OCT 30, 2023
La actual situación de resistencia y genocidio en Oriente Próximo va más allá de los límites geográficos del territorio palestino. El desarrollo de la lucha por la liberación nacional de Palestina compete a todos los países del mundo árabe pues el Estado de Israel: es una base imperialista avanzada en nuestra región y un estado colonial de asentamiento en esta región estratégica del mundo (…) tiene un papel funcional específico de proteger y asegurar los intereses del Occidente colonial en la región, e impedir el progreso, el desarrollo independiente, la integración económica y la unidad política del mundo árabe (Mohammad Hachicho, secretario general del Partido Democrático Popular de Líbano).
Mao Tse Tung, dirigente de la revolución China, al tratar el asunto de Palestina planteó lo siguiente: El imperialismo le teme a China y a los árabes. Israel y Formosa [Taiwán] son bases del imperialismo en Asia. Ustedes son la puerta principal del gran continente y nosotros somos la parte trasera. Crearon Israel para ustedes y Formosa para nosotros. Su objetivo es el mismo (…) Asia es el continente más grande del mundo y Occidente quiere continuar explotándolo. A Occidente no le gustamos, y debemos entender este hecho. La batalla árabe contra Occidente es la batalla contra Israel
Y como lo ha afirmado el medio libanés Al Mayadeen: Los hechos actuales (el “Diluvio de Al Aqsa”, nombre con que la Resistencia Nacional Palestina ha bautizado el ataque a Israel del pasado 7 de octubre, y los hechos posteriores) indican que la crisis del Estado israelí ya no es sólo con los palestinos (…) sino con todas las personas de conciencia en todo el mundo. Las manifestaciones que condenan las prácticas israelíes se han convertido en algo común en las propias capitales europeas. En cuanto a los pueblos del Este y del Sur, descubrieron a “Israel” tal como es en realidad, como un Estado extranjero a la región árabe, implantado y protegido por la maquinaria militar occidental.
Daremos algunos apuntes históricos de contexto que nos permitan ubicarnos mejor en el panorama actual.
La Palestina histórica era una provincia del antiguo imperio Otomano. Desde el siglo XIX, el Imperio británico había encontrado en la población judía de Oriente Próximo un apoyo para sus intereses en la región. Por tanto fomentó la emigración judía a Palestina. Al iniciar el siglo XX los británicos negociaban con líderes del sionismo la creación de un Estado de Israel e incluso les ofrecieron Uganda y parte de Kenia para constituirlo. Algunos líderes sionistas también pensaron en Argentina como un posible lugar. Todos estos países ya estaban habitados por su propio pueblo cuando fueron considerados para para conformarse como la nación de los hebreos. Finalmente Reino Unido emitió la Declaración Balfour, una carta del Gobierno británico a favor de establecer el hogar nacional de los judíos en Palestina en 1917.
Es necesario precisar que árabes y judíos tuvieron una convivencia pacifica durante siglos e incluso compartieron la lucha común contra la explotación imperialista, lo que nos muestra que el conflicto árabe-israelí no es un conflicto religioso. El problema palestino-israelí en esencia es un problema de liberación nacional en lucha contra el Estado sionista, colonialista, expansionista, racista y fascista de Israel cuya misión es actuar como gendarme de los pueblos árabes, al servicio de los intereses norteaméricanos.
La lucha por el control de Palestina llegó a un hito importante cuando terminada la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña entregó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU, organismo internacional principalmente al servicio de los imperialistas) la responsabilidad de “dirimir” el “conflicto árabe-israelí” en abril de 1947. En realidad la ONU propuso un trato desigual, perjudicial para la población local y muy beneficio para los sionistas. En síntesis, el trato era arrebatar más de la mitad del territorio a los palestinos para entregarlo a Israel. La situación desató una guerra que se extendió hasta 1948, culminó con La Nakba y produjo el desplazamiento de más de 700 mil palestinos.
El mapa se modificó e Israel no paró de crecer territorialmente. Con la primera guerra que tuvo con los países árabes, entre 1948 y 1949, pasó de ocupar el 56% del territorio histórico de Palestina (que era la asignación propuesta por la ONU) a tener el 78%. En la Guerra de los Seis Días, Israel atacó a Egipto, Siria y Jordanía y dobló su territorio, conquistando Cisjordania y la Franja de Gaza. Algunos de estos territorios tuvieron que ser devueltos con los años. En 1982, invadió el Líbano para atacar a luchadores palestinos y mantuvo la ocupación durante varios años. Finalmente tuvo que retirarse.
Israel no ha parado de expandirse ocupando tierras en territorio palestino y formando nuevos asentamientos ilegales que se van convirtiendo en ciudades. Hay más de 130 asentamientos de ese tipo y en total son más de 500 mil colonos que están en el territorio que fue conferido a Palestina después del 48. En el 2021 el Estado Sionista de Israel demolió 199 casas palestinas.
La población vive un bloqueo tan estricto que Cisjordania y más aun la Franja de Gaza han sido llamadas las cárceles a cielo abierto más grandes del mundo. El agua, la electricidad, el acceso a víveres y medicamentos, así como los permisos de tránsito son controlados estrictamente por el Estado Israelí. En sus cárceles mantiene a más de 6000 detenidos, 1000 de los cuales son niños acusados de tirar piedras al ejército sionista. La política de este Estado es una política de apartheid, y limpieza étnica. A los palestinos les quedan dos opciones: o el exterminio como pueblo o la lucha por la liberación nacional.
Israel ha consolidado su posición en la región a través de guerras como las ya mencionadas. Dentro de Palestina ha tenido que mantener una ofensiva militar constante contra la población local. Desde que se autoproclamó como estado en 1948 hasta hoy (sin contar las víctimas del genocidio de la operación Espadas de Hierro) van más de 50 mil asesinados, siendo la mayor parte, víctimas palestinas. Un verdadero holocausto que el mundo tiene que observar y combatir.
Esta ofensiva militar Israelí sobre el pueblo árabe no sería posible sin el interés y auspicio norte americano. En palabras de Georges Abdallah, militante comunista libanés, parte del Frente para la Liberación de Palestina: “(…) El Estado sionista (…) no es simplemente un instrumento entre muchos otros al servicio del imperialismo para el saqueo y dominación de la región. De hecho, es una extensión orgánica del imperialismo occidental. Es por eso que la lucha del pueblo palestino asume una tarea mucho más complicada en la región que cualquier otra lucha por la liberación nacional contra el colonialismo tradicional”.
La Resistencia Nacional Palestina. En este contexto han ido surgiendo múltiples expresiones de resistencia contra la ocupación Israelí. Desde las familias palestinas que pasan las antiguas llaves de sus viejas casas de generación en generación con la convicción del retorno hasta las marchas al borde del muro protagonizadas por cientos de miles de palestinos.
Un capítulo de especial importancia son las Intifadas. La Primera Intifada tuvo como detonante el asesinato de cuatro obreros palestinos por parte de un tanque militar israelí. La Segunda Intifada tuvo como detonante la visita provocadora de Ariel Sharon líder del principal partido de derecha del Estado de Israel, un asesino de palestinos, a la Mezquita de Al Aqsa, lugar de mucha importancia para el mundo árabe. De trasfondo estaba la rabia por la ocupación y el sojuzgamiento que había tenido que aguantar el pueblo árabe en Palestina durante décadas. Para la Segunda Intifada, otra situación importante fue el rechazo a los acuerdos de Oslo firmados en 1993.
Con estos acuerdos se pactó la paz entre Palestina e Israel y el fin de la Primera Intifada. Pero nunca se cumplió la promesa de autodeterminación, de retirada del ejército israelí, ni se resolvió la cuestión del retorno de los refugiados. Edward Said, intelectual y activista palestino afirma que: Después de Oslo, Arafat y sus delegados en realidad no han negociado con los israelís: simplemente se han rendido, aceptando los dictados de Israel como un sirviente acepta las órdenes de su superior, sin ninguna clase de preparación, de principios o de seriedad.
En la región han surgido muchos grupos que no ven otra salida que la resistencia armada contra Israel. Precisamente uno de estos grupos es Hamas, organización patriótica palestina fundada en 1987. Hamas fue una voz en firme oposición a los acuerdos de Oslo y de manera consecuente ha defendido la lucha palestina contra el estado invasor de Israel.
Hamas, junto con otros grupos armados de resistencia palestina, como la Yihad Islámica Palestina y el Frente para la Liberación de Palestina, llevaron a cabo una ofensiva sin precedentes en contra del Estado de Israel el pasado 7 de octubre denominada: Diluvio de Al Aqsa, desde la Franja de Gaza (territorio que ha destacado por su combatividad y su espíritu revolucionario).
La respuesta del Estado Sionista no se ha hecho esperar y con la operación “Espadas de Hierro”, ha atacado indolentemente a toda la población de Gaza, afectando edificios residenciales, hospitales, centros de cultos de diversas religiones. Han asesinado más de 7000 mil palestinos, más de la mitad de dichos asesinados son mujeres y niños. Está sometiendo a un bloqueo total de alimentos, agua, electricidad y combustible a Gaza, impide que entre la ayuda humanitaria a la zona. Sumando toda la potencia de los bombardeos de Israel sobre Gaza, podemos decir que es el equivalente a lanzar una bomba atómica. Estamos presenciando una verdadera masacre perpetrada por el Estado de Israel. Netanyahu, primer ministro Israelí, sionista y fascista, ha cacareado que va a hacer una incursión terrestre en Gaza. Hasta ahora los intentos de incursión han sido un fracaso.
Si bien los costos que ha tenido que pagar el pueblo palestino son altos, los logros de la Resistencia son muy significativos: La Resistencia Nacional Palestina logró coordinarse y organizar durante meses el “Diluvio de Al Aqsa”, burlando así las defensas del ejército sionista israelí que se jacta de ser uno de los mejores del mundo, sin que la Mossad (su servicio de inteligencia, apoyado por la CIA) pudiera anticiparlo. Lanzaron aproximadamente 5000 cohetes muchos de los cuales lograron afectar infraestructura israelí. Infiltraron combatientes a través del aire, apenas con parapentes y vehículos aviadores rudimentarios. Traspasaron por decenas de puntos la muralla que separa a la Franja de Gaza de la Palestina ocupada, entrando al territorio controlado por Israel.
Uno de los periodistas del “Middle East Eye” declaró que: “Estábamos profundamente impresionados mientras caminábamos por los alrededores, libres, en nuestra tierra, fuera de la prisión de Gaza (…) He vivido toda mi vida bajo asedio, he cubierto todos los eventos, guerras y las marchas del retorno, todo lo relacionado a la Franja de Gaza. Pero esta fue la primera vez que sentí libertad.”
La ofensiva palestina ha podido expulsar cientos de miles de colonos israelíes de asentamientos ilegales, destruir equipos, vehículos y bases militares hebreas. La economía del invasor ha recibido un duro golpe, solo durante los primeros cinco días hubo pérdidas de 1,3 millones 300 mil dólares por la disminución de la producción pues más de 1 millón de trabajadores estuvo ausente de sus puestos de trabajo. La acciones israelitas perdieron más o menos 20 mil millones de dólares de su valor en el mercado y 84% de las empresas de alta tecnología y nuevas empresas se vieron afectadas. El peso Israelí cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde 2014 y las agencias internacionales de calificación crediticia advirtieron una inminente caída en la calificación de la economía global. En todo el mundo se ha dejado sentir el gran apoyo a la causa palestina. En el Líbano, Irak y Siria fuerzas estadounidenses fueron atacadas. Estados Unidos ha tenido que traer tropas y buques de guerra, pues Israel fracasó protegiendo los intereses yankees en la región.
Con la ofensiva se ha generado gran inestabilidad dentro de la propia población israelí, para la cual se ha roto la ilusión de poder vivir en paz mientras ocupan el territorio de otro pueblo, que ha sido oprimido y empobrecido durante décadas. Se ha logrado desvelar el verdadero rostro de Israel ante el mundo, las fuerzas israelíes fueron desmoralizadas y humilladas por el ataque de la Resistencia con el cual se demostró la fragilidad del ejercito de Israel, siendo calificado por uno de los representantes de Hamas como “un tigre de papel”.
Frente al tema Al Mayadeen plantea: “quien quiera disminuir la magnitud de los logros de la Operación Diluvio de Al-Aqsa hablando sólo de la tragedia del pueblo de Gaza terminará en el círculo del olvido y no encontrará un lugar para él cerca del sol, porque los logros de la resistencia ya no se limitan al (…) área de la Palestina histórica, sino que se extienden a lo largo y ancho del globo”.
Para terminar este artículo quisiéramos traer la voz de algunos militantes en la lucha por la liberación Palestina, sobre diversos asuntos.
Respecto a la acusación hecha a la Resistencia Nacional Palestina frente al actuar terrorista y el asesinato de civiles, niños y mujeres (en particular en la fiesta de electrónica el día 7 de octubre) Osama Hamdan representante de Hamas en una entrevista a Opera Mundi plantea:
Esta es la propaganda israelí, y estamos acostumbrados, así que no compren esta historia (…) Los ataques se cometieron contra los soldados del Ejército, las Brigada de Gaza (…) más del 80% de los muertos eran militares en servicio (…) Solo nos centramos en soldados y colonizadores.
Sobre los embates de Israel y la continuidad de la lucha, Osama Hamdan plantea:
Los palestinos estamos acostumbrados a (los ataques de Israel) (…) Han atacado Gaza innumerables veces y siempre dicen “queremos destruir a Hamás y su infraestructura” (…) siempre hacen mucho daño, pero eso no afecta la presencia de Hamás (…) los palestinos se están volviendo más resistentes contra la ocupación. Están (dándose cuenta) que no hay otro camino que la resistencia. Las personas que resisten hoy nacieron después de que los Acuerdos de Oslo fueron asesinados y vieron el verdadero rostro de los israelíes, sus mentiras, el sabotaje a las aspiraciones palestinas, el asedio a los palestinos. Los palestinos vieron todo esto y tuvieron que tomar una decisión: vivir bajo la ocupación israelí como esclavos o resistir a la ocupación para poder vivir como una nación libre. Tomaron una decisión. Todas las generaciones han llegado a la misma conclusión: la ocupación debe terminar. Creo que esta vez tenemos buenas posibilidades de ganar la lucha contra la ocupación, porque Israel ya no es lo que era antes.
Por su parte, Georges Abdallah, desde la prisión en Francia, en la que permanece encarcelado hace casi 40 años, en 2020 dejó un mensaje para la causa Palestina. Compartimos algunos fragmentos:
El pueblo palestino sigue ahí y la causa palestina está más viva que nunca: una jornada histórica cuyos contornos están trazados por la sangre de los revolucionarios palestinos, la dinámica perpetuada por el compromiso prematuro de estas flores y otros leones de Palestina, la luz cada vez más fuerte de las antorchas de la libertad, estos héroes indomables y resilientes cautivos en prisiones sionistas
(…)
El pueblo palestino y sus vanguardias de combate han acumulado a lo largo de su jornada de lucha existencial lo necesario para afrontar el desafío y continuar la lucha hasta la victoria. Las fuerzas de resistencia en la región son tan poderosas que se puede decir con confianza y sin alarde: la victoria está más a la orden del día que nunca. Naturalmente, las masas y sus combatientes de vanguardia cautivos pueden contar con su solidaridad activa. Que florezcan mil iniciativas de solidaridad a favor de Palestina y su gloriosa resistencia.