Monday, July 18, 2022

A NOVA DEMOCRACIA BRASIL: EaD y homeschooling, Marx y el capitalismo burocrático

 

MANOEL RESENDE

 16 DE JULIO DE 2022

EaD y homeschooling, Marx y el capitalismo burocrático

 


 

La Educación a Distancia es rechazada por el movimiento estudiantil brasileño. En la imagen, manifestación organizada por ExNEPe durante la 41ª ENEPe en 2022. Foto: Base de datos Y

 

El Caballo de Troya de la Educación a Distancia (EaD)

 

Siguiendo las directrices del Banco Mundial, expresadas en su documento de 2017 Un ajuste justo, Brasil va de mal en peor en la garantía de los derechos básicos de los estudiantes y trabajadores de la educación. Ante la pandemia, la línea reaccionaria de “pasar el ganado” concentró una dura ofensiva para desmantelar la universidad pública, que ya estaba en proceso de derrumbe con los continuos recortes impulsados ​​desde la administración del PT. La Educación a Distancia está al frente de la ofensiva, con todos los laureles que la pintan con una llamada educación “moderna”, atenta a los “logros y dinámicas tecnológicas”, que valora al “estudiante” y su proceso de “aprendizaje”. aprender”: ilusiones, ilusiones y más ilusiones. EaD es un caballo de Troya para la privatización y militarización de universidades y escuelas brasileñas.

 

Para los docentes significa menos contrataciones, para las grandes empresas de educación y las grandes tecnológicas que ya están asociadas en esta área para formar gigantescos monopolios, menos costos de nómina, significa más trabajo y menos salario y, pedagógicamente, significa convertirlo en el de el “tutor” y “mediador” cuyo papel es pasivo en la transmisión del conocimiento y la cultura que produce la humanidad, vulnerando su derecho a enseñar. Esto, sin contar el desempleo de decenas de miles de trabajadores de la educación y trabajadores tercerizados, debido a la “racionalización” de costos con la reducción de la estructura física y centralización administrativa. Para los estudiantes, significa crear las condiciones prácticas y políticas para privatizar la universidad pública e imponerles el cobro de derechos de matrícula, dificultando el ya doloroso acceso de los más pobres. Además, implica un embrutecimiento en una formación ya precaria, golpeando la ciencia y la conciencia crítica de universidades y escuelas, condición ya débil en un país donde las tradiciones democráticas de sus instituciones son frágiles o inexistentes.

 

Para ello, la implementación de la educación a distancia –y sus hermanos siameses “enseñanza a distancia”, “enseñanza híbrida” etc. – viene junto con reformas que hemos visto hace años, como la BNCC y la BNC-FP, una que se encarga de reestructurar toda la Educación Básica y la otra Formación Docente, pero que son el mismo paquete podrido de tecnicismos, oscurantistas, demagógicos ideas y reaccionarias en el campo de la educación; y, además, los recortes que justifican el acaparamiento del sistema educativo público por parte de los monopolios educativos, que ya constituyen una de las ramas más rentables de la economía desde el partido impulsado con Fies, Prouni y Reuni. Eso es lo que explica el CNPq, institución que debería promover la investigación científica en el país, hoy con el presupuesto más bajo en 21 años, inferior a los gastos de alimentación del ejecutivo federal - la mayor parte absorbida por el Ministerio de Defensa - presupuesto inflado con whisky, ternera de primera y leche condensada.¹

Enseñanza Domiciliaria

 

Con el lobby de los voceros más reaccionarios del oscurantismo y la anticiencia, como las cumbres parlamentarias evangélicas y ruralistas, y con el apoyo del gobierno de Bolsonaro y sus generales, el “enseñanza domiciliaria”, también llamado “homeschooling”, vuelve al baile con la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que la reglamenta el 18 de mayo. El proyecto, aprobado con carácter de urgencia, pasa ahora al Senado y desde allí puede ser sancionado por Bolsonaro. La defensa frenética de este tipo de antienseñanza es por la “libertad” de educar a sus propios hijos defendiendo “los valores cristianos y la familia” frente a una educación supuestamente contaminada por el adoctrinamiento del marxismo cultural. Bravuconadas del reaccionario enfermizo de los sectores más prehistóricos de nuestra sociedad que, no pocas veces y de otras formas, se suman a las camisas de fuerza de los oportunistas de “izquierda” y de la intelectualidad liberal, ilusionados con que los males de la escuela y el proceso de la enseñanza puede resolverse con una supuesta “libertad” en la elección de los métodos de aprendizaje en casa.

 

Lo cierto es que la educación en casa forma parte de la misma tonada que la educación a distancia y la privatización de las instituciones educativas en el país, cuya línea ideológica es el antimarxismo y la anticiencia. El proyecto anuncia un mayor desmantelamiento de la educación pública, encubriendo la ya rampante deserción escolar que casi se triplicó en el período de la pandemia², profundizando el embrutecimiento y aplastamiento ideológico e intelectual de niños y jóvenes con educación religiosa y supersticiosa siendo “transmitida” por los padres , por supuesto. , con la ayuda garantizada de iglesias y sectas. Siguiendo la lógica de la educación a distancia, como los docentes son meros “curadores” de contenidos, sin derecho a enseñar, tal rol puede ser asumido por los padres. Finalmente, es el retorno, a manera de recrudecimiento, del permiso de “docencia” por parte de personas de “notorio saber” defendido en la primera versión de la BNCC y derrocado por la ola de ocupaciones estudiantiles de bachillerato y universitarios en 2016. ser graduado, los estudiantes teniendo que hacer exámenes anuales, etc., el proyecto abre la puerta a una elusión más sistemática del derecho a enseñar, educar y aprender.

 

Ni siquiera es necesario recurrir a las llamadas teorías pedagógicas “críticas” para saber que sólo en la escuela los niños desarrollan sustancialmente su práctica social, conviviendo con otros adultos y niños, aprendiendo a lidiar con las adversidades y la dinámica de la vida social.  En la escuela, los niños y jóvenes pueden desarrollar su conciencia de clase, participando en la lucha de clases para defender sus derechos y reivindicaciones. Sin mencionar que es la obligación de la escolarización la que impide todo tipo de delitos de violencia doméstica, violación y abandono de niños.

 

De hecho, la experiencia concreta de “homeschooling” ya se ha aplicado ampliamente en este período de pandemia, cuando las escuelas cerraron sus puertas y se pregonaba mantener las actividades en el hogar, y los resultados están ahí, evidentes: sobrecarga de las familias, especialmente de los los más pobres, que muchas veces debían acudir a guarderías clandestinas o dejar a sus hijos en la calle, la prostitución y el maltrato infantil dentro y fuera del hogar, un retroceso abrumador en la formación intelectual y educativa de niños y jóvenes, psicológica y enfermedad emocional de padres y estudiantes. Eso, sin contar con toda la cobertura que la medida favorece la explotación del trabajo infantil, el arrastre de miles de niños, niñas y adolescentes a la economía ilegal.

Marx, la fuerza de trabajo y la educación

 

Marx, en El Capital, señaló que, en el valor pagado a la fuerza de trabajo en forma de salario, están subsumidos todos los costos necesarios para la reproducción del obrero y su familia, incluidos los costos para la formación de los futuros obreros, que es decir, para la educación y cuidado de los niños. También mostró que, en el curso del desarrollo del capitalismo, hay una acentuación de las diferencias entre el trabajo intelectual y manual, con la simplificación de los procesos de trabajo por la creciente introducción de la máquina.

 

Fue también Marx quien mostró el interés del capital en la introducción de mujeres y niños a la producción, como nunca antes se había visto en la sociedad de clases, ya que siendo el salario el ingreso para la reproducción familiar, más miembros económicamente activos implican menor costo relativo del salario y mayor la cantidad de trabajo no remunerado apropiado por el capitalista, la plusvalía. Es decir, si antes solo el trabajador “padre” trabajaba x horas y su salario pagaba la subsistencia de la familia trabajadora, ahora, digamos, con la trabajadora “madre” y un “hijo” trabajando las mismas x horas o cerca de ello, el salario de los tres combinados es similar o ligeramente superior al salario del padre solo en la situación anterior, dados los incrementos en los costos de reproducción de la fuerza de trabajo con mayor carga para la familia. Sin embargo, el tiempo de trabajo explotado por los tres es muy superior al que se explota sólo con el padre trabajador, ya que la fracción del tiempo de trabajo que produce el equivalente al valor del salario es muy inferior a la jornada laboral contratada. Esto es tanto más cierto hoy en día, cuando el desarrollo de la productividad y la tecnología permitiría que, si todos trabajaran y la apropiación no fuera privada en manos de un puñado de ricos, unos minutos u horas de trabajo diario bastarían para producir la cantidad necesaria de medios de subsistencia para la reproducción de la población mundial.

 

Desde entonces, es claro que en la dinámica económica capitalista se han generado varias tendencias e intereses que inciden en la educación y situación de los niños, niñas y adolescentes:

 

1) Existe el interés general de la burguesía en formar a los futuros trabajadores más rápidamente y con los menores costos posibles a traspasar vía salario –entonces, es importante que el Estado socialice estos costos en un momento determinado. Actualmente, podemos ver en esto el problema de la aprobación automática, en el que la “enseñanza en casa” no difiere mucho, si no porque es una forma mistificada y legal en varios países, como Estados Unidos;

 

2) Es necesario formar bajo un espectro ideológico y político que reduzca las resistencias y “proteja” al sistema de ideas “peligrosas” – por eso atacar las actividades presenciales, el trípo de docencia-investigación-extensión, porque no no se ve la brutal realidad de miseria y pobreza en que se empujan a  las grandes masas de la población, ni tienen espacio para la organización de un movimiento independiente, clasista y combativo de estudiantes y trabajadores de la educación;

3) Hay interés en la explotación del trabajo infantil y juvenil a escalas cada vez mayores como una forma de obtener mayores ganancias y contrarrestar su tendencia a la baja; esto implica produzir formas sutiles y más ocultas de empleo, en vista de las históricas luchas de resistencia del proletariado contra la explotación infantil, además de favorecer una economía “paralela” en la que la captación de niños y jóvenes de familias empobrecidas sea una fuente constante de “mano de obra barata;

4) Además, está el interés de las ramas de la producción involucradas directa o indirectamente en la mercantilización de la educación, negocio con una demanda casi invariable, generando fabulosos ingresos con la conversión de la educación en mercancía; En ese camino, el capital busca aprovechar el aparato del Estado para subsidiarlo y garantizar ingresos con sus “políticas públicas” y privatizaciones – de ahí el interés de reducir costos con la destrucción de las estructuras físicas de universidades y escuelas, desplazando a todos a modalidades “online”, como ventaja a las grandes empresas del sector educativo y empresas asociadas.

 

Capitalismo burocrático y educación

 

Sobre la base de las mismas leyes generales descubiertas por Marx, el capitalismo se desarrolló y entró en una nueva etapa, la del capitalismo monopolista o imperialismo. En esta etapa, descrita por Lenin como la más alta, última y particular del desarrollo del capitalismo, cambia la ley de la ganancia que motiva la acción capitalista en la economía, pues la competencia se da en condiciones de gigantesca concentración y centralización del capital, requiriendo si no sólo el beneficio medio para escapar de la quiebra y reproducirse, sino el beneficio máximo. Uno de los productos más notables de esta nueva etapa es que el capitalismo empieza a desarrollarse en todo el mundo a través de la exportación de capitales desde los países más avanzados. Este fenómeno convertirá al imperialismo en un sistema mundial en el que el rasgo distintivo, como demostró Lenin, “consiste en que hoy, como podemos ver, el mundo está dividido, por un lado, en un gran número de naciones oprimidas y, por el otro, en un número insignificante de naciones opresoras, que tienen colosales riquezas y una poderosa fuerza militar”.

Así, el capitalismo generado por el imperialismo en los países oprimidos tendrá particularidades, pues su desarrollo estará condicionado a que siempre esté un paso por detrás, manteniendo a la matriz imperialista en control de todo el proceso económico a través de mil y un lazos de dominación, más o menos, menos visible.  Por lo tanto, cualquier inversión interna está condicionada a intereses extranjeros, de los cuales el viejo Estado se convierte en el mediador por excelencia. Además, su sed de máxima ganancia lo lleva a asociarse con las fuerzas más atrasadas de la sociedad dominada, que mantiene las relaciones de producción y explotación más arcaicas y brutales. De ahí que el capitalismo esté enfermo desde la cuna, un capitalismo atrasado y burocrático.

 

En estas condiciones, también se acentúan las contradicciones en el campo educativo y en relación con la juventud, como podemos destacar en los siguientes factores:

 

1) Crece el frenesí lucrativo de las grandes corporaciones en el campo educativo, que a veces busca apalancarse con inversiones estatales, a veces acapara la estructura construida por el Estado en manos de particulares, presionando al máximo y por todos los medios a la explotación de los masas trabajadoras – de ahí que veamos como ejemplos notables los programas tipo Fies, que endeudaron a cientos de miles de jóvenes y familias trabajadoras, y el Prouni pietista (del PT), que pasó voluminosos créditos y subsidios a grandes empresas como Cogna Educacional ( antes Kroton), empresas que, hoy, están detrás de la destrucción y privatización de la educación pública a través de la introducción de la educación a distancia.

 

2) Para chupar más, los parásitos burgueses deben controlar bien la revuelta, y aprendieron en la lucha de clases a utilizar todos los medios para el control ideológico, político y cultural. Por eso, el control de los espacios de organización y lucha popular es otro imperativo de este sistema, y ​​lo son las universidades y las escuelas, ya sea porque en él participan la juventud y la intelectualidad progresista, o porque inevitablemente se ocupan en alguna medida del conocimiento científico. De ahí la política corporativista llevada a cabo en los gobiernos del PT a la par de sus medidas privatistas en las que se formó toda una burocracia entrenada, una burocracia hoy que pretende ser sustituida por el actual gobierno de Bolsonaro por otro más dócil a él. Por eso, la educación a distancia viene de la mano de las reformas del BNCC y BNC-FP, ya que para garantizar ganancias fabulosas, es necesario asegurar la dominación y el embrutecimiento ideológico-político y cultural del pueblo, contener sus ideas peligrosas y subversivas y desviarlos en una perspectiva de mundo individualista y conformista. Y en el mismo pegamento viene la “educación en el hogar”, que refuerza el poder de las viejas instituciones podridas y asociadas al latifundio y al capitalismo burocrático para difundir su ideología oscurantista y anticomunista.

3) La explotación del trabajo infantil y adolescente, contenida y reglamentada frente a las mil y una batallas históricas de la lucha de clases en los países imperialistas, se ve aquí como un problema crónico. Es interesante explorarlos y para ello se utilizan las formas más brutales, típicamente precapitalistas, coaccionando por todos los medios a ganar más y “pagar” menos, cuando se paga. Entonces volvemos a ver el homeschooling como una táctica benéfica del capitalismo burocrático para sacar a más niños de la escuela y llevarlos a trabajos serviles, especialmente en el campo, y altamente rentables, en los que las máquinas, por mucho que aumenten la productividad laboral, no pueden competir.

 

4) Se hace imperativo que la producción científica y tecnológica producida por la inteligencia y el esfuerzo de los hijos e hijas del pueblo del país dominado sea patente y propiedad de las grandes empresas imperialistas y asociadas, de ahí los sistemas de postgrado universitarios de alianzas público-privadas. y se toman las oficinas de las multinacionales, y se atacan los mecanismos de fomento a la investigación ya la producción independiente de conocimiento científico, a gusto de los think tanks y departamentos de Investigación y Desarrollo de los monopolios. Al mismo tiempo, este proceso va acompañado del saqueo y expolio centenario de las riquezas nacionales que regresan al país como bienes preciados, aunque sea fruto de nuestro propio sudor y sacados de nuestro propio territorio.

Concluyendo

 

No cabe duda que todos los atentados que se han llevado a cabo en los últimos años están umbilicalmente conectados a los intereses económicos y políticos de este obsoleto sistema, y ​​se incrementarán mientras las tonterías de los heraldos de la oscuridad y la reacción o las tonterías del oportunismo supuestamente progresista corre desenfrenado.

 

Por lo tanto, no queda más remedio que detener y revertir con todas las fuerzas tales ataques a la educación brasileña y al derecho a enseñar, educar y aprender. No seremos cómplices, ni encubriremos los efectos de estas paralizantes medidas. Es hora de que la juventud y la intelectualidad brasileña regresen a las escuelas y universidades, a las plazas y calles, como aquellos que nunca se fueron, carguen sus municiones y vayan a la batalla.

 

Notas:

 

1 – Ver “Presupuesto del CNPq en 2021 es el más bajo en 21 años, dice economista” por Alessandra Saraiva y Gabriel Vasconcelos, 28/07/2021. Disponible en: valor.globo.com; "Más de R$ 1,8 mil millones en compras: el 'carrito' del gobierno federal tiene de todo, desde sagú hasta chicles". Rafaela Lima, 24/01/2021. Disponible en: metropoles.com

 

2 – “La deserción escolar de niños y adolescentes aumenta 171% en la pandemia, dice estudio”. 02/12/2021. Disponible en: g1.globo.com