JUICIO A LASSO Y LAS CONTRADICCIONES INTERBURGUESAS
¿Qué hay detrás del enjuiciamiento a Lasso?, ¡disputa interburguesa! Las contradicciones (no antagónicas) entre la burguesía compradora (Lasso) y la burguesía burocrática (representada por Correa) ha llegado a uno de los puntos más álgidos de los últimos años.
Las fuerzas políticas enmarcadas en el constitucionalismo burgués se van alineando. Los correístas ven en el juicio a Lasso la oportunidad de conseguir el indulto a Correa y retomar las riendas en la administración del viejo Estado. Mientras tanto, la burguesía compradora no se resigna a perder espacios, y no porque no quiera hacerlo, sino que, por ahora, al imperialismo le es funcional mantenerla en el gobierno, caso contrario perderá un importante punto de apoyo para su política más abierta, guerrerista e intromisoria en América Latina.
¿Qué le sostiene a Lasso?; el imperialismo con toda su campaña de “ayuda” en seguridad; pero, sobre todo, activando al operador de la CIA, Fernando Villavicencio, encargado de cubrir las espaldas del banquero; la banca, los exportadores/importadores y obviamente, el aparato represivo.
¿Qué o quiénes fomentan a la burguesía burocrática?, igualmente, el imperialismo, ellos apuestan a todas las cartas, a la final, Correa y su línea también son componentes de la gran burguesía y esta sirve en primera o segunda instancia a los intereses del imperialismo.
En medio de esta bronca en el seno de la gran burguesía están los que salen a “pescar en río revuelto”. Ya saltó a la propuesta electoral Yaku Pérez aliado a Larrea, un miserable, también servil a la CIA.
Pachakutik hace lo mismo, busca cómo poner en la tarima electoral a un candidato que trate de consensuar no necesariamente a las fuerzas de la izquierda domesticada del país, sino también a oportunistas de toda laya.
Ahora, ¿por qué es importante analizar del porqué la Conaie y Pachakutik amenazan con movilizaciones si Lasso declara la muerte cruzada?; aquí no opera, como dicen, que hay que defender la institucionalidad, la constitución y otros menjurjes más; lo que sucede es que necesitan tiempo para consolidar su propuesta electoral, saben que, si las elecciones son en los próximos meses, el correísmo se hará del gobierno indiscutiblemente, por lo tanto, se verán en el apremio de retrasar por seis años más su avidez por hacerse de la administración del Estado, de llegar a la presidencia.
Entonces vemos que el escenario es un cruce de intereses y propósitos burgueses, que las fuerzas oportunistas y revisionistas buscan la manera de manejar su estrategia de tal forma que les permita allanar el camino presidencial. Las masas no deben ni pueden caer en esta vorágine electoral que ha sido superpuesta por encima de los intereses de las grandes mayorías, que es un camino donde la sangre del pueblo no vale nada, en absoluto; que la violencia, el narcotráfico y la altísima penetración de las bandas delincuenciales tienen absolutamente contaminada la vieja institucionalidad del Estado burgués-terrateniente.
El país vive un clima de violencia extrema. La descomposición del Estado no tiene referente alguno en la historia. El gobierno y demás partidos políticos electoreros operan como un brazo organizado de las grandes mafias del narcotráfico. El asesinato de Cherres, intermediario en los oscuros negocios de Lasso/Danilo Carrera dan cuenta de la podredumbre que vivimos.
Miles de pequeños negocios son “vacunados”; sus dueños asesinados. Nadie está seguro en el país, sobre todo entre las masas.
No podemos apostar a políticas “parches”, ha tratar de salvar la coyuntura. El problema del desempleo, de la violencia, de la desatención a las demandas más elementales del pueblo es estructural, no se soluciona con presidentes de nuevas o viejas bancadas políticas; hacemos la revolución o sencillamente sucumbiremos en medios del marasmo que genera la contradicción interburguesas.
¿Puede haber más violencia en el país que la generada por la descomposición del viejo Estado y del capitalismo burocrático?; ¡imposible!.
¿Puede reconstituirse el viejo estado hoy por hoy contaminado hasta el tuétano por la corrupción y las bandas narcotraficantes?, ¡no!
¡Qué hacer?; fortalecer los instrumentos para la revolución. Debemos generar milicias militarizadas que no sólo defiendan al campesinado pobre, a las masas que viven en las barriadas pauperizadas económicamente, sino que además, adelantar las tareas por la construcción del Nuevo Poder sobre las ruinas de todo lo viejo y caduco. Basta de pretender o exigir que sean las FFAA o la policía nacional la que “garantice la seguridad de los ciudadanos”; eso no existe, ese viejo aparato está diseñado para sostener la dictadura de grandes burgueses y grandes terratenientes, para defender al viejo estado y estar prestas a ser funcionales para el imperialismo.
¡Hay que construir milicias populares armadas, militarizadas!, no hay otro camino.
¡ORGANIZAR, COMBATIR Y RESISTIR!