonios del país y del exterior
para atacar vilmente las tres banderas rojas [la línea general del Partido para
construir el socialismo, el gran salto adelante y la comuna popular], junto con
abogar por la línea revisionista de "la ampliación de las parcelas de
tierra de uso privado, la expansión de los mercados libres, el incremento de
las empresas pequeñas que se responsabilizan por sus propias ganancias y
pérdidas, la fijación de cuotas de producción basadas en la familia" y
"la supresión de la lucha contra el imperialismo, la reacción y el
revisionismo contemporáneo, así como la reducción de asistencia y apoyo a la
lucha revolucionaria de otros pueblos"?
¿Por qué volvió a publicar usted en
1962 esa gran hierba venenosa, ese engañoso libro sobre la autocultivación de
los comunistas que no se pronuncia por la revolución, la lucha de clases, la
toma del poder ni la dictadura del proletariado, que se opone al
marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Tse-tung, y que difunde la decadente
concepción del mundo burguesa y la filosofía reaccionaria del
idealismo burgués?
¿Por qué en el movimiento de educación socialista usted formuló y aplicó la línea
oportunista, de "izquierda" en la forma pero de derecha en esencia,
con el fin de sabotear ese movimiento?
¿Por qué en el curso de la gran
revolución cultural proletaria usted, en colusión con el otro máximo elemento
con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido, formuló y aplicó
la línea reaccionaria burguesa?
La respuesta es una sola: ¡Usted no
es en absoluto un "revolucionario veterano"! ¡Usted es un falso
revolucionario, un contrarrevolucionario! ¡Usted es un Jruschov que se ha
sentado a nuestro lado!
"Apelando a nuestra energía persigamos al quebrantado enemigo." Esta gran revolución cultural
proletaria iniciada y dirigida personalmente por nuestro gran líder el
Presidente Mao tiene precisamente el objetivo de movilizar a los cientos de
millones de seres del pueblo para perseguir de manera implacable al puñado de
revisionistas contrarrevolucionarios y al máximo de los elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido, quien los apuntala desde atrás, para
recuperar los bastiones que ellos usurparon y asegurar que el pensamiento de
Mao Tse-tung ocupe todas lasa posiciones.
(Hongqi Nº 5, 1967) .- PEKIN INFORMA Nº 15 de 1967
Aprehender la
contradicción principal, afianzarse en la orientación
fundamental de la lucha
(Extractos)
Estudio de la Circular del Comité Central del
Partido Comunista de China del 16 de mayo de 1966
por Comentarista de "Hongqi"
Durante la gran revolución cultural proletaria,
debemos aprehender la
contradicción principal. Sólo así podemos mantenernos firmemente en la
orientación fundamental de la lucha.
¿Cuál es la
contradicción principal en la gran revolución cultural proletaria? La Circular
del 16 de mayo de 1966 del Comité Central del Partido Comunista de China, gran
documento histórico, proporciona una respuesta explícita a este problema.
Este gran documento histórico,
elaborado bajo la guía personal del Presidente Mao, dirige la punta de lanza de
la lucha contra "aquellos elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido que apoyan a los tiranuelos de academia
burgueses, y aquellos representantes de la burguesía infiltrados en el Partido
que protegen a esos tiranuelos". El Presidente Mao señala en este
documento: "Los representantes burgueses que se han infiltrado en el
Partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales, son un
grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que se apoderarán del Poder y
convertirán la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía, si se
les presenta la oportunidad." Hay que criticar y repudiar a fondo a estos
revisionistas contrarrevolucionarios, barrerlos y recuperar la dirección que
han usurpado. "Nuestra lucha contra ellos tiene que ser también una lucha
a muerte."
Esto significa que la contradicción
principal que debemos resolver en la gran revolución cultural proletaria es la
contradicción entre el proletariado y el puñado de elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido. Esta es una contradicción
antagónica, una contradicción entre el enemigo y nosotros. La orientación
fundamental de la lucha en esta gran revolución cultural proletaria es
precisamente la solución de esta contradicción principal, dirigiendo la punta
de lanza de la lucha contra el puñado de dichos elementos.
La contradicción entre el
proletariado y el puñado de elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido es una expresión concentrada de la lucha entre
el proletariado y la burguesía en China y de la lucha entre el camino
socialista y el capitalista. Esta es la característica más sobresaliente de la
lucha de clases bajo la dictadura del proletariado, particularmente después de
consumada en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los
medios de producción. Esta es una ley objetiva.
El puñado de elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido representa los intereses
de la burguesía y refleja sus exigencias, en forma concentrada. Ellos agitan
"banderas rojas" para oponerse a la bandera roja. Ellos aparecen como
"dirigentes del Partido y del Gobierno", pero hablan y actúan en
favor de la burguesía. Utilizan el poder del Partido y el Estado que han
usurpado para aplicar la política de la burguesía y tratan, por todos los
medios posibles, de convertir la dictadura del proletariado en dictadura de la
burguesía. En una palabra, los representantes de la burguesía infiltrados en el
Partido, han establecido solapadamente dentro del aparato de la dictadura del
proletariado un cuartel general burgués acaudillado por el Jruschov de China.
Por consiguiente, debemos concentrar nuestras fuerzas para aniquilar este
cuartel general burgués y criticar y repudiar a fondo y desacreditar
completamente sus baratijas revisionistas contrarrevolucionarias. Sólo así
podemos eliminar este gravísimo peligro oculto, consolidar la dictadura del
proletariado y asegurar que nuestro país no cambie de color.
El Presidente Mao ha señalado hace
ya tiempo que las contradicciones entre las dos clases (el proletariado y la
burguesía) y los dos caminos (el socialista y el capitalista) hallan expresión
concentrada en las contradicciones entre el proletariado y el puñado de elementos
con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido.
En su brillante obra “Sobre el
tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”, publicada en 1957, el Presidente Mao
señaló que el revisionismo es más peligroso que el dogmatismo. En el plano nacional, el revisionismo
mencionado se refiere principalmente a los agentes de la burguesía dentro del
Partido.
En mayo de 1963, el Presidente Mao
indicó que en las filas de nuestros cuadros, "muchos, en vez de
distinguir entre los enemigos y nosotros, llegaron hasta colaborar con los
enemigos, fueron corrompidos, divididos y desmoralizados por ellos, y, en
consecuencia, fueron arrastrados al campo enemigo o los enemigos lograron
infiltrarse en nuestras filas". El Presidente Mao añadió: "Entonces
no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, o una década, o varias
décadas a lo sumo, para que se produjera fatalmente una restauración
contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se
transformara en partido revisionista o en partido fascista, y toda China
cambiara de color." Aquí se
pone énfasis en que los elementos dentro del Partido que fueron arrastrados al
campo enemigo por la burguesía y los elementos de la burguesía que se
infiltraron en nuestras filas son los más peligrosos.
En julio de 1964, al referirse al
problema de continuadores de la causa revolucionaria del proletariado, el
Presidente Mao planteó "el problema de precavernos contra la aparición
del revisionismo jruschovista en China", y dijo que el primer requisito que han de llenar los
continuadores de la causa revolucionaria del proletariado es "ser
verdaderos marxista-leninistas, y no, como Jruschov, revisionistas disfrazados
de marxista-leninistas".
En enero de 1965, en "Algunos
problemas actuales planteados en el movimiento de educación socialista en el
campo", el Presidente Mao expresó que "el blanco principal del
movimiento actual son aquellos elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido".
En los últimos años, el Presidente
Mao ha señalado en muchas ocasiones: hay que estar vigilantes contra el
surgimiento del revisionismo, especialmente contra el surgimiento del
revisionismo en el Comité Central de nuestro Partido.
Después de algunos años de
preparación, el Presidente Mao inició y está dirigiendo personalmente la gran
revolución cultural proletaria. El objetivo principal de esta gran revolución
es derrocar al puñado de elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido, en especial al puñado de máximos elementos de este tipo.
Esto significa empuñar la contradicción principal después de analizar las
entrelazadas y complejas contradicciones que existen en China en la etapa
actual.
Al estudiar la Circular teniendo en
cuenta la nueva situación de la lucha actual y la práctica de la revolución en
el año transcurrido, el requisito fundamental es aprehender la contradicción
principal y mantenerse firme e inflexiblemente en la orientación de la lucha.
No debemos dejarnos distraer por las diversas contradicciones secundarias,
desviando con ello la orientación fundamental de la lucha.
El Presidente Mao nos enseña:
"Cuando se estudia un proceso cualquiera - si se trata de un proceso
complicado en el cual existen más de dos contradicciones - debemos hacer todo
lo posible por descubrir su contradicción principal. Una vez que la hemos
encontrado, todos los problemas pueden ser resueltos fácilmente. Tal es el
método que nos enseñó Marx en su estudio sobre la sociedad capitalista. En sus
estudios sobre el imperialismo y la crisis general del capitalismo y sobre la
economía soviética, Lenin y Stalin nos señalan también ese método. Por otra
parte, miles de sabios y de trabajadores prácticos no entienden este método,
resulta entonces que, perdidos entre una multitud de detalles, no son capaces
de descubrir el corazón del problema ni tampoco, por consiguiente, el método
para solucionar las contradicciones." En la gran revolución cultural
proletaria, cuando las relaciones de clases experimentan un cambio drástico, es
aún más imperativo prestar atención constante a la aprehensión de la
contradicción principal.
Sólo empuñando la contradicción
principal podemos desarrollar y fortalecer las filas de la izquierda, unirnos
con las amplias masas populares y de cuadros, formar la gran alianza
revolucionaria y aislar al máximo al puñado de elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido. Debemos concentrar todas nuestras
fuerzas para solucionar esta contradicción principal, criticar y repudiar a
fondo, en el terreno político, ideológico y teórico, al puñado de máximos
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido y
eliminar la perniciosa influencia que han desparramado en todos los frentes.
También existen contradicciones
entre diferentes organizaciones de masas de la izquierda. Estas son
contradicciones entre lo justo y lo erróneo en el seno de las fuerzas de la
izquierda. En algunos casos, una parte está en lo correcto y otra en lo erróneo
en una cuestión dada. En otros, una parte tiene más errores que la otra en un
asunto determinado. En otros incluso, un lado tiene razón en un
problema dado y comete error en otro, mientras que la otra parte está precisamente en la situación
contraria. En todos estos casos, se trata de diferencias de principio. No
obstante, las contradicciones entre ellos son secundarias, ellos tienen la
misma orientación fundamental ya que sus contrarios comunes son los elementos
con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Cuando vean con
claridad su enemigo principal y aprehendan la contradicción principal, las
organizaciones de masas de la izquierda podrán tratar y resolver correctamente
las contradicciones entre ellas y no emplearán métodos para el tratamiento de
las contradicciones entre el enemigo y nosotros al tratar con otras partes. Las
divergencias entre las organizaciones de masas de la izquierda deben
solucionarse a través de la crítica y autocrítica. Las controversias entre las
dos partes pueden resolverse por medio de consultas. Cuando los problemas
secundarios no puedan ser solucionados por el momento, ambos lados deben buscar
un terreno común, dejando a un lado sus diferencias y uniéndose para combatir
al enemigo. Esto no puede llamarse carencia de principios ni se puede calificar
de borrar la línea entre lo correcto y lo erróneo, ni de eclecticismo ni de
conciliacionismo, sino que es una práctica correcta destinada a formar la gran
alianza revolucionaria y una manifestación del espíritu de principios
correspondiente al marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung. Si al
contrario, las organizaciones de la izquierda se aferran a sus puntos de
controversia, consideran las cuestiones menores como más importantes que todo y
se afanan en contiendas internas, aflojando de este modo la lucha contra los
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido, esto
es precisamente carencia de principios, una expresión nociva de grupismo,
localismo de "montaña" y anarquismo.
Las relaciones entre las organizaciones
de masas de la izquierda y aquellos integrantes de las masas que, debido a su
carencia de una correcta comprensión, se han incorporado a las organizaciones
conservadoras representan contradicciones en el seno del pueblo, no
contradicciones entre nosotros y el enemigo. Siempre que aprehendamos la
contradicción principal y reconozcamos quién es nuestro enemigo principal,
comprenderemos que las masas engañadas de las organizaciones conservadoras son
también víctimas de la línea reaccionaria burguesa. Son nuestros hermanos de
clase. Debemos educarlas pacientemente para que deslinden campos con los
elementos nocivos que han venido controlándolas tras bambalinas, y regresen al
lado de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao. Para aislar al
máximo y asestar golpes mortales al puñado de elementos con poder seguidores
del camino capitalista dentro del Partido, debemos realizar un arduo trabajo
político e ideológico para ayudar a aquellos que no tienen una comprensión
correcta. En este problema, debemos tener siempre presente las enseñanzas
del Presidente Mao de confiar en las masas. Debemos aplicar sus instrucciones
de que el proletariado no sólo debe emanciparse a sí mismo, sino también debe
emancipar a toda la humanidad, y que sin la emancipación de la humanidad en su
conjunto, el proletariado no puede lograr su emancipación final. Los errores cometidos por aquellos
integrantes de las masas que, habiendo sido engañados, se incorporaron a las
organizaciones conservadoras, son materia de comprensión. Debemos ayudarlos a
emancipar su mente y a librarse de fardos mentales. Debemos tratarlos sólo
mediante la persuasión y no por la coacción, los insultos o los ataques de
represalia. Debemos acogerlos si se retiran de las organizaciones conservadoras
y se incorporan a las organizaciones revolucionarias. No debemos discriminarlos
sino que debemos tratarlos correctamente según el principio de igual trato
independientemente de si uno hace tarde o temprano la revolución. Si quieren
mantener su organización original pero se alzan en rebelión en forma colectiva,
cambian su orientación política, se vuelven y dirigen la punta de lanza de su
lucha contra el puñado de elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido, debemos también acogerlos y no discriminarlos. Esto no es
oportunismo de derecha ni capitulacionismo, sino el principio correcto del
marxismo-leninismo, pensamiento de Mao Tse-tung. Esto resultará beneficioso
para el proletariado, la línea revolucionaria proletaria representada por el
Presidente Mao y el exitoso cumplimiento de la gran tarea histórica de la gran
revolución cultural proletaria. Sólo procediendo así podremos unirnos con la
abrumadora mayoría de las masas y ser invencibles. Cualquier actitud contraria
beneficiará al puñado de elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido.
Por otra parte, los integrantes de
las masas que se hayan incorporado a organizaciones conservadoras deben ser
exigentes consigo mismos, reconocer cuál es la contradicción principal,
distinguir entre los camaradas y el enemigo, afianzarse en la orientación
fundamental de la lucha y dirigir su ataque contra el puñado de elementos con
poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido. Puesto que han
cometido errores, deben reconocerlos y corregirlos. Una vez que los hayan
corregido, todo irá bien. No deben entregarse a emociones ciegas, ni continuar
desorientados. Deben elevar su vigilancia y ponerse en guardia para no ser
incitados por elementos nocivos.
(Hongqi, N°7, 1967) PEKÍN INFORMA N° 22 de 1967.
Una gran medida
estratégica
(Extracto)
Debemos tener una comprensión clara de que en el año transcurrido desde el inicio
de la gran revolución cultural proletaria, ha quedado al descubierto el puñado
de elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro
del Partido y, al mismo tiempo, la mayoría de nuestros cuadros han probado ser
buenos o comparativamente
buenos. En aquellos lugares y departamentos donde se ha desatado un vigoroso
movimiento de masas, hablando en general, la alineación de clases ha quedado
clara o relativamente clara. Estas son las circunstancias en las cuales se ha
realizado la lucha de los revolucionarios proletarios por la toma del poder.
Todas las organizaciones de masas revolucionarias deben responder activamente
al gran llamamiento del Presidente Mao, unirse y completar la tarea de tomar el
poder de manos del puñado de elementos mencionados. Mientras llevamos a cabo
esto, debemos derribar y desacreditar en lo político, ideológico y teórico al
denunciado máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido y los otros elementos de esta índole en cada unidad y zona y
cumplir paso a paso la tarea de "lucha, critica y repudio, y
transformación"[1] en cada entidad. Es imperativo realizar
la gran alianza revolucionaria a través de la crítica y el repudio de masas, y
a través de ello elevar nuestro nivel de marxismo-leninismo, pensamiento de Mao
Tse-tung, y mantener verdaderamente el poder en manos del
proletariado.
(Editorial de “Hongqi” y “Renmin Ribao”) PEKIN INFORMA
N°24 de 1967.
La clase obrera debe dirigirlo todo
(Extracto)
Se avecina un gran auge de la lucha, crítica y
transformación. La publicación de las recientes
instrucciones del Presidente Mao y la entrada sistemática y dirigida del
gigantesco ejército de obreros industriales en los centros docentes y las demás
entidades que todavía no han realizado bien la lucha, crítica y transformación
son indicios de la llegada de este auge. Este surge después de la realización
de una serie de trabajos tales corno el establecimiento de los comités
revolucionarios de diversas provincias, municipios y regiones autónomas, la
crítica masiva y la depuración de las filas de clase, y producirá profundas
transformaciones en todos los terrenos, golpeará impetuosamente todos los
dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica
socialista, educará a las masas populares, aplastará a los reaccionarios
ocultos, conducirá a la victoria total la gran revolución cultural proletaria y
promoverá grandemente el desarrollo de las fuerzas productivas sociales.
La importante tarea que enfrentan
ahora los comités revolucionarios a todos los niveles es realizar sin pérdida
de tiempo serios esfuerzos por hacer bien la lucha, crítica y transformación. A
fin de cumplir esta tarea, hay que insistir en la dirección de la clase obrera,
debe "ponerse en pleno juego su papel dirigente en la gran revolución
cultural y en todos los campos de trabajo".
Desde mediados del siglo XIX.
cuando empezó a tomar forma el marxismo, se formuló la consigna de
substituir la dictadura de la
burguesía por la dictadura del proletariado. Hasta hoy, han transcurrido 120
años. Solamente el imperialismo, la clase terrateniente, la burguesía y sus
agentes -los viejos y nuevos revisionistas- se oponen a esta consigna
cabalmente revolucionaria. El Partido Comunista de China toma esta consigna
como su programa fundamental. Para hacerla realidad, es necesario aliarse con
otros componentes de las amplias masas fuera de las obreras, principalmente con
las masas campesinas, las masas pequeñoburguesas urbanas y los intelectuales
que puedan ser transformados, y dirigirlos hacia adelante.
La gran revolución cultural
proletaria, a lo largo de todo su proceso, ha estado únicamente bajo la
dirección de una sola clase, la clase obrera. Nuestro Partido es la vanguardia
del proletariado. El cuartel general proletario encabezado por el Presidente
Mao representa de manera concentrada los intereses de la clase obrera, de los
campesinos pobres y campesinos medios de capa inferior y de las demás masas
trabajadoras, es el único centro dirigente para todo el Partido, todo el
ejército, todo el país y para las masas populares revolucionarias. La linea
revolucionaria proletaria del Presidente Mao y sus diversas instrucciones
reflejan las apremiantes demandas de la clase obrera y de los centenares de
millones de revolucionarios, encarnan la firme dirección del proletariado en la
gran revoluci6n cultural proletaria en su conjunto. Es precisamente la
dirección del cuartel general proletario encabezado por el Presidente Mao la
que ha hecho posible iniciar esta gran revolución cultural proletaria en la que
participan centenares de millones de integrantes de las masas revolucionarias.
Para insistir en la dirección de la clase obrera es esencial, ante todo,
asegurar la rápida y feliz aplicación de todas y cada una de las instrucciones
del gran líder de la clase obrera el Presidente Mao y de las órdenes emitidas
por el comando supremo de combate de la clase obrera. Hay que combatir todas
las tendencias reaccionarias burguesas que socavan la dirección de la clase
obrera, tales como la teoría del "policentrismo", o sea, "ningún
centro", el "localismo de montaña" y el sectarismo. Los comités
revolucionarios de los diversos lugares son órganos de poder de la dictadura
del proletariado. Todas las entidades deben aceptar la dirección de los comités
revolucionarios. En nuestro país, no se permite la existencia de ningún
"reino independiente", grande o pequeño, que vaya en contra del
cuartel general proletario del Presidente Mao. El "reino
independiente" impenetrable y hermético al estilo del antiguo Comité
Municipal del Partido de Pekín, que rechazaba las instrucciones del Presidente Mao, fue un medio utilizado
por el Jruschov chino y la pandilla de otros grandes intrigantes para
contrariar la dirección de la clase obrera y realizar la restauración del
capitalismo. Este "reino independiente" fue destruido completamente
por las tempestades revolucionarias. La lección histórica sacada de esta lucha
de clases debe ser bien aprendida por todos los revolucionarios. Los ciudadanos
de los reinos independientes, grandes y pequeños, controlados por los elementos
burgueses en todas partes del país también deben estudiar esta lección.
Los equipos obreros de propaganda
entran en el campo de la educación. Esto constituye un gran acontecimiento que
estremece el mundo. Desde la antigüedad, los centros de enseñanza han venido
siendo monopolizados por las clases exploradoras y sus hijos. Después de la
liberación, la situación mejoró un poco. Y aun así, todavía estaban monopolizados
en lo fundamental por los intelectuales burgueses. De los estudiantes
preparados en estos centros de enseñanza, algunos pueden fundirse con los
obreros, campesinos y soldados y servirles por diversas causas (hablando en
general porque: ellos o sus maestros son relativamente buenos. o debido a la
influencia de sus familias, parientes y amigos, y principalmente por la
influencia de la sociedad) mientras que otros no. En un país bajo la dictadura
del proletariado, existe una seria lucha entre la burguesía y el proletariado
por la dirección. En esta gran revolución cultural proletaria, cuando los
jóvenes combatientes guardias rojos se alzaron en rebelión contra el puñado de
elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido, las fuerzas
reaccionarias burguesas en los centros de enseñanza sufrieron temporalmente un
duro golpe. Pero poco después, algunas personas reiniciaron en secreto sus
actividades, incitando a las masas a luchar entre sí, a fin de socavar la gran
revolución cultural, la lucha, crítica y transformación, la gran alianza, la
integración triple revolucionaria y el trabajo de purificación de las filas de
clase y de rectificación de la organización del Partido. Esto ha provocado el
descontento entre las grandes masas. La realidad nos enseña que en estas
circunstancias, la lucha, crítica y transformación y la serie de otras tareas
planteadas en el frente educacional no pueden cumplirse contando sólo con los
estudiantes e intelectuales; por eso, necesitamos la participación de los
obreros y los combatientes del EPL y la firme dirección de la clase obrera.
El Presidente Mao señaló
recientemente: "Para llevar a cabo la revolución proletaria en la
educación, es imperativo contar con la dirección de la clase obrera; es
imperativo que las masas obreras participen en ella y que, en cooperación con
los combatientes del Ejército de Liberación, realicen la integración triple
revolucionaria junto con los activistas de entre los estudiantes, profesores y
obreros de los centros docentes, activistas decididos a llevar hasta el fin la
revolución proletaria en la educación. Los equipos obreros de propaganda deben
quedarse permanentemente en los centros docentes, tomar parte en el
cumplimiento de todas las tareas de la lucha, crítica y transformación allí y
dirigirlos para siempre. En las zonas rurales, los centros docentes deben ser
administrados por los aliados más seguros de la clase obrera: los campesinos
pobres y campesinos medios de capa inferior."
Esta instrucción del Presidente Mao
ha señalado la orientación y el camino para la revolución educacional en los
centros docentes y constituye un arma afilada para destruir por completo el
sistema educacional burgués. Las masas de jóvenes estudiantes deben acoger con
entusiasmo el que la clase obrera ocupe los centros docentes, participe en la
lucha, crítica y transformación y dirija para siempre los centros docentes.
La clase obrera tiene ricas
experiencias prácticas en los tres grandes movimientos revolucionarios de la
lucha de clases, la lucha por la
producción, y la experimentación científica. La clase obrera siente el odio más
intenso hacia todas las palabras y acciones contrarrevolucionarias que se
oponen al socialismo y al pensamiento de Mao Tse-tung; odia más profundamente
el viejo sistema educacional al servicio de las clases explotadoras; se opone
de la manera más resuelta a las acciones propias de "guerra civil" de
algunos intelectuales que destruyen propiedades del Estado y obstaculizan la
lucha, crítica y transformación. Y detesta en sumo grado el vicio de dar vacías
peroratas que no coinciden con las acciones y el estilo de comportamiento
doble. Por eso, al unirse con los combatientes del EPL de China, principal
pilar de la dictadura del proletariado, las masas de la clase obrera pueden
detener con la mayor energía todas las desviaciones erróneas que van contra la
línea revolucionaria del Presidente Mao, y pueden solucionar en la forma más
eficaz toda clase de problemas descritos como "viejos, grandes y
difíciles". Las contradicciones en que se enredan los intelectuales sin
poder solucionarlas, son resueltas rápidamente cuando llegan los obreros. Sólo
con la participación de los obreros y los combatientes del EPL, se puede
desenmascarar totalmente la catadura contrarrevolucionaria del puñado de
elementos malvados que se esconden entre bastidores y que incitan a las masas a
luchar entre sí.
"Es suficiente con que los
obreros administren las fábricas." Este es un punto de vista antimarxista.
La
clase obrera comprende que sólo
liberando a toda la humanidad puede alcanzar su propia emancipación definitiva.
Si no se realiza cabalmente la revolución educacional
proletaria en los centros docentes, ni se erradica el revisionismo, la clase obrera
no puede liberarse definitivamente y existirá el peligro de una restauración
capitalista y el peligro de que la clase obrera sea explotada y oprimida de
nuevo. Participar activamente en la gran revolución cultural en todos los
terrenos y asegurar que el pensamiento de Mao Tse-tung ocupe todas las posiciones
culturales y educacionales es un deber que tiene que asumir la clase obrera que
es políticamente consciente.
"Queremos liberarnos nosotros
mismos. No nos hace falta la participación de los obreros ajenos a los centros
docentes." La Decisión de los 16 Puntos señala: Hay que dejar que
"las masas se liberen a sí mismas". ¿Acaso los obreros no se cuentan
entre las "masas"? ¿Acaso la clase obrera no figura entre las masas "mismas"? Todos los
revolucionarios proletarios auténticos, y no esos que lo son de labios para
afuera para embaucar a la gente, toman a la clase obrera como su
"propia" gente, como el sector más avanzado y más consciente en lo
político entre las masas populares. La integración triple de los obreros, los
combatientes del EPL y los activistas revolucionarios en los centros docentes
constituye precisamente la garantía más segura para que las masas se liberen a
sí mismas. Aquellas personas que ven en los obreros fuerzas ajenas a
"ellas mismas", si no están confundidas, entonces son en sí elementos ajenos a la clase obrera, y se
justifica que la clase obrera ejerza la dictadura sobre ellas. Algunos
intelectuales que se califican de "revolucionarios proletarios"
pasarán a oponerse a los obreros cuando la clase obrera toque los intereses de
su diminuto "reino independiente". En China no son pocas las personas
del tipo del Señor Ye, que se calificaba de aficionado a los dragones, pero que
fue presa de terror cuando un dragón de verdad lo visitó. Estas son las
personas que menosprecian a los obreros y campesinos, se dan muchas ínfulas y
se creen muy grandes, pero en realidad no son más que unos Señores Ye modernos.
Es menester que los obreros y los combatientes del EPL se introduzcan en
dondequiera que se agrupen intelectuales, sean centros docentes u otras
entidades, que. rompan el imperio monopolizado por los intelectuales, ocupen
aquellos "reinos independientes", grandes y pequeños, y tomen los
lugares donde se atrincheran los exponentes de la teoría del
"policentrismo", o sea, la teoría de "ningún centro". De
este modo se podrán cambiar la atmósfera, el estilo de trabajo y las ideas
malsanas predominantes en los lugares donde se aglutinan los intelectuales. Y
estos mismos tendrán la posibilidad de transformarse y liberarse.
"Los obreros no saben nada de
educación." Así hablan algunos llamados "intelectuales de alto
rango". ¡Es mejor que abandonen sus nauseabundos aires de intelectuales
burgueses! Hay dos tipos de educación: la educación burguesa y la educación
proletaria. Lo que ustedes "entienden" son los falsos
"conocimientos" de la burguesía. Los que enseñan ciencias e
ingeniería no saben manejar ni reparar las máquinas, los que enseñan literatura
no saben escribir artículos y los que enseñan agroquímica no saben aplicar
fertilizantes. ¿Acaso no se ven por todas partes estos fenómenos ridículos? Sólo
con la participación directa del proletariado se puede crear gradualmente el
sistema de educación proletario en el cual la teoría concuerde con la práctica.
Ustedes no conocen ni un ápice de esto.
"Los obreros no conocen la
situación de los centros docentes ni la historia de la lucha entre las dos
líneas." Camarada, no tenga prisa, los obreros las conocerán. La clase
obrera tiene un nivel incomparablemente más elevado que el de aquellos intelectuales
que no ven más allá de sus narices y clavan los ojos solamente en su propia
fortaleza de montaña. No van a hospedarse unos pocos días en los centros
docentes, sino que van a trabajar permanentemente en ellos, van a ocuparlos y
dirigirlos para siempre. Todas las cosas que existen objetivamente pueden ser
conocidas. Mediante su propia práctica revolucionaria, la clase obrera conocerá
aún más profundamente el mundo y lo transformará a su propia imagen.
Los equipos obreros de propaganda
deben ir, de manera sistemática y planificada, a las universidades, escuelas
secundarias y primarias, a los diversos dominios de la superestructura y a
todas las entidades donde no se han realizado bien la lucha, crítica y
transformación. Tomando el pensamiento de Mao Tse-tung como principio guía,
deben unir y ayudar a los activistas de esos lugares decididos a llevar hasta
el fin la revolución educacional proletaria, aliarse con la mayoría de las
masas incluidos los intelectuales susceptibles de ser transformados, y promover
la lucha, crítica y transformación de allí con el consecuente espíritu
revolucionario del proletariado. Esta es una gran misión histórica de la clase
obrera china en la actualidad. En este proceso, la clase obrera misma se
templará profundamente en la lucha de clases, y surgirá un grupo de excelentes
cuadros obreros que reforzarán los diversos aspectos de los organismos
estatales y los comités revolucionarios a los diversos niveles y no se
limitarán solamente a la administración de los centros docentes.
Para cumplir esta tarea histórica,
la clase obrera tiene que estudiar a conciencia el pensamiento de Mao Tse-tung,
estudiar la línea de masas y el estilo de investigación y estudio enseñados
siempre por el Presidente Mao, elevar continuamente su propia conciencia
política, fortalecer su sentido de disciplina revolucionaria y criticar sin
cesar la corrosión y la influencia de todos los caducos estilos burgueses en el
seno de la clase obrera. En las entidades culturales y educacionales, la
burguesía tiene una influencia tradicional. Cuando la clase obrera transforma
el mundo según la concepción proletaria del mundo, es decir, según el pensamiento
de Mao Tse-tung, la burguesía siempre trata por todos los medios de corromper con su
concepción burguesa del mundo al sector más débil de las filas obreras,
incluyendo sus cuadros dirigentes. Debemos mantener una alta vigilancia
respecto a esto. Debemos mantenernos en la firme posición proletaria. Debemos
guardarnos contra los ataques con proyectiles almibarados y otros medios
dirigidos contra las filas obreras. También debemos hacer concienzudamente un
buen trabajo en la depuración de las filas de clase, empeñarnos en la
revolución y promover la producción y realizar bien la lucha, crítica y
transformación en las fábricas y empresas.
El Presidente Mao señaló
recientemente: "La lucha, crítica y transformación en las fábricas
pasan, en general, por las siguientes etapas: establecimiento de comités
revolucionarios de integración triple, crítica masiva, depuración de las filas
de clase, rectificación de la organización del Partido, simplificación de la
estructura organizativa, reforma de los reglamentos y sistemas irracionales y
traslado de empleados de oficina a los niveles de base."
Estas palabras del Presidente Mao
sintetizan el desarrollo del movimiento de masas en la etapa de la lucha,
crítica y transformación y nos señalan claramente el camino para cumplir las
tareas de la lucha, crítica y transformación en las fábricas y empresas.
La primera tarea es establecer comités
revolucionarios de integración triple de modo que la dirección de las fábricas
y empresas esté verdaderamente en manos del proletariado. Esto se realiza a
menudo en combinación con estas dos tareas: la critica masiva y la depuración
fundamental de las filas de clase.
La crítica masiva revolucionaria
permite que la gente elimine la perniciosa influencia de la línea revisionista
contrarrevolucionaria aplicada por el Jruschov chino y sus agentes en diversos
lugares, eleva su conciencia de la lucha entre las dos líneas, abre el camino
para la depuración de las filas de clase en lo político y en lo ideológico, y,
en el curso de esta última, desempeña el papel de movilizar a las masas y
consolidar los frutos de la lucha. Depurar las filas de clase y asestar
seguros, certeros e implacables golpes al puñado de agentes secretos,
renegados, recalcitrantes elementos con poder seguidores del camino capitalista
y a los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos
nocivos y derechistas que no se han transformado, constituyen un trabajo de
magna importancia de la clase obrera en su ejercicio de la dictadura del
proletariado sobre la burguesía y todas las clases explotadoras, en la
depuración de sus propias filas y la expulsión de los enemigos de clase
infiltrados en su seno. Esto proporciona materiales vívidos para la crítica masiva. Ambos se promueven e impulsan
mutuamente. La crítica masiva y la depuración de las filas de clase han creado
las mejores condiciones para la rectificación de la organización del Partido.
Pasadas las rigurosas pruebas de la lucha de clases en lo político, ideológico
y organizativo, las masas de miembros del Partido han elevado grandemente su
conciencia política y han mejorado considerablemente sus relaciones con las
masas. Un muy reducido número de elementos nocivos ha sido expulsado del
Partido y se ha aclarado en lo fundamental el status político y organizativo de
los miembros del Partido. Con la
admisión del grupo de activistas
surgidos en el movimiento de la revolución cultural, la organización del
Partido tendrá nueva sangre formándose así paso a paso un núcleo dirigente que
aplica firmemente la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao. De tal
manera, podremos rectificar bien la organización del Partido y realizar la gran
meta señalada por el Presidente Mao para la rectificación de la organización
del Partido: "La organización del Partido debe estar compuesta de los
elementos avanzados del proletariado, debe ser una organización de vanguardia
llena de vigor y vitalidad, capaz de dirigir al proletariado y a las masas
revolucionarias en la lucha contra los enemigos de clase."
Esto es aplicable al movimiento en
las empresas industriales y mineras, y también, en general, al movimiento en
las instituciones culturales y educacionales y en los órganos del Partido y
gubernamentales.
El auge de la revolución impulsa el
auge de la producción. Gracias a los esfuerzos de centenares de millones de
campesinos pobres y campesinos medios de capa inferior, la producción agrícola
de nuestro país ha logrado abundantes cosechas en varios años sucesivos. Sólo
contando con una sólida posición socialista en el campo, la gran revolución
cultural proletaria en las zonas urbanas puede conquistar una victoria tras
otra. Saludamos a los campesinos pobres y campesinos medios de capa inferior,
firmes aliados de la clase obrera. El desarrollo en profundidad de la lucha,
crítica y transformación está haciendo surgir muchas cosas nuevas en el frente
industrial. En no pocos lugares, ha tenido lugar una vigorosa revolución
técnica en el curso de la transformación. La situación es excelente y
alentadora. El puñado de enemigos de clase que intentaba restaurar el
capitalismo ha sido totalmente derrotado. En la actualidad, el imperialismo yanqui,
el revisionismo soviético y todos los reaccionarios del mundo están acorralados,
desintegrados y se encuentran en un callejón sin salida, y sus días se tornan
cada vez más difíciles. Nuestra gran patria socialista, dirigida por el
camarada Mao Tse-tung y templada en la revolución cultural proletaria,
resplandece y sus perspectivas son infinitas. Debemos esforzarnos por alcanzar
la situación en desarrollo, movilizar plenamente a las masas, sintetizar a
tiempo las experiencias, hacer bien el trabajo de investigación y estudio,
hacer bien el trabajo en las entidades ejemplares, hacer una planificación
general, fortalecer la dirección y realizar serios esfuerzos por llevar bien a
cabo la lucha, crítica y transformación. Esta es una de las batallas de nuestra
lucha por conquistar la victoria de la gran revolución cultural proletaria en
todos los aspectos. Sigamos estrechamente el gran plan estratégico del
Presidente Mao y avancemos de victoria en victoria.
(Artículo publicado en el N° 2 de la revista HONGQI de
1968)
Tomar la
iniciativa y lanzar un ataque sostenido contra el enemigo de
clase
(Extractos)
En refutación de la falacia reaccionaria
de que "no debe hacerse hincapié en la lucha de clases" difundida por
otro de los máximos elementos con poder seguidores del camino capitalista
dentro del Partido
EL Presidente Mao
nos ha enseñado hace poco: "La gran revolución cultural proletaria es,
en esencia, una gran revolución política emprendida, en las condiciones del
socialismo, por el proletariado contra la burguesía y todas las demás clases
explotadoras; es la continuación de la prolongada lucha entre el Partido
Comunista de China y las amplias masas populares revolucionarias bajo su
dirección, por una parte, y los reaccionarios del Kuomintang, por la otra; es
la continuación de la lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía."
Esta reciente instrucción del
Presidente Mao expone en forma profunda la gran significación de la gran
revolución cultural proletaria y revela en forma penetrante su contenido de
clase. También destruye totalmente la teoría de la "extinción de la lucha
de clases" propagada por el Jruschov chino y otro de los
máximos elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido.
La dictadura del proletariado no significa
el fin de la lucha de clases, sino una continuación de la lucha de clases bajo
nuevas condiciones
Haciendo eco al Jruschov chino, este otro de los máximos elementos con poder seguidores del
camino capitalista dentro del Partido se esforzó empeñosamente en la difusión
de la teoría de la "extinción de la lucha de clases", oponiéndose
frenéticamente a la sabia tesis del Presidente Mao. Vociferó: "En el
período anterior hicimos la revolución, y ahora ésta ha sido, en lo básico,
completada; en los días venideros, la tarea es la construcción." "Las
contradicciones entre las clases han sido resueltas en lo fundamental."
"Las clases han sido eliminadas en lo esencial y no se debe hacer hincapié
en la lucha de clases." En su constante servicio a la burguesía, ¡él
reveló sus repugnantes rasgos de renegado!
Los hechos son muy elocuentes:
mientras este otro máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista
dentro del Partido clamaba que "no se debe hacer hincapié en la lucha de
clases", los derechistas burgueses lanzaron un ataque desenfrenado contra
el Partido y el socialismo. Desde hace más de diez años, las luchas de clases
entre el proletariado y la burguesía, en especial las agudas y complejas luchas
en los frentes político e ideológico, se han sucedido una tras otra sin cesar.
El clamor de este máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del
Partido de que "las clases han sido eliminadas en lo fundamental y no se
debe hacer hincapié en la lucha de clases" era
un estéril intento de paralizar al
proletariado y a los revolucionarios, de "sofocar" la lucha del
proletariado contra la burguesía y esconder los ataques de la burguesía contra
el proletariado. Esto ya era en sí un tipo de lucha de clases. Es
característico del revisionismo el permanecer, negando las clases y la lucha de
clases, al lado de la burguesía y lanzar ataques contra el proletariado a fin
de convertir la dictadura del proletariado en una dictadura burguesa. Debemos
tener siempre presente esta enseñanza del Presidente Mao: "No hay que
olvidar jamás la lucha de clases."
La lucha entre las dos lineas en el seno
del Partido es una expresión concentrada de la lucha entre las dos clases y los
dos caminos
El blanco principal de la revolución bajo la dictadura del proletariado son los
representantes de la burguesía que se han infiltrado en los organismos de la
dictadura del proletariado, esto es, el puñado de elementos con poder
seguidores del camino capitalista dentro del Partido. La contradicción entre
este puñado de elementos, por una parte, y las masas de obreros, campesinos y
soldados, cuadros e intelectuales revolucionarios, por la otra, es la
contradicción principal, una contradicción antagónica. La lucha destinada a
resolver esta contradicción es una expresión concentrada de la lucha entre el
proletariado y la burguesía, entre el camino socialista y el capitalista. No
obstante, este otro máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista
dentro del Partido disparataba diciendo que la lucha entre las dos líneas
dentro del Partido "no es una lucha entre el camino socialista y el
capitalista, sino una lucha de métodos", "es decir, una cuestión de
ritmo de la construcción socialista". Mientras hablaba profusamente de
"métodos" y "ritmo", nunca mencionó el contenido y la
naturaleza clasistas de la lucha entre las dos líneas dentro del Partido. Esta
era una treta habitual de este máximo elemento con poder seguidor del camino
capitalista dentro del Partido y de todos otros revisionistas
contrarrevolucionarios en su lucha contra nosotros. Era una cortina de humo
para encubrir los ataques de la burguesía contra el proletariado.
El Presidente Mao nos enseña: "Mientras
existan las clases", la
lucha interna dentro del Partido, "es un reflejo, en su seno, de las
contradicciones de clases."
El puñado de estos máximos
elementos son agentes de la burguesía en los organismos dirigentes del Partido
y -el Estado. Son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios disfrazados.
Antes de la victoria a escala nacional de la revolución china, ellos se
opusieron a la toma del Poder por el proletariado, y, después de ésta
combatieron la
dictadura del proletariado y la revolución socialista. Se opusieron
furiosamente a la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao e
impulsaron vigorosamente una línea revisionista contrarrevolucionaria en un
fútil intento de restaurar el capitalismo. Pero todo lo que este máximo
elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido hizo para
borrar de un plumazo el contenido y la naturaleza clasistas de la lucha entre
las dos líneas en el Partido fue en vano.
Preguntamos a este máximo elemento
con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido: ¿Acaso las criminales
actividades de la alianza anti-Partido de Gao Gang y Rao Shu-shi,
desenmascaradas y aplastadas totalmente en la IV Sesión Plenaria del Comité
Central Elegido en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
celebrada en 1954, no se oponían frenéticamente al gran líder el Presidente
Mao? ¿Acaso no eran un intento de usurpar la dirección del Partido y del Estado
y de socavar la revolución socialista y restaurar el capitalismo en China? ¿O
tenían como fin "construir el socialismo"?
En 1957, en colusión con el
Jruschov chino, este otro máximo elemento atacó virulentamente el sistema
socialista, vociferando que la dictadura del proletariado también tiene su
"lado oscuro" y que somos "inferiores a la burguesía". ¿No
estaba todo esto destinado a incitar a la burguesía a atacar desenfrenadamente
al Partido y al socialismo, sino a "construir el socialismo"?
En 1959, en confabulación con el
Jruschov chino, él respaldó a Peng De-juai, el archi conspirador, arribista y
caudillo militar, en su desaforado ataque contra el Partido. ¿Acaso no soñaba
él con derrocar la dirección del Comité Central del Partido encabezada por el
Presidente Mao y con llevar a China hacia la órbita del revisionismo, sino que
estaba por la "construcción del socialismo"?
Durante los tres años de
dificultades temporales entre 1959 y 1961, este máximo elemento, apandillándose
con el Jruschov chino y todos los enemigos de clase dentro y fuera del país,
atacó malignamente las tres banderas rojas: la línea general del Partido, el gran
salto adelante y la comuna popular. Abogó enérgicamente por el aumento de
tierras de uso privado, de mercados libres y de empresas responsables de sus
propias ganancias o pérdidas, y por la fijación de cuotas de producción
agrícola en base a la familia. Desató el pernicioso viento del trabajo agrícola
individual, e incluso parloteó: "Sea negro o blanco, si un gato caza
ratones, es un buen gato." Etcétera, etcétera. ¿Acaso no era todo esto un
desaforado intento de restaurar el capitalismo, sino que era para
"construir el socialismo"?
Durante un largo período, el
Jruschov chino y el cuartel general de la burguesía formado por él y Cía. se
opusieron frenéticamente al Presidente Mao, al pensamiento de Mao Tse-tung y a
su linea revolucionaria proletaria, y esperaban vanamente montar un golpe
contrarrevolucionario para convertir la dictadura del proletariado en dictadura
de la burguesía. ¿Era acaso para "construir el socialismo"?
Tomar la
iniciativa para lanzar ataques ininterrumpidos contra los enemigos de clase
El Presidente Mao nos enseña: "O
el viento del este prevalece sobre el del oeste, o el viento del oeste
prevalece sobre el del este; no hay
lugar a compromisos en el problema de las dos líneas."
Este es el principio guía con el
cual libramos la lucha de clases y la lucha entre las dos líneas.
Sin embargo, este otro máximo
elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido utilizó
descaradamente la lógica de los vendeobreros y renegados para oponerse a las
instrucciones del Presidente Mao. Permitía únicamente que la burguesía atacara y no permitía que el
proletariado contraatacara. En 1957, atacó vilmente la lucha entre las dos
líneas en el seno de nuestro Partido describiéndola como "derrocar a un
grupo de gente y dejar que otro grupo suba" y como "acarrear un
sinfín de malas consecuencias". Vociferó demagógicamente: "Ya que
este grupo de gente puede levantarse para derrocar a aquel otro, ¿por qué éste
no puede alzarse para derrocar al primero?" ¡Esto es totalmente
reaccionario y perverso!
Borró deliberadamente la distinción
entre el proletariado y la burguesía y la distinción entre el Partido Comunista
y los reaccionarios del Kuomintang. Describió la lucha entre las dos líneas
dentro del Partido como una lucha sectaria sin principios.
Cuando iniciamos la lucha entre las
dos lineas en el Partido, queremos "derrocar a un grupo de gente" y
dejar que "otro suba". No actuamos según principios sectarios, sino
que partimos de los intereses fundamentales del proletariado, de los de la
revolución china y mundial. Actuamos según el principio de si uno apoya o se
opone al Presidente Mao, el más grande marxista-leninista de nuestra era, si
apoya o se opone al pensamiento de Mao Tse-tung y si apoya o se opone a la
línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao.
A quienes queremos derrocar es a
los recalcitrantes elementos con poder seguidores del camino capitalista, los
renegados, agentes secretos y los monstruos y demonios. Si no los derrocamos,
como señala el Presidente Mao, "la revolución fracasaría, el pueblo
sufriría y el Estado perecería".
En China sería restaurado el capitalismo; se produciría en China e incluso
en el mundo una gran retrogresión histórica.
A quienes queremos apoyar es a los
cuadros dirigentes revolucionarios y a los elementos destacados de
entre las masas revolucionarias
ilimitadamente leales al Presidente Mao, al pensamiento de Mao Tse-tung y a su
línea revolucionaria proletaria.
El Presidente Mao nos enseña: "Todas
las luchas revolucionarias del mundo tienen por objetivo tomar el Poder y
consolidarlo." El grupo
dirigente representa el poder. Nuestros grupos dirigentes a todos los niveles
deben estar constituidos por personas de este tipo. Sólo en esta forma puede
consolidarse y fortalecerse la dictadura del proletariado, y el Estado
socialista no cambiará de color.
Por el contrario, si no sacamos
totalmente a luz al puñado de renegados, agentes secretos, elementos con poder
seguidores del camino capitalista que se han infiltrado en el Partido, y si sus
intrigas contrarrevolucionarias lograran éxito, millones de seres serian
asesinados. China socialista se convertiría de nuevo en una China semifeudal y
semicolonial, y la roja base de apoyo de la revolución mundial pasaría a
depender del imperialismo.
"Ya que este grupo de gente
puede levantarse para derrocar a otro, ¿por qué éste no puede alzarse para
derrocar al primero?" Esta es una cháchara siniestra que llama a los
reaccionarios del Kuomintang a montar un retorno, que instiga a los
terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y
derechistas a contraatacar en venganza, que incita a la burguesía a provocar
disturbios y que urge a todos los elementos anti-Partido derribados a revocar
los veredictos correctos y a montar un retorno contrarrevolucionario.
El Presidente Mao dice: "Todas
las fuerzas reaccionarias al borde de su extinción libran invariablemente
luchas de agonía." Mientras
más se aproxime la gran revolución cultural proletaria a su victoria en todos
los aspectos, más desesperadas se tornarán las luchas de las fuerzas
contrarrevolucionarias contra las fuerzas revolucionarias. La actual tendencia
de derecha está destinada a revocar los veredictos correctos sobre el Jruschov
chino y el resto del puñado de elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido, sobre la línea reaccionaria burguesa e incluso
sobre los elementos derechistas y sobre los terratenientes, campesinos ricos,
contrarrevolucionarios y elementos nocivos. Dicha tendencia se opone
directamente al cuartel general del proletariado encabezado por el Presidente
Mao. Se opone al Ejército Popular de Liberación de China y socava los recién
establecidos comités revolucionarios. Niega la gran revolución cultural
proletaria y los anteriores movimientos políticos e ideológicos, y niega la
dictadura del proletariado. Las raíces de esta tendencia de derecha a revocar
los veredictos correctos se encuentran en el Jruschov chino y en este otro
máximo elemento con poder seguidor del camino capitalista dentro del Partido.
Ahora, aunque ambos han sido
derribados, no se resignan de modo alguno a su derrota, sino que libran una
lucha de agonía. ¡No dejaremos de
combatir hasta conquistar la victoria completa!
PEKIN INFORMA N°
19 de 1968
¡Viva la victoria
total de la gran revolución cultural proletaria!
Aclamamos el establecimiento de los
comités revolucionarios de todas las provincias, municipios y regiones
autónomas de China (con excepción de la provincia de Taiwán)
Al sur y al norte de las montañas
Tienshan, resuenan himnos de triunfo; el sol resplandeciente ilumina la meseta
del Tibet. En momentos en que los centenares de millones de militares y civiles
del país, estimulados por las recientes instrucciones del Presidente Mao,
avanzan de victoria en victoria, se han establecido simultánea y exitosamente
el Comité Revolucionario de la Región Autónoma del Tibet y el Comité
Revolucionario de la Región Autónoma Uigur de Sinchiang, regiones situadas en
las avanzadas suroccidental y noroccidental de nuestro país en la lucha
antimperialista y antirevisionista.
Con esto, se han fundado los
comités revolucionarios de todas las provincias, municipios y regiones
autónomas del país, salvo la provincia de Taiwán. Todo el país es rojo. Esto
representa un trascendental acontecimiento en el proceso de la conquista de la
victoria de la gran revolución cultural en todos los aspectos, e indica que el
movimiento en su conjunto ha entrado en la etapa de lucha, critica y
transformación a escala nacional. ¡Esta es una gran victoria del invencible
pensamiento de Mao Tse-tung, una gran victoria de la línea revolucionaria
proletaria del Presidente Mao y un acontecimiento feliz y de gran importancia
en la vida política de los 700 millones de seres del pueblo de nuestro país!
En el curso de la gran revolución
cultural proletaria, los revolucionarios proletarios y las masas
revolucionarias de las diversas nacionalidades del Tibet y de Sinchiang se han
colocado firmemente al lado de la línea revolucionaria del Presidente Mao, han
puesto en práctica concienzudamente la serie de recientes instrucciones del
Presidente Mao, han emprendido, con el firme y poderoso apoyo del Ejército
Popular de Liberación, repetidas pruebas de fuerza y tenaces luchas contra los
enemigos de clase, y finalmente han sacado a la luz a los agentes del Jruschov
chino en Sinchiang: Wu Guang, Lü Chien-ren, Chang Chong-jan, Iminov y Burhan
Shahidi, y a sus agentes en el Tibet: Chou Ren-shan y Wang Chi-mei, así como al
resto del puñado de renegados, agentes secretos del imperialismo yanqui y de
Chiang Kai-shek, del revisionismo soviético y de Inglaterra, revisionistas
contrarrevolucionarios y escisionistas de las nacionalidades. De este modo han
hecho añicos definitivamente su sueño de restaurar el capitalismo y romper la
unidad de la patria, y han asestado duros golpes a las maniobras de subversión
y sabotaje del imperialismo, el revisionismo y los reaccionarios en las
regiones del Tibet y Sinchiang.
A través de las grandes luchas de
los veinte meses transcurridos desde el comienzo de la tormenta de la
"revolución de enero" de
Shanghai hasta el establecimiento de los Comités Revolucionarios del Tibet y de
Sinchiang, los militares y civiles de todo el país hicieron realidad el gran
llamamiento del Presidente Mao: "Revolucionarios proletarios, unios
para arrebatar el poder al puñado de elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido",
y conquistaron la victoria decisiva de la gran revolución cultural
proletaria a escala nacional.
(Editorial de “Renmin Ribao” y “Jiefanjun Bao”) PEKIN INFORMA N° 37-1968
EXPLICACIÓN DE
LA CARATULA:
El grafico que presenta la carátula
de este numero de VOZ POPULAR ha sido tomado de un afiche publicado en China en
abril de 1976. Este afiche tiene en su parte inferior una leyenda en chino que
dice:
¡VIVA LA VICTORIA DE LA GRAN REVOLUCIÓN
CULTURAL PROLETARIA!
Las figuras centrales del grafico
levantan en sus manos un documento cuyo titulo traducido al español dice lo
siguiente:
CIRCULAR
COMITÉ CENTRAL DE PARTIDO COMUNISTA DE
CHINA
16 DE MAYO DE 1966
Nota de la Redacción de VOZ POPULAR.
Chiang
Kai-shek y sus secuaces han podido detener momentáneamente el curso de la
revolución con su golpe de estado thermidoriano, y con los fusilamientos en
masa de los organizadores y agitadores del proletariado. Pero no han podido
suprimir el proletariado mismo. Y es aquí donde la revolución tiene su
inagotable fermento.
El cuadro general no ha cambiado.
En el distante, inmenso y complejo escenario de la China, continúa su
desarrollo una de las más vasas luchas de la época. Pero las posiciones se
presentan temporalmente modificadas. Los últimos episodios señalan una victoria
parcial de la contraofensiva reaccionaria e imperialistas
Pero es tan fuerte el movimiento
revolucionario que ninguna conjuración capitalista o militar, extranjera o
nacional, pué de atajarlo ni paralizarlo. … Con la China revolucionaria y
resurrecta están todas las fuerzas progresistas y renovadoras, de cuyo prevalecimiento
finalmente a el mundo nuevo la realización de sus ideales presentes.
VALOR: VEINTICINCO SOLES S/. 25
[1]*"Lucha, crítica y repudio, y
transformación" es la abreviación de las tareas planteadas en la Decisión
de 16 Puntos del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran
Revolución Cultural Proletaria, la cual establece: nuestro objetivo actual es
aplastar, mediante la lucha, a los elementos con poder seguidores del camino
capitalista dentro del Partido, criticar y repudiar a las 'autoridades',
burguesas reaccionarias en el campo académico y la ideología de la burguesía y
demás clases explotadoras, y transformar la educación, la literatura y el arte
y los demás dominios de la superestructura que no corresponden a la base
económica del socialismo, a fin de facilitar la consolidación y el desarrollo
del sistema socialista.