De oeste a este, los jóvenes toman las principales universidades
Represión,
detenidos y mucha tensión: la rebelión de los universitarios norteamericanos
por la guerra en Gaza
En Columbia, cientos de
alumnos tomaron el histórico edificio Hamilton, el mismo que funcionó de
epicentro para protestar contra la guerra de Vietnam. La Policía decidió entrar
al campus y detener a varios jóvenes. Protestas en
Wisconsin y UCLA.
Ya sea en el sol de California o en el frío de Nueva York, la bandera de Palestina flamea por las universidades nortamericanas. La sostienen miles de universitarios, quienes denuncian los crímenes de guerra de Israel en la Franja de Gaza, en medio del conflicto en Medio Oriente. La protesta estudiantil se extendió en al menos veinticinco campus y no son pocos quienes trazan un paralelismo con las masivas protestas contra la guerra de Vietnam, a fines de los sesenta.
El tema escaló hasta la Casa Blanca, quien condenó la intensificación de las protestas en las casas de estudio, al indicar que "las protestas tienen que ser pacíficas y legales". "Tomarse por la fuerza edificios no es algo pacífico, está mal", señaló uno de portavoces de la Casa Blanca, Andrew Bates, en declaraciones a la cadena NPR.
Las autoridades de la casa de estudios resolvió la suspensión de los estudiantes que desafiaron el ultimátum dado por las autoridades del centro para que depongan el campamento en la institución. Pero eso no fue todo, sino que apareció también la Policía de Nueva York para directamente detener a los estudiantes. Al cierre de esta edición, eran 282 los detenidos en protestas propalestinas universitarias: 173 proceden de CUNY (la universidad pública de la ciudad) y 109 de Columbia.
En Wisconsin, la violencia policial también se hizo presente. A las 7 de la mañana del miércoles, los agentes ingresaron al campus con escudos antidisturbios: ante la resistencia de estudiantes y profesores, tal como se observa en algunas imágenes, los policías lanzaron a varios estudiantes y profesores contra el suelo durante el enfrentamiento.
UCLA
En la otra costa, la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) decidió cancelar este miércoles sus clases tras la intervención policial al campus sucedida durante la madrugada para frenar los enfrentamientos violentos de entre grupos de manifestantes proisraelíes y los que reclaman parar la guerra en Gaza.
La UCLA comunicó a los estudiantes a través de un correo electrónico que se cancelaban todas las clases de este miércoles y que los agentes de la policía permanecerían en los edificios principales junto al campamento y a través de la red social X incitó a la gente a evitar la zona donde se produjeron los enfrentamientos (Informe de Página 12, Argentina)
Un
sofware que permite identificar blancos humanos para matarlos en sus propios
hogares
Israel,
Google y el uso de la inteligencia artificial en Gaza
Trabajadores tecnológicos protestaron la semana pasada para que se cancele el proyecto Nimbus, firmado entre la multinacional de los algoritmos y el gobierno de Benjamin Netanyahu. Google echó a 28 empleados.
23 de abril de 2024 - 00:01
Imagen: AFP
Las consecuencias del
experimento con inteligencia
artificial (IA) están a la vista, expuestas entre edificios humeantes
y cadáveres sepultados entre los escombros. La denuncia no proviene de lo que
queda de Hamas en
la Franja de Gaza,
ni tampoco de la Autoridad
Nacional Palestina en Cisjordania. La acusación contra Israel por el
uso de la IA en la guerra, se escuchó fuerte en las oficinas de Google en Nueva
York y Sunnyvale, California, en el corazón de Silicon Valley. Trabajadores
tecnológicos protestaron la semana pasada para que se cancele el proyecto Nimbus, firmado entre la
multinacional de los algoritmos y el gobierno de Benjamin Netanyahu. No era la primera vez que lo
hacían. La compañía echó a 28 de ellos el miércoles 17.
Nimbus es un acuerdo comercial por 1200
millones de dólares a cambio de los servicios de Google en la nube. En
particular, el software Lavender, que permite
identificar blancos humanos para aniquilarlos sobre el terreno, pero
sobre todo en sus propias viviendas. Una sofisticada herramienta que según los
medios digitales independientes +972 y Local
Call le permite al estado judío sacar una ventaja abrumadora en el
conflicto.
En octubre de 2021, a
los cinco meses de que el contrato quedara vigente, los empleados de Google
difundieron una carta que decía: “La tecnología que nuestras compañías han
contratado hará que la discriminación y el desplazamiento sistemático llevado a
cabo por el ejército y gobierno israelíes sean aún más crueles y mortales para
los palestinos”. También explicaron que tenían las evidencias.
Los ingenieros y
programadores de la compañía volvieron a movilizarse en días recientes. Incluso
tomaron la oficina del CEO de Google, Thomas Kurian. Querían que Nimbus terminara de
una vez. Algunos fueron arrestados por la policía, como en Sunnyvale, donde
habían ocupado el despacho del empresario indio-estadounidense. La protesta
simultánea en Nueva York se hizo en un espacio común del décimo piso del
edificio de la compañía.
Entre los desalojados y detenidos estaba la ingeniera en software
de YouTube, Zelda Montes. La profesional denunció que los
trabajadores tecnológicos se habían reunido “para poner fin al proyecto Nimbus
de Google y Amazon que permite el apartheid israelí”. Hubo otra movilización en Seattle además de en
Nueva York y California. Igual que el 14 de diciembre del año pasado en que
cientos de manifestantes habían exigido que cesara el acuerdo con Israel.
Montes también comentó: “Estoy decepcionada por lo malvado que puede ser
Google, pero no sorprendida. Están más indignados por los empleados que se sientan
pacíficamente que por cómo su tecnología está asesinando gente”. Habían
realizado una sentada.
La empresa se limitó
a informar: “La inmensa mayoría de nuestros empleados hace lo correcto”, en un
correo electrónico enviado al personal. Un mensaje intimidatorio que además
decía: “Si usted es uno de los pocos que se siente tentado a pensar que vamos a
pasar por alto conductas que violan nuestras políticas, piénselo de nuevo”,
publicó Wired, un sitio digital de noticias sobre tecnología. La portavoz de Google,
Anna Kowalczyk, justificó la medida contra los 28 cesanteados por “impedir
físicamente el trabajo de otros empleados e impedirles el acceso a nuestras
instalaciones”.
Judíos y musulmanes pacifistas
Las protestas que
empezaron en 2021 han sido impulsadas por una coalición de trabajadores
tecnológicos llamada No
Tech for Apartheid (No hay tecnología para el apartheid). La integran
grupos de judíos y musulmanes pacifistas que se oponen a la guerra en Gaza.
El periodista y
escritor australiano de origen judío, Antony Loewenstein, autor del libro
reciente El laboratorio
palestino, explica en una entrevista que le concedió al sitio español El Salto: “Las grandes empresas tecnológicas y Silicon
Valley han censurado y prohibido agresivamente el contenido pro-palestino desde
el 7-O, a menudo bajo la dirección y presión del gobierno israelí. Sin
embargo, a pesar de esto, yo
diría que es una estrategia perdedora para Israel y de sus partidarios porque
la opinión pública está fuertemente a favor de los palestinos en muchas
naciones del Norte y del Sur Global”.
Google no es la única
que tomó represalias contra su personal que se opone a Nimbus. En marzo pasado,
más de 300 trabajadores de Apple firmaron una carta abierta. Denunciaron
medidas contra los trabajadores que han expresado su apoyo a Palestina.
El sitio +972, una publicación
independiente hecha por periodistas palestinos e israelíes, realizó una extensa
investigación sobre la utilización de inteligencia artificial para propiciar el
ataque a miles de blancos humanos en Gaza. “El software Lavender analiza la información recopilada
sobre la mayoría de los 2,3 millones de residentes de la Franja de Gaza a
través de un sistema de vigilancia masiva, luego evalúa y clasifica la
probabilidad de que cada persona en particular esté activa en el ala militar de
Hamas o PIJ (la Jihad Islámica Palestina). Según las fuentes, la máquina otorga
a casi todas las personas en Gaza una calificación del 1 al 100, expresando la
probabilidad de que sean militantes”, publicó el medio.
Además mencionó que
el vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) “negó el uso de
inteligencia artificial” en la Franja. Pero +972 y Local Call desmienten esa información. El
artículo que ya fue publicado en The Guardian, The Washington Post, Le Monde y The Independent, entre
otros medios, reproduce el testimonio de una fuente sobre la utilización de la
IA: “Para mí fue muy sorprendente que nos pidieran que bombardeáramos una casa
para matar a un soldado de tierra, cuya importancia en los combates era tan
baja. A esos objetivos los apodé 'objetivos basura'”.
Según la nota “estar
en un grupo de Whatsapp con un militante conocido, cambiar de teléfono celular
cada pocos meses y cambiar de dirección con frecuencia”, puede transformar en
blanco fácil a un palestino en Gaza.
gveiga@pagina12.com.ar