Hoy,
continuamos abordando la situación de Venezuela, a propósito de una lectura
crítica del artículo: Venezuela la crisis económica de 2016 de Manuel
Sutherland, publicada en www.sin permiso de 31/08/2016, investigador del Centro
de Investigación y Formación Obrera (CIFO) y profesor represaliado de la
Universidad Bolivariana de Venezuela. En esta parte, vamos a abordar brevemente el del carácter semifeudal del
país, pero antes, hoy día, necesitamos puntualizar algo sobre los planes aplicados por el gobierno y sus resultados o consecuencias, dentro de lo cual está la actual escasez de alimentos síntoma evidente del caracter semifeudal del país.
En
cuanto a lo que sostiene Sutherland sobre el Estado burgués como
simple forma o expresión local de la acumulación del capital a
nivel mundial hay que puntualizar, que esa posición dualista en
cuanto a Estado y base económica ignora el propio desarrollo del
capitalismo de libre concurrencia al capitalismo monopolista o
imperialismo, donde llegado a un determinado momento de desarrollo se
produce la fusión del inmenso poder del Estado con el de los
monopolios engendrados por el capital financiero, dando lugar al
capitalismo monopolista de Estado en los países imperialistas. Y en
los países oprimidos de capitalismo burocrático, también llegado
un momento de su desarrollo se funde el capital bancario, comprador y
feudal con el Poder del Estado dando lugar al capitalismo monopolista
de Estado. Esto es lo que a través de las citas de la entrega
anterior a quedado demostrado.
Centra, como otros académicos, en la acumulación mundial del
capital y de que Venezuela sólo es una fracción de ésta, para negar el propio proceso de desarrollo del capitalismo de desarrollo del mercado interior y después del mercado mundial (exportación e importación de mercanicas principalmente) en la etapa del capitalismo de libre concurrencia y luego a la exportación de capitales como principal en la presente etapa del capitalismo monopolista o imperialismo.Al centrar en una categoría económica, elude así tratar sobre el imperialismo y no entrar a
examinar la economía de Venezuela. Cuando, sin la economía de los
diferentes países no se podría entender la economía mundial, es
decir de las relaciones sociales de producción a escala mundial que
hoy se pueden sintetizar en naciones opresoras y países oprimidos,
acreedores y deudores definido así porque en esta época cobra mayor
importancia la exportación de capitales sobre la exportación de
mercancías.
En las entregas anteriores hemos
examinado los resultados de los planes de la profundización del
capitalismo burocrático y de la reorganización corporativa de la
sociedad (está pendiente un examen más detenido de nuestra parte
con respecto a la reorganización corporativa -base orgánica- y al
carácter fascista -dirección política, lo haremos en entregas
posteriores. Los resultados prueban que la aplicación de los planes
del gobierno han llevado a esta situación de recesión, crisis
política y agudización de la lucha de clases. Han abierto el país
aún más a la penetración del imperialismo y convertido el mismo en
arena de contienda de la disputa entre los diversos países
imperialistas.
Son casi tres planes aplicados hasta la
fecha: plan de transición 1999-2007, Primer Plan Socialista (PPS)
2007-2013 y, lo que va del actual, Segundo Plan Socialista (SPS)
2013-2019.
En lo económico, el llamado „Nuevo
Modelo Productivo Socialista“ es la continuación del viejo camino
burocrático, con mayor concentración y centralización de los
medios de producción en manos de la gran burguesía (ambas
facciones), de los terratenientes y de los grandes monopolios del
capital imperialista (ver cuadro de inversiones en el país).
Según el propio PPS (IV. Modelo
Productivo Socialista, IV-1 Enfoque), el „nuevo modelo“ tiene
como eje „el funcionamiento de nuevas formas de generación,
apropiación y distribución de los excedentes económicos y una
nueva forma de la renta petrolera“. Esto es, pese a la palabrería
encubridora, el mismo eje económico de sometimiento al monopolio
económico del imperialismo, a las necesidades de petróleo del
mercado mundial; es decir del imperialismo, principalmente yanqui. No
es principalmente chino, como parece creen algunos compañeros cuando
ponen el orden imperialismo chino, etc. No es así como lo demuestran
los datos concretos.
Esto corresponde al capitalismo
burocrático que se desenvuelve en un país semicolonial y
semifeudal. El capital imperialista penetra en un pueblo semifeudal
generando un capitalismo tardío sujeto a sus intereses. Así nace un
capitalismo enfermo y deformado.
Todo el enfoque del “Nuevo
Modelo” está basado en la explotación y renta del petróleo, el gobierno
chavista está reconociendo su sujeción y sometimiento a los
intereses del imperialismo principalmente yanqui, que ha sido y sigue
siendo el principal beneficiario de la producción de hidrocarburos
del país y mantiene así su control estratégico. Más abajo veremos como reconocen su condición semicolonial.
Partiendo de esta realidad, tenemos que
hacer la lectura correspondiente de las declaraciones del archirreaccionario
genocida presidente de los EE.UU., Trump, de aplicar sanciones al
gobierno de Maduro si prosigue con llevar adelante las elecciones
para la Asamblea Nacional Constituyente.
Primero no ha habido ninguna
sanción económica del imperialismo yanqui contra el “gobierno
bolivariano” en estos últimos 18 años; segundo, el control
estratégico del petróleo venezolano por parte del imperialismo
yanqui le permite tener un instrumento para su intervención en la
política interna del país.
Consecuencia, el gobierno de Venezuela
durante todos estos años cumplió con todos sus compromisos
económicos con el imperialismo yanqui en materia de hidrocarburo y
pese a los intercambios verbales, los negocios por ambos lados
siguieron muy amigablemente en beneficio yanqui; pero, ahora, los
yanquis reciben llamado de ambas partes para que sea arbitro de la
situación en Venezuela. El gobierno de Maduro, mientras firmaba nuevo contrato
con monopolio petrolero yanqui, pedía hablar con Trump y, la
oposición, mayormente de la otra facción burguesa, con la ayuda
también de lobbistas, pedía al gobierno yanqui que aplique
sanciones económicas contra el gobierno de Maduro.
De parte de las masas, estas siempre
han tenido una decidida actitud antiimperialista, siempre se han
levantado contra la opresión imperialista y los gobiernos serviles,
por eso la necesidad de los gobiernos reaccionarios, sobre todos
desde fines de los 50, de practicar una demagogia nacionalista y
“programas” y medidas sociales. La particularidad de este
gobierno, es la de buscar barnizar el viejo camino con un discurso
“antiimperialista” un tanto beligerante durante el gobierno de
Bush jr, pero sin ninguna medida o reacción concreta, por ambos
lados, al respecto. Encontrado así una justificación para el
entreguismo del gobierno en que se da un “nuevo uso” a la renta
petrolera. Lo que ha sido llamado por algunos críticos suaves a este
tipo de gobiernos como “el intento de justificar el
neo-extractivismo”.
Venezuela continua exportando y
cumpliendo todos sus compromisos de manera disciplinad con los EE.UU.
e importando -desde maquinarias, equipos, automotores, alimentos
hasta petróleo liviano para diluir su petróleo pesado y hacerlo
exportable- de los EE.UU. (ver cifras).
Los imperialistas yanquis a diferencia
con Irán, Corea del Norte, Rusia nunca ha impuesto sanciones
económicas al gobierno de Venezuela, ni una sola.
Una situación similar es la que se dio
con México en los anos 60 a 80 del siglo anterior, con respecto a
México, cuando los gobiernos reaccionarios fascistas del PRI hacían
gala de una política externa independiente con respecto a los
EE.UU., mientras ese mismo gobierno cada vez más entregaba el país
económicamente a los monopolios yanquis.
Es claro, el objetivo del régimen de
justificar el sometimiento al imperialismo con el uso de la “renta
petrolera” por el “cambio del modelo productivo” y de “cambio
de pilares en el colectivo”., “la comunidad” (organización
corporativa). Aplicación de la parte de la “renta petrolera” y
de la “responsabilidad Social de las Empresas” del Banco Mundial
(BM) para impulsar la reorganización corporativa de la sociedad.
Todo lo que hemos visto en las entregas
anteriores, en especial el propio documento del gobierno sobre la
“Estructura Industrial...”, muestra que el objetivo del PPS de la
“consolidación del carácter endógeno de la economía, mediante
la utilización progresiva de los recursos...y dando prioridad a las
necesidades del país”. Desde su propia formulación no estaba en
correspondencia con la realidad, ¿ qué iban a consolidad con el PPS si
no estábamos ante una economía que había roto las cadenas de la
explotación imperialista?; segundo, el eje establecido del plan
basado en la “renta petrolera” es la base de todo lo contrario al
“desarrollo endógeno”, es decir, orientado al desarrollo interno
de la economía venezolana; la explotación petrolera para las
necesidades del mercado mundial no beneficia al pueblo sino a un
punado de explotadores extranjeros y nativos. Mayor sujeción
económica al imperialismo.
Ahí esta su propio balance con
respecto a toda la economía y la economía manufacturera, en
concreto, su estudio sobre la "Estructura Industrial de Venezuela”.
Todo lo que está en el PPS, sobre los encadenamientos internos,
diversificación, acumulación de reservas, desarrollo tecnológico,
etc. está sometido a la inversión extranjera imperialista, a los
monopolios petroleros más grandes del mundo, yanquis, británicos,
holandeses, españoles, rusos, chinos, japoneses, etc. en ese orden.
Como las medidas adoptadas por el gobierno ante la recesión lo
muestran: las reservas internacionales de que tanto se ufanaba el
régimen, como muestra de su independencia, han servido para honrar
la deuda y no para la importación de alimentos y medicinas que tanto
necesita el pueblo de Venezuela.
Recordar que hasta el año 2007 el
gobierno venezolano declaró que había pagado por adelantado todas
sus deudas contraídas a través de FMI. Esto lo presentó como una
muestra de independencia financiera del país y su gobierno, cuando
era todo lo contrario. Destino parte de la renta petrolera para
beneficio del capital financiero imperialista pagando por adelantado
en lugar de invertirlo en el desarrollo del país. Pagar para ponerse
como buen alumno de la liberalización de los mercados financieros y
tener buenas notas para la emisión de “bonos de la deuda
soberana”.
Hoy se suceden todos los escándalos con respecto a los "bonos venezolanos", que significan ganancias desorbitadas para los bancos de nueva
york, el Banco de Reserva los vende a través de Broker por 68% de su valor y, además, estos Broker o los intermediarios financiero cobrar por su intermediación; las barras de oro fueron al
Deusche Bank (Banco Aleman) y las reservas se redujeron a un nivel de menos de 10
mil millones de dólares, el nivel más bajo desde fines de los 90. Venezuela, su Banco Central y todo su
sistema financiero a través de todos estas medidas y escándalos del
régimen están reconociendo su lugar de nación oprimida, de
economía deudora, de sujeción al sistema financiero imperialista y
al FMI y al “consenso de Washington”
Que decía el plan: “IV. n. Se
dispondrá una acumulación suficiente de reservas e ingresos
fiscales diversificados para enfrentar exitosamente las contingencias
económicas”. Ahora queda claro de que contingencias hablaba, lo
que es importante para hacer ver la demagogia del régimen.
Veamos el siguientes punto: “ IV. s.
En lo referente a la producción de alimentos la base de la garantia
de la seguridad alimentaria será el desarrollo rural integral cuyo
alcance trasciende la actividad productiva agrícola, uno de cuyos
componentes es la producción de alimentos. La visión de la
agricultura no se restringe a lo alimentario, sino que incluye los
cuatro subsectores: vegetal, animal, forestal y pesquero, y la
actividad agrícola está llamada a cumplir un importante papel en la
ocupación del territorio, la redistribución del ingreso y el aporte
de otras materias primas a la industria.
t. Soberanía alimentaria
u. Desarrollo de la capacidad interna
de la producción de alimentos básicos elevará sostenidamente la
inversión productiva en la agricultura.
Todo bla, bla, bla! Cuando precisamente estaban imnportando todo. Pero ya veremos esto más concretamente. Prosigamos con los objetivos:
IV-2 Objetivos
IV-2.1 Desarrollar el nuevo modelo
productivo endógeno como base económica del socialismo del siglo
XXI y alcanzar un crecimiento sostenido “.
Resultados muestran puro
bluf, más aún no hubo ni la mínima intención de implementar algo
que se le parezca un poco, desde que todo el plan está basado en la
“renta petrolera”.
IV-2.2 Incrementar la soberanía
alimentaria y consolidar la seguridad alimentaria.
IV-2.3 Fomentar la ciencia y la
tecnología al servicio del desarrollo nacional y reducir diferencias
en acceder al conocimiento.
IV-2.4 Desarrollar la industria básica
no energética, la manufactura y los servicios básicos.
IV-3.7 Consolidar la revolución
agraria y eliminar el latifundio.
IV-3.7.1 Expropiar y rescatar tierras
ociosas o sin propiedad fundamentada.
´Incorporar tierras.
- Venezuela: Potencia Energética MundialVI-1 Enfoque...dada su magnitud absoluta, la satisfacción de la demanda de hidrocarburos de Estados Unidos, continuará teniendo la mayor participación en la oferta venezolana
¿A
dónde ha lleva do a profundización del capitalismo burocrático y
los planes corporativo-fascista a un país como Venezuela?
Veamos un informe de 2015, cuan aúnla
situación no alcanzaba el empeoramiento actual:
“Durante
2015 la economía venezolana se contrajo un 5,7%, producto de una
disminución del 7,0% de la actividad no petrolera y del 1,9% de la
actividad petrolera. Esta reducción del PIB y una caída de las
importaciones del 18,7% provocaron una reducción de la oferta global
de 9,2% durante 2015. En 2015, la demanda agregada interna se
contrajo (-10,1%), con una caída de la inversión bruta fija
(-17,6%), del consumo privado (-7,8%) y del gasto del gobierno
general (-2,4%). Para 2016 la CEPAL prevé una nueva contracción del
PIB venezolano del 8,0%. Este escenario está condicionado por la
evolución del precio del crudo y la capacidad de la economía
venezolana de resolver los problemas de generación y distribución
de electricidad.
En
2015 la inflación fue del 180,9%, cifra mayor a la registrada en
2014 (68,5%). En esta trayectoria de la inflación venezolana
resaltan los niveles alcanzados por el renglón de alimentos y
bebidas no alcohólicas que tuvieron una inflación del 315%. El
Banco Central de Venezuela señala que la importante baja de las
importaciones y la merma en la producción nacional son los
determinantes de este importante incremento de la inflación. A estos
factores de oferta señalados por el Banco, habría que añadir la
depreciación del tipo de cambio, así como elementos de demanda
vinculados al crecimiento de los agregados monetarios, como la base
monetaria, y del crédito interno, en tasas superiores al 114% y el
112%, respectivamente.
En
2015 la cuenta corriente de la economía venezolana registró un
déficit de 18.150 millones de dólares, siendo esta la primera vez
desde 1998 que se registra un déficit en la cuenta corriente “ (Estudio
Económico de América Latina y el Caribe ▪ 2016 ,
CEPAL).
Como se vio en otros casos similares,
por ejemplo durante el gobierno de la Junta Militar fascista de
Velazco Alvarado y de Morales Bermudez, en el Perú de los anos 70,
también hoy, en Venezuela, eso ha llevado al país a convertirse en
arena de contienda del juego de intereses de las grandes potencias.
Lo cual no significa que el imperialismo yanqui no siga siendo el
imperialismo principal que domina en Venezuela. Situación incluso
reconocida en el PPS en su “Enfoque (VI-1)”, que volvemos a
citar: “ dada su magnitud absoluta, la satisfacción de la demanda
de hidrocarburos de Estados Unidos, continuará teniendo la mayor
participación en la oferta venezolana”. Que podemos denominar como
cláusula de reconocimiento de la situación semicolonial de
Venezuela, dependiente principalmente del imperialismo yanqui.
Crecimiento de la IED en el sector
petrolero y no petrolero que se financian en el país y luego
exportan sus utilidades, etc. Mayor endeudamiento del país, a través
de los “bonos soberanos” que generan inflación porque el Estado
a cuenta de esas notas en los bancos extranjeros debe emitir moneda
nacional de donde surgen los factores inflacionarios que llevan al
gobierno a restringir el crédito. En consecuencia se reduce la
inversión en el país, crece la desocupación y la producción
nacional no sólo no aumenta como corresponde sino que incluso
disminuye. Esta es la dimensión de la financiación impuesta a
través de esta forma de créditos. Además esta forma de
endeudamiento junto con los préstamos bilaterales (con los países
imperialistas como Rusia, China) y de la “banca multilateral”
(BID, etc.) son formas como el imperialismo explota y oprime a la
nación venezolana.
Como vemos en la cuestión de las
reservas y el pago puntual de los vencimientos de la deuda a costa de
la importación de alimentos, Venezuela es un típico país
tributario de los bancos extranjeros. El Estado se ve obligado a
reducir sus gastos corrientes y de capital y a incrementar los
correspondientes por amortización de la deuda y, además, como hemos
dicho se pago toda la deuda por adelantado hasta el año
2007. Así, la “renta petrolera” sirve para garantizar pagos de
deuda y pagar la deuda. ¿Es
esa la “nueva forma” de “ generación, apropiación y
distribución de los excedentes económicos” de su plan socialista?
Vemos que se distribuye a favor del imperialismo, del yanqui
principalmente. Un ejemplo:
“Entre
las partidas de gasto del Gobierno de cuya información se dispone,
destaca la destinada al pago del servicio de deuda; según
información suministrada por el Banco Central de Venezuela, durante
2015 se amortizaron 11.972 millones de dólares por concepto de deuda
pública externa, de los cuales 7.333 millones de dólares
corresponden a capital y 4.689 millones de dólares a intereses. Esto
implica que el equivalente a un 40,5% del total de las exportaciones
de la República Bolivariana de Venezuela en los tres primeros
trimestres de 2015 fue destinado al pago de deuda externa (…) Por
su parte, la deuda externa venezolana se incrementó en 2.900
millones de dólares en 2015 y se ubicó en torno a los 120.000
millones de dólares, el equivalente al 66% del PIB. Cabe mencionar
el cambio de composición de la deuda pública externa: se incrementó
la deuda en concepto de préstamos, pasando del 34,5% en 2014 al
39,2% en 2015, al tiempo que disminuyó el endeudamiento en bonos y
pagarés, que pasó del 43,2% en 2014 al 39,5% en 2015. (...)Pese
al uso de activos externos, la importante caída del financiamiento
de las importaciones y el mayor endeudamiento externo, en 2015 las
reservas internacionales se redujeron un 25,8%, y en los primeros
cinco meses de 2016 sufrieron una caída del 25,1%. El saldo actual
de las reservas internacionales llega al menor nivel desde 1995,
12.255 millones de dólares, y equivale a un 5,5% del PIB. ”
(informe de la CEPAL arriba citado)
El capital imperialista ha ido
avanzando más y más en el país, sujetando y controlando cada día
la creciente actividad económica estatal; y se ve como la mayor
participación económica y financiera del Estado, registrada en
estos años, implica también, aunque con otras modalidades, tan
igual como en el caso de las empresas particulares, una correlativa y
creciente penetración imperialista contra todo lo que se difunda
para ocultarla. Agregar a todo lo que ya conocíamos el informe
económico del ministerio de España sobre Venezuela.
Con los “bonos de deuda interna”,
que según los especialistas no se puede saber exactamente quienes
son los tenedores de estos bono, sí nacionales o extranjeros, se
convierte a los capitalistas en rentistas estatales: “bonos de
deuda interna” y profundización del capitalismo burocrático, que
impulsa el parasitismo de la economía y al carecer de inversión
productiva de mayor rendimiento alienta la exportación de capitales
como se ve en Venezuela, donde anualmente un porcentaje equivalente
al 10% del PBI fuga al extranjero. Problema histórico de la economía
venezolana agravado con la profundización del capitalismo
burocrático. Caída del PBI desde el 2014:
“Durante
2015 la economía venezolana se contrajo un 5,7%, siendo este el
segundo año consecutivo de contracción dada la caída del 4,0% que
registró el PIB en 2014. Esta evolución del PIB se expresó a su
vez en una disminución del 7,0% de la actividad no petrolera y del
1,9% de la actividad petrolera. En la actividad no petrolera destacan
la caída de sectores como la construcción (-23,8%), las
instituciones financieras (-13,0%), el comercio (-11,8%), el
transporte y el almacenamiento (-6,9%) y la manufactura (-6,8%).
Solamente los sectores de comunicaciones (2,7%) y servicios del
gobierno general (1,0%) crecieron en 2015.
La
reducción del PIB, aunada a una caída de las importaciones
(-18,7%), provocó una contracción de la oferta global del 9,2%
durante 2015. Al mismo tiempo, la demanda agregada interna se
contrajo (-10,1%), con una caída de la inversión bruta fija
(-17,6%), del consumo privado (-7,8%) y del gasto del gobierno
general (-2,4%). Las exportaciones registraron una disminución del
0,7%.(...)
El
mercado laboral venezolano ha mostrado los efectos de la fuerte
contracción que atraviesa dicha economía. En 2015 se incrementó la
tasa de desocupación en 0,5 puntos porcentuales y pasó del 5,5% en
diciembre de 2014 al 6,0% en diciembre de 2015, impulsada por una
caída de la tasa de ocupación del 61,9% al 58,8% entre ambos meses.
Al mismo tiempo, se incrementó la tasa de inactividad en 3,0 puntos
porcentuales y a fines de 2015 llegó al 37,4%.
El
incremento de la desocupación afectó de manera considerable a los
grupos etarios más jóvenes, el de 15 a 24 años y el de 25 a 44
años, que mostraron una tasa de desocupación entre diciembre de
2014 y diciembre de 2015 de 0,5 y 3,6 puntos porcentuales,
respectivamente.
En
2015 se perdieron cerca de 440.000 puestos de trabajo, 300.000 de los
cuales pertenecían al sector formal de la economía. Esta reducción
del número de puestos de trabajo refleja una disminución de 510.000
puestos en el sector privado, que fue compensada parcialmente por la
creación de 70.000 puestos en el sector público.
En
los primeros cuatro meses de 2016 la situación se ha mantenido y
hubo un nuevo incremento de la tasa de desocupación nacional de 1,1
puntos porcentuales, que significó un incremento similar en las
tasas de desocupación de hombres y mujeres. En este período, tanto
el sector privado como el sector público han reducido
aproximadamente 40.000 puestos de trabajo cada uno. (…) En 2015 el
salario mínimo se incrementó cuatro veces (febrero, mayo, julio y
noviembre). La variación acumulada fue del 97,3% si se compara el
valor de esta variable a finales de 2015 (9.649 bolívares) con el
valor de cierre de 2014 (4.889 bolívares). Pese a estas variaciones
del salario mínimo, la capacidad adquisitiva de los trabajadores y
pensionados venezolanos a los que se aplica esta remuneración ha
sufrido los embates de la elevada tasa de inflación. Entre diciembre
de 2014 y diciembre de 2015 el salario mínimo expresado en términos
reales registró una contracción del 23,6%, significativamente mayor
a la observada en igual período de 2014 (-4,6%). En 2016 el salario
mínimo se incrementó en dos oportunidades, en marzo (20%) y mayo
(30%), lo que supone una variación acumulada
del 56% con respecto al salario mínimo vigente en diciembre de 2015.
Por su parte, el bono alimentario aumentó de 6.750 bolívares a
finales de 2015 a 18.585 bolívares en mayo de 2016.
“ (Informe de la CEPAL, 2016, ya citado). Cifras que muestran como
la crisis, como tenía que ser, se descarga sobre las espaldas
escuálidas de la clase y el pueblo.
Hagamos la pregunta que alguna vez se
hizo ¿ A dónde ha traído esta política gubernamental -denominada como
del “Socialismo del Siglo XXI- en el 2017? Allí están los
resultados. De esa responsabilidad es la que no quiere habla Manuel
Sutherland cuando renuncia a analizar concretamente la economía
Venezolana, diciendo que esta “sólo es una fracción de la
acumulación capitalista mundial”.
Recesión,
inflación, deuda pública externa e interna, reducción de las
reservas por debajo de sus mínimos históricos para honrar la deuda
a costa de la importación de alimentos y medicinas de la cual
depende la alimentación y salud del pueblo, escasez, hambruna y
miseria. ¿ En qué quedaron sus famosos logros en el combate a la
miseria tan levantados por el Banco Mundial? Se convirtieron en aire
y en realidad lacerante para la mayoría del pueblo que la padece. Se
barnizaron las cifras propagandizando el reparto de limosnas
como gran logro, mientras se usa eso mismo para impulsar la
corporativización fascista. Estas son las consecuencias de la
aplicación de los programas económicos del gobierno; las
consecuencias y la crisis agravadas en el ano 2015 y que se
desenvuelve en inflación y recesión, esa es la situación en la que
ha devenido con la crisis política consiguiente con enconada lucha
entre las dos facciones de la gran burguesía detrás de las cuales
está el juego de intereses de las grandes potencias, por un lado, y,
por otro lado, la lucha del puebo venezolano por la defensa de sus
derechos conquistados y contra los paquetazos de más hambre y
miseria y más entrega del país, en medio de la cual los sectores
más avanzados luchan por mantener la independencia política de
clase y no dejarse arrastrar por ninguna de las dos facciones
burguesas. Así, agudización de la lucha de clases, situación
revolucionaria en desarrollo y falta del PC para dirigir a las masas.
Esa es la situación en la cual ha devenido Venezuela y seguirá
devatiéndose aún por buen tiempo.
Como se dijo en los 70 ante un proceso
similar: “A estas alturas surgen interrogantes: ¿
Son las consecuencias necesarias de un proceso revolucionario
socavado por el imperialismo y la burguesía local, como dicen
algunos?¿ Es el fracaso de los planes reformistas, como algunos
otros? ¿El problema se reduce a debatir si es coyuntural o
estructural soslayando el fondo?
Contrario
a lo que sostiene Manuel Sutherland y, mucho peor, los otros, para
nosotros, lo que se vive hace anos en Venezuela es la profundización
del capitalismo burocrático y la crisis actual no es sino
consecuencia necesaria de este proceso, situación que se agrava por
la repercusión de la crisis mundial, uno de cuyos medios de
transmisión es la caída en los preciso del petróleo.
Adelantamos algunas cifras:
"Durante
la década de 1970, “los precios de los productos agrícolas en el
mercado internacional,
salvo
algunas excepciones circunstanciales, eran más bajos que los precios
internos
en Venezuela”, señala el experto Agustín Morales Espinoza. En las
décadas siguientes
esa
relación desigual se incrementó.
El
efecto fue irremediable. Las importaciones comenzaron a crecer. Bajo
la presión
de
esta práctica, la producción agrícola nacional “se mostró
incompetente para regular
la
demanda de productos importados”, afirma el autor (Morales, 2009).
Estados
Unidos, de donde salían casi
65%
de los alimentos consumidos en Venezuela.
Aunque
la importación desde Estados Unidos se redujo a casi la mitad en
2012,
no
ha dejado de funcionar como mecanismo de exacción incontrolable
entre el precio
relativo
externo protegido y el precio interior, de lo cual resulta el
costo-beneficio del
importador.
Allí
nace el círculo perverso de una economía perversa. Sus
características se aproximan
a
las conocidas en otros países de nuestro continente, aunque se
agraven por el
condimento
volátil del petróleo: 93 de cada cien dólares que sostienen la
economía
salen
de la venta de crudo.
Por
décadas enteras, el Estado venezolano estimuló y amplió los
mercados de alimentos
procesados
con un fuerte componente importado y destruyó el mercado nacional
de
agroalimentos.
Si
seguimos los datos de la Cámara Venezolana de Alimentos (Cavidea),
entre 1959
y
1977 se construyeron 80 grandes y medianas empresas de alimentos en
el país, 112
procesadoras
y 13 proveedoras de insumos y maquinarias para 37 sectores
alimenticios,
agrupadas
en 16 cámaras empresariales. En 2012 funcionan 60 empresas de
alimentos.
La
merma se explica por el surgimiento de una gigantesca corporación
estatal de alimentos
y
las nacionalizaciones iniciadas en 2007. Aun así, la presencia de
las casas importadoras
es
dominante. La única gran industria que le resta a la burguesía
venezolana,
después
de las nacionalizaciones bolivarianas, se llama Polar y es un emporio
de alimentos,
señal
latente de la hegemonía tradicional de la burguesía comercial
importadora.
Según
la misma fuente empresaria, en 2012 funcionan 1 159 firmas de
importación
de
alimentos y similares en el país; 220 en la capital. Todas viven de
la importación en
forma
directa e indirecta. Un caso único en el continente.
p. 211
Si
revisamos la estructura de distribución urbana de alimentos,
correspondiente al
modelo
importador, encontraremos el mismo resultado de gran monopolización
comercial.
La
empresa Makro es el emblema de esta historia. Esta superempresa se
estableció
en
1990, apenas un año después de la más importante rebelión por
alimentos en
la
historia nacional. Esta aparente “locura comercial” se explica
por la confianza de la
burguesía
comercial en la capacidad de consumo estadístico de la petroeconomía
venezolana
concentrada
en las ciudades. La asociación de capitales que la originó tampoco
es
casual. El mayor consorcio agrocomercial del país se juntó con el
monopolio holandés
de
distribución, Steekolen, Handels Vereenningin. Es un modelo de
distribución
usado
en la Europa neoliberal, cuya base es el control de las fuentes de
alimento, o sea,
la
agroproducción, asentada en la propiedad o arriendo de la tierra. La
Polar fue denunciada,
en
2012, por poseer más de 80 000 hectáreas improductivas (Ciudad ccs,
2012).
Para
el imperialismo europeo son los fértiles campos ibéricos y
mediterráneos, Europa
oriental,
además de África y América Latina. Makro modificó el sistema de
distribución
del
país y se transformó en la empresa marcadora del precio de mercado
mayorista de los
alimentos.
En
un reciente estudio de la Cepal (2007) se muestra al país en la
lista de los que
aportan
menos valor agregado agrícola al pib general de su economía. En una
larga
evaluación
de 22 años, 1985 a 2007, Venezuela aparece en la cuarta fila, cerca
del límite
más
bajo, de aporte al pib nacional, por debajo de 6.5%, entre el nivel
más alto de
aporte
que es de 34%, y el más bajo, que es de 5%. Entre 1981 y 1990, la
importación
de
alimentos y bebidas fue de 75.4 dólares por persona y año. En la
década siguiente
(1991-2000)
la cifra disminuyó a 65.9 y en la que acaba de concluir (2001-2010)
se
duplicó
para alcanzar 134.6 de promedio (...).
Metas
de Chávez imposibles de cumplir al 2019 (Segundo Plan Socialista-SPS)
agrícola”
en 2019.
La
participación de la
producción campesina (parece que quiere decir agraria, ya aclareraremos esto, nota nuestra) en la conformación del pib total fue de apenas
4.3% en 2008,
y
un poco más de 5.1% en 2011. Basta comparar con el pib agrícola de
Colombia que es
de 12% o el promedio latinoamericano de 6.22%" (5.
Tierra, poder y revolución en Venezuela,
Modesto Emilio Guerrero, capitalismo:Tierra
y poder en Am.rica latina (1982-2012)
Bolivia, Colombia, Ecuador, Per., Venezuela,
Universidad Autonoma
Metropolitana, México,
primera edición 2014, CLACSO, Ediciones Continente).
Cintinuará próximamente..........