Farsa electoral en Brasil desenmascarada en múltiples lugares
Imagen de cabecera: panfleteo por parte de activistas en Feijó, Acre. Fuente: A Nova Democracia (AND).
En las últimas semanas se está realizando una campaña de boicot electoral en varios puntos de Brasil. A principios de mes informamos que se había creado el primer Comité de Boicot a la farsa electoral, en Rio de Janeiro. Posteriormente se supo que en Manaos se realizó una manifestación contra el alcalde de la ciudad que expuso la farsa electoral en la que numerosos vecinos exigieron explicaciones y soluciones para la infraestructura, en una muy mala situación desde hace décadas que no se ha solucionado con ningún gobierno durante los últimos años. En la misma ciudad diversas entrevistas en torno a la mala situación del transporte público y la seguridad en Manaos han mostrado las mentiras del alcalde, hechas durante las elecciones, mostrando de nuevo su carácter como farsa electoral.
En la ciudad de Feijó, estado Acre, en la periferia amazónica, activistas del Comité local de Apoyo a AND ha estado realizando panfleteos y conversando con la población, denunciando el aumento salarial de los concejales de la región. La población mostró su rechazo a la farsa electoral en varias formas: primero creyeron que los activistas pedían el voto para algún partido político y mostraron su enfado y rechazo por ello; cuando supieron que los activistas estaban en una posición contraria, se interesaron y hablaron con ellos; después de hablar por un tiempo, muchos pidieron panfletos para repartirlos entre sus amigos y familia. A su vez expresaron su rabia e indignación en muchas ocasiones por los políticos cretinos de la región y con el periodo electoral.
Por otra parte el 9 de septiembre los activistas del Comité de Apoyo a AND en Derby, Recife, Pernambuco, distribuyeron cerca de 400 panfletos denunciando la farsa electoral y convocando a las masas a boicotear las elecciones. En el panfleto repartido denunciaron que el prefecto de Pernambuco, João Campos ha multiplicado su fortuna por 11 durante su gestión mientras ha despojado al pueblo de sus derechos y no ha solucionado en absoluto sus claros y serios problemas. Todo ello atrajo gran atención de los obreros locales, que se mostraron indignados. AND cita un comentario de un obrero local: “Yo mismo ya no voto, nunca di crédito a a esos políticos. Todo lo que la gente consigue es por ellos mismos, y ellos [los dirigentes políticos del viejo Estado brasileño] sólo aparecen ahora para pedir el voto”.