15 Noviembre 2019
Ilustración de video puesto en Internet
Durante el Día de la huelga general que movilizó a más de dos millones de personas en todo Chile, en el día 12, el heroico pueblo chileno se apoderó y prendió fuego al edificio que fue uno de los primeros centros de tortura utilizados por el régimen militar fascista de Pinochet. Escuela de Ingenieros Militares Tejas Verdes en la ciudad de San Antonio.
Según el monopolio de la prensa local, los manifestantes incendiaron el lugar y destruyeron el edificio principal, así como algunas instalaciones utilizadas para entrenar a los oficiales.
Además, el pueblo ingresó a los almacenes, donde tomaron suministros del ejército.
En el mismo libro, algunos de los testigos sobrevivientes de las torturas que escucharon a "personas que hablaban portugués y vieron un oficial con una camiseta conmemorativa por el título brasileño en la Copa del Mundo de 1970". Estos mismos informes refuerzan la tesis del autor de que los militares fascistas chilenos recibieron instrucciones sobre técnicas de tortura por parte de sus secuaces enviados por el ejército brasileño, en una coordinación realizada como parte de la llamada Operación Cóndor, alianza entre fuerzas militares reaccionarias de países latinoamericanos para promover regímenes fascistas pro yanquis.
A través de Twitter, el ejército reaccionario chileno ha pedido un "fin de la violencia", afirmando cínicamente que "actos como este no contribuyen a un clima de paz entre los chilenos".
Este mismo ejército antipopular, defensor de las clases dominantes y del régimen de explotación contra el pueblo chileno, es el mismo que ahora clama por la "paz"y que fue responsable, junto con los carabineros (policías), del asesinato de docenas de manifestantes, así como de la tortura y la violencia sexual. contra cientos de personas durante las grandes protestas de los últimos meses.
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