Crisis general del imperialismo que es la última etapa del capitalismo, y se desarrolla en medio de todo tipo de crisis, en medio de una serie compleja de guerras, pandemias, desastres de toda clase y esta siendo barrido por la guerra popular que comenzó en 1980 en el Perú y nos lleva a guerra popular mundial para enterrar al imperialismo.
Dentro de su crisis general, atraviesa por una nueva crisisi económica cíclica de superproducción relativa (pese a la necesidad insatisfecha de inmensas masas humanas y la abundancia de inmensa mercancias necesarias para satisfacerlas, v lasgrandes masas no pueden consumirlas porque no tienen los ingesos para hacerlo, esas necesidades no se concretan en demanda solvente, conscuencia superproducción de mercancias que hay que destruir -crisis- para alcanzar el equilibrio y comenzar de nuevo, siempre de más abajo).
Esta nueva crisis económica, se desarrolla disimulada como crisis sanitaria, bajo las polleras de la llamada "crisis del corona virus".
Crisis general del imperialismo que es la última etapa del capitalismo. Si habla de crisis general es en todos los planos no solamente el económico; en el plano económico, en la base, se da esta nueva crisis cíclica, que es más honda y profunda que las anteriores, que se da en y lo arrastra a una más amplia y profunda crisis política, demostrando que ellos ya no pueden seguir gobernando como antes y que las masas no están dispuestas a seguir viviendo como hasta ahora. Compromete tanto su orden internacional como nacional, las viejas alianzas imperialistas pierden vigencia y el imperialismo yanqui se muestra más prepotente que nunca. Trump expresa como nadie la crisis en su condición de máximo represente del mismo. Los representantes del Partido Demócrata, los revisionistas como Avakian, “simpatizantes”de los demócratas en todo el mundo, oportunistas y revisionistas consideran que no es un digno representante del imperialismo, pero nadie como él interpreta el papel en la hora actual. La actual crisis, en un nivel más significativo que la de hace diez años, es un nuevo hito en el largo proceso de hundimiento del imperialismo. Asimismo, muestra quien es la superpotencia hegemónica única. Asi se va hundiendo todo un sistema y mostrando que solo sirve para ser barrido por la guerra popular. El imperialismo es cáncer. Los pueblos no lo necesitan.
En la crisis iniciada el 2008, el imperialismo yanqui actuando en su condición de superpotencia hegemónica única proveyó de liquidez a los demás países imperialistas, lo que se va ha repetir en la actual del llamado corona virus pero a un nivel que se considera que es el triple que en la de 2008. Tener en cuenta que las crisis de superproducción relativa se disimula o alarga prolongando el ciclo mediante el endeudamiento hasta niveles insostenibles de los Estados, las empresas y los hogares, sobre este problema del endeudamiento de la economía, en cuanto a los EE.UU. estamos bien informados, pero en cuanto de China se ignora por muchos, cuando allí el endeudamiento de la economía (empresas) representa más del 318% del PBI.
Documentamos lo del endeudamiento, la provisión de liquidez por el FED a la “economía global”; con ello, además, la colusión y pugna, siendo la colusión principal, y que la crisis como la actual ya estaba anunciada, con las siguientes citas:
“Pero el último episodio es sencillamente brutal: una superburbuja de casi 60 años hinchada a base de crédito, de deuda, en la que cada vez que el sistema financiero se metía en problemas aparecían los bancos centrales con nuevas fórmulas para estimular la economía. Esa superburbuja se le acabó escapando de las manos al sistema cuando las innovaciones financieras –subprime, derivados, CDO, CDS y demás jerga imposible— se complicaron tanto que las autoridades ya no parecían capaces de calcular los riesgos de los propios bancos.
Hasta que un día esa magia se esfumó. A partir de septiembre de 2008... “La relación incestuosa entre las autoridades y sus bancos acabó explotando”, apunta Soros en La tormenta financiera. El resultado fue la crisis más grave desde la II Guerra Mundial”.
Y en esta crisis, el imperialismo yanqui actuando en su condición de superpotencia hegemónica única proveyó de liquidez a los demás países imperialistas, lo que se va ha repetir en la actual del llamado corona virus pero a un nivel que se considera que es el triple que en la de 2008. Ver que se da en colusión y pugna, siendo la colusión principal como se puede colegir de la cita:
“La tormenta perfecta duró hasta bien entrado octubre de 2008: hasta que los ministros de Finanzas del G7 y el G20 formularon un compromiso inequívoco para impedir la quiebra de las instituciones financieras sistémicas. No más Lehmans, fue la consigna: en última instancia, a pesar del triunfo de los apóstoles del libre mercado, solo la intervención decisiva y globalmente coordinada de los Gobiernos y los bancos centrales detuvo el pánico. A pesar de eso, los paradigmas han cambiado poco o nada en las procelosas aguas de la política económica: los sintagmas mágicas preferidos por las autoridades en Europa eran y son austeridad expansiva (sea lo que sea eso) y reformas estructurales. Los estadounidenses leyeron mejor a Keynes y política fiscal y fueron más audaces con la política monetaria. Europa sufrió mucho más: el BCE llegó tarde y Berlín impuso una camisa de fuerza fiscal que ha alargado mucho la crisis.
(...)Fue una crisis de mil caras: financiera, económica, social, de deuda, estadounidense, europea, de empleo, política, migratoria, de todo tipo. Para detenerla, los líderes mundiales prometieron poco menos que una refundación del capitalismo; la prioridad era embridar el sistema financiero. (...) No hubo tal refundación: “El sistema financiero actual es tan peligroso y frágil como el que llevó a la crisis”, asegura Martin Hellwig, del Max Planck Institute(…)" (esta parte de lo citado es de destacar porque demuestra como ellos mismos ven que es no sólo en la base sino abarca todo, lo que corresponde a una crisis dentro de la crisis general, nota nuestra)
Y al final del artículo aparecen dos advertencias de lo que se veía venir y hoy estamos asistiendo como corona crisis:
“No creo que haya peligro inminente, pero me siento incómodo: la regulación financiera no se ha reforzado lo suficiente y la próxima crisis está esperando, inquietante, en algún lugar”, advierte Paul De Grauwe, de la London School (…)
Algunos de los grandes villanos de estas crisis fueron los máximos responsables de los bancos involucrados (…) Y Dick Fuld, el máximo responsable del Lehman (...) dejó un aviso a navegantes: “Sé que nadie quiere escuchar esto y menos aún si yo lo digo, pero los ricos se están haciendo cada vez más ricos y, de nuevo, el corazón de la economía está enfermando. Soy un capitalista incondicional, pero seamos justos: el capitalismo solo funciona si la riqueza se crea en la parte superior y después se va filtrando hacia abajo. Si la riqueza no baja, habrá problemas”. ( cínicas palabras de de un sujeto como éste, que apunta a la causa de a superproducción relativa y a necesidad de paliar la super explotación de la clases para que todo siga igual, porque el problema no está en la distribución sino en la producción, en las relaciones sociales de producción, nota nuestra)
(Recesión a lo grande: crónica de los 10 años de crisis que cambiaron el mundo
El 15-S de 2008 fue la versión moderna del ‘crash’ del 29, y sus efectos persisten EL PAÍS, Claudi Pérez, Twitter, 9 SEP 2018 - 13:25 CEST)
Con las siguientes documentamos los mismos puntos, pero referidos a la actual:
“Cuando las líneas de suministro chinas se interrumpieron a fines de febrero debido a las paralizaciones que intentaban detener la propagación del coronavirus, las empresas e instituciones financieras de todo el mundo comenzaron a tener problemas para obtener efectivo. En respuesta, las empresas vendieron activos, como acciones, y los bancos comenzaron a restringir los préstamos. Como todos intentaron vender todo a la vez, los precios colapsaron, lo que requirió más ventas y causó nuevas caídas de precios. Durante las posteriores tres semanas, los mercados bursátiles de todo el mundo perdieron entre un 20 y un 30 por ciento de su valor, y las monedas colapsaron cuando todos en todo el mundo vendieron todo a cambio de dólares. En efecto, esto fue una repentina caída hacia el mundo entre la caída de Bear Stearns en la primavera de 2008 y la quiebra de Lehman Brothers. En 2008 se llamó una «crisis crediticia». En general, se le llama «trampa de liquidez» [«liquidity trap«]. Y nunca ha habido una corrida global por dólares tan rápida y en la escala de la «trampa de liquidez» de la crisis del coronavirus.
En respuesta, ha habido una oleada sin precedentes de actividad de políticas monetarias. Los bancos centrales de todo el mundo, especialmente la Reserva Federal [en adelante, también «Fed»], han intervenido para apoyar principalmente a todos los mercados de crédito del planeta. El 12 de marzo, la Fed anunció que había puesto a disposición 1.5 billones de dólares [1 billón es mil millones: 1.000.000.000.000] para el «mercado de repos», que es la principal fuente de crédito a corto plazo en el sistema financiero [«Repos» o «reportos» o «acuerdos de recompra», o «repurchase agreement» es una operación en la que una parte, generalmente un banco central, vende un título a un adquirente que lo devuelve en un tiempo posterior a un precio más alto]. Incluso en el mundo posterior al 2008, de gigantescas intervenciones de los bancos centrales, 1.5 billones de dólares es mucho. Lo hizo en un particular buen día: viernes 13.
Durante el fin de semana, la Fed decidió que la pandemia, declarada oficialmente el miércoles 11 de marzo, había empujado a los mercados financieros a un territorio totalmente desconocido. Redujo las tasas de interés a cero, moviéndose en un solo salto cuatro de sus pasos típicos de 0.25 por ciento, y anunció que compraría 500 mil millones de dólares en valores del Tesoro (una variedad de «deuda segura» del gobierno de Estados Unidos emitida por el Departamento del Tesoro para diferentes períodos de duración), y $200 mil millones en valores respaldados por hipotecas. La Fed reinició así el programa de expansión cuantitativa del 2011–2014 en una escala inmensa [«Expansión cuantitativa» o «quantitative easing» es una herramienta de política monetaria expansiva realizada por la vía de compra masiva de activos financieros presentes en el mercado, por el Estado]. El punto era inundar los mercados financieros con efectivo lo más rápido posible, para que los bancos pudieran seguir prestando, los compradores de acciones pudieran seguir comprando, y las instituciones pudieran seguir realizando sus pagos de deuda. La prensa financiera, a la que le gustan las metáforas militares, lo calificó de «bazuca nuclear».
El ataque nuclear fracasó. Cuando los mercados reabrieron el lunes 16 de marzo, todos los índices bursátiles de Wall Street perdieron de inmediato alrededor del 12 por ciento de su valor. Luego, la Fed anunció que compraría 1 trillón de dólares de «papel comercial» [«commercial papper«], que es deuda corporativa no garantizada a corto plazo. La Ley de la Reserva Federal requiere que la Fed no asuma riesgos, y sólo cambie efectivo por activos seguros como los bonos del Tesoro, por lo que la decisión de comprar 1 billón de dólares en algo relativamente riesgoso como la deuda corporativa no garantizada habría sido sorprendente en cualquier otra circunstancia.
El Banco Central Europeo anunció su propio fondo de 750 mil millones de euros para comprar deuda comercial y gubernamental. Los bancos centrales de todo el mundo comenzaron a utilizar todos los medios disponibles para inyectar efectivo en sus mercados financieros. Para respaldar sus esfuerzos, la Fed dio a otros bancos centrales acceso a 450 mil millones de dólares en canjes de divisas [«swaps de divisas«], esencialmente, acceso a dólares en caso de que sus bancos tuvieran que hacer pagos en dólares, o sus bancos centrales tuvieran que apoyar sus monedas con dólares. Para el 23 de marzo, la Fed había anunciado que haría tanta «expansión cuantitativa» [o «QE», «quantitative easing»] como fuera necesaria para apoyar al sistema financiero: QE Infinity.
Pareció que el infinito era el precio necesario para estabilizar el sistema financiero global. Las acciones se han recuperado, y ninguna institución «sistémicamente importante» ha fallado, incluso cuando más de 22 millones de estadounidenses (una cifra parcial reflejada en los reclamos de seguro de desempleo) han perdido sus empleos en el peor colapso del mercado laboral en la historia humana registrada. La Ley CARES [«Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security Act», Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica del Coronavirus], de 2.2 billones de dólares, aprobada el 27 de marzo, contiene 500 mil millones de dólares en préstamos y garantías de préstamos bajo el control de Steve Mnuchin, el Secretario del Tesoro, el ex ejecutivo de Goldman Sachs y el ex CEO del depredador prestamista hipotecario OneWest. De eso, 454 mil millones de dólares se entregarán al Fondo de Estabilización de Intercambio («Exchange Stabilization Fund») de la Fed, como garantía para que la Fed pueda otorgar préstamos a empresas medianas.
(…)
Es necesario contextualizar estos fondos para la respuesta a la crisis desatada por coronavirus, en el alcance más amplio de los cambios en curso en la estructura de las finanzas globales, y las implicaciones correspondientes para personas reales con trabajos reales. Mucho antes de febrero, había indicios de que los mercados de capitales estaban enfermos. El mercado de «repos» se contrajo abruptamente en septiembre de 2019, lo que llevó al Fed de Nueva York a ofrecer 75 mil millones de dólares todos los días en fondos de veinticuatro horas. En el verano del 2019, la famosa «curva de cupón cero» («yield curve«) del costo de la deuda del Tesoro se invirtió, lo que generalmente indica que los mercados financieros esperan una recesión inminente y, por lo tanto, están dispuestos a pagar más por el acceso a una deuda pública segura a corto plazo. Desde 2011 al menos, la acumulación de capital había estado ejecutándose sobre la base de la continua expansión cuantitativa y las bajas tasas de interés: un flujo incesante de dinero barato que hizo que incluso entidades abiertamente ridículas como WeWork parecieran brevemente empresas multimillonarias. Las corporaciones habían usado principalmente ese efectivo barato para recomprar sus propias acciones. Las recompras alcanzaron un máximo histórico en 2018, cuando las corporaciones estadounidenses gastaron 1.09 billones de dólares en la compra de sus propias acciones. El segundo nivel más alto fue 2019 (Las recompras de acciones son excelentes para los accionistas: las empresas compran más control de sí mismas y aumentan los precios de las acciones, porque hay menos acciones en circulación y cualquiera que tenga esas acciones se enriquece)”. (Esto es importante, aclara porque economistas del maestrem dicen que la bolsa no tiene que ver con la economía real, nota nuestra)
“Las grandes corporaciones también habían estado ocupadas comprándose entre sí: el 2018 y el 2019 establecieron récords para la actividad global de fusiones y adquisiciones, lo cual se desaceleró abruptamente en enero de 2020. En 2018, las acciones estadounidenses no mostraron ganancias en total, y el Financial Times informó que esencialmente todas las clases de activos («asset classes«) globales habían perdido valor [«asset classes» es un grupo de instrumentos financieros que tienen características financieras similares y se comportan de manera similar en el mercado]. Los mercados financieros no funcionaron como se suponía. No estaban haciendo coincidir a los ahorradores con los necesitados de créditos para impulsar el crecimiento del empleo, la innovación, la competencia y todas las demás características de una economía capitalista. Un puñado de muy grandes corporaciones estaban utilizando el exceso de dinero barato del Gobierno para hacerse aún más grandes, para comprar a sus rivales, y para enriquecer a sus accionistas, a un nivel que ellos mismos parecían creer que era insostenible y que estaba a punto de producir una recesión”. (Crónica de una muerte anunciada como se sugiere en el volante del 1º de mayo 2020, nota nuestra)
"El sistema monetario posterior a 2008 no era como los encargados de las políticas mundiales habían sido educados para administrar, con un conjunto de herramientas que aprendieron a usar en la larga era de la hegemonía neoliberal entre 1979 y 2007. Los billones de dólares de liquidez del banco central no producían inflación. Las bajas tasas de interés estaban perdiendo tracción. Algo estaba mal. Era claramente imposible continuar esa crisis monetaria de bajo nivel para siempre, pero también resultaba imposible hacer cualquier otra cosa.
La pandemia ha aniquilado la mayoría de los límites de lo posible. La Reserva Federal es ahora la única fuente de liquidez global, proporcionando efectivo no solo a todos los mercados financieros y de crédito del planeta, sino también a los bancos centrales del mundo. Su independencia legal y su aislamiento de la supervisión democrática o de toda rendición de cuentas significa que puede actuar más rápido y con más enfoque que cualquier otra institución de gobierno en el planeta. En principio, el Congreso de los Estados Unidos es soberano y la Fed es una agencia delegada, sujeta a muchas leyes que restringen lo que puede hacer, pero para que esa relación de poder funcione, el Congreso tendría que funcionar, y afirmar su rol constitucional como un control de las otras ramas del gobierno. Sin embargo, no tiene la capacidad ni el interés de hacerlo, lo que significa que, en la práctica, la Reserva Federal decide sobre excepciones y normas y determina cómo actuar cuando las instituciones normales demuestran ser incapaces. La crisis de 2020 ha revelado el alcance del poder que ha acumulado desde 2008. Como Adam Tooze ha argumentado recientemente, la verdadera ubicación de la hegemonía global estadounidense no se encuentra en la Casa Blanca, sino en la Reserva Federal.
(…) Hace reflexionar el contraste entre la acción rápida, sostenida y decisiva de la Fed y la total falta de una respuesta coordinada al brote de coronavirus por parte del Gobierno Federal, junto con la cacofonía de las diferentes respuestas de los estados de Estados Unidos. La decisión de la Fed de abrir la Facilidad de Liquidez Municipal («Municipal Liquidity Facility«) a principios de este mes para proporcionar fondos a corto plazo a los estados, condados y ciudades del país, fue una respuesta nacional más coordinada que la que se puede encontrar en cualquier otra instancia del Gobierno Federal. En términos de gobernanza de crisis, Estados Unidos no es un país con un banco central; es un banco central con un país”.
( La soberanía de la Fed». Por: Trevor Jackson. Subtítulo: En términos de gobierno de crisis, Estados Unidos no es un país con un banco central. Es un banco central con un país. Fuente: Dissent Magazine, 16 de abril de 2020. Traducción y notas explicativas, por Héctor Testa Ferreira
De otra fuente, en relación a la hegemonía del imperialismo yanqui en las finanzas mundiales, citamos:
“En marzo, cuando Europa y EE. UU. comenzaron a comprender la magnitud de la pandemia de Covid-19, los inversores entraron en pánico. Los mercados financieros se desplomaron. La derrota fue tan severa que en varias ocasiones en la segunda y tercera semana de marzo, el funcionamiento normal del mercado estaba en duda. Los precios de los bonos del Tesoro de EE. UU., el último activo seguro para los inversores de todo el mundo, se movieron violentamente a medida que los administradores de fondos, luchando por obtener efectivo, vendían todo lo que podían vender. En el mercado de divisas, a través del cual normalmente circulan más de $ 6 trillones cada día, el tráfico fue en una sola dirección: de todas las monedas del mundo, a dólares. Ningún mercado puede funcionar por mucho tiempo así. Sterling se hundió. Incluso el oro se vendió. Esta no fue una crisis bancaria como la de 2008, pero si no fuera por la espectacular intervención realizada por la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, ahora estaríamos enfrentando no solo los estragos de Covid-19 y las desastrosas consecuencias sociales y económicas del encierro, pero también un ataque cardíaco financiero. En cambio, estamos experimentando una onda expansiva de contracción crediticia. La producción y el empleo se han reducido drásticamente. Se han puesto en marcha enormes programas de gasto público, no para crear nuevos empleos sino para sostener la economía con soporte vital. El desafío no es meramente técnico. Esta es una crisis global, que afecta a prácticamente todas las comunidades del planeta. Y ha expuesto marcadas diferencias entre los principales bloques económicos, de modo que ahora es más difícil que nunca entender cómo encaja realmente lo que llamamos la economía mundial.
Los tres grandes centros de producción, intercambio y actividad corporativa son Estados Unidos, China y la Eurozona. Estos centros económicos están unidos mediante flujos de comercio, organizados a través de complejas cadenas de suministro que abarcan todo el mundo. Cada uno de los tres centros tiene una zona de influencia que se extiende a las regiones vecinas de América Latina, Europa Central y Oriental, África y Asia. Todos están unidos a un sistema financiero global que utiliza el dólar estadounidense como moneda de comercio y crédito. Cada uno de los tres centros tiene debilidades características. La preocupación sobre China es la sostenibilidad de su crecimiento económico impulsado por la deuda. Las debilidades básicas de la Eurozona son que todavía no tiene un respaldo para su sistema bancario desvencijado y que carece de una capacidad fiscal compartida; además, las finanzas de Italia son tan débiles que amenazan continuamente con alterar la solidaridad europea. En los Estados Unidos, las instituciones nacionales de política económica realmente funcionan: lo demostraron en 2008 y lo están haciendo nuevamente ahora. La Fed y el Tesoro ejercen una gran influencia no solo sobre la economía de los EE. UU. sino sobre todo el sistema global. La pregunta es cómo se mantienen en relación con una sociedad estadounidense profundamente dividida y cómo su estilo tecnocrático de formulación de políticas es recibido por el ala derecha nacionalista sin saber del Partido Republicano y su defensor en la Casa Blanca.
(...) No es un secreto que la burbuja de la deuda de China, las divisiones de Europa y la cultura política irracional de Estados Unidos representan un desafío para el funcionamiento de lo que conocemos como la economía mundial. Lo que causó el pánico el mes pasado fue la constatación de que Covid-19 ha expuesto las tres debilidades simultáneamente (...)
Desde 2008, la economía mundial ha llegado a depender en grado desconcertante del estímulo gubernamental. Nadie puede pretender que nuestra realidad se parece mucho a los modelos de mercado prístinos tan populares en los años ochenta y noventa. Pero (…) Todo el tiempo, el estado estuvo realmente involucrado, ya sea como creador de mercados o como distribuidor y ejecutor de los derechos de propiedad. Lo nuevo es que los bancos centrales ahora están permanentemente de guardia, agregando más estímulos cada vez que el crecimiento flaquea. Y han sido llamados regularmente porque el crecimiento de la productividad ha sido muy lento. Al mismo tiempo, en una era de austeridad, no hemos podido contar con los políticos para brindar un estímulo fiscal adecuado(...)
(…) Las empresas de todo el mundo pidieron prestado en dólares, aprovechando los profundos mercados financieros de Estados Unidos y las bajas tasas de interés. Pero eso los expuso a riesgos.(...) Para muchos mercados emergentes, 2013 fue el momento en que el crecimiento se desaceleró y sus monedas comenzaron a perder terreno.
En 2014, (...) la primera gran caída en los precios de la energía. Los precios del petróleo se reestabilizaron solo en 2016, después de que la OPEP y Rusia llegaron a un acuerdo incómodo (...) primer revés real al reciente éxito económico de China. En 2015, el mercado de valores de Shanghai se desplomó y un billón de dólares huyó de China, agotando sus inmensas reservas en un cuarto. En el mismo momento, la Eurozona fue arrasada por su lucha con el gobierno de izquierda en Grecia. Esta vez, no solo los chinos sino el BCE también reaccionaron con un estímulo monetario masivo (...) debido a que la Reserva Federal estaba comenzando a subir las tasas de interés de Estados Unidos precisamente cuando los europeos, japoneses y chinos agregaban estímulo, el efecto fue hacer que el dólar se aprecie. Esto ejerció presión sobre aquellas empresas y gobiernos de todo el mundo que habían tomado créditos en dólares, que ahora cuestan más en sus monedas locales (...) también fue malo para los exportadores estadounidenses. La mini recesión en la manufactura estadounidense que afectó a regiones industriales como Michigan y Wisconsin fue un factor subestimado para preparar el escenario para la sorpresiva victoria de Trump en 2016.
Cuando Trump se hizo cargo de la Casa Blanca en enero de 2017, se habló con ansiedad sobre la amenaza del populismo. (...) Con Trump al timón (...) Fiel a sus promesas electorales, la primera orden del día fue declarar una guerra comercial a Nafta, la UE y China. Esto fue muy perjudicial para sectores como la fabricación de vehículos y la agricultura, que están altamente internacionalizados. Aún más alarmante fue la forma en que la competencia arancelaria se estaba convirtiendo en una charla de rivalidad sistémica(...) Los aliados de Estados Unidos enfrentaron decisiones difíciles. Desde el punto de vista de una UE desconcertada, tanto la América de Trump como la China de Xi parecían poner en cuestión la prioridad de la globalización.
A estas alturas del año pasado, un miasma de incertidumbre estaba nublando los mercados mundiales. La inversión se retiraba. Como en 2015, fue la fabricación global altamente conectada en red la que sintió la presión recesiva. Para los centros mundiales de fabricación, como Corea del Sur o Alemania, las perspectivas eran sombrías. Y en el fondo, llenando los informes del FMI, estaban preocupados por la enorme montaña de deuda que se había acumulado desde 2008. A su debido tiempo, tendrían que pagar billones de dólares.
Los verdaderos conservadores(…) acogieron con beneplácito la posibilidad de una reestructuración. Era hora de una purga,(...) tiempo de volver a la disciplina (…) la salida de la extraña realidad alternativa creada por el estímulo monetario desde 2008. En cambio, en el verano de 2019, los bancos centrales volvieron a entrar en el ring. Acosado por Trump, la Fed volvió a la expansión (...) Mario Draghi (...) del BCE, lanzó una nueva ronda de flexibilización cuantitativa. El riesgo de recesión había concentrado las mentes en Washington y Beijing (...) China y Estados Unidos se pusieron de acuerdo en un acuerdo comercial.
(…) Entonces comenzaron a llegar noticias de una nueva amenaza. El 31 de diciembre de 2020, China informó a la Organización Mundial de la Salud de un nuevo virus. Su letalidad y el hecho de que podía transmitirse de humano a humano se confirmaron rápidamente. Pero Trump y sus seguidores no tuvieron más tiempo para el “virus Wuhan” que el que tuvieron para el cambio climático. (...) Pero los mercados estaban preocupados. El 23 de enero, los líderes chinos comenzaron un bloqueo sin precedentes: se lanzó un cordón sanitario alrededor de Wuhan, una ciudad de 11 millones de personas en la provincia de Hubei. Hubei (...) está directamente en el mapa de los inversores globales: el 9 por ciento de la industria automotriz de China, la más grande del mundo, se encuentra allí. Mientras que los expertos en salud lucharon por lograr que los políticos tomaran en serio a Covid-19, Samsung, Nissan y Jaguar Land Rover luchaban por mantener la producción porque no podían obtener partes vitales de China (…).
(…) Fue durante ese fin de semana ( del sábado 7 de marzo) que la confianza en el mercado finalmente se rompió. El histórico colapso de los precios del petróleo llevó a casa la magnitud del shock del coronavirus. Cuando comenzó el comercio en Asia en la mañana del lunes 8 de marzo, estaba claro que estaba en curso una venta masiva. Durante las siguientes dos semanas los mercados colapsaron. Todo vendido El dólar subió, amenazando con aplastar a los que habían pedido prestado dólares. Para detener la ola de ventas de pánico, la Fed ha apuntalado todos los principales mercados de crédito interno. Al mismo tiempo, ha extendido la liquidez en dólares a los principales centros de finanzas globales a través de la red de líneas de intercambio de liquidez, que permiten a un círculo interno de 14 bancos centrales cambiar sus monedas por dólares. Además, los bancos centrales de todo el mundo ahora podrán tomar préstamos contra los bonos del Tesoro que tienen en sus reservas de divisas, cualquier cosa para evitar que los bancos centrales los vendan. Después de una vacilación inicial, el BCE ha desatado un gran programa de compra de activos. Tanto el BCE como la Fed están haciendo intervenciones a un ritmo mucho mayor que en cualquier otro momento desde 2008. Para el Banco de Inglaterra, el momento crítico se produjo del 17 al 18 de marzo. A medida que el gobierno del Reino Unido se tambaleaba por una política, la libra esterlina se desplomó y el mercado dorado se volvió desordenado. Para estabilizar los precios y reducir los rendimientos, el banco adoptó un programa masivo de compra de bonos discrecionales. En 2012, la admisión de Mario Draghi de que el BCE haría “lo que sea necesario” para salvar el euro fue el clímax de más de dos años de lucha política y económica. Esta vez fue el primer principio de intervención del banco central.
La respuesta masiva de los bancos centrales ha detenido el pánico. Pero solo estamos al comienzo del cierre. Todos los días trae noticias de rebajas corporativas, que irán reduciendo progresivamente la oferta de crédito. La espiral recesiva apenas está comenzando. En los EE. UU., Las cifras de desempleo publicadas el 26 de marzo y el 2 de abril fueron diferentes a todo lo visto antes: 3,3 millones de personas se registraron para recibir beneficios en la primera semana y 6,6 millones en la segunda. Aún peor se espera en los próximos días y semanas.
(…) La crisis confirma una vez más la posición de la Reserva Federal en el centro de la gobernanza económica. Existe un nuevo mecanismo de cooperación entre la Fed y el Tesoro que puede absorber hasta $ 450 mil millones en pérdidas en préstamos de la Fed. Dado que la mayoría de los préstamos serán reembolsados, esto le proporciona a la Fed una enorme potencia de fuego. Pero no puede abordar cuál es realmente la fuerza decisiva en la crisis, a saber, la epidemia. Menos del 10 por ciento del gasto de estímulo es para el sector de la salud, sin embargo, se necesitan desesperadamente fondos para reparar un sistema que, incluso cuando se impulsa más allá de su capacidad máxima, está amenazado con un colapso financiero. Los mejores hospitales de Estados Unidos son buenos en medicina de alta tecnología y alta tarifa. Pero combatir el coronavirus requiere una supresión integral y un tratamiento masivo de los trastornos respiratorios. Eso no es para lo que está diseñado el sistema excesivamente burocrático de Estados Unidos (…)
(…) Lo que estamos presenciando en la respuesta estadounidense a la crisis, más que la desaparición de Trump, es el abismo entre la competencia de la máquina del gobierno estadounidense en la gestión de las finanzas mundiales y el espectáculo de Punch y Judy sobre su política. Esa tensión ha sido cada vez más evidente desde al menos la década de 1990, pero el virus la ha expuesto como nunca antes. Ha forzado una aparente elección entre el desempeño económico y la muerte masiva que, no solo en Estados Unidos, es profundamente impactante para el sentido común prevaleciente”.
El artículo del cual hemos estractado las citas que anteceden tiene fecha de 3 de abril 2020 .Vol. 42 No. 8 · 16 April 2020, Shockwave, Adam Tooze on the pandemic’s consequences for the world economy.
A continuación consignamos el comunicado de la FED
"Comunicado de Prensa
19 de marzo de 2020
La Reserva Federal anuncia el establecimiento de acuerdos temporales de liquidez en dólares estadounidenses con otros bancos centrales
Para publicación a las 9:00 a.m. EDT
La Reserva Federal anunció el jueves el establecimiento de acuerdos temporales de liquidez en dólares estadounidenses (líneas de intercambio) con el Banco de la Reserva de Australia, el Banco Central do Brasil, el Danmarks Nationalbank (Dinamarca), el Banco de Corea, el Banco de México, el Norges Bank (Noruega), el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, la Autoridad Monetaria de Singapur y el Sveriges Riksbank (Suecia). Estas instalaciones, como las que ya se han establecido entre la Reserva Federal y otros bancos centrales, están diseñadas para ayudar a disminuir las tensiones en los mercados mundiales de financiación en dólares estadounidenses, mitigando así los efectos de estas tensiones en el suministro de crédito a los hogares y las empresas, tanto en el país como en el extranjero. .
Estas nuevas instalaciones respaldarán la provisión de liquidez en dólares estadounidenses en cantidades de hasta $ 60 mil millones cada una para el Banco de la Reserva de Australia, el Banco Central do Brasil, el Banco de Corea, el Banco de México, la Autoridad Monetaria de Singapur y los Sveriges Riksbank y $ 30 mil millones cada uno para el Danmarks Nationalbank, el Norges Bank y el Reserve Bank of New Zealand. Estos acuerdos de liquidez en dólares estadounidenses estarán vigentes durante al menos seis meses.
La Reserva Federal también tiene líneas permanentes de intercambio de liquidez en dólares estadounidenses con el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo”".
Peso a todos estos hechos objetivos (facten), algunos. no entienden como se desarrolla la contradicción interimperialista, la colusión y pugna imperialista. Por tanto, no tienen ni idea de que es lo que prima en este momento, es decir la colusión, como hemos visto en las citas anteriores, se muestra en todas las medidas aplicadas por los Estados imperialistas y de sus semicolonias en lo político, económico, etc bajo las cuales se desarrolla también la pugna a nivel internacional y de cada país.
Como en la crisis anterior, son los imperialistas yanquis los que marcan la batuta en lo principal, desde el cierre de fronteras, que nadie se atrevió a hacer antes que lo decrete Trump, hasta la provisión de liquidez internacional por la Reserva Federal a nivel del sistema financiero mundial, convirtiéndose en el prestamista de última instancia para los Bancos Centrales no solo de sus semicolonias o de la órbita del dólar donde esta China, sino también para el BCE e Inglés, Suizo, Sueco, etc. mediante los swaps (ver las citas anteriores y, al respecto nuestras notas a The Economist, sobre la economía del dólar, tratado en el seminario sobre Capitalismo Burocrático en Río, 2016). Y la pugna que va soterrada, pero es absoluta, es decir siempre se da, se expresa cuando Trump aprovecha el momento para exigir a China que abra sus empresas, que quieren cotizar en la plaza de Nueva York, al control de sus libros contables por el ministerio de Comercio yanqui, ver las quejas de los revisionistas chinos al respecto.
Aplicando lo desarrollado por el Presidente Gonzalo a partir de lo establecido por el Presidente Mao Tsetung, sobre los dos aspectos de la contradicción, respecto a la colusión y pugna, decimos:
En consecuencia, planteamos que se da una colusión y pugna, están ligados como dos aspectos de una contradicción; en unos viejos puntos como Corea del Norte, Iraq, Lybia, Siria, etc. la colusión pasa a ser principal para distender un tanto la situación internacional porque son ya problemas que tienen tiempo, pero ahí la pugna subsiste subyacente, prosigue; pero en un punto nuevo; Irán por ejemplo, o Palestina, ahí la pugna pasa a ser principal y la colusión pasa a ser subyacente esperando otro momento, ¿está claro?. No crean que solamente hay colusión en uno, hay colusión y pugna, pero en un caso es principal y en otro es secundario, ¿está claro?. Pero ahora, si viéramos entre los imperialistas yanquis y los imperialistas rusos, chinos, alemanes, franceses y demás imperialistas, en este momento, en este periodo concreto inmediato de la llamada “crisis del corona virus”, ¿qué es lo que está primando como principal? La colusión, mientras se expresa la pugna como secundaria como la imposición de las rebajas en las cuotas de petróleo por los EE.UU. a la OPEP + otros (Rusia, Noruega, etc.), mientras prosiguen las exigencias principalmente de los yanquis,pero también de los otros, de que China abra su economía a la explotación financiera sin límites, los jerarcas revisionistas han dicho: no! Porque con eso lo que persiguen los norteamericanos y los demás es cambiar de régimen en China, luego en estos días le están exigiendo que los monopolios chinos abran sus libros de contabilidad a las autoridades del ministerio de Comercio de los EE.UU. para seguir cotizando en Wall Street. En el contexto general prima la colusión, preparando nuevas pugnas, buscando nuevas condiciones, porque en el fondo, ¿qué hay?, contender por la hegemonía mundial, ¿está claro esto?, por eso decimos “en función de la hegemonía mundial”, ¿está claro?
El presidente nos va a remarcar la importancia del manejo de esta contradicción: Lo que queremos apuntar es ya a tener condensaciones que nos permitan interpretar hechos, que nos permitan manejar situaciones; así, viendo un hecho histórico, una situación nueva que se dé, pueda orientarse, con esto uno se puede orientar.
Dice: Siempre vean en toda situación que se da en el mundo, vean siempre la contienda por la hegemonía mundial y pregúntense ¿qué predomina?, si la colusión o la pugna; hoy en general - aplicandolo reiteramos- la colusión, pero la pugna es subyacente y toda colusión no es sino para una pugna posterior a más alto nivel, pero en cada situación concreta se dan los dos aspectos: uno principal, uno subsidiario, véase lo general y véase los específico. En el caso de Ucrania, por ejemplo, y Siria, ¿qué está primando en este momento? La colusión, pero subyace la pugna; en el problema de Irán, Palestina ¿qué ha saltado? La pugna, subyace la colusión, ¿está claro? Es lo que queremos decir.
Así podemos interpretar, siguiendo al Presidente cuál es la situación que se da entre la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui, y la superpotencia atómica rusa y las demás potencias imperialistas. Rusia busca recuperarse en un largo proceso para volver a ser una superpotencia, Alemania, China y todos los demás quieren avanzar a grandes potencias y luego a superpotencias.
Hoy prima la colusión porque los problemas en su economía, tal como hemos visto en las citas y sus preparativos en función hegemónica requieren tiempo y desarrollar nuevos y más grandes planes, porque no vamos a caer en la ingenuidad de creer de que ellos están por la paz mundial, ellos están por pasar a disputar la hegemonía mundial, por acabar con la hegemonía del imperialismo yanqui y éste esta por mantenerse como el hegemonista único y aplicar más, por tanto, la forma de definirla es a través de la guerra, en este caso, mundial.
Nosotros no centramos en la guerra mundial, enseña el Presidente Gonzalo, eso se puede dar en cualquier momento y se dará cuando estén en condiciones. Ésto se puede dar, porque la superpotencia hegemónica única conquiste la superioridad estratégica en armas atómica o de alta tecnología, dominio del espacio, etc. o que, con el cerco y el colapso interno, hayan puesto a Rusia en condición de dejarse arrebatar su arsenal atómico (como antes hicieron con algunos países de la ex URSS, que tuvieron que entregar sus armas atómicas a Rusia), o en caso de una alianza imperialista para desplazar a los imperialistas yanquis, entre Rusia y otras potencias imperialistas como por ejemplo con Alemania, pero para impedirlo está la OTAN; pero ahora más que nunca todos los imperialistas en su conjunto han entrado en problemas. Ver la situación antes de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de Alemania, Japón e Italia en la fase pre-bélica de los 30 hasta el 39, se pusieron en condiciones y me refiero a ellos porque de acuerdo al c. Stalin eran los más agresivos y que estaban por romper el orden internacional impuesto como resultado de la Primera Guerra Mundial.
Tener presente en la actual situación, también lo señalado por el Presidente Gonzalo: La reacción mundial se da cuenta de su situación, se siente que es acorralada cada vez más, por tanto se defiende más desesperadamente y está dispuesta a hundir el mundo en hecatombes, en la defensa de su Poder. Eso es lo que confunde y amedrenta a algunos.
Con ocasión de la crisis anterior en una reunión del G7 se acordó las medidas ante la crisis “financiera” mundial y fue que los EE.UU. asumía su papel de prestamista de última instancia, el resultado fue que ellos se beneficiaron imponiendo más su predominio financiero como expresión de se superpotencia hegemónica única, demostrando que no es el predominio en el comercio o la industria sino en las finanzas lo que manda en la etapa imperialista. Asi, que los que pregonan el fin de la “Globalización” por la “guerra comercial” entre EE.UU. y China, por “el corona-virus” no saben de que hablan y son los mismos que hablan de esta como la financiarización de la economía. Para nosotros ésta entra en una nueva fase, que ya lleva 12 años desde la anterior crisis económica y es la de devorar a China, no les basta con la apertura de china al capital financiero desde Teng Siaoping, quieren que ésta se abra totalmente a la dominación del capital financiero. No olvidar lo que dijo Lenin, que el sueño de los imperialistas es despedazar a China, este peligro a regresado con la restauración capitalista.
Entender todo se da en contradicción. Con las citas documentamos sólidamente, también, que desde la crisis anterior, tanto como en la presente, queda más patente quien ejerce la hegemonía mundial,el imperialismo yanqui, que así aumenta su poder y se hunde más, más monopolista, más parasitario y más cercano a su muerte y solo sirve para ser barrido por la Revolución Proletaria Mundial mediante la guerra popular y que se está hundiendo dando zarpazos y que, el imperialismo es capaz de todo con tal de salvarse. Pero no solo el imperialismo yanqui será barrido por la Revolución Proletaria Mundial, sino todos los imperialistas y reaccionarios. Problema es liquidar el cáncer del oportunismo y el revisionismo.
Además, entre guerra mundial y revolución, la revolución es principal y que con guerra popular conjuramos la guerra imperialista mundial o que en caso que esta se produzca es con guerra popular mundial que le haremos frente y saldrá triunfante la Revolución Proletaria Mundial. Ver los presupuestos militares o gasto en “Defensa” 2019, el gasto del imperialistas yanquis es inmensamente superior, dobla al de China en cifras absolutas y ni que decir de Rusia, con la observación que no es solamente para armamentos sino para mantener y ampliación de las tropas de intervención desplegadas, lo que muestra un poder hegemónico, ninguno otro tiene esa capacidad. Insertar cuadro y comentarlo.
Ver cuadro:
Y, preguntemonos, cuál es la particularidad del gasto militar de los imperialistas yanquis con respecto a sus rivalers imperialistas? Para nosotros, lo que dice la fuente sobre el gasto militar yanqui y subrayado por nosotros:
"La adquisición de armamento, de fabricación nacional, es la principal
explicación del incremento del presupuesto de Defensa estadounidense.
Con un Ejército de casi 1.400.000 efectivos, una ligera subida salarial
también ha repercutido en el coste anual. La primera potencia mantiene
en el extranjero más de 800 bases militares, repartidas por más de 40
países aliados".
Eso es en todos los continentes y mares, además que ahora apuntan al espacio:
"Trump ha ordenado además crear “cuanto antes” una rama del Ejército dedicada al espacio
—“que garantice el dominio estadounidense del cosmos”— en la que se
prevé que reciba decenas de miles de millones de dólares desde su primer
año".El gasto militar mundial escala a su máximo por el impulso de EE UU, El País, 29 de abril2020.
Continuará