Los medios informativos dan cuenta, que al
menos 16 personas murieron y cientos resultaron heridas en protestas
palestinas en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel. El ejército israelí también reclamó usar un dron para lanzar gas lacrimógeno sobre los manifestantes. Las Naciones Unidas piden ahora una investigación independiente y transparente de la violencia.
Como siempre esta institución internacional al servicio del imperialismo principalmente yanqui se lava las manos al igual que los curas y demás clérigos declrándose sorprendidos por la violencia de la represión y piden comisiones investigadioras de lo que ya se sabe y esta a la vista de todos
Así, siguiendo el ritual de siempre: "El
secretario general de la ONU, António Guterres, pidió que se aclare
cómo murieron o resultaron heridas las personas, dijo el vocero. También pidió a todos los responsables que se abstengan de acciones que puedan conducir a otras víctimas.
Zángano israelí
En
total, decenas de miles de palestinos se congregaron a lo largo de la
frontera de 65 kilómetros y exigieron el derecho de regresar a las
aldeas y pueblos de los que sus familias huyeron o fueron expulsados
cuando se fundó Israel en 1948. El ejército israelí calculó el número de participantes en 30,000
Estos hechos denuncian por sí sólo el genocidio sionista-imperialista contra el pueblo palestino y denuncia asímismo la llamada solución de "los dos Estados".
En
esencia la llamada solución de los “Dos Estados” sirve para mantener la imagen
de algunos territorios en “manos palestinas” bajo un régimen de “Autonomía”,
pero en el fondo son territorios que están bajo la autoridad de ocupación, esto
es de Israel, dentro de los limites de ese Estado semicolonial al servicio del
imperialismo yanqui. Donde hay unos palestinos (nativos) que son reconocidos
como cuidadanos de pleno derecho, esto esm, una minoría de árabes a los que se
le reconoce la ciudadanía, pero son minoría oprimida en su propio lugar de
nacimiento y otros nativos (también palestinos) que están excluídos de todo
derecho, bajo régimen de ocupación en los llamados "territorios",
siendo oriundos del país, padecen toda clase de vejaciones y son víctimas del
genocidio sionista, régimen de apartheid. Por eso la necesidad de mantener por
parte de imperialistas, sionistas, toda clase de lacayos la llamada
"solución de los Dos Estados", es decir para encubrir arropado en
esas palabras el verdadero régimen de apartheid que practica el Estado sionista
a vista y paciencia de la "llamada comunidad internacional".
Imperialistas, sionistas, todos sus lacayos y como siempre los oportunistas, saben
que esta "solución" es inviebla por la política de "colonias
judias" y porque el simple crecimiento poblacional haría estallar las
fronteras de estos llamados "territorios", además que se tendría que
aceptar definitivamente por la parte palestina el no retorno de los expatriados
palestinos desde 1947.
Al pueblo palestino le corresponde aprender de estas experiencias sanfgrientas para elevar su conciencia y seguir luchando por sus reinvindicaciones y elevar esta lucha para llevar adelante la revolución democrática mediante la guerra popular para acabar con el imperialismo, el sionismo y sus lacayos y lograr finalmente así y solo así la patria palestina y el derecho al retorno.
Saturday, March 31, 2018
Thursday, March 29, 2018
Núcleo de Estudios del marxismo-leninismo-maoísmo Brasil: Estudiar la guerra civil en Francia: Enarbolar la Bandera Roja de la Comuna de París
200 años de Carlos Marx
Estudiar la
guerra civil en Francia:
Enarbolar
la Bandera Roja de la Comuna de París
Núcleo de Estudios del marxismo-leninismo-maoísmo, Brasil
"¿Qué es la Comuna, esta esfinge que atormenta a los espíritus burgueses?"
Karl Marx
Hoy, con ocasión del aniversario de 147 años de la heroica Comuna de París, y como parte de la Campaña Mundial de celebración de los 200 años de nacimiento del Gran Carlos Marx, publicamos este artículo. En él destacamos el significado e importancia de este gran acontecimiento histórico y la necesidad de estudiar, a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, este imperecedero documento del Movimiento Comunista Internacional, La Guerra Civil en Francia del gran Carlos Marx.
El 18 de marzo de 1871, la Comuna de París, primer intento del proletariado de asaltar los cielos, dio origen a la primera república obrera de la historia. Diez días después de la insurrección popular, el nuevo gobierno revolucionario declaraba la independencia de la Comuna en relación al viejo poder burgués con sede en Versalles.
Fue el heroísmo de los comuneros que, sosteniendo durante 71 días, en París, el poder en manos de las masas proletarias, hizo que la humanidad conozca una nueva forma de Estado: la dictadura del proletariado.
A pesar de la gloriosa lucha que los obreros parisinos emprendieron con las armas en las manos en la defensa del Poder Proletario, enfrentando la más brutal y sanguinaria contrarrevolución, fueron derrotados por las fuerzas militares serviles de la burguesía, de los terratenientes, de los especuladores de la bolsa y de todo tipo de ladrones reunidos en Versalles, que cercaron París y la bombardearon despiadadamente, con el apoyo de las tropas prusianas.
El final de la
Comuna de París en mayo de 1871, lejos de significar simplemente una derrota
para la clase obrera, fue un hecho histórico de gran trascendencia, que marcó
para siempre la lucha del proletariado internacional. La
Comuna de París es el primer gran acontecimiento del proceso de la Revolución
Proletaria Mundial y por eso, entorno de la toma de posición sobre ella y su
correcto balance, se separan marxismo y revisionismo.
En el caso de Marx, armado con la ideología científica del proletariado, el materialismo histórico dialéctico, extrae las enseñanzas y el verdadero significado histórico de este grandioso acontecimiento, expuestos en su célebre La Guerra Civil en Francia. Obra, escrita a petición del Consejo General como convocatoria a los miembros de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT).
En la introducción publicada en 1891, con ocasión de los veinte años de la Comuna de París, Engels, afirma que pasadas dos décadas y con base en nuevas informaciones obtenidas era necesario "completar un poco" la exposición hecha en Guerra civil en Francia. Junto a esa importante Introducción, Engels también agrega los dos Manifestos del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores - AIT, sobre la Guerra Franco-Prusiana. Los tres documentos citados, disponibles en prácticamente todas las ediciones, deben ser estudiados como parte de La Guerra Civil en Francia.
Un entusiasta de la Comuna
Algunos meses antes de la revolución en París, en el otoño de 1870, Marx había advertido al proletariado francés de que no debería sublevarse prematuramente, previendo que ésta fracasaría por no contar con un Partido Comunista que la dirija. Sin embargo, cuando la sublevación se produjo, Marx, tomando firme posición de clase, la apoyó incondicionalmente, saludó al proletariado que había osado "asaltar los cielos":
En el caso de Marx, armado con la ideología científica del proletariado, el materialismo histórico dialéctico, extrae las enseñanzas y el verdadero significado histórico de este grandioso acontecimiento, expuestos en su célebre La Guerra Civil en Francia. Obra, escrita a petición del Consejo General como convocatoria a los miembros de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT).
En la introducción publicada en 1891, con ocasión de los veinte años de la Comuna de París, Engels, afirma que pasadas dos décadas y con base en nuevas informaciones obtenidas era necesario "completar un poco" la exposición hecha en Guerra civil en Francia. Junto a esa importante Introducción, Engels también agrega los dos Manifestos del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores - AIT, sobre la Guerra Franco-Prusiana. Los tres documentos citados, disponibles en prácticamente todas las ediciones, deben ser estudiados como parte de La Guerra Civil en Francia.
Un entusiasta de la Comuna
Algunos meses antes de la revolución en París, en el otoño de 1870, Marx había advertido al proletariado francés de que no debería sublevarse prematuramente, previendo que ésta fracasaría por no contar con un Partido Comunista que la dirija. Sin embargo, cuando la sublevación se produjo, Marx, tomando firme posición de clase, la apoyó incondicionalmente, saludó al proletariado que había osado "asaltar los cielos":
"Cuando
la Comuna de París tomó en sus propias manos la dirección de la revolución,
cuando, por primera vez en la historia, simples obreros se atrevieron a violar
el privilegio gubernamental de sus 'superiores naturales' (...) el viejo mundo
se retorció en convulsiones ante
el espectáculo de la bandera roja, símbolo de la repúblkica del trabajo tremolando
sobre o Hotel Le Ville” (p.79 - A Guerra Civil na França, 1871, Marx)
Por medio de cartas e instrucciones verbales que transmitían a los miembros de la AIT, Marx y Engels trataban de orientar a los comuneros, dándoles preciosos consejos. Pero sus indicaciones no siempre llegaban oportunamente a París, pues la ciudad se encontraba sometida a un intenso cerco enemigo.
Además, los miembros de la Comuna, estaban divididos entre una mayoría de blanquistas que prevalecían en el Comité Central de la Guardia Nacional y una minoría de miembros de la AIT, entre los que prevalecían los adeptos de la Escuela socialista de Proudhon. Engels apunta que les correspondió a los proudhonianos la principal responsabilidad por las medidas económicas de la Comuna, mientras que a los blanquistas la principal responsabilidad de las medidas políticas.
"Y, en ambos casos, la ironía de la historia quiso -como sucede generalmente cuando el poder cae en las manos de los doctrinarios- que tanto unos como los otros hicieran lo contrario de lo que la doctrina de su escuela respectiva prescribía. (...) Por eso la Comuna fue la tumba de la escuela proudhoniana del socialismo (...) Esa escuela desapareció de los medios obreros franceses y la teoría de Marx predomina sin discusión” (Engels, Introducción, la guerra civil en Francia).
En la Guerra Civil en Francia Marx definió con aguda claridad el papel de estos elementos oportunistas en el movimiento obrero, demostrando que el movimiento obrero revolucionario en su desarrollo contradictorio y como resultado directo de su acción, acumula lo que Engels llamará "el colosal montón de basura" que necesita ser barrido:
"En todas las revoluciones al lado de los verdaderos revolucionarios, figuran hombres de otra naturaleza. Algunos de ellos, sobrevivientes de revoluciones pasadas, que conservan su devoción por ellas, sin visión del movimiento actual; pero dueños de su influencia sobre el pueblo, por su reconocida honradez y valentía, o simplemente por la fuerza de la tradición; otros, simples charlatanes que, a fuerza de repetir año tras año las mismas declaraciones estereotipadas contra el gobierno del día, obtuvieron por contrabando una reputación de revolucionarios de pura cepa. Después del 18 de marzo salieron también a la superficie hombres de éstos, y en algunos casos lograron desempeñar papeles prominentes. En la medida en que su poder lo permitía, entorpecían la verdadera acción de la clase obrera, lo mismo que otros de su especie entorpecían el desarrollo de todas las revoluciones anteriores. Constituyen un mal inevitable; con el tiempo se les quita de en medio, pero la Comuna no pudo disponer de tiempo "(p.86 - La Guerra Civil en Francia, 1871, Marx).
Carácter internacionalista
Por medio de cartas e instrucciones verbales que transmitían a los miembros de la AIT, Marx y Engels trataban de orientar a los comuneros, dándoles preciosos consejos. Pero sus indicaciones no siempre llegaban oportunamente a París, pues la ciudad se encontraba sometida a un intenso cerco enemigo.
Además, los miembros de la Comuna, estaban divididos entre una mayoría de blanquistas que prevalecían en el Comité Central de la Guardia Nacional y una minoría de miembros de la AIT, entre los que prevalecían los adeptos de la Escuela socialista de Proudhon. Engels apunta que les correspondió a los proudhonianos la principal responsabilidad por las medidas económicas de la Comuna, mientras que a los blanquistas la principal responsabilidad de las medidas políticas.
"Y, en ambos casos, la ironía de la historia quiso -como sucede generalmente cuando el poder cae en las manos de los doctrinarios- que tanto unos como los otros hicieran lo contrario de lo que la doctrina de su escuela respectiva prescribía. (...) Por eso la Comuna fue la tumba de la escuela proudhoniana del socialismo (...) Esa escuela desapareció de los medios obreros franceses y la teoría de Marx predomina sin discusión” (Engels, Introducción, la guerra civil en Francia).
En la Guerra Civil en Francia Marx definió con aguda claridad el papel de estos elementos oportunistas en el movimiento obrero, demostrando que el movimiento obrero revolucionario en su desarrollo contradictorio y como resultado directo de su acción, acumula lo que Engels llamará "el colosal montón de basura" que necesita ser barrido:
"En todas las revoluciones al lado de los verdaderos revolucionarios, figuran hombres de otra naturaleza. Algunos de ellos, sobrevivientes de revoluciones pasadas, que conservan su devoción por ellas, sin visión del movimiento actual; pero dueños de su influencia sobre el pueblo, por su reconocida honradez y valentía, o simplemente por la fuerza de la tradición; otros, simples charlatanes que, a fuerza de repetir año tras año las mismas declaraciones estereotipadas contra el gobierno del día, obtuvieron por contrabando una reputación de revolucionarios de pura cepa. Después del 18 de marzo salieron también a la superficie hombres de éstos, y en algunos casos lograron desempeñar papeles prominentes. En la medida en que su poder lo permitía, entorpecían la verdadera acción de la clase obrera, lo mismo que otros de su especie entorpecían el desarrollo de todas las revoluciones anteriores. Constituyen un mal inevitable; con el tiempo se les quita de en medio, pero la Comuna no pudo disponer de tiempo "(p.86 - La Guerra Civil en Francia, 1871, Marx).
Carácter internacionalista
La Comuna, en
correspondencia con su carácter de clase proletario, demarcó desde el principio
su carácter internacionalista, pues la "bandera de la Comuna es la
bandera de la República Mundial" (p.8). En
medio del cerco prusiano, "nombró a un obrero alemán como Ministro de
Trabajo (...) la Comuna honró a los heroicos hijos de Polonia, colocándolos a
la cabeza de los defensores de París (...) y para marcar nítidamente la nueva
era histórica, que conscientemente se
inauguraba, la Comuna, ante los ojos de los vencedores prusianos, de una parte
y del ejército bonapartista por otro, puso abajo ese símbolo gigantesco de la
gloria guerrera que era la Columna Vendome” ([1]La Columna Vendome: Monumento erguido entre 1806-1810 en la plaza Vendome en Paris, para conmemorar la victoria de Napoleón I em 1805. El monumento fue demolido el 16 de mayo de 1871 por decisión de la Comuna de Paris).
Marx sintetizó así el deber internacionalista cumplido en la Comuna: "La Comuna concedió a todos los extranjeros el honor de morir por una causa inmortal" (p.82 subrayado nuestro)
El heroísmo revolucionario
En una carta a Kugelmann, aún cuando los combates se desarrollaban en París, Marx destacó el papel del heroísmo y voluntad inquebrantable de los comuneros, "qué iniciativa histórica, qué capacidad de autosacrificio demuestran estos parisinos!", Afirmando que éstas reflejaban "la grandeza de la causa" y que gracias a las mismas, la moral de la clase fue elevada:
"Los canallas burgueses de Versalles (...) plantearon ante los parisinos la alternativa: aceptar el desafío o entregarse sin lucha. La desmoralización de la clase obrera en este último caso habría sido una desgracia mucho mayor que el perecimiento de cualquier número de 'líderes'” (subrayado nuestro).
Con eso Marx nos enseñó que no podemos permitir que la moral de la clase sea mellada, no importa cuántos líderes caigan y que alto precio tenga que ser pagado. Esta preciosa lección nos sirve para aplastar el nuevo revisionismo y su siniestra política de acuerdos de paz y capitulación, enseñando que para "asaltar los cielos" y hacer la revolución hay que estar dispuesto a pagar la cuota, que sólo "quien no teme ser cortado en mil pedazos, desafía al emperador ".
Marx sintetizó así el deber internacionalista cumplido en la Comuna: "La Comuna concedió a todos los extranjeros el honor de morir por una causa inmortal" (p.82 subrayado nuestro)
El heroísmo revolucionario
En una carta a Kugelmann, aún cuando los combates se desarrollaban en París, Marx destacó el papel del heroísmo y voluntad inquebrantable de los comuneros, "qué iniciativa histórica, qué capacidad de autosacrificio demuestran estos parisinos!", Afirmando que éstas reflejaban "la grandeza de la causa" y que gracias a las mismas, la moral de la clase fue elevada:
"Los canallas burgueses de Versalles (...) plantearon ante los parisinos la alternativa: aceptar el desafío o entregarse sin lucha. La desmoralización de la clase obrera en este último caso habría sido una desgracia mucho mayor que el perecimiento de cualquier número de 'líderes'” (subrayado nuestro).
Con eso Marx nos enseñó que no podemos permitir que la moral de la clase sea mellada, no importa cuántos líderes caigan y que alto precio tenga que ser pagado. Esta preciosa lección nos sirve para aplastar el nuevo revisionismo y su siniestra política de acuerdos de paz y capitulación, enseñando que para "asaltar los cielos" y hacer la revolución hay que estar dispuesto a pagar la cuota, que sólo "quien no teme ser cortado en mil pedazos, desafía al emperador ".
Continuando, Marx
estableció el gran papel histórico de la Comuna para la Revolución Mundial. "Afirmó
que por haber" asaltado los cielos "audaz y heroicamente la Comuna
había hecho que la Revolución Mundial entrar en una" nueva fase ", o
sea, con ella el proletariado inicia su proceso de lucha por el poder, entrando
en la etapa de defensa estratégica (2(9), afirma que
"gracias a la Comuna de París, la lucha de la clase obrera contra la clase
de los capitalistas y contra el Estado que representa los intereses de ésta entró
en una nueva fase. Sea
cual sea el desenlace inmediato de esta vez, se ha conquistado un nuevo punto
de partida que tiene importancia para la historia de todo el mundo” (3)(subrayado nuestro).
[2]: O presidente Gonzalo nos plantea que en el proceso de la revolução mundial de barrimiento do imperialismo y de la reacción de la faz de la tierra hay tres momentos: 1º Defensiva estratégica; 2º Equilíbrio estratégico; y 3º Ofensiva estratégica de la revoluión mundial. Esto hace, aplicando a ley de la contradicción a la revolución,pues la contradicción rige en todo y toda contradicción tiene dos aspectos en lucha, en este caso revolución y contarrevolución. La defensiva estratégica de la revoluión mundial opuesta a la ofensiva de la contrarrevolución arranca desde 1871 con la Comuna de Paris y termina en la II Guerra Mundial; el equilíbrio estratégico se dá en torno al triunfo de la revoluión en China, la Gran Revolución Cultural Proletária y el desenvolvimento del poderoso movimento de liberación; posteriormente la revolución entra en la ofensiva estratégica, ese momento puede ser situado en torno de 1980, en que vemos los signaos como la Guerra Iran-Irak, Afeganistan, Nicarágua, y el início de la guerra popular en Perú, época inscrita en los “próximos 50 a 100 anos”, de allí en adelante se desenvolverá la contradiión entre capitalismo y socialismo .
[3]Carta de Marx a Kugelmann de 17 de abril de 1871.
La Violencia Revolucionaria
La Comuna afirmó la necesidad de la violencia revolucionaria y mostró la fuerza de la guerra civil, estableciendo la comprobación práctica del principio marxista según el cual "el poder nace del fusil" y que "sin un ejército popular, el pueblo no tendrá nada"([1]Mao Tsetung. El Libro Rojo. Edições Seara Vermelha, 2016). El "fantasma que rondaba Europa", se había convertido en una amenaza real.
Engels en su Introducción, tomando la experiencia de la lucha revolucionaria del proletariado francés, afirmó que "el desarme de los obreros era el primer mandamiento de los burgueses que se encontraban en el timón del Estado. De ahí que después de cada revolución vencida por los obreros, estalla una nueva lucha, que termina con la derrota de éstos” (p.3 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx demostró que el núcleo de la política contrarrevolucionaria de Thiers para conjurar y derrotar la revolución era intentar promover el desarme de las masas, "París armada era el único obstáculo serio a que se alzaba en el camino de la conspiración contrarrevolucionaria" (p.56 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx), reafirmando el principio de la violencia revolucionaria afirmó: "París armada era la revolución armada".
Lenin resaltó su importancia para afirmar la guerra civil como el camino para la toma del Poder, al afirmar que "El proletariado ruso recurrió al mismo método de lucha que la Comuna de París fue la primera en utilizar: la guerra civil. (...) el proletariado francés lo demostró por primera vez en la Comuna y el proletariado ruso dio una brillante confirmación”[5 Lenin. Lecciones de la Comuna).
[2]: O presidente Gonzalo nos plantea que en el proceso de la revolução mundial de barrimiento do imperialismo y de la reacción de la faz de la tierra hay tres momentos: 1º Defensiva estratégica; 2º Equilíbrio estratégico; y 3º Ofensiva estratégica de la revoluión mundial. Esto hace, aplicando a ley de la contradicción a la revolución,pues la contradicción rige en todo y toda contradicción tiene dos aspectos en lucha, en este caso revolución y contarrevolución. La defensiva estratégica de la revoluión mundial opuesta a la ofensiva de la contrarrevolución arranca desde 1871 con la Comuna de Paris y termina en la II Guerra Mundial; el equilíbrio estratégico se dá en torno al triunfo de la revoluión en China, la Gran Revolución Cultural Proletária y el desenvolvimento del poderoso movimento de liberación; posteriormente la revolución entra en la ofensiva estratégica, ese momento puede ser situado en torno de 1980, en que vemos los signaos como la Guerra Iran-Irak, Afeganistan, Nicarágua, y el início de la guerra popular en Perú, época inscrita en los “próximos 50 a 100 anos”, de allí en adelante se desenvolverá la contradiión entre capitalismo y socialismo .
[3]Carta de Marx a Kugelmann de 17 de abril de 1871.
La Violencia Revolucionaria
La Comuna afirmó la necesidad de la violencia revolucionaria y mostró la fuerza de la guerra civil, estableciendo la comprobación práctica del principio marxista según el cual "el poder nace del fusil" y que "sin un ejército popular, el pueblo no tendrá nada"([1]Mao Tsetung. El Libro Rojo. Edições Seara Vermelha, 2016). El "fantasma que rondaba Europa", se había convertido en una amenaza real.
Engels en su Introducción, tomando la experiencia de la lucha revolucionaria del proletariado francés, afirmó que "el desarme de los obreros era el primer mandamiento de los burgueses que se encontraban en el timón del Estado. De ahí que después de cada revolución vencida por los obreros, estalla una nueva lucha, que termina con la derrota de éstos” (p.3 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx demostró que el núcleo de la política contrarrevolucionaria de Thiers para conjurar y derrotar la revolución era intentar promover el desarme de las masas, "París armada era el único obstáculo serio a que se alzaba en el camino de la conspiración contrarrevolucionaria" (p.56 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx), reafirmando el principio de la violencia revolucionaria afirmó: "París armada era la revolución armada".
Lenin resaltó su importancia para afirmar la guerra civil como el camino para la toma del Poder, al afirmar que "El proletariado ruso recurrió al mismo método de lucha que la Comuna de París fue la primera en utilizar: la guerra civil. (...) el proletariado francés lo demostró por primera vez en la Comuna y el proletariado ruso dio una brillante confirmación”[5 Lenin. Lecciones de la Comuna).
La dictadura del
proletariado
En su genial síntesis teórica de la experiencia de la Comuna de París, La Guerra Civil en Francia, Carlos Marx consideraba que el principal mérito de los comuneros consistía en que habían intentado, por primera vez en la historia crear un Estado proletario. Todas las revoluciones anteriores no habían ido más allá del simple reordenamiento entre las clases dominantes.
Se limitaban a cambiar una forma de explotación por otra y, en vez de demoler la vieja máquina estatal, se restringían a hacerla pasar de unas manos a otras. Pero la clase obrera, decía Marx, no podía simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en funcionamiento para sus propios objetivos.
En su carta a Kugelmann del 12 de abril de 1871, Carlos Marx destacó lo que la Comuna de París había aportado de nuevo a los principios de la lucha revolucionaria: "Si miras el último capítulo de mi El 18 de brumario, constatarás que considero que el próximo experimento de la Revolución Francesa no consistirá más en transferir la maquinaria burocrático-militar de una mano a otra, como se ha hecho hasta entonces, sino en romperla y que ésta es la precondición de toda revolución popular efectiva en el continente”.
La Comuna no sólo demostró en la práctica la justeza de la importantísima tesis formulada por Marx en su obra El 18 Brumario de Luis Bonaparte que afirma la necesidad de destruir previamente la vieja máquina estatal, el viejo Poder, pero predicó la necesidad de construir un nuevo Poder en su lugar, levantando una organización política de nuevo tipo, llamada a sustituir tal máquina.
Engels dice, en su Introducción, que "la Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento que la clase obrera, al llegar al Poder, no puede seguir gobernando con la vieja máquina de Estado; que para no perder de nuevo su dominación recién conquistada, la clase obrera tiene que barrer toda la vieja máquina represiva utilizada hasta entonces contra ella” (p.15 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Engels categoricamente sintetizó la experiencia de la Comuna como la expresión más avanzada de la dictadura del proletariado hasta entonces:
"Y he aquí que el filisteo socialdemócrata fue nuevamente tomado de un sano terror con las palabras: dictadura del proletariado. Pues bien, señores, ¿queréis saber cómo es esta dictadura? Miren a la Comuna de París. Tal fue la dictadura del proletariado"(P.18 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx y Engels consideraron tan importante esta conclusión, que la introdujeron como única modificación esencial en el documento programático del proletariado, el Manifiesto del Partido Comunista, por medio del prefacio de 1872.
En su genial síntesis teórica de la experiencia de la Comuna de París, La Guerra Civil en Francia, Carlos Marx consideraba que el principal mérito de los comuneros consistía en que habían intentado, por primera vez en la historia crear un Estado proletario. Todas las revoluciones anteriores no habían ido más allá del simple reordenamiento entre las clases dominantes.
Se limitaban a cambiar una forma de explotación por otra y, en vez de demoler la vieja máquina estatal, se restringían a hacerla pasar de unas manos a otras. Pero la clase obrera, decía Marx, no podía simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en funcionamiento para sus propios objetivos.
En su carta a Kugelmann del 12 de abril de 1871, Carlos Marx destacó lo que la Comuna de París había aportado de nuevo a los principios de la lucha revolucionaria: "Si miras el último capítulo de mi El 18 de brumario, constatarás que considero que el próximo experimento de la Revolución Francesa no consistirá más en transferir la maquinaria burocrático-militar de una mano a otra, como se ha hecho hasta entonces, sino en romperla y que ésta es la precondición de toda revolución popular efectiva en el continente”.
La Comuna no sólo demostró en la práctica la justeza de la importantísima tesis formulada por Marx en su obra El 18 Brumario de Luis Bonaparte que afirma la necesidad de destruir previamente la vieja máquina estatal, el viejo Poder, pero predicó la necesidad de construir un nuevo Poder en su lugar, levantando una organización política de nuevo tipo, llamada a sustituir tal máquina.
Engels dice, en su Introducción, que "la Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento que la clase obrera, al llegar al Poder, no puede seguir gobernando con la vieja máquina de Estado; que para no perder de nuevo su dominación recién conquistada, la clase obrera tiene que barrer toda la vieja máquina represiva utilizada hasta entonces contra ella” (p.15 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Engels categoricamente sintetizó la experiencia de la Comuna como la expresión más avanzada de la dictadura del proletariado hasta entonces:
"Y he aquí que el filisteo socialdemócrata fue nuevamente tomado de un sano terror con las palabras: dictadura del proletariado. Pues bien, señores, ¿queréis saber cómo es esta dictadura? Miren a la Comuna de París. Tal fue la dictadura del proletariado"(P.18 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx y Engels consideraron tan importante esta conclusión, que la introdujeron como única modificación esencial en el documento programático del proletariado, el Manifiesto del Partido Comunista, por medio del prefacio de 1872.
Lenin destaca
que estas palabras: "destruir la máquina burocrático-militar del Estado",
"encierra concisamente la enseñanza fundamental del marxismo en el
punto sobre la cuestión de las tareas de la revolución con respecto al Estado".
(Lenin, El Estado y la Revolución) (subrayado nuestro). La Comuna estableció,
la necesidad de destruir previamente el viejo estado, para construir en su
lugar un nuevo, que sirva a sus propios fines, la dictadura del proletariado.
Marx nos demuestra que "el poder estatal centralizado, con sus órganos omnipresentes: el ejército permanente, la policía, la burocracia, el clero y la magistratura - órganos creados de acuerdo con un plan de división sistemática y jerárquica de trabajo viene de los tiempos de la monarquía absoluta y sirvió a la naciente sociedad burguesa como un arma poderosa en sus luchas contra el feudalismo (...) por otra parte su carácter político cambiaba simultáneamente con los cambios económicos operados en la sociedad. Al paso, que se desarrollaban los progresos de la industria moderna, se amplía y profundizaba el antagonismo de clase entre capital y trabajo, de fuerza pública organizada para la esclavización social, de la máquina para el despotismo de clase. "Después de cada revolución que marca un paso adelante en la lucha de clases, se denuncia con rasgos cada vez más destacados el carácter puramente represivos del Poder de Estado." (P.68 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx) (subrayado nuestro) )
Al analizar el desarrollo de la lucha de clases en Francia, especialmente desde 1830, Marx desarrolló los fundamentos de la comprensión marxista del Estado. Marx demostró que el Estado burgués como resultado de su propia naturaleza de clase y del creciente antagonismo de clases en la sociedad se desarrolla a través de un creciente proceso de reaccionarización que se manifiesta en la tendencia al absolutismo del ejecutivo sobre el poder legislativo como expresión de la quiebra del parlamentarismo burgues (alma de la democracia burguesa):
"Ante el amenazante alzamiento del proletariado, se sirvieron del Poder estatal, sin piedad y con ostentación, como de una máquina nacional de guerra del capital contra el trabajo. Pero esa cruzada ininterrumpida contra las masas productoras, les obligaba, no sólo a revestir al Poder Ejecutivo de facultades de represión cada vez mayores, sino al mismo tiempo, deshacer su propio baluarte parlamentario -la Asamblea Nacional- de todos los medios de defensa contra el, Poder Ejecutivo, uno por uno, hasta que ese, en la persona de Luis Bonaparte, le dio un puntapié " (p. 70 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx, subrayado nuestro).
Marx nos demuestra que "el poder estatal centralizado, con sus órganos omnipresentes: el ejército permanente, la policía, la burocracia, el clero y la magistratura - órganos creados de acuerdo con un plan de división sistemática y jerárquica de trabajo viene de los tiempos de la monarquía absoluta y sirvió a la naciente sociedad burguesa como un arma poderosa en sus luchas contra el feudalismo (...) por otra parte su carácter político cambiaba simultáneamente con los cambios económicos operados en la sociedad. Al paso, que se desarrollaban los progresos de la industria moderna, se amplía y profundizaba el antagonismo de clase entre capital y trabajo, de fuerza pública organizada para la esclavización social, de la máquina para el despotismo de clase. "Después de cada revolución que marca un paso adelante en la lucha de clases, se denuncia con rasgos cada vez más destacados el carácter puramente represivos del Poder de Estado." (P.68 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx) (subrayado nuestro) )
Al analizar el desarrollo de la lucha de clases en Francia, especialmente desde 1830, Marx desarrolló los fundamentos de la comprensión marxista del Estado. Marx demostró que el Estado burgués como resultado de su propia naturaleza de clase y del creciente antagonismo de clases en la sociedad se desarrolla a través de un creciente proceso de reaccionarización que se manifiesta en la tendencia al absolutismo del ejecutivo sobre el poder legislativo como expresión de la quiebra del parlamentarismo burgues (alma de la democracia burguesa):
"Ante el amenazante alzamiento del proletariado, se sirvieron del Poder estatal, sin piedad y con ostentación, como de una máquina nacional de guerra del capital contra el trabajo. Pero esa cruzada ininterrumpida contra las masas productoras, les obligaba, no sólo a revestir al Poder Ejecutivo de facultades de represión cada vez mayores, sino al mismo tiempo, deshacer su propio baluarte parlamentario -la Asamblea Nacional- de todos los medios de defensa contra el, Poder Ejecutivo, uno por uno, hasta que ese, en la persona de Luis Bonaparte, le dio un puntapié " (p. 70 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx, subrayado nuestro).
Marx nos señala
que el Segundo Imperio era la única forma de gobierno en el momento en que la
burguesía perdió la facultad de gobernar y que la clase obrera no la había
adquirido todavía y que por lo tanto la única forma de oposición consecuente al
Segundo Imperio -
en cuanto forma degenerada y superior de la democracia burguesa - era barrer
con la propia dominación de clase y su vieja maquinaria burocrática, en vez de
"decidir una vez cada tres o seis años que miembros de la clase
dominante van a aplastar al pueblo en el parlamento", por
lo tanto "la antítesis más directa del Imperio era la Comuna"
(p.71 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx). Así,
la Comuna no sería un órgano parlamentario, sino una corporación de trabajo,
ejecutiva y legislativa al mismo tiempo.
Lenin apuntó que la Comuna fue un brillante ejemplo de cómo el proletariado "sabe cumplir unánime las tareas democráticas que la burguesía sólo sabía proclamar" (Lenin, Enseñanzas de la Comuna). Al analizar las medidas sociales y económicas adoptadas por los trabajadores parisinos en La Guerra Civil en Francia, Marx destacaba la idea de que, por más tímidas que hubieran sido esas medidas, su tendencia principal era la expropiación de los expropiadores:
"La Comuna estaba formada por consejeros municipales, elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad, responsables y con mandatos revocables en cualquier momento. La mayoría de sus miembros estaba naturalmente formada de obreros o representantes incontestables de la clase obrera. La Comuna debía ser no un cuerpo parlamentario, sino un órgano de trabajo, Ejecutivo y Legislativo al mismo tiempo. En vez de seguir siendo el agente del gobierno central, la policía fue inmediatamente despojada de sus atributos políticos y convertida en agente de la Comuna, responsable y sustituible en cualquier momento. Lo mismo se hizo en relación con los funcionarios de todas las demás ramas de la administración. De los miembros de la Comuna hasta los puestos inferiores, el servicio público tenía que ser remunerado con salarios de obreros. Los derechos adquiridos y los gastos de representación de los altos dignatarios del Estado desaparecieron con los propios altos dignatarios "(La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx destacó cómo la Comuna, aunque en su corta duración, pudo tomar medidas importantes: tomó medidas para "destruir la fuerza espiritual de la represión", el "poder de los curas", decretando la separación de la Iglesia y del Estado y la expropiación de todas las Iglesias como corporaciones poseedoras. Todas las instituciones de enseñanza se abrieron gratuitamente al pueblo y al mismo tiempo emancipadas de toda intromisión de la Iglesia. Los funcionarios judiciales debían perder "aquella fingida independencia" y así como otros funcionarios públicos deberían ser funcionarios electivos, responsables y revocables. Sin embargo, la Comuna, por su corta duración y por las insuficiencias de su dirección, no pudo desarrollar más la forma que debería revestir esa nueva forma de Estado y gobierno, tarea que sólo pudo cumplirse con la Gran Revolución Socialista de Octubre.
Lenin apuntó que la Comuna fue un brillante ejemplo de cómo el proletariado "sabe cumplir unánime las tareas democráticas que la burguesía sólo sabía proclamar" (Lenin, Enseñanzas de la Comuna). Al analizar las medidas sociales y económicas adoptadas por los trabajadores parisinos en La Guerra Civil en Francia, Marx destacaba la idea de que, por más tímidas que hubieran sido esas medidas, su tendencia principal era la expropiación de los expropiadores:
"La Comuna estaba formada por consejeros municipales, elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad, responsables y con mandatos revocables en cualquier momento. La mayoría de sus miembros estaba naturalmente formada de obreros o representantes incontestables de la clase obrera. La Comuna debía ser no un cuerpo parlamentario, sino un órgano de trabajo, Ejecutivo y Legislativo al mismo tiempo. En vez de seguir siendo el agente del gobierno central, la policía fue inmediatamente despojada de sus atributos políticos y convertida en agente de la Comuna, responsable y sustituible en cualquier momento. Lo mismo se hizo en relación con los funcionarios de todas las demás ramas de la administración. De los miembros de la Comuna hasta los puestos inferiores, el servicio público tenía que ser remunerado con salarios de obreros. Los derechos adquiridos y los gastos de representación de los altos dignatarios del Estado desaparecieron con los propios altos dignatarios "(La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Marx destacó cómo la Comuna, aunque en su corta duración, pudo tomar medidas importantes: tomó medidas para "destruir la fuerza espiritual de la represión", el "poder de los curas", decretando la separación de la Iglesia y del Estado y la expropiación de todas las Iglesias como corporaciones poseedoras. Todas las instituciones de enseñanza se abrieron gratuitamente al pueblo y al mismo tiempo emancipadas de toda intromisión de la Iglesia. Los funcionarios judiciales debían perder "aquella fingida independencia" y así como otros funcionarios públicos deberían ser funcionarios electivos, responsables y revocables. Sin embargo, la Comuna, por su corta duración y por las insuficiencias de su dirección, no pudo desarrollar más la forma que debería revestir esa nueva forma de Estado y gobierno, tarea que sólo pudo cumplirse con la Gran Revolución Socialista de Octubre.
Como resultado de
la experiencia de la Comuna de París, la doctrina científica del proletariado
fue enriquecida con la lección de que la máquina del Estado debe ser destruida,
con todos sus apéndices y, en su lugar, erigida una nueva, la dictadura
proletaria. Y
vino a primer plano la cuestión teórica de que no basta con tomar el Poder,
sino que se trata de destruir toda la vieja maquinaria burocrática-militar,
erigir una nueva organización estatal correspondiente al nuevo Poder y, sobre
todo mantenerlo y consolidarlo .
Lecciones históricas para el proletariado
En el momento en que la Comuna de París aún estaba luchando Marx supo ver su importancia histórica, exponiendo sus errores fundamentales y sacando conclusiones de suma trascendencia para la teoría y táctica revolucionaria del proletariado.
Sobre todo la Comuna confirma la conclusión de que en toda la experiencia histórica de las luchas del proletariado y de las masas populares, para el triunfo o derrota de la revolución proletaria, el factor decisivo ha sido el Partido Comunista y la condición de que prevalezca en él una línea ideológico-política correcta o errónea.
Karl Marx nos mostró que fue, sobre todo en la ausencia del partido revolucionario único del proletariado y de su dirección absoluta, así como que en la falta de comprensión de la necesaria dictadura de clase revolucionaria, en todos los terrenos, sobre la burguesía y demás clases explotadoras derribadas del Poder, que se encontraban las causas principales de su derrota.
Durante su intercambio de correspondencias con Kugelmann, el 12 de abril de 1871, Marx apuntó los errores fatales de los comuneros: 1) Se debería haber emprendido inmediatamente la ofensiva contra Versalles, mientras el enemigo estaba en pánico y no había tenido tiempo de concentrar sus fuerzas. Esta ocasión se dejó escapar; 2) El Comité Central renunció demasiado rápido a sus poderes para ceder lugar a la Comuna.
Marx apuntó, un error decisivo del Comité Central, precisamente en la "su repugnancia en aceptar la Guerra Civil (...) en no marchar inmediatamente sobre Versalles", lo que significaba desarrollar decididamente la Guerra civil revolucionaria y llevar la revolución a todo país. En vez de coronar su victoria en París, desarrollando una resuelta ofensiva sobre Versalles la Comuna tardó, dando tiempo para que Versalles se preparara, reuniendo fuerzas para la ofensiva sangrienta de mayo.
Lecciones históricas para el proletariado
En el momento en que la Comuna de París aún estaba luchando Marx supo ver su importancia histórica, exponiendo sus errores fundamentales y sacando conclusiones de suma trascendencia para la teoría y táctica revolucionaria del proletariado.
Sobre todo la Comuna confirma la conclusión de que en toda la experiencia histórica de las luchas del proletariado y de las masas populares, para el triunfo o derrota de la revolución proletaria, el factor decisivo ha sido el Partido Comunista y la condición de que prevalezca en él una línea ideológico-política correcta o errónea.
Karl Marx nos mostró que fue, sobre todo en la ausencia del partido revolucionario único del proletariado y de su dirección absoluta, así como que en la falta de comprensión de la necesaria dictadura de clase revolucionaria, en todos los terrenos, sobre la burguesía y demás clases explotadoras derribadas del Poder, que se encontraban las causas principales de su derrota.
Durante su intercambio de correspondencias con Kugelmann, el 12 de abril de 1871, Marx apuntó los errores fatales de los comuneros: 1) Se debería haber emprendido inmediatamente la ofensiva contra Versalles, mientras el enemigo estaba en pánico y no había tenido tiempo de concentrar sus fuerzas. Esta ocasión se dejó escapar; 2) El Comité Central renunció demasiado rápido a sus poderes para ceder lugar a la Comuna.
Marx apuntó, un error decisivo del Comité Central, precisamente en la "su repugnancia en aceptar la Guerra Civil (...) en no marchar inmediatamente sobre Versalles", lo que significaba desarrollar decididamente la Guerra civil revolucionaria y llevar la revolución a todo país. En vez de coronar su victoria en París, desarrollando una resuelta ofensiva sobre Versalles la Comuna tardó, dando tiempo para que Versalles se preparara, reuniendo fuerzas para la ofensiva sangrienta de mayo.
Engels afirmó
que las jornadas de junio de 1848, cuando tras la derrota del proletariado la
burguesía había promovido un odioso baño de sangre contra prisioneros
indefensos, no había sido más que una "broma de niños", comparado al
frenesí sangriento de la burguesía en 1871 que llevó al fusilamiento de más de
30.000 personas. Este terrible baño de sangre había hecho con que el
proletariado, que hasta entonces sólo había conocido a la burguesía como fuerza
revolucionaria, la conociera por primera vez unida en su saña reaccionaria en
la contrarrevolución.
"El hecho sin precedente, de que después de la guerra más tremenda de los tiempos modernos, el ejército vencedor y el vencido confraternizen en la matanza común del proletariado, no representa, como cree Bismarck, el aplastamiento definitivo de la nueva sociedad que avanza, sino el desmoronamiento completo de la sociedad burguesa "(p.103 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx)
Lenin, sintetizando a Marx, nos apuntó dos errores fundamentales en el balance de la Comuna. El primero de ellos, de carácter político, es que el proletariado se detuvo "a mitad del camino", no iniciando la "expropiación de los expropiadores", no se apropió de instituciones como por ejemplo el Banco de Francia, que increíblemente no fue tocado. La segunda de carácter ideológico: la magnanimidad del proletariado ante el enemigo y la indulgencia ante sus acciones criminales.
En cuanto a Versalles promovía el terror blanco contra la Comuna, con el asesinato de miembros Guardia Nacional desarmados, fusilamientos de prisioneros de guerra y civiles desarmados, el Comité Central vacilaba en responder medida por medida, en oponer el "terror rojo" al "terror blanco" "Esta indulgencia del Comité Central, esa magnanimidad de los obreros armados que contrastaban tan abiertamente con los hábitos del 'Partido del Orden” (p.62 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Sólo el 7 de abril, cuando la Comuna publicó decreto ordenando represalias y declarando que era "su deber para proteger París contra las hazañas canibalescas de los bandidos de Versalles, exigiendo ojo por ojo, diente por diente", que los fusilamientos de prisioneros cesaron temporalmente . Sin embargo, cuando Versalles constató que el decreto era sólo una "amenaza inofensiva", y que "se respetaba la vida hasta de sus gendarmes espías detenidos en París bajo el disfraz de guardas nacionales y hasta los sergentes de ville detenidos con bombas incendiarias, los fusilamientos de prisioneros se reanudaron y prosiguieron hasta el final.” (p.66 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
"El hecho sin precedente, de que después de la guerra más tremenda de los tiempos modernos, el ejército vencedor y el vencido confraternizen en la matanza común del proletariado, no representa, como cree Bismarck, el aplastamiento definitivo de la nueva sociedad que avanza, sino el desmoronamiento completo de la sociedad burguesa "(p.103 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx)
Lenin, sintetizando a Marx, nos apuntó dos errores fundamentales en el balance de la Comuna. El primero de ellos, de carácter político, es que el proletariado se detuvo "a mitad del camino", no iniciando la "expropiación de los expropiadores", no se apropió de instituciones como por ejemplo el Banco de Francia, que increíblemente no fue tocado. La segunda de carácter ideológico: la magnanimidad del proletariado ante el enemigo y la indulgencia ante sus acciones criminales.
En cuanto a Versalles promovía el terror blanco contra la Comuna, con el asesinato de miembros Guardia Nacional desarmados, fusilamientos de prisioneros de guerra y civiles desarmados, el Comité Central vacilaba en responder medida por medida, en oponer el "terror rojo" al "terror blanco" "Esta indulgencia del Comité Central, esa magnanimidad de los obreros armados que contrastaban tan abiertamente con los hábitos del 'Partido del Orden” (p.62 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Sólo el 7 de abril, cuando la Comuna publicó decreto ordenando represalias y declarando que era "su deber para proteger París contra las hazañas canibalescas de los bandidos de Versalles, exigiendo ojo por ojo, diente por diente", que los fusilamientos de prisioneros cesaron temporalmente . Sin embargo, cuando Versalles constató que el decreto era sólo una "amenaza inofensiva", y que "se respetaba la vida hasta de sus gendarmes espías detenidos en París bajo el disfraz de guardas nacionales y hasta los sergentes de ville detenidos con bombas incendiarias, los fusilamientos de prisioneros se reanudaron y prosiguieron hasta el final.” (p.66 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx).
Con esas
preciosas enseñanzas Marx nos aportó una lección de gran importancia y
trascendencia para el proletariado internacional: “no ser magnánimos con
el enemigo de clase, no ser indulgentes con la contrarrevolución”.
(subrayado nuestro)
Afirmación definitiva del marxismo en el movimiento obrero
La guerra civil en Francia, importantísimo documento político de la Internacional, ha provisto al proletariado internacional con la experiencia de la Comuna y ha sido una brillante demostración de la victoria ideológica del marxismo sobre todas las variantes del socialismo premarxista. "Al final del primer período (1848-1871), período de tempestades y revoluciones, muere (grifo del autor) el socialismo premarxista.". (Lenin, Vicisitudes históricas de la doctrina de Karl Marx). Esta genial síntesis de la experiencia de la Comuna tuvo particular importancia en la lucha contra los ideólogos de la pequeña burguesía que negaban la necesidad de la dictadura del proletariado.
Conforme a lo que resalta Lenin en El Estado y la Revolución: "Aunque el movimiento revolucionario de las masas falló a su objetivo, Marx vio en él una experiencia histórica de enorme importancia, un paso adelante en la revolución proletaria universal, un intento práctico más importante que cientos de programas y argumentos. Analizar esa experiencia, recoger en ella lecciones de táctica y someter a prueba su teoría, he aquí la tarea que Marx se impuso”.
En la Conferencia de Londres de 1871, refiriéndose a la Comuna de París, Marx y Engels demostraron cuán inútil sería renunciar a la lucha política e hicieron ver la necesidad de formar un partido obrero revolucionario que sería la fuerza dirigente del proletariado en su lucha por el socialismo . Como resultado de la Conferencia, ésta aprobó una resolución sobre la lucha política de la clase obrera, subrayando que el proletariado no podría actuar como clase contra el poder colectivo de las clases poseedoras si no organizaba su propio partido político, necesario para asegurar el triunfo de la revolución social y, alcanzar su meta: la supresión de las clases.
Contraponiendo las maquinaciones que los anarquistas hacían para minar la disciplina de la Internacional y convertir al Consejo General en un simple organismo de carácter informativo, la Conferencia dejó bien claro en varias resoluciones que el Consejo General era, más que nunca, el centro ideológico, el Estado Mayor del proletariado internacional.
Afirmación definitiva del marxismo en el movimiento obrero
La guerra civil en Francia, importantísimo documento político de la Internacional, ha provisto al proletariado internacional con la experiencia de la Comuna y ha sido una brillante demostración de la victoria ideológica del marxismo sobre todas las variantes del socialismo premarxista. "Al final del primer período (1848-1871), período de tempestades y revoluciones, muere (grifo del autor) el socialismo premarxista.". (Lenin, Vicisitudes históricas de la doctrina de Karl Marx). Esta genial síntesis de la experiencia de la Comuna tuvo particular importancia en la lucha contra los ideólogos de la pequeña burguesía que negaban la necesidad de la dictadura del proletariado.
Conforme a lo que resalta Lenin en El Estado y la Revolución: "Aunque el movimiento revolucionario de las masas falló a su objetivo, Marx vio en él una experiencia histórica de enorme importancia, un paso adelante en la revolución proletaria universal, un intento práctico más importante que cientos de programas y argumentos. Analizar esa experiencia, recoger en ella lecciones de táctica y someter a prueba su teoría, he aquí la tarea que Marx se impuso”.
En la Conferencia de Londres de 1871, refiriéndose a la Comuna de París, Marx y Engels demostraron cuán inútil sería renunciar a la lucha política e hicieron ver la necesidad de formar un partido obrero revolucionario que sería la fuerza dirigente del proletariado en su lucha por el socialismo . Como resultado de la Conferencia, ésta aprobó una resolución sobre la lucha política de la clase obrera, subrayando que el proletariado no podría actuar como clase contra el poder colectivo de las clases poseedoras si no organizaba su propio partido político, necesario para asegurar el triunfo de la revolución social y, alcanzar su meta: la supresión de las clases.
Contraponiendo las maquinaciones que los anarquistas hacían para minar la disciplina de la Internacional y convertir al Consejo General en un simple organismo de carácter informativo, la Conferencia dejó bien claro en varias resoluciones que el Consejo General era, más que nunca, el centro ideológico, el Estado Mayor del proletariado internacional.
Fue tomando las
enseñanzas de Marx sobre la Comuna de París que el proletariado ruso, bajo la
dirección del Partido Bolchevique y la jefatura de Lenin, triunfó con la Gran
Revolución Socialista de Octubre de 1917, construyendo el Poder Soviético, como
verdadero continuador de la Comuna. Los
soviets, fueron la forma superior de organización, a través de la cual se alzó
la dictadura del proletariado, basada en la alianza obrero-campesina, uniendo a
las masas trabajadoras y explotadas más atrasadas y dispersas, con las que se
aseguró el paso ininterrumpido de la revolución democrático- burguesa para
la revolución socialista.
Cuando las masas, guiadas por el Presidente Mao Tsetung y bajo la dirección del Partido Comunista tomaron el poder en China, fue la experiencia de la Comuna tal que sintetizada por Marx y desarrollada por Lenin, en la forma de los Soviets que sirvió de base para la estructuración de la nueva, sociedad en la República Popular de China. Como afirmó el Presidente Mao en noviembre de 1958:
"¿Cuál es la naturaleza de la comuna popular? Esta es la unidad de base de la estructura social china que reúne a obreros, campesinos, soldados, intelectuales y comerciantes. Actualmente constituye la organización administrativa de base. La comuna popular es la mejor forma de organización para la realización de los dos pasos: el paso del socialismo de hoy al sistema general de la propiedad de todo el pueblo, y el paso del sistema general de la propiedad de todo el pueblo al comunismo. Después de esos pasos, la comuna popular constituirá la estructura de base de la sociedad comunista.
Y, más tarde, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), el gran y más alto marco de la revolución proletaria mundial, fueron los Comités Revolucionarios de triple integración, los nuevos órganos de Poder que se constituyeron como los continuadores de la Comuna.
Los Comités Revolucionarios de triple integración fueron originarios de la tenaz lucha impulsada y dirigida por el Presidente Mao Tsetung contra la restauración capitalista, a través del cual millones de masas tomaron en sus manos los asuntos del Estado, los problemas políticos, militares, culturales, relativos a la producción, etc., y derribaron a los representantes de la burguesía que se habían incrustado en el Partido, en el Ejército Popular de Liberación y en el Estado, impidiendo por 10 años la restauración capitalista en China.
Cuando las masas, guiadas por el Presidente Mao Tsetung y bajo la dirección del Partido Comunista tomaron el poder en China, fue la experiencia de la Comuna tal que sintetizada por Marx y desarrollada por Lenin, en la forma de los Soviets que sirvió de base para la estructuración de la nueva, sociedad en la República Popular de China. Como afirmó el Presidente Mao en noviembre de 1958:
"¿Cuál es la naturaleza de la comuna popular? Esta es la unidad de base de la estructura social china que reúne a obreros, campesinos, soldados, intelectuales y comerciantes. Actualmente constituye la organización administrativa de base. La comuna popular es la mejor forma de organización para la realización de los dos pasos: el paso del socialismo de hoy al sistema general de la propiedad de todo el pueblo, y el paso del sistema general de la propiedad de todo el pueblo al comunismo. Después de esos pasos, la comuna popular constituirá la estructura de base de la sociedad comunista.
Y, más tarde, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), el gran y más alto marco de la revolución proletaria mundial, fueron los Comités Revolucionarios de triple integración, los nuevos órganos de Poder que se constituyeron como los continuadores de la Comuna.
Los Comités Revolucionarios de triple integración fueron originarios de la tenaz lucha impulsada y dirigida por el Presidente Mao Tsetung contra la restauración capitalista, a través del cual millones de masas tomaron en sus manos los asuntos del Estado, los problemas políticos, militares, culturales, relativos a la producción, etc., y derribaron a los representantes de la burguesía que se habían incrustado en el Partido, en el Ejército Popular de Liberación y en el Estado, impidiendo por 10 años la restauración capitalista en China.
Como dijo Lenin:
"La causa de la Comuna es la causa de la revolución social, es la causa
de la completa emancipación política y económica de los trabajadores, es la
causa del proletariado mundial. Y
en ese sentido es inmortal". Por eso, al concluir este artículo,
reafirmamos las palabras proféticas de Marx al concluir la guerra civil en
Francia:
"El París de los obreros, con su Comuna, será eternamente enaltecida como heraldo glorioso de una nueva sociedad. Sus mártires tienen su santuario en el corazón de la clase obrera ". (p.105 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx)
Notas:
1 - Proudhonistas: nombre dado a los seguidores del ideólogo pequeñoburgués Pierre Joseph Proudhon. No comprendían el papel histórico y el significado del proletariado, negaban la lucha de clases, la revolución proletaria, la dictadura del proletariado y, como anarquistas, negaban también la necesidad del Estado. La lucha determinada de Karl Marx y F. Engels y sus partidarios contra el proudhonismo terminó con la completa victoria del marxismo en la I Internacional.
2 - Blanquistas: adeptos de la corriente del movimiento socialista francés dirigida por Louis-Auguste Blanqui (1805-1881), representante del comunismo utópico. Los blanquistas negaban la lucha de clases y creían que la "humanidad se liberaría de la esclavitud asalariada gracias a la conspiración de una pequeña minoría de intelectuales", según bien caracterizado por Lenin. Sustituyeron la actividad del partido revolucionario por la de un grupo secreto de conspiradores, no tenían en cuenta la situación concreta necesaria para la victoria de la insurrección y despreciaban los vínculos con las masas.
Referencias:
* Las notas marcadas con el número de página corresponden a la edición en lengua española La guerra civil en Francia, publicada por Ediciones Lenguas Estrangeras, Pekin.
1 - K. Marx, F. Engels, Cartas escogidas, p. 263, Ed. 1953.
2 - Lenin, I.V., El Estado y la revolución, Obras, Lisboa / Moscú, Editorial Avante / Problemas Progreso, t. 2, 1977.
4- V. I. Lenin, Obras, t. 18, p. 545, 4ª ed. en ruso.
5 - K. Marx, La guerra civil en Francia, Editorial Avante, 1984
6 - E. Stepanova, Karl Marx - Bosquejo biográfico, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1954.
"El París de los obreros, con su Comuna, será eternamente enaltecida como heraldo glorioso de una nueva sociedad. Sus mártires tienen su santuario en el corazón de la clase obrera ". (p.105 - La guerra civil en Francia, 1871, Marx)
Notas:
1 - Proudhonistas: nombre dado a los seguidores del ideólogo pequeñoburgués Pierre Joseph Proudhon. No comprendían el papel histórico y el significado del proletariado, negaban la lucha de clases, la revolución proletaria, la dictadura del proletariado y, como anarquistas, negaban también la necesidad del Estado. La lucha determinada de Karl Marx y F. Engels y sus partidarios contra el proudhonismo terminó con la completa victoria del marxismo en la I Internacional.
2 - Blanquistas: adeptos de la corriente del movimiento socialista francés dirigida por Louis-Auguste Blanqui (1805-1881), representante del comunismo utópico. Los blanquistas negaban la lucha de clases y creían que la "humanidad se liberaría de la esclavitud asalariada gracias a la conspiración de una pequeña minoría de intelectuales", según bien caracterizado por Lenin. Sustituyeron la actividad del partido revolucionario por la de un grupo secreto de conspiradores, no tenían en cuenta la situación concreta necesaria para la victoria de la insurrección y despreciaban los vínculos con las masas.
Referencias:
* Las notas marcadas con el número de página corresponden a la edición en lengua española La guerra civil en Francia, publicada por Ediciones Lenguas Estrangeras, Pekin.
1 - K. Marx, F. Engels, Cartas escogidas, p. 263, Ed. 1953.
2 - Lenin, I.V., El Estado y la revolución, Obras, Lisboa / Moscú, Editorial Avante / Problemas Progreso, t. 2, 1977.
4- V. I. Lenin, Obras, t. 18, p. 545, 4ª ed. en ruso.
5 - K. Marx, La guerra civil en Francia, Editorial Avante, 1984
6 - E. Stepanova, Karl Marx - Bosquejo biográfico, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1954.
Wednesday, March 28, 2018
PERÚ: PPK: allanamiento a sus propiedades duró más de 12 horas o como se va cocinando la impunidad del yanqui genocida Pedro Pablo Kuczynski
Somos partidarios de que sólo el pueblo puede hacer justicia al pueblo y esto sólo es posible mediante el desarrollo de la guerra popular dirigida por el Partido Comunista.
Como lo hemos denunciado en referencia al escándalo del toma y daca de diciembre entre una parte de la bancada fujimorista y el ex-presidente PPK donde se apoyo a éste contra la solicitud de vacancia a cambio del indulto al fascista, genocida y vendepatria Fujimori:
"Se armó gran escándalo mundial, que le ha quitado todo viso de legitimidad a las instituciones del viejo Estado como Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Fuerzas Armadas, etc. Violaron todas sus propias normas al respecto y los más elementales criterios de sentido común. Indulto preparado por la reacción peruana y el imperialismo yanqui desde que el genocida va a Chile y se produce el pedido de extradición, hasta la acusación fiscal, el juicio y la sentencia. Gran estafa porque no fue condenado por delito de “lesa humanidad” como se propagandizo sino sólo por delito común".
Ahora queremos incidir en la parte que hemos subrayado del párrafo que reproducimos hoy. La parte subrayada nos da perfecta claridad de como actúan los que mandan en el Perú para cubrir los crimenes de los fascistas, genocidas y vendepatria que representan al viejo Estado, crímenes que cometen en el saqueo del país, la opresión y la guerra contrarrevolucionaria contra el pueblo.
Foto del yanqui fascista, genocida y vendepatria PPK camino a la impunidad
En esos casos de "crímenes de cuello y corbata" actúan, pese a sus pugnas reales, coludidos para hacerse los que imparten justicia, que persiguen y que hasta sancionan a estos miserables fascistas genocidas que venden a tajadas el país y se llevan su parte en el negocio sin medida ni clemencia.
Pero, sus instituciones y autoridades del Ejecutivo, Legislativo, Judicial y sus Fuerzas Armadas y Policiales, sus partiduchos políticos incluídos la de esa llamada "izquierda" venal con cabeza de ánforas como el FA o el "Viejo Perú" de la Mendoza, etc., todos éstos sólo escenifican una treta de justicia, justicia amanada que favorece a los explotadores y opresores nativos y a los imperialistas principalmente yanquis. Tratan así de recuperar la "legitimidad" perdida del viejo Estado terrateniente-burocrático al servicio del imperialismo principalmente yanqui, sino como dice una especialista "habría un hueco negro" y aplacar las justas iras de las masas contra los opresores y explotadores, necesitan hacerlo como parte de su llamada "guerra de baja intensidad" contra la guerra popular que dirige el PCP.
Todo el teatro de "justicia" o "sanción" va acompasado con el bullicio orquestado para distraer el fin último de todas esas acciones que llevan a cabo sus fiscales y jueces: la impunidad de estos miserables enemigos del pueblo; para eso cuentan con el monopolio de los medios y de grandes abogados "constitucionalistas", penalistas y "especialistas emn derechos humanos. Pero con raras excepciones estos bogados, las instituciones de "defensa" de los llamados "Derechos Humanos", periodistas, colegios de abogados, juececillos y ficalitos miserable hacen todo para presentar la "acción penal" como imparcial y severa, con impedimentos de salida del país, extradición, prisión preventiva, etc.
Mientras más imparcial y duro parezca, "la investigación" y el proceso judicial, es mejor para encubrir el proceso de la impunidad en marcha. En este camino se fabrican u ocultan pruebas no para condenar sino para absolver, ver como se las vicia, como se festina trámites o se demora los pasos indispensables y al final se presenta una sentencia o resolución final donde se le dice de todo al "acusado" pero en la parte resolutiva aparece una sentencia diminuta en relación a sus crímenes, o se lo persigue por figuras delictivas que por su naturaleza ya estan prescritas o en ese proceso de prescripció.
Por ejemplo, el fiscal tipifica otros delitos de los que realmente correspondería perseguir y el juez o los jueces se hace de la vista gorda (como el juez supremo San Martín eluego el mismo Rodríguez en el caso de Fujimori) y no mandan adecuar la denucia, acusación, etc. Así es el tongo de la justicia de clase en el Perú y en todos los Estados burgueses. Por eso somos partidarios de que sólo el pueblo puede hacer justicia al pueblo y esto sólo es posible mediante el desarrollo de la guerra popular dirigida por el Partido Comunista.
Y como nosotros no hablamos si fundamentarnos con hechos incontrastables y hacemos análisis concreto de la situación concreta, en relación a esta nuestra denuncia, queremos llamar la atención que en un diario de la reacción, El Comercio de Lima, en la edición internet de 24.03.2018 / 05:48 pm, apareció el siguiente artículo de Gustavo Kanashiro Fonken: "PPK: ¿Son proporcionales las medidas contra el ex presidente? A pedido de la fiscalía, el Poder Judicial ordenó hoy un pedido de impedimento de salida del país contra PPK por 18 meses, también el allanamiento de tres inmuebles a su nombre"firmado por las investigaciones del Caso Odebrecht. Gustavo Kanashiro Fonken. De donde queremos destacar para nuestra denuncia lo siguiente:
"Se armó gran escándalo mundial, que le ha quitado todo viso de legitimidad a las instituciones del viejo Estado como Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Fuerzas Armadas, etc. Violaron todas sus propias normas al respecto y los más elementales criterios de sentido común. Indulto preparado por la reacción peruana y el imperialismo yanqui desde que el genocida va a Chile y se produce el pedido de extradición, hasta la acusación fiscal, el juicio y la sentencia. Gran estafa porque no fue condenado por delito de “lesa humanidad” como se propagandizo sino sólo por delito común".
Ahora queremos incidir en la parte que hemos subrayado del párrafo que reproducimos hoy. La parte subrayada nos da perfecta claridad de como actúan los que mandan en el Perú para cubrir los crimenes de los fascistas, genocidas y vendepatria que representan al viejo Estado, crímenes que cometen en el saqueo del país, la opresión y la guerra contrarrevolucionaria contra el pueblo.
Foto del yanqui fascista, genocida y vendepatria PPK camino a la impunidad
En esos casos de "crímenes de cuello y corbata" actúan, pese a sus pugnas reales, coludidos para hacerse los que imparten justicia, que persiguen y que hasta sancionan a estos miserables fascistas genocidas que venden a tajadas el país y se llevan su parte en el negocio sin medida ni clemencia.
Pero, sus instituciones y autoridades del Ejecutivo, Legislativo, Judicial y sus Fuerzas Armadas y Policiales, sus partiduchos políticos incluídos la de esa llamada "izquierda" venal con cabeza de ánforas como el FA o el "Viejo Perú" de la Mendoza, etc., todos éstos sólo escenifican una treta de justicia, justicia amanada que favorece a los explotadores y opresores nativos y a los imperialistas principalmente yanquis. Tratan así de recuperar la "legitimidad" perdida del viejo Estado terrateniente-burocrático al servicio del imperialismo principalmente yanqui, sino como dice una especialista "habría un hueco negro" y aplacar las justas iras de las masas contra los opresores y explotadores, necesitan hacerlo como parte de su llamada "guerra de baja intensidad" contra la guerra popular que dirige el PCP.
Todo el teatro de "justicia" o "sanción" va acompasado con el bullicio orquestado para distraer el fin último de todas esas acciones que llevan a cabo sus fiscales y jueces: la impunidad de estos miserables enemigos del pueblo; para eso cuentan con el monopolio de los medios y de grandes abogados "constitucionalistas", penalistas y "especialistas emn derechos humanos. Pero con raras excepciones estos bogados, las instituciones de "defensa" de los llamados "Derechos Humanos", periodistas, colegios de abogados, juececillos y ficalitos miserable hacen todo para presentar la "acción penal" como imparcial y severa, con impedimentos de salida del país, extradición, prisión preventiva, etc.
Mientras más imparcial y duro parezca, "la investigación" y el proceso judicial, es mejor para encubrir el proceso de la impunidad en marcha. En este camino se fabrican u ocultan pruebas no para condenar sino para absolver, ver como se las vicia, como se festina trámites o se demora los pasos indispensables y al final se presenta una sentencia o resolución final donde se le dice de todo al "acusado" pero en la parte resolutiva aparece una sentencia diminuta en relación a sus crímenes, o se lo persigue por figuras delictivas que por su naturaleza ya estan prescritas o en ese proceso de prescripció.
Por ejemplo, el fiscal tipifica otros delitos de los que realmente correspondería perseguir y el juez o los jueces se hace de la vista gorda (como el juez supremo San Martín eluego el mismo Rodríguez en el caso de Fujimori) y no mandan adecuar la denucia, acusación, etc. Así es el tongo de la justicia de clase en el Perú y en todos los Estados burgueses. Por eso somos partidarios de que sólo el pueblo puede hacer justicia al pueblo y esto sólo es posible mediante el desarrollo de la guerra popular dirigida por el Partido Comunista.
Y como nosotros no hablamos si fundamentarnos con hechos incontrastables y hacemos análisis concreto de la situación concreta, en relación a esta nuestra denuncia, queremos llamar la atención que en un diario de la reacción, El Comercio de Lima, en la edición internet de 24.03.2018 / 05:48 pm, apareció el siguiente artículo de Gustavo Kanashiro Fonken: "PPK: ¿Son proporcionales las medidas contra el ex presidente? A pedido de la fiscalía, el Poder Judicial ordenó hoy un pedido de impedimento de salida del país contra PPK por 18 meses, también el allanamiento de tres inmuebles a su nombre"firmado por las investigaciones del Caso Odebrecht. Gustavo Kanashiro Fonken. De donde queremos destacar para nuestra denuncia lo siguiente:
"Con relación
al allanamiento, consideró que prematuro el accionar de la fiscalía.
"Hay otras personas a las que también se investiga y contra quienes no
se ha dictado un allanamiento como este", resaltó.
Por eso,
sugirió "natural moderación" a jueces y fiscales. "Que se investigue si
hay que investigar, pero dejar que la gente piense que la justicia es
una herramienta de venganzas políticas solo deslegitima sus decisiones.
Que sea severa, pero no por eso que deje de actuar con equilibrio y
moderación", comentó.
–Un camino cuestionable –
El abogado penalista y ex procurador anticorrupción César Azabache consideró adecuado que la fiscalía busque que PPK permanezca en el Perú y solicite el impedimento de salir del país, pero cuestionó que use el presunto delito de lavado de activos, algo que no considera que exista en las indagaciones por los pagos a Westfield y First Capital.
El abogado penalista y ex procurador anticorrupción César Azabache consideró adecuado que la fiscalía busque que PPK permanezca en el Perú y solicite el impedimento de salir del país, pero cuestionó que use el presunto delito de lavado de activos, algo que no considera que exista en las indagaciones por los pagos a Westfield y First Capital.
"Estos
pagos, como un caso en sí mismo y en mi opinión, son eventos prescritos,
por más desagradable que sea. Desde mi punto de vista, las
investigaciones adquieren sentido en el marco del Caso Odebrecht y con
el proceso por la Interoceánica Sur. Habría tenido más sentido que la
fiscalía reaccione a la renuncia de PPK incluyéndolo en el caso de las
IIRCSA", comentó.
Agregó que
el delito de lavado de activos como tal, un intento de percibir y
ocultar dinero clandestino, no tiene elementos. Eso, expresó, puede
poner en peligro el caso que busca estructurar la fiscalía.
"La cuestión
de Westfield no es lavado de activos. Puede ser negociación
incompatible, ventaja de privados, pero no hay circulación de fondos
clandestinos", señaló César Azabache al recordar que, a diferencia del
proceso contra Ollanta Humala y Nadine Heredia, no hay elementos que
vinculen los pagos a las empresas vinculadas a PPK con los fondos
ilícitos de Odebrecht.
"PPK merece ser investigado y con todo el rigor, pero no con este tipo de procedimientos", concluyó el penalista".
Los subrayados son nuestros y quzien quiera leer el artículo completo puede consultar la edición del diario reaccionario consignado.
Los subrayados son nuestros y quzien quiera leer el artículo completo puede consultar la edición del diario reaccionario consignado.
Núcleo de Estudos do marxismo-leninismo-maoismo Brasil: Estudar A Guerra Civil na França: Levantar alto a Bandeira Vermelha da Comuna de Paris
200
anos de Karl Marx
Estudar A Guerra Civil
na França:
Levantar
alto a Bandeira Vermelha da Comuna de Paris
Núcleo
de Estudos do marxismo-leninismo-maoismo, Brasil
“O
que é a Comuna, esta esfinge que atormenta o espíritos burgueses?”
Karl
Marx
Hoje,
por ocasião do aniversário de 147 anos da heroica Comuna de Paris,
e como parte da Campanha Mundial de celebração dos 200 anos de
nascimento do Grande Karl Marx, publicamos o este artigo. Nele
destacamos o significado e importância deste grande acontecimento
histórico e a necessidade de se estudar, à luz do
marxismo-leninismo-maoísmo, este imperecível documento do Movimento
Comunista Internacional, A Guerra Civil na França do
grande Karl Marx.
Em
18 de março de 1871, a Comuna de Paris, primeira tentativa do
proletariado de assaltar os céus, deu origem à primeira república
operária da história. Dez dias depois da insurreição popular, o
novo governo revolucionário declarava a independência da Comuna em
relação ao velho poder burguês sediado em Versalhes.
Foi
o heroísmo dos comunardos que, sustentando durante 71 dias, em
Paris, o Poder nas mãos das massas proletárias, fez a
Humanidade conhecer uma nova forma de Estado: a ditadura do
proletariado.
Apesar
da gloriosa luta que os trabalhadores parisienses empreenderam de
armas nas mãos na defesa do Poder Proletário, enfrentando a mais
brutal e sanguinária contrarrevolução, foram derrotados pelas
forças militares serviçais da burguesia, dos latifundiários,
dos especuladores da bolsa e de todo tipo de ladrões reunidos em
Versalhes, que cercaram Paris e bombardearam-na impiedosamente, com o
apoio das tropas prussianas.
O
fim da Comuna de Paris em maio de 1871, longe de significar
simplesmente uma derrota
para a classe operária, foi um feito histórico de grande
transcendência, que marcou para sempre a luta do proletariado
internacional. A Comuna de Paris é
o primeiro grande acontecimento do
processo da Revolução Proletária Mundial
e por isso, entorno da tomada
de posição sobre ela e seu correto balanço, separam-se
marxismo e revisionismo.
Coube
à Marx, armado com a ideologia científica do proletariado, o
materialismo histórico dialético, extrair os ensinamentos e o
verdadeiro significado histórico desse grandioso acontecimento,
expostos em seu célebre A
Guerra Civil na
França. Obra essa, escrita a pedido do Conselho Geral
como convocação aos membros da Associação Internacional do
Trabalho (AIT).
Na
Introdução
publicada em 1891, por ocasião dos vinte anos da Comuna de Paris,
Engels, afirma que passadas duas décadas e com base em novas
informações obtidas era necessário “completar um pouco” a
exposição feita em Guerra Civil na França. Junto a essa
importante Introdução, Engels também agrega os dois
Manifestos do Conselho Geral da Associação Internacional dos
Trabalhadores – AIT, sobre a Guerra Franco-Prussiana. Os três
documentos citados, disponíveis em praticamente todas as edições,
devem ser estudados como parte de A Guerra Civil na França.
Um
entusiasta da Comuna
Alguns
meses antes da revolução em Paris, no outono de 1870, Marx havia
advertido ao proletariado francês de que não deveria sublevar-se
prematuramente, prevendo que esta fracassaria por não contar com um
Partido Comunista que a dirija. Contudo quando a sublevação se
produziu, Marx, tomando firme posição de classe, a apoiou
incondicionalmente, saudou ao proletariado que havia ousado “assaltar
os céus”.
“Quando
a Comuna de Paris tomou em suas próprias mãos a direção da
revolução, quando, pela primeira vez na história,
simples operários se atreveram a violar o privilégio governamental
de seus ‘superiores naturais’ (…) o velho mundo se retorceu em
convulsões de raiva ante ao espetáculo da Bandeira Vermelha,
símbolo da República do Trabalho, tremulando sobre o Hotel
Le Ville” (p.79 - A Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Por
meio de cartas e instruções verbais que transmitiam aos membros da
AIT, Marx e Engels tratavam de orientar os comunardos, dando-lhes
preciosos conselhos. Porém, suas indicações nem sempre chegavam
oportunamente à Paris pois a cidade se encontrava submetida a um
intenso cerco inimigo.
Além
disso, os membros da Comuna, estavam divididos entre uma maioria de
blanquistas que prevaleciam
no Comitê Central da Guarda Nacional e uma minoria de membros da
AIT, entre os quais prevaleciam os adeptos da Escola socialista de
Proudhon. Engels aponta que coube aos proudhonianos a principal
responsabilidade pelas medidas econômicas da Comuna, enquanto coube
aos blanquistas a principal responsabilidade pelas medidas políticas.
“E,
em ambos casos, a ironia da história quis – como acontece
geralmente quando o poder cai nas mãos dos doutrinários – que
tanto uns quanto os outros fizessem o contrário do que a doutrina de
sua escola respectiva prescrevia. (…) Por
isso a Comuna foi a tumba da escola proudhoniana do socialismo (…)
Essa escola desapareceu dos meios operários franceses
e a teoria de Marx predomina sem discussão”. (Engels,
Introdução. A Guerra Civil na França)
Em
Guerra Civil na França Marx definiu com aguda
clareza o papel destes elementos oportunistas no movimento operário,
demonstrando que o movimento operário revolucionário em seu
desenvolvimento contraditório e como resultado direto de sua ação,
acumula o que Engels chamará de “colossal monte de lixo” que
necessita ser varrido:
“Em
todas as revoluções ao lado dos verdadeiros revolucionários,
figuram homens de outra natureza. Alguns deles, sobreviventes de
revoluções passadas, que conservam sua devoção por elas, sem
visão do movimento atual; porém donos todavia de sua influência
sobre o povo, por sua reconhecida honradez e valentia, ou
simplesmente pela força da tradição; outros, simples charlatães
que, a força de repetir ano após ano as mesmas declarações
estereotipadas contra o governo do dia, obtiveram por contrabando uma
reputação de revolucionários de pura cepa. Depois do 18 de março
saíram também à superfície homens destes, e em alguns casos
lograram desempenhar
papeis proeminentes. Na medida em que seu poder o permitia,
entorpeceram a verdadeira ação da classe operária, o mesmo que
outros de sua espécie entorpeceram o desenvolvimento de todas as
revoluções anteriores. Constituem um mal inevitável; com o tempo
se lhes quita os meios, porém a Comuna não pôde dispôr de
tempo”.(p.86 -
A Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Caráter
internacionalista
A
Comuna, em correspondência com seu caráter de classe proletário,
demarcou desde o princípio seu caráter internacionalista, pois a
“bandeira da Comuna é a bandeira da República Mundial”(p.8).
Em meio ao cerco prussiano, “nomeou um operário alemão como
Ministro do Trabalho (…) a Comuna honrou aos heroicos filhos da
Polônia, colocando-os à cabeça dos defensores de
Paris (…) e para marcar nitidamente a nova era
histórica, que conscientemente inaugurava, a Comuna, ante aos olhos
dos vencedores prussianos, de uma parte e do exército bonapartista
por outro, pôs abaixo aquele símbolo gigantesco da glória
guerreira que era a Coluna Vendome1”.
Marx
sintetizou assim o dever internacionalista cumprido na
Comuna: “A Comuna concedeu a todos os estrangeiros
a honra de morrer por uma causa imortal” (p.82
sublinhado
nosso)
O
heroísmo revolucionário
Em
uma carta a Kugelmann, ainda quando os combates se desenvolviam em
Paris, Marx destacou o papel do heroísmo e vontade inquebrantável
dos comunardos, “que
iniciativa histórica, que capacidade de autossacrifício demonstram
estes parisienses!”,
afirmando que essas
refletiam
“a grandeza da causa”
e que graças as mesmas, a
moral da classe foi
elevada:
“Os
canalhas burgueses de Versalhes (…) plantearam ante aos parisienses
a alternativa: aceitar o desafio o entregar-se sem luta. A
desmoralização da classe operária neste último caso
teria sido uma desgraça muito maior que o
perecimento de qualquer número de ‘líderes’”.
(sublinhado nosso)
Com
isso Marx nos
ensinou que não
podermos permitir que a moral da classe seja machada,
não importa quantos líderes caiam e que um alto preço tenha
que ser pago. Essa preciosa lição nos serve para aplastar o novo
revisionismo e sua sinistra política de acordos de paz e
capitulação, ensinando que para “assaltar os céus”
e fazer a revolução é preciso estar disposto a pagar a cota,
que somente “quem não teme ser cortado em mil pedaços,
desafia o imperador”.
Continuando,
Marx estabeleceu o grande papel histórico da Comuna para a Revolução
Mundial. Afirmou que por ter “assaltado os céus” audaz e
heroicamente a Comuna havia feito a Revolução Mundial entrar em uma
“nova fase”, ou seja, com ela o
proletariado inicia seu processo de luta pelo poder, entrando na
etapa de defensiva estratégica2,
afirma que “Graças
à Comuna de Paris, a luta da classe operária contra a
classe dos capitalistas e contra o Estado que representa os
interesses desta entrou em uma nova fase. Seja
qual for o desenlace imediato dessa vez, se conquistou um novo ponto
de partida que tem importância para a história de todo mundo”3.
(sublinhado nosso)
A
Violência Revolucionária
A
Comuna afirmou a necessidade
da violência revolucionária e
mostrou
a força da guerra civil, estabelecendo
a
comprovação prática
do
princípio
marxista segundo o
qual “o
poder nasce do fuzil” e
que “sem um
exército popular, o povo nada terá4”.
O “fantasma que rondava a
Europa”, havia se convertido em uma ameaça real.
Engels
em sua Introdução,
tomando a experiência da luta revolucionária do proletariado
francês, afirmou
que “o desarmamento dos
operários era o primeiro mandamento dos burgueses que se encontravam
no timão do Estado. Daí que depois de cada revolução vencida
pelos
operários, estala uma nova luta, que termina com a derrota destes.
(p.3 - A Guerra
Civil na França,
1871, Marx)
Marx
demonstrou que o cerne da política contrarrevolucionária de Thiers
para conjurar e derrotar a revolução era tentar promover o
desarmamento das massas, “Paris armada era o único
obstaculo sério a que se alçava no caminho da conspiração
contrarrevolucionária”(p.56
- A
Guerra Civil na
França, 1871, Marx),
reafirmando o princípio da violência revolucionária afirmou:
“Paris armada era a revolução armada”.
Lenin
ressaltou sua importância para afirmar a guerra civil como caminho
para a tomada do poder, ao afirmar que “O proletariado russo
recorreu ao mesmo método de luta o qual a Comuna de
Paris foi a primeira a utilizar: a guerra civil. (…) o proletariado
francês o demonstrou pela primeira vez na Comuna e o
proletariado russo deu uma brilhante confirmação5”.
A
ditadura do proletariado
Em
sua genial síntese teórica da experiência da Comuna de Paris,
A Guerra
Civil na
França, Karl
Marx considerava que o principal mérito dos comunardos consistia em
que haviam tentado,
pela primeira vez na história criar um Estado proletário. Todas as
revoluções anteriores não haviam ido além do simples rearranjo
entre as classes dominantes.
Limitavam-se
a mudar uma forma de exploração por outra e, em vez de demolir a
velha máquina estatal, restringiam-se a fazê-la passar de umas mãos
para outras. Porém, a classe operária, dizia Marx, não poderia
simplesmente tomar posse da máquina estatal existente e pô-la em
funcionamento para seus próprios objetivos.
Em
sua carta a Kugelmann de 12 de abril de 1871, Karl Marx destacou o
que a Comuna de Paris havia aportado de novo aos princípios da luta
revolucionária: “Se olhares o último capítulo de meu O
18 de brumário, constatarás que considero que o próximo
experimento da Revolução Francesa consistirá não mais em
transferir a maquinaria burocrático-militar de uma mão para outra,
como foi feito até então, mas sim em quebrá-la e que esta é a
precondição de toda revolução popular efetiva no continente”.
A
Comuna não somente demonstrou na prática a justeza da
importantíssima tese formulada por Marx em sua obra O
18 Brumário de Luís Bonaparte que afirma a necessidade
de destruir previamente a velha máquina estatal, o velho poder, mas
predicou a necessidade de
construir um novo poder em seu lugar, erguendo uma organização
política de novo tipo, chamada a substituir tal máquina.
Engels
diz, em sua Introdução,
que “a Comuna teve que reconhecer desde o primeiro momento que a
classe operária, ao chegar ao Poder, não pode seguir governando com
a velha máquina de Estado; que para não perder de
novo sua dominação recém conquistada, a classe operária tem que
varrer toda a velha máquina repressiva utilizada até
então contra ela”. (p.15 -
A Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Engels
categoricamente sintetizou a experiência da Comuna como a expressão
mais avançada da ditadura do proletariado até então:
“E
eis que o filisteu socialdemocrata foi novamente tomado de um
saudável terror com as palavras: ditadura do proletariado. Pois bem,
senhores, quereis saber como é esta ditadura? Olhai para a Comuna de
Paris. Tal foi a ditadura do proletariado.”
(p.18 - A
Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Marx
e Engels consideraram tão importante essa conclusão, que
introduziram-na como única modificação essencial no documento
programático do proletariado, o Manifesto
do Partido Comunista, por meio do prefácio de 1872.
Lenin
destaca que estas palavras:
“destruir
a
máquina burocrático-militar do
Estado”, “encerra
concisamente o ensinamento fundamental do marxismo no ponto sobre a
questão das tarefas da revolução com respeito ao Estado”.
(Lenin, O Estado
e a Revolução)(sublinhado
nosso). A
Comuna estabeleceu,
a necessidade de destruir
previamente
o velho estado,
para construir em seu
lugar um novo,
que sirva aos seus próprios fins, a
ditadura do proletariado.
Marx
nos demonstra que “o poder estatal centralizado, com seus órgãos
onipresentes: o exército permanente, a polícia, a burocracia, o
clero e a magistratura – órgãos criados de acordo com um plano de
divisão sistemática e hierárquica de trabalho vem dos tempos da
monarquia absoluta e serviu a nascente sociedade burguesa como uma
arma poderosa em suas lutas contra o feudalismo(…) por outra parte
seu caráter político mudava simultaneamente com as
mudanças econômicas operadas na sociedade. Ao passo,
que se desenvolviam os progressos da indústria
moderna, se ampliava e aprofundava o antagonismo de classe
entre capital e trabalho, de força pública organizada
para a escravização social, da máquina para o despotismo de
classe. Depois de cada
revolução que marca um passo adiante na luta de classes, se
denuncia com traços cada vez mais destacados
o caráter puramente repressivos do Poder de Estado.”
(p.68 - A
Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
(sublinhado
nosso )
Ao
analisar o desenvolvimento da luta de classes na França,
especialmente desde 1830, Marx desenvolveu os fundamentos da
compreensão marxista do Estado. Marx demonstrou que o Estado burguês
como resultado de sua própria natureza de classe e do crescente
antagonismo de classes na sociedade, desenvolve-se através de um
crescente processo de reacionarização, que se manifesta na
tendência ao absolutismo do executivo sobre o poder legislativo,
como expressão da falência do
parlamentarismo burgues (alma
da democracia burguesa):
“Ante
o ameaçante alçamento do proletariado, serviram-se do Poder
estatal, sem piedade e com ostentação, como de uma máquina
nacional de guerra do
capital contra o trabalho. Porém essa
cruzada ininterrupta contra as massas produtoras, lhes obrigava, não
só a revestir ao Poder Executivo de faculdades de repressão cada
vez maiores, mas ao mesmo tempo, despir seu próprio baluarte
parlamentar – a Assembleia Nacional
– de todos os meios de defesa contra o Poder Executivo, um por um,
até que esse,
na pessoa de
Luis Bonaparte, lhe deu um pontapé”.
(p.70 -
A
Guerra Civil na
França,
1871, Marx)
(sublinhado
nosso)
Marx
nos aponta que o Segundo Império era a “única
forma de governo no momento em que a burguesia perdeu a faculdade de
governar e que a classe operária não a havia adquirido ainda”
e que, portanto,
a única forma de oposição consequente ao
Segundo Império – enquanto forma degenerada e superior da
democracia burguesa – era
varrer com a própria
dominação de classe e
sua velha maquinaria burocrática,
ao invés
de “decidir uma vez a cada três ou seis anos que membros da classe
dominante vão violar
o povo no parlamento”, portanto
“a
antítese mais direta do Império era a Comuna”(p.71 - A
Guerra Civil na França, 1871, Marx). Assim, a
Comuna não seria um órgão parlamentar, mas
uma corporação de trabalho, executiva e legislativa ao mesmo tempo.
Lenin
apontou que a Comuna foi um brilhante exemplo de como o proletariado
“sabe cumprir unânime as tarefas democráticas
que a burguesia só sabia proclamar” (Lenin,
Ensinamentos
da Comuna). Ao
analisar as medidas sociais e econômicas adotadas pelos
trabalhadores parisienses em A
Guerra Civil na
França,
Marx destacava a ideia de que, por mais tímidas que houvessem sido
essas medidas, sua tendência principal era a expropriação dos
expropriadores:
“A
Comuna era formada por conselheiros municipais, escolhidos por
sufrágio universal nos diversos distritos da cidade, responsáveis e
com mandatos revogáveis a qualquer momento. A maioria de seus
membros era naturalmente formada de operários ou representantes
incontestáveis da classe operária. A Comuna devia ser não um corpo
parlamentar, mas um órgão de trabalho, Executivo e Legislativo ao
mesmo tempo. Em vez de continuar a ser o agente do governo central, a
polícia foi imediatamente despojada de seus atributos políticos e
convertida em agente da Comuna, responsável e substituível a
qualquer momento. O mesmo se fez em relação aos funcionários de
todos os outros ramos da administração. Dos membros da Comuna até
os postos inferiores, o serviço público tinha de ser remunerado com
salários de operários. Os direitos adquiridos e as despesas de
representação dos altos dignitários do Estado desapareceram com os
próprios altos dignitários.” (A Guerra Civil na
França, 1871, Marx).
Marx
destacou como a Comuna, ainda que em sua curta duração, pôde tomar
medidas importantes: tomou medidas para “destruir a força
espiritual da repressão”, o “poder dos padres”, decretando a
separação da Igreja e do Estado e a expropriação de todas as
Igrejas como corporações possuidoras. Todas as instituições de
ensino foram abertas gratuitamente ao povo e ao mesmo tempo
emancipadas de toda intromissão da Igreja. Os funcionários do
judiciário deviam perder “aquela fingida independência” e assim
como outros funcionários públicos deveriam ser funcionários
eletivos, responsáveis e revogáveis. Entretanto, a Comuna, por sua
curta duração e pelas insuficiências de sua direção, não pôde
desenvolver mais a forma que deveria se revestir essa nova forma de
Estado e governo, tarefa que somente pôde cumprir-se com a Grande
Revolução Socialista de Outubro.
Como
resultado da experiência da Comuna de Paris a doutrina científica
do proletariado foi enriquecida com a lição de que a máquina do
Estado deve ser destruída, com todos os seus apêndices e, em seu
lugar, erigida uma nova, a ditadura proletariado. E veio para
primeiro plano a questão teórica de que não basta somente tomar o
Poder, mas trata-se de destruir toda a velha mauinaria
burocrática-militar, erigir uma nova organização estatal
correspondente ao novo Poder e, sobretudo mantê-lo e consolidá-lo.
Lições
históricas para o proletariado
No
momento em que a Comuna de Paris ainda estava lutando Marx soube ver
sua importância histórica, expondo seus erros fundamentais e
tirando conclusões de suma transcendência para a teoria e tática
revolucionária do proletariado.
Sobretudo
a Comuna confirma a conclusão de que em toda a experiência
histórica das lutas do proletariado e das massas populares, para o
triunfo ou derrota da revolução proletária, o fator decisivo tem
sido o Partido Comunista e o a condição de que nele prevaleça uma
linha ideológico-política correta ou errônea.
Karl
Marx nos mostrou que foi, sobretudo na ausência do partido
revolucionário único do proletariado e de sua direção absoluta,
assim como que na falta de compreensão da necessária ditadura de
classe revolucionária, em todos os terrenos, sobre a burguesia e
demais classes exploradoras derrubadas do Poder, que se encontravam
as causas principais de sua derrota.
Durante
sua troca de correspondências com Kugelmann, em 12 de abril de 1871,
Marx apontou os erros fatais dos comunardos: 1) Devia-se haver
empreendido imediatamente a ofensiva contra Versalhes, enquanto o
inimigo estava em pânico e não havia tido tempo de concentrar suas
forças. Essa ocasião deixou-se escapar; 2) O Comitê Central
renunciou rápido demais aos seus poderes para ceder lugar à Comuna.
Marx
apontou, um erro decisivo do Comitê
Central, precisamente na “sua repugnância em
aceitar a Guerra Civil (…) em não marchar
imediatamente sobre Versalhes”,
o que significava desenvolver
decididamente a Guerra Civil revolucionária e levar a revolução a
todo país. Ao invés de coroar sua vitória em Paris, desenvolvendo
uma resoluta ofensiva sobre Versalhes a Comuna demorou, dando tempo
para que Versalhes se
preparasse, reunindo forças para a ofensiva sangrenta de maio.
Engels
afirmou que as jornadas de junho de 1848, quando depois da derrota do
proletariado a burguesia havia promovido um odioso banho de sangue
contra prisioneiros indefesos, não tinha sido mais do que uma
“brincadeira de crianças”, comparado ao frenesi sangrento da
burguesia em 1871, que levou ao fuzilamento de mais de 30.000
pessoas. Esse terrível banho de sangue fizera com que o
proletariado, que até então só havia conhecido a burguesia como
força revolucionária, a conhecesse pela primeira vez unida em sua
sanha reacionária na contrarrevolução.
“O
fato sem precedente, de que depois da guerra mais tremenda dos tempos
modernos, o exército vencedor e o vencido confraternizem na matança
comum do proletariado, não representa, como crê Bismarck, o
aplastamento definitivo da nova sociedade que avança, mas o
desmoronamento completo da sociedade burguesa”
(p.103 - A
Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Lenin,
sintetizando Marx, nos apontou dois erros fundamentais no balanço da
Comuna. O primeiro deles, de caráter político, é que o
proletariado se deteve “na metade do caminho”, não iniciando a
“expropriação dos expropriadores”, não se apropriou de
instituições como por exemplo o Banco da França, que incrivelmente
não foi tocado. A segunda de caráter ideológico: a magnanimidade
do proletariado ante o inimigo e a indulgência ante suas ações
criminosas.
Enquanto
Versalhes promovia o terror branco contra a Comuna, com o assassinato
de membros Guarda Nacional desarmados, fuzilamentos de prisioneiros
de guerra e civis desarmados, o Comitê Central vacilava em responder
medida por medida, em opor o “terror vermelho” ao “terror
branco”: “Esta indulgência do
Comitê Central, essa magnanimidade dos operários
armados que contrastavam tão abertamente com os hábitos do ‘Partido
da Ordem’”. (p.62
- A
Guerra Civil na
França, 1871, Marx)
Somente
no dia 7 de abril, quando
a Comuna
publicou
decreto ordenando represálias e declarando que era
“seu
dever para proteger
Paris contra as façanhas canibalescas dos bandidos de Versalhes,
exigindo olho por olho,
dente por dente”,
que
os fuzilamentos de prisioneiros cessaram
temporariamente. Todavia, quando Versalhes constatou que o decreto
era apenas uma
“ameaça inócua”,
e
que “se
respeitava a vida até de seus gendarmes espiões detidos em Paris
sob o disfarce de guardas nacionais e até aos sergents
de ville
detidos com bombas incendiárias, então os fuzilamentos de
prisioneiros foram retomados e prosseguiram até o final”.
(p.66 -
A
Guerra Civil na
França,
1871, Marx).
Com esses preciosos ensinamentos Marx nos aportou
uma lição de grande importância e transcendência para o
proletariado internacional: não ser magnânimos
com o inimigo de classe, não ser indulgentes com a
contrarrevolução.
(sublinhado
nosso)
Afirmação
definitiva do
marxismo no
movimento operário
A
Guerra Civil na
França, importantíssimo documento político da
Internacional, muniu o proletariado internacional com a experiência
da Comuna e foi uma brilhante demonstração da vitória ideológica
do marxismo sobre todas as variantes do socialismo pré-marxista. “No
final do primeiro período (1848-1871), período de tempestades e
revoluções, morre (grifo do autor) o socialismo
pré-marxista.”. (Lenin, Vicissitudes históricas da doutrina de
Karl Marx). Essa genial síntese da experiência da Comuna teve
particular importância na luta contra os ideólogos da pequena
burguesia que negavam a necessidade da ditadura do proletariado.
Conforme
ressaltou Lenin em O
Estado e a Revolução: “Muito embora o
movimento revolucionário das massas falhasse ao seu objetivo, Marx
viu nele uma experiência histórica de enorme importância, um passo
para a frente na revolução proletária universal, uma tentativa
prática mais importante do que centenas de programas e argumentos.
Analisar essa experiência, colher nela lições de tática e
submeter à prova a sua teoria, eis a tarefa que Marx se impôs.”
Na
Conferência de Londres de 1871, referindo-se à Comuna de Paris,
Marx e Engels demonstraram o quão funesto seria renunciar à luta
política e fizeram ver a necessidade de formar um partido operário
revolucionário que seria a força dirigente do proletariado em sua
luta pelo socialismo. Como resultado da Conferência, essa aprovou
uma resolução sobre a luta política da classe operária,
sublinhando que o proletariado não poderia atuar como classe contra
o poder coletivo das classes possuidoras se não organizasse seu
próprio partido político, necessário para assegurar o triunfo da
revolução social e alcançar sua meta: a supressão das classes.
Contrapondo
às
maquinações que os
anarquistas faziam
para minar a disciplina da Internacional e de converter o Conselho
Geral em um simples organismo de caráter informativo, a Conferência
deixou bem claro em várias resoluções que o Conselho Geral era,
mais do que nunca, o centro ideológico, o Estado Maior do
proletariado internacional.
Foi
tomando os ensinamentos de Marx sobre a Comuna de Paris que o
proletariado russo, sob a direção do Partido Bolchevique e a
chefatura de Lenin, triunfou com a Grande Revolução Socialista de
Outubro de 1917, construindo o Poder Soviético, como verdadeiro
continuador da Comuna. Os sovietes, foram a forma superior de
organização, através da qual se ergueu a ditadura do proletariado,
baseada na aliança operário-camponesa, unindo as massas
trabalhadoras e exploradas mais atrasadas e dispersas, com as quais
se assegurou a passagem ininterrupta da revolução
democrático-burguesa para a revolução socialista.
Quando
as massas, guiadas pelo Presidente Mao Tsetung e sob a direção do
Partido Comunista tomaram o poder na China, foi a experiência da
Comuna tal qual sintetizada por Marx e desenvolvida por Lenin, na
forma dos Sovietes que serviu de base para a estruturação da nova
sociedade na República Popular da China. Conforme afirmou o
Presidente Mao em novembro de 1958:
“Qual
é a natureza da comuna popular? Esta é a unidade de base da
estrutura social chinesa que reúne operários, camponeses, soldados,
intelectuais e comerciantes. Atualmente constitui a organização
administrativa de base. A comuna popular é a melhor forma de
organização para a realização dos dois passos: o passo do
socialismo de hoje ao sistema geral da propriedade de todo o povo, e
o passo do sistema geral da propriedade de todo o povo para o
comunismo. Depois desses passos, a comuna popular constituirá a
estrutura de base da sociedade comunista.”
E,
mais tarde, durante a Grande Revolução Cultural Proletária (GRCP),
o grande e mais alto marco da revolução proletária mundial, foram
os Comitês Revolucionários Três em Um, os novos órgãos de Poder
que constituíram-se como os continuadores da Comuna.
Originados
da tenaz luta impulsionada e dirigida pelo Presidente Mao Tsetung
contra a restauração capitalista, os Comitês Revolucionários Três
em Um foram um imprescindível instrumento da GRCP, através do qual
milhões de massas tomaram em suas mãos os assuntos do Estado, os
problemas políticos, militares, culturais, relativos à produção,
etc., e derrubaram os representantes da burguesia que haviam se
incrustados no Partido, no Exército Popular de Libertação e no
Estado, impedindo por 10 anos a restauração capitalista na China.
Conforme
afirmou Lenin: “A causa da Comuna é a causa da revolução social,
é a causa da completa emancipação política e econômica dos
trabalhadores, é a causa do proletariado mundial. E nesse sentido é
imortal.” Por isso, ao encerrar este artigo, reafirmamos as
palavras proféticas de Marx ao concluir A Guerra Civil na França:
“A
Paris dos operários, com sua Comuna, será eternamente enaltecida
como arauto glorioso de uma nova sociedade. Seus mártires têm
seu santuário no coração da classe operária”. (p.105 - A
Guerra Civil na França, 1871, Marx)
Notas:
1
– Proudhonistas: nome dado aos seguidores do ideólogo
pequeno-burguês Pierre Joseph Proudhon. Não compreendiam o papel
histórico e o significado do proletariado, negavam a luta de
classes, a revolução proletária, a ditadura do proletariado e,
como anarquistas, negavam também, a necessidade do Estado. A luta
determinada de Karl Marx e F. Engels e seus partidários contra o
proudhonismo terminou com a completa vitória do marxismo na I
Internacional.
2
– Blanquistas: adeptos da corrente do movimento socialista francês
dirigida por Louis-Auguste Blanqui (1805-1881), representante do
comunismo utópico. Os blanquistas negavam a luta de classes e
acreditavam que a "humanidade se libertaria da escravatura
assalariada graças à conspiração de uma pequena minoria de
intelectuais”, conforme bem caracterizado por Lenin. Substituíram
a atividade do partido revolucionário pela de um grupo secreto de
conspiradores, não tinham em conta a situação concreta necessária
para a vitória da insurreição e desprezavam as ligações com as
massas.
Referências:
* As notas assinaladas com o número
de página correspondem a edição em língua espanhola La guerra
civil em Francia, publicada por Ediciones Lenguas Estrangeras,
Pekin.
1
- K. Marx, F. Engels, Cartas Escolhidas, p. 263, Ed. 1953.
2
– Lenin, V.I., O Estado e a Revolução, Obras Escolhidas,
Lisboa/Moscou, Editorial Avante/Edições Progresso, t. 2, 1977.
4-
V. I. Lenin, Obras, t. 18, p. 545, 4ª ed. em russo.
5
- K. Marx, A Guerra Civil em França, Editorial Avante, 1984
6
– E. Stepanova, Karl Marx – Esboço biográfico, Edições em
Línguas Estrangeiras, Moscou, 1954.
1A
Coluna Vendome: Monumento erguido entre 1806-1810 na praça Vendome
em Paris, para comemorar a vitória de Napoleão I em 1805. O
Monumento foi demolido em 16 de maio de 1871 por decisão da Comuna
de Paris.
2:
O
presidente
Gonzalo nos planteia
que o processo da revolução mundial de varrimento do imperialismo
e a reação da face da terra há três momentos:
1º Defensiva estratégica; 2º Equilíbrio
estratégico; e
3º Ofensiva estratégica da revolução
mundial. Isto
o faz, aplicando a lei da contradição à
revolução, pois a contradição rege tudo e toda contradição tem
dois aspectos em luta,e neste
caso revolução e contrarrevolução.
A defensiva estratégica da revolução mundial oposta a ofensiva da
contrarrevolução
arranca desde de 1871 com a Comuna de Paris e termina na II Guerra
Mundial; o equilíbrio
estratégico
se dá entorno do triunfo da revolução na China, a Grande
Revolução Cultural Proletária
e o desenvolvimento do poderoso movimento de libertação;
posteriormente a revolução entra na
ofensiva estratégica, esse
momento pode ser situado em torno de
1980,
em que vemos os sinais com a Guerra Irã-Iraque,
Afeganistão, Nicarágua, o início da guerra popular no Peru, época
inscrita nos “próximos 50 a 100 anos”, daí para adiante se
desenvolverá a contradição entre capitalismo e socialismo cuja
solução nos levará ao comunismo (Partido
Comunista do Peru Primeiro Congresso- Linha Internacional. 1988)
3Carta
de Marx a Kugelmann de 17 de abril de 1871.
4Mao
Tsetung. O
Livro Vermelho. Edições
Seara Vermelha, 2016.
5Lenin.
Ensinamentos da Comuna.
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