martes, 9 de julio de 2019
JORNADA POR JUSTICIA Y LOS DERECHOS DEL PUEBLO. 3A. FASE CDMX
Al proletariado y la clase trabajadora.
Al campesinado pobre y los pueblos oprimidos.
A las organizaciones hermanas.
El día 8 de julio de 2019, iniciamos la Tercera Fase de nuestra Jornada por Justicia y los Derechos del Pueblo, en su modalidad de Movilización Nacional en la Ciudad de México.
A la clase trabajadora de la Ciudad de México y del resto del país, informamos que esta jornada inició con dignidad desde la desaparición forzada de nuestro camarada, el Doctor en Derecho Constitucional, Ernesto Sernas García, desaparecido por el viejo estado desde el 10 de mayo de 2018 en el estado de Oaxaca.
El Dr. Sernas es catedrático de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), ensayista, investigador, conferencista y abogado postulante en la defensa de los 23 presos políticos SolRojistas acusados de los delitos de terrorismo y portación de explosivos de uso reservado del ejército mexicano, que estuvieron más de 16 meses en cárceles de máxima seguridad como castigo por ser firmes opositores del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Después de la desaparición de nuestro camarada y del inicio de nuestra Jornada, el viejo Estado terrateniente-burocrático ha agudizado las acciones de hostigamiento, persecución y represión en contra de nuestros compañeros en Oaxaca: detenciones arbitrarias, levantones, golpizas, allanamientos a oficinas, robo de información física y digital, robo de equipos de cómputo, allanamiento de morada, ataques con armas de fuego por parte de grupos policiacos contra manifestaciones, intentos de desalojo con equipos antimotines, espionaje, amenazas de muerte, y por último, el cobarde asesinato de nuestro camarada dirigente, Luis Armando Fuentes Aquino en medio de una emboscada paramilitar. Todo ello da cuenta de las intenciones del viejo estado: acabar con las luchas justas del pueblo.
No obstante, no renunciamos ni renunciaremos a la movilización en las calles.
Insistimos que los grandes males que aquejan a la clase trabajadora tienen su origen en las tres grandes montañas que oprimen a nuestro pueblo: el capitalismo burocrático, la semifeudalidad y la semicolinialidad.
El primero, tomando en consideración que el capitalismo en México nació viejo, está subordinado a la cadena de producción-dominación del capitalismo-imperialista a nivel internacional. La ciencia, la tecnología y la producción están supeditadas a los dictámenes de la oligarquía financiera que a nivel internacional controla la producción, los mercados y la economía.
La segunda, porque justamente ello representa la condición de dependencia y subordinación de los países oprimidos, como México, hacia las potencias imperialistas y la súper potencia hegemónica única internacional: el imperialismo yanqui, las cuales se reparten el mundo, controlando zonas de influencia, territorios y mercados, para luego entrar en disputa interna o inter imperialista para el nuevo reparto del mundo.
La tercera, que es la base estructural del viejo Estado terrateniente-burocrático, y que imposibilita el desarrollo de las fuerzas productivas materiales imponiendo condiciones de dominación y opresión arcaicas, un insufrible régimen de servidumbre que mantiene intacto el latifundio, el patriarcado, el racismo y el odio hacia los pueblos originarios, que son pueblos oprimidos, desde hace 527 años.
Lo anteriormente descrito es el camino burocrático que sigue este país, más allá de que exista un “nuevo gobierno” al frente del viejo estado; más allá que exista un nuevo gerente en turno del aparato oficial del viejo régimen y más allá de que se hayan hecho promesas de democracia y libertad.
¡No habrá democracia y libertad sin Revolución Proletaria!
Proponemos una Revolución Proletaria en un país oprimido, bajo el entendido que la revolución en un solo país es posible, justo como lo confirma la historia del proletariado y los pueblos oprimidos. Esto es parte de las tareas de la Revolución Proletaria Mundial. ¡Al comunismo entramos todos o no entra nadie!, es una ley objetiva de la lucha de clases.
Para ello es importante atender las dos etapas que esta revolución requiere.
Sostenemos que este país debe cambiar desde la base estructural hasta la superestructura, y para ello es imperativo luchar por la Revolución de Nueva Democracia, agraria y antiimperialista, que destruya la base material del latifundio y el régimen de servidumbre, que rompa con la subordinación imperialista e impulse la verdadera soberanía nacional a la par que construye un Nuevo Poder, desde abajo, creando bases de apoyo entre las masas más profundas del pueblo, educando, politizando y movilizando al pueblo trabajador en torno a sus reivindicaciones de justicia y los derechos del pueblo en función del poder, de la edificación de un Nuevo Poder y de la toma del poder para cambiar de fondo las relaciones de producción, sentando las bases objetivas para la Revolución Socialista.
Todo esto es impensable bajo la vía pacífica. Se debe trabajar por romper con el cretinismo parlamentario, el colaboracionismo de clase y las salidas facilonas del social pacifismo, que le hace el caldo gordo a la reacción y el fascismo. Ante la violencia reaccionaria del viejo estado, es necesaria la violencia revolucionaria de las masas populares, bajo la dirección ideológica del proletariado y su estrategia militar universal: la Guerra Popular Prolongada.
Bajo este análisis, diversas formaciones democrático-revolucionarias hemos coincidido en la necesidad de romper con las viejas prácticas y las viejas prédicas anquilosadas en el movimiento obrero-campesino-estudiantil-popular.
Creemos imperativo denunciar, combatir y extirpar al oportunismo, el reformismo y el revisionismo en el seno del pueblo.
Creemos imperativo retomar la ciencia para la revolución proletaria, enarbolando, defendiendo y aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo.
Desde esa lógica, estamos trabajando para la formación del Frente del Pueblo, que dirija todas sus luchas y pugne por garantizar la conducción ideológica de cada una de ellas en la perspectiva del poder.
La Tercera Fase de nuestra Jornada por Justicia y los Derechos del Pueblo es parte de esa ruta, y el resultado material de que es posible construir unidad en base a principios, unidad en la acción y unidad en torno a un programa en común.
Nuestras demandas de justicia y los derechos del pueblo no son negociables, ni renunciables. No se canjean, no se arrían.
¡El pueblo y sólo el pueblo es la
fuerza motriz que hace la historia mundial!
#DrSernasPresentaciónConVida
#JusticiaParaLuisArmando
Firman:
Frente Popular Felipe Ángeles, Jurídico Popular Ricardo Flores Magón, Sociedad Cooperativa Unidad Cuautla, Movimiento Popular Amanecer de los Pueblos de Anáhuac, Colectivo Popular de Propaganda, Brigadas Juveniles del Pueblo, Movimiento Femenino Popular, Corriente del Pueblo Sol Rojo.