El 29 de agosto fue el 107º Aniversario del Partido Comunista de Finlandia (SKP). A continuación compartimos una traducción no oficial de un comunicado publicado por Punalippu y junto a él un reporte de acciones.

El comunicado original se puede ver aquí:

¡Proletarios de todos los países, uníos!

El 29 de agosto de 1918, se fundó en Moscú el honorable Partido Comunista de Finlandia, mientras la terror blanco asolaba nuestro país. Miles de obreros y revolucionarios languidecían en campos de concentración, decenas de miles fueron enterrados en fosas comunes. A pesar de esto, los comunistas finlandeses aferraron la optimismo revolucionario y declararon:

“En Finlandia, los carniceros burgueses reinan en este momento. Con un terror sangriento, la burguesía ha intentado suprimir las aspiraciones de liberación del pueblo trabajador. La sangre de miles de nuestros camaradas anhela venganza. Decenas de miles de huérfanos y viudas maldicen a su opresor mientras pasan hambre; con angustia esperan el momento de la liberación.

La fuerza del pueblo trabajador está bajo una horrible opresión de clase en este momento, pero no está aplastada. Está destinada a levantarse de nuevo. Educada por las duras experiencias, romperá incluso las cadenas del terror carnicero.

La burguesía ya teme por ello. Utiliza todo su poder y habilidades diabólicas para evitar el próximo día de retribución.

El pueblo trabajador de Finlandia debe considerar cuidadosamente sus acciones, no dejarse atraer por acciones prematuras y descuidadas que solo debilitarían su poder de masas. En cambio, el pueblo trabajador debe reunir y organizar toda su fuerza para la inminente batalla final y decisiva.

Que las clases dominantes tiemblen ante la revolución comunista. Los pobres no tienen nada que perder salvo sus cadenas.”

Podían decir esto porque veían claramente que la victoria de la burguesía era solo temporal, y que pronto, del suelo regado con sangre, brotaría una nueva y más poderosa ola de revolución. Las masas son las creadoras de la historia; un individuo puede ser destruido, incluso se pueden llevar a cabo genocidios, pero al mismo tiempo, esta violencia injusta para mantener la explotación y la opresión solo genera una rebelión popular aún más poderosa. Mientras haya incluso un solo comunista, él o ella puede comenzar todo de nuevo.

Los comunistas finlandeses podían decir esto en 1918, porque veían claramente que el imperialismo es capitalismo moribundo, en descomposición, que luchando en su agonía solo alarga sus dolores. Una expresión de esta agonía son los ataques y el creciente derramamiento de sangre que inflige sobre el proletariado y los pueblos del mundo. Así, los imperialistas son, por un lado, verdaderos tigres de hierro que pueden devorar a las personas, pero en su esencia son tigres de papel que representan a la vieja y podrida sociedad.

Esto se demuestra con la heroica resistencia del pueblo de Palestina en medio de un brutal genocidio; se demuestra con el asesinato del Secretario General del Partido Comunista de India (Maoísta), el Camarada Basaravaj, que ha hecho que las masas en India y en todo el mundo apoyen la Guerra Popular con aún más fuerza; se demuestra con el Presidente Gonzalo, quien nunca se rindió, y a pesar de su cruel encarcelamiento y asesinato, el maoísmo avanza cada vez más victorioso en el mundo y el Partido Comunista del Perú avanza en su proceso de reorganización general, librando la Guerra Popular.

Esta comprensión de las masas como la fuerza motriz de la historia es completamente opuesta a la comprensión burguesa; la burguesía destaca a héroes solitarios como la fuerza impulsora de la historia mundial, ocultando completamente el contexto social en el que surgieron estos “genios”, ocultando por completo las acciones de las masas, la sangre y el sudor que derramaron. El individualismo corresponde a la propiedad privada, que está en contradicción con el modo de producción social y, por lo tanto, está podrido.

Nuestro Partido nació de la Revolución Obrera de 1918. Era necesario hacer una demarcación con el viejo Partido Socialdemócrata, que no correspondía a las necesidades de la revolución. La principal razón por la que la revolución fracasó a pesar de esas excelentes condiciones que existían en nuestro país en relación con el contexto internacional, se puede encontrar dentro del Partido Socialdemócrata. Las masas querían iniciar la revolución, siguiendo a sus hermanos y hermanas en Rusia; el poder de la burguesía era débil y desorganizado en las condiciones de la caída del zarismo. El Camarada Stalin dijo a los revolucionarios finlandeses que asumieran la revolución, diciendo: “Coraje, coraje y una vez más, coraje.” Sin embargo, el Partido dudó debido a la debilidad de la izquierda y las ilusiones legalistas impulsadas por la derecha, lo que llevó al Partido a perder la iniciativa y separarse de las masas.

Afirmamos que sin la dirección del Partido Comunista, la rebelión de las masas será derrotada, sin importar cuán justa y sacrificada sea, y, por otro lado, sin basarse en las masas, el Partido por sí solo no puede lograr nada.

Las palabras del Partido Comunista de Finlandia, que la revolución se levantará de nuevo, fueron y siguen siendo ciertas. Esto es claro al observar la situación mundial; vemos cómo en todas partes se desarrollan poderosas luchas antiimperialistas. Vemos cómo el movimiento revolucionario se desarrolla cada vez más poderosamente en muchos países, cómo el proletariado y los pueblos del mundo exigen cada vez más su liberación, cómo masas cada vez más amplias, incluso en los países imperialistas, adoptan consignas antiimperialistas, influenciadas especialmente por la heroica resistencia nacional del pueblo de Palestina. Las Guerras Populares en India, Perú, Turquía y Filipinas golpean duramente al imperialismo e inspiran a los revolucionarios en todas partes a asumir sus tareas. La resistencia nacional del pueblo de Palestina contra el enemigo aparentemente superior inspira los movimientos de liberación nacional en todas partes y demuestra que lo que cuenta en la guerra son las personas, no las armas; muestra la realidad del imperialismo a amplias masas, y muestra que ni siquiera un genocidio puede quebrar la lucha de los oprimidos por su libertad. Vemos cómo la agonía del imperialismo aumenta, manifestándose en una explotación creciente, la creciente negación de los ideales y leyes burguesas, el aumento de guerras, especialmente contra las naciones oprimidas, y en la escalada de preparativos bélicos contra otros imperialistas.

La razón por la cual la revolución no avanzó con fuerza en Finlandia en ese momento fue que la izquierda permaneció débil dentro del Partido Comunista y los restos del viejo Partido Socialdemócrata nunca fueron erradicados. Estos restos se manifestaron especialmente como ilusiones de legalismo, que ya en 1918 habían sido perjudiciales para la revolución. Esto debilitó la capacidad de lucha del Partido en las condiciones del fascismo y preparó el terreno para el crecimiento del revisionismo. Después de la segunda guerra mundial imperialista, el Partido quedó atrapado luchando la última guerra y perdió la iniciativa. Finalmente, en 1957, después de que la camarilla revisionista de Jruschov usurpó el poder en la Unión Soviética en 1956, el Partido asumió un nuevo programa revisionista y, con su revisionismo, capituló ante la revolución. Aún hoy, esta traición debe llenarnos del mayor odio de clase. Muestra que, para que el Partido Comunista lidere la revolución, debe barrer este colosal montón de basura.

El revisionismo y el oportunismo son el principal peligro para la revolución. Por un lado, antes de la revolución, la influencia burguesa, que proviene de la vieja sociedad, es fuerte también entre las filas del Partido si no se erradica de manera consciente y vigorosa a través de la lucha de dos líneas; pero también en el socialismo, la burguesía intenta regresar al poder y de las filas del Partido surgirán elementos burgueses que, utilizando el revisionismo, intentarán restaurar el capitalismo. Estos elementos no declararán abiertamente que son revisionistas; no comenzarán negando el marxismo abiertamente, sino que lo harán de manera encubierta, ocultándose detrás del “marxismo” y traficando con la ideología burguesa en el Partido. En el caso de nuestro Partido, antes de volverse revisionista, la derecha sembró confusión en el camino de la revolución, comenzando después de 1957 a propagar la “transición pacífica” de Jruschov.

Los ejemplos de advertencia son muchos; los más notables son las experiencias de la Unión Soviética y China, y de la historia más reciente, la traición de Prachanda contra la Guerra Popular en Nepal. La poderosa arma del maoísmo en el socialismo son las revoluciones culturales, a través de las cuales la degenerante influencia ideológica de la burguesía será finalmente aplastada. También los revolucionarios de hoy deben aprender de las experiencias de nuestro Partido y de las experiencias de la Gran Revolución Cultural Proletaria en China y lanzarse a una ardiente lucha ideológica por el maoísmo contra el revisionismo en sus propias filas, aprendiendo a reconocer y aplastar esta influencia burguesa.

Hoy debemos nuevamente aferrarnos firmemente al optimismo revolucionario que nuestro Partido declaró en 1918, el cual se basa firmemente en la visión proletaria del mundo, que es la ideología de la lucha y ve a las masas como las creadoras de la historia. Desde los días de la fundación de nuestro Partido, nuestra clase ha ganado una importante experiencia de batalla y hoy tiene en sus manos un arma victoriosa, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, con las aportaciones de validez universal del Presidente Gonzalo. Por lo tanto, es deber de los revolucionarios asir firmemente el maoísmo en la lucha contra el revisionismo para reconstituir el Partido Comunista de Finlandia, de modo que pueda dirigir la lucha de las masas en esta situación mundial que es más que favorable para la revolución.

¡Reconstituir el Partido Comunista de Finlandia!

¡Aprender del Presidente Gonzalo!

¡Muerte al revisionismo! ¡Viva el Maoísmo!

El Consejo Editorial de Punalippu,

29 de agosto de 2025

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Además se realizaron acciones en Helsinki, Tampere y Kokkola: