"SOBRE
LAS ELECCIONES. Marx destacó: 'A los oprimidas se les autoriza para decidir una
vez cada varios años; qué miembros de la clase opresora han de representarlos y
aplastarlos en el parlamento!. Esto es más válido aún tratándose de elecciones
para sancionar cartas constitucionales. Así, si las elecciones son el orden
regular de renovación de los gobiernos en las dictaduras burguesas de las
sociedades capitalistas, incluidas las más democráticas que se pueda imaginar,
el medio normal de su funcionamiento político para la preservación y el
desarrollo del capitalismo; en los estados terrateniente-burocráticos, como los
de América Latina, cuando han cumplido su función de cambio de gobiernos y en
los momentos en que más han respetado las normas del sistema demoburgués, las
elecciones sólo han sido instrumento de dominio de terratenientes feudales y
grandes capitalistas, ya se trate de una periódica renovación, como en Colombia
en los últimos años, o del término de un gobierno militar como en Argentina,
también en los últimos años, para tomar un ejemplo de los muchos en que es
pródiga nuestra América.
En el país fácilmente se comprueba lo dicho.
Aun que con importantes interrupciones de los periódicos procesos electorales
por gobiernos militares, especialmente interrupciones ligadas, por un lado al
desarrollo de la lucha popular y, por otro, a las contradicciones entre
terratenientes feudales y gran burguesía y entre la burguesía compradora y la
burguesía burocrática y, resaltando que los propios gobiernos militares han
servido a implementar elecciones ya sea para regularizar su propia situación,
terminar su gobierno o garantizarlas, las elecciones en la Argentina han
servido para preservar o desarrollar el Estado Argentino, la república formal,
la dictadura de terratenientes feudales y grandes burgueses. Así las elecciones
han sido, como no podía ser de otro modo dentro del orden social imperante, un
instrumento en manos de la burguesía compradora primero y después de la
burguesía burocrática. Esto ha sido lo principal en los procesos electorales
del Estado Argentino en el siglo anterior y en el presente y es lo que ha
determinado el carácter de clase de las elecciones en el país.
Estas cuestiones fundamentales nos plantean:
1) El Estado Argentino es
terrateniente-burocrático, una dictadura de terratenientes feudales y de
grandes burgueses bajo control del imperialismo norteamericano; contra éste, el
pueblo lucha por la construcción de un Estado de nueva democracia que requiere
la destrucción del viejo orden existente.
2) El Estado Argentino, como todo Estado, se
sustenta, defiende y desarrolla utilizando la violencia; frente a ésta el pueblo
necesita de la violencia revolucionaria siguiendo el camino de cercar las
ciudades desde el campo.
3) Las elecciones son un medio de dominación
de terratenientes y grandes burgueses; no son para el pueblo instrumento de
transformación ni medio para derrocar el poder de los dominantes, de ahí la
justa orientación de usarlas sólo con fines de agitación y propaganda."
Lo dicho anteriormente es plenamente válido; y
las elecciones desde el 2000 a la última lo han comprobado fehacientemente.
Así, dentro de esta función de las elecciones en la Argentina, similar a las de
los demás países, las elecciones de 2023 como tenía que ser, se han presentado
y desenvuelven como defensa del caduco orden existente y evolución de la
sociedad argentina; y en este marco los partidos sostienen y defienden
objetivos y metas fundamentales iguales y sólo tienen diferencias de forma y
medios y cómo utilizarlos.
La
primera vuelta de 22 de octubre 2023 fuen un freacaso porque ningún candidato a
las presidenciales pudo ganar en primera vuelta y porque ningún partido alcanzó
una mayoría parlamentaria que permita un gobierno con apoyo parlamentario.
„La primera vuelta
se caracterizó por ser una elección entre tres fuerzas principales, en la que
los candidatos de Unión por la Patria (UP), La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC) canalizaron el 90,58% de los votos
válidos, distribuido en forma escalonada, con una ventaja de UP de 6,78% sobre
LLA según el escrutinio definitivo, quedando JxC en tercer lugar y fuera del
balotaje, con casi un cuarto de los votos. El resto de los votos válidos —el
9,4%— se distribuyó entre el candidato Juan Schiaretti de la coalición política
Hacemos por Nuestro País y la candidata Myriam Bregman de la coalición Frente
de Izquierda y de Trabajadores-Unidad. De esta forma quedó fuera de la disputa
presidencial JxC, que era la principal coalición opositora, desatándose una
crisis en dicha fuerza debido al acuerdo postelectoral del macrismo con Milei para que el candidato de La Libertad
Avanza reciba apoyo en contra del candidato Massa de Unión por la Patria.45
Es la cuarta ocasión en la que ninguno de los candidatos obtuvo
la mayoría de los votos ¡requeridos para ser elegido en primera vuelta y la
segunda vez en que habrá balotaje de forma efectiva, siendo la primera vez en
las elecciones de 2015“