Resalta de la primera vuelta de las elecciones argentinas, primero, los resultados inesperados, es decir, que el candidato-ministro de economía del actual gobierno peronista y preferido del imperialismo yanqui, haya quedado en primer lugar y, que el candidato ganador de las justas previas, Milai, el de „la dolarización“ haya quedado en segundo lugar, y que la candidata de Macri haya quedado sin chance para el balotaje o segunda vuelta votación; segundo, destaca la fragmentación de la votación y sobre todo del parlamento que emerge de esta primera vuelza.
El diario reaccionario argentino La Nación, publica bajo el título: "Qué pasará con el dólar y cómo se llegará al balotaje, según los tres
principales bancos privados de la Argentina?", los siguientes comentarios sobre
los resultados de la primera vuelta y en que situaciónse dará el balotaje :
"Cómo son los escenarios que se abren camino al 19 de noviembre y luego, con
eventuales gobiernos de Javier Milei o Sergio Massa; cuáles son los pronósticos
de inflación, y qué pasará con el cepo y el tipo de cambio, 4 de noviembre
"Las varias cotizaciones de dólar
que tiene Argentina pegaron un salto tras los inesperados resultados de las
primarias del domingo Qué pasará con el dólar y cómo se llegará al balotaje, según los tres
principales bancos privados de la Argentina
Tres de los
principales bancos privados de la Argentina se animan a entreabrir una puerta a
lo que deparará el camino al balotaje y a los escenarios que se dibujan de cara
a 2024. Ninguno duda con algunos presagios: habrá un dólar oficial más
alto, inflación muy elevada y una recesión como consecuencia de los
ajustes que requerirá la estabilización económica. Sin embargo, llegarán más
dólares, gracias al campo y al sector energético, aunque nadie vislumbra una
lluvia de inversiones.
Para ellos,
la política genera aún profundas desconfianzas. La primera de ellas es la
viabilidad de un plan de estabilización, sobre todo, en un escenario en el que
más del 40% de los argentinos son pobres y cuando los ingresos caen hace cinco
años. Sin embargo, la política también deja algunas buenas noticias: la
fragmentación, creen, alimentará un Sergio Massa menos kirchnerista, mientras
que los últimos resultados electorales alejan el fantasma de la dolarización. No habría lugar para un país
convertido en Venezuela o para iniciativas rupturistas, como la muerte del
peso. Eso huele el mercado".
Como se
desprende del artículo y de la apreciación de los bancos, la primera vuelta ha dejado dos candidatos. Uno, ganancioso
con el premio consuelo de la primera votación con el 38%. Otro, que había sido
catapultado en el „caucus“ argentino“ rozando el 30%. Es decir, sufrió un
pinchazo en el trasero que lo ha desinflado.
Ninguno pues alcanzó el 50% que manda la constitución para alcanzar la
presidencia en primera vuelta. Ambos representan a la gran burguesía y el
imperialismo; en el caso del peronista Massa, aparece a las claras como el
preferido del imperialismo yanqui, de Biden y de su instrumento el FMI y el
otro con su propuesta de „dolarización“ hace profesió de fé proimperialista
yanqui. Con eso no queda confusión al respecto. La cuestión es clarapara los
bancos. Las altas finanzas ligadas directamente al capital financiero
imperialista lo subraya el artículo: "(…) la fragmentación, creen, alimentará un
Sergio Massa menos kirchnerista, mientras que los últimos resultados
electorales alejan el fantasma de la dolarización. No habría lugar para un país convertido en Venezuela o para iniciativas
rupturistas, como la muerte del peso“. Parlamento fragmentado, gobierno sin
mayoría parlamentaria débil o inestable no podrá imponer su propia política,
estará obligado al compromiso o más colusión y pugna. Es decir contemporizar los programas de las dos
facciones de la gran burguesía, la burocrática representada por Massa y la
compradora representada por Milai.
En síntesis, la dispersión de votos que da
como resultado la fragmentación del parlamento, el próximo parlamento con la
repartija de curules se desenvolverá como agravada colusión y pugna de grupos y
facciones de explotadores, pudriendo más el caduco sistema parlamentario; por
su parte, el Ejecutivo, gane quien gane, será gobierno débil e inestable obligado al compromiso es decir ningún programa puramente de la burocrática ni de la compradora, sino uno adecuado a aplicar las medidas exigidas por el FMI y por la gran burguesía argentina ; la segunda
vuelta, como nos muestra no solo la experiencia argentina, en tales casos, sino
también la de América Latina, se presenta como se puede ver de las noticias
diarias, como una turbia, ambigua y más demagógica contienda de tahures
politiqueros. Así, se muestra el Estado argentino,
que no es más que la violencia organizada para el mantenimiento de la
esclavitud del pueblo argentino. Eso lo muestra el artículo, cuando
establece las diferencias entre ambos en caso de quien sea el que resulte
designado presidente del viejo Estado argentino, que resumiendo se diferencia
por como se aplique el golpe contra el pueblo argentino, mediante muerte a
pausas pero segura, en caso gane el peronismo con Massa, o muerte por shock, en
caso sea Milei el designado para aplastar al pueblo desde el Ejecutivo, y dice
así el artículo del diario reaccionario La Nación:
"Sin embargo,
sí existirían marcadas diferencias, tanto si gana Massa o si lo hace Javier
Milei. El primero podría encarar, avizoran, un gradualismo (a lo Mauricio
Macri), lo que provocará saltos menos bruscos en precios relativos (tarifas y
dólar), pero una inflación más alta en el mediano plazo. Milei se inclinaría
por un shock: un salto mayor del dólar y un tipo de cambio fijo por un tiempo.
Los dos ajustarían fiscalmente. Milei por el gasto; y Massa sumando ingresos
vía impuestos.
El camino al
balotaje del 19 de noviembre parece hoy algo más tranquilo, pero las tensiones con el dólar pueden
volver en la previa del domingo electoral pese a la moderación de Milei gracias a su pacto con los halcones del PRO y
debido a la profundización de las distorsiones macroeconómicas del “Plan
llegar” de Massa. Una ratificación del proyecto de dolarización y de la
eliminación del Banco Central (BCRA) –un renacer identitario de La Libertad
Avanza, como el intentado en estas horas- podría inducir un mayor nerviosismo
en el mercado cuando empiecen a multiplicarse las encuestas.
En el Banco
BBVA ven un tipo de cambio de US$630 en diciembre, ya que creen
que “el inmediato traslado a precios eliminó la ganancia de competitividad
cambiaria” de la devaluación postPASO. La inflación alcanzaría un 200% en
2023 y sería de un 155% el año que viene si hay un plan de estabilización
“relativamente exitoso”, dice el último informe del banco. El gasto prelectoral
dejará el déficit fiscal en un 2,8% del PBI (en el banco lo ampliaron por el
gasto preelectoral; era un 2,6%). “Por este incremento del rojo, la emisión
monetaria seguirá acelerando, acentuando las presiones cambiarias e
inflacionarias. Proyectamos que la emisión monetaria directa e indirecta para
asistir al fisco superen un 4% del PBI en 2023 (+0,5 puntos respecto de 2022)”,
escribieron. La economía caería un 3,5% del PBI este año y un 2,5% en 2024. La entrada de dólares superaría en
US$13.000 o US$15.000 millones, por lo que el BCRA podrá acumular reservas.
En el banco
creen que la elección entre Milei y Massa será muy pareja. El ministro será una
continuidad, pero con “nuevos condimentos”, con más poder que con el que
ejerció Alberto Fernández y con la necesidad de “hacer algo”. El cepo no se
liberará en un eventual gobierno suyo, pero sí el tipo de cambio: un dólar a
$600 alcanza para normalizar la economía, creen, aunque deberá atemperar la
aceleración inflacionaria. Para sofocar la crisis social, contará con apoyo
sindical y con el poder político del peronismo. La brecha será más chica, pero
aún existirá. Habrá ajuste fiscal, pero será con un aumento de la presión
tributaria y, quizás, con alguna quita de subsidios económicos. La inflación
bajará, pero lentamente“.