Wednesday, September 11, 2024

PRENSA CHIRIPILKO CURICÓ-MAULE-CHILE: 51 años del Golpe de Estado de la CIA-Pinochet en Chile

 

Prensa Chiripilko

Blog oficial del medio independiente de la provincia de Curicó, región del Maule, Chile

MARTES, 10 DE SEPTIEMBRE DE 2024

Conmemoración: 51 años del Golpe de Estado de la CIA-Pinochet en Chile

Este 11 de septiembre se conmemoran 51 años del golpe de Estado dirigido por la CIA, es decir, el imperialismo yanqui mediante la junta militar fascista. Pareciera mucho tiempo, pero aún en múltiples poblaciones de todo Chile, año tras año se suman jóvenes y masas para protestar cada 11 de septiembre.

Los reaccionarios dicen sarcásticamente: ¿Por qué protestan si ni siquiera habían nacido para esa fecha? Es cierto, nuestros jóvenes no habían nacido para 1973. Pero la juventud popular no lucha por Allende ni por la UP, sino que lucha contra las injusticias y poner fin a los sufrimientos que día a día viven en carne propia.



¡VIVA LA HEROICA RESISTENCIA DE LAS MASAS!

Carácter de clase del viejo Estado chileno

Chile es un país semicolonial y semifeudal. La opresión imperialista, principalmente yanqui, atenaza a nuestro país, no permite más que una independencia formal y desarrolla un capitalismo atrasado y atado a los intereses de las grandes potencias llamado Capitalismo Burocrático, propio de los países semifeudales.

Los imperialistas son el ventrílocuo o titiritero y los "presidentes" son sus muñecos que, como tales no deciden nada, sino que actúan y se mueven según lo manden sus amos.

En la actualidad Chile es oprimido por el imperialismo, principalmente yanqui, que actúa mediante las clases dominantes de nuestro país que son la gran burguesía y los terratenientes. Por eso es correcto decir que el Estado chileno es un Estado que representa lo viejo, lo caduco, es un Estado burgués-terrateniente.


Las facciones de la gran burguesía

En los países semifeudales la burguesía se divide en dos facciones: la facción burocrática y la facción compradora.

La facción burocrática: Es la que tiende a utilizar más el aparato estatal como palanca para sus negocios. El viejo Estado tiene carácter de clase, es un Estado burgués terrateniente, por lo tanto, la "estatización" tiene también ese carácter de clase.

La facción burocrática intenta engañarnos, quiere hacernos creer que la "estatización" no es monopólica y que beneficia a todos los chilenos. Pero en realidad el capital monopólico estatal sólo sirve al imperialismo y sus lacayos. ¿Acaso Banco Estado no chupa la sangre de todos los chilenos? ¿Las universidades "estatales" acaso no cobran aranceles tan altos al igual que las no estatales? ¿No es CODELCO una de las empresas mineras "estatales" que más subcontrata?

La facción compradora: Es aquella representada por el sector de la gran burguesía que apuesta hoy a fortalecer el capital monopólico no estatal, que se le denomina erróneamente "privado" para diferenciarlo del capital monopólico estatal [1]

Estas dos facciones de la gran burguesía (burocrática y compradora) están en colusión y pugna. Se coluden para oprimir al pueblo y al mismo tiempo pugnan por llegar a La Moneda (palacio presidencial), para ello, deben dar su exámen de blancura frente al imperialismo y ambas tienen como tarea principal mantener y hacer evolucionar el capitalismo burocrático.


Falsa reforma agraria: evoluciona el capitalismo burocrático

Para 1973 existían dos superpotencias imperialistas: el imperialismo yanqui y el socialimperialismo ruso [2]. Ambas superpotencias pugnaban por hacerse del control del resto del mundo, país por país.

En lo que a Chile respecta, el gerenciamiento de Eduardo Frei Montalva quién ejerce como presidente de 1964 a 1970 (Demócrata Cristiano - DC) representante de la facción burocrática y de un sector importante de terratenientes, se postró ante el imperialismo yanqui y conforme sus mandatos aplicó medidas para hacer evolucionar la semifeudalidad y penetrar el capitalismo burocrático en el campo. Lo central fue intentar detener la lucha por la tierra del campesinado pobre mediante la "reforma agraria" que el imperialismo yanqui, con su plan Alianza para el Progreso, inicia con el gerenciamieto de Alessandri. Esta falsa reforma agraria no fue más que una compra-venta de tierras que mantuvo parte importante de la gran propiedad terrateniente. (Para más información ver nuestro artículo "La falsa reforma agraria" disponible en nuestro blog)

El gerenciamiento de Salvador Allende también representaba a la facción burocrática, por lo que continuó con los planes para hacer evolucionar la semifeudalidad y con la misión de contener la lucha de clases.

A pesar de que quisiera disfrazarse de socialista, dentro de los partidos que componían la Unidad Popular (UP) se encontraba el Partido Socialista, el Partido Radical y algunos sectores desligados de la Democracia Cristiana, tres partidos burgueses que no iban a actuar en contra de sus propios intereses. A ellos se suma el papel nefasto del revisionismo apandillado en el falso Partido "Comunista" que pretendía hacer pasar su política contrarrevolucionaria como marxismo.

La táctica del gobierno de la UP fue detener la revolución disfrazándose de revolucionaria. Por ejemplo, donde los campesinos peleaban por la tierra, los funcionarios de la UP llegaban con su falsa reforma agraria; donde los obreros luchaban por expulsar a la gran burguesía el gerenciamiento de la UP indemnizaba millonariamente a los explotadores y les compraba a precio de oro las empresas para declararlas "estatizadas"; las luchas de los pobladores eran desviadas por la dirigencia de la UP hacia la burocratización controlando los comandos de pobladores; las universidades eran gratis, pero a ellas no accedían las masas pobres, la prueba de aptitud académica, implementada por orden yanqui, se mantuvo durante el gerenciamiento de Allende para cerrar el paso a la educación superior a la juventud popular.

Presidente de EE.UU. John F. Kennedy en Comité de Alianza para el Progreso

La crisis imperialista y el gerenciamiento de la UP

Para principios de 1970 las potencias y superpotencias imperialistas habían recibido duros golpes y grandes derrotas. La República Socialista de China daba un nuevo impulso a los pueblos del mundo; el triunfo del pueblo de Vietnam demostraba que el pueblo de un país pequeño puede vencer al imperialismo; el estallido de los pueblos en África, Asia y América Latina, así como también en los propios países imperialistas daba cuenta de la aguda crisis que se acentuaba.

Los socialimperialistas rusos intentaban salir del paso dirigiendo los movimientos guerrilleros para que se rindieran y capitulasen, bajo el alero de la facción burocrática de cada país. Al mismo tiempo que echaban mano a invasiones (como Afganistán) y golpes de Estado en las colonias y semicolonias para someterlas a su control.

El imperialismo yanqui, golpeado por la crisis de 'principios de los 70', se volvía más agresivo. Al ver que los rusos apostaban, por lo general, a mantener su control utilizando a la facción burocrática, el imperialismo yanqui utilizó para sus planes imperialistas a la facción compradora, mediante la cual también efectuaba una oleada de golpes de Estado.


Pinochet y Allende

El golpe de Estado del imperialismo yanqui

El gerenciamiento de Allende buscaba cabalgar sobre dos caballos. Por una parte "estatizar" la industria minera, mediante millonarias indemnizaciones al imperialismo yanqui y así afirmarse para servir al socialimperialismo ruso.

En el plano nacional, la UP intentaba frenar la lucha revolucionaria ¿Cómo? Presentando la falsa teoría de la "vía chilena", que no es sino la tesis revisionista de Jrushov sobre la vía pacífica al socialismo. Es la podrida tesis de conciliación de clases que niega la lucha de clases. El fondo de esto era presentarse al imperialismo no como una amenaza sino que como obedientes vendepatrias, mantener el apoyo de los partidos terratenientes y traficar con las demandas de las masas para que estas últimas no se rebelaran.

A medida en que crecían las dudas entre el pueblo, creció la demagogia y la represión por parte de la UP. Ya para el final del gerenciamiento de Allende, la UP llamaba abiertamente a no emprender enfrentamientos. No siendo suficientes los llamamientos dictó la ley de control de armas (1972), que entregó el monopolio de la violencia a las fuerzas armadas y desarmó al pueblo. Acto seguido fueron allanadas fábricas, lugares de reunión y los hogares de las masas en rebelión.

El hecho que el gerenciamiento de la UP quisiera cabalgar sobre dos caballos, abriendo las puertas al socialimperialismo ruso no fue visto con buenos ojos por el imperialismo yanqui que no estaba dispuesto a compartir el botín. Fue así como el imperialismo yanqui dirigió el golpe de Estado que sacó a la UP y a Allende, poniendo en su lugar a la Junta Militar Fascista (JMF). El objetivo era reestructurar el viejo Estado burgués-terrateniente y hacer evolucionar el capitalismo burocrático, apuntalando al capital monopólico no-estatal.




El balance de la izquierda

Del golpe quiénes se llevaron la peor parte fueron la clase obrera, campesina y las masas pobres, que habiendo sido desarmadas por Allende y la UP, además de ser engañadas por el revisionismo cayeron en la desorganización, sin plan ni programa que organizara la resistencia y la transformara en lucha de liberación nacional.

Es cierto que existieron organizaciones que realizaron acciones armadas y es indudable la heroicidad de sus combatientes y las masas que dieron su sangre contra las fuerzas represivas durante las décadas de los 70, 80 y principios de los 90. Sin embargo, estas organizaciones en vez de rechazar la podrida política de la UP y mirar hacia adelante aprendiendo de los errores, miraban hacia atrás con nostalgia. Pensaban que la lucha contra el fascismo pasaba por derrocar a la JMF liderada por Augusto Pinochet y volver a la política de la UP.

El Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) consideraba que durante la UP se estaba creando "Poder Popular" sin ver que era un espejismo de falso poder popular al no haberse realizado una verdadera revolución.

El Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), en tanto brazo armado del revisionismo, esperaba ajusticiar a Pinochet y llamar a una Asamblea Constituyente, que sería dirigida por los partidos de la Concertación, lo que sólo hubiera apresurado un poco la llegada de Patricio Aylwin a La Moneda.

El Movimiento Juvenil Lautaro (MJL), según testimonios de sus propios militantes, no tenían perspectiva clara, reivindicaban la figura de Allende, firmaban declaraciones conjuntas con el revisionismo, en su prensa daban cobertura a las "mesas de concertación" y en el plano internacional ponían sus esperanzas en que el genocida del pueblo peruano, Alan García, se enfrentara al imperialismo.

A pesar de todo este panorama de organizaciones armadas de izquierda que no tenían por objetivo la conquista del Poder, el Partido Comunista Revolucionario (PCR) fue la única organización que hizo un correcto balance de la UP. Sin embargo, el PCR no asume su papel, capitula y se liquida en 1980, lo que es mucho más grave.



Contra los momios (fascistas) armados: El pueblo armado. PCR


El repliegue y la desarticulación

En la década del 20 del siglo XX, Carlos Ibañez aplica un plan fascista que dice hacerse cargo de las demandas económicas de las masas. Esto llevó a que las organizaciones que levantaban sólo demandas inmediatas sin perspectivas de conquistar el Poder se unieran al fascismo. Fue así como Alejandro Escobar y Carvallo, uno de los fundadores del anarquismo en Chile, se convirtió en Gobernador de Pisagua.

Algo similar sucedión con el triunfo del NO en el plebiscito de 1988 y la posterior llegada pactada por Aylwin a La Moneda.

Para el imperialismo yanqui, Chile no podía mantener la gobernabilidad bajo la junta militar fascista que tras la doctrina del shock consistente en descarnada represión, tortura, secuestros, ejecuciones y desapariciones se había ganado un amplio rechazo por parte de las masas y cada vez crecía más la tendencia a la rebelión. Fue así como el gobierno de Estados Unidos  dirigió la salida de Pinochet y sus secuaces y en su lugar puso a su títere "democrático" Patricio Aylwin.



Quema de literatura revolucionaria por parte de los milicos

Las organizaciones armadas de izquierda que al igual que los anarquistas de los años 20 no tenían como perspectiva la conquista del Poder quedaron sin piso, cayeron en la desesperación y lanzaron sus acciones decisivas casi para demostrar que aún existían. Por si fuera poco, parte de sus miembros cambiaron de bando, transformándose en soplones o "sapos" de la CNI (policía represiva secreta de la JMF) que pasó a llamarse ANI.

La desarticulación de estas organizaciones no se debió tanto a los golpes de la reacción como a las propias falencias, que fueron principalmente ideológicas.


La revolución es inevitable

A pesar de todo las masas iban a estas organizaciones armadas de izquierda. ¿Por qué? Porque buscaban en las protestas y en la violencia las respuestas contra la junta militar fascista. Respuestas que también buscaban los que participaron de la lucha sin pertenecer a ninguna organización, pero teniendo claro, aún por instinto, que la rebelión se justifica.

Posterior al gerenciamiento de la Concertación, las masas siguieron luchando. El problema estaba en que no existía la organización que dirigiera esa lucha a la conquista del Poder. Y eso es justamente lo que hoy en día los verdaderos revolucionarios están construyendo: Un auténtico Partido proletario para la revolución y no para participar de las elecciones, sus propias fuerzas armadas revolucionarias y un Frente Único al servicio del proletariado, campesinado y demás masas democráticas.

Este 11 de septiembre, a 51 años del golpe, rendimos honenaje a todos los mártires que ofrendaron su vida luchando contra la junta militar fascista y sus amos imperialistas.

A pesar de la represión y las traiciones, la clase y el pueblo son generosos y no dejarán nunca de parir, por miles, a sus mejores hijos.






Notas

[1] El capital monopólico estatal también es privado.

[2] Lenin utiliza el concepto socialimperialismo para referirse a aquellos que de palabra son socialistas, pero en los hechos son imperialistas. Es correcto utilizar este concepto para referirse al Estado de la Unión Soviética (URSS), que tras la muerte de J. Stalin abandona el socialismo y, tras un golpe de Estado liderado por Jrushev, se convierte en imperialista.




No hay comentarios:

Publicar un comentario