Monday, July 24, 2017

A propósito de una lectura crítica del artículo: Venezuela la crisis económica de 2016 de Manuel Sutherland (continuación cuarta entrega)


Hoy, continuamos abordando la situación de Venezuela, a propósito de una lectura crítica del artículo: Venezuela la crisis económica de 2016 de Manuel Sutherland, publicada en www.sin permiso de 31/08/2016, investigador del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) y profesor represaliado de la Universidad Bolivariana de Venezuela. En esta parte, vamos a abordar brevemente el del carácter semifeudal del país, pero antes, hoy día, necesitamos puntualizar algo sobre los planes aplicados por el gobierno y sus resultados o consecuencias, dentro de lo cual está la actual escasez de alimentos síntoma evidente del caracter semifeudal del país.

En cuanto a lo que sostiene Sutherland sobre el Estado burgués como simple forma o expresión local de la acumulación del capital a nivel mundial hay que puntualizar, que esa posición dualista en cuanto a Estado y base económica ignora el propio desarrollo del capitalismo de libre concurrencia al capitalismo monopolista o imperialismo, donde llegado a un determinado momento de desarrollo se produce la fusión del inmenso poder del Estado con el de los monopolios engendrados por el capital financiero, dando lugar al capitalismo monopolista de Estado en los países imperialistas. Y en los países oprimidos de capitalismo burocrático, también llegado un momento de su desarrollo se funde el capital bancario, comprador y feudal con el Poder del Estado dando lugar al capitalismo monopolista de Estado. Esto es lo que a través de las citas de la entrega anterior a quedado demostrado.

Centra, como otros académicos, en la acumulación mundial del capital y de que Venezuela sólo es una fracción de ésta, para negar el propio proceso de desarrollo del capitalismo de desarrollo del mercado interior y después del mercado mundial (exportación e importación de mercanicas principalmente) en la etapa del capitalismo de libre concurrencia y luego a la exportación de capitales como principal en la presente etapa del capitalismo monopolista o imperialismo.Al centrar en una categoría económica, elude así tratar sobre el imperialismo y no entrar a examinar la economía de Venezuela. Cuando, sin la economía de los diferentes países no se podría entender la economía mundial, es decir de las relaciones sociales de producción a escala mundial que hoy se pueden sintetizar en naciones opresoras y países oprimidos, acreedores y deudores definido así porque en esta época cobra mayor importancia la exportación de capitales sobre la exportación de mercancías.

En las entregas anteriores hemos examinado los resultados de los planes de la profundización del capitalismo burocrático y de la reorganización corporativa de la sociedad (está pendiente un examen más detenido de nuestra parte con respecto a la reorganización corporativa -base orgánica- y al carácter fascista -dirección política, lo haremos en entregas posteriores. Los resultados prueban que la aplicación de los planes del gobierno han llevado a esta situación de recesión, crisis política y agudización de la lucha de clases. Han abierto el país aún más a la penetración del imperialismo y convertido el mismo en arena de contienda de la disputa entre los diversos países imperialistas.

Son casi tres planes aplicados hasta la fecha: plan de transición 1999-2007, Primer Plan Socialista (PPS) 2007-2013 y, lo que va del actual, Segundo Plan Socialista (SPS) 2013-2019.
En lo económico, el llamado „Nuevo Modelo Productivo Socialista“ es la continuación del viejo camino burocrático, con mayor concentración y centralización de los medios de producción en manos de la gran burguesía (ambas facciones), de los terratenientes y de los grandes monopolios del capital imperialista (ver cuadro de inversiones en el país).

Según el propio PPS (IV. Modelo Productivo Socialista, IV-1 Enfoque), el „nuevo modelo“ tiene como eje „el funcionamiento de nuevas formas de generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos y una nueva forma de la renta petrolera“. Esto es, pese a la palabrería encubridora, el mismo eje económico de sometimiento al monopolio económico del imperialismo, a las necesidades de petróleo del mercado mundial; es decir del imperialismo, principalmente yanqui. No es principalmente chino, como parece creen algunos compañeros cuando ponen el orden imperialismo chino, etc. No es así como lo demuestran los datos concretos.

Esto corresponde al capitalismo burocrático que se desenvuelve en un país semicolonial y semifeudal. El capital imperialista penetra en un pueblo semifeudal generando un capitalismo tardío sujeto a sus intereses. Así nace un capitalismo enfermo y deformado.

Todo el enfoque del “Nuevo Modelo” está basado en la explotación y renta del petróleo, el gobierno chavista está reconociendo su sujeción y sometimiento a los intereses del imperialismo principalmente yanqui, que ha sido y sigue siendo el principal beneficiario de la producción de hidrocarburos del país y mantiene así su control estratégico. Más abajo veremos como reconocen su condición semicolonial.

Partiendo de esta realidad, tenemos que hacer la lectura correspondiente de las declaraciones del archirreaccionario genocida presidente de los EE.UU., Trump, de aplicar sanciones al gobierno de Maduro si prosigue con llevar adelante las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. 

Primero no ha habido ninguna sanción económica del imperialismo yanqui contra el “gobierno bolivariano” en estos últimos 18 años; segundo, el control estratégico del petróleo venezolano por parte del imperialismo yanqui le permite tener un instrumento para su intervención en la política interna del país. 

Consecuencia, el gobierno de Venezuela durante todos estos años cumplió con todos sus compromisos económicos con el imperialismo yanqui en materia de hidrocarburo y pese a los intercambios verbales, los negocios por ambos lados siguieron muy amigablemente en beneficio yanqui; pero, ahora, los yanquis reciben llamado de ambas partes para que sea arbitro de la situación en Venezuela. El gobierno de Maduro, mientras firmaba nuevo contrato con monopolio petrolero yanqui, pedía hablar con Trump y, la oposición, mayormente de la otra facción burguesa, con la ayuda también de lobbistas, pedía al gobierno yanqui que aplique sanciones económicas contra el gobierno de Maduro.

De parte de las masas, estas siempre han tenido una decidida actitud antiimperialista, siempre se han levantado contra la opresión imperialista y los gobiernos serviles, por eso la necesidad de los gobiernos reaccionarios, sobre todos desde fines de los 50, de practicar una demagogia nacionalista y “programas” y medidas sociales. La particularidad de este gobierno, es la de buscar barnizar el viejo camino con un discurso “antiimperialista” un tanto beligerante durante el gobierno de Bush jr, pero sin ninguna medida o reacción concreta, por ambos lados, al respecto. Encontrado así una justificación para el entreguismo del gobierno en que se da un “nuevo uso” a la renta petrolera. Lo que ha sido llamado por algunos críticos suaves a este tipo de gobiernos como “el intento de justificar el neo-extractivismo”.

Venezuela continua exportando y cumpliendo todos sus compromisos de manera disciplinad con los EE.UU. e importando -desde maquinarias, equipos, automotores, alimentos hasta petróleo liviano para diluir su petróleo pesado y hacerlo exportable- de los EE.UU. (ver cifras).

Los imperialistas yanquis a diferencia con Irán, Corea del Norte, Rusia nunca ha impuesto sanciones económicas al gobierno de Venezuela, ni una sola.

Una situación similar es la que se dio con México en los anos 60 a 80 del siglo anterior, con respecto a México, cuando los gobiernos reaccionarios fascistas del PRI hacían gala de una política externa independiente con respecto a los EE.UU., mientras ese mismo gobierno cada vez más entregaba el país económicamente a los monopolios yanquis.

Es claro, el objetivo del régimen de justificar el sometimiento al imperialismo con el uso de la “renta petrolera” por el “cambio del modelo productivo” y de “cambio de pilares en el colectivo”., “la comunidad” (organización corporativa). Aplicación de la parte de la “renta petrolera” y de la “responsabilidad Social de las Empresas” del Banco Mundial (BM) para impulsar la reorganización corporativa de la sociedad.

Todo lo que hemos visto en las entregas anteriores, en especial el propio documento del gobierno sobre la “Estructura Industrial...”, muestra que el objetivo del PPS de la “consolidación del carácter endógeno de la economía, mediante la utilización progresiva de los recursos...y dando prioridad a las necesidades del país”. Desde su propia formulación no estaba en correspondencia con la realidad, ¿ qué iban a consolidad con el PPS si no estábamos ante una economía que había roto las cadenas de la explotación imperialista?; segundo, el eje establecido del plan basado en la “renta petrolera” es la base de todo lo contrario al “desarrollo endógeno”, es decir, orientado al desarrollo interno de la economía venezolana; la explotación petrolera para las necesidades del mercado mundial no beneficia al pueblo sino a un punado de explotadores extranjeros y nativos. Mayor sujeción económica al imperialismo.

Ahí esta su propio balance con respecto a toda la economía y la economía manufacturera, en concreto, su estudio sobre la "Estructura Industrial de Venezuela”. Todo lo que está en el PPS, sobre los encadenamientos internos, diversificación, acumulación de reservas, desarrollo tecnológico, etc. está sometido a la inversión extranjera imperialista, a los monopolios petroleros más grandes del mundo, yanquis, británicos, holandeses, españoles, rusos, chinos, japoneses, etc. en ese orden.

 Como las medidas adoptadas por el gobierno ante la recesión lo muestran: las reservas internacionales de que tanto se ufanaba el régimen, como muestra de su independencia, han servido para honrar la deuda y no para la importación de alimentos y medicinas que tanto necesita el pueblo de Venezuela.

 Recordar que hasta el año 2007 el gobierno venezolano declaró que había pagado por adelantado todas sus deudas contraídas a través de FMI. Esto lo presentó como una muestra de independencia financiera del país y su gobierno, cuando era todo lo contrario. Destino parte de la renta petrolera para beneficio del capital financiero imperialista pagando por adelantado en lugar de invertirlo en el desarrollo del país. Pagar para ponerse como buen alumno de la liberalización de los mercados financieros y tener buenas notas para la emisión de “bonos de la deuda soberana”. 

Hoy se suceden todos los escándalos con respecto a los "bonos venezolanos", que significan ganancias desorbitadas para los bancos de nueva york, el Banco de Reserva los vende a través de Broker por 68% de su valor y, además, estos Broker o los intermediarios financiero cobrar por su intermediación; las barras de oro fueron al Deusche Bank (Banco Aleman) y las reservas se redujeron a un nivel de menos de 10 mil millones de dólares, el nivel más bajo desde fines de los 90. Venezuela, su Banco Central y todo su sistema financiero a través de todos estas medidas y escándalos del régimen están reconociendo su lugar de nación oprimida, de economía deudora, de sujeción al sistema financiero imperialista y al FMI y al “consenso de Washington”

Que decía el plan: “IV. n. Se dispondrá una acumulación suficiente de reservas e ingresos fiscales diversificados para enfrentar exitosamente las contingencias económicas”. Ahora queda claro de que contingencias hablaba, lo que es importante para hacer ver la demagogia del régimen.

Veamos el siguientes punto: “ IV. s. En lo referente a la producción de alimentos la base de la garantia de la seguridad alimentaria será el desarrollo rural integral cuyo alcance trasciende la actividad productiva agrícola, uno de cuyos componentes es la producción de alimentos. La visión de la agricultura no se restringe a lo alimentario, sino que incluye los cuatro subsectores: vegetal, animal, forestal y pesquero, y la actividad agrícola está llamada a cumplir un importante papel en la ocupación del territorio, la redistribución del ingreso y el aporte de otras materias primas a la industria.
t. Soberanía alimentaria
u. Desarrollo de la capacidad interna de la producción de alimentos básicos elevará sostenidamente la inversión productiva en la agricultura.

Todo bla, bla, bla! Cuando precisamente estaban imnportando todo. Pero ya veremos esto más concretamente. Prosigamos con los objetivos:

IV-2 Objetivos
IV-2.1 Desarrollar el nuevo modelo productivo endógeno como base económica del socialismo del siglo XXI y alcanzar un crecimiento sostenido “.

 Resultados muestran puro bluf, más aún no hubo ni la mínima intención de implementar algo que se le parezca un poco, desde que todo el plan está basado en la “renta petrolera”.

IV-2.2 Incrementar la soberanía alimentaria y consolidar la seguridad alimentaria.

IV-2.3 Fomentar la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo nacional y reducir diferencias en acceder al conocimiento.
IV-2.4 Desarrollar la industria básica no energética, la manufactura y los servicios básicos.
IV-3.7 Consolidar la revolución agraria y eliminar el latifundio.
IV-3.7.1 Expropiar y rescatar tierras ociosas o sin propiedad fundamentada.
´Incorporar tierras.
  1. Venezuela: Potencia Energética Mundial
    VI-1 Enfoque...dada su magnitud absoluta, la satisfacción de la demanda de hidrocarburos de Estados Unidos, continuará teniendo la mayor participación en la oferta venezolana

¿A dónde ha lleva do a profundización del capitalismo burocrático y los planes corporativo-fascista a un país como Venezuela?
Veamos un informe de 2015, cuan aúnla situación no alcanzaba el empeoramiento actual:

Durante 2015 la economía venezolana se contrajo un 5,7%, producto de una disminución del 7,0% de la actividad no petrolera y del 1,9% de la actividad petrolera. Esta reducción del PIB y una caída de las importaciones del 18,7% provocaron una reducción de la oferta global de 9,2% durante 2015. En 2015, la demanda agregada interna se contrajo (-10,1%), con una caída de la inversión bruta fija (-17,6%), del consumo privado (-7,8%) y del gasto del gobierno general (-2,4%). Para 2016 la CEPAL prevé una nueva contracción del PIB venezolano del 8,0%. Este escenario está condicionado por la evolución del precio del crudo y la capacidad de la economía venezolana de resolver los problemas de generación y distribución de electricidad.
En 2015 la inflación fue del 180,9%, cifra mayor a la registrada en 2014 (68,5%). En esta trayectoria de la inflación venezolana resaltan los niveles alcanzados por el renglón de alimentos y bebidas no alcohólicas que tuvieron una inflación del 315%. El Banco Central de Venezuela señala que la importante baja de las importaciones y la merma en la producción nacional son los determinantes de este importante incremento de la inflación. A estos factores de oferta señalados por el Banco, habría que añadir la depreciación del tipo de cambio, así como elementos de demanda vinculados al crecimiento de los agregados monetarios, como la base monetaria, y del crédito interno, en tasas superiores al 114% y el 112%, respectivamente.
En 2015 la cuenta corriente de la economía venezolana registró un déficit de 18.150 millones de dólares, siendo esta la primera vez desde 1998 que se registra un déficit en la cuenta corriente “ (Estudio Económico de América Latina y el Caribe ▪ 2016 , CEPAL).

Como se vio en otros casos similares, por ejemplo durante el gobierno de la Junta Militar fascista de Velazco Alvarado y de Morales Bermudez, en el Perú de los anos 70, también hoy, en Venezuela, eso ha llevado al país a convertirse en arena de contienda del juego de intereses de las grandes potencias. 

Lo cual no significa que el imperialismo yanqui no siga siendo el imperialismo principal que domina en Venezuela. Situación incluso reconocida en el PPS en su “Enfoque (VI-1)”, que volvemos a citar: “ dada su magnitud absoluta, la satisfacción de la demanda de hidrocarburos de Estados Unidos, continuará teniendo la mayor participación en la oferta venezolana”. Que podemos denominar como cláusula de reconocimiento de la situación semicolonial de Venezuela, dependiente principalmente del imperialismo yanqui.

Crecimiento de la IED en el sector petrolero y no petrolero que se financian en el país y luego exportan sus utilidades, etc. Mayor endeudamiento del país, a través de los “bonos soberanos” que generan inflación porque el Estado a cuenta de esas notas en los bancos extranjeros debe emitir moneda nacional de donde surgen los factores inflacionarios que llevan al gobierno a restringir el crédito. En consecuencia se reduce la inversión en el país, crece la desocupación y la producción nacional no sólo no aumenta como corresponde sino que incluso disminuye. Esta es la dimensión de la financiación impuesta a través de esta forma de créditos. Además esta forma de endeudamiento junto con los préstamos bilaterales (con los países imperialistas como Rusia, China) y de la “banca multilateral” (BID, etc.) son formas como el imperialismo explota y oprime a la nación venezolana.

Como vemos en la cuestión de las reservas y el pago puntual de los vencimientos de la deuda a costa de la importación de alimentos, Venezuela es un típico país tributario de los bancos extranjeros. El Estado se ve obligado a reducir sus gastos corrientes y de capital y a incrementar los correspondientes por amortización de la deuda y, además, como hemos dicho se pago toda la deuda por adelantado hasta el año 2007. Así, la “renta petrolera” sirve para garantizar pagos de deuda y pagar la deuda. ¿Es esa la “nueva forma” de “ generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos” de su plan socialista? Vemos que se distribuye a favor del imperialismo, del yanqui principalmente. Un ejemplo:

Entre las partidas de gasto del Gobierno de cuya información se dispone, destaca la destinada al pago del servicio de deuda; según información suministrada por el Banco Central de Venezuela, durante 2015 se amortizaron 11.972 millones de dólares por concepto de deuda pública externa, de los cuales 7.333 millones de dólares corresponden a capital y 4.689 millones de dólares a intereses. Esto implica que el equivalente a un 40,5% del total de las exportaciones de la República Bolivariana de Venezuela en los tres primeros trimestres de 2015 fue destinado al pago de deuda externa (…) Por su parte, la deuda externa venezolana se incrementó en 2.900 millones de dólares en 2015 y se ubicó en torno a los 120.000 millones de dólares, el equivalente al 66% del PIB. Cabe mencionar el cambio de composición de la deuda pública externa: se incrementó la deuda en concepto de préstamos, pasando del 34,5% en 2014 al 39,2% en 2015, al tiempo que disminuyó el endeudamiento en bonos y pagarés, que pasó del 43,2% en 2014 al 39,5% en 2015. (...)Pese al uso de activos externos, la importante caída del financiamiento de las importaciones y el mayor endeudamiento externo, en 2015 las reservas internacionales se redujeron un 25,8%, y en los primeros cinco meses de 2016 sufrieron una caída del 25,1%. El saldo actual de las reservas internacionales llega al menor nivel desde 1995, 12.255 millones de dólares, y equivale a un 5,5% del PIB. ” (informe de la CEPAL arriba citado)


El capital imperialista ha ido avanzando más y más en el país, sujetando y controlando cada día la creciente actividad económica estatal; y se ve como la mayor participación económica y financiera del Estado, registrada en estos años, implica también, aunque con otras modalidades, tan igual como en el caso de las empresas particulares, una correlativa y creciente penetración imperialista contra todo lo que se difunda para ocultarla. Agregar a todo lo que ya conocíamos el informe económico del ministerio de España sobre Venezuela.

Con los “bonos de deuda interna”, que según los especialistas no se puede saber exactamente quienes son los tenedores de estos bono, sí nacionales o extranjeros, se convierte a los capitalistas en rentistas estatales: “bonos de deuda interna” y profundización del capitalismo burocrático, que impulsa el parasitismo de la economía y al carecer de inversión productiva de mayor rendimiento alienta la exportación de capitales como se ve en Venezuela, donde anualmente un porcentaje equivalente al 10% del PBI fuga al extranjero. Problema histórico de la economía venezolana agravado con la profundización del capitalismo burocrático. Caída del PBI desde el 2014:

Durante 2015 la economía venezolana se contrajo un 5,7%, siendo este el segundo año consecutivo de contracción dada la caída del 4,0% que registró el PIB en 2014. Esta evolución del PIB se expresó a su vez en una disminución del 7,0% de la actividad no petrolera y del 1,9% de la actividad petrolera. En la actividad no petrolera destacan la caída de sectores como la construcción (-23,8%), las instituciones financieras (-13,0%), el comercio (-11,8%), el transporte y el almacenamiento (-6,9%) y la manufactura (-6,8%). Solamente los sectores de comunicaciones (2,7%) y servicios del gobierno general (1,0%) crecieron en 2015.
La reducción del PIB, aunada a una caída de las importaciones (-18,7%), provocó una contracción de la oferta global del 9,2% durante 2015. Al mismo tiempo, la demanda agregada interna se contrajo (-10,1%), con una caída de la inversión bruta fija (-17,6%), del consumo privado (-7,8%) y del gasto del gobierno general (-2,4%). Las exportaciones registraron una disminución del 0,7%.(...)
El mercado laboral venezolano ha mostrado los efectos de la fuerte contracción que atraviesa dicha economía. En 2015 se incrementó la tasa de desocupación en 0,5 puntos porcentuales y pasó del 5,5% en diciembre de 2014 al 6,0% en diciembre de 2015, impulsada por una caída de la tasa de ocupación del 61,9% al 58,8% entre ambos meses. Al mismo tiempo, se incrementó la tasa de inactividad en 3,0 puntos porcentuales y a fines de 2015 llegó al 37,4%.
El incremento de la desocupación afectó de manera considerable a los grupos etarios más jóvenes, el de 15 a 24 años y el de 25 a 44 años, que mostraron una tasa de desocupación entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015 de 0,5 y 3,6 puntos porcentuales, respectivamente.
En 2015 se perdieron cerca de 440.000 puestos de trabajo, 300.000 de los cuales pertenecían al sector formal de la economía. Esta reducción del número de puestos de trabajo refleja una disminución de 510.000 puestos en el sector privado, que fue compensada parcialmente por la creación de 70.000 puestos en el sector público.
En los primeros cuatro meses de 2016 la situación se ha mantenido y hubo un nuevo incremento de la tasa de desocupación nacional de 1,1 puntos porcentuales, que significó un incremento similar en las tasas de desocupación de hombres y mujeres. En este período, tanto el sector privado como el sector público han reducido aproximadamente 40.000 puestos de trabajo cada uno. (…) En 2015 el salario mínimo se incrementó cuatro veces (febrero, mayo, julio y noviembre). La variación acumulada fue del 97,3% si se compara el valor de esta variable a finales de 2015 (9.649 bolívares) con el valor de cierre de 2014 (4.889 bolívares). Pese a estas variaciones del salario mínimo, la capacidad adquisitiva de los trabajadores y pensionados venezolanos a los que se aplica esta remuneración ha sufrido los embates de la elevada tasa de inflación. Entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015 el salario mínimo expresado en términos reales registró una contracción del 23,6%, significativamente mayor a la observada en igual período de 2014 (-4,6%). En 2016 el salario mínimo se incrementó en dos oportunidades, en marzo (20%) y mayo (30%), lo que supone una variación acumulada del 56% con respecto al salario mínimo vigente en diciembre de 2015. Por su parte, el bono alimentario aumentó de 6.750 bolívares a finales de 2015 a 18.585 bolívares en mayo de 2016. “ (Informe de la CEPAL, 2016, ya citado). Cifras que muestran como la crisis, como tenía que ser, se descarga sobre las espaldas escuálidas de la clase y el pueblo.

Hagamos la pregunta que alguna vez se hizo ¿ A dónde ha traído esta política gubernamental -denominada como del “Socialismo del Siglo XXI- en el 2017? Allí están los resultados. De esa responsabilidad es la que no quiere habla Manuel Sutherland cuando renuncia a analizar concretamente la economía Venezolana, diciendo que esta “sólo es una fracción de la acumulación capitalista mundial”.

Recesión, inflación, deuda pública externa e interna, reducción de las reservas por debajo de sus mínimos históricos para honrar la deuda a costa de la importación de alimentos y medicinas de la cual depende la alimentación y salud del pueblo, escasez, hambruna y miseria. ¿ En qué quedaron sus famosos logros en el combate a la miseria tan levantados por el Banco Mundial? Se convirtieron en aire y en realidad lacerante para la mayoría del pueblo que la padece. Se barnizaron las cifras propagandizando el reparto de limosnas como gran logro, mientras se usa eso mismo para impulsar la corporativización fascista. Estas son las consecuencias de la aplicación de los programas económicos del gobierno; las consecuencias y la crisis agravadas en el ano 2015 y que se desenvuelve en inflación y recesión, esa es la situación en la que ha devenido con la crisis política consiguiente con enconada lucha entre las dos facciones de la gran burguesía detrás de las cuales está el juego de intereses de las grandes potencias, por un lado, y, por otro lado, la lucha del puebo venezolano por la defensa de sus derechos conquistados y contra los paquetazos de más hambre y miseria y más entrega del país, en medio de la cual los sectores más avanzados luchan por mantener la independencia política de clase y no dejarse arrastrar por ninguna de las dos facciones burguesas. Así, agudización de la lucha de clases, situación revolucionaria en desarrollo y falta del PC para dirigir a las masas. Esa es la situación en la cual ha devenido Venezuela y seguirá devatiéndose aún por buen tiempo.

Como se dijo en los 70 ante un proceso similar: “A estas alturas surgen interrogantes: ¿ Son las consecuencias necesarias de un proceso revolucionario socavado por el imperialismo y la burguesía local, como dicen algunos?¿ Es el fracaso de los planes reformistas, como algunos otros? ¿El problema se reduce a debatir si es coyuntural o estructural soslayando el fondo?

Contrario a lo que sostiene Manuel Sutherland y, mucho peor, los otros, para nosotros, lo que se vive hace anos en Venezuela es la profundización del capitalismo burocrático y la crisis actual no es sino consecuencia necesaria de este proceso, situación que se agrava por la repercusión de la crisis mundial, uno de cuyos medios de transmisión es la caída en los preciso del petróleo.


IMPORTACIÓN DE ALIMENTOS  Y "DESARROLLO ENDÓGENO" Y CARACTER DEL PAÍS
 
Adelantamos algunas cifras:
 
"Durante la década de 1970, “los precios de los productos agrícolas en el mercado internacional,
salvo algunas excepciones circunstanciales, eran más bajos que los precios
internos en Venezuela”, señala el experto Agustín Morales Espinoza. En las décadas siguientes
esa relación desigual se incrementó.
El efecto fue irremediable. Las importaciones comenzaron a crecer. Bajo la presión
de esta práctica, la producción agrícola nacional “se mostró incompetente para regular
la demanda de productos importados”, afirma el autor (Morales, 2009).

Estados Unidos, de donde salían casi
65% de los alimentos consumidos en Venezuela.

Aunque la importación desde Estados Unidos se redujo a casi la mitad en 2012,
no ha dejado de funcionar como mecanismo de exacción incontrolable entre el precio
relativo externo protegido y el precio interior, de lo cual resulta el costo-beneficio del
importador.
Allí nace el círculo perverso de una economía perversa. Sus características se aproximan
a las conocidas en otros países de nuestro continente, aunque se agraven por el
condimento volátil del petróleo: 93 de cada cien dólares que sostienen la economía
salen de la venta de crudo.
Por décadas enteras, el Estado venezolano estimuló y amplió los mercados de alimentos
procesados con un fuerte componente importado y destruyó el mercado nacional
de agroalimentos.

Si seguimos los datos de la Cámara Venezolana de Alimentos (Cavidea), entre 1959
y 1977 se construyeron 80 grandes y medianas empresas de alimentos en el país, 112
procesadoras y 13 proveedoras de insumos y maquinarias para 37 sectores alimenticios,
agrupadas en 16 cámaras empresariales. En 2012 funcionan 60 empresas de alimentos.
La merma se explica por el surgimiento de una gigantesca corporación estatal de alimentos
y las nacionalizaciones iniciadas en 2007. Aun así, la presencia de las casas importadoras
es dominante. La única gran industria que le resta a la burguesía venezolana,
después de las nacionalizaciones bolivarianas, se llama Polar y es un emporio de alimentos,
señal latente de la hegemonía tradicional de la burguesía comercial importadora.
Según la misma fuente empresaria, en 2012 funcionan 1 159 firmas de importación
de alimentos y similares en el país; 220 en la capital. Todas viven de la importación en
forma directa e indirecta. Un caso único en el continente. p. 211

Si revisamos la estructura de distribución urbana de alimentos, correspondiente al
modelo importador, encontraremos el mismo resultado de gran monopolización comercial.
La empresa Makro es el emblema de esta historia. Esta superempresa se estableció
en 1990, apenas un año después de la más importante rebelión por alimentos en
la historia nacional. Esta aparente “locura comercial” se explica por la confianza de la
burguesía comercial en la capacidad de consumo estadístico de la petroeconomía venezolana
concentrada en las ciudades. La asociación de capitales que la originó tampoco
es casual. El mayor consorcio agrocomercial del país se juntó con el monopolio holandés
de distribución, Steekolen, Handels Vereenningin. Es un modelo de distribución
usado en la Europa neoliberal, cuya base es el control de las fuentes de alimento, o sea,
la agroproducción, asentada en la propiedad o arriendo de la tierra. La Polar fue denunciada,
en 2012, por poseer más de 80 000 hectáreas improductivas (Ciudad ccs, 2012).
Para el imperialismo europeo son los fértiles campos ibéricos y mediterráneos, Europa
oriental, además de África y América Latina. Makro modificó el sistema de distribución
del país y se transformó en la empresa marcadora del precio de mercado mayorista de los
alimentos.

En un reciente estudio de la Cepal (2007) se muestra al país en la lista de los que
aportan menos valor agregado agrícola al pib general de su economía. En una larga
evaluación de 22 años, 1985 a 2007, Venezuela aparece en la cuarta fila, cerca del límite
más bajo, de aporte al pib nacional, por debajo de 6.5%, entre el nivel más alto de
aporte que es de 34%, y el más bajo, que es de 5%. Entre 1981 y 1990, la importación
de alimentos y bebidas fue de 75.4 dólares por persona y año. En la década siguiente
(1991-2000) la cifra disminuyó a 65.9 y en la que acaba de concluir (2001-2010) se
duplicó para alcanzar 134.6 de promedio (...).

Metas de Chávez imposibles de cumplir al 2019 (Segundo Plan Socialista-SPS)

(...)El actual mandatario sólo promete convertir al país en una “potencia
agrícola” en 2019.
La participación de la producción campesina (parece que quiere decir agraria, ya aclareraremos esto, nota nuestra) en la conformación del pib total fue de apenas 4.3% en 2008,
y un poco más de 5.1% en 2011. Basta comparar con el pib agrícola de Colombia que es de 12% o el promedio latinoamericano de 6.22%" (5. Tierra, poder y revolución en Venezuela, Modesto Emilio Guerrero, capitalismo:Tierra y poder en Am.rica latina (1982-2012) Bolivia, Colombia, Ecuador, Per., Venezuela, Universidad Autonoma Metropolitana, México, primera edición 2014, CLACSO, Ediciones Continente).
Cintinuará próximamente..........