Esta Nota(*) se base en citas y comentarios que hacen referencia histórica a más de un siglo de desarrollo del capitalismo burocrático en Bolivia, sobre la base de una economía semifeudal y semicolonial, para poder entender la política económica a su servicio de las propuestas de los candidatos y la aplicada por los gobiernos reaccionarios que se han sucedido al mando del Estado boliviano en estos últimos 20 años, que tiene sus raíces más recientes en a última década del siglo anterior y primer lustro del presente siglo, por lo que siempre se tendrá en cuenta dicho espacio temporal.
Solo partiendo de la historia pasada y reciente de esta formación económico-social se podrá comprender y determinar cuál es el carácter fundamental en lo económico del programa implementado por los sucesivos gobiernos y el que proponen los diferentes candidatos en esta nueva farsa electoral 2025, que ahora entra en su segunda vuelta. De esta manera tendremos la radiografía de todos ellos.
I
Comencemos por los programas presentados para estas elecciones de los partidos que participaron en la primera vuelta.
Lugares comunes y diferencias
El lugar común de todos ellos es que sirven al desarrollo del capitalismo burocrático, esto es, de una economía en servicio de los intereses imperialistas, lo que tirios y troyanos llaman “economía extractivista”. El eje de la diferencia es que los de la facción burocrática se basan en la empresa e inversión del Estado y los de la facción compradora en la empresa e inversión particular. Lo que los de la facción burocrática en el caso boliviano llaman economía del “socialismo del siglo XXI” y economía capitalista; mientras, los de la facción compradora de la gran burguesía denominan “estatismo” o “dirigímo” y , a la que ellos defienden, “economía de mercado”.
El “asistencialismo” o “política social” como veremos en la Nota (**) en los hechos no puede ser una diferencia sustancial, sino solo de discurso o de como se la presenta y administra.
Un medio ligado a la facción compradora resume o sintetiza la diferencia de los programas, así:
“Entre propuestas fundamentadas y otras inaceptables para una justa electoral que define el futuro del país a partir del próximo 17 de agosto, claramente la presencia de menos Estado, seguir con el Estado gigantesco o un estatismo confeso, es la principal marca de diferencia entre los programas inscritos por los 10 partidos políticos y alianzas oficialmente inscritos ante la máxima autoridad electoral del país. “ (Actualidad, Bicentenario, Democracian10 programas de gobierno de 10 candidaturas que postulan para las elecciones Bolivia 2025, mayo 2025, Ideas Textuales®).
La cita anterior es muy ilustrativa porque desde su punto de vista reaccionario define la diferencia fundamental en lo económico de los diferentes programas presentados, esto es, entre “menos Estado” en la economía (partiduchos de la compradora) y lo que llaman “estatismo” (partiduchos de la burocrática). El “asistencialísmo” o “política social
Otro medio, también ligado a la compradora, establece la diferencia entre los diferentes candidato dividiéndolos en los dos campos ya señalados anteriormente en base a sus propuestas económicas y considera también sus diferencias políticas; pero, agrega una subdivisión útil en cada uno de los campos, leamos:
“Los aspirantes a ser elegidos presidente se dividen en dos grupos: el primero los políticos de oposición y el segundo el oficialismo que gobierna el país que en total son diez candidatos inscritos en el Tribunal Supremo Electoral.
Según la clasificación de sistemas económicos comparados y los programas económicos de los partidos (PEP) en carrera electoral se identifica dos: el primero seis pro economía de mercado que a su vez se subdivide en tres PEM inclinados a contar con un Mercado y un Estado Regulador (o economía mixta), es decir buscar espacios de complementariedad entre actividades privadas y los roles que tiene que cumplir el gobierno, y los otros tres PEM por el libre mercado (o capitalista) considerando los mecanismos de mercado sustituto del Estado, el segundo conformado por el partido oficialista en función de gobierno y tres partidos buscando continuar con una economía dirigista y monopolio estatal (o camino hacia el socialismo) en la economía.
(…) El modelo y política económica de dirigismo (o estatismo, o camino hacia el socialismo), se caracteriza por la intervención de los mercados, mayor gasto fiscal destinado al asistencialismo y creación de empresas públicas, institucionalidad debilitada, incentivos declinando, falta de reglas claras, etc. estable un clima adverso a la producción, inversión, consumo, exportaciones, importaciones y empleo.
Los primeros pro mercado declaran: normalizar el suministro de dólares y combustible en cien días y otro señalo que sería en noventa y nueve días; cerrar las empresas públicas; reducir el gasto público; negociar con el FMI; conseguir $US12.000 millones de organismos multilaterales; salvar el país; transformar el país; disminuir las alícuotas de los impuestos y crear el impuesto al ingreso; modificar la distribución de los recursos públicos del nivel central al nivel subnacional; soluciones en diez puntos; soluciones en siete puntos; tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario; libre mercado; vendrán empresas transnacionales a invertir al país, etc.. Los que defienden la economía dirigista ofertan la sustitución de importaciones e industrialización, crecimiento de banda ancha, diversificación económica, etc.”
Sobre el ofrecimiento de los candidatos de solucionar los problemas en “cien días” o “99 días”, dice el analista que estamos citando, que eso no se cumplió ni en el siglo anterior ni en este siglo, por lo tanto no genera confianza, sobre los gobiernos del MAS (2006-2025), al respecto, dice:
“(…) en el siglo XXI desde el 2006 durante los tres períodos presidenciales continuos del Señor Morales declaro públicamente que el país sería como Suiza, que tenemos un océano de gas natural, industrialización del Litio, etc. que no se concretaron y tampoco se cumplió lo que ofreció el Presidente Arce con el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 presentado a la Asamblea Legislativa al inicio de su gestión gubernamental, porque no fueron alcanzados los resultados programados en un 100 por ciento como sucedió con la inversión pública como porcentaje del PIB que solo fue 50 por ciento; la tasa de crecimiento económico un 70 por ciento y la tasa de inflación por encima del 100 por ciento que significa la elevación del costo de vida de los bolivianos.”
(Sistemas económicos, programa, y elecciones 2025. Los electores tienen la responsabilidad de analizar las propuestas de los diversos candidatos habilitados constitucionalmente, analizando sus programas económicos de la visión de país que ofrecen, Opinión por Germán Molina Díaz, en La Razón, jueves 26 de junio de 2025)
Algunas voces críticas contra el “extractivismo” al que consideran como expresión clara del modelo “capitalista” boliviano actual y no como capitalismo burocrático, resumen las propuestas de “gobiernistas” y “oposición”, así como, de las distintas facciones del MAS, centrando en las semejanzas de sus propuestas económicas electorales, con cierta ironía,de esta manera:
- Todos los candidatos llevan como bandera el eje económico en sus planes de gobierno.
- Los discursos de progreso, de libertad y de superación del extractivismo son recurrentes, mientras los mismos candidatos portan cascos de minero en sus campañas, apelando a un símbolo asociado a grupos históricamente beneficiados por el extractivismo y el neoextractivismo, como el sector minero corporativizado.
- Ninguno de los candidatos ni la candidata menciona alternativas modelo extractivista.
- Las opciones en la carrera electoral boliviana apuestan por el litio como si fuera la gallina de los huevos de oro, reproduciendo un bucle interminable de extracción y despojo. Sin tener en cuenta la caída de los precios internacionales del litio por una combinación de factores: el aumento de la oferta y la desaceleración de la demanda. Un mercado volátil y altamente especulativo.
II
Después de la primera vuelta de la farsa electoral (17 de agosto), quedan dos candidato, Paz por PDC y Quiroga por ALD, para definir la designación de presidente y vicepresidente, ambos representantes de la compradora, por lo que consideramos necesario ilustrar sus propuestas en basa a las citas resumidas de dos artículos periodísticos:
1. “En conversación con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, Paz explicó que su propuesta busca romper con la lógica histórica de exclusión y burocracia estatal que, según él, mantiene estancada la economía boliviana.
“El 85% de la economía boliviana es informal en tiendas gremiales, cuentapropistas, transportistas, comerciantes... Si no tratas la informalidad del país para crear una formalidad barata, muy difícilmente vas a reordenar la economía”, remarcó el candidato, quien insistió en que la clave está en un proyecto inclusivo que deje atrás años de enfrentamiento y división.
“Nuestro proyecto se llama ‘Capitalismo para Todos’, que implica cerrar una aduana corrupta, facilitar la producción nacional y crear comercio con tecnologías baratas“, explicó.
Para Paz, la diferencia con Quiroga es central: “Él va por la receta normal de ‘voy al Fondo Monetario Internacional a conseguir doce mil millones de dólares para reactivar esta economía’. En Bolivia hay recursos, solo que hay que acabar con un Estado tranca que se consume el 80% de esos recursos”, sostuvo.
También subrayó la necesidad de descentralizar atribuciones y construir la economía “desde las regiones”.“ (Infobae, 19 Ago, 2025 )
2. “Rodrigo Paz y Tuto Quiroga se enfrentarán en un inédito balotaje presidencial el próximo 19 de octubre. Ambos han presentado sus planes económicos, pero ¿son realmente viables?
Créditos internacionales
Desde la alianza Libertad y Democracia (Libre), se plantea acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para solicitar un crédito que oscilaría entre los 5.000 y 12.000 millones de dólares.
Sobre esta propuesta, el economista Bonadona considera que el financiamiento externo es urgente. “Por el volumen de necesidades que se tiene, tanto en términos de importaciones, o sea, de la balanza comercial, tenemos problemas de pago a los proveedores de combustibles, tenemos que seguir importando combustibles, tenemos el gran problema del tipo de cambio que ha sido por la caída de las reservas tan espectacular que se ha dado desde el año 2015”.
(...)
También señala que la posibilidad de alcanzar acuerdos con otras entidades financieras como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dependerá del éxito de las gestiones con el FMI.
En contraste, el programa del Partido Demócrata Cristiano (PDC) no hace referencia al tema de los créditos internacionales.
Disciplina fiscal
Ambos programas, tanto el de Libre como el del PDC, coinciden en la necesidad de reducir el déficit fiscal y achicar el tamaño del Estado. También proponen revisar el funcionamiento de las empresas públicas deficitarias.
Sin embargo, difieren en lo que respecta a las grandes empresas estatales, como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), la Empresa Nacional de Electricidad (Ende), Boliviana de Aviación (BoA), Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol). En este punto, Libre propone transferir el 50% de las acciones de estas compañías a los ciudadanos mayores de edad.
Sobre esta idea, el economista Mendieta comenta que “tiene mucha similitud con el proceso de capitalización en términos de que los bolivianos seamos los accionistas, en ese sentido digamos de poder hacer, hay que ver la parte legal”.
Bonadona coincide y la compara con la capitalización impulsada durante el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Sin embargo, advierte que esa experiencia no funcionó como se esperaba, ya que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) no distribuyeron las acciones y “las aprisionaron”.
50/50: la propuesta de Paz
Otra propuesta de Rodrigo Paz es redistribuir el presupuesto nacional bajo un esquema 50/50 con las regiones. Ambos economistas consideran que la idea es interesante, pero requiere ajustes institucionales.“ (Por Diego Montaño, La Paz / agosto 21, 2025 en La Razón Plus, Nacional )
La lógica del desenvolvimiento del capitalismo burocrático en Bolivia
-Contexto económico de las elecciones generales 2025-
Como hemos adelantado al referirnos al contexto económico en que se realizan estas elecciones generales, de gran descontento de las masas por la crisis económica cíclica, que se sucede cada vez en períodos más cortos desde 2014, en que se acabó el boom de la exportación de combustibles fósiles, lo que encarece también la energía para los hogares y origina la escasez de dólares en una economía dependiente de esta moneda con el consiguiente endeudamiento para subvencionarlos. Esta es la lógica del desenvolvimiento del capitalismo burocrático para las necesidades imperialistas; de una economía centrada en las exportaciones primarias, que conlleva un crecimiento económico (Boom) sin desarrollo de la economía del país, que conlleva más atraso, lo que los propios institutos del imperialismo llaman “una nueva década pérdida” (CEPAL), que sumada a la década anterior, son “dos décadas perdidas” en el presente siglo. Estas sumadas a la “década pérdida” de los 80, hacen tres décadas de más atraso del país. Ya veremos casi al final como se produce esto.
Como también ya lo hemos adelantado, la economía boliviana atraviesa ahora una fuerte recesión económica como expresión del carácter de su economía: semicolonial y semifeudal sobre la cual se desenvuelve un capitalismo burocrático al servicio del imperialismo, principalmente yanqui.
Y, lo anterior, no lo decimos solo nosotros, sino también desde su propia perspectiva de clase institutos imperialistas y por lo tanto insospechables de maoísmo, citamos:
“El extractivismo ha sido una característica central de la economía boliviana a lo largo de su historia. Desde la plata de Potosí en la colonia hasta los hidrocarburos y el litio en la actualidad, la dependencia de la exportación de recursos naturales ha condicionado el desarrollo del país. Este modelo ha traído riqueza y progreso, al menos durante algún tiempo, y seguirá siendo un pilar económico central. Pero, al mismo tiempo, ha dado forma a una economía vulnerable a los ciclos de precios internacionales y, especialmente en los últimos años, ha provocado una fuerte recesión económica, al tiempo que ha perjudicado cada vez más al medio ambiente, al clima y a muchos grupos vulnerables de la sociedad.”
La cita anterior es de Agramont-Lechín, D. y Seoane, A. (Coord.) (2025). Extractivismo en Bolivia, debates y alternativas. Friedrich Ebert Stiftung, La Paz marzo 2025, Universidad Mayor de San Andrés (umsa).
Y sobre los gobiernos del MAS, en la publicación de FES-Bolivia, citada anteriormente, leemos:
“El peso del sector primario en la economía boliviana ha sido un tema recurrente en nuestra historia; la importancia de la exportación de materias primas ha marcado la historia de nuestro país y la industrialización ha sido una apuesta planteada por diferentes gobiernos en múltiples ocasiones. Sin embargo, esta apuesta no se ha hecho realidad en el sentido que no ha cambiado la predominancia de la extracción y exportación de materias primas en nuestra economía, por el contrario, se puede observar en el último decenio una tendencia a retroceder avances mínimos de industrialización de pequeños subsectores.”
No solo, que con los gobiernos del MAS la situación económica no cambió sino que se empeoró, pero el gobierno maquilló los datos económicos, como se comenta en la cita a continuación:
“Según estos datos ( del gobierno), el sector denominado “industria manufacturera” representa alrededor del 50% de las exportaciones, con una tendencia a incrementar ese porcentaje. Es sobre la base de esos datos que el gobierno ha publicitado la supuesta importancia de su sector industrial y algún grado de éxito en su apuesta de industrialización (Flores, 2022); así, como argumento para rebatir el peso del extractivismo en la economía boliviana (…)
Para poder comprender esa aparente contradicción, veamos en detalle los productos que componen esta relevante industria manufacturera presentada por los datos oficiales.
(...)el oro, el estaño y la soya representan más del 70% de este sector (45,3%, 23,5% y 9%, respectivamente). En el caso del oro y el estaño metálico, se asume que el producto manufacturado son las barras metálicas. Mientras que en el caso de productos derivados de la soya –observando los datos de exportaciones más detallados por año–, éstos consisten principalmente en tortas de soya y en menor medida aceite de soya (...) cabe cuestionar la clasificación de estos productos como parte de un proceso de industrialización y cómo tergiversan el análisis del peso real del sector primario en la economía de Bolivia.
La separación del oro y su concentración en barras que se comercializan en Bolivia, en la mayor parte de los casos implican su amalgamación con mercurio y su concentración por comercializadores de oro en barras rudimentarias –su refinación en lingotes con certificaciones internacionales no es un proceso que se realice en Bolivia–, difícilmente pueden reflejar un proceso de industrialización; sin embargo, representan el 45% del valor de este sector industrial manufacturero. En el caso del estaño metálico, su separación y fundición requieren, sin lugar a dudas, de procesos técnicos más complejos y especializados, realizados en la Fundición de Vinto. Este proceso, si bien implica una “industria estannífera”, es aún un paso muy básico en una larga cadena de industrialización del estaño. Algo similar se puede decir de las tortas de soya.
(…)
Una tentativa reclasificación de los datos –en la que este procesamiento básico sea incluido en el sector primario– muestra un panorama diferente.
Esta reclasificación eleva el porcentaje de participación de la minería a un 50%, de los hidrocarburos al 20% y de la agroindustria (que incluye exportación de carne) al 20%. Más allá de los detalles del proceso de reclasificación, los datos mencionados sí reflejan con mayor precisión la realidad de las exportaciones y evidencian el peso de los extractivismos y el sector primario en Bolivia.” ( I Sostenibilidad ambiental en el sector primario: Los casos del oro y el litio, Oscar Campanini, EXTRACTIVISMO EN BOLIVIA, DEBATES Y ALTERNATIVAS, FES-Bolivia)
Las historia de una economía colonial desde sus orígenes a la fecha
Citamos:
“Con la excepción de la década de 1990, las exportaciones de estos recursos representaron al menos el 80% del total de las exportaciones bolivianas (...). Desde la colonia hasta finales del siglo xix el principal producto de exportación fue la plata. Luego, entre 1904 y 1970, el estaño representó al menos el 60% de las exportaciones bolivianas. Con el inicio de las exportaciones de gas a la Argentina a inicios de la década de 1970, las exportaciones de hidrocarburos comenzaron a ganar protagonismo y se consolidaron como las más importantes en la primera década del siglo xxi. Durante el boom de materias primas (2003-2014), las exportaciones de gas natural llegaron a representar casi la mitad de las exportaciones bolivianas. No obstante,(...) el reciente estancamiento en el sector hidrocarburífero y el incremento en las exportaciones de oro, están haciendo que las exportaciones mineras sean nuevamente las más importantes.
Esta dependencia frente a recursos naturales específicos tiene implicancias en términos de crecimiento de largo plazo. En efecto, si bien otros sectores de la economía pueden ser más grandes (en Bolivia, por ejemplo, la agricultura tiene un mayor tamaño ya sea analizando el pib o el empleo), el dinamismo de la economía tiende a estar sujeto a la evolución de la explotación de recursos naturales no renovables. Así, cuando la canasta exportadora se concentra en pocos productos, los vaivenes del mercado internacional suelen afectar al conjunto de la economía.
Esta fragilidad frente a los mercados internacionales explica la dificultad de las economías dependientes de recursos naturales de lograr tasas de crecimiento que sean sostenibles en el largo plazo. En el caso de la economía boliviana, resaltan tres grandes oscilaciones a lo largo del siglo xx (...). Así, las ganancias que la economía obtuvo durante las primeras décadas del siglo xx, la década de 1940 y el período 1960-1978 se esfumaron durante las crisis de 1930, 1950 y 1980. Más aún, los niveles previos a cada una de estas crisis fueron recuperados varios años e, incluso, décadas después.”
Del mismo autor, que consignamos debajo, por su importancia para hacer mas saltante , que el carácter de la economía del capitalismo burocrático al servicio del imperialismo y no del país, citamos:
“ (…) otra limitación ampliamente reconocida en torno a la explotación de recursos naturales, en general, y recursos naturales no renovables, en particular: las dificultades de vincular de manera sistemática el sector con otros sectores de la economía. En otras palabras, la capacidad de trasladar ganancias de productividad generadas en la explotación de recursos naturales hacia el resto de la economía es uno de los desafíos más importantes de estas economías.”
( III Extractivismo en la historia de Bolivia ¿Qué nos dice la historia económica? José Peres Cajías, FES-Bolivia, 2025, citado)
Lo anterior hay que completarlo con lo que dice otro expositor del mismo seminario de FES-Bolivia en IV Breve exposición sobre algunos elementos en torno al extractivismo y la institucionalidad en Bolivia, Guillermo Guzmán Prudencio, pero que es general sirve para ver los ciclos económicos del capitalismo burocrático en Latinoamérica y como con cada crisis siempre tienen que comenzar de más abajo y que significan muchos años perdidos (“décadas perdidas”), citamos:
“Si vemos el desempeño de la economía boliviana en el siglo xx (medido por el pib per cápita) podemos constatar su dependencia de los ciclos económicos extractivos. Es posible identificar caídas importantes de la producción nacional en 1929, 1952 y 1980 (...), estos años no sólo condujeron a recesiones significativas, sino que también, supusieron muchos años perdidos, o abocados a la recuperación económica para llegar a los niveles previos a las caídas. Si sumamos todos los años que se han perdido en Bolivia –en el siglo xx– tenemos un total de 52 años. Gran parte de estas recesiones se explican por la volatilidad de los precios internacionales, los ciclos de las materias primas y la disputa política por la apropiación de sus rentas extractivas.”
Como ya habíamos adelantado en las últimas citas sobre la historia del capitalismo burocrático vemos como se da el ciclo económico del capitalismo burocrático y como siempre tienen que comenzar de más abajo, etc., y la última parte de las cita se refiere indudablemente a una de las razones económicas de las disputas entre las dos facciones de la gran burguesía nativa.
SOBRE EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO BUROCRÁTICO EN EL AGRO BOLIVIANO
- PROCESO DE NUEVA CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA
- ESTADO TERRATENIENTE-BUROCRÁTICO AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO ENCABEZADO CON ALTERNANCIA POR GOBIERNOS DE LAS DOS FACCIONES DE LA GRAN BURGUESÍA
Para
terminar esta nota consignamos algunas citas del artículo "Impactos
y tendencias del modelo agroindustrial en las tierras bajas de
Bolivia" de Carmelo Peralta-Rivero, por que
nos sirve para ilustrar lo que ostenemos en resumen en el subtítulo
precedente, leamos:
"Dado que en Bolivia existe un dualismo en la producción agropecuaria, en este trabajo nos enfocaremos principalmente en la ampliación del modelo agroindustrial y su relación que tiene con el agronegocio y su impacto sobre todo en las tierras bajas de Bolivia, principalmente de Santa Cruz en donde la soya y otros cultivos industriales han proliferado en las últimas décadas.
El objetivo de este artículo es analizar cambios económicos y políticos que impulsan la agroindustria, y los impactos y tendencias de la ampliación de la frontera agropecuaria por este modelo de producción en las tierras bajas de Bolivia (…)”
El
artículo comienza con la descripción cuantitativa del fenómeno:
“En el caso de Bolivia, la actividades agrícolas y surgimiento de la agroindustria en los años 50s, viene impulsando el cultivo de oleaginosas como la soya, girasol y otros monocultivos agroindustriales como la caña, trigo, sésamo, sorgo, algodón, etc., todas implementadas en tierras bajas, sobre todo en el departamento de Santa Cruz. Al presente la agroindustria representa entre el 3,95 y 8,58% de Unidades de Producción Agropecuarias (entre 33.998 y 73.888 UPA), pero abarcan entre 27.471.258,70 y 29.841.992,60 hectáreas, es decir, hasta el 86,11% de tierras con potencial de explotación agropecuaria según el INE (2015).
En contraste, las pequeñas UPA (con superficies menores a 50 hectáreas), por lo general son de la agricultura familiar de campesinos e indígenas, representan el 91,42% (787.720) del total de UPA, no obstante, sólo abarcan el 13,89% (4.812.991,10 hectáreas) de las tierras agropecuarias con tal potencial, aunque aún o queda claro las UPA forestales de grandes extensiones de la Amazonía o tierra bajas de Bolivia. Estas unidades se localizan en todo el país, aunque según el INE (2015) indica que están sobre todo en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Potosí (Altiplano y Valles) en más del 60% y posteriormente en Santa Cruz y los demás departamentos. El CIPCA-IISEC (2020) según la Encuesta Agropecuaria 2015 y una proyección a nivel nacional indica que las UPA están ubicadas principalmente en Valles y Altiplano en más del 70%, en los Llanos orientales en un 20,5%, y el restante en otras grandes regiones, además, el 55% de las UPA son de la agricultura familiar.
Sobre todo, las UPA de la agricultura familiar abastecen con productos alimenticios el mercado interno, tales como hortalizas, tubérculos, frutas y otros; de esta manera, podemos observar que por un lado la agroindustria está ligada mayormente al mercado externo con prácticas agroextractivistas y la agricultura familiar al mercado interno con prácticas más sustentables y resilientes.
Según el INE (2016) con base en el censo agropecuario del 2013, reportó que son 502.281 UPA que practican trabajo comunitario colectivo o familiar y otras 294.831 UPA participan en el sistema de trabajo denominado “mink’a o ayni” (sistema de trabajo de reciprocidad familiar en quechua o aymara, respectivamente).
Bolivia tiene una supercie de 109,9 millones de hectáreas de la cuales 51,5 millones son boscosas (MMAyA, 2013) y están localizadas sobre todo en tierras bajas y yungas (45,28 millones de hectáreas hasta el año 2017) y, desde el año 1985, esta superficie disminuyó en más de 3,6 millones de hectáreas (Proyecto MapBiomas Amazonía, 2020) principalmente por la implementación de cultivos industriales y ganadería ampliando exponencialmente la frontera agropecuaria.”
De las conclusiones del artículo, citamos:
“ (...) ¿cómo surgió la agroindustria alimentaria en las tierras bajas de Bolivia y cómo los cambios económicos y políticos propiciaron su ampliación?; desde sus inicios la agroindustria fue favorecida y aliada de las élites políticas, y muchos líderes políticos estuvieron y están vincu -lados a este sector que durante más de 70 años han propiciado e impulsado con normativas y trasformaciones económicas en diferentes periodos que favorecieron al sector, les garantizó contar siempre con respaldo financiero tanto a nivel nacional como externo ya sea desde los Estados Unidos en sus inicios, como de la inversión de empresarios brasileños en los últimos años. Asimismo, el liberalismo y el neoliberalismo desde mediado de los años 80s lograron la concreción definitiva de este sector en las tierras bajas. Dado que el sector depende del mercado internacional, la tendencia de los últimos años es que se amplié dado que en la actualidad tiene el apoyo del gobierno nacional llegando a concretarse la relación estado-capital."
Como consecuencia de lo anterior en su segunda conclusión dice::
“¿cuáles son los impactos de las actividades agroindustriales del sector alimentario en los bosques por la ampliación de la frontera agropecuaria en las tierras bajas?; concluimos que la agroindustria tiene un impacto negativo considerable en el medio ambiente y se traduce con la pérdida de grandes supercies boscosas sobre todo desde los años 80s y, en la actualidad, los agroindustriales junto a los ganaderos de tierras bajas son las que más amplían la frontera agropecuaria año tras año a nivel nacional, siendo las tierras bajas y yungas las más afectadas al perder más de 3,66 millones de hectáreas entre 1985 y 2018, y con un aumento total de 3,69 millones de hectáreas agrícolas y de pastos. El departamento de Santa Cruz es el más afectado y es en donde reside la base agroindustrial nacional. Igualmente, la ampliación de la frontera agropecuaria tiene una relación directa con la ampliación de cultivos agroindustriales como la soya, así como la habilitación de pastizales para la ganadería. „
En la última conclusión la cita expresa como el gobierno de la facción burocrática de la gran burguesía sirve a su enemiga la facción compradora:
"Por último, respecto a ¿cuáles son los escenarios futuros de ampliación de la frontera agropecuaria por la agroindustria alimentaria como factor de presión sobre la tierra?; concluimos que, de los diversos escenarios planteados para Bolivia, la ganadería y la agricultura mecanizada son las actividades que re-percutirán en la conversión de los remanentes de bosques sobre todo de las tierras bajas. Además de las tendencias del crecimiento económico de inicios de los años 2000 que tuvieron su impacto en la deforestación, según los acontecimientos de los últimos años, consideramos que las tierras bajas de Bolivia se verán presionadas aún más, considerando un escenario en donde el gobierno y principalmente los agroindustriales de Santa Cruz tienen un acuerdo para expandir la frontera agropecuaria. Bajo este análisis, la deforestación para los años 2040 y 2050 mínimamente podrían decuplicarse teniendo como base los casi 7,5 millones de hectáreas deforestadas hasta el año 2017 y podría ser de mayor magnitud en un escenario en donde la relación estado-capital sea aún más fuerte para acordar la expansión la frontera agropecuaria para cultivos agroindustriales y ganadería. „
Contionuará próximamente con Nota (**)