Nuestro solemne homenaje a los comunistas, combatientes y masas del PCP quienes, forjados con el acero más puro, a imagen y semejanza del Presidente Gonzalo, en la fragua ardiente de la guerra popular en el Perú, devenidos en prisioneros de guerra enfrentaron el más infame genocidio cometido por el viejo Estado terrateniente-burocrático al servicio del imperialismo, principalmente yanqui. Valor y coraje que sólo la guerra popular es capaz de generar. Estampando imperecedero el 19 de junio como ¡DIA DE LA HEROICIDAD!
El 18 y 19 de junio de 1986, el reaccionario gobierno aprista, fascista y corporativo, encabezado por el genocida Alan García, desencadenó el más protervo y negro operativo de exterminio; movilizando el Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y las fuerzas policiales, bajo el Comando Conjunto, exterminio como parte de su guerra contrarrevolucionaria que dirigía en contra la pujante guerra popular, fue clara respuesta que consumó el más infame genocidio asesinando a cientos de guerrilleros e hijos del pueblo, prisioneros de guerra, bañándose una vez más en la ardorosa sangre de los mejores hijos del pueblo. Sobre Alan García, su Consejo de Ministros, el Comando Conjunto, las fuerzas armadas y policiales cayó para siempre el oprobio imborrable que el pueblo no olvidará y que sólo él sancionará.
Los combatientes de la guerra popular, prisioneros de guerra, enarbolando «La rebelión se justifica» se batieron heroica y denodadamente sellando, un hito de heroicidad, valor y coraje que la historia guardará como demostración ejemplar de los hombres heroicos que sólo la guerra popular es capaz de generar. ¡La sangre derramada no ahoga la revolución sino la riega!
Finalmente reproducimos lo establecido por la Resolución del CC del PCP:
El 19 de junio se estampa imperecedero como DÍA DE LA HEROICIDAD; la sangre de estos héroes ya fructifica la revolución armada incendiándola más, levantándose como monumental bandera tremulante e inagotable grito de guerra que convoca al inevitable triunfo final. ¡MAS SANGRE, MAS REPRESION, MAS GENOCIDIO, MAS REVOLUCION!
La gloriosa muerte beligerante de estos prisioneros de guerra se abriga con la sangre ya vertida y ante ella los comunistas asumimos el compromiso indeclinable de seguir su luminoso ejemplo, para desarrollando la guerra popular servir a la revolución mundial hasta que la luz inmarcesible del comunismo se aposente en todo el orbe bajo las invictas banderas de Marx, Lenin y Mao Tsetung, del siempre vivo marxismo-leninismo-maoísmo.
¡GLORIA A LOS HÉROES CAÍDOS, VIVA LA REVOLUCIÓN!