Manifestantes llaman a la Huelga General de Resistencia Nacional durante la manifestación de la Huelga General de 14 de junio en Goiânia. Foto: Comité de Apoyo al AND - GO
Editorial de la edición nº 224 del diario La Nueva Democracia (2ª quincena de junio y 1a de julio de 2019), que próximamente estará disponible en internet y en los quioscos de todo Brasil.
Las manifestaciones que marcaron la Huelga General contra la "reforma de la Previdencia" (o de la Seguridad Social), los recortes en la educación y la revocación de la "reforma laboral" fueron la demostración cabal de la agudización de las contradicciones y de la lucha de clases en el país. Por encima de todo, demostraron el deseo y la disposición de las masas trabajadoras del campo y de la ciudad de no seguir viviendo más como hasta entonces. Quieren de vuelta sus derechos descuartizados y las décadas de trabajo y sudor confiscados, quieren cambios, repudian toda la putrefacción a la que se llegó la política en el país, pudrición de los que robaron y roban y están pudriéndose, de los que dicen y se hacen pasar por cazadores de corruptos. El pueblo brasileño quiere un Brasil Nuevo!
La huelga general fue un gran triunfo! Aquellos que siempre nutrieron el bajo instinto antipueblo y apostaron al fracaso de la huelga quebraron la cara. Fréticamente, por las "redes sociales", expulsa su felpa que se rompe "fue un fracaso". El monopolio de la prensa, haciéndose de imparcial, informó con destellos a lo largo del día y en los horarios nobles sin mayores griterías, reservando para el día siguiente sus vómitos de siempre. El gobierno del capitán y sus generales se hizo el sordo, mudo y ciego. ¡Calma, señores, vuestras señorías todavía no han visto nada!
Considerando todo el sabotajer de la mafia sindical, toda la carencia de recursos materiales de las organizaciones obreras clasistas, todas las amenazas de multas y criminalización por la justicia, todo el aparato y abuso de poder de las hordas policiales con presión e intimidación, toda la manipulación mediática de los monopolios de prensa (que sólo muestran lo que quieren) y toda la situación de angustia y temor imperante con decenas de millones de desempleados, podemos decir: la huelga general fue indubitablemente un gran triunfo!
En estas condiciones, la Huelga General fue la comprobación de que las amplias masas trabajadoras anhelan por la lucha, pues no cuentan con nada más para defenderse de la continuada mutilación de sus derechos duramente conquistados en décadas de luchas y combates. Muchos de los que fueron a trabajar el 14 de junio ni siquiera sabían de la convocatoria de la Huelga General; otros tantos no conocían sus motivos y demandas, así como tantos que aún no se sienten confiados en enfrentar sus patrones y las amenazas y chantaje de la reacción incrustada en la alta burocracia estatal.
Contribuyó también a la adehsión en masa a la Huelga General , además de los cobardes golpes contra los trabajadores ya sancionados o anunciados, la parálisis ante la grave crisis económica y social de un gobierno de matones, que bravateaba "hacer y suceder", así como las recientes fugas que desenmascaran a los paladines de la Operación "Lava Jato". Se manifiesta el creciente desencanto de los que votaron en Bolsonaro, la incredulidad en esa vieja democracia de los que votaron contra él y mayor aún la revuelta de la población que no votó o votó nulo y blanco, en lo que fue el mayor boicot electoral de nuestra historia.
La resistencia nacional de los trabajadores contra el recorte de derechos y confiscación del pueblo por las "reformas" de este gobierno antiobrero, antipueblo, proterrateniente, obscurantista y vendatria, también expresa el sentimiento patriótico de rechazo a sus acuerdos y afanes sabuesos y lame-botas del imperialismo yanqui y del Estado sionista / terrorista israelí. Expresa el sentimiento popular más genuino y no el manipulado, sentimiento contra la ofensiva contrarrevolucionaria preventiva a la creciente protesta popular. Ofensiva puesta en marcha como golpe de Estado, paso a paso, por la vía constitucional, la cual se desenmascara, facilitando a las Fuerzas Armadas intervenir para salvar el viejo orden de explotación, opresión, corrupta y genocida en crisis de descomposición.
Manifestación de la Huelga General del 14 de junio entre las ciudades de Petrolina (PE) y Juazeiro (BA). Foto: Comité de Apoyo al AND - Valle del São Francisco
La Huelga General fue también una clara respuesta no sólo para toda la reacción que hoy, en medio de cousión y pugna, trama por imponer al pueblo y a la Nación un régimen aún más opresor. Fue respuesta y recado contundente para aquellos que permeando las filas de las masas, no creen en ellas y en su disposición y capacidad de organización y lucha. Fue respondida a estos que sólo apuestan en los estrechos límites de la legalidad y de la manipulación electorera, pues temen encender el volcán de resentimientos represados por este sistema que reside en las masas, temen el despertar de su furia. Que se corrijan o se dañen unos a otros.
Haciendo coro con los monopolios de prensa, el oportunismo, como siempre, busca arrojar arena a los ojos del pueblo acerca de cuál es la principal contradicción del país, cuya respuesta presentada por ellos, en realidad, son sólo contradicciones entre los grupos de poder de las clases dominantes. Como antes, la falsa izquierda quería hacer creer la contradicción principal entre "izquierda" frente a derecha, entre PT versus PSDB; ahora se centran en las contradicciones entre Bolsonaro versus Mourão, entre Bolsonaro versus Congreso Nacional, entre Bolsonaro versus PT, como si fueran estas expresiones de la contradicción del fascismo versus democracia, cuando todas estas son sólo contradicciones secundarias, internas de las clases dominantes, entre tendencia al fascismo frente a la vieja democracia corrupta.
Lo que expresa la contradicción principal del país, que es la contradicción entre este sistema de explotación / opresión, su viejo Estado terrateniente-burocrático y su sistema político corrupto agonizante de vieja democracia frente a las masas populares, toma forma como contradicción entre, por un lado , la ofensiva contrarrevolucionaria preventiva en curso (de cuyo núcleo son partes Bolsonaro, el Alto Comando de las Fuerzas Armadas - ACFA - y demás partidecos de la chusma de pastores fariseos y arrivistas delegados de policía y oficiales militares) frente a la Revolución de Nueva Democracia. La disputa entre el grupo fascista de Bolsonaro (que predica un régimen militar) y el ACFA (que en palabras y juras aboga por la legalidad, pero que en la práctica conduce un golpe de Estado paso a paso, trabajando por un régimen de centralización máxima del poder en el Ejecutivo, de mutilación de derechos del pueblo y soberanía de la nación vía "reformas" de la Constitución vigente) son diferencias tácticas transitorias de cómo mejor salvar el sistema de explotación / opresión amenazado de ruina.
Son sólo disputas por la dirección que la contrarrevolución enfrenta en su ofensiva. Al movimiento obrero, popular y revolucionario sólo interesa aprovechar la división temporal de sus enemigos a muerte para lanzar ofensivas tácticas. Nada más que esto. Bolsonaro ataca el Congreso y el STF para ganar el apoyo del pueblo, buscando manipular su sentimiento de descrédito y desprecio por estas instituciones para imponer el régimen militar como única posibilidad de salvar el sistema de explotación y opresión, al servicio del imperialismo yanque, que tanto ama y para el cual hace cuestión de arrastrarse. Pero, este sentimiento popular de desprecio a las carcomidas instituciones y el deseo de las masas por su supresión sólo pueden concretarse mediante la Revolución de Nueva Democracia, con el derrocamiento de todo este viejo orden, y no por un golpe de estado que tiene por objetivo salvarse de la ruina, como trama Bolsonaro.
La Huelga General (el paro) fue sólo el primer capítulo de algo colosal que está por venir. Fue el ensayo general de la Huelga General Indefinida y de Resistencia Nacional. Ella anuncia la unificación por todo el país de las protestas cada vez más masivas y violentas. Protestas que se desembocará en un poderoso levantamiento de masas que chocará frontalmente con todas estas reformas y políticas antiobreras, antipueblo y vendidas-patronales de estos gobiernos de partidos y congresos corruptos, de generales derechistas que se hallan dueños de la República, gobiernos defensores de terratenientes y gobiernos grandes burgueses, sirvientes de los intereses del imperialismo, principalmente yanqui. Protestas violentas que van a barrer del camino toda la política electoral, mentirosa, demagógica y farsante, desencadenando como nunca en la historia del país la gran y pendiente revolución de Nueva Democracia.