¡Proletarios
y pueblos oprimidos de todo el mundo, uníos!
¡Viva el
Camino Luminoso de Octubre!
Hace 100
años las masas populares explotadas y oprimidas de Rusia protagonizaron un gran
acontecimiento histórico. Bajo la intrépida dirección del Partido Bolchevique y
la lúcida jefatura del Gran Lenin, la inmensa mayoría de la clase obrera, de
los campesinos pobres y de los soldados rusos, unidos por pan, paz y tierra, se
alzaron como furioso tifón para barrer el recién establecido gobierno
Provisional, poder político de la burguesía imperialista y restos feudales,
proclamando la República Socialista Soviética de Rusia. La revolución
proletaria socialista triunfaba, por primera vez, representando un giro tal que
abriría una Nueva Era para la Humanidad, la Era de su transición a la sociedad
sin clases, sin explotación del hombre por el hombre, la de la Emancipación
Humana, la sociedad de la eterna armonía, el dorado comunismo.
La
Revolución de Octubre cumplía los requisitos y las premisas de la revolución
proletaria, previstas y establecidas por los fundadores del socialismo
científico, confirmando el carácter científico de éstas: el partido comunista,
apoyado en las masas armadas, aplicando la violencia revolucionaria, tomó de
asalto el poder de la burguesía, expropió a los capitalistas y latifundistas,
abolió la propiedad privada de los medios de producción, socializándolos y
nacionalizando la tierra, destruyó la maquinaria
burocrático-administrativa-policial-militar y estableció el nuevo poder estatal
del proletariado, sobre la base de la alianza obrero- campesina y en la forma
innovadora de los consejos de los delegados del pueblo (Soviets), directamente
elegidos en las unidades de producción, locales de actividades o vivienda, por
los obreros, campesinos y soldados, centralizados en el gobierno de los
Comisarios del Pueblo.
Realizaba
lo que proclamaba Lenin, doce años antes, en medio de los combates de la
primera revolución democrática burguesa de 1905: "Sólo el pueblo armado
puede ser un verdadero baluarte de la libertad popular". [1]
El primer
factor, subjetivo, y más decisivo del triunfo de la Revolución Socialista de
Octubre residió en la existencia de un partido de nuevo tipo armado con una
línea ideológico-política marxista, como Stalin destacaba en su balance:
"fuerte no sólo por su experiencia y por una disciplina templada durante
años, aino también por lazos infinitos con las masas trabajadoras ". [2]
Esencialmente
un partido forjado entre las masas y educado en el combate implacable al
oportunismo y en la violencia revolucionaria.
El segundo,
también subjetivo, fue la acertada línea de la alianza obrero-campesina, como
afirmó Stalin que "La Revolución de Octubre triunfó, porque supo arrebatar
a la burguesía sus reservas campesinas, porque supo conquistarlas para el
proletariado, y el proletariado era en esta revolución la única fuerza capaz de
dirigir las masas de millones y millones de trabajadores de las ciudades y del
campo". [3]
Y el
tercero, el factor objetivo, fue la situación concreta y particular que se
había creado en Rusia con la guerra interimperialista. El capitalismo en su
fase monopolista había conducido la lucha por el reparto del mundo entre las
principales potencias imperialistas y el oportunismo como social-chovinismo
predominaba en los principales partidos obreros de Europa, a tal punto que la
guerra de proporción mundial se había vuelto ineludiblemente en Guerra Mundial.
Como nadie, Lenin supo comprender que allí en Rusia, país relativamente
atrasado, había convergido todas las contradicciones del imperialismo
agudizadas al extremo, haciendo de ella el eslabón más débil de su cadena de
dominación mundial. La existencia de un proletariado muy concentrado y con
amplia experiencia de luchas y una guerra injusta que armara como ejército a
cientos de miles de campesinos miserables, sedientos por tierra, justicia y
paz, hastiados de la condición de carne de cañón a que les había obligado el
imperio zarista.
Así, la
acertada política del Partido Bolchevique condujo no sólo al triunfo la
insurrección armada como garantía del establecimiento del Nuevo Poder, los
Soviets o el Poder político del proletariado, basado en la alianza
obrero-campesina y más avanzada democracia, la Dictadura del Proletariado.
Estableció todos los derechos de los trabajadores y pasó el control de las
fábricas a los obreros, entregó la tierra a los campesinos pobres a la base de
su nacionalización, instituyó la igualdad jurídica y de derechos de la mujer,
respondió al problema de las nacionalidades oprimidas basado en el derecho de
los pueblos a su autodeterminación, creando la Unión de las Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) ya en los primeros años del Poder Soviético.
La
importancia de este grandioso hecho proletario también está en su significado
internacional al sacudir el yugo del capital en todo el mundo, haciendo
estremecer los cimientos del imperialismo. Al derrotar al imperialismo, la gran
burguesía y latifundio dentro de Rusia, la Revolución de Octubre comprobó el
partido de nuevo tipo como el partido revolucionario de la clase, forjó la
nuevo arma de lucha, en el sentido de Stalin, la teoría y la táctica de la
revolución proletaria en general y la teoría y la táctica de la dictadura del
proletariado, en particular. Esto indicó a los pueblos oprimidos de todos los
países el camino para el derrocamiento final de la explotación y opresión: la
conquista y defensa del Poder por la lucha armada, dirigida de modo absoluto
por el Partido Comunista.
Este
significado internacional expresó esencialmente su validez universal como
Leninismo. Y fue sobre la base de ese extraordinario hecho del proletariado que
Lenin fundó la III Internacional, la Internacional Comunista que llevaría el
marxismo-leninismo por todo el mundo, potenciando los partidos comunistas
existentes e impulsando su creación en los países que aún no existían.
La fuera de
la Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia no sólo alentó la lucha del
proletariado de Europa y Estados Unidos; ha retumbado hasta las regiones más
remotas de la tierra despertando millones y millones de seres humanos
explotados y naciones oprimidas para la lucha de liberación. Con el capitalismo
monopolista, el imperialismo, como tendencia en toda línea hacia la violencia y
la reacción, terminó la época de la revolución burguesa mundial y con la
Revolución de Octubre la burguesía, en cuanto clase, pasó por completo a la
contrarrevolución.
La época de
la Revolución Proletaria Mundial se inauguró con sello de oro. En la condición
en que las grandes potencias, controladas por un puñado de financistas y en
medio de pugnas y colusión por el reparto y nuevo reparto del mundo, ejercen su
dominio sobre pueblos y naciones enteras, la lucha de liberación de éstos se ha
convertido en parte integrante de la Revolución Proletaria. Por el contrario,
al frente de la revolución en la China semicolonial-semifeudal, el Presidente
Mao afirmó categóricamente que "El trueno de los cañones de la Revolución
de Octubre trajeron el marxismo-leninismo hacia China. "Entonces la
Revolución china ganó una nueva fisonomía." [4]
Y aun
fundamentando que el Poder es la cuestión esencial de la guerra popular
pontificó: "Los fusiles de los bolcheviques crearon el socialismo en
Rusia". [5] El triunfo de la Revolución de Octubre elevó el marxismo a una
segunda etapa de su desarrollo: el leninismo.
Después de
la derrota de la memorable Comuna de París, que Lenin llamó "Ensayo
general de la revolución proletaria mundial", el triunfo de la Gran
Revolución Socialista de Octubre puso a desarrollar poderosamente la Primera
Etapa de la Revolución Proletaria Mundial, la de la Defensa Estratégica.
Sin que
hubiera un solo día de paz, con agresiones y sabotajes perpetrados por la
contrarrevolución interna y el imperialismo y la reacción mundial, la dictadura
del Proletariado por primera vez, realizó las hazañas humanas jamás vistas
sobre la faz de la tierra. Todo realizado por el Poder soviético apoyado en las
masas organizadas teniendo por médula al Ejército Rojo, dirigidos por el
Partido Comunista.
La
gigantesca victoria del Poder Soviético, de las masas trabajadores y
revolucionarias de la Unión Soviética y del heroico y glorioso Ejército Rojo,
todo bajo la dirección del Partido Comunista y del Gran Stalin en la II Guerra
Mundial, la liberación de los países del Este Europeo y Corea en Asia,
conformando en ellos las democracias populares, ampliaron formalmente el campo
socialista mundial.
Con el
triunfo de la Gran Revolución China, cuatro años después, la relación de
fuerzas entre proletariado y burguesía, entre socialismo e imperialismo, se
había equilibrado. La Revolución Proletaria Mundial pasó a su Segunda Etapa, la
del Equilibrio Estratégico.
Se
sirvieron del gigantesco prestigio de la URSS construido por el hercúleo y
heroico trabajo, estudio y lucha del pueblo soviético, bajo la magistral
conducción del gran Lenin y de su sagaz discípulo Stalin, subrepticiamente
pintado como vulgar criminal por Kruschov, quién arrastró detrás de sí para el
pantano de la contrarrevolución a la gran mayoría de los países del campo
socialista y la inmensa mayoría de los partidos comunistas en el resto del
mundo.
Pero no sin
tener que afrontar con la más tenaz batalla ideológica jamás vista (el Gran
Debate) en defensa del marxismo -leninismo y de implacable combate y
desenmascaramiento del nuevo revisionismo. El Presidente Mao identificó en el
XX Congreso del PCUS, detrás de los cobardes ataques al camarada Stalin y de
las "novísimas" tesis de Kruschov, la aparición y sistematización de
un nuevo revisionismo, demoliendo su teoría podrida de la “Coexistencia" y
de los "Dos" todos". E investigando las causas que condujeron a
la restauración capitalista en la URSS, en medio del más tormentoso combate
contra el camino capitalista en China y sus defensores en la dirección del
Partido Comunista de China, en el Ejército Popular de Liberación y en el Estado
Socialista, lanzó la gran Campaña de "Educación Socialista y el Gran Salto
Hacia Adelante”. Luego, sosteniendo la tesis marxista-leninista de que en el
socialismo "existen clases y luchas de clases", advirtió "No
olvidar jamás la lucha de clases" y se desencadenó la Gran Revolución
Cultural Proletaria. "Movilizando cientos de millones en la defensa del
Poder del proletariado y por el ejercicio de su dictadura de forma omnímoda
sobre la burguesía, combatiendo la revisionista “teoría de las fuerzas
productivas” proclamó: ¡Emprenderse en la revolución y promover la producción!,
"Primero rojos y luego especialistas" y poner la "política al
mando", movilizando la inmensa mayoría de las masas por su transformación
ideológica constante, impidió por diez años la misma restauración en China.
Bajo la
bandera del marxismo-leninismo y del Gran Octubre, la Gran Revolución Cultural
Proletaria dirigida personalmente por el Presidente Mao, elevó su pensamiento
como el marxismo-leninismo de la época y consagró a la Guerra Popular como la
profundización del Camino Luminoso de Octubre, sistematización y síntesis que
realizó el Presidente Mao de la experiencia histórica de la lucha
revolucionaria de las masas oprimidas, especialmente del proletariado para la
conquista y defensa de su Poder. Desaprendidos, pero astutos, los revisionistas
modernos, avasallados por el socialimperialismo de la URSS y PCUS
kruchovistas-breznevistas, desde entonces, bajo la línea general de la
"transición pacífica", tergiversaron sobre el Camino Luminoso de
Octubre y defendieron la participación en el parlamento burgués como el nuevo
camino para el socialismo, como última "aplicación creadora" y
"desarrollo ulterior" del marxismo- leninismo. Arrastraron por tierra
el Camino Luminoso de Octubre y patearon sobre él actuando como fuerzas
auxiliares de la burguesía imperialista y de sus lacayos en los países
dominados o como meros peones en el tablero de la pugna y colusión de ese
entonces entre la superpotencia yanqui y la superpotencia social-imperialista
que representaba entonces ya la URSS, provocando la confusión entre las masas
para dividirlas y desviarlas del camino revolucionario, así como para dividir y
domesticar al Movimiento Comunista Internacional.
Contra toda
esta traición revisionista se levantó el PCCh desencadenando abiertamente en
1963 la tempestad contra el nuevo revisionismo y en defensa del
marxismo-leninismo, con la "Proposiciones acerca de la Línea General para
el Movimiento Comunista Internacional" y los "Nueve Comentarios"
que la siguieron.
Al mismo
tiempo teniendo que dar luchas contra los disimulados defensores del camino
capitalista capitaneados por el Kruschov chino, Liu Shao-chi, el Presidente Mao
llamó a los verdaderos marxistas-leninistas de todo el mundo a mantenerse
inquebrantables en la defensa del Camino Luminoso de Octubre para hacer la
revolución de nueva democracia ininterrumpida al socialismo en los países
oprimidos por el imperialismo y la revolución socialista en los países
imperialistas. Convocó al proletariado de todos los países y las naciones y
pueblos oprimidos de todo el mundo a unirse y atreverse a luchar y derrotar al
imperialismo yanqui, enemigo común de todos los pueblos del mundo, sancionando
que el imperialismo y los reaccionarios son tigres de papel.
En el caso
de la dictadura del proletariado, desencadenó la gran revolución cultural
proletaria para barrer con los defensores del camino capitalista, llevar la
lucha de clases en las condiciones del socialismo y combatir el peligro de la
restauración burguesa. Así lo advirtió a los comunistas de lo que había dicho
Lenin la burguesía derribada del poder no desaparecía y que al contrario,
derrotada ella centuplicaba su fuerza contra el nacimiento y aún frágil sistema
socialista. La burguesía trata, sin embargo, de valerse de las viejas ideas,
cultura, hábitos y costumbres de las clases explotadoras para corromper las
masas y conquistar la revolución cultural de la gente en su esfuerzo por
restaurar su Poder. El proletariado debe hacer exactamente lo contrario: debe dar
golpes despiadados y frontales a todos los desafíos de la burguesía en el
dominio ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad
utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres. Nuestro
objetivo actual es aplastar, mediante la lucha, a los que ocupan puestos
dirigentes y siguen el camino capitalista, criticar y repudiar las
'autoridades' reaccionarias burguesas en el campo académico, criticar y
repudiar la ideología de la burguesía y demás clases exploradoras, y transformar
la educación , la literatura y el arte y los demás dominios de la
superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo, a fin
de facilitar la consolidación y el desarrollo del sistema socialista. "[6]
Así, por
diez años, las realizaciones de la dictadura del proletariado fueron tal, que
se ha convertido en una de las más grandes enseñanzas de la historia de la
revolución proletaria. En cuanto a los grandes saltos de la Gran Revolución
Cultural Proletaria (GRCP) la derecha revisionista supo maniobrar para aislar a
la izquierda maoísta y con la muerte del Presidente Mao, la camarilla de Teng
Siao-ping se vio alentada a dar el paso golpe de Estado, revocar uno a uno los
veredictos revolucionarios de la GRCP y desencadenar la restauración burguesa
(1976).
Tal
acontecimiento marcó el fin de la Primera Gran ola de la Revolución Mundial,
que se inició con la publicación del Manifiesto Comunista y principalmente con
la Comuna de París, Primera Onda con la que la revolución proletaria cumplía la
etapa de defensa estratégica, alcanzaba la etapa de equilibrio estratégico,
desarrollándola y ensayando su contraofensiva general.
Son
irrefutables los progresos y avances que la GRCP constituyó para la revolución
proletaria en China y mundial. La GRCP como forma y contenido de llevar la
lucha de clases en las condiciones de la dictadura del proletariado, como
conducir la transición al comunismo, combatiendo el peligro de la restauración
burguesa, puso en total evidencia los desarrollos del marxismo-leninismo que el
entonces llamado pensamiento Mao Tse Tung constituía, comprobados en la larga
trayectoria de la Revolución China y para responder a los nuevos problemas de
la revolución proletaria mundial y llevarla hasta el fin a su meta el
comunismo.
A través de
su profunda comprensión y magistral manejo de la filosofía marxista el
Presidente Mao definió la contradicción, en su unidad y lucha de contrarios
como la ley fundamental de la dialéctica, que rige toda la materia infinita en
su transformación constante, el universo, la naturaleza, la sociedad y el
pensamiento. Sintetizándola en que todo es contradicción y "uno se divide
en dos", la aplicó a la construcción del partido, partiendo de que en él,
en su seno, manifiestan las contradicciones de clase de la sociedad, entre lo
nuevo y lo viejo y entre el correcto y el erróneo, formulando el método de la
lucha de dos líneas para la fragua de la línea proletaria y para combatir
líneas contrarias que de tiempo en tiempo, en determinadas condiciones emergen
en el partido. Tomando de los fundadores de que son las masas que hacen la
historia, de que son ellas las que hacen la revolución y el partido las dirige,
formuló la línea de masas, de partir de las masas a las masas, como método
universal de conocer y transformar el mundo.
Con la
exquisita síntesis que hizo del marxismo-leninismo, principalmente de las
lecciones que sacó del Camino Luminoso de Octubre, afirmando categóricamente
que el Poder nace del fusil; de lo afirmado por Lenin de que lo fundamental en
toda revolución es la cuestión del Poder, desarrolló la teoría de la Guerra
Popular como doctrina militar del proletariado teniendo como su centro el
Poder; de que para hacer la revolución el proletariado necesita construir no
sólo su partido revolucionario de nuevo tipo, sino también, como instrumentos
propios suyos, otros dos también fundamentales, es decir, además del Partido
Comunista, el Ejército Popular y el Frente Único Revolucionario. De que,
mientras exista el sistema de explotación del hombre por el hombre, la guerra
será realidad, de que éstas son de dos tipos, guerra injusta y guerra justa. La
guerra injusta es la guerra que las clases explotadoras hacen contra las masas
trabajadoras y contra otras naciones por dominarlas y explotarlas. La guerra
justa es la guerra que los explotados y oprimidos, pueblos y naciones, hacen
por su liberación. Y siendo el imperialismo la última sociedad basada en la
explotación, en la que la burguesía imperialista condujo al mundo entero a la
militarización total, la guerra se tornó inevitable y medio de mantenimiento de
este sistema en descomposición, condenado a desaparecer. El Presidente Mao
afirmó "hacer la guerra justa para exterminar la guerra injusta, hacer la guerra
para conquistar la paz eterna". [7]
Como es
innegable la inspiración que la GRCP llevó a los verdaderos
marxistas-leninistas de todos los continentes a desencadenar nuevos movimientos
revolucionarios. Así fue con el gran "trueno de la primavera", de mayo
de 1967, del masivo y heroico levantamiento armado de los campesinos de
Naxalbari (Bengala Occidental), liderado por el Partido Comunista de la India
Marxista-Leninista de Charu Mazundar, hoy Partido Comunista de la India ("
maoísta). Como también es cierto el aliento que llevó a las luchas de
liberación nacional de los países agredidos y ocupados por el imperialismo y
los movimientos progresistas por todo el mundo. Pero a pesar de todos estos
grandes logros la mayoría de los partidos que se denominaban
marxistas-leninistas siguió hundida en el revisionismo kruschovista y sumisos
al bastón de mando de la URSS social-imperialista, directamente o a través de
la forma subsidiaria del revisionismo armado, representado por el castrismo.
En Brasil,
como ocurrió en numerosos países, una fracción de la dirección del Partido
Comunista se levantó contra el revisionismo de la dirección, junto a Prestes y
en defensa del marxismo-leninismo y del Camino Luminoso de Octubre
reorganizando el Partido bajo la sigla PCdoB, concretando su pendiente
constitución auténticamente como partido marxista-leninista. En el caso de la
guerra popular, por la insuficiencia de asimilación de la avanzada ideología,
la dirección del partido seguía imbuida de subjetivismo y debido a la errónea
concepción de la guerra popular condujo a la derrota a la guerrilla del
Araguaia, en la lucha contra el narcotráfico, el régimen militar fascista
pro-imperialismo yanqui y la revolución democrática. Esto bastó para que los
enemigos del maoísmo en la dirección del Partido sabotearan el balance crítico
de aquella rica experiencia, hecha de la sangre vertida por decenas de heroicos
comunistas y masas campesinas, para abandonar la línea revolucionaria y
capitular.
Desde
entonces, ese podrido PCdoB, se integró por completo al viejo Estado y por
cuatro décadas ha actuado en su parlamento y gobiernos de estados, defendiendo
la legitimidad de sus instituciones burocráticas corruptas. A partir de 2003
integró y dio apoyo a los gobiernos del “Frente Popular”,
oportunista-electorero de Luiz Inácio y Dilma, que por trece años y medio,
manejaron el viejo y genocida estado en Brasil al servicio de la gran
burguesía, de los terratenientes y del imperialismo, principalmente yanqui.
Además de estas posiciones revisionistas descaradas, pasó a difundir un
"socialismo del siglo XXI" que sustituye a la dictadura del
proletariado por el equivalente al parlamento burgués, precediendo en esto al
revisionista y traidor Prachanda del Nepal.
El
proletariado y las masas de nuestro continente han testimoniado procesos en que
tras años de combates heroicos de las masas en la lucha armada, sus direcciones
pasaron a predicar argumentos semejantes, deponiendo las armas e integrándose
al Estado reaccionario. Defendiendo tales posiciones, a ejemplo de lo que hizo
Kruschov, acusan de dogmáticos a quienes persiste en la defensa intransigente
de los postulados esenciales del marxismo y del Camino Luminoso de Octubre,
para justificar su capitulación ante el imperialismo y las clases dominantes
cual lacayos, para embellecer el capitalismo y perpetuar su viejo Estado. El
presidente Mao ya había alertado sobre tal truco, respondiendo a los ataques
que Kruschov lanzaba contra el PCCh de ser dogmático, afirmando que todos los
desvíos, entre ellos el dogmatismo, eran maléficos y tenían que ser combatidos
inapelablemente.
En la
ocasión de los 90 años de la Gran Revolución Socialista de Octubre, el
revisionista PCdoB de Amazonas y Rabelo, corrieron a exaltarla como "el
más destacado acontecimiento social y político de la humanidad" [8], para
concluir que eso, sin embargo, es cosa del pasado. En su nota, criticó un
supuesto "mando ultra centralizador" [9] del Estado Soviético, que
habría "debilitado la democracia socialista" [10].
Esto, para
atacar la Dictadura del Proletariado y sostener la dictadura
burguesa-burocrática-semifeudal instalada en Brasil, clasificada por el PCdoB
de "democracia". Argumenta también la nota que las condiciones
objetivas, que dieron paso a la Revolución de Octubre, ya no existen en la
actualidad, ya que las "tendencias actuales del capitalismo han
cambiado" [11], lo que lleva a la necesidad de luchar por el socialismo, hoy,
según la misma en las nuevas condiciones del siglo XXI, lógicamente, a través
de la "preservación de mecanismos de democracia representativa" [12],
como insisten sus teóricos.
Toda esta
podrida adulación de la empatía revisionista hacia el social-imperialismo chino
suena apenas como un ridículo cacarejo.
Después de
la derrota de los procesos revolucionarios en la región, en las décadas de 1960
y 1970, y en función de la existencia de una dirección proletaria débil o que
fuera descabezada por la contrarrevolución y con el consiguiente reinado del revisionismo,
se creó el ambiente para el surgimiento de cierta "Nueva izquierda".
En el caso de los ex-guerrilleros burgueses arrepentidos, intelectuales del
CEBRAP (institución financiada por la Fundación FORD), nacionalistas,
trotzkistas de las diversas sectas, sectores de la iglesia católica y
sindicalistas formados por los institutos yanquis para el "sindicalismo
libre", ese verdadero cartel del oportunismo conformaría el PT, partido
obrero burgués liderado por Luiz Inácio. Y fue a través de verborrea radical,
reduciendo la realidad a una mera negociación entre "la clase obrera"
y "la patronal", publicitando su socialismo liberal, mal-educando a
las masas en la vía de las ilusiones constitucionales y el cretinismo
parlamentario. "No tardó para que el PT, como exponente del “Foro de Sao
Pablo" , a semejanza de lo que se impulsaba en toda América Latina, el
frentismo patrocinado por el revisionismo cubano y bendecido por la iglesia
católica (clérigos y laicos de la teología de la liberación)y en el caso del
“Frentes Popular” electorero, aglomerado de revisionistas y calados reformistas
de todas las siglas (PT, PCdoB, PCB,PSB, PSTU, etc.),
En el lado
opuesto a todo este engaño, el Partido Comunista del Perú, elevó alto la
bandera del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse Tung, defendiendo el Camino
Luminoso de Octubre, denunciando y rechazando el golpe restauración de la
camarilla de Teng (1976), desencadenó la lucha armada revolucionaria como
guerra popular prolongada, el 17 de mayo de 1980.
A través de
la lucha de dos líneas que priorizó desde sus inicios, la Fracción Roja
dirigida por el Presidente Gonzalo que reconstituyó el PCP llevó la guerra
popular con saltos, dando demoledores golpes contra la semifeudalidad, el
capitalismo burocrático y el imperialismo. La guerra popular en Perú confirmó
el planteado, fundamentado y plasmado por la jefatura del Presidente Gonzalo de
que los aportes del Presidente Mao, hasta entonces pensamiento Mao Tse Tung, al
abarcar las tres partes constitutivas del marxismo y como unidad respondiendo a
las nuevas exigencias de la realidad concreta del hombre, en el mundo de modo
general y de la lucha de clases en particular, correspondía ser una nueva,
tercera y superior etapa de su desarrollo, por lo tanto maoísmo.
Como lo
comprendió y lo sintetizó el Presidente Gonzalo, lo fundamental en el maoísmo
es la cuestión del Poder. El Poder para el proletariado en los diferentes tipos
de revolución en curso en el mundo, es decir, el Poder para el proletariado en
la revolución de una nueva democracia ininterrumpida al socialismo que se da en
los países oprimidos por el imperialismo y que constituyen la base de la
revolución mundial; el poder para el proletariado en la revolución socialista
que se da en los países de capitalismo desarrollado, imperialistas; el Poder
para el proletariado en las sucesivas y necesarias revoluciones culturales
proletarias que conjuran y derroten la restauración y que desarrolle,
profundice y culmine la transición de la sociedad en todo el mundo al luminoso
comunismo. El Poder para el proletariado conquistado y defendido mediante una
fuerza armada dirigida de forma absoluta por el Partido Comunista. [14]
El
Presidente Gonzalo profundizó y desarrolló el marxismo-leninismo-maoísmo
mediante su aplicación creadora a la realidad del Perú, poniendo de relieve la
aplicación y manejo de la contradicción, desarrolló lo esencial del maoísmo
definiendo que la construcción de los tres instrumentos debe darse de modo
concéntrico, de que el partido dirige todo y es partido militarizado. Que toda
revolución demanda que se desarrolle su pensamiento guía como aplicación
creadora del marxismo-leninismo-maoísmo a la realidad concreta del país
correspondiente, pensamiento guía que abarca todo el universo de esa realidad,
la comprensión de las leyes que rigen su formación y desarrollo
económico-social, el constante análisis de las clases, su proceso de formación
y organización, el proceso político del Estado y de las clases, y todas las
relaciones sociales de producción y las derivadas de ellas en la
superestructura; especificando la ideología, programa y línea política general,
así como estrategia, tácticas y métodos de trabajo y dirección.
Tal como la
síntesis de la experiencia de la lucha de los oprimidos por su liberación a lo
largo de los milenios, de que los oprimidos siempre eligieron a sus jefes y que
en la época del capitalismo, como bien definió Lenin, el partido revolucionario
es un partido de jefes revolucionarios precisando la relación entre jefes, partido,
clases y masas, formuló la necesidad de la jefatura, un jefe de ascendencia
sobre los demás por su conocimiento, dominio teórico y del movimiento práctico,
autoridad adquirida y que se sostiene en el pensamiento guía. Con algunas
revoluciones en curso al principio de los años 1980, la Revolución Peruana
componía el inicio de una segunda y nueva ola de la revolución proletaria
mundial. Los avances de la guerra popular en Perú bajo la guía del
marxismo-leninismo-maoísmo, Pensamiento Gonzalo alcanzó la etapa de equilibrio
estratégico y sostenía que la Revolución Proletaria Mundial entrara a su
Tercera Etapa, la de su Ofensiva Estratégica.
En el
mundo, cuando el imperialismo capitaneado por los yanquis preparaba su ofensiva
con Reagan y Tatcher, bajo las banderas de "neoliberalismo" y
"globalización", amenazaba peligrosamente el poder reaccionario en el
país, inspirando revoluciones en todo el mundo.
Fue el
Presidente Gonzalo quien analizó a principios de los años 1990 que una ofensiva
contrarrevolucionaria de carácter general y convergente de imperialismo y
revisionismo se desató en el mundo para conjurar el hundimiento que se
presentaba para el imperialismo. Ofensiva contrarrevolucionaria que sólo podría
concretarse apuntando contra el proletariado de modo general y en particular
contra su ideología científica, el marxismo. Y fue en el auge de esta ofensiva,
con el ya desmoronamiento del Pacto de Varsovia, en el que se anunció la
"Muerte del Comunismo" y el "Fin de la Historia", que en la
guerra de invasión de Irak (1991), la cual la URSS social -imperialista no se
opusiera capitulando en su pugna con el imperialismo de EUA, que Bush padre
proclamó su "Nueva Orden" y de que el "capitalismo era el mejor
mundo posible".
Los vientos
y las tempestades de la reacción soplaron furiosamente sobre la cara del Globo
y la capitulación de la lucha por el socialismo y la renegación del marxismo
penetró todo el movimiento obrero-popular y el Movimiento Comunista
Internacional profundizó su dispersión.
De las
fuerzas del revisionismo armado en América Latina que siguieron en guerra, con
raras excepciones, todas capitularon y renegaron la revolución en los años
siguientes de 1990 y en los diecisiete años del actual siglo, como recién
asistimos a la deposición de las armas por las FARC de Colombia y como el mismo
modo hace el ELN en este país.
Cabalgando
las masas que abrieron el siglo XXI resistiendo desesperadamente a las
políticas del imperialismo de saqueo y super explotación, y prometiendo el
cielo a ellas el cartel del oportunismo triunfó electoralmente y de forma
encadenada en la mayoría de los países de América Latina. Ya en la gestión del
viejo Estado, traicionaron sus promesas esas fuerzas oportunistas y se
dedicaron a aplicar las políticas que antes decían combatir, pasando a presidir
la represión a las masas. Integrando el cartel oportunista también están
destacadamente probados revisionistas y partidos que se escudan bajo la máscara
de marxista-leninistas.
Juntos
anunciaron el surgimiento y papel central de nuevos “actores sociales",
según ellos, revelados por la nueva realidad surgida en el mundo con la quiebra
del “socialismo real" y el establecimiento del “Nuevo Orden" de la
"Globalización".
Sirviendo a
dividir las masas populares y con tales tergiversaciones mellar la verdadera
lucha combativa y clasista contra la destrucción del medio geográfico,
alardeando las teorías imperialistas de amedrentamiento y chantaje a la
humanidad de un próximo colapso y fin del mundo, problema para el cual se
presentan como salvadores, dividir y truncar la verdadera lucha de emancipación
femenina, sabotear la lucha por la autodeterminación de los pueblos originarios
(indígenas), reducir la lucha contra el racismo a la mera cuestión cultural,
banalizar la lucha contra todas las formas odiosas de discriminación y
violencias contra la persona en razón de su definición sexual, y reducir al reformismo
burgués la lucha contra el imperialismo. En que pese al discurso de
"transparencia" y "horizontalidad" anunciando con bombo y
platillo, la práctica de sus organizaciones y de sus gobiernos fracasados, no
va más allá de los más vulgares métodos burgueses del autoritarismo, del
populismo, del tutelaje de las organizaciones populares de la corporativización
de las masas y del más puro asistencialismo y clientelismo electorero.
Además de
provocar toda esta capitulación y pudrición en el movimiento obrero y popular
en todo el mundo, hizo profundizar la dispersión en el movimiento comunista
internacional y llevó al reinado del revisionismo, abriendo camino para la
manifestación de un neo-revisionismo, al lado de las novedosas
"teorías" ya mencionadas arriba.
Como
expresión del auge de la de la ofensiva general de la contrarrevolución, la
Revolución Peruana sufrió duros golpes que alcanzaron la dirección del PCP con
la captura de su jefatura, el Presidente Gonzalo. En cuanto a la ofensiva
contrarrevolucionaria general su carácter de convergencia del imperialismo
yanqui y el revisionismo, en la aparición, después de la prisión, de la línea
oportunista de derecha (LOD) proponiendo un acuerdo de paz con el viejo Estado
genocida. En estas difíciles condiciones los maoístas del Perú siguieron
adelante con la guerra popular, combatiendo la capitulación, desafiando el
viento y la marea por superar el percance en el camino, marchando para culminar
la reorganización general del partido, sostenidos en el histórico I Congreso,
en el Pensamiento Gonzalo y la defensa de la jefatura del Presidente Gonzalo.
Pero en
toda América Latina, incluso dentro del ambiente de ofensiva de carácter
general (ya en declive) de la contrarrevolución a nivel mundial, las masas se
resisten y cada vez más crecen las luchas combativas. Aunque el oportunismo
haya prevalecido temporalmente, desviando las masas del camino revolucionario
para mantenerlas eternamente atadas al viejo Estado, las luchas y rebeliones
son preanuncios de un nuevo momento de situación revolucionaria en desarrollo
desigual. La base objetiva de esta situación fue generada por la crisis crónica
de un sistema semicolonial-semifeudal, secularmente impuesto en el continente
por el imperialismo, principalmente yanqui, que empuja al pueblo para el
combate. En los últimos años esta crisis se agravó como consecuencia directa de
la descomposición de la propia base material semicolonial y semifeudal de su
capitalismo burocrático y del impacto sobre ella de la aguda crisis general del
imperialismo que se desató en 2008 en el propio EUA.
Toda esta
avalancha de la descomposición imperialista ha agudizado las contradicciones
fundamentales del mundo actual. La crisis se agrava crecientemente y las
contradicciones interimperialistas en las pugnas por nuevo reparto del mundo
entre la superpotencia hegemónica única EUAy Rusia, que militarmente sigue
siendo superpotencia atómica, principalmente, pero estas contradicciones se
manifiestan también entre las potencias de la Unión Europea, hasta entonces
aliadas de los Estados Unidos, como también se agravan estas contradicciones
con China que amplía cada vez más su posición imperialista en el mundo. La
agudización de estas contradicciones interimperialistas se opera principalmente
a través de la mayor intervención y agresión con guerras de rapiña y por la
partición de países enteros, especialmente en el llamado Oriente Medio Ampliado
y de mayor saqueo sobre todos los demás países oprimidos.
La
contradicción entre naciones oprimidas e imperialismo, es la contradicción
principal de la época imperialista y se halla más agravada aún, potenciando las
luchas de resistencias de los pueblos y sus guerras de liberación, así como las
luchas de los campesinos por la tierra y de las masas proletarias,
semiproletarias y de la pequeña burguesía urbanas en defensa de sus derechos
pisoteados en el país y el resto de los países oprimidos por el imperialismo.
Tal como la contradicción entre proletariado y burguesía agudizada por las
sucesivas políticas de los gobiernos imperialistas en arrancar de los
trabajadores los derechos duramente conquistados, las duras
"reformas" de las leyes de protección y asistencia social, empuja a
las masas proletarias a protestas y revueltas cada día más radicalizados. Las
guerras de agresión de los imperialistas, cada vez más, se vuelven contra sus
propios países, los conflictos se intensifican con ascenso del chovinismo.
Especialmente en las potencias europeas crece la protesta popular, como las
huelgas en Francia y los violentos enfrentamientos con las fuerzas policiales
por la juventud y trabajadores contra la Cumbre del G20 en Hamburgo, en
Alemania.
Así, en
este marco, el gran desafío para los comunistas y las masas populares de
Brasil, de América Latina, como de resto en todo el mundo, más que nunca es el
de seguir el Camino Luminoso de Octubre como la vía general para la conquista
del Poder. Es decir, la forja y educación del Partido Comunista, ahora como
Partido Comunista militarizado, y de las masas en el combate al oportunismo y
en la violencia revolucionaria. Concretamente esto corresponde, ante todo, la
constitución donde no existen y reconstitución donde los partidos comunistas
fueron hundidos por el revisionismo, de verdaderos partidos comunistas como
partidos comunistas marxista-leninista-maoístas para conducir a las masas
populares en la guerra revolucionaria como Guerra Popular, por la conquista del
poder, tal como hace el PCP en Perú, el PCI (M) en la India y como en muchos
países los comunistas maoístas están haciendo preparativos para el
desencadenamiento de nuevas guerras populares, superando paso a paso la
dispersión del Movimiento Comunista Internacional.
Tal
progreso se alcanzará sólo a través del Partido Comunista en la lucha contra el
imperialismo y toda la reacción, combatiendo de modo implacable e inseparable
el revisionismo y todo el oportunismo para desenmascararlos y barrerlos parte
por parte, liberando las inmensas energías revolucionarias de las masas
populares unidas en el frente único de las clases revolucionarias, basadas en
la alianza obrero-campesina y la creación del ejército revolucionario de nuevo
tipo, para derrotar la reacción local, desencadenando la guerra popular
unitaria: campo lo principal y ciudad el complemento necesario, para barrer la
semifeudalidad, el capitalismo burocrático y la dominación imperialista,
realizando la revolución de Nueva Democracia y pasar ininterrumpidamente a la
revolución socialista.
Para los
proletarios y los pueblos de los países imperialistas la tarea de realizar la
revolución socialista, de la misma forma demanda la construcción de los mismos
tres instrumentos de la revolución, cuya dirección es el Partido Comunista
militarizado para llevar la guerra popular, aplicados a sus particularidades y
situaciones concretas. Todo al servicio de la revolución mundial y, a través de
sucesivas revoluciones culturales proletarias, marchar firme hacia la meta
final del luminoso comunismo.
Al dar un
golpe certero al enemigo común, la Revolución de Octubre dio a los pueblos de
todos los países un ejemplo y mostró el camino
de la lucha de liberación de las masas explotadas y oprimidas. Demostró
los medios para las masas de concretar el derecho de decidir sobre sus propios
destinos los cuales fueron profundizados y desarrollados en el curso tormentoso
que siguió a la revolución proletaria a lo largo del siglo XX hasta nuestros
días.
En este
sentido las enseñanzas de la Revolución de Octubre, el Camino Luminoso de
Octubre siguen vigentes en esta época, a la que precisamente definió y preludio
al Presidente Mao, época de la descomposición más avanzada del imperialismo en
la cual él y toda la reacción serán barridos de la faz de la tierra por la
Revolución Proletaria Mundial. Vigencia esta que se expresa cabal y plenamente
en el llamamiento que el Presidente Gonzalo, hace 25 años, dirigió a los
comunistas de todo el mundo con su desafiante discurso a constituir o
reconstituir partidos comunistas militarizados para desencadenar más y más
guerras populares, para levantar la Nueva Ola de la Revolución Proletaria
Mundial a nuevas alturas, alzando el maoísmo al mando y guía de la revolución
mundial.
¡Vivan los
100 años de la Gran Revolución Socialista de Octubre!
¡Honor y
Gloria Eternas al Heroico Partido Bolchevique y a los Grandes Lenin y Stalin!
¡Viva la
guerra popular en el Perú, India, Filipinas y Turquía!
¡Viva el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo y las aportaciones de
validez universal del pensamiento Gonzalo!
¡Defender
la vida y la salud del Presidente Gonzalo y su todopoderoso pensamiento!
Frente
Revolucionario de Defensa de los Derechos del Pueblo – Brasil
[1] La
revolución comienza en Ruisa. V.I. Lenin. Enero 1905
[2] La revolución
de Octubre y la táctica de los comunistas rusos. J.V. Stalin Diciembre de 1924
[3] Ibid
[4] Obras
escogidas. Mao Tse Tung
[5] Obras
escogidas. Mao Tse Tung
[6]
Decisión del PCCh sobre el GPCR Agosto de 1966
[7] Obras
escogidas. Mao Tse Tung
[8] Nota
del PCdoB. Octubre de 2007
[9] Same
[10] Ibid
[11] Ibid
[12]
Desafios del socialismo del siglo XXI. Luiz Fernandez PCdoB
[13] A
partir de Earl Browder, presidente del PC EEUU 1940
[14]
Presidente Gonzalo, entrevista al periódico El Diario, Perú.